From the SelectedWorks of Pablo A Legón 2011 Abuso de firma en blanco, juicio ejecutivo y prejudicialidad Pablo A Legón Available at: http://works.bepress.com/pablo_legon/10/ JURISPRUDENCIA ANOTADA DCCyE JUICIO EJECUTIVO Excepción de inhabilidad de título. Improcedencia. Planteo de la falsedad ideológica del documento a ejecutar. Exceso del marco de conocimiento del proceso ejecutivo. Hechos: En el marco de un proceso en el que se pretende la ejecución de ciertos pagarés, el ejecutado dedujo recurso de apelación contra el decisorio que desestimó las defensas de falsedad e inhabilidad de título opuestas. La Cámara confirmó el fallo impugnado. La excepción de inhabilidad de título opuesta con fundamento en la supuesta configuración de un abuso de firma en blanco de los pagares objeto de la ejecución, resulta improcedente, pues, lo que en definitiva se aduce es una falsedad ideológica en el llenado de las cartulares, que comprendería irregularidades, que de existir, afectarían el proceso de formación de los títulos, extremo que no corresponde sea examinado dentro del marco del proceso ejecutivo al exorbitar el estrecho marco de cognición que habilita el presente trámite. CNCom., sala F, 2011/04/12. - Raffa, Oscar Anibal c. Garcia, Patricia Liliana. [Cita on line: AR/JUR/21012/2011] Comentario Abuso de firma en blanco, juicio ejecutivo y prejudicialidad POR Pablo Agustín Legón El caso reafirma la inveterada posición de los tribunales nacionales en cuanto a que las excepciones de completamiento abusivo, arbitrario o extemporáneo de pagarés son improponibles en vía ejecutiva. Destacamos que la misma solución se adopta en la ejecución de cheques (v.gr, CNCom., sala C, 30/04/1990, Nacela c. Saint Martin S.A.). En tales supuestos —calificados como de “falsedad ideológica”—, la jurisprudencia sostiene que indagar en el proceso de formación del título implicaría analizar las relaciones causales subyacentes, discusión vedada por el art. 544, inc. 4° del Cód. Proc. Por otro lado, desde un punto de vista práctico, también se argumenta que si bien la defensa podría encontrar fundamento en la normativa material, de abrirse la discusión sobre la relación fundamental, se incurriría en la “ordinarización” del trámite ejecutivo, provocando su desnaturalización, pues quedaría desvirtuada la finalidad del trámite asignado a este tipo de proceso, cual la celeridad del procedimiento en procura de la rápida satisfacción de un derecho que se halla dotado de cierta apariencia de verosimilitud, en virtud de las características del crédito invocado, en pos del cual se encuentran reducidos los trámites de defensa del demandado (CNCom., sala A, 04/12/2008, Sucesión de Amadeo Rossi c. Arsil S.H. y otros, DJ 15/07/2009, 1959). En todos estos casos, se resuelve invariablemente que el trámite adecuado para encausar el reclamo es el del juicio de pleno conocimiento (art. 553, Cód. Proc.). Si bien no fue materia de tratamiento, destacamos con respecto a la prueba del completamiento abusivo o arbitrario en un proceso de amplia cognición, que: (i) el abuso de firma en blanco podrá ser probado inter partes por testigos, (ii) el abuso de firma en blanco no es oponible al tercero de buena fe, y (iii) la carga de la prueba del abuso de firma en blanco y/o mala fe o negligencia grave del tercero, corresponde al obligado que la alega (Bergel, Salvador D. - Paolantonio, Martín E., Acciones y Excepciones Cambiarias, t. I, Depalma, p. 439 y 440). El tribunal también señala que la investigación penal por defraudación por abuso de firma en blanco es, en principio, insusceptible de ser incorporada en el “universo discursivo propio del juicio ejecutivo”. Se trata de la regla general de que la existencia de una causa penal no afecta la viabilidad, y curso, de la ejecución. La jurisprudencia no es pacífica al valorar la influencia de una acción penal en curso vinculada con el documento cambiario cuyo cobro se pretende, aunque lógicamente, atendiendo a la tutela de la circulación, el efecto limitado de la sentencia en el juicio ejecutivo, y las restricciones probatorias del tipo procesal, es preferible la solución que niega, como principio, la prejudicialidad de la causa penal, o la suspensión del proceso (ver en este sentido CNCom., sala B, 19/06/2007, Contartesi, Carlos c. Gaeta, Gustavo, www.pjn.gov.ar; CNCom., sala C, 10/09/2010, ABN Amro Bank NV Suc. Argentina c. Graph Support SRL y otro, www.cij.gov.ar; CNCom., sala E, 27/09/2005, Banco Mercurio c. A.G. Maderas S.A. y otro, DJ 25/01/2006; AÑO II • Nº 4 • AGOSTo 2011 - Derecho Comercial del Consumidor y de la Empresa • 213 DCCyE JURISPRUDENCIA ANOTADA CS Catamarca, 13/02/2007, Garriga, Angel Raúl c. Bertorello, Carlos Alberto, LLNOA 2007 (julio), 594 - DJ 2007-II, 1178). Generalmente, el planteo de prejudicialidad fundado en el art. 1101 del Cód. Civ. no es admitido. Ello, porque, como en el marco del juicio ejecutivo, en el entendimiento de la jurisprudencia y doctrina mayoritarias, se encuentra vedado indagar en la causa de la obligación, y la sentencia de remate dictada no produce los efectos de cosa juzgada material, pudiendo revisarse por la vía del art. 553 del Cód. Proc. Las excepciones a esta “independencia”, suelen verificarse ante la existencia de una fuerte evidencia de conducta delictiva por parte del ejecutante, en el entendimiento lógico de que ni aún con los límites cognoscitivos del proceso ejecutivo, puede convalidarse jurisdiccionalmente una actuación delictiva. Así, por ejemplo, se ha admitido la suspensión de la ejecución (i) cuando la denuncia o el estado procesal de la instrucción probatoria son de importante entidad —v.gr., existencia de constancias del proceso penal de las cuales surgía que el actor había sido procesado por considerárselo autor penalmente responsable del delito de estafa en su forma procesal en grado de tentativa, mediante uso de instrumento privado falso— (CNCom., sala A, 10/08/2010, Sánchez, Carlos Alberto c. D´Ovidio, Federico, www.cij.gov.ar), (ii) cuando se observa una clara vinculación entre los hechos y sujetos del proceso civil y criminal —se había dictaminado sobre la falsedad del cheque base de la ejecución— (CNCom., sala C, 27/05/2009, Asociación Mutual Integral de Plan. y Desar. c. Rheem S.A. y Otro, La Ley Online), y (iii) cuando en sede penal se investiga la posible comisión de un delito vinculado con el acto de creación del documento base de la ejecución, y de la continuación del trámite del proceso civil pudiera derivarse un perjuicio de carácter irreparable para el demandado (CNCom., sala C, 30/09/2008, Macario, Héctor Osvaldo c. Chiaravalloti, Vicente, www.cij.gov. ar). En el caso que comentamos, la pretensión de incorporar los resultados de investigación penal resultaba manifiestamente improcedente bajo los cánones descriptos, por cuanto el actor había sido sobreseído del delito de defraudación por abuso de firma en blanco. Pablo Agustín Legón n 2ª Instancia. — Buenos Aires, abril 12 de 2011. Y Vistos: 1. Viene apelada por la demandada la decisión de fs. 54/56 en cuanto la magistrada de grado desestimó las defensas opuestas en fs. 43/45 y, en consecuencia, mandó llevar adelante la presente ejecución. Los fundamentos del recurso fueron expuestos en fs. 79/82 y respondidos en fs.87/89. 2. (i) Resulta dudoso que la queja traída a estudio a esta Sala, se adecue a la exigencia impuesta por el cpr. 265, pues el recurso en análisis se ha limitado a exteriorizar una opinión discrepante, sin hacerse cargo de los fundamentos tenidos en cuenta por la magistrada de grado para rechazar la pretensión. Sin embargo, para mantener incólume el derecho de defensa en juicio de raigambre constitucional (CN.18), se analizará la pieza a que se alude en el párrafo precedente. 2. (ii) Señálase, liminarmente, que la denuncia objeto de investigación en sede penal es materia ajena al universo discursivo propio del juicio ejecutivo y, en principio, insusceptible de tratamiento en éste. Destaca esta Sala que, además, requerida que fue la causa penal, se ha diluido toda posibilidad de considerar los hechos invocados en aquel proceso y alegados en éste como fundamento de las defensas opuestas, desde que el aquí actor fue sobreseído del delito de “defraudación por abuso de firma en blanco” en aquella jurisdicción conforme sentencia dictada en fecha 14 de julio de 2010 -véanse fs. 263/265 de la causa N° 12.603/2009 “Raffa Oscar Aníbal s/Defraudación por Abuso de Firma en Blanco”-. 2. (iii) Determinada la improponibilidad de aquélla, igual suerte habrán correr las defensas de falsedad e inhabilidad de título por dolo. Es que la articulación de las defensas por parte de la accionada deben ser analizadas bajo una única óptica, por cuanto las excepciones en que se funda guardan estricta relación una con otra o, mejor expresado, resultan ser derivación lógica de los hechos tal como han sido planteados por la demandada a partir de un planteo único, cual es la “estafa” de la que adujo haber sido víctima. La imputación de ese delito, como ya se reseñara, fue desestimada en sede penal. Sin embargo es destacable señalar que aun cuando ello no hubiere sido así, lo cierto es que en este ámbito tampoco hubiere sido factible la discusión en los términos en que fue introducida por la quejosa. 214 • Derecho Comercial del Consumidor y de la Empresa - AÑO Ii • Nº 4 • AGOSTo 2011 DCCyE JURISPRUDENCIA ANOTADA Reiteradamente se ha dicho que en los procesos ejecutivos como el presente, el conocimiento se limita al examen de las formas extrínsecas del título, sin que corresponda analizar defensas sustentadas en aspectos causales (conf. Fenochietto-Arazi, Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, Editorial Astrea, Año 1983, T. 2, págs. 743 y sgtes.). En el sub exámine, la defensa basada en la inhabilidad de los títulos derivaría de la falsedad de dichos instrumentos; quiere ello significar que la ejecutada considera impropios a los pagarés que se ejecutan como consecuencia de que los mismos, si bien suscriptos por ella, no fueron completados consensuadamente o con motivo de una obligación causada, lo que habría provocado la configuración de un abuso de firma en blanco. Se aduce, en definitiva, una falsedad ideológica en el llenado de los cartulares; que comprendería irregularidades -que de existir- afectarían el proceso de formación de los títulos. Sin embargo, reitérase que tal extremo no corresponde sea examinado dentro del marco de este proceso al exorbitar el estrecho marco de cognición que habilita el presente trámite (conf. CSJN, Fallos 308:62; 317:1826; en igual sentidoCNCom. Sala A, 16.10.07, “Cores Ricardo c/ Young Pablo s/ejec.”; Sala B, 3.10.06, “Créditos del Norte SA c/ O’Donel, Carlos E. s/ejec.”; esta Sala, 9.2.10, “Edward Roberto Miguel c/ Ormachea Juan Claudio y ot. s/ejec.”, íd. 30.3.10, “Carrera Armando Roberto c/ Norbis Estela B. s/ejec.”, Sala A, 20.2.07, “Neumáticos Goodyear S.R.L. c/ Lorenzo Larocca e hijos S.A. s/ejecutivo”; Sala B, 3.10.06, “Créditos del Norte S.A. c/ O’ Donnel, Carlos E. s/ejecutivo”; Sala C, 16.5.06, “Pitta, Ángel c/ López, Mauricio s/ejecutivo”; Sala D, 6.3.95, “Distribuidora Quilmes SA”; Sala E, 30.5.95,”Polito, Antonio c/ Aguirre, Pedro s/ejecutivo”). En síntesis, las implicancias que el excepcionante deriva de la forma en que los vales habrían sido completados, encuentran adecuado cauce en el proceso al que alude el CPr: 553, remedio previsto para las circunstanciales limitaciones que pudiera aparejar el trámite ejecutivo. 3. Por ello, se resuelve: confirmar la decisión apelada. Las costas se imponen a la vencida (cpr. 68). Líbrese oficio al Juzgado Nacional en lo Criminal de Instrucción n° 20, secretaría n° 162, a efectos de devolver la causa requerida. Notifíquese y oportunamente devuélvase. — Rafael F. Barreiro. — Juan Manuel Ojea Quintana. — Alejandra N. Tevez. AÑO II • Nº 4 • AGOSTo 2011 - Derecho Comercial del Consumidor y de la Empresa • 215