tancia. En él podemos distinguir las variaciones guientes: I . El simplemente verde, si bien ya más ya menos subido, en la mayor parte de las Peninervias acaules, en las Digitinervias y en el grupo Viridia de las Cordifolias', 2 . el verde-blanquecino en las pe­ ninervias trepadoras, salvo en el grupo del A . sarmentosum; en las Cordifolias Achroostachias, con sólo la excepción ya indicada, y en las Palm ato-trilobas del segundo grupo. Este color es él que mejor se conserva aun en los ejemplares secos. 3 El verdemetálico que, con la exsicación, se convierte en co­ brizo ó casi ocráceo y es el común al grupo del A.sarmentosum, al grupo Viridia de las Acroostachias y al de las PJrithrosta chías. Respecto al color del espádice, omitiendo lo que hemos consignado al emplearlo como distintivo en la subdivisión de las Cordifolias, podemos agregar aquí que es verde-violáceo ó violáceo á veces más ó menos amarillo en las peninervias acaules, predomi­ nando este último en las peninervias trepadoras, el cusí es otro indicio del nexo de éstas con las Cordi­ folias-Acroostachias, evidente ya por otros carac­ teres. Merece también especial mención la dirección de los limbos respecto á la de los pecíolos, que es conforme con la de éstos en la mayor parte de las Integrifolias y siempre inversa en las Cordifolias. o o o III APLICACIONES Y USOS. En los planes generales de la naturaleza, cuya realización, aunque infalible, puede v e r i f i c a r s e á ve­ ces sólo después de un transcurso más ó menos largo de siglos, como en efecto ha sucedido y sucede aun