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Campaña Energía
Junio 2001
RATIFICACIÓN DEL
PROTOCOLO DE
KIOTO
La Cámara de Diputados de la Nación está por cumplir el último paso para
que la República Argentina ratifique su incorporación al Protocolo de Kioto.
Este documento fue acordado en 1997 en Kioto como un nuevo componente
de la Convención de Cambio Climático y no ha entrado aún en vigencia. Para
que ello ocurra es necesario que sea ratificado por al menos 55 países
miembros de la Convención y que entre ellos sumen como mínimo un 55%
del total de las emisiones de dióxido de carbono de los países
industrializados.1
El Protocolo contiene por primera vez un acuerdo vinculante que compromete
a los países del Norte a reducir sus emisiones. Los detalles acerca de cómo
se pondrá en práctica aún son objeto de negociaciones, que deberían
concluirse en la cumbre de gobiernos que se realizará en Julio de este año en
Bonn (Alemania). Esta reunión, conocida como COP6 (Sexta Conferencia de
las Partes), será continuidad de la reunión de La Haya (Holanda), suspendida
en noviembre del año pasado al no arribarse a acuerdo alguno.
El Protocolo de Kioto es el único acuerdo internacional que existe para
disminuir las emisiones de gases que están provocando el peligroso
calentamiento global. Su meta global es lograr para el período 2008-2012 una
disminución de un 5,2% de las emisiones correspondientes a los países
industrializados (Anexo B) respecto de sus emisiones de 1990.
El cambio climático tendrá enormes impactos en todo el planeta. Argentina,
como país en desarrollo, está entre los más vulnerables al cambio climático y
sus consecuencias ya las estamos percibiendo. La alteración en el régimen de
1
Hasta ahora ha sido ratificado por 34 países. El único país perteneciente al Anexo B que lo
ha ratificado es Rumania. El Anexo B es el grupo de países industrializados que posee metas
de emisión dentro del Protocolo. Entre otros, en la región lo han ratificado Uruguay,
Paraguay, Bolivia y Ecuador.
1
lluvias es una de las consecuencias esperadas del calentamiento global, pero
además se esperan mayores impactos por eventos meteorológicos extremos
(inundaciones, sequías, tormentas, etc.), la expansión de enfermedades
tropicales por una mayor incidencia geográfica de distintos transmisores,
como es el caso del dengue, chagas, etc. En la Argentina, diversas áreas de
cultivos perderán su capacidad productiva debido al cambio climático.
Poner en vigencia el Protocolo de Kioto sería el primer paso para lograr una
disminución global de las emisiones de gases de efecto invernadero y así
comenzar a reducir las concentraciones de estos gases en la atmósfera.
Este primer paso, el 5,2% de reducción respecto de 1990 para el mundo
industrializado, es un esfuerzo pequeño comparado con el nivel de
reducciones que el mundo debe realizar para minimizar el impacto del cambio
climático. Se sabe que los niveles de reducción global deberían estar en el
orden del 20-30% en este primer período. Pero los países industrializados
sólo aceptaron a comprometerse en un 5%.
Para los países en desarrollo, como Argentina, el Protocolo no les exige
ningún esfuerzo cuantificado de reducción de emisiones. Esto es así ya que la
propia Convención sobre Cambio Climático reconoce que existe una
responsabilidad diferenciada entre los países. El mundo industrializado ha sido
el gran emisor de estos gases desde la revolución industrial hasta la
actualidad, básicamente dióxido de carbono producto de la quema de
combustibles fósiles, y aún hoy sigue siendo el principal emisor de estos
gases.
Esto justifica que el Protocolo de Kioto exija inicialmente un
esfuerzo de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero
a los países industrializados.
Sin embargo, recientemente el Gobierno de las Estado Unidos de América ha
anunciado su decisión de abandonar las negociaciones en torno al Protocolo
de Kioto y que no lo ratificaría. Estados Unidos ha sido el principal opositor a
la puesta en marcha del Protocolo y ahora ha dado un paso hacia su definitiva
destrucción. Vale mencionar que Estados Unidos es el principal emisor de
gases de efecto invernadero con cerca del 25% del total mundial de
emisiones y sus emisiones per capita es de 20,5 tn anuales, la mayor del
planeta.
2
Emisiones de CO2 (1997)
8000
7000
Mt de CO2
6000
5000
4000
3000
2000
Resto del Mundo
Francia
Ucrania
Corea
Italia
Canadá
Reino Unido
India
Alemania
Japón
Rusia
China
0
Estados Unidos
1000
A pesar de ser el país que más contribuye al cambio climático, la
decisión de Estados Unidos pone en riesgo el único instrumento que
la comunidad internacional ha acordado para enfrentar este
problema.
La decisión de Estados Unidos ha sido justificada por el hecho de que la
aplicación del Protocolo de Kioto significaría para ese país un deterioro para
su economía y un grave perjuicio para su industria, además de calificar de
“injusto” al Protocolo. El Protocolo obliga a Estados Unidos a llevar sus
emisiones en el período 2008-2012 a un 7% por debajo de sus emisiones de
1990.
¿Cuál es el costo del Protocolo de Kioto para el mundo
industrializado?
Según un reciente informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio
Climático (IPCC), en ausencia del comercio de emisiones entre los países del
Anexo B, la mayoría de los estudios globales muestran que las reducciones en
relación a los PBI proyectados es de alrededor de 0,2 a 2% para el 2010 en
las diferentes regiones del mundo industrializado. Con el comercio de
emisiones disponible entre los países del Anexo B, las reducciones estimadas
en el 2010 están entre un 0,1 y 1,1% del PBI proyectado.2
2
Summary for Policy Makers of the IPCC WG III Third Assessment Report Approved at 6th
Session of WG III, Accra, Ghana, 28 February-3 March 2001.
3
El comercio de emisiones y los demás mecanismos de flexibilidad incluidos
dentro del Protocolo de Kioto plantean aún una incertidumbre referida a qué
porcentaje de las obligaciones de cada país industrializado podrá ser cumplida
por esos mecanismos. Aún suponiendo que esos mecanismos tengan una
restricción importante, el máximo valor económico que se señala para
Estados Unidos para cumplir con el Protocolo es de 1,96% de su
PBI.
Debe señalarse que estos costos no tiene en cuenta los beneficios de las
inversiones en reducción de gases de efecto invernadero. El impacto
económico del Protocolo de Kioto sería de alrededor de 125 dólares per capita
por año para los países de la OCDE, mientras que el crecimiento del PBI per
capita para esos países en ese período se estima en 3.000-5.000 dólares por
año por encima de los valores actuales.3
Estas cifras muestran lo injustificable que resulta la actitud de Estados Unidos
al negarse a cumplir con sus compromisos para mitigar el cambio climático.
Más aún, si las comparamos con el esfuerzo que los países en desarrollo
realizan anualmente para el pago de los servicios de la deuda externa. Por
ejemplo, Argentina comprometió el 8% de su PBI en 1999 para cumplir con
sus compromisos de la Deuda Externa.
Si Estados Unidos acepta y considera admisible, a través de su intervención
en diferentes organismos multilaterales, que países como Argentina deban
destinar porciones muy importantes de sus PBI en el pago de intereses de su
endeudamiento externo para preservar la seguridad del actual sistema
financiero, debería aceptar que por razones de seguridad ambiental global,
deba afectar una parte de su PBI, insignificante como se pude ver, en atenuar
un problema global del que son principales responsables.
Además, mientras el pago de los intereses de la deuda externa es un pago
que se gira al exterior, en el caso del cumplimiento del Protocolo de Kioto,
para Estados Unidos, se trata de inversiones que ese país debería realizar en
su propio territorio, es decir, que de ningún modo significan pérdidas de
inversiones o fondos, lo cual difícilmente resulte en motivo de una crisis
económica.
El propio IPCC reconoce en su informe sobre mitigación que utilizando
tecnologías ya disponibles y conocidas las emisiones globales de gases de
efecto invernadero pueden ser reducidas por debajo de los niveles del año
2000 durante el período 2010-2020 a cero costo y con al menos la mitad de
esas inversiones hechas a costos negativos, es decir, obteniendo beneficios.
3
Esta información fue retirada a último momento del resumen del Working Group III en la
reunión de Ghana debido a la presión de Estados Unidos. Esta información clarifica la
insignificancia económica que representa para países como Estados Unidos el cumplimiento
de la meta impuesta por el Protocolo de Kioto.
4
Esto muestra que el cumplimiento del Protocolo de Kioto no significará
para los países industrializados ninguna crisis económica.
La posición adoptada por Estados Unidos es injustificable tanto por razones
ambientales y económicas y por lo tanto no debe ser acompañada. Se trata
básicamente de la defensa de interese sectoriales vinculados a las compañías
petroleras y del carbón en ese país.
Por esta razón, la ratificación del Protocolo de Kioto por parte de
Argentina, es un paso positivo en defensa del ese acuerdo y un gesto
de aliento a la comunidad internacional para lograr el objetivo de
poner en vigencia al Protocolo de Kioto a más tardar durante el
próximo año.
Greenpeace Argentina
Mansilla 3046
(1425) Buenos Aires, Argentina
Tel: 54-1-49620404, Fax:54-1-49637164
email: energia@ar.greenpeace.org
contacto: Juan Carlos Villalonga
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