PRINCIPIOS ESENCIALES DEL REINO DE DIOS

DISCIPULADOS MIEZ PRINCIPIOS ESENCIALES DEL REINO DE DIOS (segunda parte) Isaías 55:11 (LBLA) “así será mi palabra que sale de mi boca, no volverá a mí vacía sin haber realizado lo que deseo, y logrado el propósito para el cual la envié.” INTRODUCCIÓN En la lección anterior definimos que un principio es una ley fundamental que gobierna el funcionamiento de algo. Los principios establecen orden. Donde no existen principios no existe el orden. Los principios definen los propósitos y objetivos; también en el orden moral y espiritual los principios definen lo que somos. Dios ha establecido principios importantes en su Reino con el propósito de que mediante la sujeción a sus principios su pueblo funcione con propósito, visión y orden, y a la vez reciba la protección, bendición y prosperidad de Dios. Dios no impone a nadie sus principios, Dios los expone para que todo aquel que quiera entrar por las puertas de su reino en sujeción y obediencia a ellos, reciba la protección, bendición y prosperidad. Es muy importante entender que las promesas de Dios son solamente para los que se comprometen con sus principios, porque Dios solamente esta comprometido con aquellos que obedecen sus principios, Jesús dice “El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él” (Juan 14:21). En la lección anterior estudiamos cuatro de esos principios: I. El principio de la fe. II. El principio de obediencia a la palabra. III. El principio de la santidad, y IV. El principio de la adoración. Hoy continuamos con más principios. I. EL PRINCIPIO DE LA HONRA (Malaquías 1:6) Malaquías fue el último profeta del Antiguo Testamento, después de sus profecías y escritos siguieron 400 años de silencio de parte de Dios, hasta que Dios levanta a Juan el Bautista a preparar el camino para el ministerio del Señor Jesús. Surge la pregunta ¿Por qué enmudeció Dios y dejo de hablar a Israel justo después de las profecías de Malaquías? En la lectura del primer capitulo del libro de Malaquías encontramos la respuesta. La condición del pueblo era tan pagana e indiferente a Dios que hasta los sacerdotes, cuya función era llevar el pueblo a Dios, se habían pervertido y apartado de sus principios; entonces Dios les reclama diciéndoles "El hijo honra a su padre y el siervo a su señor. Ahora bien, si soy padre, ¿dónde está el honor que merezco? Y si soy señor, ¿dónde está el respeto que se me debe? Yo, el Señor Todopoderoso, les pregunto a ustedes, sacerdotes que desprecian mi nombre. "Y encima preguntan: ¿En qué hemos despreciado tu nombre? Dios les acusa detallándoles sus acciones y actitudes insolentes y les dice: Ustedes me ofenden ridiculizando y cuestionando mi amor (Malaquías 1:2). Ustedes ponen sobre mi altar pan inmundo y menosprecian mi mesa (Malaquías 1:7). Y ustedes me sirven por obligación, diciendo que fastidioso es todo esto, de esa forma me desprecian (Malaquías 1:13); ¿Y creen que voy a aceptar como ofrendas sus obras llenas de desprecio y deshonra? Es necesario repetir algo que ya dijimos en la lección anterior; “Dios solo acepta y recibe honra”; todo lo que hacemos para Dios, ya sea nuestro servicio en la iglesia, el ministrar al perdido, el dar ofrendas y ayuda al necesitado, o levantar cantos y declaraciones de adoración, en fin todo, si no se hace con un profundo sentido de amor y actitud de honra, Dios no lo recibe. La consecuencia de las actitudes de Israel fue que Dios les dejo de hablar por 400 años; apliquemos esta enseñanza y propongamos que todo lo que hagamos para el Señor sea una ofrenda de honra de nuestro corazón. II. EL PRINCIPIO DEL SERVICIO (Marcos 10:42-­‐45) Existen en el Reino de Dios principios que van en contra de la sabiduría convencional, este es uno de ellos. En este pasaje el Señor Jesús confronta las actitudes de sus discípulos Jacobo y Juan porque ellos buscaban el poder, el reconocimiento y la superioridad por sobre sus hermanos (Marcos 10:37) El Señor Jesús los reprende y les da los principios que deben gobernar sus actitudes y acciones en el Reino de Dios, de allí aprendemos que: 1. Los principios del mundo no operan en el Reino (Marcos 10:41-­‐42a). 2. Jesús establece el principio de servicio como una de las bases en su Reino. Nuestro crecimiento y avance en las filas del Reino de Dios depende de nuestra actitud y servicio (Marcos 10:42-­‐44). 3. El principio del servicio nos identifica con la naturaleza de Cristo, y es la medida a la cual todo cristiano debe aspirar (Marcos 10:45). La razón por la que muchos menosprecian es por sentirse superiores, recordemos que el punto numero 2 de esta serie aprendimos “El principio de obediencia a la palabra” Jesús dijo “El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama… El que no me ama, no guarda mis palabras…” (Juan 14:21 ª y 24ª); no podemos decir que amamos a Dios si no obedecemos su palabra, y si la obedecemos debemos poner en practica el principio del servicio, debemos involucrarnos sirviendo en nuestra Iglesia, debemos servir a nuestros hermanos y debemos servir a nuestro prójimo con humildad (Filipenses 2:3-­‐4). III. EL PRINCIPIO DE CUERPO (1 Corintios 12:12-­‐20). Este principio nos habla de unidad, amor, coyuntura e interdependencia; este principio aparece muchas veces en el Nuevo Testamento en pasajes como 1Cor:10:17; Rom.12:4-­‐5; Efe. 1:23; Efe. 4:4-­‐16; Efe. 5:23-­‐30; Col.1:18 y 24; Col. 2:19; Col 3:15. La razón es para que entendamos que fuimos llamados a formar un solo cuerpo y debemos funcionar como tal. Tomemos de ejemplo nuestro propio cuerpo físico. ¿Qué pasaría si nos fracturamos una mano; la desecharíamos por ser descuidada? ¿Qué pasaría si se infectara un ojo, lo sacaríamos sin misericordia? ¿Qué pasaría si nuestra lengua ofendiera, la cortaríamos del cuerpo? Seguramente todo el resto de nuestro cuerpo que esta en buen estado correría a atender, sanar, cuidar y a cubrir las debilidades y vergüenzas de los miembros débiles de nuestro cuerpo; pues esa es la misma forma en que Dios quiere que respondamos cuando un miembro del cuerpo de Cristo se enferma, o se debilita, o peca. No podemos desecharle porque estamos desechando el cuerpo de Cristo y un miembro parte de nuestro cuerpo espiritual. Si entendemos este principio correremos a cuidarnos en amor los unos a los otros. IV. PRINCIPIO DE LA SIEMBRA (Gálatas 6:7) Hemos visto siete principios del reino que son netamente espirituales, el próximo principio es también espiritual pero tiene consecuencias en todas las áreas de nuestra vida. Jesús dijo “TODO lo que el hombre sembrare, eso también segará”. En cuanto a esto, el mundo espiritual es un terreno muy fértil y Dios ya dio su autorización para que lo natural suceda igual que en lo espiritual, que toda semilla que se siembre de su fruto de acuerdo a su genero, y como veremos en la Biblia, hay muchas cosas que los seres humanos sembramos y producen su fruto, algunas siembras son voluntarias y otras involuntarias, pero de igual forma cada siembra produce el fruto según su género, por ejemplo: 1. Hay una siembra en la carne y una siembra en el Espíritu (Gálatas 6:8). 2. Hay una siembra de la palabra de Dios (Mateo 13:23). 3. Hay una siembra de iniquidad. Leer versión (Proverbios 22:8 NVI). 4. Se siembra nuestra vida (1 Corintios 15:42-­‐44). 5. Hay una siembra material y económica Leer versión NVI 2 Corintios 9:10-­‐11. Debemos cuidar nuestras actitudes, palabras y acciones porque son semillas que se siembran y producirán su fruto a su tiempo. Pidamos a Dios que nos enseñe a sembrar para el espíritu y nuestra edificación espiritual. CONCLUSIÓN El reino de Dios funciona con principios que fueron establecidos por El mismo, Dios esta comprometido con su palabra, el nunca fallara a sus principios, conozcamos y funcionemos en los principios del Reino y tendremos el respaldo y la bendición del Rey.