LAS MAGISTRATURAS, PILAR FUNDAMENTAL DE LA REPÚBLICA ROMANA1 Ingrid Díaz Tolosa !"#$ Católica de Chile, primer semestre 2010. Resumen En este artículo se entregan nociones generales sobre las magistraturas romanas republicanas, &&'& luego enmarcarlas dentro de las fuentes de producción del Derecho. Se concluye que el régimen republicano trajo consigo cambios esenciales en el ámbito político, pues el poder antes concentrado &(& )& & * && ciudad. Para la formación del derecho son importantes, como fuentes de producción, los cónsules, &+)'&(/3/ resto lleva a cabo labores administrativas y policiales, propias hoy del poder ejecutivo. Las magistraturas permiten un ejercicio del poder más equilibrado, y quizás más justo, en comparación a la organización Monárquica y al Principado. Términos clave: Magistrados - Magistraturas romanas - Potestas Abstract 4&6 ' Republican Roman Magistracies. The author refers to their principal functions and then frames them 6&'86$:& &&6';6 <&'*36 6& & '=' '6& 6 &+)3>" (&6'46' &6? ' " < &6 3 6 && ' < ' &6 &3*& 1 Monografía presentada para aprobar el curso Derecho Público Romano, dictado por el Dr. Francisco Samper, & && semestre académico 2007. TRADICIÓN Y SABER 95 TRADICIÓN Y SABER 3) GYYK && HK HH+ GYYJ & ]Y+ 4 GYY] & ^I+ & JKKI & YYN 3. a República romana se constituye, estruc- Como una forma de impedir los abusos en que tura y organiza sobre la base de tres pilares habían incurrido los antiguos reyes, se establefundamentales: la potestas. La auctoritas ció una serie de medidas destinadas a limitar el y la maiestas. Estos elementos residen en forma poder de los magistrados. Así, las magistraturas separada en tres diversas estructuras: la potestas <en los magistrados, la auctoritas en el Senado y la cisiones de los magistrados (intercessioN+ maiestas en el pueblo romano (Cfr. Torrent, 1995, &`+ &GHI+> &JKKH&JGN2. Estas bases cons- penas que impusieran podían ser apeladas ante titucionales, sin embargo, no surgen ni se crean las asambleas populares (provocatio ad populum), O:&Q+<& entre otros mecanismos. U & < consejo asesor de patres), siempre opacadas por otros magistrados con competencias más espeel poder omnímodo del monarca. k& Así pues, la potestas o poder socialmente re- censores, los dictadores, los tribunos de la plebe. conocido como legítimo, en la época monárquica Así, se denomina magistratura a la institución residía en el rey, quien ostentaba un poder absoluto ejercida por un ciudadano que ostenta un conjunto (CfrX:*GYZH&GGI+3)GYYK&HH+ de atribuciones relacionadas con la administración > &JKKH&&JKJGN+* y dirección política, militar, judicial y legislativa de republicana corresponde a los magistrados elegidos la ciudad. &&U3)GYYK&HHN+ ( el Imperio, reside en el Príncipe. En otras palabras, estas magistraturas constituían el Gobierno de la ciudad. En este artículo se <&: Q <& Tarquino el Soberbio, en el siglo VI a. c., se susti- ') &(' & &' y temporales, originándose las magistraturas. A características generales e importancia que tienen estos dos magistrados, que concentraban a la par en la organización política de la República, desel poder militar y civil, se les denominó cónsules tacándose su papel como fuente de producción UX:*GYZH&HG+=GY]Z&IH+ del derecho. Introducción L 2 Es interesante la observación de Churruca (1994, p. 71), respecto a la república romana como un régimen político <+ )&& {){{ populares que contendrían un elemento democrático. H=UGYIK&^JN<&){3):&Q'& magistrado, un dictador o un praetor maximus. El consulado con dos cónsules es posterior, cuando la República {* *& 96 TRADICIÓN Y SABER Año 7 · Nº 7 · Agosto 2010 I. Nociones generales sobre las magistraturas romanas republicanas las magistraturas U<& O dictadores). Los demás magistrados (censores, ediles, cuestores) solo tienen potestas, un poder &UCfr. Miquel, 1990, pp. 34 H]+=GYIK&I^+;?GYIH&GI+ GYYJ&&HH^G+GYYZ&IG+ Capogrossi, 2007, p. 101.) 1. Magistraturas cum imperio y cum potestate La potestas, en derecho público, indica la com&<&&& la organización política de la ciudad, generando Potestas e imperium se encuentran en una para ésta derechos y obligaciones. En cambio, relación de género a especie, La potestad es un el imperium es la supremacía de la organización concepto más amplio, mientras que el imperium && < )& {< )() todo súbdito debida obediencia, solo limitada por que se encuentran en la cúspide de la organización las garantías individuales concedidas por ley pública política de Roma (Cfr.=GY]Z&GJ]+3) (Arangio-Ruiz, 1943, p. 39).4 GYYK&HH+GYYJ&^G+4GYY]&& 156 y 161), así corresponde al Rey, al Príncipe, y En cuanto al imperium, se ha de distinguir el en la época republicana a los cónsules y pretores imperium domi, que se ejercía dentro del recinto 4 Conforme a Fuenteseca (1970, p. 80), las magistraturas romanas plantean el problema de si cabe considerar a &&&}&&) & &<(&) otros aspectos representaban más bien la voluntad del Senado. Nosotros adherimos a Arangio-Ruiz, los magis<&&&: &<& >+ (O & Q)* la iniciativa legislativa, y quienes organizan los litigios, entre otras funciones fundamentales en la organización de la ciudad, todo ello con toda la competencia que su potestas les conceden. Distinto es que hagan partícipes en determinadas circunstancias al pueblo, por ejemplo, en la votación de las leyes, o que consultaran al Senado para que les aconsejaran acerca de sus decisiones, como una manera de contar con el respaldo de la comunidad &&&) {<& se ha de olvidar que rogar las leyes no era obligatorio, y la opinión del Senado no era vinculante jurídicamente. Por su parte, Mommsen destacaba ya en 1893 que “el acto de voluntad político es siempre el acto de un hombre singular, puesto que el querer y el obrar son indivisibles uno de otro; según la concepción romana, el obrar colectivo por medio de un acuerdo de la mayoría es una contradicción.” (1999, p. 138.). TRADICIÓN Y SABER 97 TRADICIÓN Y SABER de la ciudad y estaba limitado por las prerrogativas del populus romanus5, del imperium militae que se ejercía fuera del recinto de la ciudad y, sin limitaciones del pueblo, reproducía en toda su amplitud el poder real6. Ambos imperia, y por tanto, la plenitud de poderes, eran ejercidos por los magistrados en k' '+ sustancialmente, al nombrar un dictador o si el >'&<& U'X:*GYZH&&GGIGG^+ Samper, 2003, p. 22). 2. Magistraturas ordinarias y extraordinarias (Mommsen, 1999, p. 146). De éstas, son permanentes aquellas que están normalmente en constante e ininterrumpido ejercicio, con una sucesión anual inmediata de los cargos, como ocurre en el consulado, la pretura, la edilidad, la cuestura, y el tribunado de la plebe (CfrX:*GYZH&&GJHGJZ+ =GY]Z&GJZ+4GYY]&G]]N Y no permanentes aquellas que, si bien se consideran esenciales para la normalidad de la cosa pública, no requerían un ejercicio continuo en el tiempo de forma inmediata, sino que se establecen de tanto && { < ocurre con la censura (Arangio-Ruiz, 1943, p. 123). & < ))' <&& /& { y simple de las magistraturas. Solo importa si son &< <&( como la necesidad de nombrar un dictador por un tiempo determinado.7 Por tanto, su competencia no permanente. se determina en cada caso particular, al mismo Así, se llama magistratura ordinaria a aquella tiempo que se les elegía o, usualmente, por una cuya competencia se determina y regula de una ley especial anterior al nombramiento. (Mommsen, *& & ( 1999, p. 146). 5 Miquel (1990, p. 34), señala como formas de limitar el imperium del magistrado, la anualidad de su cargo, la colegialidad y la posibilidad de veto que implicaba (intercessio), y el llamamiento de ayuda al pueblo realizado por un ciudadano, al que se había impuesto una pena capital, para que se siguiera contra él un juicio comicial (provocatio ad populumN+/ 'UGYZZ&&GGZXGGYN)& garantía más esencial y espléndida del ciudadano romano (Cfr;?GYIH&G+GYYZ&&IJIH y Torrent, 1995, p. 154). 6 Algunos autores como Fuenteseca (1970, p. 79) y Miquel (1990, p. 33), diferencian el imperium domi del militae, según se encontrasen en período de paz o de guerra. Sin embargo, Arangio-Ruiz (1943, p. 117), señala que el imperium militae no se ha de relacionar sólo con el período de guerra. Nos parece más apropiada la interpretación de este último, pues se ha de recordar que magistrados gobernaban las provincias conquistadas y, aún después de terminada la guerra, ejercían su poder sobre los nuevos súbditos, que por no ser romanos no limitaban el & )+'<populus romanus. I < <&( & &( para casos de emergencia, Mommsen (1999, pp. 146 y 147) la considera como una magistratura ordinaria no & >` ( & <duunviros nombrados para cada proceso particular de alta traición, y los decenviros para dar una constitución a la comunidad. 98 TRADICIÓN Y SABER Año 7 · Nº 7 · Agosto 2010 3. Magistraturas patricias y plebeyas Como lo destaca Francisci, en rigor solo pueden ser consideradas como magistraturas las &&& en virtud de los cuales su titular tiene la facultad de ejercer en nombre de la res publica romana una serie de funciones y de realizar una serie de & ciudadanos romanos. No obstante, se acostumbra emplear la locución magistrados también para las organizaciones revolucionarias de la plebe, pues adquieren el carácter de órganos del Estado durante la República (Cfr=GY]Z&GJZ+4 1995, p. 155). Las magistraturas plebeyas, edilidad y tribunado, son creadas por la plebe como magistraturas revolucionarias, que abogaban por la reivindicación de la plebe, hacia el siglo V a. c. En otras palabras, eran representantes de hecho de la plebe que no eran considerados como magistrados efectivos de la comunidad romana (Mommsen (1999, p. 146)). que la edilidad fue transformada en una magistratura <&X& && (Arangio-Ruiz, 1943, pp. 60 y 63). El resto de las magistraturas ordinarias de la República, consulado, censura, pretura y cuestura, estaban en manos del patriciado, y el reconocimiento que se hiciera al tribunado, en principio, sólo tenía por objeto impedir que los plebeyos accedieran :O8><UHIN los plebeyos logran llegar al consulado (ArangioRuiz, 1943, p. 61). Estas leyes ordenaban que uno de los cónsules debía ser plebeyo, pero en la práctica no se quitó un cónsul patricio, sino que se creó un pretor plebeyo para la defensa de los intereses de su clase. Así surge la pretura para un ámbito más determinado y concreto8.Por su parte, la censura puede ser ostentada por los plebeyos desde el 339 a. c. (ley Publilia Philonis). b) Características comunes Luego, avanzado el siglo IV a. c. son reconocidas a las magistraturas por los poderes estatales patricios como órganos de Q)temente protegidos por sus leyes, constituyendo Gratuidad *'& impedir cualquier acto de gobierno, aunque no Los magistrados no reciben un salario por el participaran activamente de la gobernación de la :&Q}' &` & función del tribunado, aunque ya no defensores de aunque irrogaban grandes gastos a quienes las : + ejercían por las promesas de templos, estatuas, 8 La tradición romana admite que el cargo de pretor se creó el 367 a.c., sin embargo, Fuenteseca (1970, p. 86), )<' &)& { a los cónsules, pues su denominación praetor viene de prae-ire, es decir, al hecho de ir al frente de las tropas, por lo que sería un órgano muy antiguo en el sistema romano y cuya función sería la de jefe militar. TRADICIÓN Y SABER 99 TRADICIÓN Y SABER obras públicas, en general, publicaciones de la jurisprudencia, distracciones o juegos públicos. De ) pudiera aspirar a los cargos públicos y, pese a los gastos que irrogaban, eran cargos muy ambicio& &` era un honor (Cfr.=GY]Z&&GJIGJ^+ ;?GYIH&G^+GYYJ&^H+4 1995, p. 149). era competente para la elección de los magistrados supremos9, el nombramiento del general del ejército era por aclamación de los legionarios, el cual después era sancionado por la asamblea && < (Cfr. Arangio-Ruiz, 1943, p. 48 y 49), no siendo del caso, sólo por el nombramiento del sucesor por el &U' 'GYZZ&GJK+= GY]Z&&^IGJ^+GYYZ&&H^IH+ Torrent, 1995, p. 141). Esta gratuidad se observa sobretodo respecto del imperium domi, pues en el militae se ve mermado este principio por la costumbre de imponer a las nuevas poblaciones sometidas indemnizaciones para los gastos de la administración de las provincias (CfrX:*GYZH&&GG^GJGGZI+ =GYIK&^K+GYYZ&IZN La intervención del pueblo en su nombramiento es limitada, sólo se reduce a votar a los candidatos propuestos por el magistrado que convoca las asambleas (Cfr. =&^I+&&H^ IH+4GYY]&GZGN Los comicios centuriados elegían a los magistrados mayores10 (cónsules, pretores, censores), los comicios por tribus a los menores (ediles curules y cuestores) y los concilia plebis a los magistrados plebeyos (tribunos y ediles &NU&^J+4&GZKN 2. Elegibilidad Generalmente, eran elegidos como magistrados personas que por sus méritos militares o 3. Temporalidad por la elevada posición económica lograda por el comercio, se hubiesen destacado notablemente Aunque en teoría la potestas es perpetua, las (nobiles) y pertenecieran a familias que poseyeran magistraturas en la práctica son temporales. La fortunas (CfrX:*GYZH&GJG+ regla general es la duración anual, siendo esto 1992, p. 81). tan usual que incluso los años se designan por el nombre de los respectivos cónsules (magistratura Antes de consolidarse como organización epónima) (Cfr. Francisci, GY]Z&&IHGJI+;? política el comicio centuriado (s. IV a. c.), el cual GYIH&&GZG+GYYZ&&HIIZ+ 9 Cfr. Arangio-Ruiz (p. 43), Fuenteseca (p. 77), Bonfante (pp. 120 y 121) y Francisci U&^^N<& proceder para el nombramiento. Normalmente, el sucesor era propuesto por el magistrado anterior a los comicios, quienes aceptaban o rechazaban su designación. Esto ocurría en la mitad del año de su mandato. En el intervalo <& ' &* && ) &*( 10 Francisci U&GJ]N4U&G]N` magistrados mayores y menores, dependiendo si poseían auspicia maiora o minora, y solo se refería a las ma&3k&+ k 100 TRADICIÓN Y SABER Año 7 · Nº 7 · Agosto 2010 4GYY]&YG+3 GYYY&&JGY JJK+> &JKKH&JHN > < <&kG8 cinco años y cuya duración en el cargo era de 18 +J/ <( +H El general militar seguía siéndolo con plenitud de poderes hasta que su sucesor lo sustituyera (prorogatio imperio) (Cfr. Arangio-Ruiz, 1943, pp. GG^GGY+GYYJ&^JN un asesinato o un acto de alta traición, estaba protegido mientras duraba su función, pero una vez que volvía a la vida privada se hacía justicia a su respecto (p. 279). 4. Gradualidad La Ley Villia annalis, 180 a. c., consideró sucesivas la cuestura, el edilado, la pretura y el consulado. Mientras que los aspirantes a cenSe evitaba de distintas formas que el poder sores y dictadores debían haber sido cónsules. se perpetuara, así no solo se prohibía la acumu- UX:*&GJK+=&II+ lación de distintas magistraturas, sino también p. 82 Churruca, p. 74.) Así, se establece el orden la reelección consecutiva del ciudadano en el de las magistraturas romanas o carrera política, mismo cargo u otro distinto (Cfr. Arangio-Ruiz, que recibía el nombre de cursus honorum. El noble GYZH&GJK+GYYJ&^JN11. Al principio romano que quisiera destacar, debía empezar se permitía la reelección con un intervalo, pero por el rango más bajo y cubrir todos los peldaños luego para la censura se prohibió, mientras hasta llegar a cónsul y, por último, a censor. Era que para volver a ejercer el consulado debía un sistema jerárquico determinado no solo por el transcurrir un intervalo de diez años.12 Para las mayor o menor poder que la organización política demás magistraturas debían cumplirse dos años le otorgaba a cada magistratura, sino también era entre un cargo y otro (La ley Villia, 180 a.c.) (Cfr. determinante el prestigio o dignidad que gozara X:*GYZH&GJK+=GYIK <&) aunque con más poder, estén bajo los censores, &II+GYYJ&^JN magistrados de más alta y reconocida reputación Indirectamente, de esta temporalidad derivó U;? & G^+ > & & JHN Además de la la abolición de la irresponsabilidad regia. De precedencia impuesta por esta ley, era necesario acuerdo a Bonfante, el nuevo magistrado es *UkZJ`+ moral y legalmente responsable después del año &k HY `+ k H `N de ejercicio del cargo, lo que implicaba un gran toda causa de indignidad y el haber cumplido con freno psicológico al abuso del poder (Cfr. Bonfan- todas las obligaciones tributarias y militares con GYZZ&GGZ+3 GY]H&JIYN Así, la ciudad (Arangio-Ruiz, p. 120). Mommsen destaca que si el magistrado cometía 11 Torrent (1995, p. 144) agrega que también se prohibía el ejercicio contemporáneo de una magistratura y un sacerdocio. GJ3 UGY]H&&HHYHZKN`)&<'<&ciones, así v.g. Quintio Favio Luliano, cinco veces cónsul en 28 años, y Marco Valerio Corvo, seis veces cónsul. TRADICIÓN Y SABER 101 TRADICIÓN Y SABER 5. Colegialidad 6. Honorabilidad :&Q<& las demás magistraturas eran colegiadas, de número par U '&GGI+;?&G+&IJN A partir del acuerdo patricio plebeyo respecto del consulado (367 a.c.), cada magistrado tiene plenas facultades para llevar a cabo sus funciones, salvo el veto que podía oponerle su par (intercessio)13. Se podría sostener que esta par potestas no rige del mismo modo respecto de las demás magistra<(& &UX:*&GGY+= &II+&^HN no solo podía ejercerla el par de la magistratura, sino también un magistrado de rango superior (determinado por la ordenación gradual del cursus N&U&^H+ Churruca, p. 73). Los magistrados tienen un trato y usan símbolos de acuerdo a su dignidad. Como insignias, cuentan con los haces del lictor con el hacha y con insignias de mando. Podían ir en carro, tenían derecho a estar sentados cuando los demás permanecían de pie, circular con antorchas por las noches. Usaban coronas de mirto o de laurel, vestían con orlada roja en tiempo de guerra, y púrpura en tiempo de paz U=&^G+4&G]KN Y, en general, todos los magistrados tenían a su servicio una serie < viaotores, praecones scribae (Torrent, p. 150). Bonfante señala a las insignias y privilegios como elementos que denotan la disminución de potestas de los cónsules respecto del rey.14 Esta es una facultad negativa, ya que solo im- 7. Responsabilidad plicaba paralizar la actividad del colega, en ningún &* / Los magistrados no podían ser atacados por otras palabras, de frente a la oposición del colega, sus actuaciones en el ejercicio de sus funciones, &&U 'GYZZ&GG+ sólo al cesar en el desempeño de la magistratura respondían de los actos lesivos que hubieran Guarino, 1969, p. 212). *U4&G]J+3 GYYY& Esta característica de las magistraturas es 230). Sin embargo, la irresponsabilidad de los fundamental para evitar los abusos del poder so- magistrados por los actos arbitrarios que llevaran berano y el peligro de la tiranía, y la intercessio es a cabo durante su mandato no implica que los {*( ciudadanos se encontraran desprotegidos frente &&< arbitrario del poder público (Bonfante, p. 117). &&& { &< la posibilidad que su par vetara la ejecución de los actos abusivos (intercessio) (Torrent, p. 152). 13 Churruca (p. 73) menciona como limitación al poder absoluto de cada magistrado también a la obnuntiatio, es decir, la posibilidad de que el colega, al obtener auspicios desfavorables impidiese la celebración de un acto que pretendía realizar el otro. 14 Bonfante (1944, p. 120): “[…] el cónsul no va en carroza como el rey; no se sienta en trono, sino en silla curul; ”. 102 TRADICIÓN Y SABER Año 7 · Nº 7 · Agosto 2010 Torrent destaca que las fuentes no señalan procesos civiles ni penales contra magistrados durante el tiempo que ejercieron funciones, por lo tanto, se concluye que no era admisible durante su mandato llevar a un magistrado ante un tribunal. Sin embargo, después de la cesación en el cargo sí era posible perseguir a los magistrados por los &<& Como ejemplo señala un tipo penal que surge en el siglo II a. c., el crimen de repetundis, para recuperar el dinero indebidamente saqueado por &< restitución de las ganancias ilícitas conseguidas (Torrent, pp. 152 y 154). Mommsen indica que era usual que el magistrado, inmediatamente antes de cesar, se despidiera solemnemente de la ciudadanía y asegurase ante ella, mediante juramento, que no había obrado a sabiendas contra las leyes, pero era un acto no obligatorio y no producía efectos jurídicos (Mommsen, 1999, p. 226). En cuanto a la obligación de rendir cuentas, ésta es contraria a la esencia de la magistratura romana. Como administradores de la caja del estado, los cuestores, mientras fueron nombrados por los cónsules, estaban por ley obligados a rendirles cuentas, siendo luego nombrados por los comicios, la rendición se hacía a sus sucesores (Mommsen, 1999, p. 228). II. Competencias de las magistraturas romanas republicanas las diversas magistraturas Esta es la magistratura suprema en cuanto al poder que ostentaban los cónsules. En efecto, su competencia era ilimitada, concentraban el imperium de paz y de guerra, sin limitación de objeto o territorio. No tenían una competencia & &&' de la que no se hubiese dispuesto por una ley es&UX:*&GJZ+&^HN& tanto, era la magistratura más representativa de la República, símbolo del poder y de la organización &U=GY]Z&&^K^G+= GYIK&^G+;?GYIH&GZ+GYYZ p. 74)15. Los cónsules constituían el eje político de la ciudad, al ser los más altos funcionarios (en &+$$]N y los representantes de la ciudad (Fuenteseca, 1970, pp. 82 y 83). Así, el imperium de los cónsules incluye dentro de sus competencias el poder militar, el político y el jurisdiccional (este con posterioridad se entrega al pretor) (Kunkel, p. 15)16. Es decir, el mando militar &&& &&+ 15 De ahí que Mommsen (1999, p. 142) destaque que “la magistratura suprema republicana fue considerada como igual jurídicamente al Rey”. 16 De acuerdo a Miquel (1990, p. 34), la reunión de estos poderes, más que a una idea unitaria de imperium, reposa en la estructura de una comunidad agraria modesta, que aún no requiere especialización de funciones. TRADICIÓN Y SABER 103 TRADICIÓN Y SABER auspicios17,o sea, el consultar la voluntad de los U& N+& (ius agendi cum patribus et cum populo), y presentar && UX:*&HY+ &JGH+=&^Z+=& ^Z+;?GYIH&G]+3)&H]+& ^G+&IJN+ la coertio o poder general de constreñir discrecionalmente a la obediencia de + O&U edicendi), pero en ellos no era frecuente hacerlo U&IJ+4&GKN El poder de los dos cónsules era igual, cualquiera podía ejercer plenamente su poder como si fuese jefe único de la ciudad18, sin embargo, su colega podía intervenir para impedir la prosecución UNUX:*&H+ '&GG+=&^J+=&& ^]^+3)&HZ+&H^Nk& conservador que niega es más plano que el poder ) U> &&JJ+'= p. 82). Sin embargo, al parecer, el poder de los dos magistrados desde la caída de la monarquía no era igual, sino que uno de ellos gozaba de cierta & +& < & UX:*&H+=&& IZX^K+;?&&GZG]+&K+- &H^+4&&YGXYZN>) llegada de los plebeyos al consulado (367 a.c), se impone la paridad en sus poderes (Arangio-Ruiz, p. HIXH^G+&I+&H^+4 pp. 163-164). Si bien la República es la época de esplendor del consulado, en ella comienza también su decadencia, primero con el nombramiento de cónsules individuales (cónsul sine conlega) y luego con la prórroga del cargo, que ostentaban en calidad de procónsules mientras esperaban la sucesión del nuevo cónsul. La pérdida de la anualidad y la concentración del poder en una sola persona hicieron perder a la institución todo su vigor, originándose revoluciones en la ciudad. Así se creó un primer triunvirato para reconstruir la República, luego se nombró al dictador César que fue asesinado, y luego Augusto transforma la organización política en &+$ &:&Q sin volver a restaurarse el consulado republicano. Ahora es el Príncipe o Emperador quien ostenta todo el imperium que en su oportunidad gozaban /< magistratura, pero solo como un cargo simbólico G U=teseca, pp. 84, 85, 159). GI 'UGYZZ&&GJGGJJN<&){ auspicios (consultaba a los dioses sobre las empresas a realizar), también le eran propios toda innovación en el orden sacro: introducción de nuevas divinidades, ordenación de nuevas ceremonias y de nuevos sacerdocios, &&Q/ &patres & 8{'< (& de las cosas sacras. 18 Como lo indica Mommsen (1953, p. 278), en un principio hubo una especie de división de hecho del poder, encargándose un cónsul del mando del ejército y el otro de la administración de justicia, pero no estaban obligados por esta división, podían libremente, en cualquier momento, recobrar todas sus atribuciones. Churruca (1994, p. 73), agrega al reparto de funciones de hecho, la práctica de ejercer el poder sólo uno de ellos por turno o +=UGY]Z&^HN { mientras que durante la guerra la solución era la del turno diario. Por su parte, Samper (2003, p. 22), destaca que la colegialidad de la magistratura no divide el imperium , sino que a cada magistrado correspondía por el total. 104 TRADICIÓN Y SABER Año 7 · Nº 7 · Agosto 2010 Sin lugar a dudas, la más alta actividad del pretor fue la iurisdictio, consistente en la facultad de dirigir las contiendas judiciales. Nótese que ellos ( sino que su función era la de organizar el juicio21. El pretor era el encargado de conceder o denegar la acción, se desconoce si las partes proponían la elección de las acciones o si era el pretor quien determinaba imperativamente la acción a seguir o indicaba que sencillamente no se podía litigar. / & O & <U=&GGHN La tradición romana admite que las Leyes Liciniae Sextiae (367 a.c.), crean al lado de los &Ucollega minor), como compensación a los patricios por la entrada de los plebeyos en el consulado, quien tenía un poder general no distinto al de los cónsules, pero & (UX:*&H^+ '&&G] G+&JGY+=&GGI+= &^+;?&&GI^Z+3)&H+ &I+&IZ+&JKKI&GJKN Al pretor correspondían además las funciones Esta facultad era propia de los cónsules, pero la guerra absorbía todo su tiempo, con lo cual se hizo consulares cuando los cónsules estaban ausentes. necesario entregarlo al pretor (urbano) (Arangio- Y dentro de sus competencias, también tiene el :*&H^+&^Z+4&GN19 derecho a dictar edictos, lo cual lo transforma en una fuente importante de producción del derecho El año 242 a. c. se nombra a un pretor peregri- & <& { no para dirigir las controversias entre romanos y <(<(& En tiempos del Principado, la pretura continuó, <&&: pero perdió su importancia. Augusto asumió el peregrinos a la ciudad, hicieron necesario resolver ejercicio de la jurisdicción con un sistema procesal )& 20 De esta forma, nuevo, en el cual el pretor quedaba al margen, pues la pretura se transforma en colegiada y con veto <' &U '&ZJG+=&G]YN recíproco (Samper, p. 22). Más tarde (227 a. c.), los pretores fueron aumenZ&O ^Q' 3. Edilidad preciso funcionarios que administraran las nuevas provincias y otros que presidieran los jurados criNació como magistratura plebeya, y su misión UX:*&GJ]+=&GG^+ & =&^^+&^Z+&I]N templo de Ceres &UX:*&]I+ 19 De acuerdo a Bonfante (1944, p. 166), el cónsul continuó siendo competente en orden a la jurisdicción voluntaria: adopciones, emancipaciones y manumisiones. JKX:*&GJ]+ '&HHK+&JGY+=&^I+;?&&I^Z+3)&H+ &&G^+&I]) & ('(O 21 El proceso judicial romano cuenta de dos fases, la in iure ante el pretor, y la apud iudicem ante el juez. TRADICIÓN Y SABER 105 TRADICIÓN Y SABER '&GZJ+=&GKG+;?&JG+ 3)&H+&G+> &&JHN De dos magistrados iniciales, se aumentó a cuatro (los dos que se agregan se denominan ediles curules, pues pueden ser patricios, 367 a.c.) UX:*&GJ]+ '&GN= <&)& ediles curules fueron patricios, pero que más tarde se alternaban en los cargos patricios y plebeyos. Por su parte, los ediles plebeyos pierden su carácter primitivo y eran considerados casi colegas de los curules, fusionándose con ellos en el desempeño de las funciones. Aunque, la jurisdiccional sigue siendo <U=&&GG^XGGYN Bajo el Principado, con la desaparición de los comicios, perdió la edilidad la facultad de imponer multas, y poco a poco fueron perdiendo atribuciones que fueron entregadas a nuevos funcionarios que creó el emperador (Fuenteseca, p. 160), por algún tiempo se quedaron solo con las vigilancias de las calles de Roma y de algunos lugares públicos, y los ediles curules conservaron la jurisdicción de los mercados (Bonfante, p. 421). 4. Cuestura En la época monárquica los quaestores eran <):Así, la edilidad deja de ser una magistratura pública fueran meros ayudantes de los cónsules, de clase, para adquirir funciones administrativas elegidos libremente por ellos (Bonfante, p. 119). En &&( un principio eran dos cuestores urbanos, después y autoridad de los cónsules: i) cura urbis: policía +& &`U=de la ciudad (Miquel, p. 36) que se dedica al seca, p. 94). Luego fueron aumentando para ayudar * + a los pretores que administraban las provincias, y &Q++- >(JK& +Ncura por tribus (Cfr.X:*&GJ+;?&GI annonae: policía de los mercados, con intervención G^+3)&H+&^+&IN respecto del orden público como de la corrección en la contratación: especulaciones ilícitas Los quaestores parricidio, de la época monárde mercadería, vicios ocultos de los esclavos quica, tenían una función jurisdiccional criminal o animales vendidos (Samper, p. 23). También en los casos de parricidium. Durante la República, se encargaban del abastecimiento de alimentos, otros cuestores (quaestores aerarii) desempeñaban +Ncura ludorum: policía de los funciones administrativas, tutela del tesoro público, espectáculos públicos, y organización de los custodia de los documentos públicos, control de las deudas, recaudación de los tributos, custodias (&QU3)&HN de los dineros para la campaña militar, etc. Los De sus funciones ha quedado el Edicto de los cuestores pierden este carácter esencial en la adediles curules, donde se regulan las obligaciones ministración económica, cuando Augusto crea los de los vendedores de esclavos y animales (Fuen- praefecti aerarii, y en la época imperial los cuestores teseca, p. 95). Nótese que los ediles curules fuera de Roma tienen la provincia como ámbito de ejercen jurisdicción en los litigios de mercado y en atribuciones (Cfr. '&GG+=&^+ determinados asuntos de policía (Cfr. Kunkel, pp. =&&YZY]+> &&JHN G^^Z+&IN Desde mediados del siglo III a. c., cuatro cuesen la formación y desarrollo del derecho romano tores se ocupaban del armamento y mantenimiento de compraventa (Churruca, p. 76). 106 TRADICIÓN Y SABER Año 7 · Nº 7 · Agosto 2010 UCfrX:*&GJI+= La principal misión de los censores era dividir los &YZ+3)&H+&^N ciudadanos en clases dependiendo de su riqueza (Bonfante, p. 161), además velaban por la protección Para ser elegido cuestor se requería originaria- de las costumbres22 y tenían el derecho a nombrar mente haber servido en el ejército en caballería, y senadores (ley Ovinia)23. Los censores también era el primer paso por el que se iniciaba la carrera administraban las tierras públicas e inmuebles en general, incluyendo arriendo, suministro, construcción política (Vid. I.B.4) (Churruca, p. 76). y manutención de los caminos y obras públicas. 24 Durante el Principado, pierden su competencia respecto a las funciones que desempeñaban en Los censores eran elegidos entre los ciudadael erario, y en cambio, son delegados directos del nos más ancianos que hubieran desempeñado el Príncipe en el Senado, donde leen la oratio del consulado, y su cargo se consideró la culminación &U'X:*&ZK+=emperador (Fuenteseca, p. 160). teseca, pp. 99 y 101, Paricio, p. 85). Además, fue la magistratura considerada más elevada en dignidad, 5. Censura por las funciones que implicaba desempeñar (Cfr. Guarino, pp. 224 y 225, Mommsen, 1953, p. 338). Una singularidad de esta magistratura respecto de las otras es su duración. En la época republicana Conforme a Bonfante, la censura altera el típico los censores eran elegidos cada cinco años y el sistema de colegialidad e intercessio, pues al poner cargo duraba el tiempo preciso para realizar las una nota censoria, confeccionar las listas de los operaciones del censo, no pudiendo sobrepasar los ciudadanos y las listas de los senadores, deben los 18 meses (Ley Aemilia, 434 a. c.), y no constando censores proceder estando de acuerdo. Por otra en las fuentes que el cargo de censor pudiera ser &{< & UX:* & GJ^+ ' & tribunicia (Bonfante, p. 163. En el mismo sentido, GG+=&GGZ+=&YY+3) Churruca, p. 75). p. 37). Así, puede considerarse una magistratura En la agonía de la República, la censura deja &< forma periódica, pero con intervalos. (Cfr. Guarino, de ser un órgano vital, el ejército de los ciudadanos 1944, p. 225.) < JJ' 'UGYZZ&&GJGHN+=UGYIK&GKKN+UGYYJ&^]N+ Samper (2003, p. 23), si un ciudadano había observado un comportamiento contrario a los boni mores podían declararlo infame a través de una nota censoria que producía efectos sociales, políticos y jurídicos. 23 De acuerdo a Arangio-Ruiz (1943, pp. 50 y 51), los senadores eran nombrados en la época primitiva por el monarca, luego por las magistraturas supremas que ostentaban el imperium+ 'UGYZZ&GJN` )+/ Vid. Kunkel (1973, p. 18), Churruca (1994, pp. 75 y 76). 24 Cfr. Bonfante (1944, p. 161), Capogrossi (2007, p. 108), Samper (2003, p. 23), destaca su importante intervención en las concesiones de tierras públicas a particulares (locationes censorias). TRADICIÓN Y SABER 107 TRADICIÓN Y SABER a toda Italia, la composición del Senado fue mo < regularmente asumido por los primeros emperadores (Bonfante, pp. 421 y 422). Augusto, junto a Agripa, se titularon censores e hicieron el censo en Roma. El último censo se realizó con el emperador Claudio. Y Domiciano asume el cargo a perpetuidad, desapareciendo el cargo de censor (Fuenteseca, p. 101), siendo absorbido por el Príncipe (Cfr. Bonfante, &ZJJ+&GHGN 6. Dictadura se supeditaban todas las magistraturas ordinarias (Cfr. Arangio-Ruiz,&&HHGJY+ '&GJH+ 3 GY]H&J^H+=&YJ+3)& HI+&^Z+> &&JJN Francisci señala que este sería el dictador optima lege creatus, & ) O < la institución, y también se denominaba dictador (dictador imminuto iure), al designado para realizar algunos actos administrativos o religiosos, el cual abdicaba invariablemente tan pronto terminara el encargo que se le había hecho (Francisci, p. 92). 25 No se conoce con precisión la fecha en que surge esta magistratura, pero aparece ya en los primeros tiempos de la República. Incluso algunos autores sostienen que fue la forma de organización que dirigió a Roma entre la Monarquía y la República (Fuenteseca, pp. 82 y 90). Magistratura suprema ejercida por un solo individuo denominado dictador, durante la cual quedan suspendidas todas las garantías de la +intercessio y la provocatio El concepto de dictadura como magistratura ad populum.(Cfr. =&YG+=& < :YG+&^]+3)&HZ+4&G]ZN pública. Sin embargo, para evitar la denominación Única magistratura no electiva, pues derivaba dictador, y hacerle durar más allá del límite de los su poder de una investidura directa hecha por los seis meses, se crea el cónsul sine conlega. Luecónsules, tras consultar con el Senado (sena- go, César es nombrado dictador a perpetuidad, y tusconsultum ultimumN+&& con él adquiere la dictadura su más desmesurada colaboración de los comicios, en ausencia de los &+O&)> cónsules (Cfr. Arangio-Ruiz,&&HHGJY+ ' brara rex, con lo que la magistratura ya no tenía el &GJH+3 GY]H&J^H+=&YG+ auténtico sentido republicano y con él muere esta &&JGJJJI+=&YK+3) <UCfr. Fuenteseca, p. 93). &HI+&^Z+> &&JJN Permanecía en su cargo el tiempo necesario 7. Tribunado de la plebe para solucionar el problema que había motivado Magistratura especial de la plebe (Cfr. Arangiosu nombramiento, y nunca por más de seis meses, pues ejercía un poder ilimitado (imperium Ruiz,&GJI+&I+4&GKIN) {< N&& & surge de las luchas entre patricios y plebeyos. Así, &<& si bien conforma una institución que organiza y 25 Mommsen (1999, p. 217) señala como encargos transitorios la consagración de un templo, la fundación de una colonia o el ejercicio de un mando militar. 108 TRADICIÓN Y SABER Año 7 · Nº 7 · Agosto 2010 comanda la revolución de la plebe en contra de los patricios, se la considera una magistratura ordinaria y permanente de la República, pues el tribuno puede vetar las actuaciones de los &) jurídica en el período más antiguo, aunque con gran trascendencia política. Como magistrados revolucionarios son órganos que están fuera del gobierno, carecen del imperio de los magistrados y de efectuar los auspicios públicos, de competencia administrativa, de facultad de convocar el Senado o la asamblea legal de todo el pueblo, del título e insignias propios de los magistrados, de toga y de silla curul (Bonfante, p. 140). > &&* o de contrapeso de los actos de imperium de los más altos magistrados, incluso de los dictadores dentro de la ciudad26, a través de la intercessio, como actividad negativa del tribuno (Cfr. Bonfan&GZK+&JG]+3 GY]H& HKK+=&GKK+=&&GKZXGKY+ Churruca, p. 76). por fuerza física, interrupción de sus actuaciones, coacción, acusación o injuria, incurría en sacrilegio (Churruca, p. 76). Los tribunos de la plebe también tenían iniciativa +&&& concilia plebis tributa, que de ser por ellos aprobadas recibían el nombre de plebiscita (Cfr. Mommsen, GY]H&HKK+=&GKK+=&GGZ+ &&H]I+> &&HKN Al terminar las luchas patricio-plebeyas, el tribunado seguía ejerciéndose y los plebiscita tuvieron carácter vinculante para todo el pueblo romano, lo cual quedó reconocido con la Lex Hortensia de plebiscitos (Cfr=&&GKKGKG+= &GGZ+;?&&JGJJ+&&H]II+ Torrent, p. 155.) En esta época, siglos IV-III a. c., (('<&' elegidos por el pueblo en general en los comicios por tribus (Churruca, p. 77), y su función primordial < && a cualquier ciudadano desvalido (Cfr. Mommsen, GY]H&HZK+=&GKY+;?&JG+ El veto tribunicio constituyó la base de una 3)&&HHI+&G+&IN oposición legalmente ordenada, pueden detener y O* frustrar las órdenes del cónsul, las deliberaciones las demás magistraturas, y en ocasiones en verdel Senado, las propuestas de ley, las elecciones daderos instrumentos del Senado, en oposición a +) los magistrados supremos (Cfr '&GZK+ & &Q ) < Fuenteseca, p. 102). < /< dictador. El veto del tribuno era especial, pues además tenía facultades para arrestar, multar o número, podrían haber sido 4 ó 5, luego, hacia el condenar a los cónsules. Por tal, son declarados siglo V a. c. eran diez los tribunos (Cfr. Bonfante, sacrosantos e inviolables (Cfr '&GZG+ &GZG+=&YY+=&&GKJGKH+ =&GKK+;?&JJN* Kunkel, p. 22) y fue posible el acceso al tribunado de inviolabilidad, y todo el que atentase contra él de personas de origen no plebeyo (Churruca, p. 77). J 'U&GZGN'*)&(+ pomerium; en el mismo sentido, Mommsen (1953, p. 300), señala que su poder cesaba fuera de la ciudad, en donde solo tenía fuerza el mando militar de los dictadores o de los cónsules. TRADICIÓN Y SABER 109 TRADICIÓN Y SABER a) Las magistraturas como fuentes de producción del derecho && <rogatio (Samper, p. 30). Las leyes públicas emanaron también de los concilia plebis, bajo el nombre de plebiscita y propuestas por rogatio del tribuno de la plebe. A Fuente principal de la potestad es la ley, pero principios del s. II a. c. se produjo la equiparación ésta tiene en Roma un papel secundario en la crea- del plebiscito a la ley, y a partir de la Ley Hortensia +&Q& (286 a. c.) los plebiscitos obligaron por igual a todos tienen una motivación concreta y son meramente U=&GGZ+;?&&JG coyunturales (Miquel, p. 61). No persiguen la JJ+&&H]IIN ( ordenar la sociedad. Sin embargo, algunas leyes afectaban el derecho en forma indirecta, al preten- 2. El poder de decir el derecho: der reglar la trascendencia social de ciertos actos el derecho pretorio jurídicos especiales, v. g. usura, herencia, tutela, etc. (Samper, p. 30). La actividad jurisdiccional del pretor urbano es Las leyes eran dadas por el magistrado o ro- la fuente más rica del derecho pretorio27. El magisgadas dependiendo de si el magistrado que dicta trado debía organizar el litigio28, y para que pudieran )&<& conceder o rechazar acciones a situaciones no asambleas populares. La facultad de dar leyes, & sin solicitar la aprobación del pueblo, era atribuida < a los magistrados con imperium por autorización &*&< comicial, mientras que en el ámbito de la adminis- y analógica de las costumbres ya arraigadas (mores tración provincial es una atribución propia de la maiorum) o del ius civile, o bien, creando nuevos principios (CfrX:*&&G^HG^Z+ 'magistratura (Cfr. Paricio, pp. 33, 94 y 95). te, pp. 331 y 334). Así, el derecho pretorio es más Las leyes propuestas a la votación de los co- < )ius civile; más adaptado & &O a la vida mercantil que se había desarrollado con voto consistía en adherir (uti rogas) o desestimar <&: UCfr.;?&YG+3) (antiquo iure probo) la propuesta, o bien abstenerse &GKJ+&Y+&&GJGN (non liquen). La iniciativa legislativa corresponde ;?' < < UCfr. Fuenteseca, &&]IIGGZ+3)&JN+&& la protección jurídica más allá de la esfera de las de los comicios es pasiva, sin capacidad para pretensiones reconocidas por el ius civile era recurrir JI=UGYIK&^^N< 8/&& 28 110 &O+)*{' Recordar, como destaca Bonfante (1944, p. 331) y Kunkel (1973, p. 85), que el pretor no es un juez que asuma la función de juzgar, sino que se limita a dirigir el proceso. En la época republicana y en el procedimiento ordinario de la época del Principado dan la sentencia jueces privados. TRADICIÓN Y SABER Año 7 · Nº 7 · Agosto 2010 al principio de la +&'mula procesal a los jueces privados, indicando que juzgaran las pretensiones del demandante según Q estricto ius civileU;?&^^+ tido Churruca, p. 96). Otro modo de modelar las ' <&&&ius civile y referir sus soluciones jurídicas a supuestos que no se daban, ordenando a los jueces que dieran & < && ) ' correspondiente acción civil ( ) (Cfr.;?&&^^^Y+&GKKN el pretor peregrino ordenaba al juez que decidiera como si las partes poseyeran la ciudadanía romana & & & que según las XII Tablas, solo podían surgir entre ciudadanos romanos. Por último, no era necesaria siempre una referencia o remisión a normas ya < & la fórmula un caso hipotético para que, cuando se dieran esos presupuestos fácticos, se condenara al demandado (Kunkel, pp. 88 y 89). Esta actividad innovadora de cada pretor, para ayudar, suplir o corregir el ius civile, no era caprichosa, ni aislada de la de sus antecesores, lo que hubiera generado incertidumbre en los súbditos respecto del derecho vigente. El pretor procedía de acuerdo con criterios generales por él establecidos al comienzo de su magistratura, que se transmitían entre ellos29, y que se informaban al pueblo a través de un edicto 30, comunicando al pueblo las normas que pensaba seguir en la jurisdicción y los formularios a utilizar al conceder la fórmula procesal (Kunkel, pp. 91 y 92). Así, los edictos de los pretores constituían un conjunto de modos de actuación, actiones)<& o normas según los cuales el pretor administraría justicia, es decir, constituían un verdadero catálogo de procedimiento que, en forma de normas & Derecho (Cfr '&&HHZHHI+= &GGH+&GKKN El pretor no estaba jurídicamente vinculado a su edicto, pero su trasgresión arbitraria era considerada una grave ofensa al interés público. El año 67 a. c. con la ley Cornelia, el magistrado está obligado a respetar y aplicar su edicto, por lo que las partes pueden invocar su contenido como si se tratara de una ley (Cfr.X:*&&G^IG^^+ ' &HH]+;?&YJ+&&GKGGKJN Los ediles curules, al tener jurisdicción en las controversias del mercado y en algunos asuntos relativos a la seguridad de la ciudad y sus habitantes, publicaban un edicto similar al de los pretores, pero en relación a la esfera de sus competencias (Cfr. '&HH+&^+&YIN Con la conformación de provincias se añadieron los edictos de los gobernadores y de los cuestores de las provincias, que tenían la jurisdicción de los ediles en el territorio sometido a su gobierno (Bonfante, p. 336). Debe considerarse que los pretores no solían ser juristas, sino políticos, por lo que se asesoraban con juristas, cuyas opiniones seguían aunque 29 Hubo una serie de normas pretorias inmutables, que eran recogidas sucesivamente de unos a otros, el edictum traslaticium. Como lo destaca Kunkel (1973, p. 92) y Churruca (1994, p. 100), los magistrados generalmente O & ) necesarios. 30 Los edictos que constituían un programa para todo el año se denominan edicta perpetua. Además, estos magistrados podían dictar un bando para un asunto concreto, los edicta repentina (Cfr.3)&GKG+&GKKN TRADICIÓN Y SABER 111 TRADICIÓN Y SABER no le vinculasen, por la autoridad de quienes la ' < &'<&(X legislativa y el mando del Ejército. preciso y conciso de los edictos (Cfr. Paricio, p. GKG+&YYGKKN 2. La potestas detentada por las magistraturas romanas republicanas tiene la particularidad de El edicto del pretor tuvo gran apogeo en la recaer en múltiples ciudadanos, sin tratarse de un época republicana, luego en el Imperio decae único poder dividido entre varios, sino que cada al concentrarse la actividad jurisdiccional en el uno de ellos tenía la potestas en forma completa, emperador. Por su parte, el emperador Adriano original y única. Esta pluralidad de individuos ejerencargó al jurista Salvio Juliano (130 d. c.) la ciendo poder o multiplicación progresiva de cargos /U& - se destaca de frente a lo que ocurría durante la &princeps), perdiendo así los edictos Monarquía y el Principado, donde la potestas la su fuerza creadora de Derecho (Cfr. Fuenteseca, ostenta una sola persona, el Rey o el Príncipe. En &&^YGGH+ '&ZJG+;?&&YJ la época republicana, solo la dictadura se asemeja YH+3)&GKGN && &<&{<& limitado en el tiempo y que solo se recurriera a esta Conclusiones < de emergencia. 1. El régimen republicano trajo consigo cambios esenciales en el ámbito político. El poder, antes 3. Esta característica de pluralidad de ciu&(- dadanos con potestas, unida a otras como la cido por una serie de ciudadanos denominados temporalidad, la colegialidad, la elegibilidad y magistrados. En un principio, los sucesores del la gratuidad, transforman a las magistraturas, monarca son los cónsules, pero éstos con el paso como formas de organización política en Roma, del tiempo comienzan a entregar competencias en instituciones más cercanas a lo que hoy co& nocemos como democracia. Si bien el pueblo no 8)<& & tiene una participación directa en el gobierno de <&: la República, al menos se les reconocen ciertas otros territorios y la revolución plebeya. En efecto, garantías o facultades, ejercidas a través de los la pretura surge como forma de entregar a los {< plebeyos cabida en la organización política de la mos que impedían el abuso por parte de quienes República y, más tarde, como una forma de quitar detentaban el poder. funciones a los cónsules, quienes estaban muy ocupados en el campo de batalla, entregándole 4. Al ir los cónsules entregando las esferas al pretor la administración de justicia. Mientras, de sus atribuciones dentro de la ciudad a otros la edilidad, magistratura propia de los plebeyos, magistrados, quienes solo detentaban potestas, y <U&X sumado ello a que durante la República comienza plebeya) que cumple funciones de policía en tres <&&& ámbitos delimitados: ciudad, mercado y espectáculos la mayor parte del tiempo que duraba su cargo en &Q+ &`' &) / - imperium queda reducido al imperium militae. Si 112 TRADICIÓN Y SABER Año 7 · Nº 7 · Agosto 2010 bien el imperium domi era detentado por los pretores que reemplazaban en la ciudad a los cónsules, en < Q con postestas (ediles, cuestores). 8. Las características de las magistraturas, su colegialidad, su temporalidad, y su multiplicidad (lo que permite una incipiente distribución de las competencias públicas), junto con el acceso de la plebe a los cargos, la convierte en una institución 5. La revolución plebeya juega un importante fundamental durante el apogeo de la República papel en la creación y distribución de funciones romana. Las magistraturas permiten un ejercicio entre las magistraturas. Si bien los cónsules se del poder más equilibrado, y quizás más justo, en vieron sobrepasados con gran cantidad de atribu- comparación a la organización Monárquica y al ciones que en principio ostentaban, siempre era Principado. Asimismo, se destaca su papel como &<&& & fuente de producción del derecho romano, en con ellas, y la colegialidad permitía que uno de especial de leyes y edictos. ellos se quedara a cargo de la ciudad mientras el otro iba al campo de batalla. Así pues, el surgimiento de la pretura tiene su fundamento más Bibliografía que en la sobrecarga de trabajo de los cónsules, en la lucha plebeya por acceder a este cargo. A Arangio-Ruiz, V. (1943). Historia del Derecho Romano. Madrid, Instituto Editorial Reus. partir de la llegada de los plebeyos al consulado, se comienzan a generar una serie de magistra- Bonfante, P. (1944). I Historia del Derecho Romano. Madrid, Editorial Revista de Derecho Privado. ' & +ediles curules para mantener Capogrossi, L. (2007). Diritto e Potere nella Storia la duplicidad armónica de patricios y plebeyos di Roma. Nápoles, Jovene editore. en las distintas instituciones, y los censores y Churruca, J. de (1994). Introducción histórica al ( < Derecho Romano. (7ª ed.). Bilbao, Universidad ayudantes de los cónsules, creándose como de Deusto. magistraturas autónomas. Francisci, P. (1954). Síntesis Histórica del Derecho Romano. Madrid, Editorial Revista de Derecho 6. Esta multiplicidad de magistraturas con funPrivado. ciones diferenciadas, de mayor o menor importancia Fuenteseca, P. (1970). Lecciones de Historia del en la vida pública, y de mayor o menor dignidad, Derecho Romano. 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