tt .t - t ,41 & ir. PLUT ., D€ glor- TEORIA POLITICA BB. ARIiiT., Polit., III, 2,1,275 b 26.. Gorgias de Leontini, -y? posiblemente por estar en duda, ya por ironía 212, decía que, así como son morteros los que han sido hechos por fabricantes de morteros, así también son lariseos 213 los que han sido hechos por artesanos, pues existen algunos que fabrican lariseos 214. "u-ttuUíu carente de sensibitidad es invadido "tt de la Palabra 220 placer el "r GNOMOL. VATIC., 743,166, Sternbach. Gorgias, el orador, decía que los que descuidan la. filosofía entregándose a las ciencias particular€s 21s son semejantes a los pretendiéntes (de Penélope), los cuales queriendo a Penélope juntaban con sus criadas. 90. PLUT., Cim., 10. Gorgias de Leontini decía que Cimon 2r7 adquiría riquezas para servirse de ellas y se servía de ellas para recibir honores. t GORGIAS CRITICO LITERARIO PLUT., QuaesL conu., VII, 7A, 2,?1 5 E. Gorgias dice que una de las tragedias del mismo (Esqúlc), "Los siete contra Tebas" 218 , está llena de Ares 2le. B4 IO DE HELENA \ t,''i\ ,,! 221 . : 'r'| '; 216 se GORGIAS HISTORIADOR 91. más sabio que quien no se deja engallar' efecto, se hace más justo pgrqu-e. cumplió prometido; se huqg.T{t sabio p"t?Y: DIGNIDAD DE LA FILOSOFIA 89. Athen',5, 348 C' .{ \ la ciudad es el valor de sus ürfección para -p*" un cuerpo Ia belleza' pqa un rbitantes. uná acción -1.a- virbud' para para ;;; ü;üiá*íu, lá^verdad. Las cualidades contraffiár; éstas implican imperfección' En un hombre' Pensamiento' u' Y11-i1"1"1: honrar con alabanzas lo prdciso es il ;; ;i;á;á, censtuas lo ú. ;" digno de ataban za y cubrir dee inexacto es erróneo ;; ;"; óeñsurt¡le. Pues tan alabado.:9*9,duq1t ser que á"U" enst¡.rar lo l: trn re debe ser censurado' Y es obligación dea los ir*o hombre proclamar la verdad y refutar la que ha iil;;;;;;-Jser Hel"t'u,v. rnujer sobre 11:tii::i:":" illegado a ."ott"ota: iignificado "llliT: de su nombre' ifJi"i¿" p*li"u -"""r's" vál eI de acontecimientos r"",rérdo il;'u"ru 21 itrfottrtttados f$;"*;iento #f;; ;i;;;; * --L^ r'tti:l ftt r. tt irl ü ir Yo quiera, ra?,onando con lógica sobre la peyora. tiva tradición a elia referente, liberarla de tc, da acusación y hacer cesar la ignorancia, dernost¡ando que sus acusadores están equivocados v descubriendo la verdad. Tcdo el mundo sabe que por su origen y linaje fr_rq excelsa entre hombres y mujeres la personá a ir que se refiere este discwso. En efecto. es sabiclc que como rnadre tuvo a Leda 223 y como padre a u! dios,^^ aunque creído un mortai, Zeus ii Tíndaro 224, dó los cuales uno, por serlo, fue creído, el otro, por ufanarse de ello, fue discutido; y rüto era el más poderoso de los hombres y e1 otro el señor de todas las cosas. Por haber tenido tales padres gozó de una belleza igual a la de una diosa, y esta belleza que tuvo no la mantuvo ocrilta. Inflamó de muchísimas pasiones de amor a muchísimos hombr€s, y con un solo cuerpo consiguió muchos pretendientes orgullosos por sus grandes cualidades, de los cuales unos tenían fortunas inmensas, otros gran renombre por la antigüedad de su nobleza, otros belleza por su vigor físico, otros prestigio por la sabidruía adquirida. Y todos quedaron bajo un amor ardiente y un desec invencible. No voy a exponer quién, por qué y cómo satisfizc su amor hacia Helena, apoderándose de ella. pues decir cosas ya sabidas a los que las saben confirma slr saber, pero no les produce placer. En consecuencia, pasando por alto en mi discurso el trempo de entonces, voy a penetrzu en el principio del discurso que voy a pronunciar y voy a exponer las eausas por las que era natural que se produjera la marcha de Helena a Troya 86 lo que hizo ya por decisión de la Fortuna' 'rnandato 'de los diósei,o designio del. Destino, ya pa' tada violentamente, ya convencida con ;labras. z:i 1",-"t * mérilo !IX:l es imposible il;J ás a"utado ser acusado, dado que .ffiedo ru "oi""tad de u" -4i91 cbn Ia pt-t"i-:i',ól i!.' iSl pot la primera causa oli*". piles ha sido establecido por Ia naturalePor el más ;;;;"; ;i;át fuerte sea dominado AnminqAn y sea dominado \7 a¿Uif, iitto que el más débil lo*"ti¿o poi et más fuertg, V 999 -el siga' Tát lY"Í" Y los Lu*itto v eI más aé6it Ie #;;;f poL hombre el que fuértes áiá"it son más :u f;d";. su sabiduría y por otras muchas cualidaatribuir la. causa a la ffi;-i;rt t*io, si se frá ¿e hay que descargar a fñá**u o a iu divinidad, :Helena de su mala fama. :.1: .. r'1,o19n!aqrente Y- t{t1'.:lg:: lSi fue raptada i''[ior""ái*, v padeció injusta ofensa, -es evidente ";;;-;i-.ué"üi. fue el iaptor, por haber inferido ,:': r,ü;-Jt'":i,-né':laPpk$i'=R"ll*:il:i::?i*; i'ile ;;á¿t;enturada. n ¡ai¡aro que comete r¡n -;;L-u¿t¡uto, mere"" ser castigado con la ley' con la acción; 9"1 Ia leY, Tt{Tt* t', ;"ñ;t;"; la palabra' ;';;'diJ;-á" t* dereehos civiles; con ,;;diñ* *u acusación; con la acción, mediante pena1. Peto, Ia que fue violentada' i;;-;ción d" ,"*: i'; pfIV&üEI qg y 4rEJaua alejada -" patria paLlra v tü SI] de ;;;ud; lt¡! ,:"'o--t .amigos, sería cornpadecida antes no Iósicaménte 'l;;ó;; | ñ;;ifo*á¿"t El uno comete un delito, laaotra_Io t ;;á";l"r lant",lo justo es compadecer ésta v .i ieprobár a aquél. por Si fue convencida y engañada con su espíritu y defenderla caso la nalabra, no aíti"ifen este "t acusación' libbrarla de toda 87 \ /n\. ¡'9' l: i¡ tl' ifi: irt ll La palabra es un poderoso soberano, con un pequeñí$*9 y rnuy invisible cuerpo eu€ iealíza em_ presas absolutamente divinas. En efecto, puede elirninar el temor, suprimir la tristeza, ínfundir alegría, aumentar ta cómpasión. Voy a áemostrar que esto es así, pues es preciso ponerlo de manifiesto ante la opinión de los que me escu_ chan. Yo considero y defino toda poesía como palabra con metro. Esta infunde en los oyenles un estremecimiento preñado de temor, una compa_ sión llena de lagrimas y una añoraÁza cercana al dolor, de forma que el alma experimenta rnedian_ F l" palabra una pasión propia con motivo de la felicidad .y la adversidu¿ e.r asuntos y personas ajenas Y 226. ahgra voy a pasar a otro argumenüo. Las sugestiones inspiradas mediante h fdabra produ_ cen el placer y apartan el dolor. ia fuerzá d" h sugestión adueñándose de la opinión del alrna, la domina, la convence y la _transforma como por trna fascinación. Dos artes 227 de fascinación v o" encantamiento han sido creadas, las cuales sirven de extravío al alma y de engaño a la opinión. y ¡cuántos han engañaáo y u y en -expo"sición "tt[.ñun rr¿üii cuántas. cosas cbn h "rrárttos ¿" un razonamiento erróneo! si todos los hombres tuvieral cornpleto recuerdo del pasado, conocirniento dei presente y previsión del futuro, ese razonarniento no podría engañarlos del modo como lo hace. pero es imposible recordar ei p_asado, conocer el presente y predecir el futuro. Y por ello la mayor parbe de-lós hombres yen Ia mayor parte de las cuestiones toman la opinión goTo consejera del alma. pero la opinión, iiendo incierta e inconsistente, arroja a ioi q." ,'u sirven 88 ella en infortunios inconsistentes e inciertos' que ¡, por tanto, ¿qué causa ggdo impedir sugestión laanálogo modo hrüiA" y - de ff iminase a Helena, aun no siendo la primera ,:,, zz}, con el mismo resultado que si hubiera 1o raptada- violentamente? P::: 'ruuriótt, de la que nació eI proyecto cle Helena, ello no da lugar a imposible de rósistir y por poder que el mitmo ál ya que tiene iitt.iu, el iiii"o. ptt éfe.to, la palabra que persuade que-ha alma, l obliga necesariamente a esta uadidó, a obedecer sus mandatos y a aprobar li,lY?i:-t: i actos. Por tanto, el que infunde una persuan, en cuanto priva de Ia libertad, obra injustaquien es persuadida, en cuanto es iente, pero ^Ae la libertad por la palabra, sólo por ñvaAá r puede ser censurada. cuanto a que la persuasión producida por la abra modela el alma como quiere, hay que üse en primer lugar en las teorías de }os iólogos 'in, quieneJ sustituyendo una opinión diañte h exposición de otra consiguen que lo presente como es increíble v oscuro se 230. En segundo ente a los ojos de la opinión de los argumentaciones las cott,titt""ntes en sos judiciales, con las que ul lolg discurso canta 5rpersuade a una gran multitud, siempre re trayá ii¿o escrito con habilidad e indepentemente de su veracidad. En tercer lugar en ts discusiones de materias frlosóficas, en ias que muestra también ta labilidad de la mente en uanto hacen mutable la confian za en una oplión. Y la misma proporción hay enlre el-poder e la palabra respécto a la disposición del alma ue entre eI poder de los medicamentos con ión al estado del cuerpo. Así como unos edicarnentos expulsan del cuerpo unos humores \ th\ '/¡ tl trl \l) ¡ ü 4t!1 !II ',Iü ii:tJ.t t;3I{:á¡s?!iilrt?::a?i otros a otros distintos, y unos eliminan la ánferrnedad y otros la vida, así también urias paiabras producen tnsteza, otra.s placer, of r¡tq iu*oru otias infunden en los oyentes coraje,-otla5 mediante una maligna persuasión emponzoñan v engañan el airna. y Así, pues, he demostrado que si fue convenciCa con' la palabra, no fue culpable, sino que tuvr rnala suerte 231 . Y paso a exponer la cuarta causa con el cuarto arg'umento. Si lo que originó sus actos fue ei amor, no es difícil que eluda la acusación de culpa'uitidad en la qua se dice que h1 incr:¡rido. Las cosas que vemos tienen la naturaleza ptopia de cada una de ellas, no la que nosotros querernos. Además, mediante la percepción visual ei alma es rnodelada en su modo de ser' Y asi, cuando la vista contempla personas enemigas revesti{as de arnnadura guelTera con ornamentos guerreros de bronce y de hietto, ya ofensivos ya áefensivos, se aterra y aterra al alma, de rnanera que muchas veces huimos llenos de pavor aunque no haya un Peligro en el futuro. La verdad de esta argumentación se presenta poderosa a eausa áel temol que se deriva cle "ó*o la percepción visual, la cual, una vez que se ha dicadas. representan otro sentid.o los pintores, cuandoflgyl usaldo modo perfecto t"i toto cuerpg^y a la -estatuas '32 ' déleitan rnuchos colores y cllerpos q: ta. La realizaciá" át 9:, l"ig::^I dtüce arección' Y ala vista' esta formu ,nttt oUietos dan.tristeza os deseo y a veces muchos objetos flt^qi11i::y ffiiffiJriUr", á*or y deseo áe muchos actos ft'T'ñff;ili;;ñ;tln^ or ranro, :i,:l "**:#t;ti :}ff: s"i er d.';;;u'*"rpodido : ll'Xlffi';;a; tá-0, ¿cómo hubiera mor es un oil"t ::'t'' los dioses v u****, el Aiviño poder detrata de-una se si ilil,,^"J **-á¿nil que ettoJ? de Ia mente' no error un i"iil-a-á rt"i*u i' au t3t:: u ha de censurar' "oi*o si fuera rl' suerte' "{11 Y' en corno una mala acicrir ee¡vv¿r J - r ñ ñ: á*niAi Por otra parbe hay quienes a causa de haber tenido visiones terioríficas, pierden instantáúeamente el juicio a consecuencia de las misrnas: hasta tal pünto perturba y destruye a-Ia mente ei justo ¡,¿Cómo es posibie estirnar ::'Helena, la .tut"Ñ'; 90 /aó ltftt¡ de su' oor voiuntaria t"*ot. ¿.-^.}a de considerar a cto, ella marchó a Troya' .comottmarchó' que ?l 1|3:: i: ;; h;ias insidias Padeció espíritu; a causa de producido, hace que se renuncie a actuar, aunque uu t*p* Io que eJ bueno según la ley y lo que es justo según el deredro. ' y^muchós caen en absurdas enfermedades, -.i'1,fi*1 por intrigas de su ia inexorabilidad del amor' rio eI cen:lTar a i; q*,hi:i:"HST3: cia' :u #"'i"i#i#p"' l.* ::: 1'i:n tanto' por ",o'ip lfi:t:lg3:,.¿"?lf; obligada !.,"', -- - -:'tJlrl¡Éeus ilt:.ry-:,i:f ;, , I- escala Poi comPleto a toda a'cusación? 91 He borrado con mi razonamiento la infamia dr: una mujer; he mantenido la norma 235 eue establecí ai principio de mi dísertación; lie intentado destruir la injusticia de un reproche y i3 ignorancia de una opinión; he querido escribir este discurpo como elogio de Helena, como un producto de mi fanta.sía. LA DEFENSA DE PALAMEDES excelente, así en éste sería e} más sobre este bado que mi discurso ha de tratar , iq"e diré en íro¡f.*u, óde qne pt'-to partiré? mi deencaminaré il;;^ I;g;?-, irtuéiu dón'de pruebas Pues rlna acusación carente de duce un manifiesto aturdimiento, poryocuya me usa no se sabe qué decir, a no ser que p?i3ii*Y] estricta. v ,"-* por Ia verdad Lr?J"¿, !ónt.ietas de desgracias antes que de nsa? 236 94. chas. La acusación y la defensa no pueden versar sobre el hecho de morir, puesto que la naturaleza con voto manifiesto ha decretado la muerbe a todos los rrortales desde el rnismo día de su nacimiento. La cuestión se refiere al honor y al deshonor: si yo debo morir de modo natural o ser condenado a muerte manchado de las máximas infamias y de la más vergonzosa acusación. Frente a estas dos posibilidades de nnuerbe, vosotros tenéis poder absoluto sobre una, yc sobre la otra; yo sobre la que es natura], vosotros sobre la que se produce con violencia. Fácilmente podéis vosotros, si queréis, condenarme a muerte; pues tenéis poder para ello, mientras que yo ninguno tengo. Si mi acusador, LIIises23?, ha hecho su acusación por amor a Grecia, ya por saber con certeza que yo he traicionado a Grecia ante los bárbaros, V3 por presumir que así ha sucedido, será un hornbre perfecto. ¿Y córno no lo sería quien salva a su patria, a suri padres, a toda Ia Grecia y adernás castiga al culpable? Pero si me acusó por envidia, intriga o rnalquerencia, del mismo modo que en el caso anterior sería un 92 .ir) i ivov a comenzax en primer lugar p:t,"tl1tesis, la imposibitidad de que yo cometiera Ia trarcron' e1 En efecto, hubiera sido preciso- qgt,efsli1¡ puntg q" un l{ar Iti*"tp""t? Pqfi¿?,* li"1lti"l:,I de f,*tlau habría sido trn coloquio rt"tienen,que palabras vw v\..-* I, pues . rvD bárbarbs), ;;; i;t r --- las .. {+t\.Lrrr ñ Pero' ¿como acciones' futuras ffiá".d.t u las iildtá;uU"t tenido lugar un coloquio sin haberse ¿c6*-o p?tía habertiüf,nüá;;" ;nlievist"a? Y,dado-que ét ,:",no me r-lna entrevista iie celebrado ";;;;;"ilsd a él tamPoni mensa¡ero Yo li;