Plaguicida con Prontuario FICHA TÉCNICA Benomil Qué es el benomil Es un fungicida foliar sistémico de la familia de los benzimidazole, selectivamente tóxico para los microorganismos y los invertebrados, en especial para los gusanos de tierra (1). La existencia del fungicida benomil (benomyl o benomilo) se informó por primera vez en 1968 y al año siguiente fue registrado en Estados Unidos por la compañía norteamericana DuPont (2). En 1971 fue introducido en el mercado del Reino Unido y otros países. Su nombre químico (IUPAC) es metil 1 (butilcarbamoil) 2 bencimidazol carbamato y su fórmula molecular: C14H20N4O3. La fórmula estructural del benomil es la siguiente: Características generales En términos físicos, este principio activo es un polvo cristalino blanco, de olor característico. Se descompone lentamente en solución acuosa, produciendo N-(2benzimidazoilo) carbamato de metilo y de etilo. También se descompone por calentamiento intenso o por contacto con ácidos fuertes y bases fuertes, produciendo óxidos de nitrógeno. Sus límites de exposición son TLV (Valor Límite Umbral de exposición para los trabajadores): 0.84 ppm; 10 mg/m3 (como TWA o valor promedio para una jornada de 8 horas) (ACGIH 1990-1991) (3). Se puede absorber por inhalación y por ingestión. Usos El benomil se usa como fungicida sistémico para el control de una amplia variedad de plagas antes de la cosecha y como aspersión o polvo post cosecha. Ataca un vasto espectro de enfermedades ocasionadas por hongos en hortalizas en general, frutas (manzanas, cítricos, piñas, plátanos, damascos, duraznos cerezas, papayas, uvas y berries, entre muchas otras), nueces, almendras, maní, paltas (aguacates), cebada, maíz, arroz, soja, anís, plantas cucurbitáceas (pepino, melón, zapallo), plantas ornamentales, callampas (hongos), lechugas, tomates, bulbos, árboles de sombra, caña de azúcar, Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas de América Latina (RAP-AL) www.rap-al.org / info@rapal.cl Plaguicida con Prontuario frutillas, plantas de invernadero y césped o turba (4). También está disponible para uso en jardines de agrado y de aficionados (5). En Estados Unidos se formuló en polvo para aplicar como suspensión y como solución soluble en agua, con 50% de principio activo. Estas formulaciones se aplicaban con efecto retardado en tratamientos foliares y de semillas. Las técnicas de aplicación eran fumigación aérea, con tractores, en forma química y también manual. El periodo de carencia oscila de 1 a 10 días. El primer producto comercial del benomil fue el Benlate, que hoy está prácticamente desparecido del mercado. El benomil se comercializa en la actualidad con gran diversidad de nombres: Abortrine, Agrocite, Arilate, BBC, BNM, Benex, Benomil, Benomyl, Benopoint, Benoagro, Benomex, Bezil, Benotrax, Colimyl, Dipol, Fundasol, Fundazol, Fungicide, Fungochrom, Funlate, Helmoben, Polyben, Forlate, Hiperlate, IQA, 50 Saudau, Tersan y Point Benomyl y Uzgn, entre otros. Si bien DuPont fue el primer fabricante, muchas empresas producen y/o distribuyen en la actualidad fórmulas comerciales con benomil. Algunas de ellas son Arysta LifeScience Corporation, Point Enterprise, Agricense, Cells, Point, Colinagro, RDF, Esifonpa, Agroser, Undagro, Limor, Tecnoquímicas, Anasac. Modo de acción Este fungicida y su principal metabolito, carbendazim, se unen a los microtúbulos (estructura importante de todas las células) y por eso interfieren en algunas funciones celulares, como la división de las células y los mecanismos de transporte intracelulares. La toxicidad selectiva del benomil como fungicida posiblemente se debe al aumento de su efecto en los hongos más que al efecto que tiene en los microtúbulos de los mamíferos (6). El benomil fue el primer fungicida verdaderamente sistémico y originalmente mostraba un amplio rango de actividad contra patógenos en muchos cultivos diferentes (7). Tolerancias En Estados Unidos se estableció una tolerancia 100 para alimento y pienso en frutas, nueces, hortalizas, porotos, cereales, carne, leche y huevos. El 17 julio de 2002 EPA revocó todas las tolerancias para residuos de benomil (8). Persistencia Este agrotóxico se encuentra únicamente como partículas, las que son eliminadas de la atmósfera por precipitación húmeda y seca. El benomil es persistente en el medio ambiente. Se fija con fuerza al suelo y prácticamente no se disuelve en agua. Cuando se aplica al césped tiene una vida media que va entre los tres y los seis meses. Cuando se aplica al suelo desnudo, la vida media es de seis a 12 meses (9). En el suelo muestra baja movilidad y no se volatiliza. No se espera que sea biodegradable ni en los sistemas terrestres ni en los cuerpos de agua, ya que se hidroliza rápidamente para formar metil 2-bencimidazol carbamato y butil isocianato. En aguas ácidas y neutras también se puede transformar en carbendazim en pocas horas. La vida media del carbendazim es de 2 meses. El benomil se puede unir a los sólidos Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas de América Latina (RAP-AL) www.rap-al.org / info@rapal.cl Plaguicida con Prontuario suspendidos y sedimentos presentes en los sistemas acuáticos, pero no se espera que se volatilice en ese medio (10). Legislación, demandas y prohibiciones En 2001, cuando se acercaba el plazo para renovar el registro del benomil en Estados Unidos, los fabricantes solicitaron en forma voluntaria la cancelación de todos los registros de este plaguicida argumentando los altos costos que estaban afrontando por su defensa en tribunales. El año 2000, DuPont debió pagar más por concepto de honorarios legales a raíz de múltiples demandas en su contra que los 96 millones de dólares que obtuvo por sus ventas. Las demandas se originan en casos de niños nacidos con malformaciones graves y también en agricultores de 23 estados que sufrieron daños en sus cultivos (11). La transnacional ha gastado más de $1.3 billones por demandas contra Benlate y pago de compensaciones. La mayor parte de los casos corresponde a centenares de productores de flores, plantas ornamentales y cultivos de alimentos que sostienen que el fungicida estropeó su producción (12). Los daños se comenzaron a evidenciar en los años ‘80 y ‘90. En 1991, productores agrícolas estadounidenses presentaron alrededor de 1.900 demandas contra el fabricante DuPont, la mayor parte de las cuales se refería a cultivos ornamentales en Florida. El Departamento de Agricultura de ese Estado sugirió que Benlate estaba contaminado con dibutilurea y con el herbicida sulfonylurea. En 1993 se formó una alianza de trabajadores rurales y grupos ambientales que fundaron “Víctimas de Benlate contra DuPont”, y llamaron a lanzar un boicot nacional contra los productos de DuPont. Luego de hacer estudios, la transnacional negó que Benlate estuviera contaminado con dibutilurea y sulfonylureas, y dejó de pagar las compensaciones (13). Ese año los jueces de Florida hallaron culpable a DuPont en cuatro casos investigados, concediendo entre 500.000 dólares y dos millones de dólares a agricultores con plantaciones de tomates, orquídeas y helechos que reclamaban compensación por el daño ocasionado por Benlate. En agosto del mismo año, en Arkansas, DuPont fue condenado a pagar 3 millones de dólares para compensar problemas similares (14). El 26 de enero de 1994, un juez de Florida levantó el secreto que pesaba sobre 150.000 documentos sobre casos que alegaban daños extensivos en cultivos por el uso del fungicida Benlate DF. Los documentos dados a conocer incluyeron memos internos de DuPont e informes científicos sobre Benlate, al que se responsabiliza de haber causado daños a cosechas y plantaciones en los años ‘80. El Benlate fue sacado del mercado en 1991. Para tomar esa resolución, el juez se basó en el derecho a saber, considerando que se trataba de un caso de perjuicio público (15). El Departamento de Agricultura de Florida encontró daños importantes en las raíces de la plantas, como crecimiento con distorsiones, retrasos e interferencias (16). También se reportaron problemas y daños en plantaciones de Costa Rica, Jamaica, Tailandia y Filipinas (17). Un tribunal estadounidense obligó a DuPont a pagar una indemnización de más de 50 millones de dólares a 27 productores de helechos de Costa Rica, cuyos cultivos fueron dañados con Benlate (18). Además del daño a los cultivos, se reportaron en Estados Unidos perjuicios a la salud que incluían alergias a la piel, problemas respiratorios y cánceres. Además de la organización Víctimas de Benlate contra DuPont, se formó un Comité de Revisión de Plaguicidas que continúa investigando los casos. Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas de América Latina (RAP-AL) www.rap-al.org / info@rapal.cl Plaguicida con Prontuario En 1995 DuPont canceló voluntariamente sus registros en Estados Unidos para productos con benomil en suspensión. En los años siguientes fue cancelando sus registros para una amplia gama de usos post cosecha hasta llegar al total de los registros el 2 de agosto de 2001. Otras compañías que fabricaban productos con benomil siguieron el mismo camino, llegando a la cancelación de todos los registros en julio de 2002 (19). El plazo para la venta y distribución de los stocks existentes expiró en diciembre de ese año. La evaluación efectuada hasta ese momento por la EPA (Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos, por sus siglas en inglés) señaló que había importantes vacíos de información sobre la toxicidad del benomil (desarrollo neurológico en ratas, efectos reproductivos subcrónicos en ratas de segunda generación y otros aspectos), como también sobre las características químicas del producto, residuos, exposición ocupacional, destino ambiental y efectos (20). Ya en 1972 la EPA había aconsejado a DuPont que pusiera una etiqueta en Benlate con la advertencia: “Puede causar malformaciones congénitas” y “Se debe evitar la exposición durante el embarazo”. Pero el lobby de DuPont persuadió a la agencia de que eso era equívoco e innecesario, así que nunca se hizo (21). Además de Estados Unidos, el registro de este agrotóxico también fue cancelado en la Unión Europea en 2006. Por otra parte, su uso está restringido en Suecia desde 1982 y en Bulgaria. También ha sido prohibido en regiones de Nueva Zelanda, debido al nacimiento de niños malformados de madres expuestas al plaguicida. En América Latina se encuentra registrado y en uso, entre otros países, en Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, México, Paraguay, Perú, Uruguay y Colombia. En Brasil se retiró la autorización al benomil producido por DuPont en 2002. Dos años después, a petición de las empresas Prentiss y Sinon, se abrió un proceso de reevaluación toxicológica durante el cual se solicitó a esas empresas nuevos estudios que permitieran despejar sospechas sobre los efectos crónicos del fungicida, especialmente teratogénicos y reproductivos. Como ninguna de las dos empresas cumplió con esta solicitud dentro del plazo convenido, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (ANVISA) decidió en 2006 que el ingrediente activo benomil debía continuar sin registro en Brasil considerando que por sus características toxicológicas no garantiza seguridad para la salud pública ni para los usuarios. Por otra parte, el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) canceló en 2004 los registros del Benlate producido por DuPont, pero se mantiene la autorización a otros productos que contienen benomil, producidos por diferentes empresas. Efectos en la salud Como se dijo anteriormente, el benomil se degrada con rapidez convirtiéndose en carbendazim (MBC), lo cual genera grandes preocupaciones toxicológicas. El carbendazim es otro fungicida sistémico, de acción rápida, que se absorbe por las raíces y los tejidos verdes de las plantas. A su vez, el carbendazim es el metabolito primario de metiltiofanato, fungicida e insecticida que también está registrado como principio activo (22). Si bien el benomil es de baja toxicidad aguda, está relacionado con múltiples efectos crónicos en la salud. Es tóxico para el desarrollo en ratas macho (23). Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas de América Latina (RAP-AL) www.rap-al.org / info@rapal.cl Plaguicida con Prontuario Los efectos asociados a benomil y carbendazim incluyen toxicidad hepática, toxicidad para el desarrollo (malformaciones en los ojos del feto, malformaciones en el cerebro y aumento de la mortalidad) y efectos reproductivos (principalmente en los testículos). Ambos fungicidas son considerados posibles cancerígenos para seres humanos (24). Toxicidad aguda El benomil posee baja toxicidad aguda en los mamíferos. En ratas, se fijó una dosis letal (LD) 50 que es “mayor a 10.000 mg/kg/día”, LD 50 oral de 5.000 y dermal de 2.000. La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo clasificó en el grupo U, “improbable que presente riesgo agudo si se usa en forma normal”. Sin embargo, afecta el sistema nervioso central y la exposición puede provocar irritación y alergias en la piel de las personas (25). Floristas, recolectores de hongos y productores de flores han informado de reacciones alérgicas al agrotóxico. También produce enrojecimiento e irritación en los ojos, que puede variar de suave a moderada (26). No es inhibidor de colinesterasa. Los síntomas principales por inhalación son: calambres abdominales, pesadez, salivación, sudoración, náusea y vómitos. Por ingestión, produce náuseas y vómitos (27). En el año 1988, 90 trabajadores se intoxicaron con este plaguicida en Costa Rica (Colina). En 1992, la exposición a benomil causó diversos daños a la salud de trabajadores rurales de Florida, Estados Unidos (dolores de cabeza, diarrea y disfunciones sexuales) (28). En Estados Unidos hay numerosos casos registrados. Uno de ellos es el del dueño de un vivero cuyos cuatro hijos sufrieron grave sangramiento de narices y dolores de cabeza después de jugar en los alrededores de un invernadero y de campos tratados con Benlate. Además, una mascota de la familia murió intoxicada. Otra familia padeció dolor de garganta, dolores de cabeza y enronchamientos después de trabajar en campos e invernaderos donde se aplicaba el fungicida. También murió el perro de la casa (29). Toxicidad crónica Debido a su alto nivel de toxicidad crónica, fue incluido en el informe de la Academia de Ciencias de Estados Unidos como uno de los 12 químicos responsables del 98 por ciento del riesgo de cáncer en ese país. En un estudio de laboratorio, perros alimentados con benomil durante tres meses evidenciaron funciones hepáticas alteradas con la dosis más alta (150 mg/kg). Al prolongar la exposición, el daño hepático se hizo más grave y dos años después se presentó cirrosis (30). Diversos estudios en ratas han demostrado efectos mutagénicos, teratogénicos, reproductivos y cancerígenos. La EPA lo clasifica como teratogénico, con evidencias de malformaciones congénitas en los ojos y el cerebro, y aumento de mortalidad infantil. Además, destaca sus efectos reproductivos (testiculares) y la formación de tumores. Según la Ficha Internacional de Seguridad Química, el contacto prolongado o repetido con la piel puede producir sensibilización extrema y dermatitis. Asimismo, puede ocasionar disfunciones en la fertilidad y defectos congénitos (31). Efectos cancerígenos Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas de América Latina (RAP-AL) www.rap-al.org / info@rapal.cl Plaguicida con Prontuario La EPA clasificó al benomil como un posible cancerígeno para seres humanos. Las pruebas sobre el efecto cancerígeno son limitadas, por ausencia de datos en seres humanos (32). Por su parte, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) lo considera “no clasificable en cuanto a carcinogenicidad en seres humanos”, pero ha propuesto reevaluar su clasificación. Lo que sí demostró un estudio experimental de dos años efectuado en ratones es que probablemente el benomil fue la causa de un aumento de tumores al hígado. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación del Reino Unido señaló que esto provino de los efectos hepatotóxicos del benomil (33). Efectos reproductivos Diversas pruebas en animales de laboratorio han mostrado que este fungicida puede tener consecuencias en la reproducción. En una investigación con ratas, donde se alimentó a las madres con 1.000 mg/kg/día durante cuatro meses, las crías mostraron una disminución en su sobrevida y fertilidad (34). En otro estudio sobre anormalidades en los testículos se encontró un nivel de no afectación con una dosis de 15 mg/kg/día (35). Sin embargo, se detectaron constantes disminuciones en el tamaño de los testículos y de las glándulas adicionales de los machos en crías de 100 días de vida, cuyas madres habían recibido en laboratorio 31.2 mg de benomil/kg/día. En las ratas macho se presentó una baja en la actividad de sus espermatozoides después de una exposición a inhalación aguda, y también luego de exposiciones oral aguda y subcrónica. El mismo efecto se presentó en los perros después de cuatro horas de exposición por inhalación (36). Efectos teratogénicos En 1993, “The Observer”, conocido periódico del Reino Unido, publicó el primero de una serie de artículos planteando una posible asociación entre la exposición de madres embarazadas a benomil y el hecho de que sus niños hubieran nacido sin ojos (anoftalmia) o con síndromes relacionados, como ojos de tamaño muy pequeño (microftalmia) y ceguera, debido a un grave daño en la estructura básica del ojo (37). Las malformaciones de este tipo son escasas en los seres humanos. La anoftalmia se presenta en 1 de cada 100.000 nacimientos, y la microftalmia en 1 de cada 10.000 (38). El periódico citó numerosos casos en cadena ocurridos en el Reino Unido en zonas con uso de benomil, correspondientes a áreas rurales de Inglaterra, Escocia y Gales del Sur (39). En un radio de 40 millas en torno a North Lincolnshire, Inglaterra, nacieron 9 niños con malformaciones en los ojos. Mientras en Fife, Escocia, nacieron 27 bebés con microftalmia o anoftalmia entre 1981 y 1993. En cinco de estos casos se descubrió que el origen de la malformación era de transmisión hereditaria. No hubo explicación para los restantes 22 casos. No obstante, el benomil y otros fungicidas similares se usaron 10 veces más en Fife que en otras áreas comparables de Escocia (40). En Inglaterra y Escocia los padres de los niños demandaron a DuPont (41). En esa oportunidad, funcionarios del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación hicieron una evaluación de las denuncias, pero concluyeron que era dudoso que existiera esa asociación. Ellos estimaron que la exposición a benomil en las madres embarazadas no era suficientemente alta como para causar problemas en el desarrollo de los ojos de sus niños. La conclusión del ministerio fue: “El nivel de ausencia de efecto Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas de América Latina (RAP-AL) www.rap-al.org / info@rapal.cl Plaguicida con Prontuario por teratogenicidad, sobre la base de la información estadística disponible, era de 30mg/kg/día. La exposición tanto de aplicadores como de consumidores es de una magnitud varias veces menor que este nivel de ausencia de efecto. Por tanto, es difícil establecer cualquier tipo de vínculo entre malformaciones del ojo y la exposición a benomil” (42). Un experimento en el que a las ratas se les dieron dosis orales demostró presencia de microftalmia en niveles de dosis que llegaron a los 62,5 mg/kg y niveles más altos (43). Sin embargo, ya en el año 1991 científicos de la Universidad de California habían descubierto que más del 40 por ciento de ratas embarazadas alimentadas con altas dosis de benomil generaron fetos con graves malformaciones en los ojos. Al administrar benomil a ratas que tenían una dieta con insuficiencia proteica, casi dos de cada tres parieron crías sin ojos. El estudio se diseñó para mostrar el impacto de sustancias químicas en las personas que tienen una dieta no balanceada (44). En el momento de mayor preocupación por los efectos de este fungicida, los consejeros del Comité Ambiental de Lincoln (Estados Unidos) instaron a los agricultores locales a adoptar una prohibición voluntaria del uso de benomil. En el Reino Unido, el Benlate se usó en granjas y jardines ingleses hasta el 2001, cuando DuPont lo retiró del mercado. También en Australia y Nueva Zelanda se reportaron casos de niños discapacitados visualmente por esta causa. En este último país nacieron tres bebés con malformaciones congénitas, cuyas madres trabajaban en un departamento encargado del mantenimiento de parques que utilizaba Benlate. Uno de los niños nació con el paladar fisurado y sin ojos. Como consecuencia de esto, en varias ciudades prohibieron el agrotóxico (45). Asimismo, en Canadá, en la parte sur de Ontario, nacieron 7 bebés sin ojos entre los años 1995 y 1998. Todas las madres vivían cerca de plantaciones de orquídeas en áreas rurales, donde se pudo haber usado fungicidas a base de benomil durante su embarazo. Esto provocó gran impacto, especialmente por la cantidad de casos registrados en tan corto plazo (46). La asociación entre benomil y las malformaciones congénitas denunciadas por “The Observer” recién fue reconocida diez años después, cuando en 2003 la Corte Suprema de Florida determinó luego de una enconada batalla legal que el fungicida Benlate fue responsable del nacimiento de un bebé con sus cuencas sin ojos en el año 1990 y que la transnacional DuPont debía pagar una indemnización de 7 millones de dólares a la familia. La gigantesca compañía ya había gastado millones de dólares en la defensa del caso. La madre del niño fue “fumigada” con Benlate en noviembre de 1989, cuando tenía siete semanas de embarazo, mientras pasaba al lado de una granja frutícola de Florida. El caso es emblemático, pues por primera vez un tribunal encontraba culpable de malformaciones congénitas a una transnacional agroquímica. Luego de este resultado, las familias británicas afectadas demandaron a DuPont en Delaware, Estados Unidos, sede oficial de la compañía. En Estados Unidos hubo docenas de casos similares. Una de las pruebas más dramáticas que surgieron durante las disputas legales se encuentra en un informe interno de DuPont sobre una investigación que la compañía financió en 1997 por parte de un laboratorio independiente de Yorkshire. Los científicos probaron benomil en ratas y descubrieron que una alta proporción de la sustancia química se fue a los ojos. El informe reveló que después de dos horas, una tercera parte del benomil se concentró en los órganos de la vista, lo que aumentó a dos tercios después de transcurridas 24 horas. Diez días después, 80 por ciento del benomil estaba estacionado en los ojos. Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas de América Latina (RAP-AL) www.rap-al.org / info@rapal.cl Plaguicida con Prontuario Para algunos científicos, esto revela que los ojos actúan como una especie de imán poderoso para atraer el benomil y explica cómo la sustancia química destruye los ojos de un feto. DuPont había sostenido tajantemente que los seres humanos podían exponerse a grandes dosis de este fungicida sin ningún riesgo para la salud. Pero los científicos afirman que los riesgos son muy diferentes para un feto en las etapas tempranas del embarazo, cuando las estructuras esenciales de los ojos y del cerebro de un bebé se están recién formando (47). Efectos mutagénicos La mayoría de los estudios in vitro en células de mamíferos pone en evidencia efectos mutagénicos de este agrotóxico. Dos documentos muestran que el benomil es responsable del aumento de la incidencia de anormalidades en los cromosomas. En un rango de pruebas in vitro hubo evidencia de que este agrotóxico causa aneuplodia (una aberración en los cromosomas) (48). En las pruebas de mutageneidad que abarcaron el metabolito carbendazim se atribuyeron los resultados positivos a las fenazinas, un tipo de contaminantes que se origina en procesos industriales y que genera actividad mutagénica en dosis extremadamente bajas (49). La fabricación de productos como el benomil, sin un adecuado control en el proceso de síntesis, aumento el riesgo de contaminación con fenazinas. Efectos endocrinos Según la EPA- Illinois, el Benomil es probable disruptor endocrino. Efectos en el medio ambiente Es un estrógeno ambiental. Reduce la vida silvestre y es tóxico para peces. En un invernadero de Estados Unidos tratado con Benlate no se encontraron insectos vivos adentro ni en los alrededores del invernadero hasta nueve meses después de la última aplicación (50). Según la Ficha Internacional de Seguridad Química, este agrotóxico “puede ser peligroso para el ambiente; debería prestarse atención especial a los peces”. Es “ligeramente tóxico para anfibios” (51). Conclusión La principal área de preocupación por el benomil tiene que ver con sus efectos crónicos de distinta índole. Luego de exponer a animales de laboratorio a este fungicida, utilizando dosis altas, se presentan efectos negativos como malformaciones congénitas severas en los ojos. También los seres humanos sufren ese tipo de daños, como es evidente en numerosos casos documentados en Estados Unidos y en la Unión Europea. No es casual que este agrotóxico haya sido eliminado de los registros en esos países. Por la gravedad de esta situación, los gobiernos de América Latina y el Caribe deberían seguir el mismo camino. No obstante, hasta ahora, las autoridades que crean las leyes nacionales no han adoptado el enfoque precautorio para prohibir el benomil sobre la base de consideraciones respecto del impacto en la salud. Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas de América Latina (RAP-AL) www.rap-al.org / info@rapal.cl Plaguicida con Prontuario ………………… Documento elaborado por la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas para América Latina (RAP-AL) - Oficina de Comunicaciones y Administración, abril 2008. …………… Referencias: (1) Benomyl, Extoxnet, Pesticide Management Education Program, Cornell University, NY, May 1994. (2) Tomlin, C., (Ed.) The Pesticide Manual, 10th Edition, British Crop Protection Council/Royal Society of Medicine, 1994. En: Pesticide News Pan-UK 1997. (3) Internacional Chemical Safety Cards. (4) United States Prevention, Pesticides EPA-738-R-02-011. Environmental Protection and Toxic Substances July 31, 2002. Agency (7508C). Reregistration Eligibility Decision (RED) Benomyl. (5) Whitehead, R (Ed) The UK Pesticide Guide, British Crop Protection Council/CAB International, 1996. En: Pesticide News Pan-UK 1997. (6) World Health Organisation, WHO/PCS/94.87 Data sheet on benomyl, Geneva, 1994. En: Pesticide News Pan-UK 1997. (7) Copping, L.G., Agrow's Top Twenty Five, PJB Publications, 1996, p105. En: Pesticide News Pan-UK 1997. (8) Op. cit. 4. (9) Op. cit. 1. (10) www.ine.gob.mx/dgicurg/plaguicidas/pdf/benomilo.pdf (11) Global Pesticide Campaigner, Volume 4, number 1, March 1994. (12) The Observer, 21 diciembre 2003, artículo de Anthony Barnett. antony.barnett@observer.co.uk (13) Various Agrow reports from March 1992 to June 1996. En: Pesticide News PanUK 1997. (14) Op. cit. 11. (15) Daily News, Empresas de agrotóxicos solicitan cancelación voluntaria del registro de un fungicida, 28 de octubre 2001. (16) Op. cit. 15. (17) Op. Cit. 11. (18) Agroreview, 2006. www.agrow.com/review.shtml. (19) American Mushroom Institute, Amvac Chemical Corp, Pursell Industries, Inc., The Scotts Co., Value Garden Supply LLC y Voluntary Purchasing Groups, Inc. (20) United States Prevention, Pesticides EPA-738-R-02-011. Environmental Protection and Toxic Substances July 31, 2002. Agency (7508C). Reregistration Eligibility Decision (RED) Benomyl. (21) Op. Cit. 12. (22) Op. Cit. 4. (23) State of California/Environmental Protection Agency Office of Environmental Health Hazard Assessment Safe Drinking Water and Toxic Enforcement Act of 1986/Chemicals known to the state to cause cancer or reproductive toxicity/ September 30, 2005. (24) Op. cit. 4 (25) Op. cit. 13. (26) Op. cit. 13. (27) Op. cit. 3. (28) More problems for Benlate? Agrow, 13 March 1992, p13. En: Pesticide News Pan-UK 1997. (29) Benlate created medical mystery, Jan Hollingsworth/ Tampa Tribune. www.angelfire.com/mi/microphthalmia/ycastillo1.html (30) Op. cit. 1. Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas de América Latina (RAP-AL) www.rap-al.org / info@rapal.cl Plaguicida con Prontuario (31) Op. cit. 3. (32) List of Chemicals Evaluated for Carcinogenic Potential, US EPA Office of Pesticide Programs, Washington, US, 1996. (33) Benomyl evaluation No. 57, MAFF, July 1992, p91. (34) Benomyl, Environmental Health Criteria No 148, World Health Organisation, Geneva, Switzerland, 1993. (35) Op. cit. 33 p110. (36) Op. cit. 33, 10 p91. (37) Mystery of babies with no eyes, 'clusters' raise fears of link with pesticide, 17 January 1991. (38) Healthy Diet, Healthy Eyes por Joanne R. Pompano, Yale-New Haven Teachers Institute. (39) Donna Castillo. www.courttv.com/casefils/verdicts/castillo.html. www.rnib.org.uk/wesupply/publicat/visabili/anophtha.htm Dr. Vyvyan Hoeard, Senior Lecturer of Department of Foetal and Infant Toxico-pathology at Liverpool University. (40) Op. Cit. 39. (41) www.angelfire.com/mi/microphthalmia/y verdict.html. (42) Press statement on benomyl, MAFF, 1 March 1993. (43) Op. cit. 33, p110. (44) Op. cit. 12. (45) The Tampa Tribune Health sigues raised worlwide, Paul Power Jr./ Tampa Tribune, www.angelfire.com/mi/microphthalmia/y health.html. (46) Mother agonizes over why baby born without eyes, by David Dauphinee, London Free Press http://www.canoe.ca/LondonFreePress/home.html. (47) The Observer, 21 diciembre 2003, artículo de Anthony Barnett. antony.barnett@observer.co.uk (48) Op. cit. 6. (49) Benomyl-EHC 148, 1993 (INCHEM/INTOX) Carbendazim-EHC 149, 1993 (INCHEM/INTOX. (50) Op. cit. 29. (51) Op. cit. 3. Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas de América Latina (RAP-AL) www.rap-al.org / info@rapal.cl