Equipos multidisciplinares con diferentes maneras de razonar Tiempo aproximado de lectura: 10 minutos María acababa de salir de la entrevista de trabajo más extraña de su vida. Juan, su interlocutor y director del centro de fitness que estaba a punto de abrir las puertas, le había hecho unas preguntas diferentes a otras entrevistas anteriores. Sin embargo, tenía la sensación de que las preguntas no habían sido para alargar la entrevista, ni siquiera para confirmar lo que decía su currículum, sencillamente las había hecho porque tenía claro el tipo de persona que estaba buscando. María esperaba poder formar parte del equipo de trabajo que estaba construyendo el director, tenía la sensación de que sería capaz de crear un equipo preparado para el éxito del lanzamiento de la nueva instalación. El nuevo centro de fitness abriría en cuatro meses y Juan se encontraba en pleno proceso de selección del equipo de coordinadores que le ayudaría a poner en marcha el nuevo proyecto. La creación del equipo estaba siguiendo un proceso con cuatro etapas claramente identificadas: 1) primera selección de candidatos/as a partir del análisis en profundidad de los currículos recibidos, 2) corroboró el perfil personal y profesional de los candidatos poniendo su nombre en lugares como Google o Facebook, 3) un número reducido de personas serían citadas para entrevistas, las que Juan consideraba que se adaptarían al equipo de trabajo buscado, y 4) conseguir averiguar en la entrevista en cuál de las siete maneras de razonar podía caber la persona entrevistada. Uno de los principales retos de los responsables de dirigir un equipamiento deportivo es la creación de un equipo de personas que le permitan garantizar una prestación de los servicios previstos alineados con las expectativas generadas por sus clientes. La creación del equipo de personas pasa por una selección de profesionales para cada puesto de trabajo de acuerdo con la estructura organizativa planteada y se produce a partir de un proceso de selección de personas cada vez más profesionalizado y adecuado a las características del servicio. Así, la selección de personas se realiza analizando su perfil personal y profesional. Sin embargo, no suele profundizar en otros elementos clave, que son difíciles de ser percibidos en una entrevista de 20 minutos y que, por otra parte, resulta imposible de incorporar al currículo. Uno de estos elementos son los modos de pensar que cada uno tiene. Hay elementos que una persona puede adaptar en sus horas de trabajo para aproximarse a la manera de hacer que tiene la organización en la que trabaja, es decir, cultura organizativa. Sin embargo, hay elementos a caballo entre la genética y el comportamiento aprendido que difícilmente serán modificables. Uno de estos elementos para personas con cargos directivos o intermedios en una organización es la manera de pensar que éste o ésta tenga. De las siete maneras de pensar, cualquier persona se identificará de manera predominante en una u otra. 47 Mayo 12 1. Profundidad de pensamiento Aquí hay unos elementos sobre los que no tenemos influencia pero sí que habrá una parte que dependerá de nuestra percepción, valores y creencias. 2. Cerrado en un pensamiento único Es una manera de pensar muy reactiva. En cierto modo, todo gira alrededor de la persona que tiene este tipo de pensamiento y difícilmente será receptivo a otras propuestas. 3. Pensamientos simultáneos Es un esfuerzo analítico de mantener diferentes pensamientos aislados el uno del otro. De esta manera se evitan conflictos e influencias de un problema que pueda afectar a otro. La contrapartida es que este tipo de pensamientos tienden a formarse de manera aislada y, por tanto, no permiten que se complementen. Una variedad interesante de este tipo sería el Conflicto/Complemento que las personas dentro de esta categoría podrían trabajar para adquirir. 4. Pensamientos caóticos Son los pensamientos ligados a las personas más creativas, sin embargo, la ‘incapacidad’ de un pensamiento analítico también puede llevar inevitablemente a sufrimiento ante la incapacidad de encontrar una salida al problema. genera “Pensar colectivamente es la regla general. Pensar individualmente es la excepción.” 5. Zen original Todos los pensamientos fluyen a la vez pero, en este caso, de forma lineal sin que se genere conflicto entre ellos. Es una forma que no aísla del entorno pero que requiere aislarse para poder practicarlo. Gustave Le Bon en las que hay que concentrarse en los procesos internos de la organización; fases en las que hay que priorizar unas directrices de expansión y crecimiento para garantizar las expectativas creadas en los resultados, o incluso momentos en los que hay que reducir estructura y servicios para garantizar la supervivencia de la organización. Uno de los mayores retos de Juan era no sólo acertar con las personas seleccionadas, sino que la elección del mix de modos de pensar que debería tener su equipo fuera el ideal. Esto ayudaría a un logro de los objetivos previstos y le plantearía el reto de garantizar la cohesión en un equipo heterogéneo. 6. Pensamiento comunitario Puede ser cualquiera de las anteriores pero compartida con los que te rodean. Puede acabar con resultados muy diferentes a los previstos inicialmente pero ni uno mismo se daría cuenta. 7. Pensamiento colonizador (‘inception’ en inglés) Hay un desplazamiento del pensamiento original debido a la penetración de un pensamiento colonizador impuesto por otra persona. Juan tenía que decidir qué tipo de equipo era necesario crear. En primer lugar, ¿había que tener un perfil homogéneo donde todas las personas se introducen en una misma manera de pensar? ¿O bien era mejor contar con un equipo variado en cuanto a formas de pensar? Posiblemente, crear un equipo de trabajo dónde todos puedan ser clasificados en la misma categoría de forma de pensar es difícil y a la vez empobrece el equipo y los resultados que se puedan esperar de él. Por otra parte, un equipo de estas características le facilitaría su función de liderazgo, dada la homogeneidad de las personas que lo integran. La misión de Juan era crear el mejor equipo de profesionales posible para el proyecto que estaba a punto de iniciarse. Así pues, la mezcla de perfiles se hacía necesaria. Cada organización, de acuerdo con la fase en que se encuentra de su ciclo de vida así como los retos a los que se enfrenta a nivel estratégico, requerirá de una combinación específica de perfiles o de otra. Hay fases www.itik.es Comentarios a: itikgenera@itik.es Twitter: @itikconsultoria Así, el director creó el mix de maneras de pensar que consideró idóneo para esta fase de puesta en marcha del equipamiento deportivo. Consideró que entre su equipo de coordinadores y cargos intermedios debería haber un porcentaje importante de personas con pensamiento comunitario para garantizar un trabajo transversal entre áreas que garantizase un diseño integral del servicio. Era un período inicial y de lanzamiento comercial de la instalación, así que sería interesante también contar con al menos alguna persona con pensamiento caótico que garantizara la creatividad en las propuestas de productos y servicios a ofrecer, así como en la manera de comunicarlo. Ya serían las personas del perfil anterior, junto con alguna persona con pensamiento simultáneo que ayudaría a ordenar las ideas ya establecer prioridades. Finalmente, en una fase tan relevante del proyecto como era su puesta en marcha, Juan era consciente de que cualquier decisión inicial marcaría el futuro posicionamiento de la instalación. Por este motivo, decidió incorporar en cargos relevantes -dirección deportiva y responsable comercial- a personas con profundidad de pensamiento. Su presencia y manera de pensar permitirían valorar qué efectos tendrían la implementación de las iniciativas propuestas a largo plazo. Con este mix de diferentes maneras de pensar entre el equipo de coordinadores, inició una selección de personal. Este criterio, aunque no sería el único, sí que sería prioritario a la hora de seleccionar al equipo de personas. Por lo tanto, se preparó unas entrevistas donde a partir de preguntas sobre situaciones hipotéticas, así como la explicación de experiencias laborales en anteriores puestos de trabajo, Juan intentaría identificar y ‘clasificar’ a las personas entrevistadas en el tipo de pensamiento predominante que éstas tenían. Una vez conformado el equipo, el reto de Juan sería el de extraer lo mejor de cada uno de ellos sin privarles de utilizar, ni minimizar, su manera de pensar. Sería él quien, en última instancia, debería garantizar una comunicación abierta y una convivencia en términos profesionales de su equipo. Este sería, de hecho, su mayor reto: hacer funcionar un equipo de personas a partir de las características identificadas y sin que nadie de ellos se diera cuenta del rol que cada uno jugaba en el equipo. Idea extraída del artículo: ‘Formes de pensar’ de Jaume Serra. La Vanguardia 18.11.2011