MUÑECA Y MANO La muñeca, y en menor grado la mano, son áreas de una anatomía muy compleja. Consideradas como una unidad funcional constituyen el lugar de traumatismo más común del sistema musculoesquelético (1). La muñeca es la articulación más compleja del cuerpo. También se denomina articulación radiocarpiana, lo que recuerda que el cúbito no desciende hasta el carpo sino que el radio es el único que toma parte en su formación. Funcionalmente está formada por dos articulaciones: la radiocarpiana, con un componente radioescafoideo y otro radiosemilunar, y la mediocarpiana. ANATOMÍA ÓSEA MUÑECA Los elementos óseos que forman la muñeca son las extremidades distales del cúbito y del radio, los huesos del carpo y las bases de los metacarpianos (figura 1) (2). Extremo distal del radio (EDR). La cavidad sigmoidea en la cara interna articula con la cabeza cubital formando una articulación trocoide. La superficie articular inferior está dividida por una cresta ósea en dos carillas, una para el escafoides y otra para el semilunar. Por fuera hay una apófisis vertical o estiloides radial, en cuya punta se inserta el ligamento lateral radial y en su base el tendón del supinador largo (3). En la cara dorsal convexa hay múltiples surcos para los tendones extensores, y un tubérculo denominado tubérculo de Lister, que limita por dentro con el tendón del extensor largo del pulgar y por fuera con los tendones de los radiales primero y segundo (4). En la cara anterior del EDR se insertan los ligamentos radiocarpianos (LRC) palmares. Extremidad distal del cúbito (EDC). El cúbito termina en una esfera o cabeza que articula con la cavidad sigmoidea del radio y con el piramidal, aunque en realidad no llega a contactar con éste hueso porque quedan separados por el fibrocartílago triagular (TFC del inglés triangular fibrocartilage). La estiloides cúbital es una prolongación vertical posterointerna en cuyo vértice se inserta el ligamento lateral cubital. Entre la base de la estiloides y la cabeza del cúbito hay una depresión o fovea en la que se inserta el TFC, y un surco longitudinal dorsal por el que pasa el tendón del músculo cubital posterior y su vaina. Huesos carpianos. Son ocho divididos funcionalmente en dos filas, una fila proximal formada de fuera a dentro por los huesos escafoides, semilunar y piramidal, y una fila distal formada por los huesos trapecio, trapezoide, grande y ganchoso (5). El pisiforme es un sesamoideo incluido en el tendón del músculo cubital anterior y funcionalmente no pertenece a ninguna fila. El mayor de todos es el grande, con un importante papel por su situación central. La superficie dorsal del carpo es convexa de lado a lado. La palmar presenta una concavidad profunda o canal del carpo, convertido por el retináculo de los flexores (RF) en un túnel por el que pasan el nervio mediano y los tendones flexores. Figura 1. Anatomía ósea de la muñeca. Cúbito (C): cabeza (cc), estiloides (ec). Radio (R): cavidad sigmoidea (csr), estiloides (er). Fila proximal del carpo: escafoides (e), semilunar (s), piramidal (p), pisiforme (ps). Fila distal del carpo: trapecio (t), trapezoide (tz), grande (G), ganchoso (g), hamulus o gancho del ganchoso (h). Bases de los metacarpianos enumeradas del primer (1) al quinto dedo (5). MANO Metacarpianos. Son cinco huesos largos que divergen desde la segunda fila carpiana a la base de cada dedo. Están formados por una base, un cuerpo y una cabeza. La situación más anterior del primer metacarpiano y la rotación de 90º hacia dentro alrededor de su eje mayor le permite oponerse al resto de los dedos, siendo un factor esencial en la prensión (6). Las bases articulan con la fila distal carpiana y entre sí, salvo la primera que no articula con la segunda. Los cuerpos son cóncavos longitudinalmente en la palma y forman un hueco para ciertos músculos palmares. La cabeza es redondeada, articulando su superficie palmar de aspecto bicondíleo con la falange proximal. En los tubérculos laterales de la cabeza se insertan los ligamentos laterales (LL) de la articulación metacarpofalángica. La cabeza del primer metacarpiano, menos convexa que las del resto, tiene en su cara palmar dos carillas para los dos sesamoideos. Dedos. Están formados por una falange proximal (FP), una falange media (FM) y una falange distal (FD), cada una con una base, un cuerpo y una cabeza (figura 2). El pulgar, sin embargo, sólo tiene dos falanges que además son más cortas y más anchas. A los lados de la cabeza hay unos tubérculos para la inserción de los LL. Figura 2. Anatomía ósea de los dedos. Metacarpiano (M), falange proximal (FP), media (FM) y distal (FD), cabeza del metacarpiano (c), base de la FP (b). Articulaciones metacarpofalángica (AMCF), interfalángica proximal (AIFP) e interfalángica distal (AIFD). La flecha señala un sesamoideo de la cabeza del metacarpiano. RADIOGRAFÍA SIMPLE La exploración estándar debe incluir al menos una proyección posteroanterior (PA) y una lateral. Aunque clínicamente distinguimos entre lesiones de antebrazo distal, muñeca y mano, desde el punto de vista radiológico la posición en que se coloca el miembro es básicamente la misma. Proyección PA Posición. El paciente coloca el brazo en extensión completa y apoya sobre el chasis el antebrazo y la mano en pronación con los dedos ligeramente separados. Si el área a explorar es la muñeca el haz de rayos se centra en el hueso grande, mientras que si lo que interesa valorar es la mano se dirige hacia la cabeza del metacarpiano 3º. La muñeca ha de estar en posición neutra sin flexión, extensión o desviación, de forma que los ejes longitudinales del radio, grande y tercer metacarpiano queden en línea recta (7,8). A pesar de su utilidad, la radiografía PA presenta limitaciones (figura 3). La estiloides cubital se ve de perfil formando parte del contorno óseo en la radiografía posteroanterior, y no se solapa con la porción central del cúbito como ocurre en la proyección AP (antebrazo en supinación) (figura 4) (1). Figura 3. Radiografía PA. Sus limitaciones se deben a la proyección en oblicuo del primer dedo y al solapamiento de las bases del segundo al quinto metacarpiano, del trapecio con el trapezoide y del piramidal con el pisiforme. Véase la estiloides cubital de perfil formando parte del contorno óseo. Las flechas señalan sendos islotes óseos en el radio y en el escafoides. Figura 4. Radiografía AP. En esta proyección con la mano en supinación la estiloides cubital (flecha) se solapa con la porción central del cúbito. Mediciones. En la radiografía PA podemos trazar una serie de líneas y realizar ciertas mediciones, que junto a la valoración de las partes blandas son de gran importancia en los traumatismos de muñeca: Ángulo del carpo. Está formado por la intersección de dos líneas, una tangencial a los bordes superiores del escafoides y del semilunar, y otra tangencial a los márgenes superiores del semilunar y del piramidal (x e y respectivamente en la figura 5). Este ángulo mide 110º-150º, aunque varía con la edad, sexo y raza (8). Figura 5. Ángulo del carpo. Ángulo radial. También conocido como inclinación cubital de la superficie articular del radio o desviación radial, hace referencia a la angulación de la superficie articular del radio en relación a su eje longitudinal. Está formado por la intersección de dos líneas, una perpendicular al eje largo del radio a la altura de la articulación radiosemilunar, y otra que une la punta de la apófisis estiloides del radio y el borde inferior de la cavidad sigmoidea (figura 6). Normalmente mide 13º-35º (7). La pérdida de la inclinación normal produce aumento de la presión en la carilla articular para el semilunar. Este ángulo es un factor de predicción independiente en las fracturas de EDR, afirmando algunos autores que el número de resultados insatisfactorios aumenta cuando la inclinación radial es menor de 5º (9). Figura 6. Ángulo radial. Está formado por la intersección de dos líneas, una perpendicular al eje largo del radio (e) en la articulación radiosemilunar (x), y otra que une la punta de la apófisis estiloides y el borde distal de la cavidad sigmoidea del radio (y). Arcos de Gilula. Con el fin de establecer la alineación correcta de los huesos carpianos, Gigula (10) recurrió al trazado de tres arcos: un primer arco que une los bordes superiores del escafoides, del semilunar y del piramidal, un segundo que discurre por el lado cóncavo distal de estos tres huesos, y un tercero que corre a lo largo de los bordes superiores de los huesos grande y ganchoso (figura 7). En condiciones normales estos arcos son paralelos y los espacios interóseos miden más o menos lo mismo. La interrupción de cualquiera de los arcos indica luxación o subluxación y lesión ligamentosa asociada (11). Figura 7. Árcos de Gilula. Altura o longitud radial. Es una de las dos medidas de acortamiento del radio. Hace referencia a la posición de la estiloides del radio respecto a la superficie articular inferior del cúbito, que en condiciones normales lo excede en 9-12mm (figura 8). Igualmente es necesaria la comparación con la muñeca contralateral si queremos medir la cantidad de acortamiento del radio después de una fractura. Figura 8. Altura del radio. Es la distancia entre dos líneas perpendiculares al eje largo del radio, una tangencial a la superficie articular del cúbito (x) y otra tangencial a la punta de la estiloides radial (y). Véase que las superficies articulares del cúbito y del radio quedan al mismo nivel en la articulación radiosemilunar (variante cubital neutra). Variante cubital. Es otra medida del acortamiento radial. Se habla de variante cubital neutra cuando las superficies articulares del cúbito y del radio están al mismo nivel si hacemos la valoración a la altura de la articulación radiosemilunar (figura 8). Cuando la superficie articular cubital se proyecta 5mm distal o proximal a la articulación radiosemilunar se utilizan los términos variante cubital positiva o cubitus plus (figura 9) y variante cubital negativa o cubitus minus respectivamente (figura 10). La variante negativa aumenta la presión en el semilunar, lo que explica su asociación con la enfermedad de Kienböck (12). Un cúbito relativamente largo se asocia al síndrome de impactación cubital (13). Figura 9. Cubitus plus. Figura 10. Cubitus minus. Altura del carpo. Hace referencia a la distancia entre la superficie articular del radio y la base del metacarpiano 3º medida en el eje longitudinal de este hueso (figura 11). Esta medición nos permite cuantificar el colapso carpiano en la artritis reumatoide (AR) o en la enfermedad de Kienböck. Normalmente mide 27mm-40mm (14). Figura 11. Altura del carpo. Abombamiento o desaparición de las líneas grasas normales. Éste puede ser el único signo de una fractura sutil. La banda grasa escafoidea se ve como una línea o un triángulo radiotransparente por fuera del escafoides, entre el ligamento lateral radial y las vainas de los tendones del abductor largo y del extensor corto del pulgar (figura 12). Las fracturas del escafoides, de la estiloides radial y del primer metacarpiano la desplazan o borran (figura 13), y en ocasiones es el único signo de fractura (15). Sin embargo, aunque en general se considera que una línea grasa escafoidea normal después de un traumatismo excluye una fractura de escafoides, el valor diagnóstico de este signo no está claro. Hay otras líneas grasas, como las que rodean a los tendones del abductor largo y del extensor corto del pulgar, que se borran en la tenosinovitis de Quervain o la línea subcutánea a lo largo del tendón del extensor cubital del carpo, que desaparece en procesos inflamatorios como la AR. Figura 12. Línea grasa escafoidea. Triángulo o banda de grasa a lo largo de la cara radial del escafoides, limitada por el ligamento lateral radial y por los tendones del abductor corto y del extensor largo del pulgar (flecha). Figura 13. Borramiento de la línea grasa escafoidea. Fractura del EDR con afectación articular vista en la lateral (no mostrada). Proyección lateral Posición. El paciente apoya el lado cubital del antebrazo con el brazo en extensión completa, los dedos completamente extendidos o preferiblemente ligeramente flexionados, y el pulgar ligeramente enfrentado al resto de los dedos. El haz de rayos se dirige al centro del carpo si se pretende valorar la muñeca o hacia la cabeza del 2º metacarpiano si interesa valorar la mano (8). La muñeca ha de estar en posición neutra (7,17). La proyección óptima se consigue cuando el borde anterior del polo distal del escafoides queda a una distancia del anterior del pisiforme de 45mm (figura 14). Figura 14. Proyección lateral óptima. El punteado blanco señala el margen anterior del polo distal del escafoides, y el negro el del pisiforme. Esta distancia ha de ser de 45mm. La proyección lateral tiene también sus limitaciones debido al solapamiento óseo (figura 15), que desaparece cuando la placa se realiza con los dedos separados en abanico (figura 16). Figura 15. Limitaciones de la radiografía lateral. Véase el solapamiento del EDC con el EDR, así como el de los metacarpianos y el de las falanges. Figura 16. Radiografía lateral con los dedos en abanico. El solapamiento óseo de las falanges desaparece y se ven muy bien las articulaciones interfalángicas. Mediciones. En la proyección lateral se pueden realizar varias mediciones, de suma importancia en la valoración de los traumatismos: Ángulo dorsal. También se conoce como inclinación volar de la superficie articular del radio o enfrentamiento volar. Hace referencia al grado de inclinación de la superficie articular del radio en el plano sagital. Se forma por la intersección de dos líneas, una perpendicular al eje longitudinal del radio (e en la figura 17) a la altura de la estiloides (x), y otra que une los puntos más distales de los márgenes dorsal y volar de su superficie articular (y). Habitualmente varía de 10º a 15º (8). Una inclinación mayor a 20º en las fracturas del EDR indica conminución de la cortical dorsal e inestabilidad (9). Figura 17. Ángulo dorsal del radio. Ángulo escafosemilunar. Está formado por los ejes radio-semilunargrande (s), línea que pasa lo largo de los ejes longitudinales del metacarpiano 3º, del grande, del semilunar y del radio cuando la muñeca está en posición neutra, y el eje longitudinal del escafoides (e), línea perpendicular al borde anterior de las porciones superior e inferior del hueso. Normalmente mide entre 30º y 60º (figura 18), y se altera en las inestabilidades del carpo (11,18). Figura 18. Ángulo escafosemilunar. Ángulo semilunar-grande. El eje del semilunar es la perpendicular a una línea que une los polos distales del hueso (s). El eje del grande (G) pasa por el centro de sus superficies articulares superior e inferior. En individuos sanos la inclinación del semilunar respecto al eje radio-semilunar-grandetercer metacarpiano (G) es de 0º-30º (figura 19). Figura 19. Ángulo semilunar-grande. Línea grasa del pronador cuadrado. Se encuentra por delante del músculo pronador cuadrado, profundamente a los tendones del flexor profundo (figura 20). El desplazamiento volar, la irregularidad u obliteración de la misma en las fracturas del EDR o EDC se denomina signo de MacEwan (figura 21) (19). Figura 20. Líneas grasas. En la radiografía están representadas dos bandas grasas, una entre el músculo pronador cuadrado (pc) y los tendones de los flexores profundos de los dedos (fp) (flecha blanca), y otra entre éstos y los tendones de los flexores superficiales (fs) (flecha negra). Figura 21. Desplazamiento de la línea grasa del pronador cuadrado. Abombamiento anterior de la línea grasa del pronador cuadrado (flechas huecas) en un paciente con una fractura del EDR (flecha). Otras proyecciones En ocasiones se necesitan proyecciones especiales. La de Schneck o PA en desviación cubital de 10º-15º proyecta el escafoides a lo largo de su eje longitudinal (figura 22). La lateral en desviación radial con el pulgar en abducción es útil en las fracturas del gancho del ganchoso (20). La de Norgaard, del recogepelotas u oblicua en semisupinación de 30º- 35º, es útil en la fase precoz de las artritis ya que permite valorar el pisiforme y la articulación pisipiramidal, los bordes radiales de las cabezas de los metacarpianos y de las bases de las falanges proximales (figura 23). La oblicua en semipronación de 40º-45º vale para valorar la superficie posterior del piramidal. La túnel del carpo es útil en las fracturas del gancho del ganchoso (21). La de Brewerton o proyección tangencial de la cabeza del metacarpiano se emplea en la artritis, en las fracturas de la cabeza de los metacarpianos, en las lesiones por arrancamiento de los ligamentos laterales y en la fractura-luxación de la articulación carpometacarpiana (22). La radiografía en abducción forzada del pulgar, es útil en la rotura del LLC de la primera articulación metacarpofalángica (“pulgar del guardabosques” o “del tamborilero”) (7). Algunos radiólogos realizan de forma sistemática una serie de cuatro proyecciones (PA, lateral, oblicua en semipronación de 40º-45º y PA en desviación cubital de 10º15º) (12). Las radiografías dinámicas o de estrés se emplean para valorar roturas ligamentosas y la estabilidad articular. Figura 22. Proyección de Schneck. Figura 23. Proyección de Norgaard. BIBLIOGRAFÍA 1. Weissman BN, Sledge CB. Orthopedic Radiology. W.B. Saunders Co. Philadelphia, 1986; 111-167. 2. Parlorio E, Moreno MJ . Muñeca y mano. En: Pedrosa C, Casanova R. 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