La comuna de los inviernos más fríos

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LATERCERA Sábado 10 de agosto de 2013
Otras mínimas R.M:
Pirque: -3.0°C
Pudahuel: -0.6°C
Tobalaba : -0.5°C
Mínimas del país:
Longaví: -5.0°C
Linares: -4.7°C
Parral : -3.9°C
País
RR A las 6.30 de la mañana se podía ver la escarcha sobre los vehículos en Lampa. FOTO: ROLANDO MORALES
Despertar en la comuna más fría de la
Región Metropolitana se ha convertido en
una rutina para los habitantes de Lampa.
Por Karen Peña
La comuna de los
inviernos más fríos
D
ESPERTAR
CON un paisaje
de escarcha sobre el pasto, heladas matinales
que queman
verduras, y revivir la lucha diaria de lograr que
suba el gas para prender el calefón,
son algunas de las dificultades que
enfrentan cada invierno los habitantes de una de las comunas más
frías de la R. Metropolitana. Pese
a lo tortuoso que puede significar
amanecer bajo los designios del
termómetro, gran parte de quienes viven en Lampa cargan unas
pocas capas de ropa invernal. Son
las 6.47 y una espesa niebla tiñe la
visibilidad de los escasos automóviles que se desplazan en el camino que conduce a Lampa. Según la
Dirección Meteorológica de Chile,
a esa hora se registraba la temperatura más baja de la RM.
Allí, sólo gracias a las bocanadas
de frío, producto de los -3.3° Celsius que azotaron la madrugada de
ayer en el paradero del sector de
Estación Colina, es posible divisar
a Abraham Duarte (17), estudiante de tercero medio quien, al ritmo de Metallica, espera la locomoción que lo llevará al colegio Jerusalén de Lampa. Para llegar a ese
paradero debe caminar dos kilómetros, pero Duarte no se inmuta. “El frío ya lo encuentro normal”, asegura.
Los inviernos de Lampa no discriminan nacionalidades. José
Hernández (30) es un colombiano
que llegó a Chile hace cuatro meses. Como todos los días laborales,
tras estacionar su bicicleta que le
permite transportarse en solo 15
minutos desde su casa al trabajo,
pide un café con leche en un negocio de confites y bebidas, ubicado en Arturo Prat con calle Serrano, en pleno centro de Lampa. Entre tímidos sorbos, relata que por
el frío conoció las sopaipillas, sin
saber que era uno de los alimentos clásicos a la hora de enfrentar
las olas de frío. Reconoce que el
cambio de clima es radical y que el
frío es impresionante. “Compro
dos sopaipillas para comer acá y
dos para la vuelta”.
Clientes como Hernández conforman la cotidianidad del negocio de Sixto Zura y su esposa.
Oriundos de Iquique, este matrimonio es el encargado de recibir
cerca de 50 personas diarias, entre trabajadores y escolares, que se
reúnen en torno a un brasero desde las 5.45. Emprendimiento que
les permite, a pesar de todo, sacar
cuentas alegres.
Así, algunos lampinos esquivan
el invierno. Otros, como Abraham
Tobar (76), un barredor de calles,
no puede esquivar los embates de
este período. Su secreto para salir
victorioso de esta ‘batalla’: “Un
desayuno bien calentito y mantenerse en movimiento”.
Quienes no sacan cuentas alegres
son los agricultores y vendedores de
verduras. “Se nos están quemando
todas las verduras”, explica el vendedor Emilio Alcaíno. Productos
como lechugas, apios y cebollas subieron al doble de su precio normal.
Si en el verano una lechuga costaba $ 200, hoy su valor puede alcanzar los $ 500. Tras años de vivir estos inviernos, los vecinos de la villa Altos de Lampa, dicen que en las
mañanas cuesta que salga agua caliente y que el termo se convierte en
un poderoso aliado.b
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