El motivo inmediato: un juego; el permanente, los roces y la rivalidad que genera la vecindad. Se dice que pandillas del barrio, los ciudadelas y los arañas, alentaron el pleito. Para restablecer el orden intervinieron elementos del cuerpo de granaderos, lo que agravó más las cosas por los métodos violentos que emplearon y que incluyeron la ocupación de los planteles. A partir de ese momento, los actores del conflicto se definieron, la lucha ya no sería entre grupos de estudiantes, sino entre el sector estudiantil y las instancias gubernamentales encargadas del mantenimiento del orden, llámense éstos granaderos, policías o soldados. 4 de agosto, las diferentes asambleas estudiantiles habían logrado generar su documento más importante, el Pliego Petitorio: • libertad a los presos políticos. Reconocimiento por parte del gobierno de la privación de la libertad por causas imputables a la manifestación pública de las ideas había sido una práctica coercitiva, frecuente en la historia mexicana de las últimas décadas. • destitución de los generales Luis Cueto Ramírez y Raúl Mendiolea Cerecero, como también del teniente coronel Armando Frías Ramírez. Las personas mencionadas representaban el brazo personalizado y ejecutor de la represión, y no creación de cuerpos semejantes. Se hace alusión velada a organizaciones altamente represivas en aquel entonces, como la Dirección Federal de Seguridad • derogación de los artículos 145 y 145 bis del código penal (delito de disolución social), instrumentos jurídicos de la agresión. El contenido de estos artículos remite a peligros de invasión extranjera o a situaciones extremas de desaparición del régimen constitucional− En la medida en que su aplicación se ejerciera sobre cualquier brote legítimo de disidencia por parte de la ciudadanía, quedaría anulada toda posibilidad de manifestación democrática o de conciencia política, considerada como altamente peligrosa para la integridad nacional. • indemnización a las familias de los muertos y a los heridos, víctimas de la agresión del viernes 26 de julio en adelante. Cuantificación de las personas involucradas, hace evidente la impotencia por parte del régimen de Díaz Ordaz para controlar y resolver por otros medios que no fuera la violencia extrema, un conflicto que creció en sus manos y que derivaba de otros problemas sociales añejos, emparentados con la participación política. • deslindamiento de responsabilidades de los actos de represión y vandalismo por parte de las autoridades a través de la policía, granaderos y ejército. El señalamiento concreto de culpables era tan complejo políticamente que, por tanto, resultaba difícil avanzar hacia el esclarecimiento de la verdad. Hasta la fecha se mantiene una vaguedad que involucra a todas entidades administrativas, civiles y militares, e individuos, pero no delimita una responsabilidad absoluta sino en la cabeza: el presidente de la república. Aurora Cano Andaluz Los cabecillas. • Raúl Patricio Pobreta Sepúlveda, chileno comunista que se encontraba ilegalmente en México • César Ramiro González • Arturo Same Escalante • Félix Godoy Andreu • Salvador Ríos Pérez, Rubén Valdespino García • Pedro Castillo Salgado 1 • Wildrido Rosado, portorriqueño y con pasaporte falsificado • Margarito Topete • Enrique Morales Jiménez • César Navarrete Fhyni • Arturo Ortiz Marbán, dirigente de las juventudes comunistas • Gerardo Unzuela Lorenzana, primer secretario del comité central del partido comunista • Nika Setter Seegere, norteamericana Todos presos. Periódico Novedades, año XXXIII, Domingo 28 de Julio de 1968 ¿a quién benefició? Para dar respuesta cabal a esta pregunta es necesario convenir en que hay indicios más que suficientes para afirmar que ciertos grupos están interesados en aprovechar a los estudiantes con vista a la fuerza política que pueden llegar a tener, amparándose en la confusión reinante desde hace años en el movimiento estudiantil y explotando la pugna entre las diversas facciones existentes en su seno, que se disputan −en ausencia, por ejemplo, en la Universidad de una federación que luche por las genuinas reivindicaciones del estudiantado y actúe con independencia− la representación y dirección de la masa juvenil. Los beneficiarios de este clima de zozobra deben buscarse entre las tendencias contrarias al diálogo, a la condición pacífica del país, y predispuestas a transformar en conflicto cualquier situación anómala. Este estado de cosas interesa tanto a los sectores derechistas como a la fuerza supuestamente muy radicales que esgrimen la peregrina idea de que el agravamiento y agudización de los conflictos pueden conducir a situaciones que ellos llaman revolucionarios. De ninguna manera puede interesar a la izquierda genuina. Así se explica que una protesta concreta contra algunos elementos de la autoridad se transforme en un ataque frontal contra el régimen, y se presenten peticiones que nada tienen que ver con los hechos primarios y persiguen el propósito evidente de debilitar las posiciones del gobierno. Expresión de descontrol reinante en el movimiento estudiantil es, por ejemplo, la exigencia de que desaparezca la FNET, viejo sueño de los grupos de derecha del Politécnico y de fuera de él. La situación creada lleva igualmente el agua al molino de las fuerzas de derecha que, aprovechando la presencia en los disturbios de auténticos provocadores y de algunos extranjeros, se esfuerzan por todos los medios en desorbitar los acontecimientos y hablar con ligereza inusitada de un complot internacional. Técnicas éstas que no son nuevas. Se aplicaron en el pasado en los sectores obrero y magisterial, y entre los propios estudiantes, y se pretende ahora repetir el experimento en el inestable ambiente juvenil con el fin expreso de obstruir los propósitos presidenciales, de establecer cordiales relaciones de mutua comprensión con la juventud, que tiene serias inquietudes, muchas de ellas justas, pero que es víctima de influencias encontradas y perniciosas. Hay que reconocer que ésta técnica ha logrado algún éxito y reiterar a la vez el deseo de que no se satisfagan los designios de los provocadores o de quienes los mueven como comparsas. Es imperativo que se establezca el clima de diálogo a que está empeñado el gobierno, que los sectores responsables del estudiantado recapaciten, analicen a fondo las consecuencias de la situación que podría crearse y no se presten a ser instrumentos de otro tipo de propósitos inconfesables. 2 Periódico El Día, año VII, Martes 30 Julio de 1968 Trozo de entrevista a Marcelino Perelló Valls, uno de los líderes del movimiento estudiantil: JAIME REYES E. reportero: ¿Ha sido dirigente en otras ocasiones? MARCELINO PERELLÓ VALLS: No, empecé a serlo el 27 de Julio, después de los disturbios. En esa ocasión, la Facultad de Ciencias, a la que pertenezco, acordó participar en el movimiento debido a que arrestaron a uno de nuestros compañerosEn un principio cada escuela planteaba sus demandas, unos pedían respeto a la autonomía universitaria, otros el cese de Cueto, otros que terminara la represiónLos politécnicos no sabían qué querían, realizaban mítines en las calles. Sus reuniones se caracterizaban por la indignación. No existía el Consejo Nacional de Huelga. JAIME REYES E. reportero: ¿Qué ideología tiene el movimiento? MARCELINO PERELLÓ VALLS: En él no existen fascistas ni gubernistas. Hay desde troskistas fanáticos hasta demócratas cristianos. Pero el movimiento no es ideológico. No actuamos en función de posiciones ideológicas. Nos une la convicción de la democracia y libertad no sólo son palabras. Periódico Excelsior, año LII−tomo V, Miércoles 18 de septiembre de 1968 Fragmento de artículo SENSACIONALES REVELACIONES DEL LÍDER SÓCRATES CAMPOS LEMUS El pasado 28 de septiembre hubo otra reunión y se acordó publicar un desplegado, realizar una conferencia de prensa para corresponsales extranjeros y nombrar a representantes para entrar en contacto con el rector Barros Sierra y que posteriormente celebrarían pláticas con representantes gubernamentales. Igualmente se habló de preparar un mitin para el 2 de octubre en la Plaza de las Tres Culturas. Los preparativos del mitin se hicieron con base en la formación de cinco grupos llamados `columnas de seguridad' 3 SÓCRATES AMADO CAMPOS LEMUS: Las `columnas' quedaron encabezadas por Guillermo González Guardado, y su hermano Jesús, Sóstenes Torrecillas, Raúl Álvarez y Florencio López Osuna. Estos tenían el cargo de `comandantes' y la componían seis elementos armados. Éstas columnas en realidad eran grupos de choque, la finalidad de la formación de éstas columnas fue la de dar a las personas que concurrieran al mitin de Tlatelolco, su seguridad, y para que en cuanto llegaran los granaderos o los soldados a disolver el mitin, abrir el fuego en contra de ellos, particularmente en los grupos donde se sospechaba que estaban los mandos tanto de los granaderos como del Ejército. Agregó que las armas que recibieron (aportadas por un individuo llamado Good o Wood) fueron 20 pistolas calibre 380, dos rifles calibre M−1, dos metralletas calibre 22, un rifle calibre 30.06 y dos pistolas calibre 45. Las columnas fueron distribuidas de la siguiente forma: En el edificio del ISSSTE se instaló la comandada por Guillermo González Guardado, en un departamento donde vivían los dos hermanos. La encomendada a Jesús González Guardado quedó en los alrededores del mismo edificio. La tercera se estableció en el jardín de San Marcos y las dos restantes en sitios que no precisó. Dijo que el día del mitin él llegó tarde, acompañado por José Nassar y cuando hablaba Florencio López. Estuvo ahí un momento, hasta que vio correr a la gente y las bengalas que caían junto a la iglesia. Fue él quien pidió al público que guardara la calma, pero luego dice que se desató la balacera. Por otra parte, en el Servicio Médico Forense fueron identificadas otras personas que murieron durante los disturbios y que permanecían en calidad de desconocidos, ellos llevaban en vida el nombre de Agustina Matus de Campos (de 60 años), Ramón Horta Ruíz (de 21 años), Manuel Nájera Oviedo (de 22 años) y Alejandro Carvajal Galván (de 15 años); además, la Cruz Roja informó que en el hospital de la Institución había fallecido ayer Berta Corona Tafoya, de 19 años, que había resultado lesionada en la refriega de Nonoalco. Según los certificados de las autopsias, varios de ellos presentaban lesiones por arma de fuego con trayectoria de arriba hacia abajo, lo cual señala la posibilidad de haber sido heridos por quienes disparaban en las alturas. Por otra parte, indicó la Procuraduría que decenas de armas localizadas en Tlatelolco serían enviadas por las autoridades militares posiblemente hoy o mañana 4 Periódico El Heraldo de México 5