PREMIO SOCIEDAD CIVIL 2015 LAISSEZ FAIRE, LAISSEZ PASSER Carlos Herrera Lo reconozco. Soy liberal. Sé que debería taparme los ojos con una cinta negra y confesarlo como si estuviéramos en una reunión de alcohólicos anónimos. En realidad, lo que realmente me hubiera gustado es ser socialdemócrata. Porque lo tienen todo pagado. Cuando se es socialdemócrata, se sobrentiende que uno es bueno, solidario, y que tiene conciencia y gravedad a la hora de pensar y discurrir. Puede que lo fuera en algún momento de la vida, pero me fui quitando. Soy liberal porque me gusta la relación entre esta corriente y el movimiento ilustrado; ese ‘laissez faire, laissez passer’. Es algo infinitamente más elegante que precisamente lo contrario. El liberalismo casa conmigo porque no consiento que nadie coarte la libertad del que tiene al lado. Me han querido matar un par de veces, pero afortunadamente el altísimo no quiso señalar aquel día con el dedo. Esto no cambió mi discurso ni mi forma de pensar. Hay algunos que traen el discurso cambiado de casa 10 sin necesidad de que los quieran matar. El mío continuó fiel a las libertades. Amo España. El concepto de patria que manejo, sin rubor y sin pedir perdón por ello, no es el de patria o muerte que utilizan algunos de forma oportunista. Me considero un viejo enemigo de todas las dictaduras. Defiendo todos los días la libertad individual porque, sin ella, es imposible conseguir la colectiva. Tengo poco apego a las definiciones absolutas, y nada a las exclusivas, pero algunas cosas tengo por ciertas. Tengo por cierto que me gustan más las personas que el Estado. Tengo por cierto que el gobierno ciudadano es más cívico que aquel que se ejerce de arriba abajo en base a verdades absolutas. Algunos dicen que ser liberal es ser conservador. Lo niego. No hay nadie más conservador que aquellos que siguen anclados en la primera parte del S.XX. ¿Quiénes son conservadores en España? Los que en 1975 se negaron a empujar al régimen hacia una modernización. Sin embargo, los que hicieron posible el cambio, el crecimiento y la modernización no son conservadores. ¿Son liberales? No lo sé, pero no eran conservadores. El liberalismo es enemigo del despotismo del poder. Apuesta por las libertades individuales y hace progresar a la comunidad. Esto no supone estar a favor de la desigualdad y los privilegios… Significa ir en contra del exceso de regulación. Un Estado tiene dos obligaciones fundamentales: garantizar la igualdad de oportunidades y corregir las desigualdades racionalmente, no coartando el éxito y la libertad de las personas. Una vez, durante una entrevista con José Luis Rodríguez Zapatero, me definí como: heterosexual, español, católico, monárquico, constitucionalista, fumador de puros, y aficionado a los toros. ¿A qué país me aconsejan que me exilie? El futuro que tengo aquí es dramático. A pesar de todo esto, hay gente que me quiere e incluso me premia. Muchísimas gracias.