23 de Enero - victorcastano.net

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Enseñanza y aprendizaje en un Mundo Virtual. Tercera parte. Por
Vicente Rodríguez y Víctor M. Castaño. El reto está
en
converger a los docentes hacia el uso de TIC en el desarrollo de
su trabajo de enseñanza. Lo anterior nos conduce a concluir
que necesitamos simplificar la tecnología. Esto no es nuevo en
el Mundo: sólo notemos el amplio abanico de la oferta de
herramientas del tipo web 2.0. El rol del docente es lo que
cambia, ya que se convierte en un orientador del aprendizaje,
que conduce al estudiante en el proceso de aprender.
Indiscutiblemente el rol del tutor a distancia requiere de un
papel diferente al tutor presencial. El hecho de que el alumno,
por su condición de la modalidad, deba en la soledad asumir
los compromisos de su autoaprendizaje, obliga a crear una
estrategia, lo más interactiva posible. Por lo anterior, se hace
necesario que el
docente
tenga
capacidad creativa
y
dinamismo de hacer este proceso de aprendizaje de calidad.
Las nuevas estrategias como tutores a distancia deben ser
diferentes, para motivar al estudiante de otra manera, de modo
que no desista del curso y continua con voluntad y coraje para
aprender. Así, se puede afirmar que el papel de tutor a
distancia es de extrema importancia, pues además de trabajar
el contenido debe desarrollar capacidades para estimular,
motivar y ofrecer siempre nuevas oportunidades de aprendizaje
y participación al estudiante. Lógicamente, estas nuevas
perspectivas didácticas, a partir de la utilización de los
diferentes recursos tecnológicos, abren nuevas posibilidades
que trastocan el diseño instructivo tradicional. Uno de los
elementos fundamentales que se transforma es el rol tradicional
del profesor y del alumno, ya que ahora el eje de la actividad
educativa se centra en el educando, quien pasa a desempeñar
una actitud práctica en el proceso de formación. Por su parte,
el docente toma un papel de mediador, de guía, no menos
importante, entre el alumno y los contenidos que debe
alcanzar. Asimismo, en este modelo, el alumno:
Accede
a
una
amplia
variedad
de
recursos
de
aprendizaje.
Controla de forma activa esos recursos, ya que debe
manipular activamente la información, de tal manera que sea
capaz de organizarla, convertirla en conocimiento para
aplicarlo en los diferentes ámbitos en los que actúa.
Participa en experiencias de experiencia individualizadas,
basada en sus intereses, destrezas, conocimientos y objetivos.
Accede a grupos de aprendizaje cooperativos, que le
permiten trabajar con otros para alcanzar objetivos comunes.
Se
enfrenta
a
tareas
de
resolución
de
problemas
emergentes, ya que no se trata de transmitir unos elementos
culturales establecidos, sino que aprenda a enfrentarse a su
futuro. Estas acciones pueden llevarse a cabo únicamente a
través de las aplicaciones que proporciona Internet. Cuando
esas aplicaciones se plasman en un mismo contexto de
aprendizaje específico, se puede hablar de un entorno de
aprendizaje virtual. Este entorno se concibe como un sistema
abierto que favorece el estudio autónomo e independiente del
alumno,
que
propicia
la
autogestión
formativa,
con
la
mediación del docente, el trabajo en equipo en el ciberespacio
y la generación de procesos interactivos cada vez más
complejos.
El desarrollo tecnológico, la popularización del
acceso a la red y la cada vez más creciente necesidad de estar
formándose a lo largo de toda la vida, han creado una serie de
necesidades y con ellas unas demandas que las instituciones
educativas
universal
superiores
a
internet
deben
satisfacer.
(técnicamente
La
accesibilidad
viable,
aunque
económicamente todavía no lo sea en todo nuestro país) está
permitiendo que estas personas, que desean recibir formación
adicional
en
una
universidad
concreta,
puedan
estar
localizados en muy diferentes lugares. La distancia y el tiempo
han dejado de ser un obstáculo insalvable y se abren las puertas
tanto a instituciones educativas como a personas con diferentes
tipos de necesidades formativas. Por una parte, la aparición de
dispositivos sencillos y económicos que permiten acceder a la
red tanto para ofertar como adquirir diferentes opciones
formativas, y de otra parte, un mundo cada vez más
globalizado, donde las fuerzas productivas cada vez deben
estar más preparadas. Es por ello que existe una necesidad
creciente
de
actualización
habilidades/competencias/conocimientos...
de
adquiridos,
las
pero
ahora a través del aprendizaje de procesos formativos virtuales.
Entender y comprender los mundos virtuales posibilitaría la
educación nuevos procesos de aprendizaje y transmisión del
conocimiento a través de las redes telemáticas, nuevos
conocimientos y destrezas y la creación de un nuevo escenario
social que implique formar redes de centros educativos. Esta
nueva realidad o entorno virtual lanza una sombra sobre la
educación actual: mucho de lo que se aprende hoy por
contacto
directo, será
hecho
en
ambientes
interactivos
virtuales.
Los autores de este artículo son el Mtro. Vicente
Rodríguez y Víctor Castaño. Cualquier comentario sobre este
artículo favor de dirigirlo a Víctor M. Castaño, al teléfono/fax
(442)1926129, correo electrónico vmcastano@uaq.mx y página
web www.victorcastano.net. Artículos anteriores de CIENCIA
HOY se encuentran archivados en la página de internet
www.sophie.unam.mx
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