128 . 129 Chile . Chile SANTIAGO . SUDAMÉRICA fracciones difusas de la inocencia Reconstruiraunaahistoria desde la interdisciplinaridad plástica, donde el camuflaje, e l a o c u lta m i e n t o , a e l fragmento y la yuxtaposición como estrategias visuales, planteanalaaambigüedad y el drama oculto en lo autobiográfico, la mujer, lo doméstico y la infancia. TEXTO francisca medina . historiadora de arte FOTOGRAFÍAS cortesía de la artista Remembering Ofelia, 2009, Fotografía digital, impresión lambda, 100 x 120 cm. 130 . 131 a obra de Elisa García de La Huerta (Santiago, Chile 1983), actualmente en Nueva York, nos sumerge en lo atractivo de lo espontáneo, lo expresivo y contradictorio. A partir de sutilezas plásticas surgen cuestionamientos que dan paso a nuevas lecturas, tributarias de una multiplicidad de reflexiones que van más allá de una mera satisfacción visual. Su trabajo plástico se caracteriza por un carácter pictórico y versátil; utiliza telas, costuras, grabados, fotografía, videos y performance. Dentro de esta interdisciplinaridad es donde se enmarcan diversas estrategias visuales, que resguardan sus significaciones y nos invitan a deambular por diversas nociones provenientes de lo autobiográfico. Así, el espectador establece conexiones con su propia historia o recuerdos, diluyéndose los límites entre pasado, presente, sueño o inconsciente. Sus obras, como “Campos para la Singer”, donde la confección, la tela y la costura se plasman en lo bidimensional, o bien sus video-instalaciones -como “The Pool” (2010), basada en películas super 8 familiaresevidencian ese constate proceso creativo, exacerbación de gestos, secuelas de lo fragmentario y a la vez compartido, metáforas de infancia y adultez. Elisa es su obra, como acto real, revelador, vivenciador de emociones, expuesto, vulnerable, que trasciende al propio acto creativo. Tu quehacer artístico transita por lo interdisciplinario. ¿Podrías explicarnos estas transiciones? Lo pictórico ha sido algo constante en mi obra. De la pintura, mis imágenes se fueron haciendo más gráficas en relación a la infancia y lo doméstico, así empecé a utilizar la costura y el corte como medio, hasta un momento en que empecé a plantearme preguntas que eran difíciles de transmitir en algo tan laborioso y abstracto. De esa manera comencé a hacer fotografías en un periodo de dos años en el que viajé mucho. No tenía espacio ni tiempo para estar cosiendo. Esto hizo que me de cuenta de que lo importante era el proceso de estos actos. Así comencé a experimentar en video y performance. Además, me llamaba la atención todo este material que tenia de mi infancia. Entonces volví a abarcar este tema, involucrando tiempo y movimiento. La costura ha mutado a lo que son mis construcciones de grandes collages tridimensionales, que forman mis videoinstalaciones. Dejar la costura y utilizar sólo alfileres, responde a la fragilidad y vulnerabilidad que se expresa en mis fotografías y videos. Todos los medios se van retroalimentando unos a otros. ¿De dónde provienen las temáticas de tus propuestas; lo autobiográfico, la mujer, y la infancia? ¿Qué reflexiones previas te planteas? Un trabajo deriva a otra idea, algún detalle, soluciones o frustraciones me inspiran con el objetivo de solucionar The wonder wheel, 2008, Fotografía digital, impresión lambda, 100 x 120 cm. 132 . 133 esos problemas, otras veces surge de materiales, lugares o cosas que van sucediendo en mi vida. En un principio el paisaje y su experiencia espiritual fue algo constante, después fue derivando a lo que pasaba dentro de éste en relación a la casa y a su interior, así surgió la idea de familia e infancia; qué significaban los traumas, los juegos y dónde estaban estos límites entre “lo bello, lo sublime y lo siniestro”. Posteriormente empecé a relacionar la mujer, el paisaje y lo secreto a través de lo narrativo y los roces entre ficción y realidad, a través de las fotografias y lo performático. De ese modo, empecé a utilizar mi persona y alter ego, cuestionándome la expresión corporal, en respuesta a nuestros estados psicológicos y recuerdos concientes o inconcientes que van determinando el compartamiendo de la psiquis. ¿Cómo y porqué defines el ser parte de algunas de tus propuestas visuales? Para mi son actos reales. Me expongo a experiencias personales en lugares secretos, a fin de descubrir o sanar miedos, rabia, pena, angustia, ansiedad, soledad o dolor. Exploro mis dificultades, estabilidad y vulnerabilidad. Estas performances son documentadas a fin de comunicar o conectar al espectador con alguna parte sensible y cercana a esta vulnerabilidad o fragilidad en su presente, pasado o inconsciente. ¿Podrías contarnos acerca de “My father´s super 8 film”, como referente de tus video-instalaciones, y esa delgada línea entre el placer y la violencia? Y, ¿cómo se inserta “Campos para la Singer”, obras bidimensionales, dentro de tu quehacer artístico? Desde pequeña vi a mi papá haciendo sus películas. Después las veíamos en un proyector los fines de semana. Este proceso me produjo una fascinación muy especial. La infancia es un tema recurrente en mi trabajo, por lo que, en un momento, me di cuenta que debía usar este material. Desde un principio empecé a leer a Kant y Freud en relación a la idea de lo familiar, de cara a lo que nos produce miedo. Con el tiempo esto se ha ido haciendo más nítido. Ahora me doy cuenta que sigo investigando lo mismo pero de una manera más simple. El placer y la violencia como la comodidad e incomodidad, son polos y a su vez son sentimientos que se cruzan. Esto está arraigado en nuestra cultura. Mi manera de representarlo es a través de imágenes de nuestra historia o recuerdos borrosos de la infancia, donde estos límites están especialmente difusos. ”Campos para la Singer” ha sido un cuerpo de obra muy importante por su proceso de confección, literalmente, que implicaba mucho conflicto; unir y desunir, cortar y pegar, armar y desarmar pedazos gigantes de telas con muchas capas; problemas con los que mi obra se sigue estructurando, por ejemplo en los videos, a través de capas, corte y repetición, que antes se perdían en su resultado final. Maneras que siempre hablan de algo que no calza bien o que tiene diferentes connotaciones. Hopelessness, 2008, Fotografía digital, impresión lambda, 100 x 120 cm.