Documento descargado de http://www.elsevier.es el 19/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Radiología. 2011;53(5):462---465 www.elsevier.es/rx COMUNICACIÓN BREVE Hendiduras miocárdicas: a propósito de 4 casos S. Torga Sánchez a,∗ , E. Santamarta Liébana a , M. Martín b y A. Saiz Ayala a a b Departamento de Radiodiagnóstico del Hospital Universitario Central de Asturias, Oviedo, España Departamento de Cardiología del Hospital Universitario Central de Asturias, Oviedo, España Recibido el 14 de marzo de 2010; aceptado el 2 de julio de 2010 Disponible en Internet el 29 de abril de 2011 PALABRAS CLAVE Hendiduras; Septo interventricular; Miocardio; Anomalía congénita cardiaca Resumen Las técnicas de resonancia magnética cardiaca (RMC) actuales permiten el reconocimiento de múltiples variantes anatómicas cardiacas, como las hendiduras miocárdicas. Presentamos cuatro casos clínicos de hendiduras miocárdicas. Se trata de anomalías poco frecuentes y aparecen tanto en individuos sanos como en pacientes con diferentes afecciones cardiacas. Su etiopatogenia es desconocida, aunque se barajan varias hipótesis. Si bien la mayoría de las veces se trata de un hallazgo casual, es importante conocer su existencia porque pueden ser responsables de embolismos sistémicos. © 2010 SERAM. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados. KEYWORDS Myocardial clefts: A report of four cases Cleft; Interventricular septum; Myocardium; Congenital heart defect Abstract Current cardiac magnetic resonance imaging (cMRI) techniques enable many heart defects, like myocardial clefts, to be detected. We present four clinical cases of myocardial clefts. Myocardial clefts are uncommon abnormalities that are found in both healthy individuals and patients with different heart problems. The etiopathogenesis is unknown, although several hypotheses have been proposed. Although myocardial clefts are usually discovered incidentally, it is important to be aware of their existence because they can cause systemic embolisms. © 2010 SERAM. Published by Elsevier España, S.L. All rights reserved. Introducción La resonancia magnética cardiaca (RMC) permite el reconocimiento de múltiples variantes anatómicas cardiacas, como las hendiduras o clefts miocárdicos. Estas anomalías son Autor para correspondencia. Correo electrónico: selenatorga@hotmail.com (S. Torga Sánchez). ∗ poco comunes y, de acuerdo con la bibliografía, se localizan en el septo interventricular, especialmente en los segmentos basales y medios1,2 . Casos clínicos Presentamos 4 casos de pacientes a los que se les realizó una RMC por distintos motivos. Los estudios se llevaron a cabo en un equipo de 1,5 teslas General Electric (Signa GE Medical Systems; Milwaukee, EE. UU.). En todos ellos se obtuvieron 0033-8338/$ – see front matter © 2010 SERAM. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados. doi:10.1016/j.rx.2010.07.013 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 19/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Hendiduras miocárdicas: a propósito de 4 casos secuencias de cine-RM FIESTA, doble IR potenciadas en T1 y de realce tardío. El paciente número 1 acudió al servicio de Urgencias por sospecha de ictus isquémico subcortical parietal derecho, descubriéndose una arritmia por fibrilación auricular. Se realizó una ecocardiografía donde se visualizó una masa en el ápex con aspecto de trombo apical, por lo que se completó el estudio con una RMC. En las secuencias de cine-RM no se objetivaron alteraciones de la contractilidad, ni áreas de hiperrealce en las secuencias de realce tardío, identificando una hendidura miocárdica de gran tamaño (10 mm) en el segmento anteroseptal a nivel medio (fig. 1 a y b). En el paciente número 2 el estudio se realizó para confirmar una miocardiopatía hipertrófica apical. Además de este hallazgo se visualizaron dos pequeñas hendiduras miocárdicas en el segmento inferoseptal a nivel basal (fig. 2 a-c). El paciente número 3 fue estudiado para confirmar el diagnóstico de miocardiopatía no compactada (MNC). Además de los hallazgos típicos de esta entidad se evidenció una pequeña hendidura en la zona de unión del septo medio con el basal, sin flujo a su través (fig. 3 a y b). Al paciente número 4 se le realizó una RMC por una sospecha de displasia arritmogénica del ventrículo derecho (DAVD), sin identificarse hallazgos patológicos; únicamente se apreció en las secuencias de cine-RM un defecto incompleto del septo interventricular a nivel medio, en relación con una pequeña hendidura (fig. 3 c y d). 463 Figura 1 a) Secuencia doble IR en T1 en un plano cuatro cámaras. b) Secuencia FIESTA en el eje corto: hendidura de gran tamaño (10 mm) (flechas) en el segmento anteroseptal a nivel medio, que no corresponde a un aneurisma del septo, y que está situada en las proximidades del ápex, en el lado derecho. Discusión Las hendiduras miocárdicas se describieron por primera vez en 1816 y desde entonces se han publicado más de 400 casos. Estas anomalías son congénitas y aparecen en la cuarta semana del desarrollo embrionario3 . En las imágenes de RMC las hendiduras se visualizan como soluciones de continuidad incompletas del miocardio septal, en los segmentos basales y medios, sin flujo a su través y con una función contráctil normal. En las secuencias de realce tardío las hendiduras no se asocian a áreas de realce del miocardio septal. Kantarci et al4 plantearon la posibilidad de que se tratara de pequeñas comunicaciones interventriculares (CIV) completas congénitas, que con el tiempo se cierran de forma parcial, pero actualmente su etiopatogenia es desconocida. El tamaño de las hendiduras oscila entre unos pocos milímetros y 10 mm, como en el caso 15 . Se han descrito dos tipos de hendiduras en función de su composición histológica: las musculares, que están formadas por miocardio con arquitectura normal, y por tanto con función contráctil sincrónica con el ventrículo; y las fibrosas, que están formadas mayoritariamente por tejido conectivo y se muestran aquinéticas. Estas últimas se encuentran descritas en la literatura como aneurismas ventriculares congénitos, y actualmente se consideran dos entidades claramente individualizadas, con distinta histología y características morfológicas5,6 . La incidencia descrita en autopsias realizadas en pacientes que habían fallecido por enfermedad cardiaca es del 0,4%, aunque se cree que la incidencia en la población general es mayor, ya que muchos de los individuos portadores de esta alteración son asintomáticos5 . En el estudio publicado por German et al1 realizado en pacientes con miocardiopatía hipertrófica (MCH), hasta un 81% de pacientes portadores de mutaciones relacionadas con esta enfermedad presentaban hendiduras miocárdicas, aunque todavía no hubiesen desarrollado la hipertrofia del miocardio, por lo que se sugirió la posibilidad de que estas anomalías representaran un estadio precoz de la enfermedad1,2 . Se desconoce la etiología de estas hendiduras tanto en pacientes con MCH como en individuos sanos. No se ha demostrado que en estos últimos su presencia condicione una enfermedad miocárdica7 . En nuestro caso 2 encontramos un paciente con MCH apical asociada a dos pequeñas hendiduras miocárdicas en el segmento inferoseptal a nivel basal. En los casos de miocardiopatía no compactada (MNC) o en individuos con aumento de la trabeculación miocárdica que no cumplen criterios de MNC, se deben distinguir estas hendiduras de los recesos intertrabeculares profundos. Nuestro caso 4 presentaba MNC y una pequeña hendidura en la zona de unión del septo medio con el basal. Las principales localizaciones de estas anomalías se detallan en un estudio realizado por Marijon et al6 donde establecieron dos categorías de hendiduras: las de localización apical, que se asociaban a defectos de la línea media toraco-abdominales y a otras malformaciones cardiacas; y las no apicales, que fueron siempre defectos aislados. Johansson et al8 describieron las hendiduras en dos ubicaciones: en el segmento inferobasal en individuos sanos, y en el septo medio-apical, observadas tanto en individuos sanos como en pacientes con distintas afecciones cardiacas. Documento descargado de http://www.elsevier.es el 19/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 464 S. Torga Sánchez et al Figura 2 Secuencia FIESTA a) cuatro cámaras, b) y c) eje corto: miocardiopatía hipertrófica apical (*) y dos pequeñas hendiduras miocárdicas (flechas) en el segmento inferoseptal a nivel basal. En esta serie se concluye que en más del 6% de los individuos sanos se detectan hendiduras miocárdicas. También se pueden observar hendiduras en el ventrículo derecho, de localización septal9 ; o incluso existir varias en un mismo individuo9,10 . En nuestro caso 3, que presenta una MCH apical, visualizamos dos hendiduras situadas en el segmento inferoseptal a nivel basal, localización únicamente descrita en individuos sanos2,8 . Figura 3 a y b) Secuencia FIESTA cuatro cámaras y eje corto: miocardiopatía no compactada (*) con una pequeña hendidura (flecha) hacia el VI en l unión del septo medio con el basal; c y d) secuencia FIESTA cuatro cámaras y eje corto: defecto parcial del tabique en la región media (flecha). Documento descargado de http://www.elsevier.es el 19/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Hendiduras miocárdicas: a propósito de 4 casos El diagnóstico diferencial de las hendiduras se debe realizar con las siguientes entidades: - Comunicación interventricular: se identifica una solución de continuidad completa en el septo. - Aneurismas ventriculares congénitos: son hendiduras del septo cuyo miocardio se forma mayoritariamente por tejido conectivo, por lo que se muestran aquinéticas en las secuencias de cine-RM. - Aneurisma ventricular adquirido: es un área de miocardio cicatricial adelgazado y disquinética en las secuencias de cine-RM. - Pseudoaneurisma ventricular: representa pericardio que contiene un ventrículo izquierdo roto y se muestra aquinético en las secuencias de cine-RM. - Recesos intertrabeculares del miocardio no compactado en la MNC: las hendiduras únicamente afectan al miocardio compactado. - Saculaciones miocárdicas en la DAVD: muestran alteraciones segmentarias de la contractilidad. Aunque la mayoría de los individuos portadores de esta anomalía están asintomáticos, en ocasiones estas hendiduras pueden ser la causa de embolias sistémicas, que necesitarán un tratamiento anticoagulante o incluso recurrir a la cirugía3,5,10 . Conclusión Teniendo en cuenta lo descrito en la literatura y nuestros hallazgos, las hendiduras miocárdicas pueden encontrarse tanto en individuos sanos como en múltiples enfermedades cardiológicas, siendo además de localización variable. El creciente uso y desarrollo de las técnicas de imagen aplicadas a las cardiopatías contribuye a una mejor caracterización de las mismas, así como a la descripción de hallazgos anatómicos incidentales que debemos conocer para realizar un diagnóstico correcto. La mayoría de los individuos están asintomáticos y las hendiduras constituyen un hallazgo casual, pero conviene conocer su existencia ya que en ocasiones pueden ser responsables de embolias sistémicas. Asimismo se debe realizar un diagnostico diferencial con otras dolencias que se asocian más frecuentemente a complicaciones cardiacas. Conflicto de intereses Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses. 465 Autorías 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. Responsable de la integridad del estudio: STS. Concepción del estudio: STS. Diseño del estudio: STS. Obtención de los datos: STS, ESL, MMF. Análisis e interpretación de los datos: ESL. Tratamiento estadístico: STS. Búsqueda bibliográfica: STS. Redacción del trabajo: STS. Revisión crítica del manuscrito con aportaciones intelectualmente relevantes: MMF, ASA. 9. Aprobación de la versión final: STS, ESL, MMF, ASA. Bibliografía 1. Germans T, Wilde A, Dijkmans P, Chai W, Kamp O, Pinto Y, et al. Structural abnormalities of the inferoseptal left ventricular wall detected by cardiac magnetic resonance imaging in carriers of hypertrophic cardiomyopathy mutations. J Am Coll Cardiol. 2006;48:2518---23. 2. Pujadas S, Sánchez J, Galache J, Carreras F. Hendidura miocárdica: una alteración anatómica para tener en cuenta. Rev Esp Cardiol. 2009;62:820---34. 3. Ohlow MA. Congenital left ventricular aneurysms and diverticula: definition, pathophysiology, clinical relevance and treatment. Cardiology. 2006;106:63---72. 4. Kantarci M, Olgun H, Duran C. Is it ventricular diverticulum or closed muscular ventricular septal defect? AJR Am J Roetgenol. 2008;190:W374. 5. Srichai M, Hecht E, Kim D, Jacobs J. Ventricular diverticula on cardiac CT: More common than previously thought. AJR Am J Roetgenol. 2007;189:204---8. 6. Marijon E, Ou P, Fermont L, Concordet S, Le Bidois J, Sidi D, et al. Diagnosis and outcome in congenital ventricular diverticulum and aneurysm. J Thorac Cardiovasc Surg. 2006;131:433---7. 7. Baliga RR, Young JB. The Concertina Pump. Heart Failure Clin. 2008;4:xiii---xix. 8. Pennell DJ, Kilner PJ, Johansson B, Maceira AM, Babu-Narayan S, Moon JC. Clefts can be seen in the basal inferior wall of the left ventricle and the interventricular septum in healthy volunteers as well as patients by cardiovascular magnetic resonance. J Am Coll Cardiol. 2007;50:1294---5. 9. Lee W, Chen S, Wang T. Right ventricular diverticula. AJR Am J Roetgenol. 2006;190:W190. 10. Takahashi M, Nishikimi T, Tamano K, Hara S, Kobayashi T, Honda T, et al. Multiple left ventricular diverticula detected by second harmonic imaging: a case report. Circ J. 2003;67: 972---4.