Vocabulario reducido provoca mal rendimiento escolar 26 de marzo de 2003 Para apoyar a los niños con dificultades en el lenguaje es necesario favorecer, tanto en el colegio como en los hogares, los ambientes oralizados y las conversaciones demandantes. En algunos casos los alumnos requerirán de ayuda multiprofesional que les permitirá desarrollar su comprensión lectora y de discurso. Sin embargo, hay que considerar que los trastornos del aprendizaje se describen al cabo de los dos primeros años de escolaridad, en consecuencia los tratamientos sicopedagógicos no son recomendables para quienes recién ingresan al colegio. Un repertorio léxico restringido podría perjudicar a los niños que se disponen a ingresar al colegio, sobre todo porque entre primero y segundo básico tendrán que aprender a leer y escribir. Según explica la fonoaudióloga de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, Juana Barrera, los menores en etapa pre-escolar pueden presentar diversas alteraciones del lenguaje, entre las que se incluyen la falta de vocabulario y los problemas de articulación. "Estos últimos son los más comunes y fáciles de detectar porque están relacionados con la producción de sonidos. Por ejemplo, a veces los niños 1/5 Vocabulario reducido provoca mal rendimiento escolar no pueden pronunciar perro, en cambio dicen "pello", o en vez de plato dicen "piato". Aunque a los seis años estos problemas debieran estar superados, no hay que preocuparse demasiado porque son de fácil resolución. Otra dificultad es que el pequeño tenga un repertorio léxico reducido, es decir, que maneje pocas palabras, lo que le impide explicar sus ideas o darse a entender. En algunos casos esto viene aparejado con el uso excesivo de gestos y sonidos que son empleados para reemplazar las palabras", explica la fonoaudióloga. Juana Barrera recalca que en ambas situaciones no hay que alarmarse porque no se trata de trastornos ni problemas graves del lenguaje, por lo tanto bastará con el apoyo que puedan brindar padres y profesores. "No debemos olvidar que cuando el menor ingresa al colegio se encuentra con un medio totalmente oralizado y demandante. Si no es capaz de desarrollar las habilidades verbales propias de su edad necesitará de estímulos adicionales. En este sentido los colegios cumplen un rol fundamental que se traduce en la atención especializada y la oferta, por ejemplo, de talleres de lenguaje", explica. Sin embargo, al contrario de lo que se pudiera imaginar, a veces el grupo de niños que ingresa al colegio sin inconvenientes en el lenguaje oral, también presenta problemas para aprender a leer y escribir. Ello no significa, necesariamente, que exista un trastorno de aprendizaje aunque, por supuesto, es necesario prestar atención a estos menores. "Muchos padres se agobian porque sus hijos no logran asimilar la misma información que sus compañeros de clase. Hay que recordar que el proceso de la lecto-escritura es muy complejo, por eso se ha estimado que un 2/5 Vocabulario reducido provoca mal rendimiento escolar niño puede demorar hasta dos años en desarrollarlo correctamente. Ello se debe a que en él están involucrados mecanismos sicológicos, cognitivos, afectivos y metodológicos. Claro está, es necesario prestar atención a los pequeños que se atrasan con respecto a sus pares porque, tal vez, la metodología que está empleando el profesor no es la más indicada para esos estudiantes", plantea Juana Barrera. Según la fonoaudióloga, los trastornos del aprendizaje se describen después de dos años de escolaridad, en consecuencia los tratamientos sicopedagógicos no son recomendables para niños que recién ingresaron al colegio. "Hemos notado que últimamente hay una tendencia a enviar a los alumnos al sicopedagogo apenas se detecta una dificultad de este tipo. Eso no es aconsejable porque cada niño tiene tiempos distintos para enfrentar el proceso de aprendizaje. Eso sí, el colegio, a través de sus profesores, debe brindar orientación y ayuda especial a estos niños. Si un maestro ha agotado todos sus recursos y el menor ya está en segundo básico sin haber aprendido aquello que se le exigía para su edad, entonces es el momento indicado para consultar un especialista", recalca. Juana Barrera estima que en estos casos los equipos multiprofesionales tendrán que evaluar e indagar los motivos por los cuales los niños no están asimilando lo que debieran. Rol de los padres 3/5 Vocabulario reducido provoca mal rendimiento escolar "En todo caso, los padres también cumplen un rol fundamental en la estimulación del lenguaje. Una de las cosas que se les pide es que favorezcan los ambientes oralizados, es decir, que interactúen verbalmente con sus hijos. Para eso deben conversar con ellos, preguntarles qué hicieron durante el día e instarlos a que comenten y argumenten sus opiniones. Otra forma de ayudarlos es leyéndoles cuentos antes de que se duerman. Para eso lo ideal es que el niño vea el texto junto con el adulto y que éste le señale la línea y las letras que está repasando, para motivarlo en su aprendizaje", agrega la fonoaudióloga. Una vez que los niños ya aprendieron a leer y escribir, pueden presentar problemas para narrar y contar acontecimientos. Estos alumnos no son, necesariamente, los que tuvieron dificultades en la articulación del lenguaje ni tampoco aquellos que requirieron de apoyo para superar la etapa de lecto-escritura. "Eso sí, muchas veces son niños que presentan pobreza de vocabulario o restricción léxica, lo que interfiere en la comprensión de lo que leen. Junto a ello, se observa que no son capaces de armar la idea global de lo que se transmite y eso impacta en el proceso de aprendizaje y en el rendimiento de casi todas las materias", comenta. Ya que a estos niños les cuesta entender lo que están leyendo, sobre todo si se trata de asuntos científicos o temas difíciles, evitan esta actividad, lo que impide el aprendizaje de nuevo vocabulario y de formas gramaticales complejas. En resumen, se produce un verdadero círculo vicioso que profundiza el problema. 4/5 Vocabulario reducido provoca mal rendimiento escolar .La fonoaudióloga explica que un niño con un desarrollo del discurso incompleto y una comprensión lectora inadecuada, necesitará de espacios especiales de interacción verbal. "El colegio puede aportar con talleres de lenguaje, dándole una atención individualizada, apoyándolo con un sicopedagogo o un fonoaudiólogo, si lo tuviera. En todo caso, los padres tendrán que recurrir a un equipo multiprofesional para saber qué está afectando al niño. Es necesario descartar aspectos cognitivos, sicoafectivos, del lenguaje, entre otros", recalca. Aunque en Chile no se manejan cifras respecto a cuántos niños tienen dificultades en el lenguaje oral y escrito, los especialistas sostienen que en los últimos años, aparentemente, los casos han aumentado. 5/5