www.tecnicacontable.com La subjetividad de los pasivos contingentes y provisiones en la actual NIC 37 Rafael Moreno Fernández Doctor en Ciencias Económicas. Auditor-Censor jurado. Inspector ECA-Banco España1 El presente artículo aborda los distintos conceptos que intervienen en la determinación de los pasivos contingentes y las provisiones al amparo de la NIC 37, poniendo de relieve las posibles ambigüedades, carencias técnicas y elevada subjetividad que implica hoy su práctica, de tal modo que posibilite enjuiciar las futuras modificaciones que son objeto de discusión en la actualidad. 1. INTRODUCCIÓN 2. ÁMBITO DE LA NIC 37 3. DEFINICIÓN DE PASIVO CONTINGENTE Y PROVISIÓN 7. LAS POSIBLES MODIFICACIONES SEGÚN EL BORRADOR 8. CONCLUSIONES BIBLIOGRAFÍA 4. CARACTERIZACIÓN DE UNA PROVISIÓN 5. CUANTIFICACIÓN DE LA PROVISIÓN 6. INFORMACIÓN EN LA MEMORIA MAYO 2008 1 Las opiniones e interpretaciones del presente artículo corresponden exclusivamente a su autor. Técnica Contable 73 www.tecnicacontable.com 1 Introducción bilidades, para otras provisiones de tráfico así como las La NIC2 37 sobre provisiones, activos contingentes y pasivos contingentes aprobada por el IASC3 en julio de 1998 y en vigencia desde el 1 de julio de 1999, se encuentra actualmente en proceso de discusión, partiendo de un documento publicado por IASB4 en 30 de junio de 2005. A nivel europeo fue asumida en virtud del Reglamento CE número 1725/2003 de 29 de septiembre, por el que se adoptaban determinadas normas internacionales de contabilidad. pérdidas futuras derivadas de explotaciones, ni para de reestructuración. En cualquier caso, no deben dotarse para cobertura de La actual norma parte de la base de considerar qué elementos configuran un pasivo contingente y como pueden, siempre que se den determinadas circunstancias, convertirse en una provisión y, en este caso, otorgársele el carácter de un pasivo. Este proceso, sin embargo, puede llevar implícito una alta carga de subjetividad, no perceptible a primera vista. Existen trabajos magníficos publicados en España sobre esta norma, si bien nuestro enfoque trata de expresar las dificultades prácticas existentes desde la perspectiva estadística o auditora así como la incoherencia que supone en parte su aplicación, todo ello conducente a comprender la necesidad de realizar algunos cambios que se pretenden emprender. En nuestro análisis no contemplamos los activos contingentes, pues, los requisitos actuales para su reconocimiento en balance NIC, imponen la casi práctica seguridad de su existencia como activo. reparar un daño no causado. 3 Definición de pasivo contingente y provisión Para la NIC 37.10 un pasivo contingente es: (a) Una obligación posible, surgida a raíz de sucesos pasados, cuya existencia ha de ser confirmada sólo por la ocurrencia, o en su caso por la no ocurrencia, de uno o más eventos inciertos en el futuro, que no están enteramente bajo el control de la empresa; o bien, (b) Una obligación presente, surgida a raíz de sucesos pasados, que no se ha reconocido contablemente porque: (1) No es probable que la empresa tenga que satisfacerla, desprendiéndose de recursos que incorporen beneficios económicos; o bien (2) El importe de la obligación no puede ser valorado con la suficiente fiabilidad. Por tanto, o bien es una obligación que solo es posible determinar por causas inciertas en el futuro, o bien siendo una obligación presente no se prevén salidas de recursos, o no puede valorarse su importe fiablemente. 2 Ámbito de la NIC 37 La consecuencia es que debemos reconocer contablemente tal pasivo contingente. Se aplicará por todas las entidades en la contabilización de provisiones, activos y pasivos contingentes, excepto a contratos pendientes de ejecución (salvo los onerosos), aquellos que surjan en entidades aseguradoras de contratos con tenedores de pólizas de seguros, y aquellos cubiertos con otra norma. Respecto a las provisiones se excluyen las correspondientes a instrumentos financieros que quedan reguladas por su propia NIC 39. De este modo se someten al alcance de la NIC 37, entre otras, las provisiones para impuestos, para responsa- 74 Hay que llamar la atención sobre el modo en que se expresa el propio texto de la norma cuando indica que no se ha reconocido contablemente, pues, con ello parece indicar que no se ha contabilizado, porque no era necesario. Obviamente únicamente se refiere a la formulación de los estados NIC, pero no a la base contable en sí misma5. Para la NIC 37.10 una provisión es un pasivo sobre el que existe incertidumbre acerca de su cuantía o vencimiento. Por lo tanto, queda desligado de todo contenido relacionado con depreciación sistemática o pérdida de valor por deterioro de algunos activos. Técnica Contable Nº 708 www.tecnicacontable.com La provisión, calificada en esta forma, se integra como un pasivo y en consecuencia se trata de una obligación presente de la empresa, surgida a raíz de sucesos pasados, al vencimiento de la cual, y para cancelarla, la empresa espera desprenderse de recursos que incorporan beneficios económicos. 4 Caracterización de una provisión - Salida probable de recursos Tal condición se considerará probable siempre que haya en el futuro una mayor posibilidad de que un suceso se presente, que de lo contrario. Si no es probable que exista la obligación, debe informar en las notas sobre un pasivo contingente, salvo que la posibilidad de salida de recursos que incorporen beneficios económicos sea remota (NIC 37.23). - Que sea posible una estimación fiable La utilización de estimaciones es una parte esencial de la preparación de los estados financieros y su existencia no perjudica su fiabilidad. Salvo casos extremadamente raros la empresa será capaz de determinar un conjunto de desenlaces posibles de la situación incierta para realizar una estimación de la obligación (NIC 37.25). 4.1 Condiciones Para que un pasivo contingente sea reconocido como una provisión deben darse las tres condiciones siguientes (NIC 37.14): a) Que la empresa tenga una obligación presente como resultado de un suceso pasado. b) Que es probable que la empresa tenga que desprenderse de recursos que incorporen beneficios económicos para cancelar tal obligación. c) Que puede hacerse una estimación fiable del importe de la obligación. Pasamos a analizar las aclaraciones que se formulan sobre estas condiciones: - Que sea una obligación presente Para determinarlo la empresa tendrá en cuenta toda la evidencia disponible, entre la que puede incluir la opinión de expertos, y cualquier información adicional. Por fiabilidad se entiende que la información posee la tal cualidad cuando está libre de error material y de sesgo o perjuicio, y los usuarios pueden confiar en que es la imagen fiel de lo que pretende representar, o de lo que puede esperarse razonablemente que represente (MC7-31). Si no es fiable puede ser potencialmente fuente de equívocos (MC-32). 4.2 Dificultades de esta caracterización Para determinar una provisión hay que establecer una probabilidad que permita juzgar que se trata de una obligación presente y con salida de recursos posibles, independientemente de que además constituya un hecho pasado y de estimación fiable. 2 NIC: Norma Internacional de Contabilidad. 3 IASC: International Accounting Standard Committee. 4 IASB: International Accounting Standard Board. Si la probabilidad de existencia de la obligación presente, en la fecha del balance, es mayor que la probabilidad de no existencia reconocerá una provisión y, en caso contrario, informará en las notas de la existencia de un pasivo contingente (NIC 37.16). - Que sea un suceso pasado El suceso que da origen a la obligación de pago es de tipo legal o implícito6 de forma que a la empresa no le queda otra alternativa más realista que satisfacer el importe correspondiente. MAYO 2008 5 Mejor redacción ofrece la Introducción de la NIC 37.18 que al referirse a un pasivo contingente, indica: “toda obligación presente, surgida a raíz de sucesos pasados, pero no reconocida en los estados financieros, ya que ...”. Queda así matizado que se refiere a los estados financieros NIC, y no a la contabilidad en el sentido de registro contable. 6 Define la propia NIC 37 que: Una obligación legal es aquélla que se deriva de un contrato, de la legislación, u otra causa de tipo legal. Una obligación implícita es aquélla que se deriva de las actuaciones de la propia empresa, en las que haya puesto de manifiesto ante terceros que está dispuesta a aceptar cierto tipo de responsabilidades y haya creado una expectativa válida, ante aquellos terceros con los que debe cumplir sus compromisos o responsabilidades. 7 MC: Marco Conceptual Técnica Contable 75 www.tecnicacontable.com El establecimiento de la probabilidad como criterio contable que marca un tratamiento diferencial, implica un elevado componente de subjetividad, el cual va a depender del grado de información disponible, según se trate de sucesos recurrentes o aislados. Por otro lado, la propia magnitud suscita problemas de interpretación. Así, por ejemplo, si se estableciera un 49% frente a un 51% a favor o en contra, es evidente que existe mayor probabilidad en un sentido que en otro, pero no suficiente distante como para surtir efectos radicales en el modo de proceder contablemente; igualmente no sería una decisión clara una proporción de 60-40%. En otros muchos casos una probabilidad equitativa del 50% sería lo más representativo de una situación, entonces ¿qué posición adoptar? En definitiva, entendemos, que soportar un criterio de registro contable basado en un grado de creencia, no es un buen sistema. Resulta más que obvio que la opinión final de la empresa, sobre si debe reflejar una provisión o no (con sus consecuencias en resultados), es fácilmente soportable mediante la designación de las probabilidades convenientes. Más aún, si como criterio rector se sigue la imagen fiel, y no el de prudencia. Un asunto distinto es la cuantificación de la provisión que tratamos a continuación. La mejor estimación para la norma queda desdoblada en dos situaciones: Una relativa a una población importante de casos individuales, y otra referente a una obligación aislada. Tomemos como ejemplo del primer supuesto las devoluciones de artículos defectuosos donde la empresa reintegra su importe (casos recurrentes), y del segundo, la existencia de un litigio de causa nueva (caso aislado). Es presumible que los grados de creencia que determinará la existencia de la obligación presente y salida de recursos pueda estar mejor fundamentado en el primer ejemplo, y tener un componente mucho más subjetivo en el segundo. Sin embargo, debemos remarcar la importancia en ambos supuestos de tal componente subjetivo en la NIC actual, pues, si se determinase que tal posibilidad no es superior a un 50%, no existirá provisión a constituir, y sí un pasivo contingente. Ambos ejemplos son desarrollados en los puntos siguientes. 5.1 Casos recurrentes Cuando se tiene una población importante de casos individuales la NIC 37.39 establece que la obligación presente se estimará promediando todos los posibles desenlaces por sus probabilidades asociadas. El nombre de este método estadístico es el de valor esperado. Si todos tuvieran la misma probabilidad se utilizará el valor medio del intervalo8. 5 Cuantificación de la provisión El importe reconocido como provisión debe ser la mejor estimación, en la fecha del balance, del desembolso necesario para cancelar la obligación presente (NIC 37.36). Se basa en establecer estimaciones de cada uno de los desenlaces posibles, que se determinará por el juicio de la gerencia de la empresa, completado por la experiencia de operaciones similares y, en ocasiones, por informes de expertos, e incluye cualquier dato suministrado por sucesos ocurridos tras la fecha de los estados (NIC 37.38). En consecuencia, deberemos identificar unas probabilidades de ocurrencia en los sucesos, así como los importes posibles que supone cada escenario contemplado. Respecto a estos últimos han de ser tenidos en cuenta los riesgos e incertidumbres, el valor actual si es relevante, expectativas de sucesos futuros, reem- 76 bolsos seguros, etc., en definitiva, acontecimientos que suponen determinar unos flujos previsibles. La mejor estimación en este supuesto viene dada por el valor medio de un rango de valores posibles. Parece razonable pensar que en el supuesto planteado por la NIC se cuente, de alguna manera, con cierta experiencia previa, y que no debe resultar dificultoso calcular tal cuantía, como se aprecia en los ejemplos de la propia norma. La práctica, sin embargo, hace embarcarnos en problemas que desde un plano teórico no suelen plantearse. Analicemos algunos de ellos. 5.1.1 Casos sin escenarios probabilísticos Supongamos que contamos con los datos reales de los sucesos acaecidos en los últimos años, por ello, no esta- Técnica Contable Nº 708 www.tecnicacontable.com una empresa, las cantidades que se señalan en el Cuadro 1, correspondientes a los dos productos que se comercializan. blecemos grados de creencia o escenarios probabilísticos, dando a todos sus componentes idéntica probabilidad. - Planteamiento El objetivo es fijar la cuantía de la provisión, conociendo que las ventas en el período actual “t” han sido de 4.500 u.m9. del producto A y 4.000 u.m. del producto B. Imaginemos que los últimos cuatro años se han reintegrado del total de ventas producidas por Cuadro 1 DATOS Porcentajes Reintegros Ventas Reintegros Producto A Producto B Producto A Producto B Suma Aplicado a t Ventas Producto B Período Producto A t-1 4.000 50 3.000 125 1,25% 4,17% 56,3 166,7 222,9 t-2 3.800 25 3.500 0 0,66% 0,00% 29,6 0,0 29,6 t-3 3.500 150 6.000 450 4,29% 7,50% 192,9 300,0 492,9 t-4 3.000 0 5.000 200 0,00% 4,00% 0,0 160,0 160,0 CÁLCULOS Medias 2 años 0,96% 1,92% 43,3 76,9 120,2 Medias 3 años 1,99% 4,60% 89,6 184,0 273,6 Medias 4 años Máximo En los 4 años Mínimo En los 4 años Intermedio En los 4 años Último En los 4 años 1,22% 4,48% 55,1 179,3 234,4 4,29% 7,50% 192,9 300,0 492,9 0,00% 0,00% 0,0 0,0 0,0 0,95% 4,08% 42,9 163,3 206,3 1,25% 4,17% 56,3 166,7 222,9 - Cálculos de las cuantías Basados en los datos reales tenemos gran variedad de posibilidades. Desde calcular los valores puntuales (Porcentajes por cada año) hasta distintas medias según el número de años que consideremos e incluso los importes máximos, mínimos o medianos. En consecuencia, una mayor definición y acotación de los parámetros en la norma podría reducir su casuística, permitiendo un planteamiento común, evitando la singularidad de estas cuestiones. 5.1.2 Casos con escenarios probabilísticos Si el principio regulador fuera el de prudencia acudiríamos a los valores máximos entre los cuatro años anteriores, calculando una provisión de 492,9 u.m.; sí ello pareciera poco razonable tenderíamos a un valor intermedio de 206,3 u.m (por la mediana). Si pretendemos suavizar los valores aplicaríamos las medias de los dos últimos años, 120,2 , de los tres 273,6 o de los cuatro 234, 4 u.m. Se trata del modelo-tipo que contempla la NIC. Corresponderían a los sucesos donde o bien no se cuenta con experiencia previa suficiente (aunque sean recurrentes) o bien existen distintos escenarios probabilísticos. Por lo tanto, aunque tengamos datos previos, sin incertidumbre en los escenarios, no es inmediato conocer qué expresa mejor la imagen fiel o cual es la elección más razonable, pues, todas son plausibles dentro de los valores intermedios o medios, pero hay diferencias. 8 En la NIC 39 se trata de un rango de valores y su valor medio establecido a través de una muestra de elementos donde está presente el concepto de Nivel de confianza. Sin embargo, en la NIC 37 nada se menciona en este sentido. MAYO 2008 9 u.m.: unidades monetarias Técnica Contable 77 www.tecnicacontable.com En este supuesto debemos introducir grados de creencia, tanto en las cantidades que pueden ser objeto de salida de recursos, como de las probabilidades que asociamos a las mismas. Sin embargo, por ahora solo vamos a considerar las segundas, para reducir la variabilidad, en tanto que las primeras se analizarán posteriormente (punto 5.2.). El asunto es decidir cual de las dos cuantías adoptamos. La norma indica que debe ser la Dirección la que tome la decisión. Por tanto, bien podría adoptar su criterio y sus escenarios. Más ante revisores externos el peso de la opinión de Expertos siempre podría ser relevante por su carácter independiente. - Planteamiento - Más confusión Supongamos el hipotético caso de que exista disparidad entre las probabilidades estimadas por la Dirección de la empresa y las que han establecido unos Expertos independientes. En el Cuadro 2, designados como Caso 1 y Caso 2, aparecen respectivamente tales probabilidades, si bien manteniendo en ambos las mismas cuantías (Importes u.m.). Cuadro 2 CASO 1 Probabilidades (%) Importes (u.m.) 5 25 50 10 10 100 200 300 400 500 SUMA 5 50 150 40 50 Media 295 Desv. Típica Coef. Variación 97 0,33 CASO 2 Probabilidades (%) 25 25 25 15 10 Importes (u.m.) 100 200 300 400 500 SUMA 25 50 75 60 50 Media 260 Desv. Típica 128 Coef. Variación 0,49 El tratamiento de esta situación de exceso o defecto de provisión se analizará en el punto 5.2. siguiente. La crítica de esta parte de la norma surge por sí misma. Establecer grandes líneas de actuación, pero sin ninguna precisión, lejos de dar homogeneidad a los criterios, de hecho, los distancia en la práctica. Desde un punto de vista cualitativo, según el emisor del informe, o contable, a través de la imagen fiel, no encontramos una respuesta plenamente aclaratoria, sobre cual es la mejor solución. - Una respuesta estadística Hasta aquí la cuestión suscitada por las normas. Intentaremos dar una respuesta soportada de cómo afrontar la posible disyuntiva. - Análisis de los escenarios En el Caso 2, las probabilidades de los tres primeros supuestos expuestos son constantes (25%), mientras que en el Caso 1, van en aumento hasta alcanzar su máximo (50%), el cual se sitúa en su importe central. En ambos Casos la probabilidad correspondiente al mayor importe (500 u.m.) es la misma (10%), y diferentes, pero no significativamente alejadas, en el cuarto de los escenarios presentados. Con esta definición podemos decir que claramente el Caso 1 se decanta por una probabilidad central, mientras que el Caso 2 no muestra una preferencia determinada. - Cálculo de las cuantías Los valores medios obtenidos, siguiendo el método propugnado por la NIC, resultan para el Caso 1, de 295 u.m. y para el Caso 2, de 260 u.m. 78 En el supuesto planteado, las provisiones de la Dirección serían en torno a un 13,5% superiores a las de los expertos, y podría argumentarse que se dota con exceso, siendo ello contrario a las NIC. Por otro lado, si se adopta la solución de los Expertos resultaría que estaríamos provisionando un 12% por debajo de lo razonablemente planteado por la Dirección, que es la que puede tener mejor conocimiento. En este sentido, la estadística puede, quizás, ayudar a replantear la cuestión. La base fundamental de todo problema de estas características, reside en la representatividad del valor medio calculado, concepto que no recoge la NIC. Entre otras alternativas, un estadístico que expresa la dispersión (entendida como incertidumbre) lo constituye la desviación típica y una posible magnitud de tal representatividad, el coeficiente de variación (de Pearson). Basados en estas medidas, cuyos valores se han incluido en los datos de los escenarios mostrados en el Cuadro 2, se observa que en el Caso 1 su dispersión absoluta es menor (desviación típica de 97 frente a 128), circunstancia que también queda contrastada porque su coeficiente de variación es inferior al presentado en el Caso 2 (0,33 frente a 0,49). Por consiguiente, siguiendo el criterio del valor esperado medio, pero añadiendo que sea el más Técnica Contable Nº 708 www.tecnicacontable.com representativo, deberíamos establecer una provisión del 295 u.m. correspondiente al Caso 1, ya que se reduce la desviación típica y con ello la incertidumbre. Apoyándonos en un criterio objetivo alejado de una consideración cualitativa, queda soportada numéricamente una decisión a priori de confusa resolución. Posiblemente, en otras situaciones, pudiera también asumirse un escenario intermedio entre los dos planteados, llegando a establecer un promedio de los valores esperados, como camino que pretende representar la razonabilidad. Nuevamente, será el examen de las condiciones las que pueden hacer tomar una decisión u otra10. 5.2 Casos aislados Cuando se esté evaluando una obligación aislada, la mejor estimación de la deuda puede venir constituida por el desenlace individual que resulte más probable. No obstante, también en este caso la entidad considerará otros desenlaces posibles (NIC 37.40). En este supuesto se presentan algunas de las circunstancias expuestas en el punto 5.1.2. anterior, pero quizás resulten mucho más acentuadas las características de establecer grados de creencia, configurando unos escenarios de mayor subjetividad. - Planteamiento En el Cuadro 3 establecemos dos nuevos escenarios sobre la misma realidad, para la determinación de una provisión, si bien ahora en un caso aislado, designados como Caso 3 y Caso 4. Mantenemos el ejemplo de que existe discrepancia entre la Dirección de la empresa y Expertos independientes en sus estimaciones. Cuadro 3 Probabilidades (%) 10 25 40 Importes (u.m.) 50 250 500 SUMA 5 63 200 28 25 15 Importes (u.m.) 150 300 600 SUMA 42 75 90 Valor estimado medio 618 Desv. Típica 540 Coef. Variación 0,87 30 2 1.170 3.000 351 60 - Determinación de la cuantía Se da la circunstancia que ambos escenarios tienen un valor estimado medio de 618 u.m. y similares desviaciones típicas, con coeficientes de variación, igualmente, parejos. No ofrecería dudas que sería representativa dicha cuantía media, aunque los escenarios singularmente considerados no fueran exactamente iguales. Si se siguiese el criterio ya analizado de los casos recurrentes establecido en la NIC, la cuantía de la provisión a realizar sería de 618 u.m. Pero, al tratarse de un caso aislado, hemos de variar ese criterio y sustituirlo por el de mayor probabilidad individual. En estas condiciones adoptaríamos en el Caso 3, la cantidad de 500 u.m., porque corresponde con una máxima probabilidad individual (40%), y en el Caso 4 sería 1.170 u.m., por idéntico motivo (30%). La pregunta a contestar es ¿qué coherencia muestra una u otra cantidad? En el Caso 3 los 500 u.m. quedan por debajo de su valor medio (un 19%) y en el Caso 4 es superior en un 89% a su promedio. De este modo ambos escenarios están muy alejados entre sí. Por lo tanto, el cambio de criterio para los casos no recurrentes, respecto al valor medio, debiera tener como justificación expresar mejor la razonabilidad, si bien este es un enfoque que no compartimos. 15 10 1.000 2.000 150 200 Nos encontramos con una condición añadida que viene a transformar la subjetividad en abierta o posible liberalidad. Se trata de los escenarios más baratos y más caros, junto con el exceso o defecto de provisiones. 618 Desv. Típica 533 Coef. Variación 0,86 MAYO 2008 Probabilidades (%) - Un nuevo factor distorsionante CASO 3 Valor estimado medio CASO 4 10 Así tomando la media de los escenarios del Caso 1 y Caso 2, resultaría un promedio de 278 u.m. y 115 de desviación típica, siendo el coeficiente de variación de 0,41. En consecuencia, si seguimos el criterio de reducir la máxima incertidumbre, entre las posibilidades planteadas, seguiría siendo la consignada en el Caso 1, como la mejor alternativa. Técnica Contable 79 www.tecnicacontable.com Textualmente indica la norma que: en el caso de que los otros desenlaces posibles sean, o bien mucho más caros, o mucho más baratos que el desenlace más probable, la mejor estimación puede ser por una cuantía mayor o menor, respectivamente, que la correspondiente a éste (NIC 37.40). Dado que los Casos 3 y 4 del Cuadro 3, tienen prácti- Significa que libremente podemos variar la cuantía a provisionar, en más o menos respecto a la mejor estimación, que había definido por la máxima probabilidad individual, dando paso al concepto abstracto de mayor o menor. mayor importe estimado del Caso 3 (2.000 u.m.) y con Por otro lado, retomando la cuestión pendiente planteada en los casos recurrentes, que igualmente es aquí aplicable, debemos hacer que todo ello resulte compatible con la idea de un montante, digamos, justo ni excesivo ni insuficiente. Nos indica: las probabilidades de la distribución normal calcula- “ será preciso tener precaución, al realizar juicios valorativos en condiciones de incertidumbre, de manera que no sobrevaloren los activos o los ingresos, y que no se infravaloren los pasivos o los gastos. No obstante, la incertidumbre no es una justificación para la creación de provisiones excesivas, o para la sobrevaloración deliberada de los pasivos (NIC-37.43) “. Analicemos nuevamente los Casos que hemos planteado. Los escenarios posibles son mucho más baratos (Caso 3, parte de 50 u.m. y el Caso 4 de 150 u.m.), pero también, y sobre todo, resultan mucho más caros, puesto que el Caso 3 concluye en 2.000 u.m. y el Caso 4 en 3.000 u.m. Sería admisible decir que con el escenario del Caso 3, cuantificado en 500 u.m., según su mejor estimación NIC, que en base a los escenarios más baratos o más caros presentados, añadimos un 25%, por ejemplo, de más (o de menos) sobre aquella cuantía. Pero, si ya de por sí es dificultoso dar criterio técnico para fijar una provisión, todavía es más inestable hacerlo sin establecer una medida para concretar un exceso o defecto. Entonces ¿cómo podemos cuantificar un exceso o defecto sobre la provisión de mejor estimación? - Otra posible respuesta estadística tramos que el importe de 500 u.m. de mejor estimación NIC para el Caso 3 se situaría en una probabilidad del 41%, siendo del 85% para los 1.170 u.m. del Caso 4. En los niveles superiores, con un 99,5% se hallaría el un 99,9% estarían los 3.000 u.m. del Caso 4. Si pensamos en un exceso deberíamos fijar el límite que consideremos razonable. Basándonos de nuevo en das, con un 90% la cuantía sería de unos 1.310 u.m., y si lo extendemos al 95%, unos 1.505 u.m. De este modo podemos evaluar con un parámetro exterior ese exceso, si bien la base sobre la que se apoya son datos con elevado contenido subjetivo, pero al menos evitaríamos, actuar subjetivamente en las dos etapas. 5.3 Consideraciones finales El largo proceso descrito en cuanto a la casuística que puede presentarse en la evaluación de la provisión pone de manifiesto la ambigüedad e inconsistencia de la norma en algunos de sus apartados. Ni aún en el supuesto más simple de casos recurrentes sin escenarios probabilísticos, puede asegurarse la uniformidad en la aplicación de unos parámetros comunes para su cálculo; así se abre la subjetividad individual de cada empresa, aún partiendo de los mismos datos iniciales. Establecer un sistema distinto de evaluación para los casos recurrentes de los no recurrentes, no tiene, sin más, justificación técnica. Estipular que la provisión en los casos aislados, puede ser mayor o menor que la mejor estimación definida en la propia norma y argumentar que no puede dotarse en exceso, ni en defecto, supone entrar en un galimatías confusamente planteado y sin resolver. Para tratar de poner un poco de orden práctico en este aspecto, que bien pudiera entrar en la esfera estadística, parece que lo más racional sería establecer tales importes en función de una distribución, que a estos efectos consideraremos, la distribución normal. Según un planteamiento estadístico ¿Qué medida debemos adoptar? El cálculo de probabilidades basado en aquella distribución nos permitirá saber donde nos movemos. 80 camente la misma media y desviación típica, encon- 6 Información en la memoria La información en la Memoria se extiende tanto para los pasivos contingentes como para las provisiones y activos contingentes, si es probable una entrada en beneficios económicos. Técnica Contable Nº 708 www.tecnicacontable.com Vamos a centrarnos en dos puntos que suponen posibles excepciones a la información a facilitar: • Una por razón de perjuicio para los intereses de la empresa al revelar información sensible que puede ser empleada en su contra, proporcionando una información reducida. • Otra, y más tajante, porque exista una posibilidad remota de salida de recursos, no teniendo en este caso que revelar ninguna información. De nuevo la indefinición causa el problema: ¿qué se considera una salida remota? En el terreno en el que nos movemos que se trate de una probabilidad remota no significa que no esté presente. Dejar sin informar sobre su existencia hace que deje abierta una puerta de desinformación, que puede ser no conveniente. Si lo circunscribimos bajo el principio de la importancia relativa o de la materialidad, es claro que no se trata de una omisión o de una inexactitud, puesto que expresamente las normas le otorgan un carácter de exclusión. Por consiguiente, con ese sesgo, más que informar puede desinformar, dejando una incertidumbre en el usuario de los estados. Tal sería el caso planteado como ejemplo. Supongamos que el balance de una empresa es el que muestra el Cuadro 4. Existe una demanda judicial contra la empresa, donde se interpreta por parte de la Dirección que no tiene posibilidades de prosperar y mucho menos de esperar una salida de recursos. Cuadro 4 ACTIVO 200 u.m. Fijo 300 u.m. Circulante 500 u.m. TOTAL PASIVO Capital y reservas 100 u.m. Resto 400 u.m. TOTAL 500 u.m. Si la reclamación fuera por una cuantía de 200 u.m, ¿no sería material aunque improbablemente remota? Aún así, un fallo en contra, podría quebrar la empresa. Dejar de informar no sería buena práctica, sin embar go, parece encajar dentro de la NIC. 7 Las posibles modificaciones según el borrador Hemos ido contemplando cómo la idea de hacer pivotar sobre un concepto no bien delimitado cual es que MAYO 2008 la probabilidad de ocurrencia sea mayor que el de no presencia no es ni un criterio objetivo de registro contable, ni tan siquiera razonable, y menos cuando tiene consecuencias tan dispares. Por otro lado, la cuantificación de provisiones dando soluciones distintas según se traten de casos recurrentes o aislados, no tiene ninguna justificación técnica, máxime cuando en ambos supuestos se basan en un alto grado de subjetividad, los cuales pueden ser reconvertidos a voluntad de la empresa según el fin que se pretenda, con independencia del método que se siga. En el borrador en discusión, publicado por IASB en junio 2005, se contempla modificar algunos de esos aspectos. De este modo se plantea titular la norma como Pasivos no financieros, y definir nuevamente los conceptos fundamentales que contiene, suprimiendo las anteriores denominaciones de pasivos contingentes y activos contingentes. Sería aplicada a todos los pasivos no financieros que no estén bajo el ámbito de otra NIC. No se usa el término provisión para describir los pasivos dentro de su alcance, sino que se emplea el término de pasivo no financiero. Sin embargo, las entidades pueden describir algunas clases de pasivos no financieros como provisiones en sus estados financieros. Para los pasivos contingentes, además del cambio de designación, se distinguiría entre la certeza de la obligación real, que sería un pasivo, y por lo tanto a reconocer en balance, a menos que no pueda valorarse fiablemente; y la incertidumbre de su cuantía o momento de su liquidación, a través de la salida de recursos económicos, eliminando respecto al primero toda la referencia a su probabilidad. Este cambio afectaría a que algunos pasivos contingentes, hasta ahora informados en las notas, pasasen a registrarse en balance. Por último, en relación con la valoración, un pasivo no financiero debería ser medido como el importe que una entidad podría racionalmente acordar pagar por una obligación actual o por transferirla a terceros, en la fecha del balance. Una base adecuada para medir un pasivo no financiero para ambas clases de obligaciones, similares e individuales, es la aproximación a través de los cash-flow esperados. Por otro lado, se hace constar que la evaluación de una obligación individual, por el valor más probable, podría no ser necesariamente consistente con Técnica Contable 81 www.tecnicacontable.com la definición de valoración de un pasivo no financiero comentada. Consiguientemente, no se diferenciarían entre casos aislados o recurrentes, siendo propugnado el método de los flujos de caja esperados para la valoración de un pasivo no financiero, método en que se presenta también un componente estadístico en cuanto a la determinación de las probabilidades de ocurrencia y/o delimitación de escenarios probabilísticos. aportar el suficiente desarrollo para que no queden lagunas en su contenido y, además, deberían delimitar los principales parámetros en que se basen. Por otra parte, actualmente surgen recelos cuando se analiza la documentación contable, puesto que una operación puede ser o bien reconocida en contabilidad, o bien informada en la Memoria o bien ni tan siquiera ser objeto de información, merced a determinadas excepciones. Con todo no deja de sorprender que se trate de una NIC con cierta antigüedad, sin que no se haya planteado hasta mediados de 2005 su modificación, y ello auspiciado por converger hacia las normas americanas (US GAAP). 8 Conclusiones No resulta admisible que en contabilidad se susciten dudas en cuanto a si una operación debe registrarse o no; en todo caso, la única incertidumbre debe venir de su valoración. Por ello, las normas deben tener la suficiente consistencia para dar una respuesta clara, sin ambigüedades, ni dificultosas interpretaciones. En otro aspecto, si las normas propugnan métodos concretos, en este caso de corte estadístico, estas deben Bien recibidas serán pues las modificaciones de la NIC 37, aportando nuevas definiciones, que encajen mejor en el marco conceptual y aumentando globalmente la homogeneidad, incluso desde el punto técnico en cuanto a sus pronunciamientos y procedimientos estadísticos. Confiemos además que, en conjunto, reduzca, al menos en parte, la subjetividad que implica, al tiempo que proporcione información sin lagunas. BIBLIOGRAFÍA CALVO, J. (2007): Provisiones, activos contingentes y pasivos contingentes (NIC 37). CISS Técnica contable. Año LIX. Núm. 695, páginas 19 a 28, marzo 2007. CIRCULAR BE 4/2004 de 22 de diciembre. Entidades de Crédito. Normas de información financiera pública y reservada, y modelos de estados financieros (BOE del 30). CORONA, E. et al (2005): Aplicación de las Normas Internacionales de Contabilidad. Edición contable CISS. Valencia. - (2006 a): Código de Normas Internacionales de Contabilidad. CISS. Valencia. - (2006 b): Aplicación de las Normas Internacionales de Contabilidad. CISS. 2ªEd.: Noviembre 2006. Valencia. ESCUDER, R. (2002): Métodos de muestreo estadístico aplicados a la Auditoría. Tirant lo Blanch. Valencia. ESTEBAN, A. et al (2005): Normas sobre provisiones y contingencias: Incidencia general y sobre las entidades de crédito. Partida doble. Núm. 163, páginas 40 a 52, febrero 2005. GARCÍA, M. Y HARO, J. (2007): NIC 37 Provisiones, activos contingentes y pasivos contingentes. Partida doble. Núm. 184, páginas 76 a 90, enero 2007. GONZÁLEZ, B. (2007): Contenido del borrador de modificación de la NIC 37. Provisiones, pasivos contingentes y activos contingentes. CISS Técnica contable. Año LIX. Núm. 695, páginas 29 a 34, marzo 2007. NORMA INTERNACIONAL DE CONTABILIDAD (2003): NIC 37. Provisiones, activos contingentes y pasivos contingentes. Reglamento CE 1725/2003 de 29 de septiembre. INTERNATIONAL ACCOUNTING STANDARD (1989): Framework for Preparation and presentation of financial statements. IASC. London. INTERNATIONAL ACCOUNTING STANDARD (2005): Exposure Draft of proposed amendments to IAS 37. June 2005. www.iasb.org. PARADA, J. (1979): Manual de Muestreo con aplicaciones a la Inspección de Bancos. Banco de España. Centro de Formación. Madrid REAL DECRETO 1514/2007, de 16 de noviembre, por el que se aprueba el Plan General de Contabilidad (BOE del 20). 82 Técnica Contable Nº 708