9 3 USOS NO CONSUNTIVOS Y NO PRODUCTIVOS Para efectos de análisis los usos no consuntivos y no productivos que se considerarán serán el uso recreacional y el uso ambiental del agua. 3.1 Uso recreacional Por uso recreacional del agua, se entiende la actividad no consuntiva del agua que genera un bienestar social, sociológico, estético, al existir una relación directa o indirecta con ella. Este uso ha sido considerado un uso secundario particularmente por su carácter no consuntivo y también debido a que sus beneficios no son muy aparentes y difícilmente se pueden medir. En algunos países de América del Sur como Bolivia, Brasil, Paraguay y Venezuela entre otros, el uso recreacional no aparece como un uso reconocido en sus respectivas legislaciones de agua (Valls, 1980). De hecho, las actividades recreacionales generalmente son el producto de otros tipos de uso del agua (Gelt, s/f). Sin embargo, no se trata de una actividad de menor importancia porque sus beneficios sean intangibles. De hecho, la recreación basada en el agua ha llegado a ser una parte integral de las necesidades recreacionales de la sociedad. Los usos recreacionales del agua pueden dividirse en dos categorías (Figura 3): - Con contacto directo: todas aquellas actividades que se realizan en contacto con el agua como: natación, rafting, kayakismo, canotaje, velerismo, pesca entre otros. Además dentro de este grupo encontramos una clasificación aún más específica hecha por North Caroline State University (1998) diferenciando entre contacto primario y contacto secundario. El contacto primario se refiere a la inmersión del cuerpo en el agua, por ejemplo, natación. El contacto secundario está referido solo al contacto con el 10 agua sin inmersión, donde entrarían por ejemplo actividades como el rafting, canotaje y kayakismo entre otros. - Sin contacto directo: actividades como: fotografías, caminatas, navegación en embarcaciones mayores, esparcimiento, etc. Uso con contacto directo y secundario (Rafting Río Trancura, IX Región) Uso sin contacto directo (Ojos del Caburgua, IX Región) FIGURA 3. Usos recreacionales del agua. Otra clasificación del uso recreacional del agua se puede realizar en función del origen del curso de agua. California Government (1994) distingue tres ambientes según el origen del curso de agua en los cuales se desarrollan usos recreacionales: - embalses (lagos, lagunas, etc.), - ríos y - áreas silvestres. La actividad recreacional no consume cantidades significativas de agua (California Government, 1994). De hecho, el consumo se limita al agua que se bebe y la utilizada para higiene en los sitios de recreación, y estas cantidades son pequeñas comparadas con usos agrícolas, urbanos y otros. Por otra parte, la recreación en embalses, lagos naturales y ríos 11 debe ser manejada para prevenir el sobre uso y la degradación (California Government, 1994). 3.2 Uso ambiental El uso ambiental del agua está relacionado con la sustentabilidad de un determinado ecosistema. Por consiguiente atiende a la necesidad de preservar, en calidad y cantidad suficiente, un recurso indispensable para la vida. En países como Canadá, Costa Rica y Estados Unidos se le ha dado gran importancia al uso ambiental del agua, principalmente por los ecosistemas acuáticos, la preservación de la vida silvestre y la biodiversidad que ofrecen los reservorios de agua (lagos, lagunas, ríos) En Chile, en tanto, al igual que en otros países de América del sur, el uso ambiental no es un uso reconocido en la legislación, por lo tanto no ha sido considerado un uso prioritario. Solanes y Getches (1998) señalan que aunque el Código de Aguas de Chile no tiene normas expresas sobre requerimientos ecológicos en el sentido de caudales mínimos a ser respetados en los ríos, a través del desarrollo de la jurisprudencia administrativa de la Dirección General de Aguas se ha concluido que en el requerimiento del Código de Aguas "que los nuevos derechos no pueden menoscabar ni perjudicar derechos de terceros" (art. 22) debe entenderse en el sentido de incluir la protección de flujos mínimos ecológicos. Por otra parte en la Norma Chilena 1333 se reconocen exigencias mínimas de calidad del agua para la vida acuática, y la vida acuática forma parte del uso ambiental o ecológico del agua. En California, Estados Unidos se realizó un estudio del uso ambiental del agua, según el Plan de Aguas de California (California Government, 1994) el análisis de las necesidades ambientales del agua se basó en: 12 a) Flujos de corriente necesarios para los peces; b) Caudales de río escénicos y silvestres; c) Necesidades de agua en humedales de agua-dulce; d) Requerimientos en deltas-bahías, incluyendo operaciones, objetivos de calidad de agua, y salidas de flujo. El Plan de Aguas de California (California Government, 1994) señala que el caudal ecológico (environmental instream flow) es el agua mantenida en un riachuelo o río para usos benéficos tales como pesca, vida silvestre, paisajismo, recreación y navegación. El caudal ecológico también puede definirse como el caudal mínimo o nivel del lago mínimo (no es el ideal o más deseable) necesario para proteger el hábitat acuático y silvestre y la calidad del agua entre otros (Idaho Rivers United, 1999). Los usos ecológicos del agua en un ecosistema río consideran tanto los usos acuáticos (dentro del flujo) como los usos a la orilla del río. El componente acuático, que incluye a peces y otras vidas acuáticas, depende de la calidad del agua, de un flujo de corriente mínimo, y varias características de la corriente relacionadas con la temperatura y oxígeno. Muchos organismos, especialmente invertebrados dependen de la corriente para alcanzar su alimento. Además la corriente del río tiene un rol vital en el mantenimiento de la calidad del agua para especies acuáticas, ya que ayuda a mantener temperaturas y niveles de oxígeno (California Government, 1994). Cubillo et al (1990) señalan que el ecosistema que puede sustentar un río depende además de agentes externos al cauce, de cuatro factores importantes: la morfología del cauce, las características del agua circulante tanto en cantidad y calidad físico-química, el tipo de hábitat existente en el lecho y orillas fluviales y los recursos tróficos. El ecosistema a orillas del río, que incluye comunidades de vegetación y vida silvestre, también es dependiente de ciertas características de la corriente, tales como desbordes y regímenes de hielo. 13 Los usos humanos del agua pueden afectar la calidad y cantidad del agua disponible para usos ecológicos. Represas y estanques, desvíos de usos extractivos y descargas de afluentes pueden tener efectos negativos sobre las características biológicas, químicas y físicas río abajo (California Government, 1994). Algunas características de estos usos ecológicos del agua pueden apreciarse en la Figura 4 siguiente. Río Cruces (X Región) Río Cruces (X Región) FIGURA 4. Usos ecológicos del agua. 3.3 Exigencias de calidad del agua para uso recreacional y ambiental Existen condiciones mínimas que deben asegurar la calidad del agua para usos recreacionales. En el caso de Chile los requisitos de calidad para diferentes usos del agua se encuentran en la Norma Chilena 1333 Of. 78 y donde el uso recreacional se encuentra dividido en tres subtipos: recreación con contacto directo, recreación sin contacto directo y uso estético. El uso ambiental puede asimilarse a las condiciones para la vida acuática de los cursos de agua. 14 Los indicadores de la calidad del agua para estos usos se presentan en el Cuadro 1 Cuadro 1 INDICADORES DE LA CALIDAD DEL AGUA REQUERIDOS POR NCH 1333 PARA USO RECREACIONAL Y AMBIENTAL - - Recreación con contacto directo pH Temperatura Claridad Sólidos flotantes visibles y espumas no naturales Aceites flotantes y grasas Aceites y grasas emulsificadas Color Turbiedad Coliformes fecales Sustancias que produzcan olor o sabor inconvenientes Recreación sin contacto directo - Sólidos flotantes visibles y espumas no naturales - Aceites flotantes y grasas - Aceites y grasas emulsificadas - Sustancias que produzcan olor o sabor inconvenientes Estética - - - Materias sedimentables Desechos flotantes, aceite, espuma y otros sólidos Sustancias que produzcan color, olor sabor o turbiedad objetable Materias tóxicas o que produzcan reacciones fisiológicas indeseables en seres humanos, peces, otros animales y plantas Vida acuática - - - - - 3.4 Oxígeno disuelto pH Alcalinidad total Turbiedad debido a la descarga Temperatura Color Sólidos flotantes visibles y espumas no naturales Sólidos sedimentables Petróleo o cualquier tipo de hidrocarburo Quistes, protozoos o huevos Sustancias tóxicas Nutrientes (N y P) Conflictos de uso El agua es un recurso vital para la supervivencia humana y el desarrollo económico; a medida que la población y la economía van creciendo aumenta la demanda de agua, en tanto que la disponibilidad de ese recurso se mantiene constante. La escasez, da 15 lugar a conflictos referentes al uso del agua, que abarcan aspectos cuantitativos y cualitativos. Además existen considerables diferencias entre los distintos países en cuanto a la legislación y a las instituciones que tienen que ver con el agua, y también existe diversidad en cuanto a la capacidad de planificación y ejecución de proyectos. Frederick (1998) destaca que en Estados Unidos los usuarios domésticos, industriales y agrícolas continúan compitiendo por el agua que es extraída de los embalses y ríos; y en la actualidad estos tres grupos deben competir con ambientalistas y recreacionistas sobre cuánta agua puede ser utilizada. Las tasas de caudal y los niveles de agua son factores muy importantes para los usos no extractivos. Cuando estas condiciones se cambian, fácilmente aparecen conflictos entre los usuarios, el conflicto más común es entre el desarrollo hidroeléctrico y otros usos relacionados con la vida acuática, vida silvestre, suministro de agua y transporte, además de usos consuntivos como el riego para la agricultura. Gelt (s/f) menciona como ejemplo los conflictos que se produjeron por la construcción de la represa Glen Canyon en el Río Colorado, donde las actividades recreacionales que se desarrollaban río abajo, específicamente deportes de aguas blanca (rafting) fueron muy afectadas por las fluctuaciones diarias en las descargas de la represa. Además provocó importantes efectos ambientales ya que las aguas frías descargadas por la represa ponían en peligro a los peces, por otra parte, la trucha, especie que se desarrolla adecuadamente en aguas frías, veía afectado su suministro de comida por las fluctuaciones en las descargas de agua. La gente hizo notar su molestia por los problemas y la Secretaria del Interior ordenó en 1989 que se preparara un Informe de Impacto Ambiental analizando las opciones para el manejo de la represa Glen Canyon. En 1991, las operaciones de esta represa fueron modificadas para reducir los posibles efectos ambientales mientras el Informe estaba en proceso. Finalmente el Informe de Impacto Ambiental recomendó que la Represa aumentará el flujo de descarga a la tasa que debía funcionar. Aunque hubo reclamos por parte de ambientalistas y recreacionistas no se consiguió algún cambio. 16 En el caso particular de Chile, Norambuena (1996) menciona la creciente competencia por el uso de los recursos hídricos disponibles y plantea una interrogante, ¿qué queremos hacer con nuestros cuerpos de agua?. Para intentar dar una respuesta, es necesario tener una idea de los principales conflictos de uso que ha habido en nuestro país, considerando que desde tiempos históricos el uso consuntivo del agua ha sido privilegiado frente a usos no consuntivos. Estos últimos, sólo han comenzado ha tener importancia hace unos pocos años. En un análisis al Código de Aguas de Chile que realiza Bauer (1996) destaca la creación del uso no consuntivo como un nuevo tipo de derecho de aguas, sin embargo, se establecen pocas reglas sobre cómo se podrían ejercer. Señala que los derechos no consuntivos no podrían perjudicar a los derechos consuntivos existentes, pero se deja en la ambigüedad cuál de los dos tenía prioridad en caso de conflicto. Tampoco se establece algo acerca del manejo de embalses de potencial uso múltiple. El conflicto más reciente, se produjo a raíz de la escasez de agua provocada por la sequía de los años 1997 a 99. El Lago Laja, el embalse natural más grande del país, cuyos principales usos son el agua para riego y para la generación de electricidad, comenzó a disminuir su cota a raíz de la sequía, y por esto se planteó la necesidad de llegar a un acuerdo entre las partes para ahorrar el agua (El Mercurio, 08/02/1999). Es necesario mencionar que desde este embalse se originan las aguas que forman las cataratas del Salto El Laja (Figura 5), el que está constituido por tres caídas independientes: la caída principal, que se ve desde la carretera, tiene una altura de 55 m; la segunda caída, que da hacia el este, tiene una altura de 35 m y el tercer salto que se ubica en medio de los anteriores mide unos 20 m. Este lugar se constituye en un uso recreacional de gran importancia en la zona, y llegó a condiciones extremas en febrero de 1999, ya que prácticamente no caía agua. Esto llevó a la Municipalidad de Los Angeles a interponer un recurso de protección contra Endesa (empresa generadora de electricidad) y la Dirección Nacional de Obras Hidráulicas, recurso al que se sumó el Servicio Nacional de Turismo (El Mercurio, 01/02/1999). 17 FIGURA 5. Salto del Laja (VIII Región), situaciones bajo condición año normal y sequía. Otros conflictos de uso que se han producido en Chile, se deben a la construcción de centrales hidroeléctricas, específicamente los proyectos que se han concentrado en el río Bío-Bío, primero la Central Pangue y después la Central Ralco. Además de todo el impacto social que han tenido en las comunidades indígenas, se destaca el impacto sobre el uso ambiental. La preocupación de resguardar condiciones ambientales adecuadas, es un hecho destacable, ya que se está reconociendo el uso ambiental del agua. En el caso particular de la Central Ralco, la Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA) al aprobar el proyecto, señaló entre las exigencias la mantención de un caudal mínimo ecológico, que no debía ser menor al mínimo hidrológico registrado en el río Bío-Bío. Por otra parte, la empresa de electricidad (ENDESA) argumentó que en la legislación no está definido el término caudal ecológico. Finalmente se determinó un caudal que correspondía al promedio que ocupa la Dirección General de Aguas para que un río siga siendo tal (27.1 m3 /seg), que era inferior a lo propuesto por CONAMA (39.3 m3 /seg), pero superior a lo propuesto por ENDESA (12.2 m3 /seg). (La Tercera en Internet, 1997). Lo importante, de destacar, es que frente a la multiplicidad de usos que ofrece el agua, es necesario tratar de conciliar elementos de manera que un uso no perjudique absolutamente a otro. 18 Esta última situación ha generado conflictos en otros países, al respecto Frederick (1998) señala como ejemplo los conflictos que se han generado con los gerentes de represas sobre la prioridad que deben dar al control de desbordes, suministro de agua, producción hidroeléctrica, hábitat de vida acuática, y oportunidades recreacionales. Conflictos que actualmente se resuelven en las cortes o a través de procedimientos administrativos más que en el mercado. En la actualidad se hace necesario que el manejo y desarrollo del suministro de agua equilibre los conflictos entre las necesidades y valores para el medioambiente, recreación y otros beneficios.