LA MUJER EN LA POSGUERRA El escrito es de tipo expositivo, con carácter inductivo; ya que nos muestra el papel de las mujeres en la posguerra española. Es decir, sobre los usos amorosos de la posguerra española contando la restricción y el racionamiento que Franco impuso en los primeros años de postguerra. Ya que afectaron decisivamente a los usos amorosos de aquel tiempo. El área en que expone sus ideas la escritora es del tipo periodístico − cultural. Utiliza un nivel bastante culto aunque puede ser entendido por un número elevado de personas y el registro es coloquial. La autora a tenido que investigar exhaustivamente consultorios sentimentales, revistas del corazón y discursos políticos, y ha conseguido reconstruir la historia doméstica de aquella etapa sombría. Es la historia de la faja y de Mariquita Pérez, de los pololos y de la niña topolino; de las novias eternas, de los guateques y de la salida al cine en pandilla. Mostrándonos así a una mujer educada para aparentar y no para vivir su vida, la mujer, sirvienta del hogar propio enfocó el matrimonio como objetivo excluyente. Según nos comenta la autora la mujer, no tenía otra misión que enamorarse, coser la ropa del marido y darle cuantos hijos quisiera. Con ello, el hombre, víctima también, se debatía entre la decencia y lo pecaminoso, lo que condicionaba gravemente su relación de pareja. Si echamos una mirada al mundo podemos darnos cuenta de lo difícil que es ser mujer y ejercer de ello cuando integrismos y fundamentalismos poco a poco van anulando los derechos humanos, hasta conducir a la mujer a un papel insignificante en la sociedad. Para nuestra generación que ha vivido siempre en democracia, éstas y otras cosas parecen un poco exageradas, pero si miramos a muchas de nuestras madres − de cincuenta años en adelante −, y conocemos cómo fueron educadas, la idea nos puede variar ligeramente. La guerra civil diezmo la población. A la nación llega un mensaje: "Hacia los cuarenta millones de españoles que quiere el Caudillo". Eso condiciona toda la educación, los valores y la estructura social de la época. "Para mantener el nivel de población de un país es preciso que, cuando menos, cada matrimonio tenga tres hijos. El que voluntariamente tenga menos y su conciencia no le recrimine de haber empleado medios lícitos para no llegar a dicha cifra, será responsable, al menos, de un delito social, de una falta de ciudadanía y patriotismo". Ante estas misivas cualquiera se apoyaba en ese "voluntariamente". Por otro lado la Iglesia también toma parte activa en esta "renovación" y utiliza los púlpitos para llevar a cabo el adoctrinamiento. "Los hijos son una bendición del Cielo. Y no debe asustarnos el número de los que tengamos. Rechazarlos y evitar su venida al mundo es pecado grave, porque ello es poner límites a la gracia de Dios". En todo este proyecto qué duda cabe que la mujer es pieza clave. Con esto quiero decir que la mujer fue muy despreciada por el Franquismo y cuando digo Franquismo me refiero a todo: médicos, curas, maestros, Sección Femenina... toda la sociedad se puso a favor de la represión. Así nace la idea de la mujer − madre como única alternativa, incluso fisiológicamente hablando. Pero además de sentir esa necesidad de ser madre por encima de todo, había que negar el placer sexual si es que tenías algo de decencia, asumiendo incluso la idea de la frigidez como un problema femenino que afectaba a la mayoría. He encontrado unos cuantos datos que me han parecido relevantes y a la vez graciosos. El doctor Botella Llusiá que incluso llegó a ser presidente de la Real Academia Nacional de Medicina afirmaba que había "muchas mujeres, madres de hijos numerosos, que confiesan no haber notado más que muy raramente, y algunas no haber llegado a notar nunca placer sexual, y esto sin embargo no las frustra, porque la mujer, aunque diga lo contrario, lo que busca detrás del hombre es la maternidad". Quién se iba a atrever a decir lo contrario cuando estaban ahí los resultados de estudios médicos recopilados en el Tratado de Ginecología y de Técnica Terapéutica ginecológica, que aseguraban que el 75% de las 1 mujeres eran frígidas "sin otro propósito en su vida íntima que el de complacer". De ahí que las conclusiones de los doctores Cónill Montobbio y Cónill Serra en ese Tratado fuera que "el 90% de las mujeres bendecirían tener hijos sin la áspera servidumbre que ello exige". Para cumplir esta noble y desinteresada labor y dar hijos para la patria, la mujer debe de estar disponible, es decir excluida del trabajo fuera de casa. Por ello el Estado libera a la mujer casada del taller y la fábrica. Las mujeres no pueden ejercer de médicos, abogadas, licenciadas en ciencias químicas... Porque para el Estado la misión de la mujer no es ésta. La mujer ha sido creada para madre de familia, y bastante y mucho tiene que aprender para cumplir debidamente tal alta misión. Además si a alguna se le pasase por la cabeza dedicarse a una profesión liberal de antemano no iba a llegar muy lejos. La oratoria de las senadoras, diputadas, etc. es casi siempre sencilla..., les falta nervio, fuerza, robustez de pensamiento, dominio del auditorio y hasta voz varonil. No llegan a convencer, ni alentan siquiera el ánimo de sus colegas y si se les escucha es por consideración a la dama, por galantería... La inteligencia no era precisamente una de las cualidades que añadieran a una mujer. "Si el hombre es un sexo, un músculo y una inteligencia, la mujer es un sexo, un vientre y un corazón" Todo este caldo de cultivo influyó en todas aquellas mujeres educadas bajo la ignorancia, la represión y la sumisión. Y eso es algo de lo que aún hoy muchas no se han liberado. El fantasma aún está presente en muchas mentes que no se han recuperado de aquel bombardeo ideológico. Tras las privaciones de la depresión, la mujer respondió con entusiasmo a la expansión económica del período de guerra. Los trabajos antaño coto exclusivo del hombre, se abrieron a la mujer cuando quienes los ejercían fueron llamados a filas. Los puestos mejor pagados resultaron ser temporales ya que, al regresar los soldados, las mujeres fueron desplazadas. Después de la guerra, las prestaciones en materia de empleo y educación de que disfrutaron los soldados ampliaron la brecha entre el hombre y la mujer en estos sectores. Las mujeres abandonaron la fuerza laboral y muchas de ellas volvieron a dedicarse exclusivamente a criar a sus hijos, pero no todas y no por mucho tiempo. Los sectores público y privado empezaron a registrar una rápida expansión de las actividades en las que tradicionalmente había encontrado empleo la mujer: trabajos de oficina, enseñanza y enfermería. Con tantos empleos disponibles, los patronos renunciaron a su preferencia por mujeres solteras y contrataron a mujeres casadas y madres. El dinero que ganaban se destinaba a comprar casas, automóviles y enviar a sus hijos a la universidad. Pese al hecho de que la mujer trabajadora aportaba sólo una cuarta parte del ingreso familiar, encontraba regularmente discriminación en el empleo. Los patronos buscaban trabajadores en anuncios de periódicos bajo los titulares "Se necesitan hombres" o "Se necesitan mujeres", las facultades de medicina y derecho establecieron cuotas para mujeres estudiantes, e incluso el gobierno federal permitía que sus funcionarios indicaran si querían hombres o mujeres al pedir listas de solicitantes al registro de la administración pública. Los patronos justificaban estas prácticas al señalar que las responsabilidades familiares de la mujer le restaban mucho tiempo de trabajo. La nación se percató de que se tenía que resolver la tensión entre las funciones de la mujer como madre y trabajadora. Así es como se empezaron a prohibir las diferencias salariales entre el hombre y la mujer en la industria privada; la discriminación en el empleo, la discriminación por razón de sexo en el empleo, a las empleadas del servicio doméstico la protección del salario mínimo; la discriminación en el empleo contra la mujer embarazada; reforzar las leyes de manutención del niño y los derechos de pensión de las mujeres viudas y divorciadas. Distintas formas en que se había menospreciado el talento de la mujer y estimuló el apoyo a nuevas iniciativas para poner fin al trato injusto al que se había sometido a la mujer. La combinación de perspectivas impugnó todos los conceptos hasta entonces aceptados sobre la relación del hombre y la mujer entre ellos mismos, con los hijos y con el Estado. La infusión de la energía feminista pronto hizo a la mujer el epicentro de la reforma social. 2 La persistencia de los papeles del hombre y la mujer en el hogar significa que la mayoría de las mujeres que desempeñan un trabajo remunerado a tiempo completo también tienen que hacerse cargo de las responsabilidades del hogar y el cuidado de la familia. Al mismo tiempo, siguen encontrando obstáculos en el lugar de trabajo, sobre todo las mujeres de color y las homosexuales. A las numerosas madres solteras con empleos que pagan bajos salarios también les resulta difícil proporcionar la atención o el tratamiento médico adecuados a sus hijos. No obstante, el cambio en la situación de la mujer en los años transcurridos desde la Segunda Guerra Mundial ha sido espectacular. El derecho de una mujer casada a trabajar fuera del hogar ya no se cuestiona, sobre todo porque la mayoría de las familias en las que conviven el padre y la madre dependen de un segundo ingreso. Las cuestiones de la mujer, la discriminación por razón de sexo, los derechos reproductivos, la atención del niño, la igualdad económica entre los sexos y las razas, reciben la atención plena de los formuladores de políticas. Las leyes federales le han dado a la mujer el derecho a la igualdad de trato en la escuela y en el lugar de trabajo y ella ha hecho buen uso de estas oportunidades. En la actualidad han cambiado las leyes, pero la sociedad aún tiene que dar muchos pasos. Desgraciadamente todos los días tenemos ejemplos en los medios de comunicación de agresiones y asesinatos a mujeres por parte de sus parejas, y de sentencias machistas que aún no consideran delito este tipo de acciones. Según los últimos datos se calcula que una mujer es asesinada en nuestro país cada semana por su cónyuge celoso o despechado. Así están las cosas. El hecho de que todavía no se haya realizado plenamente la transformación a una sociedad de igualdad total no debe sorprendernos. El cambio de la relación entre el hombre y la mujer es uno de los más profundos que puede experimentar una sociedad; todos los países del mundo continúan tratando de lograr esta evolución. TEORIA FEMINISTA: IDENTIDAD, GENERO Y POLITICAS. EL ESTADO DE LA CUESTION La teóricas feministas durante las dos últimas décadas sobre disciplinas como la filosofía, la antropología, la sociología y la historia; y el de hacer públicos los resultados de investigaciones en las que se han utilizado algunos de los conceptos y de las perspectivas teóricas más relevantes de la teoría feminista. La identidad, el género y la política son temas de reflexión abordados tanto por los movimientos feministas contemporáneos como por científicas/os sociales, feministas y no feministas. La emergencia a finales de los años sesenta de un movimiento feminista organizado, que luchaba por conseguir la igualdad entre ambos sexos partiendo de la constatación de la existencia de una discriminación hacia las mujeres que se plasmaba en todos los ámbitos (públicos y privados) de la vida cotidiana, permitió denunciar determinadas situaciones de discriminación (laboral, jurídica), y exigir a las instituciones soluciones políticas a las mismas. Durante la década de los setenta el auge de los movimientos feministas occidentales contribuyó a crear la conciencia social de que existía una serie de problemas que afectaban especialmente a las mujeres, y algunos de ellos fueron paliados mediante la aprobación de distintas leyes sobre la interrupción voluntaria del embarazo y el divorcio. Al mismo tiempo que se conseguían estas victorias políticas parciales que permitían mejorar las condiciones de vida material de numerosas mujeres, los problemas identificados por el movimiento feminista daban pie a la elaboración de análisis teóricos relevantes para las Ciencias Sociales. El incremento del número de mujeres que trabajaban en el terreno de la antropología, la filosofía, la historia o la sociología, y la conciencia derivada del impacto social del movimiento feminista, decidieron incidir en sus respectivas disciplinas mediante la construcción teórica y metodológica de un nuevo objeto de estudio: Las mujeres. Esta opción les obligó a revisar críticamente los fundamentos epistemológicos de sus respectivas disciplinas, a denunciar el androcentrismo inherente a las mismas y a dotarse de un conjunto de categorías analíticas que sirvieran para interpretar la realidad social de las mujeres. Como resultado de esta coyuntura en la que interactúan el interés político por transformar la situación social de las mujeres, y el interés científico por desarrollar investigaciones desde un marco teórico feminista, se empiezan a publicar estudios individuales y colectivos en los que se abordan diferentes problemáticas, desde perspectivas de análisis plurales. Las 3 dificultades con las que se van a encontrar las autoras de dichos estudios para conseguir las cotas de legitimidad académica en el seno de las universidades en las que trabajan, así como en el de sus respectivas disciplinas, han contribuido a ocultar la importancia que estas investigaciones tienen para la renovación epistemológica de las Ciencias Sociales. Sufragismo y feminismo: la lucha por los derechos de la mujer 1789−1945 2.3. LOS INICIOS DEL FEMINISMO NORTEAMERICANO El movimiento feminista en Estados Unidos se consolidó rápidamente debido a las condiciones socio−políticas y económicas propias de la sociedad Americana. Partiendo de un sistema político teóricamente democrático, el feminismo nació ligado a los movimientos protestantes de reforma religiosa que propugnaban una regeneración moral de la sociedad y al abolicionismo. La importante participación femenina en movimientos humanitarios por la abolición de la esclavitud ayudó a la rápida concienciación de las mujeres. La analogía entre los esclavos sin derechos y las mujeres era evidente. Las condiciones sociales y culturales en EE.UU. fueron especialmente favorables para la extensión de los movimientos femeninos. Las prácticas religiosas protestantes que promovían la lectura e interpretación individual de los textos sagrados favorecieron el acceso de las mujeres a niveles básicos de alfabetización, lo que provocó que el analfabetismo femenino estuviera prácticamente erradicado a principios del siglo XIX. A diferencia de Europa, Desde mediados del siglo XIX nos encontramos con una amplia capa de mujeres educadas de clase media que se convirtieron en el núcleo impulsor del primer feminismo. El primer documento colectivo del feminismo norteamericano lo constituye al denominada Declaración de Seneca Falls , aprobada el 19 de julio de 1848 en una capilla metodista de esa localidad del estado de Nueva York. "La historia de la humanidad es la historia de las repetidas vejaciones y usurpaciones por parte del hombre con respecto a la mujer, y cuyo objetivo directo es el establecimiento de una tiranía absoluta sobre ella. Para demostrar esto, someteremos los hechos a un mundo confiado. El hombre nunca le ha permitido que ella disfrute del derecho inalienable del voto. La ha obligado a someterse a unas leyes en cuya elaboración no tiene voz. Le ha negado derechos que se conceden a los hombres más ignorantes e indignos, tanto indígenas como extranjeros. Habiéndola privado de este primer derecho de todo ciudadano, el del sufragio, dejándola así sin representación en las asambleas legislativas, la ha oprimido desde todos los ángulos. Si está casada la ha dejado civilmente muerta ante la ley. La ha despojado de todo derecho de propiedad, incluso sobre el jornal que ella misma gana. Moralmente la ha convertido en un ser irresponsable, ya que puede cometer toda clase de delitos con impunidad, con tal de que sean cometidos en presencia de su marido". 4 Declaración de Seneca Falls (1848) Elisabeth Candy Stanton En este documento se expresa por primera vez lo se podría denominar una "filosofía feminista de la historia". Una filosofía que denunciaba las vejaciones que a lo largo de la historia había sufrido la mujer. Tras la guerra de Secesión (1861−1865), el movimiento feminista que había ligado en gran medida su suerte al abolicionismo sufrió una gran desilusión. Pese al triunfo del bando nordista, partidario de la supresión de la esclavitud, la XIV enmienda de la Constitución, que otorgaba el derecho de voto a los esclavos negros liberados, le negó a la mujer el derecho de sufragio. La reacción fue inmediata Elisabeth Candy Stanton (1815−1902) y Susan B. Anthony (1820−1906) crearon la Asociación Nacional por el Sufragio de la Mujer (National Woman Suffrage Association), primera asociación del feminismo radical americano, independiente de los partidos políticos y de los movimientos de reforma. Susan B. Anthony ACTIVIDADES 1. ¿Cuáles son las características singulares de Estados Unidos que propiciaron un desarrollo precoz del movimiento feminista? 2. Elabora una breve biografía de Elisabeth Cady Staton y Susan B. Anthony. 3. Resume las principales ideas recogidas en el fragmento de la Declaración de Seneca Falls. 4. ¿Cuáles fueron los motivos que llevaron a la creación de la Asociación Nacional pro el Sufragio de la Mujer? CRONOLOGÍA 1743 Condorcet publica Bosquejo de una tabla histórica de los progresos del espíritu humano 1791 Olimpia de Gouges publica la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana 1792 Mary Wollstonecraft publica Vindicación de los Derechos de la Mujer 5 1843 Flora Tristán publica La Unión Obrera 1848 Declaración de Seneca Falls (Nueva York) 1869 Wyoming es el primer estado de EE.UU. en otorgar el derecho de voto femenino 1869 John Stuart Mill publica El sometimiento de la mujer 1879 August Bebel publica La mujer y el socialismo 1884 Friedrich Engels escribe El origen de la familia, la propiedad privada y el estado 1893 Nueva Zelanda es el primer país que concede el derecho de sufragio a las mujeres 1897 Lydia Becker y Millicent Fawcet fundan la Unión Nacional de Sociedades para el Sufragio de la Mujer (National Union of Women's Suffrage Societies − NUWSS). 1903 Emmeline Pankhurst y sus seguidoras abandonan la NUWSS y forman la Unión Política y Social de las Mujeres (Women's Social and Political Union − WSPU) 1906 Finlandia, primer país europeo que otorga el sufragio femenino 1907 Bajo la presidencia de Clara Zetkin, se reúne la I Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas 1912 En España se aprueba la denominada "ley de la silla" 1913 El Parlamento británico apueba la "ley del gato y el ratón" (Cat and Mouse Act) 1917 Jeanette Rankin, primera mujer elegida miembro del Congreso de los Estados Unidos 1918 Se funda en Madrid la Asociación Nacional de Mujeres Españolas (ANME) 1918 El Parlamento británico aprueba una ley electoral que otorga el sufragio a las mujeres mayores de 30 años 1920 Se aprueba la XIX enmienda a la Constitución de EE.UU. por la que todas las mujeres mayores de edad obtienen el derecho de voto 1931 La Constitución española de la II República otorga el derecho de sufragio a las mujeres mayores de edad 1945 Las mujeres consiguen el derecho de voto en Francia e Italia 6