EL MARCO NORMATIVO QUE PERMITIRÁ CONJUGAR UNA EXCEPCIONALIDAD EN LA REGULACIÓN DE LA RELACIÓN ESTATUTARIA DE LOS PROFESIONALES SANITARIOS Y LA IMPLEMENTACIÓN DE LAS UNIDADES DE GESTIÓN CLÍNICA PROPUESTAS PARA LA DISCUSIÓN Foro cardiología: 11/04/2013 INTRODUCCIÓN La sostenibilidad de nuestro Sistema Nacional de Salud es una obligación que vincula a todos los agentes en su viabilidad, desde quienes tienen responsabilidades políticas, hasta aquellos que de un modo u otro pueden influir, interactuar, reivindicar o contribuir a modular sus normas organizativas o de funcionamiento. La creación del Sistema Nacional de Salud ha sido uno de los grandes logros de nuestro Estado del bienestar, dada su calidad, su vocación universal, la amplitud de sus prestaciones, su sustentación en el esquema progresivo de los impuestos y la solidaridad con los menos favorecidos, lo que le ha situado en la vanguardia sanitaria como un modelo de referencia mundial. El hito más destacado en el momento de su creación fue la promulgación de la Ley 14/1986 de 25 de abril General de Sanidad. Esta Ley previó en su artículo 84 la necesidad de acometer una nueva tarea legislativa en aras de aglutinar en un único texto la regulación del estatuto de los profesionales que venían prestando sus servicios en las Instituciones Sanitarias de este SNS y que, hasta ese momento, presentaban una regulación dispersa y preconstitucional en tres diferentes Estatutos (de personal médico, de personal sanitario no facultativo y de personal no sanitario), el denominado Estatuto Marco. La promulgación de esta norma, tardaría, sin embargo, en ver la luz 17 años. Entre tanto, la producción normativa en materia sanitaria no se detuvo y, entre otros se dictaron dos Reales Decretos, que tuvieron su importancia en el ámbito de los aspectos organizativos de la actividad de los profesionales, en torno a los dos niveles de atención en que, a partir de la entrada en vigor de la Ley general de sanidad se estructura la prestación de asistencia sanitaria: Atención especializada: Real Decreto 521/1987 de estructura, organización y funcionamiento de hospitales y, Atención primaria: Real decreto 137/1984 de Estructuras Básicas de salud. En el primero quedan organizadas las Unidades Clínicas, fundamentalmente en torno a Servicios y secciones y, Supervisiones para Enfermería. En el segundo, en torno a Coordinadores Médicos y Responsables de Enfermería. También merece la pena ser destacada la Ley 15/1997 que habilita para la gestión de Centros e Instituciones Sanitarias, a través de Nuevas formas de gestión: posibilidad de utilizar fórmulas de Administración Instrumental (Empresas Públicas, Fundaciones, Consorcios…), para que quedasen dotadas de personalidad jurídica propia y capacidad de obrar en el ámbito del ordenamiento jurídico privado (régimen laboral del personal, gestión financiera, etc...) aun manteniendo la titularidad pública. Es el año 2003, un año trascendente en el ámbito del ordenamiento de las profesiones, al promulgarse dos leyes de la máxima importancia en esta materia: la Ley 44/2003 de ordenación de las profesiones sanitarias y la Ley 55/2003 del Estatuto marco del personal estatutario de los servicios de salud. La primera define el alcance, las competencias, el acceso, la formación etc., de las distintas profesiones sanitarias y, la segunda cumple el mandato normativo de la Ley Gral. de sanidad (artículo 84), al dotar de un único marco básico, en cuanto al régimen jurídico de vinculación, a todos los profesionales del SNS. EL SISTEMA NACIONAL DE SALUD Sin embargo, el Sistema Nacional de Salud tiene situaciones de descoordinación entre los 17 servicios de salud autonómicos (más el INGESA), lo que se traduce en la aparición de diferencias en las prestaciones y en los servicios a los que acceden los pacientes en las distintas comunidades autónomas. La cohesión territorial y la equidad se han visto puestas en cuestión con determinadas medidas adoptadas durante estos últimos años. Por ello, son necesarias reformas que permitan reforzar la sostenibilidad, mejorar la eficiencia en la gestión, promover el ahorro y las economías de escala, introducir nuevas herramientas a través de las nuevas tecnologías, ganar en cohesión territorial, coordinar los servicios sanitarios y los sociales y, sobre todo, garantizar la igualdad de trato en todo el territorio nacional. Los fondos destinados a financiar los recursos humanos en los servicios de salud suponen la partida más importante de sus presupuestos. La diversidad de normas reguladoras, la complejidad organizativa de titulaciones, categorías y situaciones laborales de los más de 600.000 trabajadores de los 17 servicios de salud ha ido generando una gran variabilidad interpretativa de las normas reguladoras. Cada Servicio de salud cuenta con una Mesa Sindical – sectorial – de negociación con los agentes sociales/sindicales. La variabilidad en condiciones de trabajo, como las salariales son realmente destacables, ya que la Administración General del Estado cuenta con competencias en materia retributiva, sólo desde el punto de vista de las consideradas básicas (sueldo, trienios y pagas extraordinarias), mientras que en retribuciones complementarias son las CC.AA. las que, en desarrollo de sus competencias de ejecución, han introducido factores de variabilidad que se traducen en diferencias que suponen, para profesionales médicos de función equiparable en distintos servicios de salud, con una notable variabilidad retributiva en términos brutos anuales. Se presenta así como un reto de futuro ineludible, el definir homogéneamente para todo el Sistema Nacional de Salud la regulación actual de aspectos vinculados a sus recursos humanos, los criterios generales reguladores del sistema retributivo asociados a las distintas posibilidades de gestión y la naturaleza de las relaciones jurídicas de vinculación de los profesionales con las Administraciones sanitarias empleadoras, así como su progresión y desarrollo profesional. ACCIONES EMPRENDIDAS POR EL MINISTERIO DE SANIDAD, SERVICIOS SOCIALES E IGUALDAD Ante este panorama general cuáles han sido las prioridades del Ministerio en ir abordando las distintas alternativas de reforma que en materia de cohesión de Recursos Humanos en el SNS, parece necesario acometer: - En primer término, en el real decreto ley 16/2012 de 20 de abril de medida urgentes para garantizar la sostenibilidad del SNS y mejorar la calidad y seguridad de sus prestaciones, se abordaron determinados aspectos en el capítulo V. - En segundo término , se constituyen por Acuerdo del CISNS de tres Grupos de Trabajo en materia de RR.HH.: · La regulación de un cuadro de equivalencias de categorías para facilitar la movilidad entre Servicios de salud. · Regular el desarrollo de las bases del desarrollo profesional, como proceso ligado a la vida y actividad del profesional, que le permita actualizar su bagaje, know how y, así además de revalidar y recertificar sus competencias periódicamente, afianzar un modelo de carrera profesional más coherente y homogéneo. · Equiparar las condiciones de baremación de los méritos de formación continuada en el SNS, para su cómputo en los procesos selectivos, de movilidad y provisión de puestos, lo que no ofrece pocas dificultades. · Y en materia de modelo retributivo, apostar por un sistema que, coincidiendo con el sentir general, busque los mecanismos de compensación en mérito al reconocimiento de los principios de excelencia, competencia, implicación, corresponsabilidad, consecución de resultados, todo ello asociado con la racionalización de las estructuras y los modelos de gestión. · Para ello se han barajado, por los distintos agentes, diversas fórmulas, garantizando la preservación de la relación estatutaria para los profesionales y, explorando, a la vez, vías que permitan una regulación diferenciada o singularizada de las condiciones laborales de prestación de servicio de los profesionales. Compartiendo la necesidad de abordar reformas que contribuyan a la sostenibilidad del SNS y a la mayor estabilidad, motivación y proyección de futuro de los profesionales del Sistema Nacional de Salud, hemos entendido que en el marco de las propuestas que se vienen planteando, es factible el estudio de la preparación y elaboración de una reforma que supusiese una regulación de los nuevos modelos de gestión asociada a los procesos clínicos en un marco de eficiencia por la sostenibilidad del SNS. Efectivamente, la modificación del actual marco normativo, especialmente LOPS Y Estatuto Marco podría ser adaptable a estas circunstancias permitiendo, · Hacer extensible esta situación al personal médico, facultativo y/o sanitario, no sólo fijo, sino también interino. · Permitir reservar la vinculación estatutaria por tres años (como establece ahora) o más años (tras su reforma). · Obviar los requisitos actuales de la relación de empleo estatutaria, mientras se encuentre el interesado en esta situación. · Conectarla, no sólo con las nuevas formas de gestión, sino con las Unidades de Gestión Clínica promoviendo la modificación normativa que justifique la aceptación del “cambio en la relación de empleo” desde la estructura ya existente en cada Servicio de Salud, asegurándose así e íntegramente la financiación pública del modelo.