VALORACION DE LA DIURESIS EN LAS PlELONEFRlTlS Drs. JULIAN FLORES GlNES y CARLOS SANCHEZ DE MEDINA CONTRERAS Hospital de la Misericordia y de San Juan de Dios de Cádiz Residencia Sanitaria de la S. S. General Primo de Rivera de Jerez de la Frontera RESUMEN titutivos del equilibrio hidrosalino, bien de forma definitiva, bien temLos autores tratan de resaltar a poral en espera de la recuperacióri ,través del mecanismo fisiopatológi- tubular. co el valor de la diuresis en las neSin embargo, este esquematismo fritis intersticiales, llamando la aten- es uno de los problemas más difícición de los valores extremos de ésta, les de la nefrología actual. Es, en en la alteración iónica, de importan- primer lugar, prácticamente impocia primordial, a veces olvidada, para sible valorar la correlación anatoel tratamiento inmediato de los fra- mo - patológica con la alteración casos tubulopáticos. funcional. Por otra parte existe una gran similitud clínica entre la disfunción orgánica o funcional renal La unión anatomofuncional del y la extrarrenal. Recordemos a este sistema tubulo - intersticial y la le- respecto la semejanza entre la diasión predominante de las pielonefri- betes insípida diencéfalo - hipofisatis en este sistema, así como las re- ria y la nefrógena, ya sea congénita percusiones clínicas globales y des- o adquirida, o el síndrome pseudoadglosadas de las alteraciones del mis- disoniano pielonefrítico y la misma mo, han preocupado a internistas y enfermedad de Addison. Aún más, urólogos a tratar de sintetizar en sín- los síndromes extrarrenales tubuladlromes más o menos esquemáticos res ocasionan lesión renal secundael patologismo túbulo - intersticial ria, como ocurre en la hipopotasecon objeto de aprovechar la tera- mia del hiperaldosteronismo primapéutica más adecuada. rio o la de origen digestivo. Por ú1Esta terapéutica se centraliza rigu- timo recordemos que las disfunciorosamente en procedimientos subs- nes circulatorias y glomerulares, que 68 ANALES DE MEDICINA Y CZRUGZA Vol. LVII - N." 247 se pueden añadir a las tubulopatías melstiel y Wilson en los diabéticos, aportan a la clínica alteraciones hi- o a las amiloidosis de las supuracioperazotémicas, hipertensivas o he- nes renales unilaterales, o a las pro-páticas, que hacen imposible el des- teinurias de los neoplásicos. glosamiento sindrómico de la insuC) Síndrome obstructivo asociaficiencia renal global pielonefrítica. Dentro de este difícil problema do a pielonefritis. -Le ponemos el del diagnóstico diferencial tubulo- «apellido» de pielonefritis, por no pático tratamos de valorar, ante un apartarnos del concepto generalizadiagnóstico sentado ya de pielone- do de hidronefrosis que implica orifritis, el papel de la diuresis desde nas asépticas. Indiscutiblemente exisun punto de vista fisiopatológico te una nefritis intersticial en las hidronefrosis, pero jexiste o no infecpara una orientación terapéutica. ción? Dos hechos clínicos nos perExisten dos situaciones: miten hacer esta pregunta: En pri1. Disminución de la diuresis has- mer lugar, de 22 pielografías transpiélicas realizados en hidronefrosis ta la oligoanuria. en los últimos dos años, siete de, 2. Aumento o poliuria. ellas presentaron cultivos positivos en la orina recogida, cuando la oriLa oliguria u oligoanuria puede na miccional había sido en el cien aparecer dentro de los siguientes es- por cien de los casos de cultivo netados: gativo; además una de ellas, tras la ureteropieloplastia hizo un riñón reA), Pietonefritis agudas. - No só traído hipertensivo, y tras la nefreclo en las nefritis intersticiales tóxi- tomía, el cultivo de la pieza fue poco - infecciosas o tóxico - alérgicas de sitivo. Por último, si admitimos el los procesos febriles intercurrenles, autocultivo de la orina retenida en sino en la primera fase de las mis- las megavejigas, el mismo mecanismas nefritis intersticiales microbi;a- mo pudiera aplicarse a las hidronenas, sobre todo en su fase septic6- frosis. mica donde el edema intersticial y Sin apartarnos del tema, la explilas pérdidas hidrosalinas extrarre- cación de la oligoanuria en la obsnales: vómitos, diaforesis, diarreas, trucción baja o alta en riñón único explican su fisiopatología. la vemos explicada claramente en e1 esquema del Callis y expuesta maB) Sindromes nefróticos de las gistralmente por Sol6 y Gosálvez pielonefritis. -Puestos en evidencia en la Ponencia del Congreso de Topor Jiménez Díaz, son escasos y sue- rremolinos. En el adulto hay una falen asociarse a las hialinosis difusas se de lucha o menos larga contra 13 de Be11 o a las intercapilares de Kim- presión creada y ésta llega tarde a S Enero-Marzo 1977 * ANALES DE MEDICINA Y CZRUGZA la papila, pero el niño pasa fácilmente a la distensión y al reflujo con repercusiones más tempranas. La hipertonía piélica repercute en el sistema tubular, que al dilatarse produce isquemia intersticial; por ello lo primero que sobreviene es un fracaso de la concentración y de la acidificación urinaria, pero cuando la hiperpresión afecta la presión de filtración sobreviene la oliguria. D) Ciertas formas anatomoclínicas de las pielonefritis asociadas a factores inmunoalérgicos como la necrosis papilar aguda. . 4 E) Trastornos del tono y volum e n píasmáticos. - Estos pueden scr consecutivos a trastornos renales y extrarrenales. No es necesario repetir aquí el mecanismo de los volorreceptores del espacio extrace1~ilary su influencia en la diuresis a través de la aldosterona, y como ésta al reabsorber el Na en el asa de Henle provoca la hipertonía medular con la consiguiente reducción de la diuresis, y la influencia recíproca sobre el tono plasmático, qu:: a través de los osmorreceptores cerebrales ponen en marcha la permeabilidad del sistema colector a través de la hormona antidiurética. Hay situaciones en las pielonefritis cn que la integridad de estos sistemas pueden conducir a la oligurid, y así tenemos: 1. Insuficiencia cardíaca asociada, donde el aumento de la pre- 69 sión venosa con la trampa capilar de agua y sodio, la disminución del filtrado, el hiperaldosteronismo secundario favorecido por la lentitud del débito en el gradiente córtico papilar se conjugan para dicminuir la diuresis. Los síndromes de hipotonía plasmática que aparecen en las pielonefritis ya por terapéuticas inadecuadas de perfusiones glucosadas, ya por falta de aporte hidrosalino en los síndromes seudoaddisonianos pielonefríticos o las graves hipotonías tras las poliurias osmóticas del síndrome de desobstrucción de las vías urinarias. F ) Fase final de las esclerosis renales pielonefriticas. - Como denominador común de las pielonefritis oligúricas bien tratadas daremos los siguientes conceptos: - Su sombrío pronóstico a breve plazo. - Sus aclaramientos bajos con un tanto por ciento de valor funcional escaso. - La grave afectación glomerular. - La aparición del síndrome global de insuficiencia renal con edemas y gran retención nitrogenada. La segunda situación es la de POL.IURIA. Esta situación es la espe- 70 ANALES DE MEDICINA Y CIRUGIA cíficamente pielonefrítica; la expresión del fracaso túbulo - intersticial, primero en anunciarnos la afectación renal. Aparece una hipostenuria proporcional al aumento de la diuresis hasta establecerse una isostenuria preludio de la anuria final. Cuando se va estableciendo la insuficiencia renal pielonefrítica observamos, según Reubi, como hay vna disminución proporcional de !a filtración glomerular y las funciones tubulares de forma que la fraccióii de filtración es normal y además que las actividades tubulares están conservadas cuando se las relaciona con el filtrado glomerular, como lo demuestra la excreción de paraaminohipúrico y la reabsorción de la glucosa. Sin embargo, desglosando las funciones tubulares existen alteraciones más precoces: a) La pérdida progresiva de la concentracibn, ya sea por pérdida del gradiente córtico - papilar, o por falta de respuesta a la aldosterona y a la hormona retrohipofisaria. b) La pérdida paulatina de eliminar orinas ácidas puesta de manifiesto en su principio por fa prueba de sobrecarga al ClNH,. c) Las pérdidas renales de sodio tan significativas de esta fase poliúrica pielonefrítica. El denominador común es la emisión de orinas abundantes, de derisidad baja, neutras o alcalinas con Vol. LVTI - N? 247 hipernatriuria, pero que pueden sermanifestación de varios mecanismos tubulares: 1. Fallo de la reabsorción del agua obligatoria en túbulo proximal, con diuresis facultada al aporte hídrico. 2. Fallo de la reabsorción del agua facultativa con diuresis obligada o independiente de la ingesta hídrica. El mecanismo del primer fallo es el de una diuresis osmótica, en la cual se unen la hiperosmolaridad tubular proximal junto al fracaso del mecanismo de contracorriente de Wirz en el asa de Henle, que exige para su funcionamiento un débito urinario lento. Es el mismo mecanismo que el de las diuresis osmóticas terapéuticas con soluciones de urea o manitol, y tienen como premisa común ser más manifiestas cuanto mayor sea la integridad glornerular. Esto exige ya un trastorno de la fracción de filtración y por tanto una disarmonía glomérulo tubular a favor de una disfunción tubular: la llegada de un ultrafiltrado hipertónico sobrecargado de solutos a un tubo proximal, por una situación plasmática especial hace fracasar la reabsorción obligada dc agua, sodio, potasio, fosfatos, aminoácidos y glucosa en un medio donde la isotonía es la norma; isotonía que dentro de la normalidad y a medida que avanza hacia el asa d,-. Henle va aumentando en tono y per- J 4 b . Enero-Marzo 1977 z a AYALES DE MEDICINA Y CIRUGIA dicndo en débito. Por tanto, e1 gradiente córtico - medular osmótico tiende a invertirse, el intersticio medular no va a ser tan hipertónico con respecto al débito que va a llegar a la medular, y ello, unido a la rapidez del mismo va a hacer fracasar a la aldosterona y a la hormona antidiurética sobre el agua facultati, va. La consecuencia es que un ultra. filtrado va a llegar a la papila casi íntegro en cantidad y contenido, con una pérdida abundante de líquidos y COQ unos aclaramientos de solutos muy cercanos a los de la inulina hiposulfito o creatinina. Este mecanismo se puede presen. tar en dos contingencias fundamentales: - Síndrome nefrológico de la su presión del obstáculo en su pri mera fase. - Síndrome nefrológico de las glucosurias renales. a i) En el primer caso, el más frecuente, de gran gravedad y de gran interés urológico, se produce una diuresis osmótica al aumentar la filtración de urea y glucosa, con incapa. cidad tubular de reabsorción que permite compensar este aumento de la filtración. Se manifiesta por el cuadro de deshidratación hipotóni. ca: pérdida de agua y sodio, sequedad de mucosas, pérdida del turgor cutáneo, hundimiento de globos oculares e hipotensión. Pérdida de calcio, que puede traducirse en convulsiones y crisis te iánicas o tetaniformes, sobre todo 71 en niños y si no existe acidosis marcada. Pérdida de potasio, astenia, paresia intestinal, subsaltos tendinosos, alteraciones de la conducción cardíaca. Como es de suponer, en el niño el cuadro es extraordinariamente grave debido a la gran desproporción entre la superficie corporal y las pérdidas que se producen, por lo que la descompensación irreversible sobreviene en cuestión de horas. En el adulto el cuadro es menos aparatoso sobre todo si existe afectación glomerular. Es muy de tener como norma, el estado del tono de las vías por encima del obstáculo, ya que la gran urétero - hidronefrosis impide el drenaje satisfactorio a nivel renal por el gran espacio muerto con altas presiones, por lo cual es aconsejable en estos casos hacer drenaje por derivaciones altas: nefros y pielostomías en espera de la recuperación hidrosalina y posterior intervención sobre el obstáculo. Referente a las glucosurias renales poliúricas y pielonefríticas tienen el mismo mecanismo patogénico: osmolaridad por defecto de la reabsorción de la glucosa en el tubo proximal con la consiguiente dispersión glomérulo - tubular definida por Govaert como aumento del dintel de saturación de la glucosa por el epitelio tubular. Hay que hacer el diagnóstico diferencial con la diabetes renal pura, el síndrome de Fanconi, las glomerulonefritis, el crush - sín- 72 ANALES DE MEDICINA Y CIRUGIA drame y ciertas nefropatías tóxicas: plomo, mercurio y sales de potasio. Sin embargo, citamos este síndrome con cariño por haberlo encontrado con cierta frecuencia en embarazadas poliúricas y piúricas y en soldados, tras brotes pielonefríticos agudos. Desde el punto de vista anatomo - patológico describe Monasterio ciertas displasias tubulares degenerativas. Por último tocaremos aquellas poliurias del agua facultativa con diuresis obligadas e independiente del aporte hídrico. Aquí las pérdidas de agua son por un fallo medular que puede conducir a dos situaciones diferentes: a) Hipotonía plasmática por pérdida de sodio. En esta situación falla la anhidrasa carbónica para intercambiar hidrogeniones por sodio, y falla el intercambio de potasio por el sodio a través de la aldosterona, con la consiguiente pérdida de bases y descenso de la reserva alcalina; ello unido al fallo de la amoniogénesis del epitelio tubular. El cuadro no es más que el síndrome seudoaddisoniano nefrogénico con deshidratación extracelular, hiponatremia, hiperpotasemia y Vol. LVII - N." 247 acidosis, que a través de un hiperparatiroidismo secundario moviliza el calcio, que ya pierde su matriz proteica ósea por el intenso catabolismo, condicionando una hipocalcemia con hipercalciuria con tendencia espasmofílica enmascarada por la misma acidosis. b) Hipertonía plasmática por pérdida de agua, cuyo síndrome fundamental es la diabetes insípida nefrdgénica, resistente a la hormona antidiurética, que no abre la permeabilidad del sistema colector a la hipertonía intersticial conduciendo a la hiperelectrolitemia, sobre todo hipernatrémica, que conduce a la deshidratación celular. Este desglose sindrómico de las alteraciones patogénicas de la diuresis en las pielonefritis nos pone a la expectativa con las exploraciones complementarias para una terapéutica substitutiva adecuada. Como vemos, un síntoma nefrourológico como es la diuresis puede ser el comienzo de hilo de la compleja clínica sindrómica de la pielonefritis para llegar a un diagnótico diferencial acertado. Enero-Marzo 1977 ANALES DE MEDICINA Y CIRUGZA BIBLIOGRAFIA 1. AYE,R. C.: Diabetes, 3, 1954, pág. 124. 2. BRAASCH, W. T.: Journal of. Urol., 68, 1952. 3. BLACK: Enfermedades del riñón, 1970. 4. FLORES:Patología de la papila. Cap. 11, Tesis Doctoral, 1976. 5. G. DEL Rfo: Pielonefritis y gestación. Prog. de Obst. y Gine. Vol. IV, fasc. 1, año 1961. Obstrucción urinaria baja en la infancia. Curso Fund. Puigvert, 6. GosA~v~z: año 1976. '7. PARAMO:Síndrome de desobstrucción. Symposium Internacional. Fund. Jiménez Díaz, 1976. 8. HAMBURGER: Nefrología. Trast. Funcionales renales, 1967. 9. MERRILL:Trat. de la Insuf. renal, 1976. 10. REUBI:Pielonefritis y síndromes tubulares. Nefrología Clínica, 1965. 11. SERRALLACI-1: Reanimación a los retencionistas crónicos. Anales, 1967. 12. 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