El legado de Lao-tse Docteur Gérard Guasch Ya avanzado en edad y cansado de las riñas y desacuerdos que reinaban en el país, un día Lao-tse se decidió a dejar China. Sentado en un búfalo, llegó a la puerta del Oeste. Allí, el guardián de la frontera lo detuvo y le pidió no ir más lejos sin haber dejado por escrito lo esencial de sus enseñanzas. El resultado fue un tratado de unos 5 000 caracteres sobre el Tao y el Te (la Vía y su Virtud) que conocemos con el nombre de Tao-te ching (Daode jing). Así nos presenta la leyenda al “viejo de las orejas largas”1, ¿pero quien fue realmente Lao-tse y que aportó a Occidente? El Viejo Maestro Poco se sabe de la realidad histórica de Lao-tse (Laozi). Se dice que vivió en China en el siglo VI a.C., bajo el reinado de los Chou (Zhou), que desempeño el papel de astrónomo y archivero de la corte y que conoció personalmente a Confucio, pero toda su vida está bañada en leyendas. “Viejo” tiene aquí cierta connotación de afecto siendo “las orejas largas” un símbolo de conocimiento y sabiduría. 1 Su nombre mismo no nos dice mucho. Lao significa "viejo, anciano, venerable", tse es un titulo honorífico conferido a grandes sabios; de ahí lo de “viejo sabio” o “viejo maestro”. A pesar de esto, estamos hablando de un destacado filosofo y de una gran figura íntimamente asociada al TAO, respetada por millones de personas. El Tao-te ching que muchos han tomado como guía para su camino es, después de la Biblia, el libro más traducido en el mundo. ¿Tao o TAO? De uso común en chino la palabra tao (dao) tiene muchos significados, entre los cuales: camino, vía, dirección, curso (de un río p.ej.), manera de proceder. El carácter, compuesto de los radicales cabeza y pie, indica un movimiento hacía algo. Cada escuela filosófica tiene su tao, su propia doctrina del modo en que ha de ser ordenada la vida. Para la escuela taoísta — la familia de los seguidores del TAO — esos tao no son más que reglas de conducta, no son el verdadero, el gran TAO. En su primer capítulo, el Tao-te ching, dice: El tao al que se le puede decir tao no es el eterno tao El nombre que se puede decir no es el eterno nombre Vacío, de Cielo y Tierra es el origen. Lleno, de los diez mil seres [= toda la creación] la madre. Así, desde la constante vacuidad del ser se puede vislumbrar su sutileza Desde la constante plenitud del ser sólo percibir su limite. Ambos de lo mismo brotan, aunque con distinto nombre Ambos igualmente son misterio, del misterio lo más misterioso De todas las sutilezas, la puerta. Padre y madre a la vez, el TAO es fuente de vida. Anterior al Cielo y a la Tierra, de él todo deriva. Vía, camino, flujo, proceso de formación y de transformación, principio no creado, "tela que no tiene tejedor", así es el TAO. Es el modo en que la naturaleza trabaja, lo sin que las cosas no podrían ser lo que son. Así lo consideramos nosotros los taoístas. Seguir el TAO El TAO es la meta; seguirlo, una manera de vivir, una vía de realización personal en la cual todo cabe, pero con medida. El sabio taoísta evita los excesos, acepta el libre fluir de la vida y de la energía, no se aferra a nada. Las virtudes que cultiva son la simplicidad, la naturalidad, la espontaneidad, la frugalidad, la falta de pretensiones, ambiciones y deseos exagerados. Se cuenta que Chuang-tse (Zhuangzi), el segundo gran exponente del taoísmo después de Lao-tse estaba pescando cuando llegaron dos embajadores del rey a solicitarle que fuera su primer ministro. Chuang-tse, que no tenía deseo alguno de involucrarse en los asuntos de Estado, les contestó: — "He oído decir que el rey de Chu posee el caparazón de una tortuga sagrada que murió hace tres mil años. Y he escuchado que el rey que los envía guarda este caparazón para sus adivinaciones en su palacio, ricamente envuelto en paños de seda. ¿Qué hubiera preferido esta tortuga, morir para que sus huesos fueran tan honrados o seguir viviendo arrastrando su cola en el lodo?" — "Ciertamente hubiera preferido vivir arrastrando su cola en el lodo", respondieron los mensajeros. Chuang-tse les contestó: — "Váyanse, pues. Yo también seguiré arrastrando mi cola en el lodo." Y el gran poeta Li-po (Libai), como respuesta a un enviado del emperador que le rogaba darse prisa para volver a la corte, en un poema de sólo veinte sílabas escribió: "¿ Me preguntas por qué habito en estas colinas verde jade ? Yo sonrío. No hay palabras para expresar el sosiego de mi corazón. ¡Qué fascinante la flor del durazno arrastrada por la corriente de agua! Aquí vivo en otro reino más allá del mundo de los hombres." Inspirándose en esas grandes figuras, todo taoísta busca no separarse del TAO y cultiva una actitud de respeto frente a los otros, la vida y la naturaleza. Ésta, llamada wuwei (literalmente “no acción”) invita a no realizar ninguna actividad calculada o forzada y a no actuar fuera de las leyes de la naturaleza. Tal sabio es retratado por el poeta Li-feng en los siguientes versos: "Frio como el hielo su corazón taoísta. Ninguna vana contienda hacia la meta, el Tao surge de sí mismo. Quieta su mente, disco de luna clara, reluciente, inmaculada." La vía del TAO, un camino de equilibrio Con varios miles de años de existencia, el taoísmo es la más antigua de las “tres enseñanzas de la China”, siendo las otras dos el confucianismo y el budismo. La denominación "escuela taoísta" aparece por primera vez alrededor del año 100 a.C. bajo la pluma del historiador Se-ma tsien, quien dice: "La escuela taoísta invita los hombres a la unidad del espíritu, enseñándoles que todas las actividades han de estar en armonía con lo invisible, con una abundante liberalidad para con todas las cosas de la naturaleza. […] Actúan poco, pero realizan mucho." Como el mismo TAO, el taoísmo es uno en su esencia, diverso en sus manifestaciones. A medida que las épocas cambian, también se transforma. En él se acostumbra distinguir tres aspectos que, aunque relativamente independientes, se enlazan: el filosófico, el místico y el religioso. La escuela filosófica o Taochia (Daojia) reúne la enseñanza de los grandes maestros desde Huang-ti (Huangdi) el mítico Emperador Amarillo, fundador de la civilización china y primera gran figura del taoísmo, hasta Lao-tse, Chuang-tse, Lie-tse y sus sucesores. Además integra aportes diversos, unos muy antiguos como los de la escuela de I-ching o del Yin-Yang. La religión taoísta o Taochiao (Daojiao) integra la herencia de los antiguos chamanes y de la vieja religión popular con la mayor parte de sus creencias y prácticas en un amplio y original sistema religioso. Después de una época de silencio y persecución, hoy en día está reviviendo. En cuanto a la vertiente mística del taoísmo que procede de las anteriores, ésa se ilustra esencialmente por las prácticas de meditación, contemplación, cultivo personal y cultivo dual (a través e la sexualidad compartida), alquimia interna, sin omitir numerosas prácticas de larga vida tanto externas como internas. En Taiwán, la mayor parte de los templos son taoístas. En China popular, donde sufrió mucho durante la Revolución cultural, asistimos a un verdadero renacimiento de los templos y monasterios, con la concurrencia de muchos adeptos hombres y mujeres jóvenes. Además, a través del mundo, a un lado de corrientes que podríamos llamar “neo-taoístas”, vinculadas con la filosofía del TAO, la acupuntura, las prácticas de larga vida, las artes marciales y curativas, existen, hoy en día, algunos maestros taoístas regularmente ordenados en una ú otra de las grandes corrientes taoístas: la Escuela de los Maestros Celestes (sobre todo representada en Taiwán) o la Escuela de la Completa Perfección, especialmente a través de la corriente de la Puerta del Dragón a la cual pertenezco. La vía del TAO es una vía de sabiduría y equilibrio. Compatible con cualquier creencia, tiene algo que ofrecernos para nuestra vida de cada día. Un legado valioso Lao-tse y los otros maestros del taoísmo nos han dejado un legado de gran valor: textos y prácticas para desarrollar una actitud de respeto frente a la vida en todas sus formas, la naturaleza y el cosmos, buscando siempre equilibrio, paz y armonía. "Él que en su conducta sigue al TAO, se une al TAO", dicen, y en el Nei-jing (atribuido al Emperador Amarillo) podemos leer: "Los que están en armonía son como un eco, siguen el TAO y no necesitan dioses o demonios, pues son libres e independientes". Dr Gerard Guasch El Dr. Guasch, además de ser médico y psicoterapeuta, es taoche (daoshi), es decir maestro del Tao. Tian xin ben, de su nombre taoísta, pertenece a la 25ª generación de la corriente Long men (la Puerta del Dragón) y desde hace muchos años enseña la filosofía y la meditación taoísta tanto en México como en el extranjero. Para saber más: Un estudio de la gran sinóloga francesa Isabelle Robinet: Lao Zi y el Tao, José J. de Olañeta ed., Palma de Mallorca, 1999. Entre las numerosas traducciones del Tao-Te ching, sugiero, por su fidelidad al original, la de José Ramón Álvarez, SAGA edic., 2004. También se puede consultar nuestra página Facebook: EL TAO DEL CORAZÓN.