especial auditoría Aplicable a las cuentas anuales cerradas a 31 de diciembre de 2008 Nuevo tratamiento contable de la depreciación de cartera en el contexto de grupo, multigrupo y asociadas El tratamiento de la valoración de las inversiones en el patrimonio de empresas del grupo, multigrupo y asociadas ha variado considerablemente respecto al antiguo plan. La evolución del posible deterioro de la cartera da a la norma de valoración una complejidad considerable. A esta dificultad se suma el hecho del alto número de usuarios que deberán unirse a las correcciones valorativas Alfredo Ciriaco Fernández Socio Audihispana Grant Thornton L a denominación de esta tipología de cartera es muy clara al delimitar lo que en ella incorporaremos: inversiones en el patrimonio de compañías del grupo, multigrupo y asociadas. Aunque en la práctica totalidad de los casos se tratará de acciones de dichas sociedades, el alcance podría ser mayor ante la existencia de títulos emitidos y computables como patrimonio del emisor y que, quizás, deberíamos tener en cuenta. La definición de empresas del grupo, multigrupo y asociadas se encuentra recogida en el apartado 13ª de las Normas de elaboración de las cuentas anuales, dentro de la parte tercera del Plan General Contable. De la misma se entenderá que otra empresa forma parte del grupo cuando ambas estén vinculadas por una relación de control, directa o indirecta, análoga a la prevista en el artículo 42 del Código de Comercio para los grupos de sociedades, o cuando las empresas estén controladas por cualquier medio por una o varias personas jurídicas o físicas, que actúen conjuntamente o se hallen bajo dirección única por acuerdos o cláusulas estatutarias. Si bien es ampliamente conocido dicho artículo del Código de Comercio, éste circunscribe el concepto de grupo de la siguiente manera: “En particular, se presumirá que existe control cuando una sociedad, que se calificara como dominante, se encuentre en relación con otra sociedad, que se calificará como dependiente, en alguna de las siguientes situaciones: a) Posea la mayoría de los derechos de voto. b) Tenga la facultad de nombrar o destituir a la mayoría de los miembros del órgano de administración. c) Pueda disponer, en virtud de acuerdos celebrados con terceros, de la mayoría de los derechos de voto. d) Haya designado con sus votos a la mayoría de los miembros del órgano de administración, que desempeñen su cargo en el pd momento en que deban de formularse las cuentas consolidadas y durante los dos ejercicios inmediatamente anteriores”. Se entenderá que una empresa es asociada cuando, sin tratarse de una empresa del grupo en el sentido señalado anteriormente, la empresa o algunas de las empresas del grupo, caso de existir éste, incluidas las entidades o personas físicas dominantes, ejerzan sobre tal empresa una influencia significativa por disponer de una participación en ella que, constituyendo con ésta una vinculación duradera, esté destinada a contribuir a su actividad. En este sentido, se entiende que existe influencia significativa en la gestión de otra sociedad, cuando se cumplan los requisitos siguientes: a) La empresas, o una o varias empresas del grupo, incluidas las entidades o personas físicas dominantes, participan en la empresa. b) Se tenga el poder de intervenir en las decisiones de política financiera y de explotación de la participada, sin llegar a tener el control. FICHA RESUMEN Autor: Alfredo Ciriaco Fernández Título: Nuevo tratamiento contable de la depreciación de cartera, en el contexto de grupo, multigrupo y asociadas. Aplicable a las cuentas anuales cerradas a 31 de diciembre de 2008 Fuente: Partida Doble, núm. 213 páginas 74 a 79, septiembre 2009 Localización: PD 09.09.07 Resumen: La valoración de las inversiones en el patrimonio de empresas del grupo, multigrupo y asociadas, es en apariencia un concepto que no ha tenido un cambio llamativo respecto al PGC 90. La realidad es bien distinta cuando comenzamos a adentrarnos en la lectura de la misma. Cada epígrafe de la norma queda envuelto en una complejidad manifiesta tanto desde un punto de vista teórico, tocando técnicas y modelos, a los cuales la gran mayoría de las empresas no estaban acostumbradas, como desde un punto de vista práctico. Por tanto, el actual tratamiento se distancia bastante del tratamiento sencillo de la antigua norma de valoración. Palabras clave: Grupo y empresas asociadas. Inversión. Cartera accionarial. Depreciación. Abstract: The valuation of investments in the net equity of group and associated companies is, at first glance, a matter that has not undergone any significant change when compared to the 1990 General Accounting Plan. However, the truth is very different when one gets deeper into the subject. Each area of the accounting standard is wrapped up in obvious complexities, both from the theoretical standpoint, modifying valuation techniques and models, with which companies are not familiar, as well as from the practical point of view. As a result, the present accounting standard is quite different from the simple treatment required under the old standards. Key words: : Group and associated companies. Investment. Share portfolio. Depreciation pág www.partidadoble.es 75 especial auditoría nº 213 septiembre 2009 Además, dicha influencia significativa se podrá evidenciar a través de cualquiera de las siguientes vías: sarias siempre que exista evidencia objetiva de que el valor en libros de una inversión no será recuperable”. a) Representación en el Consejo de Administración u órgano equivalente de dirección de la empresa participada. Este primer párrafo, aparentemente inocuo, no está exento de cambios importantes a tenor de la terminología utilizada. Del párrafo anterior queda claro que el concepto de deterioro se asocia con la falta de recuperabilidad del valor en libros, y esto supone un giro en la forma de entenderlo ya que “recuperabilidad” forzosamente se asocia con una visión prospectiva, es decir, relacionada con el futuro. Cuestiones tales como si el importe reflejado en el balance se justifica con los rendimientos esperados supone un cambio relevante y como muestra de ello pasamos de un PGC 90, cuya única preocupación giraba en torno a la situación estática y pasada de las compañías (fondos propios), a un PGC 07, cuyo punto de mira se sitúa en la determinación del valor del negocio, apoyándose para ello en ingredientes prospectivos que tratan de dar respuesta a la pregunta ¿es recuperable el valor en libros de la inversión? Si la respuesta es afirmativa, no procedería corrección de la valoración, sin embargo, si la respuesta fuese negativa, deberíamos tratar de dar respuesta al importe que se considera recuperable y, por tanto, calcular el importe del deterioro del modo indicado más adelante. b) Participación en los procesos de fijación de políticas. c) Transacciones de importancia relativa con la participada. d) Intercambio de personal directivo. e) Suministro de información técnica esencial. No obstante, existe una presunción, que admite prueba en contrario, de que existirá influencia significativa cuando la empresa, o una o varias empresas del grupo, incluidas las entidades o personas físicas dominantes, posean al menos el 20% de los derechos de voto de otra sociedad. Por terminar de delimitar el alcance de la norma, se entenderá por empresa multigrupo aquella que esté gestionada conjuntamente por la empresa o alguna de las empresas del grupo, en caso de existir éste, incluidas las entidades o personas físicas dominantes, y uno o varios terceros ajenos al grupo de empresas. ¿Cuándo y por qué importe realizar la corrección valorativa de las inversiones? Si bien, aparentemente, la valoración de las inversiones en el patrimonio de empresas del grupo, multigrupo y asociadas no ha variado de manera significativa, dado que hablábamos y seguimos haciéndolo en términos de coste, la evaluación del posible deterioro confiere a la norma de valoración una complejidad considerable, tanto a nivel teórico como práctico. Además, esta complejidad se ve unida al altísimo número de usuarios que deberán enfrentarse a las posibles correcciones valorativas por deterioro que, como veremos, difieren de manera sustancial de las provisiones por depreciación contempladas en el anterior plan contable. La norma 9ª del PGC 07 establece en cuanto a la estimación del deterioro, lo siguiente: “Al menos al cierre del ejercicio, deberán efectuarse las correcciones valorativas necepág 76 Por otro lado, y de la interpretación literal, la norma indica que si no existe dicha evidencia objetiva, no deberán efectuarse las correcciones valorativas necesarias. En el siguiente párrafo se explica cómo calcular el importe de dicha corrección valorativa; no obstante, de lo indicado líneas más arriba, parece deducirse que si no existe dicha evidencia objetiva, quizás no habría que calcular corrección alguna. Esto parece que introduce un elemento quizás algo ambiguo en la valoración porque parece que el cálculo no debe hacerse siempre, sino sólo cuando existe dicha “evidencia objetiva”. Parece lógico interpretar que la existencia de evidencia objetiva de que un activo financiero se encuentra deteriorado, debemos interpretarlo como consecuencia de uno o más eventos o sucesos que hayan ocurrido después del reconocimiento inicial y ese evento o eventos tengan un impacto en su valor recuperable. Así pues, las únicas pérdidas a considerar en un deterioro son aquellas posteriores al reconocimiento inicial y nunca aquéllas ya existentes en el momento de la adquisición de dicho activo financiero que obviamente ya estarían incluidas dentro del precio de dicho activo. pd Nuevo tratamiento contable de la depreciación de cartera en el contexto de grupo, multigrupo y asociadas Como ejemplos posibles de dicha evidencia objetiva cabrían, entre otros, los cambios significativos que hayan tenido lugar en el entorno legal, tecnológico, económico o de mercado, que tengan un efecto adverso, y que indiquen que el inversor no va a recuperar el conjunto de su inversión. Otras podrían quedar manifestadas por la desaparición de un mercado activo para el activo financiero en cuestión, a causa de sus dificultades financieras, por la probabilidad o existencia de una situación concursal o cualquier otra que implique una reestructuración financiera, datos observables que indiquen la existencia de una disminución cuantificable en los flujos de efectivo futuro, etc. “El importe de la corrección valorativa será la diferencia entre su valor en libros y el importe recuperable, entendido éste como el mayor importe entre su valor razonable menos los costes de venta y el valor actual de los flujos de efectivo futuros derivados de la inversión, calculados, bien mediante la estimación de los que se espera recibir como consecuencia del reparto de dividendos realizados por la empresa participada y de la enajenación o baja en cuentas de la inversión en la misma, bien mediante la estimación de su participación en los flujos de efectivo que se espera sean generados por la empresa participada. Salvo mejor evidencia del importe recuperable de las inversiones, en la estimación del deterioro en esta clase de activos se tomará en consideración el patrimonio neto de la entidad participada corregido por las plusvalías tácitas existentes en la fecha de valoración”. Términos como valor recuperable, valor razonable, valor actual de los flujos de efectivo sin duda se apartan de los datos contables para poder analizar el futuro mediante la utilización de procedimientos de descuento. Consideremos no sólo cuestiones asociadas al valor de los activos corrientes y no corrientes de la compañía, sino también cuestiones relacionadas con la capacidad de la sociedad para poder utilizarlos y ser capaces de obtener rendimientos. Además, implícitamente se deberán tener en cuenta condiciones del entorno económico que afectan al negocio y que no tienen necesariamente reflejo en la contabilidad de manera inmediata. El importe de valor recuperable se determina como el mayor de dos: el valor razonable menos los costes de venta y el valor actual de los flujos de efectivo futuros derivados de la in- pd « Las únicas pérdidas a considerar en un deterioro son aquellas posteriores al reconocimiento inicial y nunca aquéllas ya existentes en el » momento de la adquisición de dicho activo financiero versión y estimados por alguna de las siguientes alternativas: i) flujos esperados por el reparto de dividendos y por la enajenación o baja de la empresas participada y ii) participación en los flujos de efectivo que se espera sean generados por la empresa participada procedentes tanto de sus actividades ordinarias como de su enajenación o baja en cuentas. Si nos fijamos en el último párrafo que dice “salvo mejor evidencia del importe recuperable de las inversiones, en la estimación del deterioro en esta clase de activos se tomará en consideración el patrimonio neto de la entidad participada corregido por las plusvalías tácitas existentes en la fecha de valoración” puede preguntarse si lo que se está produciendo es una marcha atrás, volviendo nuevamente a una terminología similar a la empleada por el PGC 90; ésta se apoyaba en el cálculo del valor teórico contable de la participada corregido por las plusvalías tácitas iniciales, existentes en el momento de la toma de participación y que subsisten en la fecha de valoración. A nuestro entender, la norma persigue reconocer la complejidad de la metodología que se ha presentado inicialmente (aunque necesaria), ya que las valoraciones empresariales generalmente requieren la contratación de expertos que obviamente encarecerán los costes de la sociedad, además de reconocer que los procedimientos de valoración están dotados de importantes dosis de subjetividad, dado que los métodos de valoración expuestos no se definen con claridad y la metodología de cálculo asociada dificulta su implementación práctica. Por tanto, aplaudiendo que el PGC 07 introduzca en escena cuestiones que habían sido altamente pág www.partidadoble.es 77 especial auditoría nº 213 septiembre 2009 demandadas por las empresas (aunque igualmente ignoradas por el PGC 90) y, por otro, reconociendo su elevada complejidad, que en muchos casos puede reducir significativamente su valor práctico, parece normal que el PGC 07 permita utilizar el patrimonio neto contable de la participada corregido por las plusvalías tácitas existentes en el momento de la valoración como variable aproximada del valor recuperable. No obstante, hasta esta aproximación presenta diferencias notables respecto de la del propio PGC 90, aunque suenen de manera muy parecida. En primer lugar, se habla de patrimonio neto contable (concepto más amplio que el de los fondos propios) y en segundo lugar, se habla de plusvalías tácitas existentes en el momento de la valoración y no de aquellas existentes en el momento de la toma de participación y que subsisten en la actualidad (como decía el PGC 90). Por tanto, el patrimonio neto contable habría que corregirlo por las plusvalías tácitas actuales y esto tiene tal potencialidad que habría que considerar como tales, no sólo las tangibles (existencias, terrenos, etc.) sino también otras como el fondo de comercio –que perfectamente pudiera ser negativo-, plusvalías relacionadas con activos intangibles, etc. Cuatro cuestiones importantes debemos de subrayar en relación con el cálculo del deterioro de valor de las inversiones en el patrimonio de empresas del grupo, multigrupo y asociadas y que el ICAC ha emitido una consulta en la que ha tratado de aclarar determinadas cuestiones que convivían con la interpretación literal de la norma. a) Cuando estamos utilizando el cálculo de las plusvalías, anteriormente aludidas, debe considerarse el efecto fiscal de las mismas y por tanto, incorporarlas al modelo por su importe neto. b) Por su parte, el término plusvalía, en la medida en que contribuye a estimar el valor recuperable, ha de incorporar el fondo de comercio, que podría ser negativo, y cualquier otra plusvalía tácita (incluidas las relacionadas con los intangibles) existente en el momento en que realiza la valoración pág 78 c) El método de estimación del valor recuperable a partir del patrimonio neto ajustado por plusvalías se utilizará salvo mejor evidencia del importe recuperable, por lo que la selección del método ha de ser realizada en función del que proporcione mejor evidencia. Obviamente, la finalidad del procedimiento de cálculo a partir del patrimonio neto corregido por las plusvalías tácitas existentes, es la de facilitar clarísimamente la aplicación práctica de los criterios relativos a las correcciones valorativas de estas inversiones, evitando así la necesidad de estudios más complejos en aquellas situaciones en que su cálculo pueda proporciona indicios claros de la no existencia de deterioro; contribuyendo, por tanto, a mitigar los efectos perversos de implantación práctica de modelos más complejos y que dificultan claramente su métrica e interpretación de la misma. Adicionalmente a todo lo anterior, y quizás como posibles efectos que pudiera tener la cuantificación del deterioro en inversiones en patrimonio, en el caso concreto de empresas del grupo, multigrupo y asociadas bajo el contexto de que dicha corrección valorativa de la cartera suponga una reducción de los fondos propios que sitúe a la compañía en obligación de disolución/ reducción de capital, ¿se puede entender que aplica la “amnistía” del Real Decreto Ley 10/2008, de 12 de diciembre que se refiere a pérdidas por deterioro? Recientemente, ha sido publicado en el BOE nº 300, del 13 de diciembre de 2008, el RDL 10/2008, por el que se adoptan medidas financieras para la mejora de la liquidez de las pequeñas y medianas empresas, y otras medidas económicas complementarias que afectan al ordenamiento jurídico mercantil. Así, la norma dicta con una vigencia temporal limitada un régimen excepcional para los supuestos de reducción de capital y/o disolución obligatorias de las sociedades anónimas y de responsabilidad limitada, como consecuencia de pérdidas. Las pérdidas por deterioro, coyunturalmente significativas en determinadas sociedades, al incorporarse a la cuenta de pérdidas y ganancias, habrían de computarse a los efectos del cálculo de la pérdida del patrimonio neto en los supuestos señalados de reducción de capital y disolución. Por esta razón, durante dos años, las pérdidas por deterioro del inmovilizado material, de las inversiones inmobiliarias y de las existencias no se computarán en el cál- pd Nuevo tratamiento contable de la depreciación de cartera en el contexto de grupo, multigrupo y asociadas culo del haber social a efectos de analizar si la sociedad se encuentra o no en situación de reducción de capital y/o disolución obligatoria. De este modo, y por si existieran dudas sobre si el deterioro contabilizado relacionado con acciones/participaciones en empresas del grupo, multigrupo y asociadas, debe computar o no a los efectos de las reducciones de capital y disolución obligatoria mencionadas en las Leyes de Sociedades Anónimas y de Responsabilidad Limitada, entendemos que al no encajar dichas acciones/participaciones dentro del alcance indicado, esto es inmovilizado material, inversiones inmobiliarias o existencias, dichas pérdidas sí computarán a los efectos de cuantificar el patrimonio neto contable a los efectos indicados anteriormente. Así pues, las inversiones en las sociedades participadas no se encuadran en ninguna de las partidas a las que hace referencia el Real Decreto Ley 10/2008, de 12 de diciembre. Conclusiones De acuerdo con la Norma de Registro y Valoración del PGC, al menos al cierre del ejercicio, deberán efectuarse las correcciones valorativas necesarias, siempre que exista evidencia objetiva de que el valor en libros de una inversión no será recuperable. El importe de la corrección será la diferencia entre su valor en libros y el importe recuperable, siendo éste el mayor importe entre su valor razonable menos los costes de venta y el valor actual de los flujos de efectivo futuros derivados de la inversión. El cálculo de estos se realizará, bien mediante la estimación de los dividendos esperados a recibir de la empresa participada y de su enajenación, o bien mediante la estimación de su participación en los flujos de efectivo que se espera sean generados por la misma, procedentes tanto de sus actividades ordinarias como de su enajenación o baja en cuentas. Salvo mejor evidencia del importe recuperable, se tomará en consideración el patrimonio neto de la entidad participada corregido por las plusvalías tácitas existentes en la fecha de la valoración. En el caso de que la empresa participada participe a su vez en otra, deberá tenerse en cuenta el patrimonio neto que se desprende de las cuentas anuales consolidadas. pd De acuerdo a la consulta 5 del BOICAC 74, la citada plusvalía incluye el fondo de comercio que exista en el momento en que se realiza la valoración, así como cualquier otro valor ha de calcularse por su importe neto, y de su cálculo pudiera resultar un valor negativo. Si bien bajo el PGC 90 el grado de subjetividad en el cálculo del deterioro es relativamente bajo, además de fácil de calcular, nos aproximábamos mediante datos puramente contables con algún cálculo extracontable de las plusvalías tácitas existente en el momento de la toma de participación, era igualmente inapropiado por tres motivos: i) Consideración casi exclusiva de los datos contables y por tanto retrospectivos en su mayor parte, ii) solo se computaban las plusvalías tácitas iniciales y no las surgidas con posterioridad y iii) la metodología de valoración ignora los plazos como las características de las inversiones. Un resultado negativo, coyuntural, podría dar lugar a una provisión, sin que eso reflejase un empeoramiento del negocio al ser valorado. Sin embargo, la metodología posible de uso bajo el PGC 2007 va más allá de los meros datos contables, interesándose por cuestiones como el análisis del futuro. Esto nos aporta ventajas como: i) posibilidad de medir la capacidad que tiene la sociedad de utilizar sus recursos y de ser capaz o no de obtener rendimientos en el futuro, ii) podemos considerar las condiciones macroeconómicas que pueden afectar al negocio en cuestión y que la contabilidad no las refleja necesariamente y iii) podemos aportar mayor o menor verosimilitud de los datos que estamos utilizando como proxy del valor recuperable, en definitiva valorando los flujos atendiendo a su mayor o menor credibilidad; gestión de los riesgos. ✽ Bibliografía Real Decreto Ley 10/2008, de 12 de diciembre, por el que se adoptan medidas financieras para la mejora de la liquidez de las pequeñas y medianas empresas, y otras medidas económicas complementarias. Real Decreto 1514/2007, de 16 de noviembre, por el que se aprueba el Plan General de Contabilidad Acedo F., Alfonso J. y otros (2008), Fundamentos Teóricos y Prácticos del Nuevo Plan General Contable, Ed. Thomson Aranzadi, pp. 239-280 Corona E., Talavero J. y otros (2006), Aplicación de las Normas Internacionales de Contabilidad, CISS Grupo Wolters Kluwer, pp. 432-440 Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC), Consulta nº 5 BOICAC 74 pág www.partidadoble.es 79