Tribunal: Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, sala VI Autos: Ruiz, Daniel Horacio c. Aerolíneas Argentinas s/restab. condi. laborales Fecha: 11/11/2011 Sumario: No resulta operativa para el personal aeronáutico beneficiario del régimen diferencial previsto en el Decreto 4257/68,la facultad del empleador prevista en el art. 252 de la LCT, de intimar al trabajador para que inicie los trámites jubilatorios y una vez cumplidos los requisitos allí establecidos extinguir el contrato de trabajo, pues esta norma no prevé tal facultad para el empleador, sino que por el contrario, es facultad del dependiente la de optar por la jubilación anticipada o esperar el general. Vocablos: FACULTADES DEL EMPLEADOR JUBILACION JUBILACION ANTICIPADA - LEY DE CONTRATO DE TRABAJO - LEY NACIONAL DEL SISTEMA INTEGRADO DE JUBILACIONES Y PENSIONES - PERSONAL AERONAUTICO - REGIMEN ESPECIAL DE JUBILACION Buenos Aires, noviembre 11 de 2011. El doctor Luis A. Raffaghelli dijo: 1. Contra la sentencia dictada a fs. 458/460 que rechazó la demanda entablada se alza la parte actora a fs. 467/471 con réplica de la demandada a fs.475/482. La perito contador apela sus honorarios a fs. 462 por bajos. 2. La parte actora se agravia por cuanto la sentencia: a) No consideró la desigualdad inter pares en que fue colocada su parte en violación del art. 16 de la Constitución Nacional. b) la condenó en costas en su integridad. Pretende el actor la continuidad del vínculo laboral con la demandada ante la intimación que esta le efectuara en los términos del art. 252 de la LCT. Se encuentra vigente la medida cautelar oportunamente dictada en origen, pese a que erróneamente se cita en los considerandos de la sentencia que la misma se dejó sin efecto ya que la cita del precedente de fs. 175 de esta Sala corresponde a otra causa judicial. El recurso tendrá favorable acogida. Despejado por los informes de ANSES obrante en autos (fs. 443/44) que el Decreto 4257/68 se encuentra vigente coincido con el criterio del Sr. Fiscal General expresado en el Dictamen 29365 (27.4.2000) reiterado en la presente litis, respecto a que dicha norma, que instituye un régimen diferencial aplicable a la actividad aeronáutica establece un derecho de los trabajadores de esa actividad para acceder a la jubilación ordinaria, con 30 años de servicio y 50 de edad....” No se trata de un régimen que les limite la edad para trabajar sino de un ordenamiento que crea una condición favorable que les permite elegir cuando cumplen los años de referencia” (Dictamen citado en autos “Garabello Pedro J. c/ Aerolíneas Argentinas SA s/ Acción de Amparo” Sala III-19.5.2000). Esta norma confronta con la facultad que el art. 252 de la LCT en su actual redacción confiere al empleador para intimarlo a que inicie los tramites previsionales cuando el trabajador reuniere los requisitos necesarios para obtener una de las prestaciones de la Ley 24.241 (art. 252-1er. párrafo), y que habilitó a la accionada para remitir al actor con fecha 15.11.2007) la intimación obrante en autos a fs. 98. Entiendo que la interpretación que debe prevalecer es como lo afirma el Sr. Fiscal General de esta Cámara una “interpretación deliberada y positiva” a favor de los dependientes, según surge del Dictamen 25161 -19-6-98 en autos “Spedrog Caillon SA c/ Díaz Alba Fanny s/ acción declarativa” receptado por al Sala V de esta Cámara (Sentencia 60618 del 22.2.1999). La facultad del empleador prevista en el art. 252 de la LCT en este caso la demandada no puede ser utilizada con el régimen especial del Decreto 4257/68 para obligar al actor, beneficiario de ese régimen a jubilarse ya que no contiene esa potestad para el empleador. Entiendo que la facultad del empleador del art. 252 de la LCT resulta operativa cuando se trata de aplicar el régimen previsional general en este caso regulado por el art.19 inc. a) de la Ley 24.241 que establece requisitos que en el caso de autos el actor no reúne (65 años de edad) y por ende esa facultad depende de esa condición resolutoria. No me quedan dudas que la facultad de optar por el régimen previsional especial anticipadamente o esperar el general queda en cabeza del trabajador. Distinción que advierte y traza el Dr. Ricardo Guibourg en su ilustrado voto en el precedente “Garabello” citado ut supra, aunque su conclusión final difiera de la que interpretación que estoy efectuando. Reitero entonces que no puede el empleador utilizar una facultad del régimen general pretendiendo aplicarla al régimen previsional especial del actor, que no lo obliga sino que lo habilita para jubilarse anticipadamente. Considero entonces que la alegada potestad del art. 252 de la LCT por la accionada cede ante la opción del actor de iniciar el tramite previsional o continuar laborando, siempre, claro que sus condiciones psicofísicas lo permitan, y es obvio que desmejora su situación de la actividad a la pasividad laboral. Ello considerando que el sujeto de preferente tutela en la relación laboral es el trabajador, tal como lo tiene establecido la doctrina de la Corte de la Nación “...en la relación y contrato de trabajo se ponen en juego, en lo que atañe a intereses particulares, tanto los del trabajador como los del empleador, y ninguno de ellos debe ser descuidado por las leyes. Sin embargo, lo determinante es que, desde el ángulo constitucional, el primero es sujeto de preferente tutela, tal como se sigue de los pasajes del art. 14 bis anteriormente transcriptos, así como de los restantes derechos del trabajador contenidos en esta cláusula” (Considerando 9). (CSJN in re “Vizzoti, Carlos Alberto c/ Amsa S.A s/ despido” -14/09/2004 y subsiguientes), lo que así declaro en el marco del principio protectorio emanado del art. 14 bis de la Constitución Nacional y con base en el renovado ritmo universal que representa el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, que cuenta con jerarquía constitucional a partir de la reforma constitucional de 1994 (Constitución Nacional, art. 75, inc. 22- Cons. 10 Vizzotti). A mayor abundamiento la conclusión a la que arribo se basa en los principios de interpretación y aplicación de la ley previstos en el art. 11 de la LCT, entre ellos los de justicia social, generales del derecho del trabajo, la equidad y la buena fe. El principio protectorio condensado en el art. 14 bis de la Constitución Nacional y los derechos humanos que suponen la centralidad del hombre y el respeto a su dignidad, consolidados con la reforma del art. 75 inc. 22 que incorpora los Tratados Internacionales a nuestro orden jurídico contiene reglas de aplicación entre ellas ...la de selección de la norma más beneficiosa, tal como lo señala mi distinguido Colega J.C. Fernández Madrid (LCT comentada y anotada T.1 pág. 279 y ss. LL Bs.As. nov. 2009). Américo Plá Rodríguez en su célebre aporte sobre la cuestión la incluye como una derivación del principio protectorio (“Los principios del derecho del trabajo” Bs.As. 1978 pág. 60 - 2°ed. Actualizada). Humberto A. Podetti ( DT.1996-A-pág. 128 y ss.) enuncia una clasificación de los principios del Derecho del Trabajo con núcleo en la centralidad de la persona del trabajador y el principio protectorio con derivaciones entre ellas la de “...Incorporación en el tiempo” mencionando el principio de la condición más beneficiosa”. Deduzco entonces que cabe al Juez como interprete, en su labor hermenéutica del sistema normativo aplicable, seleccionar la norma más beneficiosa, en el caso de autos ante el confronte entre el art. 3 del Dec. 4257/68 y el art. 252 de la LCT, me inclino por la primera. El planteo de inconstitucionalidad introducido por la actora del art. 157 de la Ley 24.241 cae en abstracto ante el fundamento del criterio que propongo y la profunda transformación de dicho sistema normativo por la Ley 26.425, estando a estudio y pendiente la creación del régimen que suplante el régimen previsto en el Decreto 4257/68. Consecuentemente y de compartirse mi voto, propongo revocar la sentencia haciendo lugar a la demanda, reconociendo el derecho del actor a permanecer laborando en la empresa demandada en las condiciones de su desempeño hasta los 65 años de edad (art. 19 inc. a Ley 24.241-to Ley 26.425) conforme lo peticiona y siempre que sus condiciones psicofísicas lo permitan. 3. Las costas del juicio serán soportadas en el orden causado atento las especiales circunstancias de la causa que exceden las meras situaciones de hecho, y en el marco de las facultades del Juez en la materia (art. 68 CPCCN). Los honorarios cuestionados los encuentro equitativos, teniendo en consideración la naturaleza, mérito y extensión de las labores cumplidas en autos, por lo que propongo que sean confirmados (art. 38 L.O.; ley 21.839 mod. por ley 24.432). 4. Las costas de alzada, propongo que se impongan en el orden causado, atento las circunstancias particulares del caso, a cuyo efecto estimo los honorarios de los letrados intervinientes en esta instancia en el 25% de los asignados en la instancia anterior. EL doctor Juan Carlos Fernández Madrid dijo: Que adhiere al voto que antecede. En atención al resultado del presente acuerdo, EL TRIBUNAL RESUELVE: I) Revocar la sentencia apelada, haciéndose lugar a la acción impetrada reconociendo el derecho del actor a permanecer laborando en la empresa demandada en las condiciones laborales de su desempeño hasta los 65 años de edad. II) Imponer las costas de ambas instancias en el orden causado (art. 68 C.P.C.C.N. 2do. párrafo). III) Regular los honorarios de Alzada de los profesionales intervinientes en el 25% de lo que les corresponde percibir por su actuación primera instancia. Regístrese, notifíquese y vuelvan. — Luis A. Raffaghelli. — Juan Carlos Fernández Madrid