PROPUESTAS DEBATE: PARA EL “UNA EDUCACIÓN DE CALIDAD PARA TODOS Y ENTRE TODOS” Acción Educativa Documento para el debate. Acción Educativa. Octubre-Diciembre. 2004. 1 PROUESTAS PARA EL DEBATE "UNA EDUCACION DE CALIDAD PARA TODOS Y ENTRE TODOS" Acción Educativa, como colectivo, pretende hacer llegar al Ministerio de Educación, mediante el presente documento, sus aportaciones al debate para la Reforma que se quiere abordar. Coincidiendo con lo que se plantea en la Introducción del documento “Propuestas para el debate” entendemos que es preciso mejorar los niveles de calidad en el Sistema Educativo español sin que ello pueda significar la menor renuncia a la equidad, como lo denomina el texto oficial. Nosotros añadimos que una auténtica calidad no conlleva disminución en el grado de solidaridad alcanzado dentro del sistema educativo público, ni menoscabo en el ejercicio de la necesaria libertad y autonomía pedagógica, de organización y de gestión de las comunidades que constituyen los centros educativos. Apostamos, en este sentido, por la recuperación de la libertad que ofrece la autonomía, la posibilidad de ejercicio democrático que tenían inicialmente los Consejos Escolares, nivel que se fue rebajando con la propia LOPEG y su desarrollo, y que la LOCE ha vaciado definitivamente de contenido. No estamos de acuerdo con las justificaciones aducidas, incluso por la actual propuesta y los aspectos relacionados del capítulo 13, tendentes a reducir su capacidad de acción y de decisión, a mantener la selección previa de los candidatos que han de presentarse a director y a defender su elección por órganos que no sean el propio Consejo Escolar; órgano cuyas funciones de organización, gestión y decisión seguimos añadiendo a la de participación. Igualmente abogamos por el trabajo en equipo de los distintos profesionales adscritos a un centro, por la coordinación inter e intra niveles y etapas y reclamamos para el Claustro la recuperación de competencias pedagógicas, y organizativas que han sido absorbidas por el Equipo Directivo y, en especial, por la figura del Director. Del mismo modo, reclamamos que el nivel de autonomía pedagógica permita concretar, a partir de las necesidades de cada comunidad educativa, un currículum cuyos mínimos estatales potencien el desarrollo integral del ser humano respetando las características evolutivas de cada etapa, favoreciendo el uso de las metodologías más ajustadas a las mismas y a las características de la materia correspondiente, mostrando la flexibilidad necesaria para que puedan ser integrados los elementos valiosos de cada contexto sociocultural, creando espacios y climas para que la cultura no sólo Documento para el debate. Acción Educativa. Octubre-Diciembre. 2004. 2 se reproduzca sino que también pueda producirse en la escuela, incorporando los frutos de la investigación y la ciencia que surgen como fruto de numerosas prácticas de calidad contrastada. Seguimos reivindicando la igualdad que proporciona una aspiración que nunca llegó a nuestro sistema educativo y que tampoco se contempla en el capítulo correspondiente de la actual propuesta (11). Esta aspiración tienen que ver con la creación de un Cuerpo Docente Único que tenga una formación inicial y permanente adecuada, equivalente en sus distintos niveles, rica y suficiente como para poder responder en plenitud a las necesidades de la etapa en la que ejercen. Cada profesional debe poder disfrutar de los mismos derechos de reconocimiento socio-laboral y económico que sus compañeros de otras etapas y la optimización de su práctica educativa en ellas pasa, entre otros, por una formación continua, gratuita y de calidad, que ha de comprometer a la Administración tanto como a los profesionales. Todo ello debería quedar reflejado, entre otros, en un Estatuto de la Función Pública Docente, propuesta ministerial (11.2) con la que estamos de acuerdo pero cuyo contenido ha de especificarse con cuidado entre las distintas fuerzas sociales implicadas. Reclamamos que se cuide, con carácter prioritario, la Escuela Pública, la que es de todos y que una de sus consecuencias inmediatas sea la de recuperar el terreno perdido con la derogación del Real Decreto 1004/1991 sobre Requisitos Mínimos de los Centros y su sustitución por el 1537/2003. Todo ello sin perjuicio de incorporar las mejoras necesarias para integrar las nuevas realidades sociales, muy distintas a las de 1991, año en que aquél se aprobó. Un exponente fundamental que, cuando no se cuida, dinamita la calidad son las equipaciones, las ratios y los apoyos, todo ello disminuido por la LOCE y su desarrollo1 para todas las etapas educativas.. Nos sorprende, en este sentido, que no se hayan incorporado estos aspectos como materia de debate en la propuesta actual y reclamamos que así se haga. Optamos igualmente por la recuperación y el desarrollo de la solidaridad y la justicia que pretende un Modelo de Integración y Normalización en respuesta ajustada a la mayor cantidad posible de Necesidades Educativas Especiales en la escuela ordinaria, aceptando la diversidad como un valor y negando la pretendida 1 Esta práctica ha sido realizada de modo sistemático y si en algunos puntos del articulado se ha mantenido la apariencia del desarrollo LOGSE, del que se ha copiado, también se ha tenido buen cuidado de dejarlo “en papel mojado” al introducir cláusulas, adicionales, transitorias o finales que han vaciado de contenido cosas que, en apariencia se mantienen. Documento para el debate. Acción Educativa. Octubre-Diciembre. 2004. 3 excelencia de la homogeneización de los grupos que ha venido preconizando la LOCE. Con ello, la Escuela debe compensar, en todos los órdenes relacionados con la educación, no sólo las desigualdades de acceso al sistema educativo sino también las de permanencia y este conjunto debe ser contemplado tanto en relación con las distintas situaciones socio-económicas, culturales y psíquico-físicas de cada alumno y alumna, como respecto a las necesidades que para hacer factible esa compensación tiene cada núcleo escolar, incluida cada familia. Esta recuperación, poco especificada en la propuesta del Ministerio respecto a las necesidades ligadas a variables psíquicas y físicas, debe llevarse a cabo mediante las estructuras y los recursos necesarios para canalizarlo, sin enfatizar ninguno de sus grupos y respondiendo ajustadamente a todos ellos. Como consecuencia, entendemos que ese grado de calidad necesario, aún por alcanzar, debe derivar, precisamente, del mayor nivel posible de solidaridad, justicia, igualdad y libertad ejercidas en la Escuela. Una calidad así entendida deberá traducirse en la posibilidad de que cada ser humano y cada comunidad educativa en la que se inserta puedan desarrollar y optimizar todas sus cualidades y proyectos legítimos, personales y colectivos. Sólo entonces será efectiva esa atribución de “calidad del Sistema Educativo” que tanto se ha desvirtuado en los últimos tiempos y que, para nosotros, está ligada a la apuesta por la Escuela Pública y al desarrollo de una ley integradora y estable, acompañada de la financiación suficiente para hacer efectivas sus intenciones. Entendemos que sólo con estos requisitos previos puede hablarse del “esfuerzo” como valor, un esfuerzo directamente proporcional al grado de responsabilidad que compete a cada uno de los sectores de la Comunidad Educativa, siendo trascendental el de la Administración, quien detenta la atribución de dar el marco estructural al conjunto y dotarlo con los recursos legislativos, económicos, humanos y arquitectónico-ambientales precisos para hacerlo posible. Sobre la base de todo lo anterior, proponemos: Documento para el debate. Acción Educativa. Octubre-Diciembre. 2004. 4 1 EDUCACIÓN INFANTIL: 1 En relación con los puntos 1.2 y 1.3 de la Propuesta Ministerial (PM)2 reivindicamos que: • La etapa 0-6 se aborde desde una red pública de Escuelas Infantiles, mayoritariamente de gestión directa, cuyo desarrollo pueda dar respuesta a toda la demanda existente y por venir. Que las Comunidades Autónomas asuman su creación y su gestión junto con otras entidades, también públicas, garantizando el cumplimiento de unas condiciones dignas de espacios, materiales, profesorado, tiempo de permanencia y práctica curricular que permitan una educación de calidad. • Los centros públicos de Educación Infantil que ya estén en régimen de gestión indirecta deberían mantenerse concertados exclusivamente con movimientos de trabajo cooperativo sin ánimo de lucro (Asociaciones, Cooperativas, Fundaciones de demostrada trayectoria y Sociedades Limitadas Laborales) que acrediten cumplir con las características sociales de tales empresas, en justa correspondencia con las exenciones de gastos y con los beneficios de que disfrutan. • El mantenimiento de los conciertos ha de condicionarse, igualmente, al cumplimiento de las mismas obligaciones y derechos que el resto de centros públicos. Supone cumplir, realmente, el mismo proceso de admisión marcado por el Ministerio; la transparencia en la gestión económica; la oferta de enseñanza gratuita en las edades que así corresponda sin que se camufle, mediante cuotas obligatorias de actividades varias, el cobro de tarifas extras; y unas condiciones de contratación para sus trabajadores dignas y regidas por los respectivos convenios de enseñanza, entre otras. 2 Como afirma la P.M. en su propuesta 1.1, la etapa 0-6 tiene entidad propia, y se considera educativa de pleno derecho, sin que medien otros adjetivos que en la práctica permitan rebajar, en el nivel de 0-3, el grado de calidad de los centros que lo acogen. Todo ello, sin perjuicio de que sean cubiertas todas las necesidades de los niños y niñas de 0-6, incluidas las asistenciales, como momentos educativos, también de pleno derecho. 2 La Educación temprana y la prevención de la desigualdades (2004). En: Una Educación de Calidad para todos y entre todos: Propuestas para el debate” M.E.C. Documento para el debate. Acción Educativa. Octubre-Diciembre. 2004. 5 • Entendemos que el currículum ha de mantener unos objetivos generales para el conjunto de la edad 0-6 que le dé esa pedida entidad propia (propuesta 1.1), no sólo preparatoria para otras etapas, aunque haya de contemplarse la coordinación con las mismas como ocurre con el resto de ellas. Su desarrollo debe ser integral e incorporar todos los ámbitos del ser humano susceptibles de ser potenciados y desarrollados en cada edad de la etapa. Ello supone no ponderar tramposamente, como lo ha hecho la LOCE, unos ámbitos sobre otros, en especial cuando se trata de minusvalorar aspectos que como la creatividad, el juego o el inicio adecuado en procesos de socialización, ya no se recuperan en épocas posteriores. Debe ser un currículum realmente abierto y flexible, es decir, contemplar la posibilidad de realizar todas las concreciones y evoluciones necesarias de modo que pueda ajustarse a los intereses, posibilidades y necesidades de los niños y niñas que, junto a sus padres y madres y a los profesionales del Centro, forman cada Comunidad Escolar. • Pedimos igualmente que su desarrollo global sea sometido a debate, y nos preocupa que sólo se haya propuesto éste en relación a la inclusión de nuevas tecnologías, idioma extranjero o lecto-escritura (propuesta 1.5). Esperamos que esto no sea más que una falta de especificación, cuya necesaria revisión venga implícitamente contemplada en lo que sí se explicita: la recuperación del carácter educativo de toda la etapa. Amén de la falta de calidad curricular del diseño LOCE, su nula adecuación a las posibilidades, necesidades e intereses infantiles manifestadas era tan escandalosa que éste no puede, en modo alguno, ser siquiera un punto de partida sobre el que debatir. • Pretendemos reivindicar un currículum que realmente aglutine las diversas fuentes curriculares, e incorpore, como una más, la teoría y la práctica de las múltiples experiencias de base que han venido desarrollándose con éxito en estos años desde la investigación en la acción. Es decir, un currículum que se pueda recrear a sí mismo y ser con ello un exponente real y explícito de los procesos de enseñanza-aprendizaje que tienen lugar en nuestra Escuela. 3 En relación con algunos de sus contenidos específicos (propuestas ministeriales 1/5, 5 y 9), la ruptura de las dinámicas globalizadoras y la atomización del horario escolar —que, en 3-6, ha de encajar a distintos especialistas que lo son de sus áreas, pero no de Infantil—, queremos aclarar que: Documento para el debate. Acción Educativa. Octubre-Diciembre. 2004. 6 • Los profesionales de esta etapa deben ser maestros especialistas en educación infantil, y su número ha de ser el suficiente para garantizar una educación individualizada y de calidad con tiempo para la reflexión y la investigación. Por tanto, el inglés, las nuevas tecnologías o cualquier otra materia que pueda darse en un futuro, serán impartidas por dichos profesionales, con la debida formación, pero siempre especializados en educación infantil. • En esta etapa, donde se busca la integración escolar, priman los valores éticos, y no se entiende la separación de los niños para enseñar otras religiones; por ello, debe propiciarse una educación laica que fomente valores como la integración, la no discriminación, y la atención a la diversidad. Tampoco se entiende que los niños vayan a dar religión con un profesor que, en la línea de lo planteado más arriba, no es especialista en educación infantil. • La iniciación de la lecto-escritura es muy positiva y de hecho ya lo recoge el currículo LOGSE de la etapa. El problema se plantea cuando este aspecto se considera una meta a conseguir. Quizá no sea éste el espacio adecuado para explicar cómo aprende un niño, pero baste decir que los procesos de aprendizaje en esta etapa educativa son a largo plazo, unos van andamiando otros, de manera que si la lecto-escritura, entendida desde la perspectiva adulta se asienta como un fin en educación infantil, menoscaba el aprendizaje de otras habilidades que son necesarias para que ese fin se logre con carácter posterior. El trabajo de la lectoescritura en Infantil tiene que ver, con el inicio en otro lenguaje, la comunicación a través del signo lingüístico escrito en situaciones de uso comprensivo, cotidiano y, por tanto, funcional y significativo para niños y niñas, aprendizaje que es claramente el que tiene valor. La iniciación supone pues descubrir y utilizar otra posibilidad de comunicarse en situaciones útiles, no dominar la técnica lectoescrita como se planteaba en los criterios de evaluación LOCE para la etapa. Todo ello viene, además, justificado porque el proceso madurativo de los niños y niñas de infantil no se produce en el mismo momento y hay que respetar los ritmos de aprendizaje de cada uno de ellos. El proceso de adquisición de la lecto-escritura debe plantearse pues, atendiendo a esas necesidades de desarrollo, como algo lúdico, favoreciendo el gusto y el placer por leer y escribir, y trabajando otras muchas capacidades propias de la etapa infantil, aquellas que en etapas sucesivas son difíciles de rescatar porque la presión de contenidos conceptuales se hace más fuerte. Documento para el debate. Acción Educativa. Octubre-Diciembre. 2004. 7 • La lengua extranjera debe ser introducida por profesores especialistas en educación infantil, contemplar una preparación adecuada con una metodología propia de la etapa y en el contexto global que ha de suponer su funcionalidad en la actividad significativa de conjunto. Debe, por tanto, ser incluida en sus contenidos dentro del currículum general de Infantil. • El uso del ordenador será demandado por las necesidades que surjan en la etapa, como una herramienta más de trabajo dentro del aula e integrado en la metodología propia de la etapa, atendiendo al desarrollo equilibrado de contenidos actitudinales tanto como procedimentales y siendo contemplado como un elemento para integrar y compensar diferencias de partida, en especial las de aquellos cuyo contexto y cultura familiar está alejada de esas tecnologías. 4 Abogamos por mantener y ampliar el modelo de Escuela Infantil 0-6, como ideal deseable para acoger a los dos ciclos que componen la etapa y hacer factible una especificidad que tiene objetivos, contenidos, necesidades e intereses comunes y líneas metodológicas próximas. En ella, los profesionales, en número mayor que el actual, deberían contar con los tiempos y espacios adecuados para el desarrollo de su labor en equipo y el ejercicio de una eficaz coordinación de los dos ciclos 0-3 y 3-6. Coordinación que, cuando los Centros de 1º y 2º ciclo son distintos, es imprescindible mantener. • El anterior presupuesto se justifica, hoy por hoy, porque la abrupta incorporación de los niños y niñas de 3 a 6 años a los Colegios Públicos aconseja revisar la realidad de las condiciones de escolarización actual de la Etapa de Infantil en muchos centros de Educación Primaria. Éstos no suelen reunir las condiciones necesarias para acogerlos, y si bien han cambiado su nombre por el actual de C.E.I.P., no lo han hecho en sus instalaciones ni en su visión de una etapa que, por no ser obligatoria, a menudo no puede ser reivindicada en sus necesidades como lo son las posteriores. Los niños y niñas de 3-6 que estén en los colegios deben contar, en los tiempos no directamente académicos, con material, espacios y profesionales adecuados para cuidar sus necesidades en desayunos, comidas, sueño, movimiento, juego y aseo, entre otros. Las personas que los atienden en los momentos de comida y desayuno tienen una cualificación variopinta y carecen de tiempos para establecer contacto con unos niños que, con frecuencia, les Documento para el debate. Acción Educativa. Octubre-Diciembre. 2004. 8 son unos desconocidos ya que tampoco pueden coordinarse con sus tutores. Pero casi nadie en esta sociedad, que dice en todo momento velar por los intereses de la infancia, repara en estos detalles. La realidad es que el niño está en el colegio, y que ha comido, pero… ¿su atención es la adecuada? Todo el personal que los atiende debería formar parte de la plantilla del colegio, como ocurre en la Escuelas Infantiles. En la actualidad, el personal de los desayunos y del comedor lo contrata la empresa de comedor. Así podríamos continuar con los edificios inadecuados y obsoletos, con baños no adaptados, con escaleras no aptas y con una serie de deficiencias, a veces peligrosas, con las que se convive en Educación Infantil constantemente. Si, además, observamos los espacios y mobiliarios con que están dotadas las aulas de los más pequeños, concluiremos que muchas veces no son los adecuados. 5 Reclamamos que se vele por los intereses infantiles en otro punto que entra, frecuentemente, en conflicto con ellos: el de la conciliación de la vida laboral y familiar. Entendemos que este concepto tan extendido hoy día no puede cargarse exclusivamente sobre las escuelas y la infancia. En este sentido, y relacionándolo con el punto anterior, el presupuesto de "no obligatoriedad" en Educación Infantil debe ser redefinido de una vez por todas. Aun siendo un hecho que en estas primeras edades la asistencia a la escuela no puede ser obligatoria, también es una realidad que las necesidades sociales van por otra vía. Los niños de tres años precisan, casi en un 100 %, una plaza escolar, y la realidad nos demuestra que cada vez en un porcentaje más elevado estos alumnos utilizan el servicio de desayuno y comedor, así como el horario extraescolar de tarde. Ello supone que en los Colegios Públicos, niños y niñas, en ocasiones aun con dos años, tengan una jornada escolar de nueve, diez o más horas, y que en algunas Escuelas Infantiles Públicas se haya establecido la obligatoriedad de mantener abierto el servicio durante 12 horas interrumpidas si hay demanda. Será necesario movilizar a otros organismos sociales y establecer medidas adecuadas para permitir horarios flexibles a las madres y padres trabajadores, así como tiempos de permanencia en la escuela que incluyan tiempos máximos razonables para los niños y niñas, sin que atenten contra su equilibrio psíquico-emocional. Documento para el debate. Acción Educativa. Octubre-Diciembre. 2004. 9 6 En relación con la propuesta 1.4., la que tiene que ver con los profesionales que intervienen con niños y niñas de estas edades, constatamos una enorme contradicción que es preciso superar. Cuanto menor es la edad de intervención y mayor su grado de dependencia, menor es el nivel de titulación exigida a los profesionales que intervienen y la valoración económica prevista. Al tiempo, es mayor el número de horas de permanencia en los centros, estando sometidos a la misma exigencia curricular que en edades superiores, cuando no más por la gran diversidad de momentos evolutivos que se contemplan en una misma clase. Es preciso romper el círculo vicioso que defiende como suficiente una preparación de “técnico superior” para educar a niños y niñas de 0-3 años y que, sin embargo, exige una “diplomatura” para los de 3-6. Si pretendemos que la importancia educativa del primer ciclo sea idéntica a la del segundo debemos empezar por ponernos de acuerdo en equiparar las necesidades de formación requerida y que ésta, tanto inicial como contínua, sea de la mayor calidad posible. Cuando el cuerpo de Magisterio está exigiendo el acceso de la carrera al nivel de licenciatura, de grado con la nueva reforma de las titulaciones, algo habrá que plantearse en relación con los profesionales del tramo 0-3. El cuerpo único sigue siendo, hoy por hoy, la solución más justa a un dilema que, además, constituye uno de los puntos que generan mayores conflictos en las relaciones entre educadoras y maestras en los equipos de las Escuelas Infantiles.. Así pues abogamos por que se exijan, al menos, las titulaciones que dan acceso a las oposiciones oficiales de educadores y educadoras para poder ejercer en el nivel 0-3, es decir la titulación de “Técnico Superior en Educación Infantil” y que se deje de rebajar el nivel de cualificación para los profesionales de este tramo educativo (educador, cuidador, auxiliar educativo….) con el compromiso de avanzar en la línea planteada hacia EL CUERPO ÚNICO. • La formación contínua, de calidad, gratuita y obligatoria y su homologación, así como el desarrollo de una práctica de calidad, deben ser instrumentos para equilibrar las diferencias de preparación iniciales que supongan un obstáculo en el proceso. Es fundamental, en este punto, volver a recuperar la modalidad de la formación en centros mediante cursos que no tengan limitado, para su concesión, el número mínimo de participantes, 15 en la actualidad. Esta práctica ha supuesto la yugulación de este tipo de formación larga para muchas Escuelas Infantiles y Casas de Niños Documento para el debate. Acción Educativa. Octubre-Diciembre. 2004. 10 que se ven abocadas tan sólo de la modalidad de seminario, de índole diferente y mucho más breve que el formato de curso, Al problema del menor número de profesionales que suelen conformar el equipo educativo se une el hecho de su diseminación y aislamiento, lo que, además, les dificulta enormemente para acceder a los centros de formación (C.A.P., Sindicatos, Asociaciones, etc.) 7 Entendemos como necesaria la ampliación sustancial de los Requisitos Mínimos que deben reunir los centros, mediante un nuevo Real Decreto que derogue el actual 1537/2003 y que vuelva a integrar, como lo hacía el 1004/1991 el nivel 0-3. Al ser éste contemplado de nuevo como educativo, su regulación general debe seguir siendo responsabilidad del Ministerio de Educación tanto como el resto de niveles y etapas. De este modo, se garantizará la igualdad de derechos y oportunidades de los niños y niñas de 0-6 en todo el territorio español, en relación con los mínimos que han de cumplir los espacios que los acojan, las ratios que los agrupen y las dotaciones de docentes que los eduquen. Es necesario mejorar los primeros, disminuir las segundas y aumentar los apoyos en relación con las últimas. Reclamamos, en este sentido, la derogación de la Orden 2879/2004 de 23 de julio que regula estos ámbitos, rebajando drásticamente su calidad, en la Comunidad de Madrid. Gracias a ello podrá, además, controlarse un sector privado sin mínimos de espacios, de profesionales cuando lo son, y de criterios psicopedagógicos básicos, que prolifera como respuesta a una demanda no cubierta por la oferta pública. 2 EDUCACIÓN PRIMARIA 1 En relación con el capítulo 23 de las propuestas para el debate realizadas por el Ministerio, en concreto las 2.1 y 2.3 (¿Piensa que puede haber alguna medida preventiva más de las que se recogen en el documento?): • No compartimos el que los chicos y chicas tengan más horas de trabajo en el centro escolar. Si no han rentabilizado sus capacidades en horario lectivo, difícilmente lo van a conseguir en 3 Prevención de los problemas de aprendizaje en la Educación Primaria. (2004). En “Una educación de calidad para todos y entre todos: Propuestas para el debate” Documento para el debate. Acción Educativa. Octubre-Diciembre. 2004. 11 horario de tarde, cuando ya el cansancio se va haciendo notar. En horario extraescolar habría que plantearse otro tipo de actividades que no sean las académicas, actividades que ofrezcan modelos de convivencia, otra forma de aprender y socializarse como pueden ser ludotecas, actividades artísticas (música, baile, dibujo, pintura, arcilla, teatro, radio...), clubes de montaña para que puedan contactar con la Naturaleza, participar en actividades del barrio (jornadas, video-fórum, carnavales...), contactar con asociaciones juveniles, realizar actividades deportivas... • Igualmente, y en lo que al plan especial de refuerzo para los meses de verano se refiere, no nos queda claro si se trata de un plan de trabajo que prepara el tutor para que el niño lo realice durante las vacaciones o se trata de una escuela de verano. Las escuelas de verano, aunque válidas en su diseño, han resultado ser un lugar de encuentro de los que no les ha ido bien durante el curso y se han convertido en un “aparcamiento” de niños/as. Nos parece más adecuado, por ejemplo, un campamento de verano o actividades relacionadas con el asociacionismo juvenil. • Sí pensamos que hay otras medidas preventivas de las que se recogen en el documento. La principal es una urgentísima disminución de la ratio, no sólo para tratar las dificultades en el aprendizaje sino también para atender el desarrollo integral de las niñas y los niños. • En la misma línea proponemos un aumento del número del profesorado de apoyo para poder realizar pequeñas diversificaciones también en primaria. Faltan recursos materiales y humanos si queremos atender a la diversidad, lo que también incluye la integración de las diferencias psíquicas, motóricas y sensoriales. La tutora sabe cómo están sus alumnos pero, con frecuencia, no dispone de los medios para darles una respuesta adecuada. El tutor tiene normalmente a más de 25 alumnas/os a su cargo y su labor está ya muy sobrecargada de tareas. Una atención deficitaria conlleva, además, un gran malestar para el maestro, que sabe que no da más de sí y que tiene algunos alumnos/as que necesitan una mayor atención. • Así pues nuestra propuesta principal para atender todo el abanico de diversidad (socio-cultural, psíquica y físico-sensorial) tiene que ver con la posibilidad de desarrollar un mayor grado de individualización dentro del aula, disponiendo de los medios que lo hagan posible, entre otros, los reseñados. Documento para el debate. Acción Educativa. Octubre-Diciembre. 2004. 12 2 No estamos de acuerdo con la propuesta 2.2 y su planteamiento acerca de la “evaluación de diagnóstico”, prevista para el 4º curso de primaria, y mucho menos entendemos por qué no se somete a debate, como la primera y las dos últimas. • Un profesor que realiza una evaluación formativa y global habitualmente no precisa de este tipo de pruebas de control para identificar las necesidades de sus alumnos y organizar respuestas ajustadas a las mismas. Entendemos que bajo este criterio quedan camufladas las necesidades del Sistema de controlar y comparar, lo que puede traducirse peligrosamente en presiones a los Centros, competitividad entre los mismos y falta de valoración de criterios actitudinales, incluso procedimentales, no objetivables en items concretos. Si el objetivo básico de la etapa es “afianzar el desarrollo personal y el propio bienestar, dotar a los alumnos de una progresiva autonomía de acción en su medio y proporcionarles los instrumentos necesarios para la adquisición de nuevos conocimientos en las etapas educativas posteriores ya a lo largo de toda la vida” 4¿Cómo se constata mediante rendimiento cuantificable una buena parte de estos propósitos? ¿Qué criterios e indicadores de calidad se van a utilizar para poder establecer esta evaluación diagnostica y en qué medida van a ser luego empleados para comparar unos centros con otros? ¿Seleccionamos al final sólo, y como siempre, las técnicas instrumentales básicas de lectoescritura y cálculo como indicadores, y ello sin menoscabo de la importancia que tienen? ¿No es posible que, precisamente, un énfasis desmedido en el aprendizaje de estas técnicas, a través de metodologías obsoletas haya ido dejando en la cuneta todos aquellos otros aprendizajes que las hubiesen hecho significativas y funcionales para canalizar el deseo de aprender todo lo demás? • Todas ellas son preguntas inquietantes cuya respuesta es todavía más incierta pues, aún en el caso de que no haya intereses eficientistas y de control “puro y duro” ocultos, la orientación política de las distintas Comunidades puede llegar a manejar los datos que se obtengan de dicha evaluación de diagnóstico, con fines menos formativos que los expuestos. Entre otros, como un medio de “premiar o castigar” determinadas opciones educativas globales y específicas más en consonancia con sus propias ideas. 4 Pág. 31 Opus cit. Documento para el debate. Acción Educativa. Octubre-Diciembre. 2004. 13 3 Respecto a la Propuesta 2.4. (¿Cree que el compromiso pedagógico entre las familias y la escuela es viable y positivo?): • Consideramos fundamental el trabajo con las familias. Si la familia responde, el niño responde. Desde ahí, cobra mucho sentido el fomentar la participación de las familias en la escuela, crear escuelas de madres y padres, organizar charlas de interés común en el propio centro, en definitiva, tener una estrecha colaboración entre familia y escuela (y otros organismos). • Los compromisos pedagógicos a que hace alusión el documento, que recuerdan a los Programas específicos planteadosen este sentido en el A. 39 de la anterior propuesta de ley realizada en 2002 por el PSOE5, pueden ser, muy interesantes, pero habría que concretar más sus diferentes aspectos. 4 Consideramos que es preciso rescatar para el debate propuestas que no aparecen en el documento y que se relacionan con el currículum específico de la etapa planteado por la LOCE y su desarrollo en el Real Decreto 830/2003. El elevadísimo nivel de instructividad, más reforzado si cabe por el Decreto 72/2004 de la Comunidad de Madrid, y el enorme desequilibrio en los contenidos seleccionados, con un enorme peso en los conceptuales, por una alarmante escasez y adulteración de procedimentales y actitudinales, hace necesario que vuelva a debatirse, entre otros elementos del mencionado currículo, sobre el tipo de conocimiento y aprendizajes que se consideran valiosos para ser seleccionados en primaria. Entendemos igualmente que es necesario rescatar el debate acerca de la función de la Escuela como transmisora, pero también como productora de la cultura que consideramos importante, al servicio de ese objetivo básico de la Educación Primaria reflejado en la P:M. al que hemos hecho referencia anteriormente, el que tiene que ver con el desarrollo integral de las capacidades de que son portadores los niños y niñas. 5 En relación con el capítulo 11, que hace referencia a la calidad y valoración de la profesión docente: • Sentimos que el reciclaje del profesorado está algo atropellado. Se realiza en horario extraescolar, cuando ya estamos 5 Propuesta de Ley Orgánica para la mejora del Sistema Educativo y del Rendimiento Escolar de los alumnos: 10 Propuestas. Cuadernos socialistas. Documento para el debate. Acción Educativa. Octubre-Diciembre. 2004. 14 agotados, y, además, supone seguir aumentando las horas extras que ya echamos en este trabajo nuestro. ¿Y qué ocurre si los cursos que ofrece el C.A.P. no encajan con las necesidades de formación del profesorado?. Pues lo que está ocurriendo, que se busca la formación y reciclaje por otras vías y resulta muy cara, demasiado cara. Si se desea una renovación pedagógica se debería dar más facilidades al profesorado tanto, a nivel económico como a nivel de tiempo de trabajo. Por ejemplo, un mes sin trabajo de aula dedicado exclusivamente al reciclaje. O por ejemplo, cada cierto tiempo, poder tomarse un año para estudiar, investigar, conocer otras experiencias... • En la formación de los nuevos profesores, ¿se trata en algún momento el vínculo amoroso con el niño?, ¿se enseña de alguna manera cómo tratar las dificultades emocionales de los niños y niñas? El profesorado necesita una formación para trabajar la Educación Emocional para aprender a manejarse con uno mismo y con los demás. Respetándote a ti es más fácil respetar también a los demás, pero los profesores no sabemos hacer este trabajo con los muchachos (ni con nosotros mismos). 3 EDUCACIÓN SECUNDARIA Estamos de acuerdo con la necesidad de hacer que el paso entre primaria y secundaria sea lo más sencillo y suave posible. Tenemos que recordar que vivimos en una sociedad en la que la juventud se ha prolongado hasta cumplidos los treinta años y que cada vez se retrasa más la incorporación de los jóvenes a la “vida adulta”. El paso de la primaria a la secundaria que, en muchos casos, es el paso del colegio al instituto, supone un salto hacia la madurez y la responsabilidad que choca frontalmente con el comportamiento que las familias y la sociedad mantiene hacia los alumnos. A esto hay que agregar las dificultades que añade el propio sistema educativo en la enseñanza secundaria: más asignaturas, más profesores, notas numéricas, exámenes en convocatorias extraordinarias, a veces en el mes de septiembre... No es difícil pensar que un porcentaje de los alumnos pierda el compás en ese paso y suspendan. Entonces, el suspenso provoca que deban enfrentarse a un problema nuevo para ellos, el fracaso escolar. Un fracaso que deben también asumir las familias y que comienza a convertir en “diferentes” a unos jóvenes que hasta Documento para el debate. Acción Educativa. Octubre-Diciembre. 2004. 15 ese momento no lo eran o que, si lo eran, no tenían conciencia de serlo. Antes, esto ocurría cuando los alumnos tenían catorce años y terminaban segundo curso-, la LOCE lo ha adelantado un año –se puede repetir o tener asignaturas pendientes con trece años, al finalizar el primer curso de ESO-. La propuesta 3.1 mantiene esta situación cuando afirma que “al final de cada curso se adoptarán las decisiones de promoción que correspondan”. Lo mismo ocurre con la 3.6 cuando afirma que “los profesores adoptarán las decisiones de promoción y titulación para cada alumno” al término de cada curso. De nuevo la propuesta 3.8 insiste en que “las repeticiones de curso se podrán producir en todos los cursos”. Esto implica que los cuatro cursos en los que se organiza LA SECUNDARIA pierdan el carácter de ciclo que tenían y creemos que, sobre todo, en el primer curso las citadas propuestas contradicen todo lo contenido en el punto 3 del documento. Por otra parte, no existe un estudio serio sobre lo que supone el paso de sexto de primaria a primero -ni de este curso a segundo de secundaria-, ni se ha abierto un debate entre los profesionales implicados en la educación que permita justificar ese cambio. Sospechamos por qué la LOCE introdujo el carácter independiente de todos los cursos de ESO, pero no entendemos por qué lo consagra esta propuesta de debate. Creemos que es necesario recuperar el carácter de ciclo que poseían el primero y el segundo de secundaria y asumir las consecuencias: programar los contenidos y establecer criterios de evaluación para un ciclo, eliminar la posibilidad de repetir el primer curso o de tener que superar materias pendientes. En cuanto al punto 3.2. creemos que las medidas de refuerzo son importantes y necesarias, pero también queremos recordar que, en muchos casos, estas medidas de refuerzo las sienten los alumnos como excluyentes puesto que, tal y como ahora están concebidas, provocan que algunos de ellos formen parte de grupos especiales y distintos a los normalizados. También creemos que es necesario que haya más coordinación entre primaria y secundaria y que los informes sean lo más exhaustivos posible. Creemos que los apartados 3,3 y 3.4 son muy acertados. Es necesario reducir el número de asignaturas en estos cursos, es también necesario mantener el peso horario de aquellas disciplinas que contribuyen al desarrollo de actividades como la lectura, la escritura o el cálculo y se debe reducir el número de profesores que imparten clase en estos cursos. Documento para el debate. Acción Educativa. Octubre-Diciembre. 2004. 16 Es necesario dar mayor importancia a la tutoría dentro del cuerpo de profesores de secundaria. Incluso, debería plantearse de un modo sistemático la doble tutoría en muchos grupos. En cuanto a la propuesta 3.8 insistimos en que es necesario no fomentar medidas que, aunque son pergeñadas desde la bondad de su aplicación, son entendidas como excluyentes por los alumnos. Es mucho mejor reducir el número de alumnos por aula, incluso, ofrecer la posibilidad de que haya más de un profesor por aula y grupo en una determinada asignatura y evitar la creación de grupos específicos de atención a la diversidad o de refuerzo que pueden llegar a convertirse en residuales. Es necesario reforzar la implicación de las familias en el sistema educativo y las administraciones educativas deberán utilizar todos los medios que estén a su alcance para conseguirlo. Como propuestas señalamos: mayor implicación de los ayuntamientos y juntas municipales de distritos, mayor colaboración con las policías municipales y con los equipos de atención específica de menores, más horas de atención a padres para los tutores... El apartado 3.9 señala la realización de una evaluación de diagnóstico y nosotros creemos que es positivo pero avisamos del peligro que puede suponer que ésta se convierta en una prueba que sólo valore los conocimientos. Sin embargo, nos parece muy adecuado que esta prueba sirva para que los centros planifiquen, en un ámbito de libertad y autonomía, sus propias medidas de atención a la diversidad para organizar los refuerzos oportunos en primero, segundo o tercer curso de secundaria. En cuanto a la propuesta 4.1 creemos conveniente, siguiendo la propuesta que hemos realizado más arriba, que es mejor reducir el número de alumnos por aula, reducir el currículum y el número de profesores y evitar siempre el desdoble o división de grupos en determinadas asignaturas porque provoca que los alumnos tengan una sensación de exclusión, pierdan el referente de grupo y se mezclen con alumnos de otros grupos solo en determinadas disciplinas. Nos congratula ver que se mantienen los programas de diversificación que tan buenos resultados han ofrecido al actual sistema educativo. Creemos que son importantísimos y que realizan una gran labor social porque permiten la reincorporación al sistema escolar de alumnos que estaban en grave riesgo de abandonarlo. En cuanto al punto 4.5, creemos que es necesario flexibilizar la edad máxima de permanencia en los centros de educación secundaria y que deberían ser los propios centros los que, dentro de unos parámetros racionales, permitan a los alumnos Documento para el debate. Acción Educativa. Octubre-Diciembre. 2004. 17 permanecer hasta los 18 ó 19 años para obtener el graduado. Sabemos que son pocas las plazas escolares que las administraciones educativas ofrecen para estos alumnos que, con 16, 17 ó 18 años abandonan los institutos sin el título de graduado – a menudo les piden un contrato de trabajo para poder matricularse-. El punto 4.6 nos permite reflexionar sobre los programas actuales de educación compensatoria. En ellos, se establecen unas características específicas que deben cumplir los alumnos para poder seguirlos. Esas características, que están pensadas para compensar las diferencias sociales, a menudo las consolidan. Las consolidan y provocan situaciones injustas como que los alumnos con más de dos años de atraso escolar estén excluidos de recibirlas sólo porque no son extranjeros, ni tampoco pertenecen a una etnia o cultura específica, ni están inmersos en una situación de desventaja social. Se debería vigilar el perfil de los profesionales que atienden directamente estos programas y debería existir una mayor coordinación entre las unidades de programas y las inspecciones educativas. Bachillerato 6.1 Creemos que debería abrirse el bachillerato de artes con modalidades dedicadas a los estudios musicales y de danza. Además, debería promoverse una coordinación con los conservatorios para compaginar ambas enseñanzas. En cuanto al punto 6.2, creemos que el currículum de bachillerato está ya cargado de asignaturas y que debería evitarse la posibilidad de introducir una nueva. Si es necesario incluir la formación científica debería hacerse dentro del programa de las diversas asignaturas ya existentes. Es necesario, revisar las materias que se cursan o que se pueden cursar en bachillerato. En la actualidad se producen situaciones tan extraordinarias como que los alumnos que siguen la modalidad de humanidades y ciencias sociales no estudien Literatura, ni española ni universal, sólo estudian la que está incluida en el programa de Lengua castellana y Literatura. Lo mismo ocurre con asignaturas como historia, que pueden no estudiarlas los alumnos que sigan la opción de ciencias en primero. Creemos que las asignaturas de primer curso deben ser menos específicas o especializadas. Es necesario reducir el desfase que se produce entre el cuarto curso de secundaria y el primero de bachillerato. Muchas asignaturas, muchos contenidos y criterios de evaluación más estrictos provocan que haya un considerable número de Documento para el debate. Acción Educativa. Octubre-Diciembre. 2004. 18 abandono y, por consiguiente, de fracaso escolar. El curso de primero es fundamental porque abre al alumno la posibilidad de nuevas perspectivas educativas y laborales y las administraciones públicas deben idear estrategias que faciliten su incorporación a estos nuevos estudios y no que los disuadan. En cuanto al segundo curso de bachillerato, la actual situación de desorden en el que se encuentran las asignaturas optativas provoca que muchos institutos se vean incapaces de impartir las materias que eligen en sus matrículas los alumnos. Es necesario revisar los currícula, el perfil de los profesionales que acometen la enseñanza de esas asignaturas y estudiar la oportunidad o no de ofrecerlas. Tener una mayor posibilidad de elección no tiene nada que ver con la oferta de muchas optativas – que en algunos casos se imparten por profesores sin la formación adecuada y ponemos el ejemplo de las Tecnologías de la comunicación o la Comunicación audiovisual-. No se puede olvidar que el bachillerato es una etapa más de la enseñanza secundaria, aunque sea una etapa no obligatoria. Esto quiere decir que las asignaturas que integren el currículum del bachillerato no deben ser demasiado específicas y deben tender a ampliar la cultura general de los alumnos para formarlos como futuras personas, no como seudo profesionales. Creemos que debe ser la formación universitaria la que ofrezca una formación más específica. Esta etapa no obligatoria, pero tampoco universitaria, el bachillerato, debe ofrecer, por tanto, asignaturas más generales, más formativas, más culturales, que ofrezcan una visión de nuestro pasado y nuestro futuro, que ofrezcan la posibilidad de crear actitudes de reflexión y crítica y que ofrezcan la posibilidad de analizar todos los campos de actuación humana la ciencia, la literatura, el arte. Asignaturas que favorezcan la adquisición de vocabulario, de manejo de nuestro idioma porque, sin duda, ayudarán a reducir también las diferencias sociales. En cuanto a la propuesta 6.4 creemos que la prueba que permita acceder a la universidad debe ser homologada y unificada para lo que debe mejorarse la coordinación entre las universidades y los profesores de secundaria. 4 FORMACIÓN PROFESIONAL Entendemos que en el tramo de la Formación Profesional se están acometiendo reformas profundas, al margen de la reforma que afecta al resto de etapas del sistema educativo (LOCE), Documento para el debate. Acción Educativa. Octubre-Diciembre. 2004. 19 relacionadas con un momento legislativo y normativo (2002-2004) de especial virulencia, que hace converger en un mismo espacio: • Reformas que afectan al marco de los tres subsistemas de Formación Profesional, • Reformas que afectan a la educación formal en el ámbito nacional, la Formación Profesional Reglada, inclusive, • Reformas que afectan al espacio autonómico de la Formación Profesional. Muchas de estas reformas, no se plantean a debate en el documento propuesto por el MEC, limitándose al eje de si es pertinente o no comunicar de algún modo los ciclos formativos de grado medio con los de grado superior. Por ello, además de dar respuesta a las preguntas para el debate (punto 3 del presente apartado) hemos tratado de sintetizar en este documento las más importantes disfunciones que se están generando y que parece que están pasando desapercibidas. Desapercibidas, pero que están llevando a la disolución de cualquier marco de referencia, quizás por la especificidad de la FP o porque no se cuenta con los que protagonizan la Formación Profesional cada mañana o cada tarde. Sea por lo fuere y con el ánimo de construir una buena base para los próximos años, hay que sacudirse la indiferencia y detenerse un poco ante los siguientes temas, sobre los que hacemos propuestas: 1) Respecto del Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales, la LOFP y los Títulos de Formación Profesional Reglada6 : • Implicación del Ministerio de Trabajo en la ratificación del catálogo de cualificaciones y que la Clasificación Nacional de Ocupaciones y la de Actividades Económicas se remodele en función de los títulos profesionales aparecidos desde 1994 y las cualificaciones del catálogo homónimo. • Del RD 362/2004 de 5 de Marzo, en su Art.1a, Art.2b y Art.5b, se desprende que los títulos profesionales se componen de cualificaciones profesionales extraídas del catálogo de 6 Ver: L.O. 5/2002, de 19 de junio, de las Cualificaciones y de la Formación Profesional, regulado mediante el RD 1128/2003, de 5 de septiembre, en el que se establece su estructura y el procedimiento para su elaboración y actualización. RD 295/2004, de 20 de febrero, por el que se establecen determinadas cualificaciones profesionales que se incluyen en el Catálogo nacional de cualificaciones profesionales, así como sus correspondientes módulos formativos que se incorporan al Catálogo modular de formación profesional. RD 362/2004, de 5 de marzo, por el que se establece la ordenación general de la formación profesional específica. Documento para el debate. Acción Educativa. Octubre-Diciembre. 2004. 20 cualificaciones profesionales. Este aspecto -que nos parece realmente positivo pues es uno de los pilares para realizar correspondencias entres los tres sistemas de formación profesionalpuede entrañar un peligro para la formación reglada si no se aclara que si bien un título profesional da lugar a varias cualificaciones, varias cualificaciones no deben dar lugar a un título profesional. Las enseñanzas regladas son responsabilidad de las administraciones educativas y sus títulos son expedidos por el Ministerio de Educación, sería irresponsable, imprudente y un mal precedente que una enseñanza impartida por centros no educativos, diera lugar a un título educativo con validez académica. Máxime cuando no está definido todavía que tipo de requisitos mínimos se va a exigir a los centros que impartan la formación continua y ocupacional para acreditar cualificaciones, e incluso, títulos reglados. La necesaria autonomía no debe estar reñida con la imprescindible coordinación que evite desigualdades y situaciones injustas entre los centros educativos y otro tipo de centros de una misma comunidad y entre diferentes comunidades. • Sería necesario que la posibilidad de impartir la formación ocupacional y continua no se reserve exclusivamente a los centros integrados, ya que nos parece peligroso establecer diferentes categorías de centros. Una doble red puede originar una competencia desleal e innecesaria. • Por otro lado, nos parece necesario el establecimiento de unos criterios serios para elaborar el mapa de centros integrados, que supere la selección por la poca matrícula de ESO y Bachillerato. • Aunque no se recoge en ningún documento legislativo, la duración máxima de formación de todas las cualificaciones publicadas es de 600h. (¿Quién ha marcado ese límite, que no se hace público?). La generalización de este hecho, puede resultar nefasta cuando se aborden cualificaciones de profesiones reguladas que ya tienen establecido un número mínimo de formación, como es el caso del Educador Infantil con 1.200 horas, 2000 horas totales en el Título. (¿Qué ocurrirá con otras profesiones reguladas universitarias como medicina, enfermería, magisterio,....? ¿también se trocearán?). Por tanto, hay que rechazar la fragmentación de profesiones reguladas, que constituyen íntegra e indisolublemente una cualificación por sí mismas, así como exigir que se publiquen los criterios “ocultos” en la elaboración de las cualificaciones que no obedecen a ninguna norma publicada, es decir, que son presumiblemente arbitrarios. Documento para el debate. Acción Educativa. Octubre-Diciembre. 2004. 21 • Según señala el mismo RD 362/2004 de 5 de Marzo, los títulos de Formación Profesional Reglada deben incorporar dos módulos: Prevención de riesgos laborales y Lengua Extranjera, además de incorporar contenidos nuevos de: Tecnologías de la información y comunicación; Autoempleo y creación y gestión de empresas, que también pueden constituir los respectivos módulos7. Este aspecto que afecta a la duración de los módulos que componen el ciclo puede comprometer seriamente la consecución de las capacidades profesionales8. Por tanto, se debe consultar a las familias profesionales este aspecto y no generalizar, ya que en muchos Ciclos Formativos si el alumnado no ha obtenido el nivel para manejarse en un entorno laboral general en la UE, en los años que dura el itinerario académico, difícilmente va a obtener con unas 65 horas la capacidad comunicativa necesaria para insertarse en el mundo laboral en otros países distinto al suyo, de la UE que hablan alemán, holandés, francés, italiano, inglés, danés, sueco, polaco, etc. • Las posibilidades educativas de las nuevas tecnologías son innegables, pero para rentabilizar los recursos con los que contamos se hace necesario una urgente y adecuada formación del profesorado, contando a su vez con el tiempo necesario que requiere el mantenimiento de los equipos informáticos, teniendo en cuenta que la figura del T.I.C. resulta claramente insuficiente, resultando irrisorio el tiempo semanal que se le da para el mantenimiento (software y hardware) de una media de 80-100 ordenadores, manejados por una media de 500 usuarios distintos, a la semana inexpertos, la mayoría, además del mantenimiento e instalación de los correspondientes a los servicios generales del centro (secretaría, administración, jefatura, biblioteca, ...). Quizás un nuevo puesto de trabajo debería incorporarse a los centros, con la debida cualificación. • Ninguna cualificación profesional en el entorno europeo es otorgada sin un periodo de FCT o de experiencia laboral en las ocupaciones asociadas a la cualificación, esto se tiene en cuenta en los títulos, pero no en las cualificaciones del catálogo, en las correspondencias, esto debería dejarse claro, para que todos los subsistemas juguemos con las mismas reglas, a la hora de la acreditación. 7 La duración máxima establecida para los Ciclos Formativos es de 2.000 horas y un número importante de ellos ya tiene ese máximo. La duración mínima de un módulo de FP Reglada es de 65 horas anuales. Si estos cuatro módulos tuvieran el mínimo de horas, se quitarían 260 horas a la consecución de las capacidades profesionales del título y superaría ese horario al de la mayoría de los módulos que componen los ciclos. 8 Documento para el debate. Acción Educativa. Octubre-Diciembre. 2004. 22 2) Respecto a la financiación y la formación del profesorado de FP: • Cualquier reforma está abocada al fracaso sin la debida financiación, pero en el caso de la formación profesional, por sus características específicas necesita de una dotación y un modelo especial para la formación de su profesorado, ya que la actualización de éste es imprescindible para que la formación profesional asuma con la mayor rapidez posible los cambios e innovaciones en el sector laboral. El FSE va financiando una parte, pero esa financiación no queda transparente en los presupuestos de FP de los distintos niveles de la Administración, además de que en unos pocos años dejaremos de percibir esas ayudas que irán destinadas a países de reciente ingreso en la UE. • Sabemos que la formación en esta etapa educativa resulta dificultosa, debido a que el cuerpo de profesores pertenece a sectores profesionales muy diversos, por lo que la actualización profesional, no puede asumirse mínimamente desde los CAP, máxime cuando la asesoría de esta etapa educativa recae sobre una única persona que, dependiendo de la familia profesional a la que pertenezca, desconocerá un espectro bastante amplio de familias profesionales. Hay que añadir que el número de profesores de FP que pertenecen a la misma especialidad de profesorado en el ámbito del CAP es exiguo, por lo que es muy difícil llegar al mínimo de participantes (exigido para poder formalizar un curso, 15 en la actualidad). Por último, al igual que con el alumnado, hay formación del profesorado que sólo se puede obtener en los centros de trabajo del sector, por los equipamientos y procesos que se dan y que no se pueden reproducir en un CAP. Esto hace necesaria una flexibilización en los trámites para asistencia a cursos de perfeccionamiento y acontecimientos de innovación que se den en el sector laboral de referencia, así como la facilitación de estancias formativas en la propia empresa. Este aspecto es crucial para poder asumir la docencia en el sistema de la formación continua, (capital humano con una especialización didáctica y pedagógica a la vez que profesional). 3) En relación con el capítulo 8.5 (único capítulo de este tramo educativo) de las propuestas para el debate realizadas por el Ministerio (¿Cree usted conveniente organizar un curso como el que se propone, para facilitar el acceso a los ciclos formativos de grado superior sin el título de bachiller? Y ¿Sería útil dicho curso para evitar que los alumnos que Documento para el debate. Acción Educativa. Octubre-Diciembre. 2004. 23 obtengan el título de técnico y no tengan 18 años abandonen el sistema sin aprovechar todas sus posibilidades? ¿Qué otras ventajas tendría esta iniciativa? ¿Qué inconvenientes?): La posibilidad de impartir en los centros un curso preparatorio para la prueba de acceso a ciclos de grado superior desde los ciclos de grado medio puede ser positiva, a la vez que perjudicial: • Es positiva, siempre y cuando la prueba de acceso siga teniendo carácter nacional y no sea sustituida en todo o, en parte, por este curso. • No cabe paralelismo con la PAU , ya que aquí lo que se baraja es la sustitución de la titulación académica requerida, es decir, aquí lo que cabe es la comparación con el acceso a la universidad para mayores de 25 años que no tienen la correspondiente titulación académica. • No podemos limitarnos a valorar la formación tecnológica. Los ciclos de grado superior no tienen un carácter práctico, sino un carácter profesional, y junto con la base tecnológica, es necesario un nivel de formación general en el momento del acceso que resulta imprescindible para seguir las enseñanzas y alcanzar la competencia general del título correspondiente. Dicha formación general es la que se ha tenido en cuenta para el diseño de las enseñanzas mínimas de los ciclos de grado superior. Si no se garantiza que los alumnos tienen esos previos, tendrán bastantes dificultades para alcanzar la competencia general del ciclo formativo. • Pensamos que este curso implantado sin tener en cuenta las consideraciones anteriores puede rematar una doble vía en el Sistema Educativo, iniciada por la anterior administración educativa en 1999. • El curso planteado puede regalar una oportunidad más de privatización a entornos autonómicos donde esta privatización es una ofensiva sin tregua, ya que se puede dar el caso de que centros privados o centros no educativos impartan el curso, cuya nota contará en un porcentaje decisivo en la nota de la prueba de acceso, y, digamos, sean muy “generosos” en la calificación, previo pago de los clientes o subvenciones. Las administraciones públicas deberían ser extremadamente cuidadosas en asegurar la transparencia en la aplicación y cumplimiento de la normativa educativa, para que todos los centros –educativos o no- sostenidos con fondos públicos apliquen escrupulosamente la normativa Documento para el debate. Acción Educativa. Octubre-Diciembre. 2004. 24 vigente, pero más eficaz sería evitar la tentación al fraude en los cursos de acceso con lo expuesto en el primer epígrafe. Para terminar, pensamos que la Formación Profesional Reglada está demostrando ser una herramienta seria, dinámica y económica de cualificación profesional, pero además de palabras, también necesita hechos que demuestren el respecto y el reconocimiento hacia ella. Conclusión Tras la exposición de las anteriores propuestas, entendemos que el valor del documento conocido como “Propuestas para el Debate” viene dado más por el hecho de descubrir qué elementos se someten a discusión a partir de una determinada base que por el nivel de expectativa que puede generar su contenido; esperábamos bastante más, en temática y en profundidad de contenidos. Sin embargo, somos conscientes de que, a partir de esa base de discusión, si se incorporan realmente las propuestas que los distintos colectivos y profesionales estamos aportando, se podrá incluso abrir el abanico a temas que no están contemplados, y que precisan de una profunda revisión. Por último, deseamos señalar que cualquier modificación en el sistema educativo, para tener garantías de éxito, debe asegurarse un consenso político y social de modo que no se modifique en función del signo de la mayoría que sustente el gobierno, ni esté a merced de las discrepancias, ideológicas de las diferentes administraciones con competencias educativas, tenga la dotación presupuestaria suficiente y una necesaria coherencia entre las leyes orgánicas y los reales decretos que las desarrollan. Esperamos que no se nos desoiga. Alicia Alonso. Ángeles Cárdaba. Mercedes Escobar. Mercedes Aparicio. Pilar González Liceras. Jesús Ángel Remacha. José Carlos Tobalina. Documento para el debate. Acción Educativa. Octubre-Diciembre. 2004. 25