Sentencia Tribunal Superior de Justicia Castilla y León, Valladolid, (Sala de lo Social), de 14 enero 2002 Jurisdicción: Social Recurso de Suplicación núm. 2122/2001. Ponente: Ilmo. Sr. D. Manuel María Benito López. INVALIDEZ PERMANENTE: revisión de grado invalidante: desestimación: revisión instada desde la situación de jubilación: inválido total por silicosis que optó por la pensión de jubilación. El TSJ desestima el recurso de suplicación interpuesto por la parte actora contra Sentencia del Juzgado de lo Social núm. 2 de Ponferrada, de fecha 20-07-2001, en autos promovidos sobre gran invalidez. Texto: En Valladolid, a catorce de enero de dos mil dos. La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, sede de Valladolid, compuesta por los Ilmos. Sres. Anteriormente citados ha dictado la siguiente: SENTENCIA En el Recurso de Suplicación número 2122/2001, interpuesto por Luis M. M. contra Sentencia del Juzgado de lo Social número Dos de Ponferrada de fecha 20 de julio de 2001 (autos núm. 406/2000), seguidos a virtud de demanda promovida por precitado recurrente contra el INSS, TGSS, Unión Museba Ibesvico y Combustibles de Fabero, SA, sobre gran invalidez ha actuado como Ponente el Ilmo. Sr. D. Manuel María Benito López. ANTECEDENTES DE HECHO PRIMERO Con fecha 3 de julio de 2000 se presentó en el Juzgado de lo Social número Dos de Ponferrada, demanda formulada por el actor en la que solicitaba se dictase sentencia en los términos que figuran en el Suplico de la misma. Admitida la demanda y celebrado el juicio, se dictó sentencia desestimando referida demanda. SEGUNDO En referida Sentencia y como Hechos Probados constan los siguientes: «I.-El actor fue declarado en situación de IPT para su profesión habitual por enfermedad profesional de silicosis con derecho a una prestación equivalente al 55% de la Base Reguladora de 263.745 ptas. anuales; igualmente se le reconoció el 1-5-1978 pensión de jubilación al amparo del art. 22 de la Orden de 3-4-1973 (RCL 1973, 761, 940; NDL 4237); en febrero de 1992 se le reconoció una IPA por enfermedad profesional de silicosis, dándose opción entre cobrar la prestación de Incapacidad o la de jubilación que venía percibiendo, optando por la de jubilación que es la que cobra actualmente. II.-El actor inicio con fecha 10.3.2000 expediente de revisión de invalidez a fin de ser declarado afecto de gran invalidez, siéndole desestimada por resolución del INSS de 27-3-2000, interponiendo reclamación previa el 27-4-2000 también fue desestimada el 23-5-2000. III.-El actor, nacido el 25-3-1927, padece en la actualidad las siguientes dolencias: EP: silicosis de tercer grado. EC: EPOC severo con oxigenoterapia domiciliaria. Trombosis venosa en M. Inf. Izda. Año 1997. Trombosis venosa de vena femoral superficial dcha. Julio 97. Cardiopatía isquémica. TEP año 1999 actualmente resuelto en tratamiento profiláctico con sintron. Limitaciones orgánicas y funcionales: disnea de pequeños, medianos esfuerzos. Extremidades inferiores edematosas. IV.-El reconocimiento médico oficial es de 27-4-2001. V.-Las partes están conformes con la Base Reguladora de 263.745 ptas. anuales y la fecha de efectos de 27-3-2000. VI.-Agotada la vía previa se interpuso demanda el 3-7-2000». TERCERO Interpuesto Recurso de Suplicación contra dicha Sentencia por el actor, no fue impugnado por los demandados. Elevados los autos a esta Sala se designó Ponente, acordándose la participación a las partes de tal designación. FUNDAMENTOS DE DERECHO PRIMERO El actor, nacido el 25-3-1927, fue declarado en 1974 afecto de invalidez total por enfermedad profesional (silicosis) pasando en 1978 a ser pensionista de jubilación por acogerse a lo dispuesto en el art. 22 de la Orden de 3 de abril de 1973 (RCL 1973, 761, 940; NDL 4237). En el año 1992 se le reconoció la invalidez absoluta por aquella contingencia, dándosele opción entre cobrar la prestación de incapacidad o de jubilación que venia percibiendo, optando por esta que es la que cobra actualmente. En marzo del 2000 insta la revisión de su invalidez y que se le declare afecto de gran invalidez. Desestimada su pretensión por la sentencia de instancia, que viene a confirmar el criterio administrativo de que no procedía la revisión de invalidez instada desde la situación de jubilación en que aquél se encontraba, recurre en suplicación por la doble vía del art. 191 b y c de la Ley Procesal (RCL 1995, 1144, 1563). SEGUNDO Y con constar ciertamente en informe médico de síntesis que precisa de oxigenoterapia domiciliaria todo el día, fija en la cama para dormir y portátil para andar por casa, salir al patio y dar pequeños paseos así como en el acta del juicio que solicitó que el incremento correspondiente a la gran invalidez se añadiera a la pensión de jubilación que percibe, tales precisiones ninguna relevancia han de tener a efectos del fallo. TERCERO El Reglamento de enfermedades profesionales no establece la excepción que el demandante aprecia en su artículo 103 a la prohibición del artículo 143.2 de la Ley de Seguridad Social (RCL 1994, 1825), que el 36 de la Orden Ministerial de 15 de abril de 1969 (RCL 1969, 869, 1548; NDL 27275) reitera, sobre la posibilidad de que una vez jubilado, el que antes fue inválido permanente, pueda pedir revisión de su grado de incapacidad, aunque éste derive de la expresada contingencia, pues la claridad de su texto literal enuncia con elocuencia el alcance de su finalidad y espíritu (artículo 3.1 del Código Civil), al localizar al sujeto de la norma precisamente en quien sea pensionista por enfermedad profesional, es decir, a quien perciba prestaciones debidas exclusivamente a dicha contingencia asistible y no a la de jubilación. En segundo lugar la posibilidad de que la incapacidad permanente por silicosis pueda solicitarse después de la jubilación -que es creación jurisprudencial- permanentemente ha sido referida por la más constante y consolidada doctrina legal a la instancia inicial y no a la revisión, por haberse supeditado la eventualidad referida al hecho jurídico del primer diagnóstico, hasta el cual el carácter silente e insidioso de la enfermedad había hecho que ésta pasase desapercibida. En tercer lugar al actor en el año 1992, aunque fuera ya pensionista de jubilación tras acogerse al art. 22 de la OM de 3-4-1973, se le dio la posibilidad de optar entre la prestación de incapacidad absoluta que entonces se le reconoció y la de jubilación que venía percibiendo, optando por ésta, por lo que su situación jurídica, a partir de la opción hecha, es la de jubilado y no la de inválido, teniendo reiteradamente declarado el Tribunal Supremo que la opción es irrevocable. En último término la protección social, más allá de determinada edad, no ha de buscarse en la contingencia de invalidez, sino en aquella otra, jubilación, que con carácter general cubre el retiro de la vida laboral, en tiempo fijado por el legislador, y cumplido éste por el actor, conforme a lo dispuesto en los arts. 138.1 y 143.2 y adicional 8ª LGSS, en la redacción dada por Ley 24/1997 (RCL 1997, 1806) (arts. 8.3 y 13), en vigor a la fecha del hecho causante de la nueva prestación que solicita, no seria posible en ningún caso la revisión de su invalidez al existir imposibilidad legal de acceder a la misma. Y en tal sentido se ha pronunciado ya reiteradamente la Sala, entre otras en sus sentencias de 21-12-1998 (AS 1998, 7539), 15-7-1999 o 24-1-2000 (AS 2000, 580), Rec. 2141/1998, 1100/1999 y 2158/1999, con lo que resulta ocioso el examen de aquella censura referida a la calificación actual de su estado. Por lo expuesto y En nombre del Rey FALLAMOS Que desestimando el recurso de suplicación formulado por Luis M. M. contra la sentencia dictada en fecha 20 de julio de 2001 por el Juzgado de lo Social número Dos de Ponferrada, recaída en autos núm. 406/2000 seguidos a virtud de demanda promovida por precitado recurrente contra el INSS, TGSS, Unicion Museba Ibesvico y Combustibles de Fabero, SA, sobre gran invalidez, debemos confirmar y confirmamos el fallo de instancia. Notifíquese la presente a las partes y a la Fiscalía de este Tribunal Superior de Justicia en su sede de esta capital. Para su unión al rollo de su razón, líbrese la correspondiente certificación, incorporándose su original al libro de Sentencias. Firme que sea esta sentencia, devuélvanse los autos, junto con la certificación de aquélla, al Juzgado de procedencia para su ejecución. Así lo pronunciamos, mandamos y firmamos. PUBLICACION.-En la misma fecha fue leída y publicada la anterior Sentencia por el Ilmo. Sr. Magistrado Ponente, celebrando audiencia pública en esta Sala de lo Social. Doy fe.