OIR LA VOZ DE DIOS ¿Cómo puedo saber con seguridad que estoy oyendo la voz de Dios? La clave para conocer la voluntad de Dios es sencilla: conocer a Dios y su Palabra. No hay una separación entre Dios y su voluntad para sus seguidores. Una relación duradera y continua con Dios es la base para conocer la voluntad de Dios. Se aprende a identificar la voz de Dios por oírla hasta que sea familiar. Recuerde lo que dijo Jesús en Juan 10: “Mis ovejas oyen mi voz.” Es necesario pasar suficiente tiempo en su presencia y con su Palabra, para saber sin lugar a dudar, que está oyendo la voz de su pastor. La oración es el tiempo que se pasa con Dios. ¿Se regocija usted de estar en la presencia de Dios en la oración? ¿Le gusta hablar con Dios? Si es cierto, será fácil aprender a reconocer su voz y saber cuál es su voluntad. Si no quiere pasar tiempo a solas con Dios, entonces querer saber su voluntad es más como una máquina de ventas; deposito mi pregunta y espero que venga la respuesta – ¡ahora mismo! O, mejor, ¡que me envíe un mensaje de texto! No hay ningún método rápido para la oración y el discernimiento. La oración no tiene que ver con el conseguir lo que quiero, sino con una manera de cumplir lo que Dios quiere -- en primer lugar, él quiere todo mi ser, y luego experimento lo que él puede hacer mediante mi vida. Dallas Willard, en su libro Oír a Dios, dice que los métodos externos principales para el discernimiento son: Encontrar un acuerdo entre las personas con quienes consultamos, especialmente las que son santas y dignas de confianza Observar las “puertas” que se abren o se cierran y otras circunstancias Confirmar que la Palabra de Dios concuerda con las otras indicaciones Pero los métodos externos de discernimiento tienen que concordar con los modos de comunicación directa de Dios con sus hijos; aquella voz callada de Dios, el Espíritu Santo, habla con millares de creyentes y siempre se está comunicando. Tenemos que aprender a callar nuestra mente. Dios cumplirá la parte sobrenatural; nosotros tenemos que aprender a escuchar. Sólo tiene sentido que Dios hable palabras de ánimo y dirección a los creyentes individuales. Lo vemos en la vida del apóstol Pablo. Observe en Hechos 16:6-10 las instrucciones específicas que Pablo recibió. Pablo recibió una visión “durante la noche” según Hechos 16:8. Recibió un mensaje específico en cuanto a dónde debía ir. “Pasa a Macedonia y ayúdanos.” (Hechos 16:9). Observe cómo Pablo entendió estas palabras. Concluyen, “... que Dios nos había llamado a anunciar el evangelio a los macedonios” (16:10.NVI), que “se prepararan en seguida para partir hacia Macedonia.” Parece que Pablo no pasó tiempo dudando, deliberando: “¿Es verdad que la voz que oí fue la voz de Dios? o ¿es que fue el producto de mi imaginación?” Estaba tan acostumbrado a oír la voz que cuando Dios llamó, no malgastó el tiempo precioso deliberando. ¿Cómo se llega a ser tan experto en reconocer la voz de Dios? Tal como se oye la voz de un amigo o un pariente en medio de una muchedumbre – por haber pasado mucho tiempo con la persona. HAY QUE PASAR TIEMPO A SOLAS CON DIOS Y SU PALABRA PARA COMPRENDER SU NATURALEZA Y RECONOCER SU VOZ Algunas pruebas para ganar más claridad en cuanto al oír la voz de Dios 1. ¿La palabra, o la idea, concuerda con lo que usted sabe del Señor por haber leído la Biblia? Claramente, Dios no va a dirigirle a seguir ninguna enseñanza o idea que sea contraria a la vida y las enseñanzas de Jesús o a los diez mandamientos. Si parece compatible con lo que Jesús ha dicho, lo más probable es que la es. Conocer la naturaleza de Dios (amor, bondad, misericordia, verdad, gracia, paz, etc.) nos indica si parece ser conforme al Dios de la Escritura. 2. Otra prueba es si nos sentimos completamente tranquilos al responder a esta palabra de Dios, o si nos sentimos inseguros, como un alerta del Espíritu Santo. Si hay dudas, el mensaje es ¡Pare! Parece que esto es lo que Pablo experimentó cuando dos veces fue impedido en su plan para ir adónde había intentado ir. Si no se siente ninguna intranquilidad cuando lo presenta a Dios, ningún alerte, si se siente completamente en paz -- entonces puede entender que es en verdad la voz de Dios hablándole. Gálatas 5:25 NVI dice: “Si el Espíritu nos da vida, andemos guiados por el Espíritu”. ¿No es éste un buen resumen de la vida, vivida completamente bajo el control del Espíritu? ¿Ser constantemente alerta para oír el cuchicheo de Dios, para que estemos listos para ir a Macedonia – o al otro lado de la calle – conforme a Su dirección? Cinco principios para discernir la voluntad de Dios: 1. Atención al consejo de cristianos consagrados a Dios. Esta persona puede ser una ancianita humilde de su iglesia. 2. Visiones o dirección especial del Señor. A veces Dios guía mediante revelaciones especiales. Si acaso Dios le bendice por tal intervención, aplíquelo con la vista en el reino, cuidando de evitar cualquier pensamiento egoísta. 3. Toda instrucción que viene de Dios es conforme a su naturaleza como se revela en las Escrituras. 4. Si tiene dudas en cuanto a la interpretación de la voz de Dios, hable con personas maduras de su iglesia sobre la confirmación. Dios no es el autor de la confusión. . 5. Si tiene dudas, espere. Dedique tiempo. Generalmente, el tiempo le dará la oportunidad para distinguir entre lo correcto y lo erróneo de una idea percibida. Es necesario pasar tiempo a solas con Dios y Su Palabra para conocer Sus características y discernir su voz. Deléitese en la presencia de su amante Salvador. Conforme sus pensamientos con los suyos. Estamos sirviendo al reino de Dios, no al nuestro. Practique la búsqueda de los pensamientos de Dios más bien que hacer sus decisiones sin su ayuda. Se podría evitar mucha confusión y muchos dilemas si buscáramos primero su dirección. Finalmente, pida la dirección del Espíritu Santo para que usted ame lo que Dios ama y desee lo que él desea. Esta transformación no viene automáticamente. Pero los que piden la “mente de Cristo” agradan a Dios. Y ¿qué recompensa puede ser mejor?