Comunidad Apostólica Hosanna Redes de Crecimiento Lección del 1 al 7 de Marzo de 2015 Apóstol Edwin Álvarez LA FE QUE ALCANZA MISERICORDIA “Por la fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los desobedientes, habiendo recibido a los espías en paz ” (Heb. 11:31) CATEGORÍA La fe que te hace importante 1.1 1 La fe de Rahab la hizo incluir su nombre en la galería de los héroes de Hebreos 11. La lista comienza con Abel, e incluye paladines como Enoc, Noé, Abraham, Isaac, Jacob, José y Moisés. Aunque no se menciona el nombre de Josué; Hebreos 11:30 alude directamente a la fe del servidor de Moisés. Es el Rahab el último nombre propio que se menciona en el capítulo de la fe. Aunque el escritor sagrado continúa resaltando los grandes actos de fe de los pronombres del Antiguo Testamento, con Rahab, la ramera, concluye las alusiones personales. Rahab es la última a la que se une su nombre con sus obras. 1.2 2 La pluma inspirada del capítulo de la fe dice que le falta tiempo para contar de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefte, de David, así como de Ismael y de los profetas. Grandes luminarias son sólo mencionadas, sin aludir a sus hazañas. Luego, nos dice el mismo capítulo, lo que otros grandes hicieron por fe. Leemos pues, nombres como Elías, Eliseo, Isaías, Jeremías, Jonás, Exequias o Josías. Pero sí aparece Rahab la ramera y lo que hizo por fe. La fe nos eleva de categoría. ¿Te imaginas a Rahab entre Abraham y Moisés? Hebreos 11:31 nos muestra que Dios quiso exaltar a la más alta posición a una mujer, que habiendo sido ramera, desarrolló la fe por la que alcanzó misericordia. LIBERACIÓN 2.1 3 La fe rompe las cadenas del pasado. La fe que alcanza misericordia es libre del pasado. El anhelo de misericordia no puede anclarse en los errores del ayer. A Dios le interesa más lo que podemos llegar a ser que lo que hemos sido. A Dios no le importa tanto lo que queda a nuestras espaldas, como lo que se puede colocar delante de nosotros. La fe que alcanza misericordia no se detiene en el fracaso pretérito. La fe que alcanza misericordia apela al poder de Dios para crear un “borrón y cuenta nueva”. “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” (II Co. 5:17) La fe de Rahab fue una fe de oídas: “Porque hemos oído que Jehová hizo secar las aguas del Mar Rojo delante de vosotros cuando salisteis de Egipto, y lo que habéis hecho a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán, a Sehón y a Og, a los cuales habéis destruido.” (Josué 2:10). Para Rahab fue suficiente oír los hechos de Dios. La fe que alcanza misericordia parte de lo que oye acerca del Dios verdadero. “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.” (Ro. 10:17) 2.2 4 La fe no es esclava de nadie. Eso incluye a la vida pasada. La fe es sierva de Jesús exclusivamente. Si Dios hubiera mirado el pasado de Moisés, este jamás habría sido el Gran Libertador de Israel ni el autor del Pentateuco. Si Dios hubiera considerado el pasado de Jonás, Nínive nunca hubiera escuchado al profeta vomitado por el gran pez. Si Dios hubiera tenido en cuenta el pasado de Pedro, Jerusalén se hubiera privado de la sombra que sanaba los enfermos. Si para Dios el pasado de Pablo hubiera tenido algún peso se nos habría privado del apóstol de los gentiles y el más grande predicador después de Jesucristo. Tu pasado no puede detenerte. Utiliza la espada de la fe y corta los lazos que te atan a un pasado pesimista y derrotista. Echa a volar las alas de la fe hacia el futuro de gloria que Dios planeó para ti. Amén. ANTICIPACIÓN La fe percibe en el presente lo que Dios hará en el futuro 3.1 5 La fe observa a través del tiempo. La fe conecta lo que Dios ha hecho con lo que Dios hará. La fe toma lecciones de lo que ha visto hacer a Dios y anticipa el futuro. Rahab había escuchado lo que Dios había hecho a favor de Israel y entendió que Jericó no podía impedir los planes de Dios. Esto fue lo que Rahab le dijo a los espías: “Hemos oído que Jehová hizo secar las aguas del Mar Rojo delante de vosotros cuando salisteis de Egipto, y lo que habéis hecho a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán, a Sehón y a Og, a los cuales habéis destruido.” (Josué 2:10) El conocimiento espiritual de Rahab provenía de lo que ella había oído acerca de los hechos de Jehová. Rahab no sabía mucho de Moisés ni de Aarón, no sabía nada de la ley, ni del Tabernáculo ni de sacerdotes. Rahab sólo conocía del poder de Jehová y de su favor hacia su pueblo. No obstante su escaso conocimiento, lo que Rahab sabía era suficiente para tener fe en Jehová. Con esa fe percibió en su corazón que los días de Jericó estaban contados. 3.2 6 La fe parte de una revelación. A Rahab la revelación le llegó por los oídos. En ella se cumplió lo que Pablo escribiría quince siglos después: Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.” (Ro. 10:17) La fe oye, y luego discierne. La fe evalúa. Rahab puso en la balanza los dioses de Egipto, y a los dioses de los amorreos y a os dioses de los cananeos, frente a Jehová, Dios de Israel. Rahab estableció la superioridad de Jehová. La fe decide, y esto, precisamente, fue lo que hizo Rahab, la ramera, se decidió por Jehová. Finalmente, la fe actúa. Por eso Rahab arriesgó su vida y la de su familia, y protegió a los espías enviados por Josué. Fue así como Rahab tendió un puente entre los milagros del Pentateuco y la situación de Jericó: Rahab llegó a la conclusión inevitable de que Jericó sería el próximo obstáculo que caería frente a Jehová e Israel. Aunque la ciudad estaba en pie y firme, para Rahab su caída era sólo cuestión de tiempo. Rahab no dominaba el futuro, pero había conocido al Dios que lo controla. Esto explica su anticipación a la caída de Jericó. 3.2 7 La fe se anticipa a la bendición y/o al juicio. Es más, la fe convierte lo que para otros es juicio, en una bendición. Rahab rehusó creer al discurso de la corte de Jericó que prometía seguridad y protección a su pueblo. La ramera se anticipó a garantizar su salvación personal, la de toda su familia y la de todos sus bienes. Esconder y proteger a los espías, reunir a su familia y mantenerla su casa por un tiempo relativamente largo, colocar el cordón de grana y esperar en Jehová, son señales inequívocas de la fe de una mujer que previó anticipadamente el juicio de Dios. Hebreos 11:31 dice que “Rahab no pereció juntamente con los desobedientes.” Rahab se adelantó en fe a lo que Dios tenía en el futuro. 3.4 8 ¿Porqué llevas paraguas? Porque en Hosanna Visión anunciaron lluvia para esta tarde y no quiero que me sorprenda ¿Porqué compraste esa cuna? Porque mi esposa está embarazada y en dos meses me dará un hijo. Yo no espero que llueva para entonces correr a conseguir un paraguas. ¿Haló? Rahab actuó en el espíritu de Isaías 54:2-3 “Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas. Porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda; y tu descendencia heredará naciones, y habitará las ciudades asoladas.” Dios encamina a su pueblo a prepararse para un crecimiento explosivo. A Dios no le importa que la mujer sea estéril o que esté desamparada de su esposo. Si la mujer de Isaías 54 le cree a Dios, aunque sea estéril y esté abandonada, ensanchará su tienda y se anticipará a los planes de Dios. Recuerda que en la Biblia la mujer es la iglesia. ¿Le crees a Dios? prometido. Amén. Entonces actúa como si Dios ya hubiese hecho lo que ha OBRAS 4.1 9 La fe reconoce que sin obras muere. “Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.” (Santiago 2:17) Según Hebreos 11.31 Rahab demostró su fe al recibir a los espías en paz. Santiago cita a Rahab como ejemplo de las obras de la fe. “Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino?” (Santiago 2.25). El argumento fundamental de Santiago, el hermano de Jesús, es que la fe que no actúa, que no muestra mis obras, es muerta. La fe de Rahab es viva, y no muerta, porque se hizo evidente al ocultar a los espías y ayudarlos a escapar. 4.2 10 Fe y conducta son inseparables. Donde hay fe habrá, consecuentemente, una conducta congruente con dicha fe. La fe no es un bonito discurso. Fe es demostración. La prueba de la fe genuina es el estilo de vida diaria. producirá, inevitablemente, obras cristianas. La fe “no fingida” Si bien es cierto que Rahab protegió y dirigió a los espías, también es cierto que Rahab colocó el cordón de grana en la ventana de su casa, y, además, reunió a su familia para que no perecieran con la destrucción de Jericó. Rahab no se quedó en la “confesión”, de que Jehová es Dios. Rahab actuó en fe y demostró con sus obras que realmente creía en Jehová y en sus planes. “Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.” (Santiago 2:26) 4.3 11 La obediencia es un aspecto esencial de la fe. Interroguemos a Rahab al respecto y ella nos dirá que sólo pueden creer los que obedecen, y de igual manera, sólo pueden obedecer loas q2ue creen. La fe evangélica, la fe según la Biblia, estipula que somos salvos por fe. ¿De acuerdo? Amén. Pero también la Palabra de Dios establece que los que son salvos demuestran su fe por su conducta. Fue Jesús quien dijo: “Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis.” (Mateo 7: 16-20) Nadie se salva por obras. Pero quien se salva por fe debe tener obras que testifiquen de su salvación. Fe es primero; obras, después. Fe y obras son inseparables. 4.4 12 La fe sin obras está muerta. Lo mismo puede decirse de las obras. Sin fe las obras son obras muertas. Si Rahab se quedaba únicamente con la confesión “Jehová hizo secar las aguas del Mar Rojo delante de vosotros cuando salisteis de Egipto, y lo que habéis hecho a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán, a Sehón y a Og, a los cuales habéis destruido.” (Josué 2:10), pero no hacía nada para manifestar su fe, hubiera muerto en Jericó. Si Rahab protegía a los espías por compasión, por dinero, porque les caían bien, o por cualquier otro motivo, también hubiera muerto. El binomio fe y obras es indivorciable. Quien tenga fe tendrá obras. Quien tenga obras y carece de fe, no agrada a Dios. No nos embriagamos por que somos salvos. No dejamos de embriagarnos para ser salvos. Diezmamos, ofrendamos, asistimos a la iglesia, vivimos en santidad, por que tenemos fe. No procuramos vivir la vida cristiana para salvarnos, vivimos agradando a Dios porque somos salvos. Oro al Señor Jesucristo que esta palabra nos anime a desarrollar la fe que alcanza misericordia. Esta fe nos lleva a otra categoría, se arriesga por creerle a Dios, rompe las cadenas del pasado, percibe ahora lo que Dios hará mañana y es una fe viva. Amén.