3. ESCULTURA GÓTICA Con el renacer de las ciudades, la aparición de la mentalidad burguesa, la difusión de la cultura en las universidades y el desarrollo del pensamiento escolástico, se planteó la búsqueda de una religiosidad más humana que vemos reflejada en la escultura tanto en su aspecto formal como iconográfico. En esta línea es destacable la influencia de escritores religiosos como San Bernardo (en sus Sermones habla de que el mundo no es un lugar de pecado sino la obra bella de Dios), San Francisco de Asís (recomienda el acercamiento del hombre a la naturaleza) y de San Buenaventura (destaca el valor de los sentimientos). 3.1. Características de la escultura La temática que más se repite es la religiosa. Aunque se siguen representando los temas del arte románico, hay preferencia por motivos nuevos como los evangélicos, los marianos (de la Virgen María) y los hagiográficos (vidas de santos), es decir, aquellos que permiten acercarse a los valores humanos. Las fuentes de inspiración iconográfica son, además de la Biblia, los Evangelios apócrifos y la Leyenda Dorada de Santiago de Vorágine (una colección de vidas de santos y de leyendas piadosas). 3.1. Características de la escultura Podemos resumir las características estilísticas en que se busca la expresividad a través del naturalismo. Este naturalismo se manifiesta en aspectos como: Las figuras adquieren volumen y corporeidad, independientes del marco. Sus proporciones varían de modo que unas veces son figuras estilizadas y otras monumentales y plásticas. Los pliegues de los ropajes muchas veces se adaptan a la anatomía corporal con aire clásico, otras se acartonan en busca de plasticidad, o bien se acumulan movidos a los pies de las figuras. Los rostros se individualizan y se tornan expresivos. Se vuelve a representar los sentimientos de tristeza, alegría, dolor, ternura… Las posturas adquieren naturalidad, usándose el contraposto. Planteamiento general INSPIRACIÓN EN LAS FORMAS SENSIBLES DE LA NATURALEZA, QUE SON COMPRENSIBLES PARA TODOS. APROXIMACIÓN A LA BELLEZA FÍSICA DESDE LA DIMENSIÓN ESPIRITUAL DE SU ICONOGRAFÍA PLANTEAMIENTO DE NUEVOS PROBLEMAS: LA REPRESENTACIÓN DEL ESPACIO, LA VOLUMETRÍA DE LAS FIGURAS (SU ANATOMÍA) Y LA RELACIÓN ENTRE EL COLOR Y LA LUZ. 3.2. Modalidades y ejemplos Imágenes de devoción. Predominan las imágenes de Cristo crucificado y de la Virgen con el Niño. En el primero se acentúa la expresión dramática y las manifestaciones de dolor: va coronado de espinas, tiene tres clavos y lleva un pequeño paño de pureza; el cuerpo aparece arqueado por el peso y el dolor. La Virgen tiene aspecto y gestos maternales. Sonríe y mira tiernamente al Niño o juega con Él. Si está de pie su cuerpo se arquea en contraposto por el peso de su hijo. A partir del siglo XIV, las figuras se hacen más dramáticas y aparece el tema de la Piedad. Entre los ejemplos destacados es imprescindible referirse al Calvario que Klaus Sluter hizo para la Cartuja de Dijon; se ha perdido la imagen del Crucificado pero se conserva el magistral Pozo de Moisés, que le servía de basamento: va decorado con las figuras de los cuatro profetas mayores, en un estilo monumental que anticipa a Miguel Ángel. La Virgen Blanca de la Catedral de Toledo es uno de los ejemplos más hermosos de tema mariano. El tema de Cristo Temas de la vida de Cristo. Se prefieren escenas de la Pasión, especialmente Cristo crucificado. Se le representa con la corona de espinas, el paño de pureza (con pliegues), un único clavo en ambos pies que ya están juntos, abundantes heridas (destaca la del costado) Se destaca el peso del cuerpo de Cristo que va desnudo. Nos da imagen de dolor. Se suele disponer, preferentemente, en el tímpano y en el parteluz. La Virgen con el Niño Temas marianos o escenas de la Virgen. Aunque en el románico tardío, la Virgen María comienza a ser muy representada, es en el gótico donde adquiere pleno protagonismo. La Virgen se esculpe sobre todo con el Niño. Se la representa como madre, bella, idealizada. Muestra una gran humanización. La Virgen con el Niño 3.2. Modalidades y ejemplos Escultura monumental. Aparece sobre todo en los portales de las fachadas, aunque la encontramos en otras muchas partes del edificio como en las torres, los pináculos, los pilares, las gárgolas, etc. La ubicación de la escultura en las portadas mantiene básicamente la distribución románica, con algunas modificaciones como, por ejemplo, que las figuras de las arquivoltas se disponen siguiendo la dirección de la rosca, que las esculturas van sobre ménsula y bajo dosel, y que el tímpano se divide en registros (en el siglo XIII en tres, en el XIV en cinco y en el XV se tiende a la escena única): La portada gótica La portada gótica En el tímpano de las portadas aparece en tema central. Heredero del mundo románico es muy frecuente el Pantocrátor (Maiestas Domini o Cristo en Majestad) y el Tetramorfos. También se esculpe a Cristo como Juez enseñando las llagas o la Muerte de la Virgen. Como en el románico, la escena principal suele completarse en las arquivoltas con los veinticuatro Ancianos del Apocalipsis y el Grupo Apostólico. La portada gótica El habitual parteluz de las puertas góticas suele ser ocupado por una "figura amable" que da la bienvenida al feligrés, como Cristo Maestro o La Virgen en Majestad. Se simboliza la entrada al paraíso y por ello es una entrada amable. Como en el románico, estas fachadas pueden incorporar elementos profanos pero ocupando lugares secundarios. 3.2. Modalidades y ejemplos Siglo XIII. La región de París, fue el primer hogar de la escultura gótica, del que irradió a otras regiones de Francia y a los demás países europeos. Las cuatro grandes catedrales francesas de París, Chartres, Amiens y Reims tienen excelentes portadas, varias de ellas dedicadas a la Virgen. Pórtico Real de la Catedral de Chartes Pórtico Real de la Catedral de Chartes En el Pórtico Real de la fachada occidental encontramos la transición entre el Románico y el Gótico, como se puede apreciar por la mezcla de las características de ambos estilos. Portada del Crucero, el Juicio Final En una de las portadas del crucero se representa el Juicio Final, con las jambas decoradas con altorrelieves de santos y apóstoles, de gran belleza. Al lado opuesto del crucero se representan distintas escenas de la vida de la Virgen (Tránsito, Asunción y Coronación). Catedral de Notre-Dame de París, Juicio Final Catedral de Notre-Dame de París, Dormición de la Virgen 3.2. Modalidades y ejemplos En Amiens la imagen más importante es el Beau Dieu, situado en la fachada principal, una figura todavía rígida, pero llena de majestad y clasicismo. En la portada de la Virgen Dorada, de finales del siglo, la estilizada figura de María del parteluz, sonríe al Niño con dulzura. Fachada principal de la Catedral de Amiens, tímpano Fachada principal de la Catedral de Amiens Fachada principal de la Catedral de Amiens Portada de la Virgen Dorada en Amiens 3.2. Modalidades y ejemplos La catedral de Reims conserva un excelente conjunto escultórico debido a varios maestros. Las esculturas más interesantes son el grupo de la Anunciación, perteneciente al llamado Maestro del ángel de la sonrisa. Otro maestro destacado es el de las figuras antiguas, que se inspira en la escultura clásica y el autor de la Visitación, en que la acusada diferencia de edad entre la Virgen María y su prima Isabel pone de manifiesto el humanismo gótico. Portada de Reims, La Anunciación y La Visitación de Reims En este templo trabajó el que se ha denominado "Maestro de la Sonrisa" pues esculpió a sus personajes con una marcada tendencia a lo amable, a la bondad. En Reims cabe resaltar La Anunciación y La Visitación de las jambas, del mismo autor y de gran naturalismo. La Anunciación y La Visitación de Reims 3.2. Modalidades y ejemplos Alemania destaca por su tendencia expresionista, en obras como el tímpano de la portada del Juicio Final de la catedral de Bamberg. La catedral de Estrasburgo (ciudad que formaba parte del Sacro Imperio alemán) tiene una escultura más parecida a la francesa, como vemos en la Sinagoga, una grácil figura con revoloteo de pliegues en la parte inferior, obra de la escultora Sabina von Steinbach. Portada del Juicio Final de la Catedral de Bamberg 3.2. Modalidades y ejemplos Durante el siglo XIII hay en Castilla dos centros destacados, Burgos y León. En la catedral de Burgos se conservan las dos portadas del transepto y otra que da al claustro. La más importante es la del Sarmental, cuyo tema (Cristo y Tetramorfos) es románico, aunque las figuras de los evangelistas que están escribiendo en sus pupitres son naturalistas. Entre las esculturas del claustro son especialmente hermosas las de Alfonso X el Sabio y su esposa. Puerta del Sarmental de la Catedral de Burgos Está en el brazo derecho o sur del transepto, es una portada típica gótica, aunque no termina de desprenderse completamente del hieratismo románico. En el tímpano se esculpe a CristoDoctor dictando su palabra a los cuatro Evangelistas, acompañados por el Tetramorfos simbólico, más naturalista. En el dintel aparece el Apostolado y en las arquivoltas ángeles y ancianos músicos. En el parteluz, aparece el Obispo Don Mauricio. Puerta de la Coronería de la Catedral de Burgos Ubicada en el lado norte del transepto, muestra en sus jambas a los Apóstoles, muy naturalistas, ángeles en las arquivoltas y en el tímpano el Juicio Final. En la parte superior del tímpano figuran las insignias de la Pasión sostenidas por ángeles y Cristo Juez, acompañado de la Virgen y San Juan. Puerta de la Coronería de la Catedral de Burgos 3.2. Modalidades y ejemplos Los maestros de León funden la tradición y la novedad. La portada del Juicio Final, en la fachada principal de la catedral, es la obra maestra: el relieve del dintel, en el que aparecen justos y pecadores, destaca por el virtuosismo y minuciosidad; por su parte la Virgen Blanca del parteluz, considerada la mejor escultura castellana de la época, es muy clásica. Puerta del Juicio Final de la Catedral de León La Puerta del Juicio Final o de la Virgen Blanca, ya de la segunda mitad del siglo, es la central de la fachada occidental: en la parte superior del tímpano, en la que se hace patente un cierto manierismo técnico, aparece Cristo mostrando las llagas y un ángel portando los instrumentos de la pasión; y en el dintel, la parte más hermosa, figura la separación de los bienaventurados y los condenados después que San Miguel pese las almas. Nuestra Señora la Blanca de la Catedral de León 3.2. Modalidades y ejemplos En el siglo XIV se decora la catedral de Toledo, con un programa en el que la Virgen tiene la absoluta primacía: la portada más importante es la puerta del Reloj. También merece citarse la puerta Preciosa del claustro de la catedral de Pamplona. Puerta del Reloj de la Catedral de Toledo De finales del siglo XIII es la lateral izquierda, la del transepto norte, es la única obra significativa del XIII de la Catedral de Toledo. Sus arquivoltas aparecen repletas de prelados y ángeles con libros, incensarios y candelas bajo doseletes. En su tímpano se desarrollan, en cuatro registros o franjas horizontales, diversas escenas del Nuevo Testamento con abundancia de detalles narrativos. Su ciclo iconográfico comprende la Anunciación, la Natividad, la Adoración de los Reyes, la Degollación de los Inocentes, la Huida a Egipto, la Circuncisión, Jesús entre los doctores, la Presentación, el Bautismo, las Bodas de Caná y, en el vértice, el Tránsito de la Virgen. 3.2. Modalidades y ejemplos Los sepulcros pueden ser exentos o adosados bajo arcosolio. Los exentos llevan sobre la tapa la imagen yacente del difunto, como en un lecho; si es un sepulcro matrimonial aparecen ambos cónyuges. Los personajes están representados con los ojos abiertos o dormidos, vestidos con ropas ceremoniales de su rango y con un animal acostado a sus pies, un perro, si es la tumba de una mujer, un el león si es la de un hombre. Los frentes del sepulcro se decoran con escudos heráldicos y con otros motivos figurativos: en el siglo XIII se prefiere representar el cortejo fúnebre; a finales del XIII y en el XIV son frecuentes las figuras de santos; desde final del siglo XIV se pusieron de moda los plañideros encapuchados. Los sepulcros Otra manifestación escultórica importante es el de los sepulcros esculpidos que pueden ser de dos tipos: Adosados: de arcossolio. Exentos: la cama funeraria está separada del muro. Se decoran los lados de la cama funeraria, y ésta se apoya en figuras animales. Sobre la cama funeraria ser suele representar al fallecido en posición yaciente y orante. Se realizan por encargo de burgueses, reyes y nobles. Se suelen encontrar en las capillas. 3.2. Modalidades y ejemplos Uno de los mejores sepulcros del siglo XIII es el del Infante Don Felipe en Villalcázar de Sirga, perteneciente a la escuela burgalesa, la más importante de Europa. Del siglo XIV es el del duque de Borgoña Felipe el Atrevido, en Dijon, hecho por Klaus Sluter, el escultor de la corte borgoñona, que puso de moda el tema de los encapuchados. La obra maestra del siglo XV en España es el de los reyes Juan II y su esposa en la Cartuja de Miraflores, de Gil de Siloé. Sepulcro del Infante Don Felipe 3.2. Modalidades y ejemplos También es obra de Siloé uno de los mejores sepulcros de arcosolio. En éstos el difunto puede aparecer yacente pero también arrodillado, en actitud orante, o recostado. Orando de rodillas sobre un reclinatorio está el Infante Don Alfonso, obra de Siloé, en la Cartuja de Miraflores, mientras el Doncel de Sigüenza, de Sebastián de Almonacid, aparece recostado leyendo. Sepulcro del Doncel de Sigüenza Representa al caballero Martín Vázquez de Arce, muy original porque no representa al difunto yaciente u orante, sino en actitud naturalista, leyendo ligeramente incorporado, vestido con armadura de la Orden de Santiago, embutido en un gran nicho del muro bajo un arco. 3.2. Modalidades y ejemplos Los retablos son conjuntos de tableros de madera ensamblados, decorados con esculturas o pinturas, que se colocan detrás del altar. Aunque surgieron en el siglo XIV, la época de auge del retablo gótico fue el siglo XV, en especial en los Países Bajos, Alemania y España. La escultura de los retablos se talla en bulto redondo o en relieve y se dora, es decir, se recubre con pan de oro. El más grandioso y monumental de los retablos españoles de este periodo es el de la catedral de Toledo, obra de varios maestros. Mucho menor es el tríptico de Covarrubias, que representa la Epifanía. Gil de Siloé hizo el de la cartuja de Miraflores. Retablo Mayor de la Catedral de Toledo El Retablo Mayor de la Catedral de Toledo, en la que intervinieron los principales escultores y pintores de la época, asentado sobre un banco con cinco relieves consta de cinco calles, siendo la central también más ancha, decoradas con escenas de la vida de Cristo y de la Virgen; es una de las obras más importantes del siglo XV, ya de transición al Renacimiento en alguno de sus compartimentos, como los atribuidos al borgoñón Felipe Bigarny. Retablo Mayor de la Cartuja de Miraflores Obra en la que los efectos de riqueza y barroquismo alcanzan límites insospechados y en la que Gil de Siloé sustituye el típico retablo dividido en cuerpos y calles por una original organización a base de círculos presidida por el Calvario y cuatro escenas de la Pasión de Cristo. 3.2. Modalidades y ejemplos En el Gótico encontramos otras modalidades escultóricas: Las sillerías son conjuntos de sitiales para el coro, tallados generalmente en madera y decorados con relieves en los respaldos, brazos, doseles y misericordias. El maestro Rodrigo Alemán, a finales del siglo XV, es el autor de la sillería baja de la catedral de Toledo, que decoró con temas de la recién terminada guerra de Granada. Las puertas monumentales eran de bronce fundido. Las más destacadas se hicieron en Italia, como las del baptisterio de la catedral de Florencia, de Andrea Pisano. Sillería Baja del Coro de la Catedral de Toledo Primeras Puertas del Baptisterio de Florencia, de Andrea Pisano