JUICIO ADMINISTRATIVO: 0242/2010-I ACTOR: ALEJANDRO REYNOSO Y OTROS. DEL JA- VALLE AUTORIDAD DEMANDADA: SECRETARÍA DE SEGURIDAD PÚBLICA DEL ESTADO DE MICHOACÁN Y OTRAS. MAGISTRADO PONENTE: SERGIO FLORES NAVARRO. LIC. SECRETARIO DE ESTUDIO Y CUENTA: JESÚS SANTOS VELÁZQUEZ GUERRERO. Morelia, Michoacán, veintitrés de agosto de dos mil once. VISTOS para dictar sentencia definitiva dentro del expediente administrativo número JA-0242/2010-I; y RESULTANDO PRIMERO. Mediante escrito presentado el cinco de julio de dos mil diez, ante el Secretario de Acuerdos de la Segunda Ponencia de este Tribunal de Justicia Administrativa del Estado de Michoacán, Alejandro del Valle Reynoso, JA-0242/2010-I 1 Andrés Suárez Madrigal, Gerardo Gómez Cortes, Gisel Gómez Cendejas, Isabel Bueno García Reyes, Jesús Toaca Saenz, José María Capri Sánchez, Kitzia González Simón (Sinuén), Melvas Olivas Durazno, Osvaldo (Oswaldo) Chávez Torres, Cristie Deye y Rosa María Miki Rivadeneira, por su propio derecho presentaron demanda administrativa en contra de las autoridades siguientes: Gobernador Constitucional del Estado, Secretaría de Seguridad Pública y Secretaría de Finanzas y Administración, todas del Estado de Michoacán, señaló como actos impugnados y acciones intentadas, las siguientes: Actos impugnados: De la Secretaría de Seguridad Pública del Estado: 1. Las multas administrativas bajo los números de folio siguientes: 5566775; 5566785; 5566786, 5566792; 5566790, 5566788; 5566795;5566798; 556776; 5566791;556679 y 5566789, todos de fecha doce de junio del 2010. 2. Las detenciones administrativas de todos los promoventes. Si bien es cierto, estas se consumaron en cuanto a la restitución, no así para los efectos que permanecen susceptibles de revisión judicial1 para la determinación de la responsabilidad patrimonial por la irregularidad de la prestación del servicio público. Con fundamento en el artículo 292 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, que establece el principio pro homine, este órgano de control se encuentra obligado a realizar toda interpretación jurídica en el 1 (Se transcriben datos de localización). IMPROCEDENCIA DEL JUICIO DE AMPARO. LAS CAUSALES QUE LA PREVÉN DEBEN INTERPRETARSE DE MANERA ESTRICTA, A FIN DE EVITAR OBSTACULIZAR INJUSTIFICADAMENTE EL ACCESO DE LOS INDIVIDUOS A DICHO MEDIO DE DEFENSA. (Se transcribe texto y precedentes) 2 Se transcribe jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos: Caso del Tribunal Constitucional VS. Perú, sentencia de 24 septiembre de 1999 (Competencia) JA-0242/2010-I 2 sentido que otorgue mayor protección3 a los administrados, prohibiéndose todo sentido restrictivo para el pleno ejercicio de los derechos y libertades fundamentales. El pago de la responsabilidad patrimonial de la autoridad por las detenciones administrativas. 3. Las declaraciones imprecisas sobre los hechos que motivan el presente litigio de convencionalidad sobre los actos y resoluciones administrativos, en la entrevista que concedió a CBtelevisión de Michoacán, mismas que fueron difundidas en el Noticiero nocturno del doctor Ignacio Martínez, el día Lunes catorce de junio de los corrientes, a efecto que se lleve la rectificación de la información vertida en el medio de comunicación referido. Del Gobernador Constitucional del Estado: La omisión administrativa: por no haberse cumplido lo dispuesto en el artículo 2 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos de adecuar en el ámbito de su competencia constitucional y legal, la normatividad para garantizar las garantías del debido proceso prescripto en el artículo 8 del citado texto convencional frente a las detenciones administrativas. Sin que se pretenda se obligue a legislar, sino se declare la responsabilidad patrimonial por el incumplimiento convencional que produjo la irregularidad en la prestación del servicio público. De la Secretaría de Finanzas y Administración del Estado: El cobro de las multas administrativas, detalladas en el primer acto impugnado. Acciones intentadas: “1. Acción de nulidad lisa y llana de los actos y resoluciones que se reclaman. 2. Acción de condena. 3. Acción declarativa para la plena restitución del ejercicio de los derechos y libertades afectados por la conducta administrativa. SEGUNDO. Por razón de turno, la Magistrada Instructora de la Tercera Ponencia se avocó al conocimiento 3 (Se transcriben datos de localización). PRINCIPIO PRO HOMINE. SU APLICACIÓN OBLIGATORIA. (Se transcribe texto y precedentes) JA-0242/2010-I 3 del asunto y el doce de julio de dos mil diez previno a los actores a efecto de que completaran y aclararan su demanda, prevención a la que dieron cumplimiento mediante escrito presentado en tiempo y forma, ante la Secretaría General de Acuerdos de este Tribunal Administrativo. TERCERO. Mediante escrito de trece de julio del dos mil diez los actores manifestaron a través de su autorizado la fecha de conocimiento de los actos administrativos impugnados consistentes: en las multas administrativas; las detenciones administrativas; el pago de la responsabilidad patrimonial por incumplimiento convencional en la prestación del servicio público y el cobro de las multas administrativas. En virtud de dichas manifestaciones, la Magistrada Instructor en esa misma fecha desechó la demanda por considerar extemporánea su presentación, actualizándose la causal de improcedencia prevista en el artículo 205, fracción IV, en relación con el precepto 223, del Código de Justicia Administrativa del Estado. De igual forma, respecto al acto impugnado, concerniente a la entrevista atribuida a la Secretaría de Seguridad Pública del Estado a CB televisión de Michoacán y difundida en el Noticiero Nocturno el catorce de junio de dos mil diez a través del canal seis, se declaró la actualización de JA-0242/2010-I 4 la causal del improcedencia establecida en el artículo 205, fracción X en relación con el numeral 6, todos del Código de Justicia Administrativa del Estado, en virtud de que el acto impugnado no constituye un acto administrativo. Razonamientos los anteriores que sirvieron de sustento a la Instructora para no admitir la demanda en cuestión. CUARTO. Con fecha dieciséis de julio de dos mil diez el autorizado de los accionantes solicitó la excusa de la Magistrada de la Tercera Ponencia de seguir conociendo del presente controvertido, acordando la Instructora en data dos de agosto de dos mil diez, remitir los autos del presente juicio al Pleno de la Sala de este Tribunal de Justicia Administrativa, para que de proceder la excusa se turnara al Magistrado que correspondiera, la cual se declaró procedente. La Sala calificó de procedente la excusa y ordenó el turno del expediente al Magistrado Instructor de la Primera Ponencia. QUINTO. Asimismo, el autorizado de los actores, presentó recurso de reconsideración en contra del proveído de trece de julio del año dos mil diez, por el cual se le tuvo por no admitida la demanda, radicándose bajo el número de expediente JA-R-0058/2010-I y en data treinta y uno de JA-0242/2010-I 5 agosto del año dos mil diez, la Sala Colegiada resolvió que los agravios resultaron fundados para revocar el acuerdo del trece de julio del dos mil diez, respecto a la no admisión de la demanda y ordenó al Magistrado Instructor emitir un nuevo acuerdo donde tenga a los actores por presentando la demanda dentro del término de los quince días hábiles, tanto en el acuerdo como en la certificación respectiva, asimismo omitiera realizar consideración alguna sobre si las declaraciones de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, en entrevista al Noticiero nocturno del doctor Ignacio Martínez del lunes catorce de junio de dos mil diez, a través de CBtelevisión de Michoacán, es un acto administrativo o no. SEXTO. Ahora bien, mediante proveído de fecha veintiocho de septiembre de dos mil diez, el Magistrado Instructor de la Primera Ponencia de este Tribunal de Justicia Administrativa, admitió a trámite la demanda en la vía ordinaria administrativa, ordenó correr trasladó a las autoridades demandadas, admitió las probanzas ofertadas por los actores a excepción de la redactada en idioma extranjero, por lo que se le requirió a efecto de que la presentara acompañada de su traducción al castellano, así como de las copias simples de las credenciales para votar a JA-0242/2010-I 6 nombre de Snagines Contreras Irma y C Acosta Lafon Susana; de igual forma precisará el objeto de su exhibición al no figurar como actores y, por último, se abstuvo de acordar lo conducente respecto a la medida cautelar solicitada, hasta estar en posibilidad de hacerlo. Respecto al cumplimiento del requerimiento de las pruebas ofertadas, el autorizado de los demandantes se desistió de la documental presentada en idioma extranjero y en relación a las copias simples de las credenciales de elector a nombre de Sangines Contreras Irma y C. Acosta Lafon Susana, no se admitieron al no tener las citadas personas el carácter de actoras dentro del presente proceso administrativo. SÉPTIMO. A efecto de resolver sobre la medida cautelar, una vez recibidas las constancias solicitadas a la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Michoacán, mediante acuerdo de fecha catorce de octubre de dos mil diez, por una parte se resolvió que no había lugar a conceder la medida cautelar respecto al resguardo de las fotografías que les fueron tomadas a los accionantes, al desprenderse del informe de la autoridad la inexistencia de las mismas; y por otra parte, se concedió a efecto de que la autoridad demandada antes mencionada, ordenara la protección de los JA-0242/2010-I 7 datos, registros, fotografías y cualquier documento que obre en la dependencia de los datos de los actores en juicio o que haga referencia a los hechos acontecidos. OCTAVO. En contra del auto de fecha veintiocho de septiembre de dos mil diez, mediante el cual se admitió a trámite la demanda de nulidad, la autoridad demandada interpuso recurso de reconsideración, y se radicó bajo el número de expediente JA-R-0073/2010-II, mismo que se resolvió en data tres de diciembre de dos mil diez, declarando la Sala infundados los agravios esgrimidos por el recurrente y confirmando el acuerdo de admisión de la demanda. NOVENO. Resuelto que fue el recurso de reconsideración, el Magistrado Instructor emitió diversos proveídos respecto a las contestaciones que presentaron en su momento las demandadas, en los que acordó: En fecha siete de marzo de dos mil once, tuvo por contestando en tiempo y forma legal a la demandada Secretario de Finanzas y Administración del Estado de Michoacán. En data nueve de marzo de la misma anualidad, acordó tener al Secretario de Seguridad Pública, por contestando ad cautelam a la demanda, y admitió las pruebas ofertadas. JA-0242/2010-I 8 Por último el once del mismo mes y año, tuvo al representante legal del Gobernador Constitucional del Estado, por contestando en tiempo y forma a la demanda interpuesta en contra de su representado, le admitió las pruebas ofertadas, y el incidente de previo y especial pronunciamiento por falta de personalidad y personería de los promoventes y, por consecuencia, de su autorizado, por lo cual se formó el incidente de falta de personalidad, el que se resolvió improcedente mediante resolución interlocutoria del veintiséis de abril de dos mil once, misma que quedó firme al no haberse impugnado. DÉCIMO. En razón de la sentencia de mérito, se resolvió que las diferencias entre los diversos nombres de los actores no es motivo para considerar que se trataba de personas distintas a las accionantes. La anterior resolución debe tomarse en cuenta en la presente resolución para la valoración de las pruebas documentales. UNDÉCIMO. La audiencia de ley, se celebró en data veintiocho de junio de dos mil once, en la que se hizo constar la asistencia de la actora y de los apoderados jurídicos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado; en dicha JA-0242/2010-I 9 audiencia se desahogaron las pruebas ofrecidas, y se abrió el período de alegatos, en el cual únicamente la demandante y las autoridades Gobernador del Estado de Michoacán de Ocampo y la Secretaría de Seguridad Pública del Estado ejercieron tal derecho, los que se tomarán en consideración en caso de que sean alegatos de bien probado o si en ellos se controvierten los argumentos de la contestación de la demanda o se objetan o refutan las pruebas ofrecidas por la contraparte. Una vez agotadas las etapas probatoria y de alegatos, se turnaron las actuaciones para proyecto de resolución, en el término de ley. CONSIDERANDO PRIMERO. Fundamentación de la competencia del órgano jurisdiccional. El Tribunal de Justicia Administrativa del Estado de Michoacán de Ocampo, es competente para conocer y resolver el presente asunto, en términos de lo dispuesto por los artículos 143, 144, 154 fracción V, 157, 158, 159 fracción I y 163 fracción I del Código de Justicia Administrativa de esta Entidad Federativa. JA-0242/2010-I 10 SEGUNDO. Acreditación de los actos impugnados. Los actores hicieron consistir varios actos impugnados en contra de las autoridades demandadas. Los primeros consistentes en las multas administrativas y su cobro del doce de junio de dos mil diez, identificadas con los folios números 5566775, 5566785, 5566786, 5566792, 5566790, 5566788, 5566795, 5566798 (exhibida en copia simple y a foja 251 existe una original), 556776 (sic) siendo el correcto el 5566776, 5566791, 556679 (sic) siendo el correcto el 5566779 y 5566789 a nombres de Alejandro Valle Reynoso, Andrés Suárez Madrigal, Cristie Deye, Gerardo Gómez Cortes, Gisel Gómez Cendejas, Isabel Bueno García Reyes, Jesús Toaca Saenz, José María Capri Sánchez, Kitzia González Sinuén, Melvas Olivas Durazno, Oswaldo Chávez Torres y Rosa María Miki Rivadeneira, las que obran a fojas cincuenta y dos a la sesenta y tres y se corroboran con las exhibidas por las demandadas a fojas doscientos cuarenta a la doscientos cincuenta y uno, documentales públicas a las que se les otorga valor probatorio pleno conforme a los artículos 424 fracción III y 530 del Código de Procedimientos Civiles del Estado de Michoacán de Ocampo, al ser de aplicación supletoria al Código de Justicia Administrativa, conforme lo establece en su artículo 263, se tiene por tanto acreditado los actos impugnados. JA-0242/2010-I 11 De igual forma, señalaron como actos impugnados las detenciones administrativas que se acreditaron con la documental denominada REMISIONES del doce de junio de dos mil diez expedidos a nombre de Alejandro Valle Reynoso, Oswaldo Chávez Torres, Andrés Suárez Madrigal, Gerardo Gómez Cortes, Isabel Bueno García, Gisel Gómez Cendejas, Cristie Deye, Rosa María Miki Rivadeneira, Kitzia González Simón, Jesús Alberto Toaca Saenz, José María Capri Sánchez y Melvas Olivas Durazno, las que obran de la foja doscientos treinta y ocho a la doscientos treinta y nueve, exhibidas por la codemandada Secretaría de Seguridad Pública del Estado, documentales públicas a las que se les otorga valor probatorio pleno conforme a los artículos 424 fracción III y 530 del Código de Procedimientos Civiles del Estado de Michoacán de Ocampo, al ser de aplicación supletoria al Código de Justicia Administrativa, conforme lo establece en su artículo 263, y con los que se acredita la detención de los actores por faltas a la moral, por parte de los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado el doce de junio de dos mil diez y su remisión a barandillas. En razón de lo anterior, se tiene por debidamente acreditado la existencia de los actos impugnados. JA-0242/2010-I 12 TERCERO. Determinación de las causales de improcedencia y sobreseimiento. Con fundamento en el último párrafo del artículo 205 del Código de Justicia Administrativa del Estado de Michoacán, una vez realizado el examen de las constancias que integran el presente juicio, se procede al estudio de las causales de improcedencia que hicieron valer las autoridades demandadas. III.1. Respecto a la primera de las causales de improcedencia hechas valer por el Secretario de Seguridad Pública del Estado y la Consejería Jurídica del Ejecutivo del Estado, en representación del Gobernador del Estado, consistente en la existencia del consentimiento tácito de los actos impugnado previsto en el artículo 205, fracción IV, del Código de Justicia Administrativa del Estado, al considerar que la presentación de la demanda fue extemporánea, se estima no actualizada. La citada causal fue motivo de estudio en el recurso de reconsideración número JA-R-0058/2010-I interpuesto por los actores en contra del acuerdo del trece de julio de dos mil diez emitido por la Magistrada Instructor de la Tercera Ponencia de este Tribunal de Justicia Administrativa del Estado, donde determinó desechar la demanda por la citada causal. JA-0242/2010-I 13 No obstante, en la resolución del treinta y uno de agosto de dos mil diez la Sala del Tribunal de Justicia Administrativa del Estado determinó revocar el acuerdo y se ordenó tener por presentada la demanda dentro del término de los quince días a que hace referencia el artículo 223 del Código de Justicia Administrativa del Estado. Lo anterior fue refrendado mediante la resolución del tres de diciembre de dos mil diez, al resolver este órgano jurisdiccional el recurso de reconsideración número JA-R0073/2010-II promovido por la Consejería Jurídica del Ejecutivo del Estado en contra del proveído del veintiocho de septiembre del dos mil diez emitido por el Magistrado Instructor de la Primera Ponencia de este Tribunal de Justicia Administrativa del Estado, donde se confirmó el citado acuerdo ante la inoperancia de los agravios respecto a la extemporaneidad de la presentación de la demanda de los actores. III.2. Una diversa causal de improcedencia que hace valer la Secretaría de Seguridad Pública del Estado y la Consejería Jurídica del Ejecutivo del Estado, en representación del Gobernador del Estado, consiste en que los actos se encuentran consumados de forma irreparable al ser la detención un acto instantáneo y que cesó una vez JA-0242/2010-I 14 pagada la multa administrativa, con la cual recobraron los actores su libertad. Causal de improcedencia que a criterio de este Tribunal de Justicia Administrativa del Estado no se actualiza en la presente hipótesis fáctica. En ese orden de ideas se torna necesario, ante todo, precisar qué debe entenderse por actos consumados de modo irreparable y si el Tribunal de Justicia Administrativa del Estado tiene competencia para conocer de ellos, a efecto de establecer cuándo opera la causa de improcedencia materia de estudio, para lo cual se transcriben los artículos 154, fracción V, 205, fracción II, y el 280 del Código de Justicia Administrativa del Estado, este último únicamente en la parte que establece los efectos de la sentencia donde proceda la nulidad respecto de actos positivos, por compartir el cese esa naturaleza: Artículo 155. Además, tendrá competencia para: ... V. Para conocer de juicios de pago de daños y perjuicios derivado de actos o resoluciones consumados de manera irreparable en perjuicio del particular por las autoridades administrativas. Artículo 205. El juicio ante el Tribunal es improcedente contra actos o resoluciones: ... II. Que se hayan consumado de un modo irreparable; JA-0242/2010-I 15 ... Artículo 280. Las sentencias que declaren fundada la pretensión del actor, dejarán sin efecto el acto reclamado y fijarán el sentido de la resolución que deba dictar la autoridad responsable, para restablecer al actor en el ejercicio de sus derechos. ... Conforme al primero de los numerales transcritos es improcedente el juicio de nulidad cuando los actos reclamados deban considerarse consumados de modo irreparable. Ahora bien, la interpretación armónica de los artículos 205, fracción II y 280 del Código de Justicia Administrativa del Estado, lleva a concluir que por actos consumados de modo irreparable debe entenderse aquellos que han producido todos sus efectos, de manera tal que no es posible restablecer al actor en el goce de sus derechos, lo cual lleva a estimar improcedente la acción de nulidad, dado que para el caso en que se proceda la nulidad del acto, la sentencia respectiva carecería de efectos prácticos, al no ser materialmente posible reparar la violación de que se trate. Sin embargo, excepción a ello existe la hipótesis normativa contenida en el artículo 155, fracción V, del Código de Justicia competencia Administrativa para que del Estado este JA-0242/2010-I que Tribunal de otorga la Justicia 16 Administrativa del Estado pueda conocer respecto de la acción de daños y perjuicios, cuando estos sean causados por efectos de la consumación de los actos de manera irreparable. Cabe señalar que la consumación irreparable de que se habla es de naturaleza material o física, esto es, aquella que por haber producido todas sus consecuencias materiales, hace que el restablecimiento del derecho tutelado quede fuera del alcance de los instrumentos jurídicos. Ahora bien, es cierto que la Suprema Corte de Justicia de la Nación a través de su Segunda Sala ha establecido que cuando un arresto se ha ejecutado es improcedente el juicio de amparo por constituir un acto consumado de modo irreparable, ya que considera que la violación a la libertad personal ejecutada quedó fuera del alcance de los instrumentos jurídicos para restituir al quejoso en el goce de ese derecho, al ser físicamente imposible reintegrarle la libertad de la que fue privado, pero aclara que no es factible que a través del juicio de amparo se pueda reparar los daños y perjuicios que tal acto pudo ocasionar, al no ser su materia de estudio, esto lo sostuvo en la jurisprudencia intitulada ARRESTO. SI YA SE EJECUTÓ, EL JUICIO DE AMPARO PROMOVIDO EN SU CONTRA, ES IMPROCEDENTE, POR JA-0242/2010-I 17 CONSTITUIR UN ACTO CONSUMADO DE MODO IRREPARABLE.4 No obstante, la hipótesis estudiada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación en el juicio de amparo no es aplicable al proceso contencioso administrativo establecido en el Código de Justicia Administrativa del Estado, ya que una de las acciones que el actor puede ejercitar ante este órgano jurisdiccional es precisamente la acción de daños y perjuicios en contra de los actos de autoridad, en términos del artículo 193, fracción III, del Código de Justicia Administrativa del Estado –en relación con el artículo 155, fracción V, del citado código que otorga la competencia a éste órgano jurisdiccional para conocer de dicha acción-, que establece: 4 Registro No. 171537. Localización: Novena Época. Instancia: Segunda Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. XXVI, Septiembre de 2007. Página: 423. Tesis: 2a./J. 171/2007. Jurisprudencia. Materia(s): Administrativa. ARRESTO. SI YA SE EJECUTÓ, EL JUICIO DE AMPARO PROMOVIDO EN SU CONTRA, ES IMPROCEDENTE, POR CONSTITUIR UN ACTO CONSUMADO DE MODO IRREPARABLE. De los artículos 73, fracción IX y 80 de la Ley de Amparo se advierte que son actos consumados de modo irreparable los que han producido todos sus efectos, de manera que no es posible restituir al quejoso en el goce de la garantía individual violada, lo cual hace improcedente la acción de amparo porque de otorgarse la protección constitucional, la sentencia carecería de efectos prácticos, por no ser factible restablecer las cosas al estado que guardaban antes de la violación. En ese tenor, resulta que esa causa de improcedencia se actualiza cuando se promueve el juicio de amparo contra un arresto que ya se ejecutó, por haberse consumado irreversiblemente la violación a la libertad personal, dado que está fuera del alcance de los instrumentos jurídicos restituir al quejoso en el goce de ese derecho, al ser físicamente imposible reintegrarle la libertad de la que fue privado, sin que el hecho de que sea factible reparar los daños y perjuicios que tal acto pudo ocasionar haga procedente el juicio de garantías, pues al tratarse de un medio de control constitucional a través del cual se protegen las garantías individuales, la sentencia que se dicte tiene como único propósito reparar la violación, sin que puedan deducirse pretensiones de naturaleza distinta a la declaración de inconstitucionalidad de un acto, como podría ser la responsabilidad patrimonial. Lo anterior no prejuzga en cuanto a la legalidad de dicho acto o la responsabilidad que, en su caso, pueda atribuirse a las autoridades que tuvieron participación en el mismo, ni limita el derecho que pudiera asistir al particular para demandar, a través de las vías correspondientes, la reparación de los daños que ese acto le pudo ocasionar. JA-0242/2010-I 18 Artículo 193. El actor podrá solicitar: I. La nulidad del acto administrativo; II. El reconocimiento de un derecho amparado en una norma, y la adopción de las medidas adecuadas para su pleno restablecimiento; y, III. La indemnización de daños y perjuicios. En consecuencia, es procedente el juicio de nulidad en contra de actos consumados de forma irreparable en relación a los efectos y consecuencias del arresto, como son el pago de la multa como daño material y los daños inmateriales causados derivados de la ilegalidad del actuar de las autoridades demandadas. Por tal motivo, es indispensable estudiar el acto administrativo para determinar si existe un actuar irregular o ilegal de la autoridad que tenga como consecuencia el deber de resarcir el daño sufrido a los actores con la comisión de los actos impugnados. Ahora bien, en el presente caso se impugna los arrestos administrativos que originaron las diversas consecuencias que aducen los actores, entre ellas la imposición de multas administrativas, sin embargo, la pretensión de los actores no es el restablecerlos en su libertad, sino el determinar la ilegalidad de los actos administrativos, consiguientemente la responsabilidad patrimonial por la irregularidad de la prestación del servicio público. Consecuentemente, el restablecimiento del derecho JA-0242/2010-I 19 que pudiera existir en favor de los actores y que hace referencia el artículo 280 del Código de Justicia Administrativa del Estado es el determinar la ilegalidad de los actos primigenios, tanto de los actos administrativos derivados, la causación y la cuantificación de los daños y perjuicios que pudiera existir, con lo cual debe entenderse que no se actualiza la causa de improcedencia en análisis. III.3. Otra causal de improcedencia que se argumenta, es la consistente en que la detención no fue arbitraria, sino que esta se encuentra comprendida como una sanción administrativa prevista por el artículo 21 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y por consiguiente se aplicaron los requisitos de validez que se señalan en los artículos 6 y 7, fracciones II y III del Código de Justicia Administrativa del Estado, dentro de los cuales se encuentra la facultad sancionadora y por consiguiente también la facultad de conmutar el arresto administrativo por una multa. Se desestima la causa de improcedencia invocada, en razón de que la legalidad o ilegalidad del acto es una cuestión que trasciende de manera fundamental a los actos impugnados, por ende, sólo pueden ser materia de estudio del fondo del asunto y no de la procedencia del mismo. JA-0242/2010-I 20 Tiene aplicación en lo conducente y por identidad jurídica la jurisprudencia5 del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, cuyo rubro y texto indican: IMPROCEDENCIA DEL JUICIO DE AMPARO. SI SE HACE VALER UNA CAUSAL QUE INVOLUCRA EL ESTUDIO DE FONDO DEL ASUNTO, DEBERÁ DESESTIMARSE. Las causales de improcedencia del juicio de garantías deben ser claras e inobjetables, de lo que se desprende que si se hace valer una en la que se involucre una argumentación íntimamente relacionada con el fondo del negocio, debe desestimarse. III.4. De igual forma, la autoridad demandada Secretaría de Seguridad Pública del Estado y la Consejería Jurídica del Ejecutivo del Estado, en representación del Gobernador del Estado, argumentaron como causal de improcedencia la establecida en la fracción VIII del artículo 205 del Código de Justicia Administrativa del Estado. Causal de improcedencia que se estima no actualizada. El artículo 205, fracción VIII, del Código de Justicia Administrativa del Estado regula la causal de improcedencia consistente en la inexistencia del acto reclamado al establecer: Artículo 205. El juicio ante el Tribunal es improcedente contra actos o resoluciones: ... 5 Novena Época. Registro: 921015. Instancia: Pleno. Jurisprudencia. Fuente: Apéndice (actualización 2002). Tomo I, Const., Jurisprudencia Suprema Corte de Justicia de la Nación. Materia(s): Constitucional. Tesis: 15. Página: 27. JA-0242/2010-I 21 VIII. Cuando de las constancias de autos apareciere claramente que no existe el acto o resolución impugnado; ... De la porción normativa citada, es incuestionable que el acto reclamado no existe si las autoridades responsables lo niegan en los términos que se plantean por el actor o éste no acredita su existencia. Es decir, las violaciones planteadas por el actor en su demanda de nulidad, tienden a demostrar la ilegalidad de un acto inexistente, por lo cual resulta incuestionable, que se actualiza la hipótesis prevista en la mencionada fracción y, en tal supuesto, debe decretarse el sobreseimiento en el juicio. Sin embargo, se desestima la actualización de la causal de improcedencia porque no se vierte argumento alguno que desvirtúe la existencia de los actos que como se estableció en el considerando segundo, han quedado debidamente acreditados. Máxime de que existe confesión expresa por parte específicamente en de sus las autoridades escritos de demandadas, contestación de demanda en donde reconocen que los actos fueron ejecutados en términos legales, como se advierte al expresar causales de improcedencia, así como en la contestación de los hechos. JA-0242/2010-I 22 Sin embargo, a mayor abundamiento habrá que decir que de las constancias que integran los autos se desprende que los accionantes acreditaron debidamente la existencia de los actos impugnados consistentes en las multas administrativas, su cobro y las detenciones administrativas, en los términos que este órgano jurisdiccional se pronunció en el considerando segundo de esta resolución. En relación a la responsabilidad administrativa por omisión reglamentaria atribuible al Gobernador del Estado de Michoacán de Ocampo, es necesario puntualizar que se trata de actos de naturaleza omisiva, propiamente dicho, por lo cual su acreditación difiere de los de naturaleza positiva. En los actos impugnados de naturaleza positiva, esto es, los que implican un hacer de la autoridad, la carga de la prueba respecto de su existencia cierta y actual recae en la parte actora, ya que es ella quien afirma el perjuicio que le irrogan los mismos. En cambio, cuando los actos reclamados son de naturaleza omisiva, esto es, implican un no hacer o abstención de las autoridades demandadas, en perjuicio de los derechos fundamentales de la parte actora, su acreditamiento queda sujeto a que no obre en autos algún medio probatorio del que se advierta el hecho positivo que la desvirtúe, esto es, la carga de la prueba se revierte a las contrapartes del demandante, a efecto de que demuestren JA-0242/2010-I 23 que las autoridades demandadas no incurrieron en las omisiones que se les atribuyen. Consecuentemente, su existencia o inexistencia es propia del estudio de fondo de dicho acto, lo cual se realizara al momento de pronunciarse sobre la litis. Además, es necesario establecer que si este tipo de actos se caracterizan porque a la autoridad a quien se atribuyen, permanece inactiva, resulta insuficiente para tenerlos por inexistentes que la demandada en su contestación de demanda los niegue, dado que por su naturaleza negativa tiene la carga de la prueba al respecto, atento a los artículos 343 y 344 del Código de Procedimientos Civiles del Estado, de aplicación supletoria al juicio de nulidad y, por tanto, deberá demostrar que ha dictado las normas que regulan el actuar de los cuerpos policiacos para proceder a las detenciones administrativas y su proceder posterior. En relación al acto denominado declaraciones imprecisas sobre hechos que motivan el presente litigio de convencionalidad sobre los actos administrativos en la entrevista que concedió la Secretaría de Seguridad Pública a CB televisión, ésta se analizara en líneas siguientes. III.5. En el mismo sentido, la Secretaría de Seguridad Pública del Estado y la Consejería Jurídica del Ejecutivo del JA-0242/2010-I 24 Estado, en representación del Gobernador del Estado, argumentaron como causal de improcedencia la establecida en la fracción X del artículo 205 del Código de Justicia Administrativa del Estado. Causal de improcedencia que no se encuentra debidamente configurada de forma obvia y objetiva. Para sustentar lo anterior, es necesario citar el contenido literal de los artículos 205, 206 y 207 del Código de Justicia Administrativa del Estado, que disponen: Artículo 205. El juicio ante el Tribunal es improcedente contra actos o resoluciones: I. Que no afecten los intereses jurídicos del actor; II. Que se hayan consumado de un modo irreparable; III. Que hayan sido materia de sentencia pronunciada por el Tribunal, siempre que hubiera identidad de partes y se trate del mismo acto impugnado, aunque las violaciones alegadas sean diversas; IV. Respecto de los cuales hubiere consentimiento expreso o tácito, entendiendo que se da éste únicamente cuando no se promovió el juicio ante el Tribunal en los plazos que señala este Código; V. Que puedan impugnarse a través de algún recurso o medio de defensa ordinario, con excepción de aquéllos cuya interposición sea optativa; VI. Que sean materia de un recurso o juicio que se encuentre pendiente de resolución ante una autoridad administrativa o ante el propio Tribunal; VII. Que hayan sido impugnados en un procedimiento jurisdiccional diverso a los establecidos en este Código; VIII. Cuando de las constancias de autos apareciere claramente que no existe el acto o resolución impugnado; IX. Consistentes en actos administrativos que den normas o instrucciones de carácter general y abstracto. Sin embargo, sí es procedente contra actos concretos de su aplicación; o, X. En los demás casos en que la improcedencia resulte de alguna disposición legal. Las causales a que alude este precepto, serán examinadas de oficio. JA-0242/2010-I 25 Artículo 206. Procede el sobreseimiento en el juicio cuando: I. El actor se desista de la demanda; II. Durante el juicio apareciere o sobreviniere alguna de las causas de improcedencia a que se refiere el artículo anterior; III. El actor fallezca durante el juicio, si su derecho es intransmisible o si su muerte deja sin materia el proceso; IV. Sea declarada la caducidad de la instancia; V. Si el juicio queda sin materia; o, VI. La autoridad demandada haya satisfecho la pretensión del actor. Artículo 207. Para dictar resolución en los casos de sobreseimiento, no será necesario que se hubiere celebrado audiencia. De lo dispositivos citados, tenemos que no existe obligación de este órgano jurisdiccional de estudiar todas las posibles razones por las cuales la acción intentada por el actor puede resultar inejercitable, ya que a la única obligación que tiene este órgano jurisdiccional consiste en examinar los hechos planteados y demostrados en el curso de la controversia, a fin de poder determinar si en el caso emerge o no algún obstáculo procesal, legalmente reconocido, que impida abordar el fondo del asunto, o puede realizarse su estudio de oficio. La facultad oficiosa contenida en el último párrafo del artículo 205 del Código de Justicia Administrativa del Estado, de examinar y decretar la improcedencia del juicio, no debe confundirse con el principio de exhaustividad que rige toda sentencia y que compele al juzgador a contestar lo pedido, JA-0242/2010-I 26 en los casos en los que la ley lo autorice, ya que si tal improcedencia se propone por la contraparte del actor, entonces este órgano jurisdiccional debe atender a los argumentos que den sustento a la misma y a los hechos demostrados en la demanda, desarrollando una respuesta adecuada a la pretensión planteada. Sin embargo, en el supuesto invocado por la autoridad demanda para la declaración de sobreseimiento del juicio fundado en la fracción X del artículo 205 del Código de Justicia Administrativa del Estado, conllevaría en abstracto a una gran variedad de estudios de todas las normas aplicables con relación a los actos administrativos estatales o municipales, ya que dicha fracción remite a otras causas de improcedencia que pueden presentarse de otra norma legal y la precisión de la fuente normativa que prescribe la hipótesis y su actualización impediría el estudio de fondo del controvertido, por lo cual para su ponderación se requiere del desarrollo de mayores razonamientos lógicos por parte de la autoridad demandada para que prospere la declaración de improcedencia y, por consecuencia, de sobreseimiento, lo cual fue omitido por la autoridades. JA-0242/2010-I 27 Tiene aplicación por analogía la jurisprudencia6 de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que señala: IMPROCEDENCIA DEL JUICIO DE AMPARO. CUANDO SE INVOCA COMO CAUSAL ALGUNA DE LAS FRACCIONES DEL ARTÍCULO 73 DE LA LEY DE LA MATERIA, SIN EXPRESAR LAS RAZONES QUE JUSTIFIQUEN SU ACTUALIZACIÓN, EL JUZGADOR DEBERÁ ANALIZARLA SÓLO CUANDO SEA DE OBVIA Y OBJETIVA CONSTATACIÓN. Por regla general no basta la sola invocación de alguna de las fracciones del artículo 73 de la Ley de Amparo para que el juzgador estudie la improcedencia del juicio de garantías que plantee la autoridad responsable o el tercero perjudicado, sin embargo, cuando aquélla sea de obvia y objetiva constatación; es decir, que para su análisis sólo se requiera la simple verificación de que el caso se ajusta a la prescripción contenida en la norma, deberá analizarse aun sin el razonamiento que suele exigirse para justificar la petición, toda vez que en este supuesto bastará con que el órgano jurisdiccional revise si se trata de alguno de los actos contra los cuales no proceda la acción de amparo, o bien si se está en los supuestos en los que conforme a ese precepto ésta es improcedente, debido a la inexistencia de una pluralidad de significados jurídicos de la norma que pudiera dar lugar a diversas alternativas de interpretación. Por el contrario, si las partes hacen valer una causal de improcedencia del juicio citando sólo la disposición que estiman aplicable, sin aducir argumento alguno en justificación de su aserto, no obstante que para su 6 Novena Época. Registro: 174086. Instancia: Segunda Sala. Jurisprudencia. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. XXIV, Octubre de 2006. Materia(s): Común. Tesis: 2a./J. 137/2006. Página: 365. JA-0242/2010-I 28 ponderación se requiera del desarrollo de mayores razonamientos, el juzgador deberá explicarlo así en la sentencia correspondiente de manera que motive las circunstancias que le impiden analizar dicha causal, ante la variedad de posibles interpretaciones de la disposición legal invocada a la que se apeló para fundar la declaración de improcedencia del juicio. III.6. En otra causal de improcedencia que hace valer la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, consistente en la falta de interés de los actores para deducir la acción de nulidad y de condena. Causal de improcedencia que no se actualiza dentro del presente proceso contencioso administrativo. En primer término, es necesario puntualizar que el interés jurídico corresponde al derecho subjetivo, entendiendo como tal la facultad o potestad de exigencia, cuya institución consigna la norma objetiva del derecho, y supone la conjunción de dos elementos inseparables: a) una facultad de exigir; y, b) una obligación correlativa traducida en el deber jurídico de cumplir dicha exigencia. De tal manera que tendrá legitimación sólo para acudir a juicio quien tenga interés jurídico y no cuando se tenga una mera facultad o potestad, o se tenga un interés simple, es decir, cuando la norma jurídica objetiva no establezca a favor del individuo alguna facultad de exigir, tal y como lo consagra el JA-0242/2010-I 29 artículo 191 primer párrafo del Código de Justicia Administrativa del Estado, establece: Artículo 191. Sólo podrán intervenir en juicio, las personas que tengan un interés jurídico que funde su pretensión. ... Del precepto legal apuntado, se desprende que la figura del interés jurídico para promover el juicio administrativo contra actos o resoluciones de autoridad, solamente lo tiene el titular del derecho afectado y no terceras personas, aun cuando éstas resientan de manera indirecta, mediata o inmediata alguna lesión o afectación por el acto de autoridad, por grave que éste pudiera parecer. Esto es, el interés jurídico está en relación directa con el derecho afectado y el promovente del juicio administrativo debe ser el titular de tal derecho. La tutela del derecho sólo comprende bienes jurídicos reales y objetivos; por ello, las afectaciones a ese derecho deben ser igualmente susceptibles de apreciarse en forma objetiva para que puedan constituir un perjuicio, de modo que la naturaleza intrínseca de ese acto reclamado es la que determina el perjuicio o afectación en la esfera jurídica del particular, sin que pueda hablarse entonces de agravio cuando los daños o perjuicios que una persona pueda sufrir no afecten real y efectivamente sus bienes legalmente protegidos. JA-0242/2010-I 30 En el presente proceso contencioso administrativo se desprende que a los actores les fue impuesto un acto administrativo traducible en una detención y arresto administrativo, la imposición de una multa, actos que son impugnados por los propios accionantes al considerar que les causa un agravio dentro de su esfera jurídica, tanto como impugna sus consecuencias legales, materiales e inmateriales; por ende, se concluye y contrario a lo sostenido por las autoridades, que sí les corresponde un interés jurídico para venir a juicio y obtener una sentencia de fondo donde se les respete el derecho al acceso a la justicia administrativa. III.7. En ese mismo orden la Consejería Jurídica del Ejecutivo del Estado, en representación del Gobernador del Estado, planteo como causal de improcedencia la inexistencia del acto o resolución directa que se imputa al Gobernador del Estado al no existir conceptos de violación respecto de algún acto o resolución concreta que se le atribuya. Causal de improcedencia que se estima infundada. Esto es así, toda vez que del escrito inicial de demanda se observa que los actores señalaron como un acto impugnado el siguiente: JA-0242/2010-I 31 Del Gobernador Constitucional del Estado: La omisión administrativa: por no haberse cumplido lo dispuesto en el artículo 2 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos de adecuar en el ámbito de su competencia constitucional y legal, la normatividad para garantizar las garantías del debido proceso prescripto en el artículo 8 del citado texto convencional frente a las detenciones administrativas. Sin que se pretenda se obligue a legislar, sino se declare la responsabilidad patrimonial por el incumplimiento convencional que produjo la irregularidad en la prestación del servicio público. El concepto de violación marcado por el actor con el número 7.1.4. que relaciona con el anterior acto impugnado transcrito, para mejor ilustración de las partes es necesario su transcripción literal, dado que argumentó: 7.1.4.Responsabilidad patrimonial por omisión reglamentaria del debido proceso en el Derecho administrativo sancionador. El Estado como ente de Derecho público se encuentra sujeto a un sistema de responsabilidades de carácter pecuniario bajo un régimen de Derecho administrativo, lo que significa su autonomía regulatoria de las instituciones jurídicas correspondiente al Derecho de daños, apartándose de las reglas tradicionales del Derecho Civil, ya que éste regula las relaciones privadas y toda obligación de ella derivada, por lo que el sentido de este ámbito es estrictamente de la rama ya mencionada. En la controversia en estudio podemos apreciar la existencia expresa de la responsabilidad patrimonial estatal por detención arbitraria, directa e indirecta, la primera corresponde a las conductas irregulares de la administración pública de los cuerpos de seguridad, y la segunda, que nos ocupa en este apartado, es indirecta, por culpa, por haber omitido el deber jurídico del artículo 0 fracción VI, ya que la normatividad de la materia no cumple con los deberes de adoptar disposiciones de derecho interno del artículo 2 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, ya que los Tratados Internacionales constituyen fuente legal nacional y a su vez, gozan de una supremacía normativa como lo ha señalado el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en el siguiente criterio que resulta aplicable al presente proceso administrativo: (Se transcriben datos de localización. TRATADOS INTERNACIONALES. SON PARTE INTEGRANTE DE LA LEY SUPREMA DE LA UNIÓN Y SE UBICAN JERÁRQUICAMENTE POR ENCIMA DE LAS LEYES JA-0242/2010-I 32 GENERALES, FEDERALES Y LOCALES, INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 133 CONSTITUCIONAL. (Se transcribe texto). Por lo que el sistema de responsabilidad tiene su sistema de cierre en estos instrumentos que configuran obligaciones especiales por violaciones objetivas a los derechos humanos7, por omisiones reglamentarias que permitan la reducción de las garantías procesales, produciendo pues, alteración en la prestación del servicio cuestionado. Por lo tanto, es menester que este Tribunal de control8 de la administración pública declare la conducta pecuniaria por actos de omisión y falta de adecuación a la citada Convención; no omitió precisar que la conducta ilícita, la detención arbitraria ha quedado demostrada y en consecuencia, aún en el supuesto de lagunas legales, el artículo 14 de nuestra ley fundamental permite acudir a la jurisprudencia (nacional e internacional), así como a los principios generales del derecho, en consecuencia corresponde a esta jurisdicción administrativa la correspondiente decisión de condena; por lo que resulta aplicable la jurisprudencia9 de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. En síntesis, se tiene que sí se imputa una omisión legislativa al Estado que se ubica dentro de los actos de competencia de este Tribunal de Justicia Administrativa del Estado en los términos del artículo 154, fracción X, del Código de Justicia Administrativa del Estado y existen conceptos de violación y que son atribuibles directamente a la autoridad demandada Gobernador del Estado de Michoacán de Ocampo; en consecuencia, es infundada su causal de improcedencia en los términos invocados. 7 (Se transcriben datos de localización). TRATADOS INTERNACIONALES. CUANDO LOS CONFLICTOS SE SUSCITEN EN RELACIÓN CON DERECHOS HUMANOS, DEBEN UBICARSE AL NIVEL DE LA CONSTITUCIÓN. (Se transcribe texto y precedentes). 8 (Se transcriben datos de localización). CONTROL DE CONVENCIONALIDAD. DEBE SER EJERCIDO POR LOS JUECES DEL ESTADO MEXICANO EN LOS ASUNTOS SOMETIDOS A SU CONSIDERACIÓN, A FIN DE VERIFICAR QUE LA LEGISLACIÓN INTERNA NO CONTRAVENGA EL OBJETO Y FINALIDAD DE LA CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS. (Se transcribe texto). 9 Caso Velásquez Rodríguez Vs. Honduras. Sentencia de 21 de julio de 1989 (Reparaciones y Costas). (Se transcribe) JA-0242/2010-I 33 III.8. Por su parte la Consejería Jurídica del Ejecutivo del Estado, en representación del Gobernador del Estado, también hizo valer otra causal de improcedencia en la cual señaló que el acto impugnado precisado como declaraciones imprecisas sobre los hechos que motivan el presente litigio de convencionalidad sobre los actos administrativos, en la entrevista que concedió la Secretaría de Seguridad Pública del Estado a CB televisión de Michoacán, es improcedente al considerar que la libre exposición de las ideas no son punibles y que las deben hacer valer ante las instancias correspondientes y por no tratarse de actos administrativos. Esta causal de improcedencia se estima infundada. En primer término es preciso señalar que el artículo 1° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su texto vigente dispone la obligación de este órgano jurisdiccional de interpretar las normas de conformidad no sólo con la Ley Fundamental, sino de los propios tratados internacionales, al disponer lo siguiente: Artículo 1°. ... Las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de conformidad con esta Constitución y con los tratados internacionales de la materia favoreciendo en todo tiempo a las personas la protección más amplia. JA-0242/2010-I 34 Todas las autoridades, competencias, tienen la en el ámbito obligación de de sus promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. En consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a los derechos humanos, en los términos que establezca la ley. ... En ese sentido tenemos que al ser la Convención Americana sobre Derechos Humanos un instrumento jurídico que otorga un derecho humano mayor a los consagrados en la propia Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, es indispensable que este órgano jurisdiccional se remita a dicha convención en ejercicio del control convencional y proceda a su aplicación. Así, se tiene que el artículo 14 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos otorga el derecho a los particulares que han sido afectados por una información inexacta o agraviantes emitidas en su perjuicio a través de medios de difusión legalmente reglamentados y que se dirijan al público en general, tiene derecho a efectuar por el mismo órgano de difusión su rectificación o respuesta en las condiciones que establezca la ley, al disponer expresamente lo siguiente: Artículo 14. Derecho de Rectificación o Respuesta JA-0242/2010-I 35 1. Toda persona afectada por informaciones inexactas o agraviantes emitidas en su perjuicio a través de medios de difusión legalmente reglamentados y que se dirijan al público en general, tiene derecho a efectuar por el mismo órgano de difusión su rectificación o respuesta en las condiciones que establezca la ley. 2. En ningún caso la rectificación o la respuesta eximirán de las otras responsabilidades legales en que se hubiese incurrido. 3. Para la efectiva protección de la honra y la reputación, toda publicación o empresa periodística, cinematográfica, de radio o televisión tendrá una persona responsable que no esté protegida por inmunidades ni disponga de fuero especial. Por tanto, al argumentar los actores que las supuestas declaraciones imprecisas devienen de los hechos que motivaron el administrativas litigio sobre impugnadas los actos –excepción y resoluciones al derecho constitucional a la libre expresión-, luego, es indiscutible que los accionantes tienen el derecho de reclamar como pretensión la condena sobre el pago de daños causados y para que se lleve a cabo la rectificación de la información vertida en el medio de comunicación (refiriéndose al Noticiero nocturno del doctor Ignacio Martínez el día lunes catorce de junio de dos mil diez, que se trasmite en Morelia a través del canal seis de Megacable). Lo anterior, en términos JA-0242/2010-I 36 del artículo 14.1. de la Convención Americana sobre Derechos Humanos “Pacto de San José de Costa Rica”. Consecuentemente, contrario a lo sustentado por la autoridad demandada, la pretensión de una rectificación de la información es un derecho humano reconocido a todo particular y que si deviene de actos o resoluciones administrativas se ajustan a la competencia de este órgano jurisdiccional y al ser el Tribunal de Justicia Administrativa del Estado el órgano jurisdiccional ad hoc para conocer del resarcimiento en los derechos violados por ser un acto de naturaleza administrativa, de ahí lo infundada de su causal de improcedencia, manifestaciones o ya que es información indudable que las sustentadas por las autoridades contrarias a la normatividad pueden generar acciones de responsabilidad ante la causación de perjuicios, independientemente de otras responsabilidades. No obstante lo anterior, de oficio este Tribunal de Justicia Administrativa del Estado advierte la existencia de la causal de improcedencia prevista en la fracción VIII del artículo 205 del Código de Justicia Administrativa del Estado, sobre la inexistencia del acto en relación al denominado declaraciones imprecisas sobre los hechos que motivan el presente litigio de convencionalidad JA-0242/2010-I sobre los actos 37 administrativos, en la entrevista que concedió la Secretaría de Seguridad Pública del Estado a CB televisión de Michoacán. Lo anterior es así, ya que los actores no acreditaron la debida existencia de la entrevista que supuestamente la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, se difundió en el noticiero nocturno del doctor Ignacio Martínez. Ahora, las pruebas ofertadas para acreditar la existencia del acto atribuido a la Secretaria de Seguridad Pública en el Estado fueron: a. El archivo de audio FLV identificado como “minerva bautista”; y, b. El archivo de audio AM identificado como “minerva bautista”. Pruebas a las que se les niega valor probatorio. En razón, de que la primera no tiene contenido y la segunda, que si bien fue posible describir el contenido auditivo, sin embargo la parte oferente no acreditó que dicha entrevista hubiera tenido su origen en CB televisión de Michoacán, específicamente en el canal seis de Megacable relativo al noticiero nocturno del doctor Ignacio Martínez. Aunado al hecho, de que dicha prueba es un audio grabación atribuible a la entonces Titular de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, sin embargo no se acreditó su autenticidad, en ese sentido, y a criterio de este órgano jurisdiccional el actor omitió por completo ofertar la prueba JA-0242/2010-I 38 pericial para acreditar que la voz contenida en la audio grabación correspondiera a la Titular de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, como lo es la prueba pericial en Fonética Forense en reconocimiento de voces. Consecuentemente, se tiene que la prueba ofertada se refiere a una acción de almacenamientos de datos de sonido analógico hacia sonidos digitales en archivos de audio. Luego, esos archivos se pueden reproducir en cualquier reproductor multimedia, mas no existe evidencia de que la información ahí contenida se pueda atribuir directamente a la citada Titular, lo cual hace que dicho supuesto se encuadre dentro de la hipótesis jurídica de la inexistencia del acto atribuible a la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, en relación a la entrevista referida, lo cual hace ver que se trata de una audio grabación de persona incierta. De los restantes videos sólo hacen alusión a un programa de entrevistas y con opiniones personales de los participantes, pero que no hacen referencia a la existencia del acto citado. Siendo aplicable al caso, por analogía, las tesis10 del Segundo Tribunal Colegiado del Sexto Circuito, cuyo rubro y texto es: 10 Tesis número VI.2o.451 K., sustentada por el Segundo Tribunal Colegiado del Sexto Circuito, en materia Común, visible en la Octava época del Semanario Judicial de la Federación, tomo XV-II, febrero de 1995, páginas 556. JA-0242/2010-I 39 SOBRESEIMIENTO, ACTOS RECLAMADOS INEXISTENTES. Cuando las autoridades responsables niegan la existencia de los actos reclamados, recae en la quejosa la carga de demostrar lo contrario; de tal manera que si no desvirtúa los informes justificados, procede el sobreseimiento del juicio en términos del artículo 74 fracción IV de la Ley de Amparo. Al no desprenderse de autos la actualización de ninguna otra causal de improcedencia o sobreseimiento, este órgano de control de legalidad procede al estudio de los conceptos de violación formulados en el escrito inicial de demanda. CUARTO. Fijación de la litis. Previamente al análisis del planteamiento de fondo formulado por el actor, es preciso señalar que ha sido criterio reiterado por la Sala de este Tribunal de Justicia Administrativa del Estado que los conceptos de violación aducidos por los enjuiciantes pueden encontrarse o desprenderse de cualquier parte del escrito inicial de demanda y no necesariamente del capítulo particular de conceptos de violación, siempre y cuando en éstos se expresen con claridad las violaciones que se consideran fueron cometidas por la autoridad demandada. JA-0242/2010-I 40 Tiene sustento la jurisprudencia11 sustentada por el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito, cuyo rubro y texto indican: SENTENCIAS DEL TRIBUNAL FEDERAL DE JUSTICIA FISCAL Y ADMINISTRATIVA. SU CONTENIDO Y FINALIDAD EN RELACIÓN CON LA PRETENSIÓN DEDUCIDA. Del contexto de los artículos 237 y 238 del Código Fiscal de la Federación, se desprende que las Salas del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, al dictar sus fallos, resolverán "sobre la pretensión del actor que se deduzca de su demanda, en relación con una resolución impugnada", lo que determina el contenido y finalidad de las sentencias e implica considerar: a) el petitum en relación con un bien jurídico; y, b) la razón de la pretensión o título que es la causa petendi. Es así que el juzgador, sobre la base no formalista de un fundamento de hecho, debe evaluar si la esencia y relevancia de lo planteado es conforme con el ordenamiento, todo ello de una manera razonable, integral y no rigorista, sin desvincularlo de los efectos o consecuencias de la esencia de la pretensión, privilegiando una respuesta basada en la verdad fáctica y real por encima de lo procesal. Ello implicará un pronunciamiento completo y amplio de la litis propuesta atendiendo a la solución de fondo, al problema jurídico y de la controversia, tal y como lo ordena el artículo 17 constitucional. En abono a lo anterior, se tiene que el Código Fiscal de la Federación -especialmente en su artículo 237 y 11 Registro No. 184755. Localización: Novena Época. Instancia: TCC. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. XVII, Febrero de 2003. Página: 944. Tesis: I.4º.A. J/20,. Materia(s): Administrativa. JA-0242/2010-I 41 demás relativos-, así como criterios jurisprudenciales relativos a su reforma, facultan y conminan a las Salas del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa a pronunciarse sobre aspectos tales como: a) una litis abierta, b) eventual sustitución en lo que deban resolver las autoridades demandadas, c) invocar hechos notorios, d) resolver el tema de fondo con preferencia a las violaciones formales, e) corrección de errores en la cita de preceptos y suplencia de agravios, en el caso de ciertas causas de ilegalidad, f) examen conjunto de los agravios, causales de ilegalidad y argumentaciones, g) constatar el derecho que en realidad asista a las partes y, h) aplicar los criterios y principios jurisprudenciales dictados y reconocidos por los tribunales del Poder Judicial de la Federación. De ahí que si el promovente plantea conceptos de violación contra un determinado acto o expresa hechos a partir de los cuales es factible deducir claramente aquéllos o la causa generadora de los mismos, debe reputarse el acto de referencia como impugnado, al ser la consecuencia lógica y necesaria de expresar algún tipo de disenso contra el actuar de la autoridad demandada, que presumiblemente ocasiona algún tipo de perjuicio contra la parte actora. Así las cosas, la litis planteada se hace consistir en determinar la legalidad o ilegalidad de las detenciones administrativas, multas administrativas y su cobro de doce de junio del dos mil diez; así como la procedencia o JA-0242/2010-I 42 improcedencia del pago de daños y perjuicios materiales e inmateriales causados a consecuencia de los actos administrativos ilegales. Además, la de determinar la procedencia o improcedencia del pago de los daños y perjuicios por la omisión legislativa atribuible al Gobernador del Estado. Ahora bien, al no encontrarse este órgano jurisdiccional obligado a transcribir los conceptos de violación y su contestación12, es por lo cual se fijan esencialmente los argumentos bajo las cuales se fija la litis13 consisten principalmente en lo siguiente: 12 Lo anterior y aplicando de forma analógica la jurisprudencia: Novena Época. Registro: 164618. Instancia: Segunda Sala. Jurisprudencia. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. XXXI, Mayo de 2010. Materia(s): Común. Tesis: 2a./J. 58/2010. Página: 830 CONCEPTOS DE VIOLACIÓN O AGRAVIOS. PARA CUMPLIR CON LOS PRINCIPIOS DE CONGRUENCIA Y EXHAUSTIVIDAD EN LAS SENTENCIAS DE AMPARO ES INNECESARIA SU TRANSCRIPCIÓN. De los preceptos integrantes del capítulo X "De las sentencias", del título primero "Reglas generales", del libro primero "Del amparo en general", de la Ley de Amparo, no se advierte como obligación para el juzgador que transcriba los conceptos de violación o, en su caso, los agravios, para cumplir con los principios de congruencia y exhaustividad en las sentencias, pues tales principios se satisfacen cuando precisa los puntos sujetos a debate, derivados de la demanda de amparo o del escrito de expresión de agravios, los estudia y les da respuesta, la cual debe estar vinculada y corresponder a los planteamientos de legalidad o constitucionalidad efectivamente planteados en el pliego correspondiente, sin introducir aspectos distintos a los que conforman la litis. Sin embargo, no existe prohibición para hacer tal transcripción, quedando al prudente arbitrio del juzgador realizarla o no, atendiendo a las características especiales del caso, sin demérito de que para satisfacer los principios de exhaustividad y congruencia se estudien los planteamientos de legalidad o inconstitucionalidad que efectivamente se hayan hecho valer. 13 Sin que el hecho de una incorrecta fijación le cause perjuicios a las partes, siempre y cuando se resuelva lo planteado, tal y como se establece en los siguientes criterios: LITIS. SU SOLA DELIMITACION NO CAUSA AGRAVIO. Séptima Época. Registro: 242628. Instancia: Cuarta Sala. Tesis Aislada. Fuente: Semanario Judicial de la Federación. 205-216 Quinta Parte. Materia(s): Común. Tesis: Página: 35. Genealogía: Informe 1986, Segunda Parte, Cuarta Sala, tesis 42, página 35. LITIS, PLANTEAMIENTO INDEBIDO DE LA. NO ES SUFICIENTE PARA CONCEDER EL AMPARO CUANDO SE ANALIZA DEBIDAMENTE LA CUESTIÓN CONTROVERTIDA. JA-0242/2010-I 43 IV.1. La administrativos, parte actora controvierte esencialmente bajo los los actos siguientes conceptos de violación: a. Que existió violación a la garantía del proceso administrativo previsto en el artículo 121 del Código de Justicia Administrativa del Estado, ya que existió una detención administrativa por parte de la autoridad policiaca infringiendo su libertad de manera ilegal vulnerando el artículo 7.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, ya que no se le puede privar sino después de ser escuchado en audiencia pública, en términos del artículo 8.1 de la citada convención. b. Que no fueron llevados sin demora alguna ante autoridad con funciones jurisdiccionales ajeno al órgano demandado, con lo que se violenta el artículo 7.5 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, artículo XI de la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas y el numeral 1115 (sic) fracción II inciso “a” de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como el artículo 7, fracción IX, del Código de Justicia Administrativa del Estado al no respetarse el procedimiento. Novena Época. Registro: 195883. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Jurisprudencia. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. VIII, Julio de 1998. Materia(s): Laboral. Tesis: I.7o.T. J/21. Página: 285. JA-0242/2010-I 44 c. Que existieron violaciones a los artículos 8.1 y 8.5 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos al no existir la publicidad del procedimiento, ya que no puede llevarse a cabo en los lugares de detención. Además, no existió ningún procedimiento administrativo al arrestarlos y multarlos el mismo día, vulnerándose la garantía de presunción de inocencia. d. Que el registro realizado en la lista de arrestados por el ingreso a Barandillas de la autoridad, atenta irracionalmente en contra de la libertad y de las seguridades personales, infringe el derecho a la privacidad, a su honor y a la presunción de inocencia, en términos del artículo 11 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, ya que el hecho de aparecer en dichos registros arroja que cuenten con antecedentes de faltas administrativas y tener el carácter de reincidente. e. Que la autoridad policiaca no emitió resolución administrativa alguna, por lo que no cumplió con la correcta fundamentación de la función pública, que conste por escrito, fundado y motivado, con el nombre y la firma del servidor público que emita el acto administrativo. f. Que la aplicación de penas es inusitada, al no existir tipicidad administrativa de las supuestas conductas antijurídicas de este orden. JA-0242/2010-I 45 g. Que al existir de forma consumada la detención administrativa arbitraria es procedente la reparación económica por el daño causado a sus personas en términos del artículo 9.5 del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos, ya que estas conductas estatales al violentar la libertad personal producen severas afectaciones en el decoro y en el sentimiento de las víctimas, por lo que se debe cuantificar en su justa dimensión la cantidad señala en su pretensión. h. Existe una responsabilidad patrimonial estatal indirecta, por culpa, por haber omitido el deber jurídico del artículo 60, fracción VI, al no cumplir la normatividad de la materia interna los deberes de adoptar disposiciones del artículo 2° de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en este caso la omisión reglamentaria que permitiera la reducción de las garantías procesales, produciendo una alteración en la prestación del servicio cuestionado. i. Que la manifestación realizada a través de la marcha en cuerpos desnudos o semidesnudos, fue con el propósito de evidenciar los peligros cotidianos que enfrentan los ciclistas, lo cual no constituye una afectación al orden público, sino el ejercicio a un derecho de libertad de JA-0242/2010-I 46 expresión reconocido en el artículo 30 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. IV.2 Por su parte la demandada Secretaría de Finanzas y Administración sostiene la legalidad de los actos bajo las siguientes excepciones: a. Que este Tribunal de Justicia Administrativa del Estado no es el competente para conocer y resolver sobre la violación de garantías individuales, al ser competencia de los tribunales de la federación y las tesis o jurisprudencias no son obligatorias para este tribunal. De igual forma de las violaciones a la Convención Americana sobre Derechos Humanos, se encuentra de igual forma impedido. b. La sanción administrativa fincada y pagada ante la Secretaría de Finanzas y Administración se determinó de conformidad con el artículo 21 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. c. Que es legal la sanción impuesta a los actores, ya que participaban en una manifestación desnudos o semidesnudos, situación que prohíbe la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos al ser un ataque a la moral. d. Que la manifestación realizada por los actores representa un ataque a la moral y derechos contra terceros, lo cual es considerado una falta administrativa por lo que la JA-0242/2010-I 47 sanción impuesta por la Dirección de Seguridad Pública se encuentra debidamente aplicada. e. Que en relación a la responsabilidad patrimonial por omisión legislativa es improcedente el reclamo, ya que existen principios de derecho en los cuales se plasma el derecho de las personas, entre los que se encuentran que nadie puede ser privado de su libertad física, salvo en los casos y en las condiciones fijadas de antemano por la constitución federal o de los estados o por las leyes dictadas conforme a ellas. f. En ningún momento se le privó de su libertad de expresión, ya que su derecho termina donde empieza el derecho de los demás, y en la sociedad existen normas de urbanidad que no permiten que se manifiesten semidesnudos o desnudos. g. No acreditan haber sufrido un menoscabo en su patrimonio, ni haber sido privado de una ganancia lícita. IV.3. En tanto que la Secretaría de Seguridad Pública del Estado sostiene esencialmente la legalidad de los actos bajo las siguientes excepciones: a. Que la detención es una sanción que se encuentra comprendida en el artículo 21 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, por lo cual no existe violación JA-0242/2010-I 48 a los artículo 6 y 7, fracciones II y VIII del Código de Justicia Administrativa del Estado, donde se encuentra su facultad sancionadora y conmutar el arresto administrativo por una multa. b. Se encuentra debidamente fundada y motivada en el artículo 21 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como en los artículos 2°, 3°, 99, fracción IX, de la Ley del Sistema de Seguridad Pública del Estado. c. La parte actora pretende realizar una interpretación de la ley subjetiva, sin tomar en cuenta para ello la supremacía constitucional. d. En ningún momento el acto de autoridad es violatorio del artículo 7°, fracción IX, del Código de Justicia Administrativa del Estado, del 7° inciso 5, de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, toda vez que se trata de una falta administrativa y el artículo 21 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos otorga la facultad para sancionar las faltas administrativas. Además, los actores vulneraron el contenido del artículo 6° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ya que transitaban tanto en vehículos como a pie una gran cantidad de personas, y lo más grave niños, y como es bien sabido existe un interés preponderante para el cuidado y protección de los infantes. JA-0242/2010-I 49 e. Que no se vulneró la garantía de debido proceso y de legalidad en razón de que en ningún momento se les coartó la potestad de elegir la sanción en términos del artículo 21 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el cual señala que compete a la autoridad administrativa aplicar sanciones por infracciones a los reglamentos gubernativos y de policía como en el caso, para ejercer esta autoridad la seguridad pública en el municipio de Morelia, Michoacán. Además, al no existir juez administrativo o de paz, se viene aplicando la sanción de arresto o multa en los términos especificados, más no implica como sanción el listado que como medio de control de ingresos señalan los actores. f. Nuestra norma constitucional tiene supremacía en su observancia y aplicación sobre el conjunto de artículos de la corte interamericana de derechos humanos o de alguno otro de corte internacional, el cual haya ratificado el Estado mexicano. g. No acreditó, que su presentación ante la autoridad en el área de barandillas implique una detención arbitraria, y que con ello se le haya ocasionado un daño irreparable; además, no existió daño inmaterial al no ser arbitraria la detención. h. Al no acreditar que la detención fue arbitraria y que ésta se ajustó a lo estipulado en el artículo 21 constitucional, luego no existió omisión alguna por falta de adecuación a la JA-0242/2010-I 50 citada convención interamericana sobre derechos humanos, ya que sobre ella esta nuestra Carta Magna. i. En relación a la violación de la libertad de expresión, estas son apreciaciones subjetivas. IV.4. En tanto que la Consejería Jurídica del Ejecutivo del Estado, en representación del Gobernador del Estado de Michoacán de Ocampo, sostiene esencialmente en su contestación de demanda que: • El Gobernador del Estado de Michoacán no formó parte de los actos que se impugnan y no tuvo conocimientos de las violaciones. Respecto de la omisión legislativa de la Consejería Jurídica no se excepcionó, tan sólo hizo valer la causal de improcedencia que fue desestimada en el considerando que antecede. QUINTO. Fijación del cuadro procedimental administrativo. A fin de estar en condiciones de exponer las consideraciones y fundamentos legales necesarios para justificar lo considerado por esta Sala del Tribunal de Justicia Administrativa del Estado, estima oportuno desarrollar el cuadro procedimental correspondiente a los actos impugnados y relacionado con la litis formada dentro del JA-0242/2010-I 51 presente juicio administrativo, el cual se desprende de las constancias que acompañaron las partes a sus diversos escritos, a las cuales se les otorga pleno valor probatorio al ser documentales públicas, en términos de los artículos 424, fracción III, y 530 del Código de Procedimientos Civiles del Estado, de aplicación supletoria al Código de Justicia Administrativa del Estado; así se tiene: V.1. El doce de junio de dos mil diez, en esta ciudad de Morelia, Michoacán, los actores participaron en la denominada Marcha Mundial Ciclonudista, en la cual sus participantes se encontraban desnudos o semidesnudos. V.2. Ese mismo día elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado realizaron una detención administrativa en contra de los actores, al considerar que ésta constituía una falta administrativa al ir en contra de la moral. V.3. Una vez hecho lo anterior, se trasladó a los arrestados al área de barandillas y se les formó el expediente respectivo, consistente en la toma de fotografía y sus generales. V.4. Una vez realizado el pago de la multa impuesta por las demandadas, los actores obtuvieron su libertad. JA-0242/2010-I 52 SEXTO. Establecimiento de la carga procesal de las partes. La carga de la prueba, mejor conocida como onus probandi, es un término eminentemente procesal con repercusiones en los derechos que las partes someten a la consideración de los órganos jurisdiccionales, en el litigio planteado. Por tanto, la carga de la prueba o débito procesal es aquella obligación o deuda que se le atribuye a las partes para aportar el material probatorio en juicio sobre los hechos que afirman, son sustento de sus pretensiones; pero, además es la base sobre la cual el juzgador se guía para resolver las controversias planteadas en el ámbito de su competencia. Ahora bien, la principal regla de la carga probatoria en el proceso contencioso administrativo del Estado, se deriva de los artículos 343 y 344 del Código de Procedimientos Civiles del Estado, de aplicación supletoria conforme lo disponía el artículo 194, primer párrafo, del Código de Justicia Administrativa del Estado, que a la letra señalan: Artículo 343. El que afirma está obligado a probar; en consecuencia, el actor debe probar los hechos constitutivos de su acción y el reo los de sus defensas o excepciones. Artículo 344. El que niega sólo está obligado a probar: I. Cuando la negación envuelva la afirmación expresa de un hecho; II. Cuando por la negación se desconozca la presunción legal que tenga en su favor el colitigante; JA-0242/2010-I 53 III. Cuando se desconozca la capacidad; y, IV. Cuando la negativa fuere elemento constitutivo de la acción. En consecuencia, al ser afirmaciones las planteadas por ambas partes se determina que a cada parte les corresponde acreditar los extremos planteados. No existiendo ninguna circunstancia especial que amerite la fijación de un débito probatorio diverso. Es de precisar que en relación a la carga probatoria del acto denominado omisión legislativa atribuible al Gobernador del Estado de Michoacán, -tal y como se citó en líneas anteriores- por su naturaleza negativa le corresponde la carga de la prueba a la autoridad, atento a los artículos 343 y 344 del Código de Procedimientos Civiles del Estado, de aplicación supletoria al juicio de nulidad y, por tanto, deberá demostrar que ha dictado las normas que regulan el actuar de los cuerpos policiacos para proceder a las detenciones administrativas y sus actuaciones posteriores. SÉPTIMO. Determinación de la procedencia de la suplencia de la queja. En este apartado y antes de abordar el estudio de la litis, es preciso señalar que dentro del presente proceso contencioso administrativo es aplicable la figura de la suplencia de la queja a favor de los actores en JA-0242/2010-I 54 términos del artículo 277, fracción I, del Código de Justicia Administrativa del Estado al tratarse de un acto de privación de la libertad, por tanto, sus conceptos de violación deben ser suplidos en toda su extensión. OCTAVO. Estudio de la litis planteada. En cumplimiento a lo dispuesto en los numerales 274 y 275 del Código de Justicia Administrativa del Estado, esta Sala del Tribunal de Justicia Administrativa del Estado de Michoacán de Ocampo, se avoca al estudio de los conceptos de violación que hacen valer los actores. Esta Sala Colegiada de manera primordial procederá al análisis de los conceptos de violación aplicando el principio de mayor consecuencia anulatoria del acto impugnado y que pudieran traer mayor beneficio al actor en concordancia con los principios de congruencia y exhaustividad que rigen las sentencias establecidos en los artículos 274 y 276 del Código de Justicia Administrativa del Estado. Sin embargo, este Tribunal de Justicia Administrativa del Estado de Michoacán de Ocampo estima oportuno pronunciarse, previo al estudio de la litis, respecto de la competencia para la aplicación JA-0242/2010-I de los tratados 55 internacionales que son obligatorios para el Estado Mexicano. Esto es así, en razón de la obligación que existe para los órganos jurisdiccionales de atender el contenido de los derechos reconocidos no sólo en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en las normas que los rigen, sino además en los establecidos en Americana sobre Derechos Humanos y la Convención los múltiples convenios y tratados internacionales que México ha suscrito, ya que dicho derecho convencional forma parte del sistema jurídico mexicano al haberlos firmado, atendiendo al principio pacta sunt servanda14, conforme al cual el Estado Mexicano contrajo obligaciones frente a la comunidad internacional que no deben ser desconocidas con sólo invocar normas de derecho interno. Lo anterior fue pronunciado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en la sentencia del veintitrés de noviembre de dos mil nueve, en el caso RADILLA PACHECO VS. ESTADOS UNIDOS MEXICANOS del 23 de noviembre de 2009, cuando determinó los aspectos del control convencional al señalar que (párrafo 338) Para este Tribunal, no sólo la supresión o expedición de las normas en el derecho interno garantizan los derechos contenidos en la 14 De acuerdo con el Diccionario de Derecho de Rafael de Pina y Rafael de Pina Vara, el término pacta sunt servanda es “Expresión latina que afirma la obligatoriedad de los pactos libremente establecidos”. JA-0242/2010-I 56 Convención Americana, de conformidad a la obligación comprendida en el artículo 2 de dicho instrumento. También se requiere el desarrollo de prácticas estatales conducentes a la observancia efectiva de los derechos y libertades consagrados en la misma. En consecuencia, la existencia de una norma no garantiza por sí misma que su aplicación sea adecuada. Es necesario que la aplicación de las normas o su interpretación, en tanto prácticas jurisdiccionales y manifestación del orden público estatal, se encuentren ajustadas al mismo fin que persigue el artículo 2 de la Convención15 . En términos prácticos, la interpretación del artículo 13 de la Constitución Política mexicana debe ser coherente con los principios convencionales y constitucionales de debido proceso y acceso a la justicia, contenidos en el artículo 8.1 de la Convención Americana y las normas pertinentes de la Constitución mexicana. Agregó dicho tribunal internacional que (párrafo 339) En relación con las prácticas judiciales, este Tribunal ha establecido en su jurisprudencia que es consciente de que los jueces y tribunales internos están sujetos al imperio de la ley y, por ello, están obligados a aplicar las 15 Cfr. Caso Castillo Petruzzi y otros Vs. Perú, supra nota 54, párr. 207; Caso Ximenes Lopes Vs. Brasil. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 4 de julio de 2006. Serie C No. 149, párr. 83, y Caso Almonacid Arellano y otros Vs. Chile, supra nota 19, párr. 118. JA-0242/2010-I 57 disposiciones vigentes en el ordenamiento jurídico16. Pero cuando un Estado ha ratificado un tratado internacional como la Convención Americana, sus jueces, como parte del aparato del Estado, también están sometidos a ella, lo que les obliga a velar porque los efectos de las disposiciones de la Convención no se vean mermados por la aplicación de leyes contrarias a su objeto y fin, que desde un inicio carecen de efectos jurídicos. En otras palabras, el Poder Judicial debe ejercer un “control de convencionalidad” ex officio entre las normas internas y la Convención Americana, evidentemente en el marco de sus respectivas competencias y de las regulaciones procesales correspondientes. En esta tarea, el Poder Judicial debe tener en cuenta no solamente el tratado, sino también la interpretación que del mismo ha hecho la Corte Interamericana, intérprete última de la Convención Americana17. 16 Cfr. Caso Almonacid Arellano y otros Vs. Chile, supra nota 19, párr. 124, y Caso La Cantuta Vs. Perú, supra nota 51, párr. 173. 17 Cfr. Caso Almonacid Arellano y otros Vs. Chile, supra nota 19, párr. 124; Caso La Cantuta Vs. Perú, supra nota 51, párr. 173, y Caso Boyce y otros Vs. Barbados. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 de noviembre de 2007. Serie C No. 169, párr. 78. El Tribunal observa que el control de convencionalidad ya ha sido ejercido en el ámbito judicial interno de México. Cfr. Amparo Directo Administrativo 1060/2008, Primer Tribunal Colegiado en Materias Administrativa y de Trabajo del Décimo Primer Circuito, sentencia de 2 de julio de 2009. En tal decisión se estableció que: “los tribunales locales del Estado Mexicano no deben limitarse a aplicar sólo las leyes locales sino que quedan también obligados a aplicar la Constitución, los tratados o convenciones internacionales y la jurisprudencia emitida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, entre otros organismos, lo cual los obliga a ejercer un control de convencionalidad entre las normas jurídicas internas y las supranacionales, como lo consideró la Primera Sala de la JA-0242/2010-I 58 Lo anterior, ya había sido materia de estudio por parte del Primer Tribunal Colegiado en Materias Administrativa y del Trabajo del Décimo Primer Circuito donde sostuvo que era facultad del Tribunal de Justicia Administrativa del Estado de Michoacán de Ocampo aplicar el control convencional, al señalar en su ejecutoria del dos de julio de dos mil nueve que: Así pues, los tratados celebrados por el Estado mexicano no pueden desconocer o alterar las garantías y derechos del hombre, en tanto éstos constituyen la razón y el objeto de nuestras instituciones, por ello, es que la Ley Fundamental obliga a las autoridades mexicanas a respetarlos; de ahí que sea válido sustentar que bajo ninguna circunstancia pueden ser ignorados por las autoridades al emitir los actos que les corresponda de acuerdo a su ámbito competencial; dado que los principios que conforman el derecho subjetivo público deberán adecuarse a las diversas finalidades de esos medios de defensa, y que al margen de que el Código de Justicia Administrativa de Michoacán, no obstante haber entrado en vigor el treinta de noviembre de dos mil siete, esto con excesiva posterioridad a la concertación del tratado de San José, no se hubiese adecuado al marco jurídico de ese instrumento internacional, tan luego fue ratificado por México, de ninguna manera exonera a la autoridad responsable, ya que debe atender a él por mandato expreso del artículo 133 constitucional. Tanto más que el principio pro homine es un criterio hermenéutico que coincide con el rasgo fundamental de Suprema Corte de Justicia de la Nación […]”. (cita integra realizada en la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos) JA-0242/2010-I 59 los derechos humanos, por virtud del cual debe estarse siempre a favor del hombre e implica que debe acudirse a la norma más amplia o a la interpretación extensiva cuando se trata de derechos protegidos y, por el contrario, a la norma o a la interpretación más restringida, cuando se trata de establecer límites a su ejercicio. En ese orden, ha de establecerse que los tribunales locales del Estado mexicano no deben limitarse a aplicar sólo las leyes locales, sino que quedan también obligados a aplicar la Constitución, los tratados o convenciones internacionales y la jurisprudencia emitida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, entre otros organismos, lo cual los obliga a ejercer un control de convencionalidad entre las normas jurídicas internas y las supranacionales, como lo consideró la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación al resolver el amparo directo en revisión 908/2006, promovido por Nahum Ramos Yescas, en sesión celebrada el dieciocho de abril de dos mil siete. . . De lo anterior, derivaron las siguientes tesis18 del propio Primer Tribunal Colegiado en Materias Administrativa y del Trabajo del Décimo Primer Circuito, cuyos rubros y textos son los siguientes: CONTROL DE CONVENCIONALIDAD EN SEDE INTERNA. LOS TRIBUNALES MEXICANOS ESTÁN OBLIGADOS A EJERCERLO. Tratándose de los 18 Novena Época. Registro: 164611. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Tesis Aislada. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. XXXI, Mayo de 2010. Materia(s): Común. Tesis: XI.1o.A.T.47 K. Página: 1932. Novena Época. Registro: 164509. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Tesis Aislada. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. XXXI, Mayo de 2010. Materia(s): Común. Tesis: XI.1o.A.T.45 K. Página: 2079. Novena Época. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Tesis Aislada. Materia(s): Común. JA-0242/2010-I 60 derechos humanos, los tribunales del Estado mexicano como no deben limitarse a aplicar sólo las leyes locales, sino también convenciones la Constitución, internacionales los tratados conforme a o la jurisprudencia emitida por cualesquiera de los tribunales internacionales que realicen la interpretación de los tratados, pactos, convenciones o acuerdos celebrados por México; lo cual obliga a ejercer el control de convencionalidad entre las normas jurídicas internas y las supranacionales, porque éste implica acatar y aplicar en su ámbito competencial, incluyendo las legislativas, medidas de cualquier orden para asegurar el respeto de los derechos y garantías, a través de políticas y leyes que los garanticen. TRATADOS INTERNACIONALES. CUANDO LOS CONFLICTOS SE SUSCITEN EN RELACIÓN CON DERECHOS HUMANOS, DEBEN UBICARSE A NIVEL DE LA CONSTITUCIÓN. Los tratados o convenciones suscritos por el Estado mexicano relativos a derechos humanos, deben ubicarse a nivel de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, porque dichos instrumentos internacionales se conciben como una extensión de lo previsto en esa Ley Fundamental respecto a los derechos humanos, en tanto que constituyen la razón y el objeto de las instituciones. Por lo que los principios que conforman el derecho subjetivo público, deben adecuarse a las diversas finalidades de los medios de defensa que prevé la propia Constitución y de acuerdo con su artículo 133 las autoridades mexicanas deben respetarlos, por lo que bajo ninguna circunstancia pueden ser ignorados por ellos al actuar de acuerdo a su ámbito competencial. JA-0242/2010-I 61 PRINCIPIO PRO HOMINE. Es un criterio hermenéutico que coincide con el rasgo fundamental de los derechos humanos, virtud al cual en cualquier interpretación debe estar siempre a lo más favorable al hombre, esto es, debe acudirse a la norma más amplia o la interpretación extensiva cuando se trata de esos derechos y, por el contrario, a la norma o la interpretación más restringida, cuando se trata de establecer límites a su ejercicio. Por tanto, este Tribunal de Justicia Administrativa del Estado es competente para conocer de la violación a las normas de derecho internacional, siempre y cuando entren dentro de la competencia de este órgano jurisdiccional. Lo anterior, quedó refrendado el diez de junio de dos mil once con la publicación de las reformas a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, donde se adujó la obligación de aplicar no sólo dicho norma fundamental, sino además los tratados internaciones en aras de la protección más amplia de la persona, al disponer lo siguiente: Artículo 1°. ... Las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de conformidad con esta Constitución y con los tratados internacionales de la materia favoreciendo en todo tiempo a las personas la protección más amplia. Todas las autoridades, competencias, tienen la en el ámbito obligación de de sus promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad, JA-0242/2010-I 62 interdependencia, indivisibilidad y progresividad. En consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a los derechos humanos, en los términos que establezca la ley. ... En consecuencia, se considera que con las reformas a la constitución se obliga expresamente -desde la propia Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos- a este Tribunal de Justicia Administrativa del Estado a la aplicación de los tratados internacionales siempre y cuando sea para favorecer en todo tiempo a las personas. VIII.1. Litis del debido procedimiento administrativo y fundamentación de la competencia. En ese sentido, se estudian de forma conjunta los conceptos de violación señalados por los actores con los números 7.1.1. y 7.1.2. dada su íntima relación y donde argumentan que existió violación a la garantía del procedimiento administrativo previsto en el artículo 121 del Código de Justicia Administrativa del Estado, ya que existió una detención administrativa por parte de la autoridad policiaca infringiendo su libertad de manera ilegal vulnerando el artículo 7.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, ya que no se le puede privar sino después de ser escuchado en audiencia pública, en términos del artículo 8.1 de la citada convención. JA-0242/2010-I 63 Agrega que no fueron llevados sin demora alguna ante autoridad con funciones jurisdiccionales ajeno al órgano administrativo, con lo que se violenta el artículo 7.5 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, artículo XI de la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas y el numeral 1115 (sic) fracción II inciso “a” de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como el artículo 7, fracción IX, del Código de Justicia Administrativa del Estado al no respetarse el procedimiento. Además señala que existieron violaciones a los artículos 8.1 y 8.5 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos al no existir la publicidad del procedimiento, ya que no puede llevarse a cabo en los lugares de detención. Además, no existió ningún procedimiento administrativo al arrestarlos y multarlos el mismo día, vulnerándose la garantía de presunción de inocencia. En ese mismo sentido señala que el registro realizado en la lista de arrestados por el ingreso a Barandillas de la autoridad, atenta irracionalmente en contra de la libertad y de las seguridades personales, infringe el derecho a la privacidad, a su honor y a la presunción de inocencia, en términos del artículo 11 de la Convención Americana sobre JA-0242/2010-I 64 Derechos Humanos, ya que el hecho de aparecer en dichos registros arroja que cuenten con antecedentes de faltas administrativas, mismo que pueden ser valorados ante nuevas conductas que los haga tener el carácter de reincidente. Además, agregan que la autoridad policiaca no emitió resolución administrativa alguna, por lo que no cumplió con la correcta fundamentación de la función pública, que conste por escrito, fundado y motivado, con el nombre y la firma del servidor público que emita el acto administrativo. Concluyen que existen aplicación de penas inusitadas al no existir tipicidad administrativa de supuestas conductas antijurídicas de este orden. Conceptos de violación que se estiman por una parte esencialmente FUNDADOS y por otra INFUNDADOS. En primer término es necesario señalar que el arresto en términos de la Enciclopedia Jurídica Omeba define al arresto como el acto de autoridad competente de aprehender a una persona, de someterla a prisión o detención, por breve tiempo, por causas correccionales o penales y con motivo de haberse comprobado una infracción o de tener sospechas fundadas de que se ha cometido una transgresión al orden jurídico. JA-0242/2010-I 65 Además el arresto, del latín ad y restare (quedar, detener, poner preso), implica una corta privación de la libertad, que se realizará en lugar distinto al destinado al cumplimiento de las penas de privación de la libertad, y cuya duración no debe exceder de treinta y seis horas conforme al artículo 21 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Puede ser decretado por autoridad administrativa (arresto administrativo), o bien por autoridad judicial (arresto judicial), el cual puede imponerse como una medida de apremio o corrección disciplinaria. En términos de lo antes expuesto es dable afirmar que el arresto, en cualquiera de sus variantes, afecta la libertad del sujeto al que se dirige; dicho en otras palabras, se trata de una medida restrictiva de la libertad personal. De ahí que pueda sostenerse que, esencialmente, el derecho sustantivo que podría resultar afectado con motivo de la ejecución de un arresto es precisamente la libertad personal. El arresto, en la forma que aquí nos interesa, es una sanción administrativa por infracción a los reglamentos administrativos, es decir, no es otra cosa que una medida consistente en la privación de la libertad por un tiempo determinado prevista por la ley, por el incumplimiento a un reglamento o disposición normativa. JA-0242/2010-I 66 En ese sentido, al ser el arresto administrativo un acto de autoridad tiene –entre otros- como requisito esencial y una obligación de la autoridad fundar en el acto de molestia su competencia, pues ésta sólo puede hacer lo que la ley le permite, de ahí que la validez del acto dependerá de que haya sido realizado por la autoridad facultada legalmente para ello dentro de su respectivo ámbito de competencia, regido específicamente por una o varias normas que lo autoricen. Luego, en términos de los artículos 14 y 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, tienen el alcance de exigir que todo acto de autoridad, ya sea de molestia o de privación a los particulares, deba emitirse por quien tenga facultad expresa para ello, debiendo como formalidad esencial para que tenga eficacia jurídica, señalar en el propio acto, el o los dispositivos que legitimen la competencia de quien lo emita y el carácter con que este actúa, ya sea por sí mismo, por ausencia del titular de la dependencia correspondiente o por delegación de facultades. Tiene aplicación en lo conducente la jurisprudencia19 del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que señala: 19 Registro No. 205463. Localización: Octava Época. Instancia: Pleno. Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. 77, Mayo de 1994. Página: 12. Tesis: P./J. 10/94. Jurisprudencia. Materia(s): Común. JA-0242/2010-I 67 COMPETENCIA. SU FUNDAMENTACION ES REQUISITO ESENCIAL DEL ACTO DE AUTORIDAD. Haciendo una interpretación armónica de las garantías individuales de legalidad y seguridad jurídica que consagran los artículos 14 y 16 constitucionales, se advierte que los actos de molestia y privación deben, entre otros requisitos, ser emitidos por autoridad competente y cumplir las formalidades esenciales que les den eficacia jurídica, lo que significa que todo acto de autoridad necesariamente debe emitirse por quien para ello esté facultado expresándose, como parte de las formalidades esenciales, el carácter con que se suscribe y el dispositivo, acuerdo o decreto que otorgue tal legitimación. De lo contrario, se dejaría al afectado en estado de indefensión, ya que al no conocer el apoyo que faculte a la autoridad para emitir el acto, ni el carácter con que lo emita, es evidente que no se le otorga la oportunidad de examinar si su actuación se encuentra o no dentro del ámbito competencial respectivo, y es conforme o no a la Constitución o a la ley; para que, en su caso, esté en aptitud de alegar, además de la ilegalidad del acto, la del apoyo en que se funde la autoridad para emitirlo, pues bien puede acontecer que su actuación no se adecúe exactamente a la norma, acuerdo o decreto que invoque, o que éstos se hallen en contradicción con la ley fundamental o la secundaria. Por otra parte, la detención y el arresto administrativo a demás de los requisitos de la fundamentación de la competencia, deben cumplir con los del debido proceso que JA-0242/2010-I 68 se consignan no sólo en ordenamientos de competencia nacional, sino también supranacionales. En ese orden de ideas, se cita primero el contenido del artículo 7°de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, que regula los aspectos relativos a la libertad personal, al establecer lo siguiente: Artículo 7. Derecho a la Libertad Personal 1. Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad personales. 2. Nadie puede ser privado de su libertad física, salvo por las causas y en las condiciones fijadas de antemano por las Constituciones Políticas de los Estados Partes o por las leyes dictadas conforme a ellas. 3. Nadie puede ser sometido a detención o encarcelamiento arbitrarios. 4. Toda persona detenida o retenida debe ser informada de las razones de su detención y notificada, sin demora, del cargo o cargos formulados contra ella. 5. Toda persona detenida o retenida debe ser llevada, sin demora, ante un juez u otro funcionario autorizado por la ley para ejercer funciones judiciales y tendrá derecho a ser juzgada dentro de un plazo razonable o a ser puesta en libertad, sin perjuicio de que continúe el proceso. Su libertad podrá estar condicionada a garantías que aseguren su comparecencia en el juicio. 6. Toda persona privada de libertad tiene derecho a recurrir ante un juez o tribunal competente, a fin de que éste decida, sin demora, sobre la legalidad de su arresto o detención y ordene su libertad si el arresto o la detención fueran ilegales. En los Estados Partes cuyas leyes prevén que toda persona que se viera amenazada de ser privada de su libertad tiene derecho a recurrir a JA-0242/2010-I 69 un juez o tribunal competente a fin de que éste decida sobre la legalidad de tal amenaza, dicho recurso no puede ser restringido ni abolido. Los recursos podrán interponerse por sí o por otra persona. 7. Nadie será detenido por deudas. Este principio no limita los mandatos de autoridad judicial competente dictados por incumplimientos de deberes alimentarios. En relación al derecho de libertad personal la Corte Interamericana de Derechos Humanos se ha pronunciado en el sentido de que El artículo 7 de la Convención tiene dos tipos de regulaciones bien diferenciadas entre sí: una general y otra específica. La general se encuentra en el primer numeral: “[t]oda persona tiene el derecho a la libertad y a la seguridad personales”. Mientras que la específica está compuesta por una serie de garantías que protegen el derecho a no ser privado de la libertad ilegalmente (art. 7.2) o arbitrariamente (art. 7.3), a conocer las razones de la detención y los cargos formulados en contra del detenido (art. 7.4), al control judicial de la privación de la libertad y la razonabilidad del plazo de la prisión preventiva (art. 7.5), a impugnar la legalidad de la detención (art. 7.6) y a no ser detenido por deudas (art. 7.7).20 Agregó en relación a este derecho que En sentido amplio la libertad sería la capacidad de hacer y no hacer todo 20 Cfr. Caso Chaparro Álvarez y Lapo Íñiguez vs. Ecuador. Excepciones Preliminares. Sentencia de 21 de noviembre de 2007. párr. 51. JA-0242/2010-I 70 lo que esté lícitamente permitido. En otras palabras, constituye el derecho de toda persona de organizar, con arreglo a la ley, su vida individual y social conforme a sus propias opciones y convicciones. La seguridad, por su parte, sería la ausencia de perturbaciones que restrinjan o limiten la libertad más allá de lo razonable. La libertad, definida así, es un derecho humano básico, propio de los atributos de la persona, que se proyecta en toda la Convención Americana. En efecto, del Preámbulo se desprende el propósito de los Estados Americanos de consolidar “un régimen de libertad personal y de justicia social, fundado en el respeto de los derechos esenciales del hombre”, y el reconocimiento de que “sólo puede realizarse el ideal del ser humano libre, exento de temor y de la miseria, si se crean condiciones que permitan a cada persona gozar de sus derechos económicos, sociales y culturales, tanto como de sus derechos civiles y políticos”. De esta forma, cada uno de los derechos humanos protege un aspecto de la libertad del individuo.21 Además, en relación a la libertad que consigna el artículo 7° de la Convención Americana sobre Derechos Humanos considera que éste protege exclusivamente el derecho a la libertad física y cubre los comportamientos corporales que presuponen la presencia física del titular del 21 Cfr. Caso Chaparro Álvarez y Lapo Íñiguez vs. Ecuador. Excepciones Preliminares. Sentencia de 21 de noviembre de 2007. párr. 52. JA-0242/2010-I 71 derecho y que se expresan normalmente en el movimiento físico. La seguridad también debe entenderse como la protección contra toda interferencia ilegal o arbitraria de la libertad física. Ahora bien, este derecho puede ejercerse de múltiples formas. . . Es así como se explica que el artículo 7.1 consagre en términos generales el derecho a la libertad y seguridad y los demás numerales se encarguen de las diversas garantías que deben darse a la hora de privar a alguien de su libertad. De ahí también se explica que la forma en que la legislación interna afecta al derecho a la libertad es característicamente negativa, cuando permite que se prive o restrinja la libertad. Siendo, por ello, la libertad siempre la regla y la limitación o restricción siempre la excepción.22 Concluye la Corte Interamericana de Derechos Humanos que cualquier violación de los numerales 2 al 7 del artículo 7 de la Convención acarreará necesariamente la violación del artículo 7.1 de la misma, puesto que la falta de respeto a las garantías de la persona privada de la libertad desemboca, en suma, en la falta de protección del propio derecho a la libertad de esa persona.23 Por otra parte, la Corte Interamericana ha considerado que para considerar que una detención no sea arbitraria se le 22 Cfr. Caso Chaparro Álvarez y Lapo Íñiguez vs. Ecuador. Excepciones Preliminares. Sentencia de 21 de noviembre de 2007. párr. 53. 23 Cfr. Caso Chaparro Álvarez y Lapo Íñiguez vs. Ecuador. Excepciones Preliminares. Sentencia de 21 de noviembre de 2007. párr. 53. JA-0242/2010-I 72 debe otorgar al detenido la información de los “motivos y razones” de la detención debe darse “cuando ésta se produce”, lo cual “constituye un mecanismo para evitar detenciones ilegales o arbitrarias desde el momento mismo de la privación de libertad y, a su vez, garantiza el derecho de defensa del individuo”24. En relación a la información de los motivos y razones, esta se cumple cuando la autoridad [informa], en primer lugar, de la detención misma. La persona detenida debe tener claro que está siendo detenida. En segundo lugar, el agente que lleva a cabo la detención debe informar en un lenguaje simple, libre de tecnicismos, los hechos y bases jurídicas esenciales en los que se basa la detención. No se satisface el artículo 7.4 de la Convención si sólo se menciona la base legal.25 Lo anterior, permite al detenido impugnar la legalidad de la misma, haciendo uso de los mecanismos legales que todo Estado debe ofrecer, en los términos del artículo 7.6 de la Convención.26 En suma, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha sostenido en el caso Chaparro Álvarez y Lapo 24 Cfr. Caso Juan Humberto Sánchez Vs. Honduras. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 7 de junio de 2003. Serie C No. 99, párr. 82. 25 Cfr. Caso Chaparro Álvarez y Lapo Íñiguez vs. Ecuador. Excepciones Preliminares. Sentencia de 21 de noviembre de 2007. párr. 71. 26 Cfr. Caso Chaparro Álvarez y Lapo Íñiguez vs. Ecuador. Excepciones Preliminares. Sentencia de 21 de noviembre de 2007. párr. 70. JA-0242/2010-I 73 Íñiguez vs. Ecuador, Excepciones Preliminares, sentencia del veintiuno de noviembre de dos mil siete, párrafo 93, que para considerar una privación o restricción de la libertad como legal, aún y cuando se encuentre consagrada en un ordenamiento jurídico se debe cumplir con los siguiente requisitos: En suma, no es suficiente que toda causa de privación o restricción al derecho a la libertad esté consagrada en la ley, sino que es necesario que esa ley y su aplicación respeten los requisitos que a continuación se detallan, a efectos de que dicha medida no sea arbitraria: i) que la finalidad de las medidas que priven o restrinjan la libertad sea compatible con la Convención. Valga señalar que este Tribunal ha reconocido como fines legítimos el asegurar que el acusado no impedirá el desarrollo del procedimiento ni eludirá la acción de la justicia27; ii) que las medidas adoptadas sean las idóneas para cumplir con el fin perseguido; iii) que sean necesarias, en el sentido de que sean absolutamente indispensables para conseguir el fin deseado y que no exista una medida menos gravosa respecto al derecho intervenido entre todas aquellas que cuentan con la misma idoneidad para alcanzar el objetivo propuesto. Por esta razón el Tribunal ha señalado que el derecho a la libertad personal supone que toda limitación a éste deba ser excepcional28, y iv) que sean medidas que 27 Cfr. Caso Servellón García y otros, supra nota 17, párr. 90, y Caso Acosta Calderón Vs. Ecuador. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de junio de 2005. Serie C No. 129, párr. 111. 28 Cfr. Caso Palamara Iribarne Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de noviembre de 2005. Serie C No. 135, párr. 197, y Caso García Asto y Ramírez Rojas Vs. Perú. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 25 de noviembre de 2005. Serie C No. 137, párr. 106. JA-0242/2010-I 74 resulten estrictamente proporcionales29, de tal forma que el sacrificio inherente a la restricción del derecho a la libertad no resulte exagerado o desmedido frente a las ventajas que se obtienen mediante tal restricción y el cumplimiento de la finalidad perseguida. Cualquier restricción a la libertad que no contenga una motivación suficiente que permita evaluar si se ajusta a las condiciones señaladas será arbitraria y, por tanto, violará el artículo 7.3 de la Convención30. En relación a las garantías judiciales que los actores estiman violentadas, la Corte Interamericana de los Derechos Humanos ha sostenido que El artículo 8.1 de la Convención establece como uno de los elementos del debido proceso el que los tribunales decidan los casos sometidos a su conocimiento en un plazo razonable. La razonabilidad del plazo se debe apreciar en relación con la duración total del procedimiento penal. En materia penal este plazo comienza cuando se presenta el primer acto de procedimiento dirigido en contra de determinada persona como probable responsable de cierto delito y termina cuando se dicta sentencia definitiva y firme31. 29 Cfr. Caso "Instituto de Reeducación del Menor" Vs. Paraguay. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 2 de septiembre de 2004. Serie C No. 112, párr. 228. 30 Caso García Asto y Ramírez Rojas Vs. Perú. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 25 de noviembre de 2005. Serie C No. 137, párr. 128. 31 Cfr. Caso López Álvarez. Sentencia de 1 de febrero de 2006. Serie C No. 141, párr. 129. JA-0242/2010-I 75 En relación a la presunción de inocencia, la Corte Interamericana de los Derechos Humanos ha señalado que el principio de presunción de inocencia constituye un fundamento de las garantías judiciales. De lo dispuesto en el artículo 8.2 de la Convención deriva la obligación estatal de no restringir la libertad del detenido más allá de los límites estrictamente necesarios para asegurar que aquél no impedirá el desarrollo del procedimiento ni eludirá la acción de la justicia. En este sentido, la prisión preventiva es una medida cautelar, no punitiva.32 Además, el artículo 8.5. de la Convención Americana sobre Derechos Humanos regula la obligación de que los procesos sean públicos, salvo los que sea necesario para preservar los intereses de la justicia. Otro ordenamiento a nivel supranacional que hace regulaciones en relación a las detenciones, que son aplicables a las administrativas, es el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos33 en su artículo 9°, que cita: ARTÍCULO 9 32 Cfr. Caso Chaparro Álvarez y Lapo Íñiguez vs. Ecuador. Excepciones Preliminares. Sentencia de 21 de noviembre de 2007. párr. 145. 33 Depositario: ONU. Lugar de adopción: Nueva York, E.U.A. Fecha de adaptación: 16 de diciembre de 1966. Vinculación de México: 23 de marzo de 1976. Adhesión. Aprobación del Senado: 18 de diciembre de 1980, según decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el 9 de enero de 1981. Entrada en vigor: 23 de marzo de 1976, general; 23 de junio de 1981, México. Publicación del decreto de promulgación en el Diario Oficial de la Federación: miércoles 20 de mayo de 1981. Fe de erratas: 22 de junio de 1981. Última modificación Diario Oficial: 16 de enero de 2002. Retiro parcial de la reserva que el gobierno de México formuló al artículo 25, inciso b). JA-0242/2010-I 76 1. Todo individuo tiene derecho a la libertad y a la seguridad personales. Nadie podrá ser sometido a detención o prisión arbitrarias. Nadie podrá ser privado de su libertad, salvo por las causas fijadas por ley y con arreglo al procedimiento establecido en ésta. 2. Toda persona detenida será informada, en el momento de su detención, de las razones de la misma, y notificada, sin demora, de la acusación formulada contra ella. 3. Toda persona detenida o presa a causa de una infracción penal será llevada sin demora ante un juez u otro funcionario autorizado por la ley para ejercer funciones judiciales, y tendrá derecho a ser juzgada dentro de un plazo razonable o a ser puesta en libertad. La prisión preventiva de las personas que hayan de ser juzgadas no debe ser la regla general, pero su libertad podrá estar subordinada a garantías que aseguren la comparecencia del acusado en el acto del juicio, o en cualquier otro momento de las diligencias procesales y, en su caso, para la ejecución del fallo. 4. Toda persona que sea privada de libertad en virtud de detención o prisión tendrá derecho a recurrir ante un tribunal, a fin de que éste decida a la brevedad posible sobre la legalidad de su prisión y ordene su libertad si la prisión fuera ilegal. 5. Toda persona que haya sido ilegalmente detenida o presa, tendrá el derecho efectivo a obtener reparación. Del dispositivo supranacional, tanto como de la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación intitulada LAS INFRACCIONES FISCALES SE RIGEN POR LOS PRINCIPIOS DEL DERECHO ADMINISTRATIVO SANCIONADOR Y POR LAS GARANTÍAS DEL DERECHO PENAL, EN LO QUE RESULTEN APLICABLES34, se puede establecer que los derechos son igual a las garantías de la detención por delitos que por faltas administrativos, por tanto, se tiene que nadie puede ser privado de su libertad, salvo por 34 Registro No. 173256. Localización: Novena Época. Instancia: Primera Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. XXV, Febrero de 2007. Página: 652. Tesis: 1a. XXVII/2007. Tesis Aislada. Materia(s): Administrativa. JA-0242/2010-I 77 las causas fijadas por ley y con arreglo al procedimiento establecido en ésta, para lo cual el particular deberá ser informado en el momento de su detención de las razones de la misma, y notificada sin demora la acusación o contravención a los reglamentos que se le atribuyen. Una vez detenida la persona, ésta debe ser juzgada en un plazo razonable por autoridad competente, en caso contrario se le dejará en libertad. Además, al particular se le debe otorgar la facultad de impugnar la determinación en su contra y en el caso de que se determine la ilegalidad, tiene el derecho a ser indemnizada. Ahora bien, lo aceptado en el artículo 9° del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos es corroborado en las disposiciones contenidas en el CONJUNTO DE PRINCIPIOS PARA LA PROTECCIÓN DE TODAS LAS PERSONAS SOMETIDAS A CUALQUIER FORMA DE DETENCIÓN O PRISIÓN35, en los siguientes principios del que disponen: PRINCIPIO 9 Las autoridades que arresten a una persona, la mantengan detenida o investiguen el caso sólo podrán ejercer las atribuciones que les confiera la ley, y el 35 Documento internacional que si bien no posee la naturaleza de tratado internacional, sin embargo, si tiene el efecto jurídico relevante al momento de aplicar e interpretar los estándares previstos en estos últimos, así como para la armonización del derecho interno. Entre el conjunto de instrumentos, que la doctrina identifica con la noción de soft law internacional. Cfr. Coordinadores GARCÍA Ramírez, Sergio y LONDOÑO Lázaro, María Carmelina. La jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Universidad Nacional Autónoma de México. Universidad de la Sabana. Corte Interamericana de Derechos Humanos. México, 2010. p. XVI. Proclamado por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas en su Resolución 43/173. Fecha de adopción: 9 de diciembre de 1988. JA-0242/2010-I 78 ejercicio de esas atribuciones estará sujeto a recurso ante un juez u otra autoridad. PRINCIPIO 10 Toda persona arrestada será informada en el momento de su arresto de la razón por la que se procede a él y notificada sin demora de la acusación formulada contra ella. PRINCIPIO 11 1. Nadie será mantenido en detención sin tener la posibilidad real de ser oído sin demora por un juez u otra autoridad. La persona detenida tendrá el derecho de defenderse por sí misma o ser asistida por un abogado según prescriba la ley. 2. Toda persona detenida y su abogado, si lo tiene, recibirán una comunicación inmediata y completa de la orden de detención, junto con las razones en que se funde. 3. Se facultará a un juez o a otra autoridad para considerar la prolongación de la detención según corresponda. PRINCIPIO 12 1. Se harán constar debidamente: a) Las razones del arresto; b) La hora del arresto de la persona y la hora de su traslado al lugar de custodia, así como la hora de su primera comparecencia ante el juez u otra autoridad; c) La identidad de los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley que hayan intervenido; d) Información precisa acerca del lugar de custodia. 2. La constancia de esas actuaciones será puesta en conocimiento de la persona detenida o de su abogado, si lo tiene, en la forma prescrita por la ley. PRINCIPIO 13 Las autoridades responsables del arresto, detención o prisión de una persona deberán suministrarle, en el momento del arresto y al comienzo del período de detención o de prisión o poco después, información y una explicación sobre sus derechos, así como sobre la manera de ejercerlos. PRINCIPIO 14 Toda persona que no comprenda o no hable adecuadamente el idioma empleado por las autoridades responsables del arresto, detención o prisión tendrá derecho a que se le comunique sin demora, en un idioma que comprenda, la información mencionada en el principio 10, el párrafo 2 del principio 11, el párrafo 1 JA-0242/2010-I 79 del principio 12 y el principio 13 y a contar con la asistencia, gratuita si fuese necesario, de un intérprete en las actuaciones judiciales posteriores a su arresto. PRINCIPIO 15 A reserva de las excepciones consignadas en el párrafo 4 del principio 16 y el párrafo 3 del principio 18, no se mantendrá a la persona presa o detenida incomunicada del mundo exterior, en particular de su familia o su abogado, por más de algunos días. PRINCIPIO 16 1. Prontamente después de su arresto y después de cada traslado de un lugar de detención o prisión a otro, la persona detenida o presa tendrá derecho a notificar, o a pedir que la autoridad competente notifique, a su familia o a otras personas idóneas que él designe, su arresto, detención o prisión o su traslado y el lugar en que se encuentra bajo custodia. 2. Si se trata de un extranjero, la persona detenida o presa será también informada prontamente de su derecho a ponerse en comunicación por los medios adecuados con una oficina consular o la misión diplomática del Estado del que sea nacional o de aquel al que, por otras razones, competa recibir esa comunicación, de conformidad con el derecho internacional o con el representante de la organización internacional competente, si se trata de un refugiado o se halla bajo la protección de una organización intergubernamental por algún otro motivo. 3. Si la persona detenida o presa es un menor o una persona incapaz de entender cuáles son sus derechos, la autoridad competente se encargará por iniciativa propia de efectuar la notificación a que se hace referencia en este principio. Se velará en especial porque los padres o tutores sean notificados. 4. La autoridad competente hará o permitirá que se hagan sin demora las notificaciones a que se hace referencia en el presente principio. Sin embargo, la autoridad competente podrá retrasar una notificación por un período razonable en los casos en que las necesidades excepcionales de la investigación así lo requieran. PRINCIPIO 17 1. Las personas detenidas tendrán derecho a asistencia de un abogado. La autoridad competente les informará de ese derecho prontamente después de su arresto y les facilitará medios adecuados para ejercerlo. 2. La persona detenida que no disponga de asistencia de un abogado de su elección tendrá derecho a que un JA-0242/2010-I 80 juez u otra autoridad le designe un abogado en todos los casos en que el interés de la justicia así lo requiera y sin costo para él si careciere de medios suficientes para pagarlo. PRINCIPIO 18 1. Toda persona detenida o presa tendrá derecho a comunicarse con su abogado y a consultarlo. 2. Se darán a la persona detenida o presa tiempo y medios adecuados para consultar con su abogado. 3. El derecho de la persona detenida o presa a ser visitada por su abogado y a consultarlo y comunicarse con él, sin demora y sin censura, y en régimen de absoluta confidencialidad, no podrá suspenderse ni restringirse, salvo en circunstancias excepcionales que serán determinadas por la ley o los reglamentos dictados conforme a derecho, cuando un juez u otra autoridad lo considere indispensable para mantener la seguridad y el orden. 4. Las entrevistas entre la persona detenida o presa y su abogado podrán celebrarse a la vista de un funcionario encargado de hacer cumplir la ley, pero éste no podrá hallarse a distancia que le permita oír la conversación. 5. Las comunicaciones entre una persona detenida o presa y su abogado mencionadas en el presente principio no se podrán admitir como prueba en contra de la persona detenida o presa a menos que se relacionen con un delito continuo o que se proyecte cometer. PRINCIPIO 21 1. Estará prohibido abusar de la situación de una persona detenida o presa para obligarla a confesar o declarar contra sí misma o contra cualquier otra persona. PRINCIPIO 23 1. La duración de todo interrogatorio a que se someta a una persona detenida o presa y la de los intervalos entre los interrogatorios, así como la identidad de los funcionarios que los hayan practicado y la de las demás personas presentes, serán consignadas en registros y certificadas en la forma prescrita por ley. 2. La persona detenida o presa, o su abogado, cuando lo disponga la ley, tendrá acceso a la información descrita en el párrafo 1 del presente principio. PRINCIPIO 27 JA-0242/2010-I 81 La inobservancia de los presentes principios en la obtención de las pruebas se tendrá en cuenta al determinar la admisibilidad de tales pruebas contra una persona detenida o presa. PRINCIPIO 32 1. La persona detenida o su abogado tendrá derecho a interponer en cualquier momento una acción, con arreglo al derecho interno, ante un juez u otra autoridad a fin de impugnar la legalidad de su detención y, si ésta no fuese legal, obtener su inmediata liberación. 2. El procedimiento previsto en el párrafo 1 del presente principio, será sencillo y expedito y no entrañará costo alguno para el detenido, si éste careciere de medios suficientes. La autoridad que haya procedido a la detención llevará sin demora injustificada al detenido ante la autoridad encargada del examen del caso. PRINCIPIO 33 1. La persona detenida o presa o su abogado tendrá derecho a presentar a las autoridades encargadas de la administración del lugar de detención y a las autoridades superiores y, de ser necesario, a las autoridades competentes que tengan atribuciones fiscalizadoras o correctivas una petición o un recurso por el trato de que haya sido objeto, en particular en caso de tortura u otros tratos crueles, inhumanos o degradantes. 2. Los derechos que confiere el párrafo 1 del presente principio, podrán ser ejercidos por un familiar de la persona presa o detenida o por otra persona que tenga conocimiento del caso cuando ni la persona presa o detenida ni su abogado tengan posibilidades de ejercerlos. 3. La petición o recurso serán confidenciales si así lo pidiere el recurrente. 4. Toda petición o recurso serán examinados sin dilación y contestados sin demora injustificada. Si la petición o recurso fueren rechazados o hubiere un retraso excesivo, el recurrente tendrá derecho a presentar una petición o recurso ante un juez u otra autoridad. Ni las personas detenidas o presas ni los recurrentes sufrirán perjuicios por haber presentado una petición o recurso de conformidad con el párrafo 1 del presente principio. PRINCIPIO 35 1. Los daños causados por actos u omisiones de un funcionario público que sean contrarios a los derechos previstos en los presentes principios serán indemnizados de conformidad con las normas del JA-0242/2010-I 82 derecho interno aplicables en materia de responsabilidad. 2. La información de la que se deba dejar constancia en registros a efectos de los presentes principios estará disponible, de conformidad con los procedimientos previstos en el derecho interno, para ser utilizada cuando se reclame indemnización con arreglo al presente principio. PRINCIPIO 36 1. Se presumirá la inocencia de toda persona sospechosa o acusada de un delito y se la tratará como tal mientras no haya sido probada su culpabilidad conforme al derecho en un juicio público en el que haya gozado de todas las garantías necesarias para su defensa. 2. Sólo se procederá al arresto o detención de esa persona en espera de la instrucción y el juicio cuando lo requieran las necesidades de la administración de justicia por motivos y según condiciones y procedimientos determinados por ley. Estará prohibido imponer a esa persona restricciones que no estén estrictamente justificadas para los fines de la detención o para evitar que se entorpezca el proceso de instrucción o la administración de justicia, o para el mantenimiento de la seguridad y el orden en el lugar de detención. De los dispositivos citados del derecho internacional, se tiene que además de una garantía de audiencia en beneficio de los particulares es indispensable que al existir extranjeros tienen derecho a que se informe a una oficina consular o la misión diplomática del Estado del que sea nacional o de aquel al que, por otras razones, competa recibir esa comunicación de su situación; además, de existir personas que no comprendan el idioma castellano empleado por las autoridades responsables del arresto, tienen derecho a que se le comunique sin demora, en un idioma que comprenda. JA-0242/2010-I 83 En ese mismo sentido, pero a nivel del derecho interno del Estado Mexicano, se tiene una garantía indispensable para los particulares, en relación con la detención, y es la contenida en el artículo 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que regula: ARTÍCULO 16. Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento. Toda persona tiene derecho a la protección de sus datos personales, al acceso, rectificación y cancelación de los mismos, así como a manifestar su oposición, en los términos que fije la ley, la cual establecerá los supuestos de excepción a los principios que rijan el tratamiento de datos, por razones de seguridad nacional, disposiciones de orden público, seguridad y salud públicas o para proteger los derechos de terceros. No podrá librarse orden de aprehensión sino por la autoridad judicial y sin que preceda denuncia o querella de un hecho que la ley señale como delito, sancionado con pena privativa de libertad y obren datos que establezcan que se ha cometido ese hecho y que exista la probabilidad de que el indiciado lo cometió o participó en su comisión. La autoridad que ejecute una orden judicial de aprehensión, deberá poner al inculpado a disposición del juez, sin dilación alguna y bajo su más estricta responsabilidad. La contravención a lo anterior será sancionada por la ley penal. Cualquier persona puede detener al indiciado en el momento en que esté cometiendo un delito o inmediatamente después de haberlo cometido, poniéndolo sin demora a disposición de la autoridad más cercana y ésta con la misma prontitud, a la del Ministerio Público. Existirá un registro inmediato de la detención. Sólo en casos urgentes, cuando se trate de delito grave así calificado por la ley y ante el riesgo fundado de que el indiciado pueda sustraerse a la acción de la justicia, siempre y cuando no se pueda ocurrir ante la autoridad judicial por razón de la hora, lugar o circunstancia, el Ministerio Público podrá, bajo su responsabilidad, ordenar su detención, fundando y expresando los indicios que motiven su proceder. JA-0242/2010-I 84 En casos de urgencia o flagrancia, el juez que reciba la consignación del detenido deberá inmediatamente ratificar la detención o decretar la libertad con las reservas de ley. La autoridad judicial, a petición del Ministerio Público y tratándose de delitos de delincuencia organizada, podrá decretar el arraigo de una persona, con las modalidades de lugar y tiempo que la ley señale, sin que pueda exceder de cuarenta días, siempre que sea necesario para el éxito de la investigación, la protección de personas o bienes jurídicos, o cuando exista riesgo fundado de que el inculpado se sustraiga a la acción de la justicia. Este plazo podrá prorrogarse, siempre y cuando el Ministerio Público acredite que subsisten las causas que le dieron origen. En todo caso, la duración total del arraigo no podrá exceder los ochenta días. Por delincuencia organizada se entiende una organización de hecho de tres o más personas, para cometer delitos en forma permanente o reiterada, en los términos de la ley de la materia. Ningún indiciado podrá ser retenido por el Ministerio Público por más de cuarenta y ocho horas, plazo en que deberá ordenarse su libertad o ponérsele a disposición de la autoridad judicial; este plazo podrá duplicarse en aquellos casos que la ley prevea como delincuencia organizada. Todo abuso a lo anteriormente dispuesto será sancionado por la ley penal. ... Ahora bien, dicha porción normativa contiene garantías establecidas en la propia Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos para los procesos penales, sin embargo estas son aplicables a todo procedimiento o proceso administrativo, cuando se vinculen a sanciones administrativas. Lo anterior, tal y como lo ha sostenido la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en su tesis36, cuyo rubro y texto indica: 36 Registro No. 173256. Localización: Novena Época. Instancia: Primera Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. XXV, Febrero de 2007. Página: 652. Tesis: 1a. XXVII/2007. Tesis Aislada. Materia(s): Administrativa. JA-0242/2010-I 85 LAS INFRACCIONES FISCALES SE RIGEN POR LOS PRINCIPIOS DEL DERECHO ADMINISTRATIVO SANCIONADOR Y POR LAS GARANTÍAS DEL DERECHO PENAL, EN LO QUE RESULTEN APLICABLES. Las infracciones fiscales constituyen la vulneración del conjunto de normas que regulan el cumplimiento de las obligaciones fiscales, mientras que las violaciones fiscales se refieren a los preceptos que impongan deberes formales o sustanciales, por lo que su única diferencia se encuentra en la sanción aplicable, ya sean penas pecuniarias o privativas de libertad, lo cual determina que se esté en presencia de una infracción o de un delito. En esta línea de ideas, resulta evidente que las sanciones establecidas en el Código Fiscal de la Federación para el incumplimiento de una obligación formal o sustancial guardan una gran similitud con las penas, toda vez que ambas tienen lugar como reacción frente a lo antijurídico; de lo que se sigue que la infracción fiscal propiamente establecida por el legislador por el incumplimiento de las obligaciones formales debe atender a los principios del derecho administrativo sancionador y, en la medida que resulten aplicables a las garantías del derecho penal. Por tanto, los derechos fundamentales que se desprenden tanto de los ordenamientos supranacionales como de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos -indispensables para el particular que es sujeto a un arresto administrativo o, en su caso, una detención administrativa-, son las siguientes: JA-0242/2010-I 86 El acto debe provenir de una autoridad competente. No puede ser privado de la libertad sin el debido procedimiento legal que se tramite en audiencia pública –con la excepción- y que culmine con una resolución administrativa fundada y motivada. No puede ser sujeto de molestias indebidas al estar detenido, así como tampoco durante el procedimiento, respetando su privacidad, su honor y presunción de inocencia. No debe ser impelido a declarar en su contra. Queda prohibida la incomunicación de los detenidos, a quienes les serán comunicados todos los datos que necesiten para su defensa, y podrán nombrar defensores desde el momento mismo de su aprehensión. En tratándose de extranjeros se debe hacer la comunicación correspondiente al consulado o embajada; en tratándose de aquellas personas que no hablen el castellano, es obligatorio nombrarles interpretes dentro del procedimiento, para su debida defensa. Ahora bien, es cierto que varios de esos derechos garantizados a todos los ciudadanos, están básicamente orientados a las detenciones y procesos del orden penal, JA-0242/2010-I 87 pero sería indebido estimar que fuera del proceso penal se pudiesen violar impunemente esas garantías de los ciudadanos, o que se podría hacerlo en caso de detenciones y arrestos administrativos. A este respecto, un arresto administrativo de treinta y seis horas o una detención administrativa no son una pena pequeña e insignificante, que no merezca la protección de las garantías constitucionales, y ninguna persona podría pensar que un arresto o detención administrativa en que se violasen todos los derechos antes mencionados a ella o a alguno de sus familiares es un mal pequeño e insignificante que no amerite la protección de esos derechos humanos. Una detención administrativa o el arresto administrativo de treinta y seis horas, causan serios y graves daños a una persona normal que no esté familiarizada con actos ilícitos mayores, y en esos casos, para privar de la libertad a los particulares, incluye necesariamente, en el espíritu de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el respeto a tales derechos en cualquier detención, de cualquier duración y naturaleza que sea. JA-0242/2010-I 88 Tiene aplicación en lo conducente la tesis37 del Décimo Quinto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito, cuyo rubro y texto indican: ARRESTO COMO SANCIÓN ADMINISTRATIVA. POR NO CONSTITUIR UNA MEDIDA DE APREMIO, SU IMPOSICIÓN DEBE RESPETAR LA GARANTÍA DE AUDIENCIA PREVIA ARTÍCULO 14 establecido en ESTABLECIDA CONSTITUCIONAL. normas generales EN El de EL arresto naturaleza administrativa constituye un correctivo disciplinario (sanción) que se impone a quienes infringen las disposiciones que las conforman; en cambio, el arresto como medida de apremio es el acto por medio del cual la autoridad competente constriñe u obliga a un individuo a comparecer, realizar o abstenerse de hacer algo. De lo que se sigue que la naturaleza del arresto como sanción diverge notoriamente del que se impone a título de apremio, pues mientras el primero implica un correctivo, el segundo se traduce en un medio para hacer cumplir determinaciones de autoridad. Por tanto, si el arresto como sanción es un acto que afecta la libertad personal por cometer una infracción de carácter administrativo, resulta incuestionable que previamente a su imposición, la autoridad debe otorgar al gobernado la garantía de audiencia a que se refiere el artículo 14 constitucional esenciales del respetando todas procedimiento, es las formalidades decir, tiene la obligación de notificarle el inicio de aquél, su origen y consecuencias; permitirle ofrecer y desahogar las pruebas sobre las que edifique su defensa, la 37 Registro No. 166023. Localización: Novena Época. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. XXX, Noviembre de 2009. Página: 879. Tesis: I.15o.A.139 A. Tesis Aislada. Materia(s): Administrativa. JA-0242/2010-I 89 oportunidad de alegar en su defensa y emitir una resolución en la que resuelva su situación jurídica. Ahora bien, a nivel estatal se ubica la Ley del Sistema de Seguridad Pública del Estado que establece que las instituciones de seguridad pública deberán utilizar procedimientos adecuados para los arrestos administrativos, al regular lo siguiente: Artículo 84. Las instituciones de Seguridad Pública, en el ejercicio de sus funciones deberán utilizar procedimientos policiales adecuados a la prevención del delito y arresto por infracciones administrativas, así como para la persecución y aprehensión por conductas delictivas. Sin embargo, en el Estado de Michoacán no existe ordenamiento alguno que regule como debe realizarse los arrestos o detenciones administrativas en contra de los particulares que sean acreedores a dicha sanción administrativa, cuando no deviene de un medio de apremio impuesto por alguna autoridad dentro de un proceso o procedimiento en contra de éste. Ahora bien, en relación a los actos impugnados consistentes en las detenciones administrativas en contra de los actores del doce de junio de dos mil diez por parte de JA-0242/2010-I 90 elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado y su remisión a barandillas por faltas a la moral, se estudiara de oficio y en suplencia de la queja, si la autoridad ejecutora de la detención cumplió con el requisito de la debida fundamentación de su competencia para realizar dicho acto. Para lo anterior, es necesario estudiar la documental denominada REMISIONES del doce de junio de dos mil diez expedidos a nombre de Alejandro Valle Reynoso, Oswaldo Chávez Torres, Andrés Suárez Madrigal, Gerardo Gómez Cortes, Isabel Bueno García, Gisel Gómez Cendejas, Cristie Deye, Rosa María Miki Rivadeneira, Kitzia González Simón, Jesús Alberto Toaca Saenz, José María Capri Sánchez y Melvas Olivas Durazno, las que obran de la foja doscientos treinta y ocho a la doscientos treinta y nueve, exhibidas por la codemandada Secretaría de Seguridad Pública del Estado, en las que se acredita la detención administrativa realizada en contra de los demandantes, sin embargo, de la documental no se desprende fundamento alguno invocado por la autoridad. Esto es, la autoridad demandada no fundó su competencia para realizar la detención administrativa, lo que a juicio de este órgano jurisdiccional se torna en un acto por demás ilegal, ya que no se observa que exista competencia JA-0242/2010-I 91 de los elementos de seguridad pública del Estado para realizar el arresto. Lo anterior se observa del propio contenido del artículo 115 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que señala: ARTÍCULO 115.- Los Estados adoptarán, para su régimen interior, la forma de gobierno republicano, representativo, popular, teniendo como base de su división territorial y de su organización política y administrativa, el Municipio Libre, conforme a las bases siguientes: ... III. Los Municipios tendrán a su cargo las funciones y servicios públicos siguientes: ... h) Seguridad pública, en los términos del artículo 21 de esta Constitución, policía preventiva municipal y tránsito; e Por tanto, no existe norma que le otorgue la competencia para realizar el arresto administrativo a la autoridad demandada, dentro de la jurisdicción del Municipio de Morelia, Michoacán; pero, además las autoridades demandadas no se excepcionaron y menos aún acreditaron la existencia del convenio de trasferencia de funciones consagradas al municipio de Morelia, Michoacán, tal y como lo refiere el propio artículo 115, fracción III, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que dispone: JA-0242/2010-I 92 ARTÍCULO 115. ... III. Los Municipios tendrán a su cargo las funciones y servicios públicos siguientes: ... Sin perjuicio de su competencia constitucional, en el desempeño de las funciones o la prestación de los servicios a su cargo, los Municipios observarán lo dispuesto por las leyes federales y estatales. Los Municipios, previo acuerdo entre sus ayuntamientos, podrán coordinarse y asociarse para la más eficaz prestación de los servicios públicos o el mejor ejercicio de las funciones que les correspondan. En este caso y tratándose de la asociación de Municipios de dos o más Estados, deberán contar con la aprobación de las legislaturas de los Estados respectivas. ayuntamiento Así mismo respectivo cuando sea a juicio necesario, del podrán celebrar convenios con el Estado para que éste, de manera directa o a través del organismo correspondiente, se haga cargo en forma temporal de algunos de ellos, o bien se presten o ejerzan coordinadamente por el Estado y el propio Municipio; ... En consecuencia, se tiene que la Secretaría de Seguridad Pública del Estado a través de sus elementos de seguridad pública incumplieron con uno de los elementos esenciales para la validez de un acto de autoridad que es fundamentar su la competencia, con lo cual se tiene la JA-0242/2010-I 93 violación al artículo 7°, fracción I, del Código de Justicia Administrativa del Estado. No es óbice señalar, que ante la apreciación de los hechos motivos de la impugnación, es imposible que los elementos del cuerpo de seguridad pública puedan dar la orden de la detención por escrito, en la cual funden su competencia; sin embargo, si puede cumplirse con dicha obligación al momento en el cual se tiene la obligación de la autoridad de notificar, sin demora, del cargo o cargos formulados contra el detenido, la cual debe darse por escrito. Lo anterior, tal y como lo ha considerado la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, cuando señala que la primera obligación del artículo 7.4 de la Convención no especifica que la información que el detenido debe recibir tenga que ser escrita. Para esta Corte, puede satisfacerse dicha obligación de manera oral, no así la segunda obligación del artículo 7.4 de la Convención, referente a la notificación, sin demora, del cargo o cargos formulados contra el detenido, la cual debe darse por escrito. Sin embargo, en el presente caso no es necesario entrar a analizar la segunda obligación del artículo 7.4 convencional, puesto que tal y como fue JA-0242/2010-I 94 establecido en el párrafo 73 supra, el Estado incuplió (sic) con la primera obligación del mencionado precepto.38 En relación a las violaciones propias del procedimiento administrativo, se tiene que de ninguna de las constancias que se allegaron al proceso contencioso administrativo se observa que la Secretaría de Seguridad Pública del Estado a través de sus elementos, hubiera cumplido con las formalidades y requisitos en la instauración del procedimiento administrativo que se tramitó en contra de los actores, lo cual era indispensable al ser la detención y el arresto –provisionalun acto que afecta la libertad personal y previo a la imposición de la sanción administrativa, por lo cual la autoridad debió otorgar al particular el derecho de audiencia respetando todas las formalidades esenciales del procedimiento, que se traduce en una garantía de audiencia, en los términos de los artículos 14 y 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 8.1. de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, 9° del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos que es corroborado con las disposiciones contenidas en el CONJUNTO DE PRINCIPIOS PARA LA PROTECCIÓN DE 38 Cfr. Caso Chaparro Álvarez y Lapo Íñiguez vs. Ecuador. Excepciones Preliminares. Sentencia de 21 de noviembre de 2007. párr. 76. JA-0242/2010-I 95 TODAS LAS PERSONAS SOMETIDAS A CUALQUIER FORMA DE DETENCIÓN O PRISIÓN. Esto es así, ya que el derecho fundamental de audiencia tiene como parte medular el respeto de las formalidades esenciales del procedimiento, las que han sido definidas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación como aquellas etapas o trámites que garantizan una adecuada defensa. De esta forma, las formalidades esenciales del procedimiento se traducen en una serie de reglas que permiten a las partes probar los hechos constitutivos de su acción o de sus excepciones y defensas, dentro de un justo equilibrio que, por un lado, no dejen en estado de indefensión a las partes y, por el otro, aseguren una resolución pronta y expedita de la controversia. En esos términos, se ha precisado que las formalidades esenciales del procedimiento, de manera genérica, se traducen en los siguientes requisitos: a. La notificación del inicio del procedimiento y sus consecuencias; b. La oportunidad de ofrecer y desahogar las pruebas en que se finque la defensa; c. La oportunidad de alegar; y, d. El dictado de una resolución que dirima las cuestiones debatidas. JA-0242/2010-I 96 Así deriva de la jurisprudencia39 del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que lleva por rubro y texto los siguientes: FORMALIDADES ESENCIALES DEL PROCEDIMIENTO. SON LAS QUE GARANTIZAN UNA ADECUADA Y OPORTUNA DEFENSA PREVIA AL ACTO PRIVATIVO. La garantía de audiencia establecida por el artículo 14 constitucional consiste en otorgar al gobernado la oportunidad de defensa previamente al acto privativo de la vida, libertad, propiedad, posesiones o derechos, y su debido respeto impone a las autoridades, entre otras obligaciones, la de que en el juicio que se siga ‘se cumplan las formalidades esenciales del procedimiento’. Estas son las que resultan necesarias para garantizar la defensa adecuada antes del acto de privación y que, de manera genérica, se traducen en los siguientes requisitos: 1) La notificación del consecuencias; inicio 2) La del procedimiento oportunidad de y sus ofrecer y desahogar las pruebas en que se finque la defensa; 3) La oportunidad de alegar; y 4) El dictado de una resolución que dirima las cuestiones debatidas. De no respetarse estos requisitos, se dejaría de cumplir con el fin de la garantía de audiencia, que es evitar la indefensión del afectado. En tal virtud, debe estimarse que el derecho humano a una audiencia constituye, una prerrogativa para los 39 Registro No. 200234. Localización: Novena Época. Instancia: Pleno. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. II, Diciembre de 1995. Página: 133. Tesis: P./J. 47/95. Jurisprudencia. Materia(s): Constitucional, Común. JA-0242/2010-I 97 particulares y un valladar que impide a la autoridad modificar en definitiva la esfera jurídica de éstos sin escucharlos previamente, pero cuyo respeto no lleva al extremo de impedir el desarrollo de las atribuciones legales, sino simplemente se vea precedido de una secuela en la que se permita a éstos expresar sus defensas, incluso, cuando no existan disposiciones procedimentales que resulten directamente aplicables para que antes del desarrollo de un determinado acto de autoridad se escuche al afectado. Esto es, no existe impedimento alguno para que la deficiencia normativa la autoridad competente cumpla con su deber de otorgar el derecho de audiencia, brindando al actor una oportunidad de defensa en la que se respeten las formalidades esenciales a todo procedimiento. Sirven de apoyo a la anterior conclusión la jurisprudencia40 de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que llevan por rubro y texto los siguientes: AUDIENCIA, GARANTÍA DE. DEBE RESPETARSE AUNQUE LA LEY EN QUE SE FUNDE LA RESOLUCIÓN NO PREVEA EL PROCEDIMIENTO PARA TAL EFECTO. La circunstancia de que no exista en la ley aplicable precepto alguno que imponga a la autoridad responsable la obligación de respetar a alguno de los interesados la garantía de previa 40 Tesis jurisprudencia visible en la Séptima Época, Segunda Sala, Apéndice de 1995, Tomo VI, Parte SCJN, tesis 95, página 62. JA-0242/2010-I 98 audiencia para pronunciar la resolución de un asunto, cuando los actos reclamados lo perjudican, no exime a la autoridad de darle oportunidad de oírlo en defensa, en atención a que, en ausencia de precepto específico, se halla el mandato imperativo del artículo 14 constitucional que protege dicha garantía a favor de todos los gobernados, sin excepción. De igual forma, lo sustenta la siguiente jurisprudencia41 de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, cuyo rubro y texto: AUDIENCIA. SI SE OTORGA LA PROTECCIÓN CONSTITUCIONAL RESPECTO DE UNA LEY POR SER VIOLATORIA DE ESA GARANTÍA, LA AUTORIDAD FACULTADA PARA EMITIR UN ACTO PRIVATIVO PODRÁ REITERARLO SI LLEVA A CABO UN PROCEDIMIENTO EN EL QUE CUMPLA LAS FORMALIDADES PARA ELLO ESENCIALES, NO EXISTAN AUN CUANDO DISPOSICIONES DIRECTAMENTE APLICABLES. Si se toma en cuenta que el fin que persiguió el Constituyente a través de la garantía de audiencia fue el de permitir que los gobernados desplieguen sus defensas antes de que las autoridades modifiquen en forma definitiva su esfera jurídica, y no el de impedir que éstas ejerzan las facultades que les fueron conferidas para cumplir con los fines que constitucional o legalmente se les encomendaron, se concluye que cuando se declara la inconstitucionalidad de una disposición de observancia general por no prever un procedimiento en el que antes 41 Jurisprudencia número 2a./J. 16/2008 de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, visible en la Novena Época, del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo XXVII, Febrero de 2008, en Materia(s): Constitucional, página 497. JA-0242/2010-I 99 de la emisión de un acto privativo se respeten las formalidades esenciales a que se refiere el párrafo segundo del artículo 14 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en acatamiento del fallo protector, la respectiva autoridad administrativa o jurisdiccional podrá reiterar el sentido de su determinación, siempre y cuando siga un procedimiento en el que el quejoso pueda ejercer plenamente su derecho de audiencia. Ello es así, porque el efecto de la protección constitucional no llega al extremo de impedir el desarrollo de la respectiva potestad, pues permite a la autoridad competente purgar ese vicio antes de su ejercicio, brindando al quejoso la oportunidad de defensa en la que se acaten las referidas formalidades; sin que obste a lo anterior la circunstancia de que no existan disposiciones directamente aplicables para llevar a cabo el referido procedimiento, pues ante ello, al tenor del párrafo cuarto del mencionado precepto constitucional, la autoridad competente deberá aplicar los principios generales que emanen del ordenamiento respectivo o de uno diverso que permitan cumplir con los fines de la garantía citada. Por tanto, para la realización de un acto privativo generalmente debe verse precedida de un procedimiento en el que se apliquen las leyes expedidas con anterioridad al hecho juzgado, tal como deriva de la jurisprudencia42 del Pleno de esta Suprema Corte de Justicia Novena Época, que lleva por rubro y texto son los siguientes: 42 Jurisprudencial del Pleno de esta Suprema Corte de Justicia Novena Época, Pleno, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo IV, julio de 1996, tesis P./J. 40/96, página 5. JA-0242/2010-I 100 ACTOS PRIVATIVOS Y ACTOS DE MOLESTIA. ORIGEN Y EFECTOS DE LA DISTINCIÓN. El artículo 14 constitucional establece, en su segundo párrafo, que nadie podrá ser privado de la vida, de la libertad o de sus propiedades, posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales previamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales del procedimiento y conforme a las leyes expedidas con anterioridad al hecho; en tanto, el artículo 16 de ese mismo Ordenamiento Supremo determina, en su primer párrafo, que nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento. Por consiguiente, la Constitución Federal distingue y regula de manera diferente los actos privativos respecto de los actos de molestia, pues a los primeros, que son aquellos que producen como efecto la disminución, menoscabo o supresión definitiva de un derecho del gobernado, los autoriza solamente a través del cumplimiento de determinados requisitos precisados en el artículo 14, como son, la existencia de un juicio seguido ante un tribunal previamente establecido, que cumpla con las formalidades esenciales del procedimiento y en el que se apliquen las leyes expedidas con anterioridad al hecho juzgado. En cambio, a los actos de molestia que, pese a constituir afectación a la esfera jurídica del gobernado, no producen los mismos efectos que los actos privativos, pues sólo restringen de manera provisional o preventiva un derecho con el objeto de proteger determinados bienes jurídicos, los autoriza, según lo dispuesto por el artículo 16, siempre y cuando preceda mandamiento escrito girado por una autoridad JA-0242/2010-I 101 con competencia legal para ello, en donde ésta funde y motive la causa legal del procedimiento. Ahora bien, para dilucidar la constitucionalidad o inconstitucionalidad de un acto de autoridad impugnado como privativo, es necesario precisar si verdaderamente lo es y, por ende, requiere del cumplimiento de las formalidades establecidas por el primero de aquellos numerales, o si es un acto de molestia y por ello es suficiente el cumplimiento de los requisitos que el segundo de ellos exige. Para efectuar esa distinción debe advertirse la finalidad que con el acto se persigue, esto es, si la privación de un bien material o inmaterial es la finalidad connatural perseguida por el acto de autoridad, o bien, si por su propia índole tiende sólo a una restricción provisional. Menos aún, consta en autos una resolución administrativa fundada y motivada a que hacen referencia los artículos 14 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 7, fracción VIII, del Código de Justicia Administrativa del Estado, donde obligan a las autoridades administrativas a dictar una resolución fundada y motivada donde justifiquen su actuar. En tanto, que de los actos administrativos impuestos a los actores únicamente consta que fueron detenidos y remitidos a barandillas; una vez que se les registró en los archivos de la dependencia de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, se procedió a fijar la multa administrativa JA-0242/2010-I 102 y una vez pagada ante la Secretaría de Finanzas y Administración del Estado, se procedió a su liberación. Consecuentemente, el acto de detención y arresto – provisional, al haberse impuesto una multa- son ilegales al haberse realizado por parte de los elementos de la Seguridad Pública del Estado, sin que se haya fundamentado la competencia de la autoridad y no haberse respetado su derecho a una audiencia pública, con las formalidades del procedimiento administrativo que culminará con una resolución administrativa por escrito fundada y motivada, emitida por autoridad distinta de la que ejecutó la detención, y donde se respetaran los derechos a la privacidad, su honor y la presunción de inocencia, en contravención a las normas internacionales transcritas y a lo previsto en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Por otra parte, no puede pasar desatendido y estudiado el concepto de violación alegado por los actores –aún ante lo fundado de los anteriores- dada su trascendencia en los actos, en éste argumentan que existió una aplicación de penas inusitadas al no existir tipicidad administrativa de supuestas conductas antijurídicas de este orden. Concepto de violación que resulta INFUNDADO. JA-0242/2010-I 103 Esto es así, ya que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha señalado que por "pena inusitada", en su acepción constitucional, debe entenderse aquella que ha sido abolida por inhumana, cruel, infamante y excesiva o porque no corresponde a los fines que persigue la penalidad. De lo anterior, se advierte que por pena inusitada no sólo se entiende aquellas que importan un maltrato ejercido de modo directo sobre el cuerpo y que causan dolor, sino todas aquellas penas no humanitarias, crueles y excesivas que al ser desproporcionadas se alejan de los fines de la penalidad. En ese sentido, se pronunció la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la jurisprudencia43 cuyo rubro y texto indican: PENA INUSITADA. SU ACEPCIÓN CONSTITUCIONAL. Según el espíritu del artículo 22 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el término inusitado aplicado a una pena no corresponde exactamente a la acepción gramatical de ese adjetivo, que significa lo no usado, ya que no podría concebirse que el Constituyente hubiera pretendido prohibir la aplicación, además de las penas que enuncia el citado precepto 22, de todas aquellas que no se hubiesen usado anteriormente; interpretar gramaticalmente el concepto, sería tanto como aceptar 43 Novena Época. Registro: 188555. Instancia: Pleno. Jurisprudencia. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. XIV, Octubre de 2001. Materia(s): Constitucional, Penal. Tesis: P./J. 126/2001. Página: 14. JA-0242/2010-I 104 que dicha disposición constituye un impedimento para el progreso de la ciencia penal, pues cualquier innovación en la forma de sancionar los delitos implicaría la aplicación de una pena inusitada. Así, por "pena inusitada", en su acepción constitucional, debe entenderse aquella que ha sido abolida por inhumana, cruel, infamante y excesiva o porque no corresponde a los fines que persigue la penalidad. Consecuentemente, no se puede concluir que un arresto administrativo en los términos consumados pudiera considerarse una pena inhumana, cruel, infamante y excesiva o porque no corresponde a los fines que persigue la penalidad, ya que la propia Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su artículo 21 contempla la facultad de las autoridades administrativas de llevarla a cabo, claro con las formalidades ya referidas con anterioridad. En relación a las excepciones de las autoridades demandadas, éstas se basaron principalmente en que la detención es una sanción que se encuentra comprendida en el artículo 21 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, dispositivo de donde deviene la fundamentación y motivación, así como en los artículos 2°, JA-0242/2010-I 105 3°, 99, fracción IX, de la Ley del Sistema de Seguridad Pública del Estado. Agregan que no existió vulneración de la garantía de debido proceso y de legalidad en razón de que en ningún momento se les coartó la potestad de elegir la sanción en términos del artículo 21 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Concluyen que al no existir juez administrativo o de paz, se viene aplicando la sanción de arresto o multa en los términos especificados, más no implica como sanción el listado que como medio de control de ingresos señalan los actores. Excepciones que se consideran insuficientes para sostener la legalidad de su actuar. Efectivamente, el artículo 21 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos regula la facultad de las autoridades para imponer el arresto administrativo por infracciones a reglamentos gubernativos y de policía; sin embargo, dicho dispositivo no es suficiente para sostener la legalidad del acto, sino que es necesario que se invoquen también la norma secundaria que los autorice a imponerla. Ahora bien, de la contestación de demanda la Secretaría de Seguridad Pública del Estado señaló como preceptos adicionales los artículos 2°, 3°, 99, fracción IX, de JA-0242/2010-I 106 la Ley del Sistema de Seguridad Pública del Estado; sin embargo, ni éstos y tampoco el artículo 21 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos fueron invocados al momento de la materialización de los actos analizados. Motivo por el cual, no es procedente su estudio en términos del artículo 255 del Código de Justicia Administrativa del Estado que prohíbe a las autoridades a cambiar los motivos y fundados del acto emitido en su contestación de demanda. En relación a que no existe juez de paz o administrativo, ello no es impedimento para que una vez realizada la detención –momentánea sólo si existe flagranciael elemento de seguridad tenga que llevar al detenido inmediatamente ante la autoridad competente (diversas a la que materializó la detención), quien en su momento determinará si se demostró su responsabilidad y si es o no acreedor a una sanción; de manera que si bien se trata de un derecho administrativo sancionador, es factible el aseguramiento del infractor en flagrancia, ya que a pesar de tratarse de faltas cívicas –o a la moral- se pueden lesionar bienes jurídicos, en el entendido de que la imposición o no de una multa o un arresto siempre debe estar sujeto a un procedimiento administrativo previo seguido ante autoridad competente, es decir, la remisión ante éste no implica JA-0242/2010-I 107 necesariamente la existencia de una responsabilidad, como lo sostienen las autoridades. En relación a este aspecto es necesario puntualizar que la Corte Interamericana de los Derechos Humanos ha establecido que nadie puede ser sometido a detención o encarcelamiento por causas y métodos que -aún calificados de legales- puedan reputarse como incompatibles con el respeto a los derechos fundamentales del individuo por ser, entre otras cosas, irrazonables, imprevisibles, o faltos de proporcionalidad44. Por lo cual, las autoridades deben cumplir con todos los requisitos y formalidades para realizar la detención. Otra excepción que hizo valer la Secretaría de Seguridad Pública del Estado consistió en que la norma constitucional tiene supremacía en su observancia y aplicación sobre el conjunto de artículos de la corte interamericana de derechos humanos o de alguno otro de corte internacional, el cual el Estado mexicano haya ratificado. Concluye que la parte actora pretende realizar una interpretación de la ley subjetiva, sin tomar en cuenta para ello la supremacía constitucional. 44 Cfr. Caso Gangaram Panday Vs. Suriname. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 21 de enero de 1994. Serie C No. 16, párr. 47. JA-0242/2010-I 108 Excepción que se estudia conjuntamente con la planteada por la Secretaría de Finanzas y Administración por su íntima vinculación, cuando señala que este Tribunal de Justicia Administrativa del Estado no es competente para conocer de violaciones a los derechos contenidos en la Convención Americana de Derechos Humanos. Además agrega que este Tribunal de Justicia Administrativa del Estado no es competente para conocer y resolver sobre violación a las garantías individuales y que sólo es materia de los tribunales de la federación. Excepciones que resultan notoriamente infundadas. Efectivamente, como lo sostiene la demandada Secretaría de Seguridad Pública del Estado, la Suprema Corte de Justicia de la Nación en diversos criterios había sostenido la supremacía de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos sobre los tratados internaciones45 45 Octava Época. Registro: 205596. Instancia: Pleno. Tesis Aislada. Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. 60, Diciembre de 1992. Materia(s): Constitucional. Tesis: P. C/92. Página: 27. LEYES FEDERALES Y TRATADOS INTERNACIONALES. TIENEN LA MISMA JERARQUIA NORMATIVA. De conformidad con el artículo 133 de la Constitución, tanto las leyes que emanen de ella, como los tratados internacionales, celebrados por el ejecutivo Federal, aprobados por el Senado de la República y que estén de acuerdo con la misma, ocupan, ambos, el rango inmediatamente inferior a la Constitución en la jerarquía de las normas en el orden jurídico mexicano. Ahora bien, teniendo la misma jerarquía, el tratado internacional no puede ser criterio para determinar la constitucionalidad de una ley ni viceversa. Por ello, la Ley de las Cámaras de Comercio y de las de Industria no puede ser considerada inconstitucional por contrariar lo dispuesto en un tratado internacional. Registro No. 192867. Localización: Novena Época. Instancia: Pleno. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. X, Noviembre de 1999. Página: 46. Tesis: P. LXXVII/99. Tesis Aislada. Materia(s): Constitucional. TRATADOS INTERNACIONALES. SE UBICAN JERÁRQUICAMENTE POR ENCIMA DE LAS LEYES FEDERALES Y EN UN SEGUNDO PLANO RESPECTO DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL. Persistentemente en la doctrina se ha formulado la interrogante respecto a la jerarquía de normas en nuestro derecho. Existe unanimidad respecto de que la Constitución Federal es la norma fundamental y que aunque en JA-0242/2010-I 109 y su última interpretación fue en el sentido de que dichos tratados se encontraban por encima de las leyes generales y federales, pero por debajo de la constitución46. principio la expresión "... serán la Ley Suprema de toda la Unión ..." parece indicar que no sólo la Carta Magna es la suprema, la objeción es superada por el hecho de que las leyes deben emanar de la Constitución y ser aprobadas por un órgano constituido, como lo es el Congreso de la Unión y de que los tratados deben estar de acuerdo con la Ley Fundamental, lo que claramente indica que sólo la Constitución es la Ley Suprema. El problema respecto a la jerarquía de las demás normas del sistema, ha encontrado en la jurisprudencia y en la doctrina distintas soluciones, entre las que destacan: supremacía del derecho federal frente al local y misma jerarquía de los dos, en sus variantes lisa y llana, y con la existencia de "leyes constitucionales", y la de que será ley suprema la que sea calificada de constitucional. No obstante, esta Suprema Corte de Justicia considera que los tratados internacionales se encuentran en un segundo plano inmediatamente debajo de la Ley Fundamental y por encima del derecho federal y el local. Esta interpretación del artículo 133 constitucional, deriva de que estos compromisos internacionales son asumidos por el Estado mexicano en su conjunto y comprometen a todas sus autoridades frente a la comunidad internacional; por ello se explica que el Constituyente haya facultado al presidente de la República a suscribir los tratados internacionales en su calidad de jefe de Estado y, de la misma manera, el Senado interviene como representante de la voluntad de las entidades federativas y, por medio de su ratificación, obliga a sus autoridades. Otro aspecto importante para considerar esta jerarquía de los tratados, es la relativa a que en esta materia no existe limitación competencial entre la Federación y las entidades federativas, esto es, no se toma en cuenta la competencia federal o local del contenido del tratado, sino que por mandato expreso del propio artículo 133 el presidente de la República y el Senado pueden obligar al Estado mexicano en cualquier materia, independientemente de que para otros efectos ésta sea competencia de las entidades federativas. Como consecuencia de lo anterior, la interpretación del artículo 133 lleva a considerar en un tercer lugar al derecho federal y al local en una misma jerarquía en virtud de lo dispuesto en el artículo 124 de la Ley Fundamental, el cual ordena que "Las facultades que no están expresamente concedidas por esta Constitución a los funcionarios federales, se entienden reservadas a los Estados.". No se pierde de vista que en su anterior conformación, este Máximo Tribunal había adoptado una posición diversa en la tesis P. C/92, publicada en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Número 60, correspondiente a diciembre de 1992, página 27, de rubro: "LEYES FEDERALES Y TRATADOS INTERNACIONALES. TIENEN LA MISMA JERARQUÍA NORMATIVA."; sin embargo, este Tribunal Pleno considera oportuno abandonar tal criterio y asumir el que considera la jerarquía superior de los tratados incluso frente al derecho federal. 46 Novena Época. Registro: 172650. Instancia: Pleno. Tesis Aislada. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. XXV, Abril de 2007. Materia(s): Constitucional. Tesis: P. IX/2007. Página: 6. TRATADOS INTERNACIONALES. SON PARTE INTEGRANTE DE LA LEY SUPREMA DE LA UNIÓN Y SE UBICAN JERÁRQUICAMENTE POR ENCIMA DE LAS LEYES GENERALES, FEDERALES Y LOCALES. INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 133 CONSTITUCIONAL. La interpretación sistemática del artículo 133 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos permite identificar la existencia de un orden jurídico superior, de carácter nacional, integrado por la Constitución Federal, los tratados internacionales y las leyes generales. Asimismo, a partir de dicha interpretación, armonizada con los principios de derecho internacional dispersos en el texto constitucional, así como con las normas y premisas fundamentales de esa rama del derecho, se concluye que los tratados internacionales se ubican jerárquicamente abajo de la Constitución Federal y por encima de las leyes generales, federales y locales, en la medida en que el Estado Mexicano al suscribirlos, de conformidad con lo dispuesto en la Convención de Viena Sobre el Derecho de los Tratados entre los Estados y Organizaciones Internacionales o entre Organizaciones Internacionales y, además, atendiendo al principio fundamental de derecho JA-0242/2010-I 110 No obstante, dicha circunstancia no fue impedimento para que este Tribunal de Justicia Administrativa del Estado pudiera aplicar el denominado control convencional – contrario a lo sostenido por la Secretaría de Finanzas y Administración-, que consiste en una garantía destinada a obtener la aplicación armónica del derecho vigente –entre ellos el derecho doméstico y el internacional-, un control enraizado en la protección de los derechos y garantías particulares. La razón es, como se indicó con anterioridad, por la obligación de los órganos jurisdiccionales de atender el contenido de los derechos reconocidos no sólo en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en las normas que los rigen, sino además en los establecidos en la Convención Americana sobre Derechos Humanos y los múltiples convenios y tratados internacionales que México ha suscrito, ya que dicho derecho convencional forma parte del sistema jurídico mexicano al haberlos firmado, atendiendo al principio pacta sunt servanda. Por tanto, es incorrecto sostener que este Tribunal de Justicia Administrativa del Estado no es competente para conocer de la violación a las normas de derecho internacional consuetudinario "pacta sunt servanda", contrae libremente obligaciones frente a la comunidad internacional que no pueden ser desconocidas invocando normas de derecho interno y cuyo incumplimiento supone, por lo demás, una responsabilidad de carácter internacional. JA-0242/2010-I 111 internacional, siempre y cuando entren dentro de la competencia de este órgano jurisdiccional. Además, es incorrecto sostener que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos tiene supremacía en relación con los tratados internaciones, cuando se traten de violaciones a derechos humanos, toda vez que desde el año dos mil diez el Primer Tribunal Colegiado en Materias Administrativa y del Trabajo del Décimo Primer Circuito sostuvo –en un asunto de este tribunal- que dichos ordenamientos se encuentran al mismo nivel cuando se refiera a conflictos de derechos humanos, esto en su tesis47 siguiente: TRATADOS INTERNACIONALES. CUANDO LOS CONFLICTOS SE SUSCITEN EN RELACIÓN CON DERECHOS HUMANOS, DEBEN UBICARSE A NIVEL DE LA CONSTITUCIÓN. Los tratados o convenciones suscritos por el Estado mexicano relativos a derechos humanos, deben ubicarse a nivel de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, porque dichos instrumentos internacionales se conciben como una extensión de lo previsto en esa Ley Fundamental respecto a los derechos humanos, en tanto que constituyen la razón y el objeto de las instituciones. Por lo que los principios que conforman el derecho subjetivo público, deben adecuarse a las diversas finalidades de los medios de defensa que prevé la propia Constitución y de acuerdo con su artículo 133 las autoridades 47 Registro No. 164509. Localización: Novena Época. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. XXXI, Mayo de 2010. Página: 2079. Tesis: XI.1o.A.T.45 K. Tesis Aislada. Materia(s): Común. JA-0242/2010-I 112 mexicanas deben respetarlos, por lo que bajo ninguna circunstancia pueden ser ignorados por ellos al actuar de acuerdo a su ámbito competencial. Además, dicha disidencia quedó determinada el diez de junio de dos mil once con la publicación de las reformas a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, donde se dejó en claro la jerarquía de los tratados internacionales -principalmente la de la Convención Americana sobre Derechos Humanos- al disponer: Artículo 1°. ... Las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de conformidad con esta Constitución y con los tratados internacionales de la materia favoreciendo en todo tiempo a las personas la protección más amplia. Todas las autoridades, competencias, tienen la en el ámbito obligación de de sus promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. En consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a los derechos humanos, en los términos que establezca la ley. ... En consecuencia, se considera que con las reformas a la constitución se obliga a este Tribunal de Justicia Administrativa del Estado a interpretar los derechos humanos de conformidad con la Constitución Política de los Estados JA-0242/2010-I 113 Unidos Mexicanos y con los tratados internacionales de la materia favoreciendo en todo tiempo a las personas con una protección más amplia. Lo anterior, es en términos del artículo 29 de la Convención Americana de los Derechos Humanos48 que contienen los lineamientos específicos para realizar dicha tarea. Incluso, este Tribunal de Justicia Administrativa del Estado es también competente para aplicar los artículos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y determinar su violación en los actos emitidos por las autoridades que entren dentro de los supuestos que el propio Código de Justicia Administrativa del Estado consagra, y que son propios del conocimiento de este órgano jurisdiccional, pronunciándose sobre la constitucional, más no ilegalidad de la de la infracción declaración de inconstitucionalidad del acto. 48 Artículo 29. Normas de Interpretación Ninguna disposición de la presente Convención puede ser interpretada en el sentido de: a) permitir a alguno de los Estados Partes, grupo o persona, suprimir el goce y ejercicio de los derechos y libertades reconocidos en la Convención o limitarlos en mayor medida que la prevista en ella; b) limitar el goce y ejercicio de cualquier derecho o libertad que pueda estar reconocido de acuerdo con las leyes de cualquiera de los Estados Partes o de acuerdo con otra convención en que sea parte uno de dichos Estados; c) excluir otros derechos y garantías que son inherentes al ser humano o que se derivan de la forma democrática representativa de gobierno, y d) excluir o limitar el efecto que puedan producir la Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre y otros actos internacionales de la misma naturaleza. JA-0242/2010-I 114 Es decir, es claro que todas las autoridades, ordinarias y constitucionales, están obligadas a la aplicación directa de la regulación constitucional de los derechos fundamentales. Esto es así, porque todos los órganos jurisdiccionales deben tutelar los derechos fundamentales en la forma que los ha delineado la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos –además de los tratados internacionales- y su aplicación directa corresponde a todos los órganos con el fin de respetar los principios fundamentales que en ella se consagran. Tiene aplicación la tesis49 de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, cuyo rubro y texto indican: CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS. SU APLICACIÓN DIRECTA CORRESPONDE INDISTINTAMENTE A TODAS LAS AUTORIDADES ORDINARIAS CONSTITUCIONAL, SIEMPRE O Y DE CONTROL CUANDO NO DESAPLIQUEN, PARA ESE EFECTO, UNA LEY SECUNDARIA. Los artículos 40 y 133 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos consagran el principio de supremacía constitucional, en tanto disponen que la Constitución es la ley fundamental o suprema, naturaleza que niega la posibilidad de que esté sometida a otro cuerpo normativo superior y, en cambio, requiere que todo le sea inferior y que cada acto de autoridad esté de 49 Novena Época. Registro: 168177. Instancia: Segunda Sala. Tesis Aislada. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. XXIX, Enero de 2009. Materia(s): Constitucional. Tesis: 2a. CLXII/2008. Página: 781. JA-0242/2010-I 115 acuerdo con ella. Por tanto, en términos generales, todas las autoridades ordinarias o de control constitucional, están obligadas a aplicarla directamente, particularmente cuando se está en presencia de derechos fundamentales, aplicación que ya ha reconocido la Suprema Corte de Justicia de la Nación en diversos precedentes. No obstante, las autoridades distintas a los Jueces Constitucionales del Poder Judicial de la Federación deben aplicar directamente la Constitución hasta el límite de lo dispuesto en una ley formal y material; es decir, sólo deben aplicar e interpretar los contenidos constitucionales. En una más de las excepciones exteriorizadas por la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, argumenta que los actores vulneraron el contenido del artículo 6° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ya que al momento de la marcha de los ciclonudistas transitaban tanto en vehículos como a pie una gran cantidad de personas, y lo más grave niños, y como es bien sabido existe un interés preponderante para el cuidado y protección de los infantes. Excepción que se considera insuficiente para sustentar la legalidad del acto. En efecto, como lo sostiene la autoridad demandada, existe un interés preponderante para el cuidado y protección de los infantes, ello en términos de los artículos 4o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 3° de JA-0242/2010-I 116 la Convención sobre los Derechos del Niño; y 3, 4, 6 y 7 de la Ley para la Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, dispositivos de los cuales se desprende que se debe atender primordialmente el interés superior del niño lo cual implica que el desarrollo de éste y el ejercicio pleno de sus derechos deben ser considerados como criterios rectores para la elaboración de normas y la aplicación de éstas en todos los órdenes relativos a la vida del niño. No obstante, también el Estado Mexicano ha pugnado por la subsistencia del derecho de libertad de expresión reconocido a nivel de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en el artículo 30 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, el cual fue ejercido por los actores. Además, en términos del artículo 13.2. de dicha Convención Americana sobre Derechos Humanos el ejercicio de la libertad de expresión no puede ser sujeto a censura, sino a responsabilidades ulteriores, las que deben estar expresamente fijadas por la ley. En relación a este derecho la Corte Interamericana de los Derechos Humanos ha sostenido que existe una dimensión individual, la libertad de expresión no se agota en el reconocimiento teórico del derecho a hablar o escribir, sino que comprende además, inseparablemente, el derecho a utilizar medio apropiado JA-0242/2010-I para difundir el 117 pensamiento y hacerlo llegar al mayor número de destinatarios.50 En ese sentido, nos encontramos bajo un conflicto de principios el cual se resuelve bajo la ponderación que es el “procedimiento mediante el cual se establece qué derecho debe prevalecer en una colisión entre derechos fundamentales”, ya que éste tipo de interpretación jurídica es valiosa, no sólo porque permite decisiones más justas y equilibradas, sino porque requiere de un trabajo profundo, delicado y jurisprudencia exigente que indudablemente académicamente y lleva a argumentativamente nutrida. Tipo de interpretación que se encuentra sustentada en el propio artículo 5° del Código de Justicia Administrativa del Estado, donde autoriza la interpretación a partir de principios, que es el presente supuesto. Generalmente, el objeto de la ponderación son intereses enfrentados que han recibido alguna protección constitucional, la cual es mayor en el caso de intereses resguardados por derechos fundamentales. Los intereses ponderados también se concretan en medidas y fines estatales. Se pondera, por una parte, las medidas y los fines 50 Cfr. La Colegiación Obligatoria de Periodistas. Opinión Consultiva OC-5/85, párrafo 31. JA-0242/2010-I 118 estatales y, por otra parte, la afectación de parámetros formales o materiales consagrados en la Constitución. Existe, por lo tanto, una clara relación conceptual entre la proporcionalidad y la ponderación. La primera es establecida mediante la segunda, puesto que siendo la primera un concepto relacional, los extremos de dicha relación han de ser comparados y sopesados, esto es, ponderados con el fin de establecer si ellos mantienen el equilibrio, el balance o la medida debida o, por el contrario, se desconocen las prohibiciones de exceso o defecto. El ejercicio de ponderación de derechos en colisión, es necesario realizarlo cuando ambos están en conflicto de subsistencia o jerarquización axiológica, esto es, la ponderación exige sacrificar o descartar un derecho para la subsistencia o aplicación de otro, pero teniendo como premisa la existencia del conflicto material. En el caso concreto, no existe la afectación de uno de los derechos confrontados, como se comprobara en líneas siguientes. Ahora bien, a criterio de esta Sala la conducta de los actores realizada en la marcha ciclonudista realizada el doce de junio de dos mil diez, en ejercicio del derecho a la libertad de expresión contenida en el 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y artículo 6°, primer párrafo, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, por sí JA-0242/2010-I 119 sola no puede constituir una falta a la moral –como fue catalogada por los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado-, al no haberse acreditado que ésta tuviera un fin erótico, de morbo, de exhibicionismo y además no se probó qué existiera alguna seña o manifestación erótica por parte de los manifestantes dentro del desarrollo de la misma, que fuera más allá de la propia exhibición de los cuerpos desnudos o semidesnudos, o en su caso, que existiera alguna manifestación exterior que expresara afectación en contra de los valores morales de la sociedad. Por tanto, a juicio de esta Sala la marcha ciclonudista no rebasó de manera alguna los límites en el ejercicio de su derecho de libre expresión. Además, es un hecho notorio que la libertad de expresión se ha ejercido desde tiempos remotos, donde el cuerpo desnudo ha sido tema de arte y manifestación, desde la época de la Grecia socrática y platónica, donde introdujeron el desnudo en el arte y la perfección del cuerpo como un ideal humano, hasta el desnudo fotográfico y pictórico, como puede observarse en la pintura de “El Nacimiento de Venus” (1485), “Alegoría de La Primavera” (1478) de Botticelli, “Parsano” (1631) de Poussin, “Venus del Espejo” (1555) “Venus de Urbiano” (1538) “Venus del Amor” (1548) de Tiziano, entre otros. JA-0242/2010-I 120 En consecuencia, se acreditó por parte de los actores que los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, violentaron su derecho a la libertad de pensamiento y expresión consagrada en el artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, y 6°, párrafo primero, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Por otra parte, es incuestionable la existencia de los derechos humanos de los menores y el interés preponderante para el cuidado y protección de los infantes, en términos de los ordenamientos supranacionales y nacionales, citados con anterioridad. No obstante, dentro del presente proceso las autoridades demandadas en momento alguno acreditaron su excepción en el sentido de la existencia de tránsito de niños al momento de la detención administrativa y su posible afectación, mucho menos que existiera durante el desarrollo de la marcha una manifestación o señal obscena, erótica o perturbadora que atentara en contra de la moral, lo que hace innecesario realizar el estudio planteado, ante la inexistencia de acreditación por parte de las autoridades de su excepción. Esto es, al no acreditarse la afectación de los derechos humanos reconocidos a los menores en los ordenamientos nacionales y supranacionales, ello impide a este órgano JA-0242/2010-I 121 jurisdiccional a realizar la ponderación y determinar la subsistencia de un derecho sobre el otro. Por tal motivo, se declara que a los actores se les violaron los derechos fundamentales de libertad de expresión y seguridad jurídica reconocidos por el Estado Mexicano en el artículo 7°, fracciones I y VIII, Código de Justicia Administrativa del Estado, 6°, primer párrafo, 14, 115, fracción IIII, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 7.1. 7.5. 8.1. 8.5. y 13.1. de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, artículo 9° del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos que es corroborado con las disposiciones contenidas en el CONJUNTO DE PRINCIPIOS PARA LA PROTECCIÓN DE TODAS LAS PERSONAS SOMETIDAS A CUALQUIER FORMA DE DETENCIÓN O PRISIÓN; consecuentemente, se declara la ilegalidad de la detención administrativa, que conllevo a la privación momentánea de la libertad (arresto administrativo) y el pago de una multa administrativa, en términos del artículo 275 fracciones I y III del Código de Justicia Administrativa del Estado. NOVENO. Conclusión del estudio de la litis principal y sus efectos. Con base en las anteriores consideraciones, al haberse declarado la ilegalidad JA-0242/2010-I de la detención 122 administrativa, que conllevó a la privación momentánea de la libertad (arresto administrativo) y el pago de una multa administrativa, este Tribunal de Justicia Administrativa del Estado, con fundamento en lo dispuesto por el artículo 278, fracción II, del Código de Justicia Administrativa del Estado declara la nulidad lisa y llana del pago de la multa administrativa y se ordena a la Secretaría de Finanzas y Administración del Estado a su devolución, toda vez que constituye el pago de lo no debido. El pago de lo no debido se traduce en el resarcimiento del daño material acreditable, consistente en el menoscabo del patrimonio al pagar una multa derivada de actos declarados ilegales. De este modo, se considera innecesario el análisis de los restantes argumentos hechos valer en los conceptos de nulidad planteados por los actores en relación a tales actos, tomando en consideración que con el presente fallo, se satisface la pretensión del actor. Tiene aplicación en lo conducente, la jurisprudencia51 del Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito, que en su rubro y texto indica: AGRAVIOS EN LA REVISIÓN FISCAL. SI UNO DE ELLOS RESULTA FUNDADO Y SUFICIENTE PARA 51 Jurisprudencia número I.7o.A. J/47, del Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito, consultable en la Novena Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo XXX, del mes de agosto de dos mil nueve, página 1244. JA-0242/2010-I 123 DEJAR SIN EFECTOS EL FALLO IMPUGNADO, ES INNECESARIO EL ESTUDIO DE LOS RESTANTES. Si al analizar los agravios invocados en el recurso de revisión fiscal previsto en el artículo 63 de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo (correlativo del precepto 248 del Código Fiscal de la Federación, vigente hasta el 31 de diciembre de 2005), uno de ellos resulta fundado y suficiente para dejar sin efectos el fallo impugnado, es innecesario el estudio de los restantes motivos de queja, pues con ellos no se obtendría algún otro efecto diverso al ya determinado. Con fundamento en el artículo 280 del Código de Justicia Administrativa del Estado y para lograr el pleno restablecimiento en los derechos violentados a los actores, se ordena a la Secretaría de Finanzas y Administración del Estado devolver a los demandantes la cantidad que erogaron con motivo del pago de la multa administrativa impuesta por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado y que fue cubierta ante ella por la cantidad de $30.00 (Treinta pesos 00/100 moneda nacional). Condena que deberá realizar la demandada dentro del término de diez días hábiles posteriores a la notificación de la sentencia o dentro de los tres meses siguientes al siguiente ejercicio presupuestal, con las actualizaciones y los recargos establecidos por la legislación fiscal del Estado, desde la emisión de la sentencia; bajo el apercibimiento que de no hacerlo en los términos señalados se emplearan los medios JA-0242/2010-I 124 de apremios previstos en el Código de Justicia Administrativa del Estado. Ahora bien, al constar en autos visible a foja doscientos cincuenta y dos y doscientos cincuenta y tres, que le fue otorgada la medida cautelar a los actores para los efectos de la protección de todos los datos, registros, fotografías y cualquier documento que obre en la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, que contuviera cualquier dato personal de los actores en juicio o que tenga referencia a los hechos acontecidos el doce de junio de dos mil diez sobre la Avenida Solidaridad de esta ciudad capital y que fuera motivo de las detenciones administrativas y al pago de las multas, cuyos recibos de esa misma son los números de folio 5566775, 5566785, 5566786, 5566792, 5566790, 5566788, 5566795, 5566798, 5566776, 5566791, 5566779 y 5566789, con el efecto de que se abstuviera de proporcionar a persona física, moral o autoridad administrativa cualquier tipo de información derivada de los mismos en tanto se resolvía el fondo del litigio; con fundamento en el artículo 280 del Código de Justicia Administrativa del Estado de Michoacán de Ocampo, cesa la suspensión dado su carácter provisional e instrumental emitida en el proceso, pero se ordena a la autoridad demandada dejar subsistente lo anterior de forma definitiva, ya que dicho efecto es propio de la presente JA-0242/2010-I 125 sentencia para quedar con carácter de definitivo para el efecto de restablecer a los accionantes en el ejercicio de sus derechos, por lo que se ordena la eliminación de todos los datos derivados de su actuación, respecto de los hechos motivo de la detención. Condena que deberá realizar la demandada dentro del término de diez días hábiles posteriores a la notificación de la sentencia; bajo el apercibimiento que de no hacerlo en los términos señalados se emplearan los medios de apremios previstos en el Código de Justicia Administrativa del Estado. DÉCIMO. Estudio de la litis sobre la reparación del daño por detención arbitraria. En relación a la reparación del daño, los actores argumentan que al existir de forma consumada la detención administrativa arbitraria es procedente la reparación económica por el daño causado a sus personas en términos del artículo 9.5 del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos, ya que este tipo de violaciones a la libertad personal producen severas afectaciones en el decoro y en el sentimiento de las víctimas, por lo que se debe cuantificar en su justa dimensión la cantidad señalada en su pretensión. Por su parte, la Secretaría de Seguridad Pública del Estado manifestó que al no acreditar que la detención fue JA-0242/2010-I 126 arbitraria y que ésta se ajustó a lo estipulado en el artículo 21 constitucional, luego no existió omisión alguna por falta de adecuación a la citada convención interamericana sobre derechos humanos, ya que sobre ella esta nuestra Carta Magna. Concepto de violación que se estima FUNDADO e inatendible la excepción planteada. En primer término, como ya se señaló con anterioridad la detención administrativa que conllevó a un arresto administrativo provisional y a la imposición de una multa, es ilegal al haberse emitido sin la debida fundamentación de la competencia de la autoridad que la realizó y sin la tramitación del procedimiento administrativo donde se respetará la garantía de audiencia con las formalidades esenciales del procedimiento. Ahora bien, en relación al daño material motivo de la ejecución del acto administrativo impugnado, se tiene que de autos únicamente se desprende la evidencia de que los ahora actores fueron detenidos administrativamente, que fueron privados momentáneamente de la libertad y que para obtener su libertad realizaron el pago de la multa para obtener su libertad; sin embargo, no se ofreció prueba alguna para acreditar el daño objeto inmediato y directo. JA-0242/2010-I 127 En ese sentido, se tiene que la indemnización por daños y perjuicios a que se refiere el artículo 193, fracción III, del Código de Justicia Administrativa del Estado debe pedirse en la demanda principal y, excepcionalmente, en la ampliación de demanda, cuando esta última sea procedente, y se debe demostrar que los daños y perjuicios efectivamente se causaron y que fueron consecuencia directa e inmediata del acto tildados de nulos y el monto al que ascendió la afectación patrimonial. Lo anterior es así, toda vez que el artículo 283 del Código de Justicia Administrativa del Estado obliga a la autoridad a pagar los daños y perjuicios dentro de los diez días posteriores a la emisión de la ejecutoria; o en su defecto, diverso numeral 280 del mismo ordenamiento jurídico establece la opción para que la autoridad realice el pago de los daños y perjuicios dentro de los tres primeros meses del ejercicio presupuestal, con la correspondiente actualización y recargos establecidos en la legislación fiscal del Estado; lo anterior, siempre y cuando se hubiera declarado su procedencia dentro de la sentencia que resuelve el juicio administrativo. Así, cabe precisar, en principio, que el Código Civil del Estado, en sus artículos 1273 y 1274, define al daño como la pérdida o menoscabo sufrido en el patrimonio por la falta de JA-0242/2010-I 128 cumplimiento de una obligación, y al perjuicio lo precisa como la privación de cualquier ganancia lícita, que debiera haberse obtenido con el cumplimiento de la obligación. En su artículo 1275 el propio ordenamiento dispone que los daños y perjuicios deben ser consecuencia inmediata y directa de la falta de cumplimiento de la obligación, ya sea que se hayan causado o que necesariamente deban causarse. Por su parte, el diverso precepto 1114 del propio Código Civil del Estado prevé que quien exija el cumplimiento o resolución de una obligación recíproca tiene derecho al resarcimiento de los daños y perjuicios. En relación al daño material, este órgano jurisdiccional ya estableció la condena en contra de las autoridades, consistente en la devolución del pago de la multa que tuvieron que erogar los actores para poder obtener sus libertad, lo cual se tradujo como daños a su patrimonio. Sin embargo, en aplicación del control convencional, es de señalar que el daño inmaterial ha sido definido por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en jurisprudencia52 obligatoria e ilustrativa para este órgano jurisdiccional en los siguientes términos: 52 Cfr. Caso Anzualdo Castro Vs. Supra nota 30, párr.. 218, y Caso Dacosta Cadogan Vs. Barbados, supra 446, párr.. 111 JA-0242/2010-I 129 El daño inmaterial puede comprender tanto los sufrimientos y las aflicciones causados a la víctima y a sus allegados, el menoscabo de valores muy significativos para las personas, así como las alteraciones, de carácter no pecuniario, en las condiciones de existencia de la víctima o su familia. Dado que no es posible asignar al daño inmaterial un equivalente monetario preciso, sólo puede ser objeto de compensación, mediante el pago de una cantidad de dinero o la entrega de bienes o servicios apreciables en dinero, que el Tribunal determina en términos de equidad, así como mediante la realización de actos u obras de alcance o repercusión públicos, que tengan como efecto el reconocimiento de la dignidad de la víctima y evitar que vuelva a ocurrir violaciones de los derechos humanos. En ese sentido, este órgano jurisdiccional de las constancias que obran en autos no advierte la existencia de un daño inmaterial de extensa trascendencia en las personas de los actores y sus familiares, aún en aplicación de la suplencia de la queja no existe evidencia que compruebe de manera alguna los aspectos del daño inmaterial. Además, al no haberse acreditado en autos una cuantía sobre el daño inmaterial sufrido en la persona de los actores, pero partiendo en equidad atendiendo la alteración posible que toda persona sufre al momento de ser detenida y JA-0242/2010-I 130 atendiendo que ésta fue realizada de forma ilegal –como ya fue calificada por este Tribunal de Justicia Administrativa del Estado-, por tanto, se procede a condenar a la Secretaría de Seguridad Pública del Estado al pago de un día de salario mínimo general vigente en esta zona geográfica en favor de cada uno de los actores, ello atendiendo al daño inmaterial. Condena que deberá pagar la demandada dentro del término de diez días hábiles posteriores a la notificación de la sentencia o dentro de los tres meses siguientes al siguiente ejercicio presupuestal, con las actualizaciones y los recargos establecidos por la legislación fiscal del Estado, desde la emisión de la sentencia; bajo el apercibimiento que de no hacerlo en los términos señalados se emplearán los medios de apremio previstos en el Código de Justicia Administrativa del Estado. Además, se tiene que con la emisión de la presente sentencia donde se estableció que si existió la violación de los derechos fundamentales de los accionantes, con ello se constituye en una forma de reparación. Lo anterior, tal y como lo ha sustentado la Corte Interamericana de Derechos Humanos.53 53 Cfr. Caso Noriega Alegría y otros. Vs. Perú. Reparaciones y Costas. Sentencia de 19 de septiembre de 1996. Serie C No. 29. Párr.. 56; Caso Anzualdo Castro Vs. Perú, supra nota 30, párr.. 219, y Caso dacosta Cadogan Vs. Barbados, supra nota 446, párr. 100. JA-0242/2010-I 131 UNDÉCIMO. Estudio de la litis sobre responsabilidad patrimonial por omisión reglamentaria. En el argumento que sostienen los actores arguyen que existe una responsabilidad patrimonial estatal indirecta, por culpa, por haber omitido el deber jurídico del artículo 60, fracción VI, (sic) al no cumplir la normatividad de la materia interna los deberes de adoptar disposiciones del artículo 2° de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en este caso la omisión reglamentaria que permitiera la reducción de las garantías procesales, produciendo una alteración en la prestación del servicio cuestionado. Por su parte, la Consejería Jurídica del Ejecutivo del Estado, en representación del Gobernador del Estado, argumentó que la reclamación de omisión administrativa de no cumplir con lo dispuesto en el artículo 2° de la Convención Americana sobre Derechos Humanos es obligación del Congreso de la Unión y que la adecuación de la normatividad del debido proceso en el artículo 8° de la citada convención ya que el acto administrativo es por una conducta de los propios actores que dio origen al arresto administrativo, siendo falso la violación al convenio. Pretensión que se considera FUNDADA, pero INOPERANTE. JA-0242/2010-I 132 Es fundado el concepto de violación en relación a la omisión en que ha incurrido el Ejecutivo del Estado en reglamentar el debido proceso en el derecho administrativo sancionador en materia de arresto administrativo, contraviniendo el deber de adoptar disposiciones de derecho interno del artículo 2° de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, el cual establece lo siguiente: Artículo 2. Deber de Adoptar Disposiciones de Derecho Interno Si el ejercicio mencionados en de el los derechos artículo 1 no y libertades estuviere ya garantizado por disposiciones legislativas o de otro carácter, los Estados Partes se comprometen a adoptar, con arreglo a sus procedimientos constitucionales y a las disposiciones de esta Convención, las medidas legislativas o de otro carácter que fueren necesarias para hacer efectivos tales derechos y libertades. En ese sentido, al haber suscrito y ratificado México la Convención Americana de Derecho Humanos es indudable que el compromiso internacional asumidos por el Estado Mexicano lo realiza en su conjunto y comprometen a todas sus autoridades del Estado parte frente a la comunidad internacional; sin que exista limitación competencial entre la federación y las entidades federativas, esto es, no se toma en cuenta la competencia federal o local del contenido del tratado, sino que por mandato expreso del propio artículo 133 JA-0242/2010-I 133 el Presidente de la República y el Senado pueden obligar al Estado mexicano en cualquier materia, independientemente que para otros efectos ésta sea competencia de las entidades federativas. Por tanto, no puede excusarse el Poder Ejecutivo del Estado de Michoacán de Ocampo, en el sentido de que dicha facultad era obligación del Congreso del Estado. Luego, al no haber acreditado el Gobernador del Estado que ejerció su competencia de crear norma ni obra en autos que haya externado normativamente voluntad alguna para hacerlo, mediante alguna iniciativa presentada ante el Congreso del Estado, tiene como consecuencia la no acreditación de su excepción planteada. Lo anterior, se robustece al quedar de manifiesto la ausencia de desarrollo de norma material que regule el arresto administrativo; es decir, existe ausencia total de reglamentación en el actuar de los cuerpos de Seguridad Estatal para iniciar un procedimiento instituido con garantías a los particulares, donde se respeten los derechos fundamentales reconocidos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y tratados internacionales de los cuales México es parte, como ya existen en el Distrito Federal la denominada Ley de Cultura Cívica del Distrito Federal, ordenamientos con el que se ha regulado un JA-0242/2010-I 134 procedimiento administrativo determinado para cumplir con la garantía de audiencia de los particulares. No obstante, esta omisión no fue causa directa de los arrestos y todas sus consecuencias atribuidas a los cuerpos de seguridad pública, toda vez que ante la ausencia de norma específica, administrativas el es obligación instruir un de las autoridades procedimiento con las formalidades esenciales a favor del particular y la garantía de audiencia, lo cual no fue cumplido (tan es así que se declaró ilegal el acto y se condenó a la reparación del daño material e inmaterial). En consecuencia, no es procedente la condena al pago de indemnización por daño por la omisión normativa, al no ser consecuencia inmediata del daño sobre el cual se quejaron los actores. Sin embargo, no se deja de reconocer que pueden actualizarse otros supuestos que con la simple omisión de reglamentar los actos de policías en relación a los arrestos administrativos, puedan tener consecuencias que degraden y vulneren derechos humanos en perjuicio de los particulares, y que es necesario en su momento regular dicha situación en favor de los ciudadanos, garantizando con ello una adecuación al marco internacional respecto a los derechos humanos. JA-0242/2010-I 135 Tiene aplicación en lo conducente la tesis54 del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que en su rubro y texto indica: SEGURIDAD PÚBLICA, FUERZA PÚBLICA Y ACTOS DE POLICÍA. LAS OMISIONES LEGISLATIVAS EN ESAS MATERIAS PROPICIAN POR SÍ MISMAS CONDICIONES DE VULNERABILIDAD DE LOS DERECHOS HUMANOS. La existencia de omisiones legislativas y reglamentarias en materia de actos de policía, fuerza pública y seguridad pública, propician por sí mismas condiciones de vulnerabilidad de los derechos humanos, particularmente del derecho a la protección de la vida y de la integridad personal (física y psicológica), pues conforme a estos derechos humanos, el Estado debe realizar acciones que coadyuven a su respeto y ejercicio, entre las que se encuentran aquellas de orden legislativo, reglamentario y protocolario. Consecuentemente, la ausencia de estas medidas normativas permite que la fuerza pública se ejerza irresponsablemente, lastrando el avance hacia una cultura policial democrática, sin apego a los derechos reconocidos en el derecho internacional a toda persona, y particularmente a las que son objeto de una acción policiaca, y que son recogidos y tutelados por la Constitución General de la República. Por lo anteriormente expuesto y además con fundamento en lo dispuesto en los artículos 272, 273, 274, 275 fracción I y III, 276, 278, fracción II, del Código de 54 Registro No. 162995. Localización: Novena Época. Instancia: Pleno. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. XXXIII, Enero de 2011. Página: 61. Tesis: P. LXIX/2010. Tesis Aislada. Materia(s): Constitucional. JA-0242/2010-I 136 Justicia Administrativa del Estado, 1° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 1°, 2° y 29 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, se RESUELVE: PRIMERO. Este órgano jurisdiccional es competente para conocer y resolver el presente juicio administrativo. SEGUNDO. Se decreta el sobreseimiento del juicio del acto denominado declaraciones imprecisas sobre los hechos que motivan el presente litigio de convencionalidad sobre los actos administrativos, en la entrevista que la Titular de la Secretaria de Seguridad Pública del Estado concedió a CB televisión de Michoacán, al no acreditarse su existencia, con base a los razonamientos vertidos en el considerado tercero de la presente resolución. TERCERO. Se declara la ilegalidad de la detención administrativa, que conllevó a la privación momentánea de la libertad (arresto administrativo) y al pago de la multa administrativa, por la ausencia de la fundamentación de la competencia de la autoridad demandada y no haberse respetado la garantía de audiencia con las formalidades esenciales del procedimiento en favor de los actores, en JA-0242/2010-I 137 términos de los argumentos vertidos en el considerando octavo de esta resolución. En consecuencia, se declara la nulidad lisa y llana de del pago de la multa administrativa y se ordena a la Secretaría de Finanzas y Administración del Estado, realizar en favor de los actores la devolución del pago de lo indebido. CUARTO. Se declara procedente la acción de reparación de daño en contra de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, en la forma y términos del considerado décimo y se condena a dicha autoridad a realizar el pago de un día de salario mínimo general vigente en el Estado a favor de los accionantes. QUINTO. En relación a la petición de protección de datos, se ordena la eliminación de todos los datos personales y registros que existan en los archivos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, la cual se deberá realizar dentro del término de diez días siguientes hábiles a que se notifique la presente sentencia. En consecuencia, en su oportunidad la autoridad demandada deberá informar a este órgano jurisdiccional, sobre el cumplimiento de la sentencia, bajo el apercibimiento legal que en caso de no hacerlo dentro del término señalado, JA-0242/2010-I 138 serán sujetos de los medios de apremio establecidos en el artículo 285 del Código de Justicia Administrativa del Estado. SEXTO. Se declara improcedente la acción de la responsabilidad patrimonial por omisión reglamentaria del Gobernador del Estado de Michoacán de Ocampo, con base en el undécimo considerando de la presente sentencia. SÉPTIMO. Notifíquese personalmente a la parte actora y mediante oficio a las autoridades demandadas. JA-0242/2010-I 139