Temas cotidianos (Guía para padres) Guía de Lectura 4 TEMAS COTIDIANOS La hora de comer Iniciamos nuestra relación con el mundo a través de la necesidad de comer. Nuestro mundo en esos momentos es nuestra madre (o quien cumpla la función de madre). La comida y los cuidados son el argumento a través del cual se orquesta una vinculación primordial como lo fue el cordón umbilical, pero que en esta ocasión va mucho más allá de un alimento para el organismo; se establecerán los lazos emocionales que permitirán y serán la vía del desarrollo del aparato psíquico. Se propicia un diálogo con la madre donde intervienen los sentidos y las percepciones. La hora de comer tanto para el bebé como para la madre es un momento de encuentro privilegiado. Ahora bien, esta vinculación en torno al alimento en ocasiones cobra un cariz conflictivo. Dar de comer para la madre es dar vida y cuando el bebé rechaza el alimento o no come tan bien como ella esperaba surge la contrariedad, la preocupación, e incluso, la angustia. Para el niño pequeño, a su vez, el comer puede convertirse en una forma de comunicación de conflictos, de reivindicaciones, de protesta, de llamadas de atención, de quejas, de rechazos... Donde aún no hay palabras que puedan dar cuenta de un conflicto o nombrar sentimientos y sensaciones, la comunicación pasa por manifestaciones que afectan a las necesidades básicas. Todos los niños pasan por alguna etapa con dificultades en la comida por distintos motivos, pero si éstas se mantienen hemos de preguntarnos que estará expresando a través de ello. Como siempre la intensidad y la constancia del problema darán la pauta de su impronta. De una forma general y como vía propiciatoria de un buen encauce del tema alimenticio se puede recomendar que, como siempre sin rigideces, se establezcan unos hábitos y unos horarios donde la hora de comer no se vincule con ninguna otra cosa; el comer a la mesa, en un ambiente tranquilo, sin juguetes ni juegos ni otras distracciones; sólo comer y hablar en familia. Las reprimendas, los insultos, las comparaciones, los gritos, las amenazas a la hora de comer no suelen encaminar hacia el placer de estar a la mesa. La educación así como las propias relaciones afectivas precisan de la creatividad como de la comprensión y captación de las situaciones para que se remonten los pequeños conflictos cotidianos. La hora de dormir La hora de dormir es para el niño un momento de separación de los padres y de las actividades; de interrupción de los juegos, de las conversaciones, del ambiente de actividad, etc. Y muchas veces le cuesta por eso marchar a su habitación a hacer esa desconexión que, según sea la etapa de su desarrollo, le resultará más difícil. Es el momento donde llega la inmovilidad de su ajetreada actividad del resto del día; donde los padres se quedan a solas y él aparte. Hacen aparición fantasías que le asustan o una frustración que trata de paliar con el remoloneo, peticiones varias, llamadas para cualquier último comentario... En realidad no quiere dejar de estar con los padres, quiere prolongar su jornada, no despedirse para ese inevitable y necesario viaje nocturno. Los tramos del desarrollo no se pueden evitar y tienen cada uno de ellos las manifestaciones propias de las tareas psíquicas que el niño esté realizando en pos de su crecimiento. Ahora bien, podemos ayudarle facilitándole unos hábitos donde, sin rigidez, haya un horario establecido para irse a la cama y unas actividades que anticipan y propician el dormir: el baño calentito, el pijama, la cena, los arrumacos tranquilos sin juegos excitantes, contarle un cuento..., actividades al fin y al cabo dirigidas a la serenización, al silencio, al descanso. Por lo tanto es importante evitar en ese horario situaciones que propicien el desvelo. Los miedos durante la noche o a la hora de acostarse suelen aparecer hacia los dos años y han de ser respetados escuchados y no ridiculariza dos. Facilitarles la tarea de superarlos requiere que seamos pacientes y que le brindemos una actitud y palabras de comprensión y de seguridad. La intensidad y la constancia de estas manifestaciones son las que nos darán la pauta de si el niño se encuentra con dificultades que requieran ayuda específica para desentrañar la procedencia de la problemática que hace surgir un sufrimiento vinculado al dormir. Los Límites En las relaciones cotidianas con un niño nada es tan constante como la presencia de la necesidad de mostrarle los límites, por eso nunca está de más abordar este tema. Para comprender el alcance de esta cuestión educativa y relacional hemos de tener presente que llegamos al mundo desconociendo absolutamente todo lo relativo a lo que nos rodea así como lo referente a nosotros mismos. Se desconocen los bordes, es decir, dónde empiezan y acaban las cosas, nuestro cuerpo, el de la madre, la posibilidad de satisfacción de nuestros deseos, etc. Frente a este desconocimiento actúa la imaginación completando el vacío. La imaginación siempre sale al paso de lo que se desconoce y en la edad infantil más, ya que todo está por descubrirse, y como también se desconocen las fronteras, todo se imagina como posible, alcanzable, realizable. En esos momentos iniciales de la vida los impulsos son nuestra ley, lo que nos rige a falta de otra referencia. Paso a paso, muchas veces frustración mediante, va surgiendo el delineado de los bordes tanto fisicos como de relación con las cosas y consigo mismo, con los demás, las situaciones y las circunstancias. Los impulsos han de encontrar sus márgenes para que podamos situarnos en la realidad circundante y entrar en una relación, compartiendo y comunicándonos con los demás a la vez que discriminamos entre nosotros y los otros, unas situaciones y otras; construyendo nuestra identidad y adaptando nuestra conducta a las circunstancias. Los límites son una parte fundamental del crecimiento. Es lo que da norte, y por lo tanto, seguridad. Cada edad tiene sus necesidades, sin embargo la de perfilar los límites estará de manera continuada a lo largo de todo el desarrollo, desde el nacimiento hasta hacia el final de la adolescencia. A los padres prioritariamente (y a los adultos que tengan a su cargo un niño por las razones que sean) compete desempeñar esta función imprescindible que va más allá de las normas y prohibiciones habladas puesto que muchos de los límites fundamentales estarán transmitiéndose en las formas de relación, en el respeto que se muestre no sólo al niño sino también a uno mismo y a los otros. En las actitudes va impreso lo que admitimos, lo que valoramos, lo que aprobamos y lo que no vamos a permitir. Es natural que los chicos no acepten de buen grado muchas de las fronteras que les marcamos puesto que sus impulsos son intensos; sin embargo, aunque parezca contradictorio, sienten, a la vez, la necesidad de ponerles un coto que por si mismos les es imposible. Para los padres tampoco es fácil, pues implica un esfuerzo, una tarea que está llena de dudas y también de sentimientos contradictorios. Tener presente que somos su referencia en el aprender a vivir y que el cariño que necesitan no está sólo en las carantoñas y permisos sino también en lo que no se permite —y que, por tanto les crea la seguridad de que nos ocupamos de él y que nos importa— nos proporcionará la idea-guía que facilitará nuestra imprescindible y hermosa tarea. EL NIÑO INMIGRANTE Conocer la situación del niño inmigrante requiere saber qué significa y qué comporta ser inmigrante independientemente de las legalidades, leyes y papeles. Ser inmigrante, como todo, tiene una vertiente ineludible: lo emocional. Ser La patria de un niño son sus padres. En ese territorio toma consistencia su ser y todo el entorno adquiere sentido en ese espacio de palabras, contactos, tactos, olores, sabores, creencias, formas de ser cuidado, costumbres y todo lo que conforma el marco de las relaciones. Se forja la identidad, los criterios, las ideologías, el sentido de pertenencia, la filiación; es decir, lo que da sentido al ser y al vivir. Lo que construirá la idea de sí mismo y de los demás, vale decir, de sí con relación a los otros. A eso es a lo que llamamos identidad, aquello con lo que se presentará allá adonde vaya. Lo que permite decir "yo soy yo , soy de , pertenezco a". Y desde esa patria se sale al mundo. A su vez, lo periférico (el pueblo, la ciudad, el país) queda asociado a lo familiar y adquiere la connotación de ser un algo propio. El país natal es una extensión de lo familiar en tanto que lo adquirido dentro de la familia está impregnado de lo cultural. Cultura La cultura es lo que propicia un modo de lectura del mundo y el suministro de códigos, significaciones, criterios de pensamiento y valores. Esta se va estableciendo en el intento que hace un grupo social, un pueblo, por comprender el mundo, por dar respuesta a los enigmas que inquietan y resolver las dificultades de la vida. La historia compartida, las costumbres adquiridas y transmitidas, la lengua propia, configuran su idiosincrasia y construyen un saber, un estar, un pensar común dentro de un conjunto de individualidades. Algo que podríamos asimilar a lo que sucede en una familia. Cuando se emigra se deja de convivir con todo eso tan atesorado y propio para adentrarse en otra cultura, la de otros, la que da identidad a otros. Ser y cultura Independientemente de lo peculiar de cada caso, cuando se emigra a otro país se da un paso que marcará para siempre la existencia. Implicará un gran esfuerzo de adaptación a lo nuevo para hacerse un lugar a la vez que una despedida lacerante del contacto directo con todo aquello que estuvo en los orígenes de su constitución como sujeto y han conformado sus referencias más íntimas, su "carne" psíquica: su lengua, sus raíces afectivas, sus vínculos, su cultura. Hace un traslado en el espacio físico que comporta a su vez un viaje interior donde hay que atravesar un duelo y la soledad está al acecho; donde habrá una tarea de reajuste a lo nuevo, a otros códigos en el hacer, en el estar, en el entender. Nuevas costumbres, sensación de ser diferente, forastero. Lo propio habrá de guardarse para lo íntimo pues no vale o es extraño en el nuevo contexto. El niño Los hijos de inmigrantes son inmigrantes también, en ese sentido, aún cuando hayan nacido en el país de acogida y máxime cuando no haya sido así. Aquí hay algo que va más allá de los papeles y es lo que se vive dentro y fuera de la familia en el país de inmigración. Como todo niño, el hijo de inmigrantes recibe lo que le pueden dar sus padres como alimento psíquico y cultural. Los padres inmigrantes, sean cuales sean su condición o sus peculiaridades, darán a sus hijos pan con nostalgias de los viejos sabores y olores, risas con duelos de otras risas, amor con temor a lo nuevo e idealizaciones de lo que se dejó atrás. El peso del estado que comporta la situación de inmigrante de los padres lo respirará el niño cada día y lo acompañará al modo como lo hace la sombra.Tanto mayor podrá ser el peso de ser diferente, de ser de fuera, si a ello se le añaden características físicas que lo hagan destacar de los del país, aunque haya nacido en él y sea miembro de pleno derecho de dicho lugar. Aunque entre todos estos aspectos cabe destacar algo importante y muy positivo: el enriquecimiento personal que supone conocer culturas diferentes y adquirir dominio de dos lenguas. Esto es parte importante de la herencia que los padres inmigrantes dejan a sus hijos. El niño adoptado Una situación también a destacar sería la del niño adoptado de otros países. Este niño va a compartir con el niño inmigrante sentimientos de ser diferente, máxime si sus rasgos físicos o la lengua evidencian que no es del país, y de desarraigo; ahora bien, en este caso, no solo desarraigo del lugar de origen sino uno más hondo aún: el de su propia raíz biológica. Estará sin historia o con unos pobres datos sobre ella que del mismo modo le llenarán de interrogantes y fantasías que le acompañaran: ¿Qué pasó para que me abandonaran?, ¿Tendré hermanos, primos, tíos, abuelos?, ¿Vivirán mis progenitores?, ¿Tengo algo que hizo que me abandonaran o que me abandonen?... Tener una historia es un referente que da ubicación, que permite vernos en una continuidad, que nos sitúa en un orden, que permite percibirnos en unas condiciones como la de los demás, que nos da información de lo propio, e identidad; nos da contexto y sustento emocional ya que, en definitiva somos, en gran parte, una construcción identitaria, psíquicamente hablando. Por todo esto, el niño adoptado, necesita, como el niño inmigrante de un entorno de acogida que tenga en consideración su circunstancia, siéndole fundamental, además, que sepa de sí, del recorrido de su adopción y de todo lo que sea posible para que pueda hacérse su contexto, construir su historia. Padres e hijos Para cualquiera fuera de su tierra es recurrente el sentimiento de necesitar conservar lo más posible todo lo referente al país de origen y esto lleva, muchas veces a cerrar puertas a lo nuevo para defender, conservar y no perder lo que se considera como propio, lo originario, lo identitario. Todo queda añorado e idealizado. En estos casos los hijos se ven entre dos mundos, pasando de uno a otro cada día y sintiéndose en parte en el extranjero en cada uno de ellos. Es un ser de aquí y de allá, y a la vez, un no ser del todo ni de aquí ni de allá. Extranjero fuera de casa por su aspecto, su acento o por ser hijo de inmigrantes, aunque haya nacido en el país, extranjero dentro de casa por portar en su interior sentimientos, opiniones, formas de hablar y hacer como las de sus compañeros de edad con los que quiere y necesita estar y entre los que desea sentirse incluido y perteneciente. Adolescentes Mención especial requiere el adolescente que por las condiciones propias de la edad está atravesando conflictos concernientes a la resolución de todo lo que comporta definir y establecer lo relativo a las diferentes vertientes de su identidad personal. Es una travesía entre lo infantil y lo adulto; un diferenciar lo suyo de lo de los padres y entre lo propio y lo de otros. En estas circunstancias internas el adolescente precisa de manera acuciante sentirse perteneciente a un grupo, sentirse uno más, dentro, aceptado y partícipe; compartiendo signos, rasgos, códigos... Esto quedará muy dificultado si los padres le impiden el abrazo a lo nuevo, si le han transmitido excesivos recelos o desvalorizaciones sobre el lugar de inmigración en el que se han establecido, añadiendo así un nuevo conflicto al que ya tiene y pudiendo originar o bien una actitud de sometimiento y dependencia al criterio de los padres impidiendo su crecimiento personal o bien mostrándose defensor de lo que es de fuera de los padres y deplorando incluso todo lo relativo a los orígenes de éstos, tomándose más feroz la lucha por su diferenciación personal. La situación del adolescente también puede llegar a hacerse más compleja cuando la vuelta al país de origen, soñada y también idealizada por todo inmigrante, se produce. Su desarraigo será muy grande. Llegará a un lugar donde las idealizaciones de los padres no encuentran asidero en la realidad y donde él se queda suspendido en un vacío sin grupo de referencia, sin poder compartir recuerdos, sin saber a qué se refieren los de su edad cuando recuerdan juegos y comparten cosas de las que se siente fuera. Se queda sin sus muletillas verbales, sin la jerga compartida, sin sus amigos, sus amores primeros.., en definitiva, tendrá que añadir un gran duelo más a los que ya comporta el despedirse de la infancia. Será también doblemente inmigrante, teniendo por compania el sentimiento de ser diferente. País de acogida Ahora bien, un entorno social poco receptivo o acogedor acentúa la tendencia al repliegue de la familia sobre sí misma, propicia más la idealización de lo dejado atrás y aumenta el temor a lo nuevo dificultando la integración de todos. En estas condiciones el adolescente urgido en la necesidad de pertenencia, como se ha dicho, encuentra un cauce a veces poco favorable para él, su familia y la sociedad: formar grupo con otros iguales en sentimientos de marginación y resentimientos, pudiendo originarse incluso bandas que sólo van a propiciar dolor y más marginación si se ponen al servicio de ideales o ideologías perniciosas para sí mismos y la convivencia. Pasar de ser un país de emigrantes a receptor de inmigrantes tampoco es sencillo. No basta con haber sido un país que ha conocido el dolor de esos desprendimientos en propia carne sea por el exilio o por encontrar una vida mejor. La memoria social es endeble en cuanto a las circunstancias que se quieren olvidar y que se creen superadas. Tenemos buenas razones para entender mejor que nadie las circunstancias de un inmigrante pero ahora estamos del otro lado y hasta consideramos que fuimos mejores inmigrantes; de nuevo lo nuestro y los nuestros fueron mejores que los otros y lo de otros. Hoy es mañana Tanto la familia inmigrante como los ciudadanos del país receptor precisan tener presente la situación de niños y jóvenes que sufren, en un momento crucial de su desarrollo, las decisiones, condiciones y actitudes de los adultos. Nuestros hijos comparten pupitre, patio y calle. Se hace necesario plantearnos qué transmitimos a nuestros niños seamos inmigrantes o del país. El miedo es la base de la xenofobia y existe desde que el mundo es mundo, y no es patrimonio ni de los de aquí ni de los de allá, pero ya no somos seres primitivos y podemos reflexionar, distinguir y rectificar de modo que también nosotros podamos integrarnos adecuadamente a una nueva situación que nos concierne a todos porque como sabemos los niños de hoy serán los adultos de mañana; y los adultos de hoy (y no sólo los padres), socialmente hablando, somos los responsables de las condiciones mejores o peores de estos niños de hoy y de lo que serán mañana. La buena adaptación, por parte de unos y de otros recaerá en beneficio de niños y jóvenes lo cual vale decir que será el beneficio de todos y de nuestro futuro. Textos: ILUMINADA SÁNCHEZ Psicóloga-Psicoterapeuta Dibujos: LAURA ESTEBAN Pintora APRENDER a CONVIVIR Las bibliotecas quieren resaltar su carácter de espacios de convivencia y diversidad, de centros de información para personas de cualquier procedencia y condición cultural, lingüística y social NIÑOS DE HASTA 6 AÑOS ¡Hombre de color! Jerôme Ruillier. Editorial Juventud. Barcelona 2003 I NAR juv Basado en un cuento africano. Este relato pretende desterrar el tópico que sí alguien dice "hombre de color" se suponga que se refiere a un hombre negro. iÑec-Nec Rís-Ras! Bárbara Jean Hicks; ilustrado por Alexis Deaca. Editorial Juventud. Barcelona 2004. Bubá, hijo pequeño de una familia de monstruos, encuentra debajo de su cama un niño. A partir de este momento, no puede conciliar el sueño, tal es el miedo que siente ante la presencia del humano. Expresa con humor el miedo que sentimos a quienes son diferentes a nosotros. Aprendamos a convivir. Elisabet Ballart; ilustración Roser Capdevilla. Ed. Destino, 1999 I NAR jug Sugerencias para la convivencia que contribuirá a hacer este mundo un sitio un poco mejor. ¡Ellos son díferentesl Jordi Sierra i Fabra, Antonio Cortijas. Ed. Edebé, 2001 I NAR fre Un explorador galáctico llegó a la Tierra y descubre todas las maravillas que hay en ella. ¿Cómo nos ve este personaje de otro planeta? Papel en blanco. Pablo Prestifilippo. Ed. Edebé, 2000. I NAR tre Había una vez un niño que no era como los otros niños. Las niñas le llamaban "bobo" y los niños le gritaban "tonto”. Pero un día una niña descubrió su secreto. Un buen día. María Espluga Solé. Madrid: SM, 1992. I AMA bar Un buen día el ratón se encontró con el mono. Las dos hacen cosas distintas: uno, correr yjugar y el otro leer. Este cuento nos enseña que la diferencia de caracteres, de aficiones, de raza o religión debe ser síntoma de cosmopolítanismo y no de xenofobia, de convivencia y no de odio. Un cuervo diferente. Edith Schrieber Wicke. Barcelona: Juventud, 1995 I NAR cup En este cuento, el autor personifica en animales las terribles situaciones de nuestra sociedad: el rechazo del otro por el aspecto físico. La rana y el extraño. Max Velthuijs. Barcelona: Timún Mas, 1994. I NAR nub El lenguaje es sencillo y está ilustrado con dibujos muy atractivos por su colorido, es un emblemático cuento sobre el tema de la intolerancia. Mi tía es verde. Xosé Cermeño, Avi. Madrid: SM, 1999 I NAR bar Mi tía es verde y nadie sabe por qué. Eso sí, es estupenda entre las personas, en un clima de respeto y cariño. ¿Raro, yo? Gabriela Rubio. Madrid: Ed. Alfaguara, 2003 I NAR aIf Un marciano y un monstruo se encuentran en un bosque. El marciano ve horrible al monstruo. El monstruo se asusta muchísimo del marciano. Todos somos especiales. Arlene Maguire. León: Ed. Everest, 1997. I NAR mon En cada uno de nosotros, hay algo que nos hace diferentes a los demás. Este libro celebra esas diferencias entre la gente y reconoce que todos tenemos algo que nos hace especiales. Sapo y el forastero. Max Velthuijs. Caracas: Ed, Ekaré, 1999. I NAR sap Cuando Cochinito descubre que un forastero ha hecho un campamento a la orilla del bosque, se siente indignado. Cochinito y Pata quieren que se vaya porque es diferente a ellos. Un libro de gran actualidad donde el sabio holandés Max Velthuijs nos señala que la diversidad es también fuente de riquezas. Lolo, un conejo diferente. Guido Van Genechten. Madrid: Ed. SM, 1999. I NAR sm Este bonito álbum ilustrado muestra a los niños que ser diferente no es malo y que todo el mundo es diferente. Majo, el rinoceronte Horacio Elena. Santa María de Tormes (Salamanca): Lóguez, 2004. I NAR due Majo no es feo. Es feísimo. Los demás animales o le temen o le toman el pelo. Pero, ¿le servirá de algo ponerse faja, polainas, lazo, gafas, sombrero y bigotes? Óscar el botón. Eszter Nagy. Barcelona: Beascoa, 1997. I NAR bea Óscar es un botón que vive en un abrigo muy serio. Un día, cansado de estar siempre en el mismo lugar, decide viajar por el mundo. Pero pronto descubre que nadie le quiere porque es redondo. ¿Un canguro en la granja? A. H. Benjamín. Barcelona, Beascoa, 2000. I NAR ben Un animal rarísimo, llamado Canguro, está a punto de llegar a la granja. Todos los animales, uno tras otro, expresan su temor de que el recién llegado les pueda quitar su trabajo en la granja... La gente que nos rodea Sergio Folch y Patricia Ceis. Barcelona : Beascoa, 2001. I NAR nue En nuestro mundo viven personas de diferentes tamaños, formas y colores de piel. Nuestro aspecto es diferente; sin embargo, las emociones y los sentimientos son muy parecidos. ¿Dónde está el pequeño príncipe? Pellicer y Jan. Barcelona: Beascoa, 2000. I NAR bea Érase una vez un príncipe que perdió el color. Él y su asteroide ya no eran blancos, ni negros, ni de ningún otro color. iEran transparentes! Con ayuda y este libro quizá el Pequeño Príncipe consiga encontrar un buen color para él y su asteroide. También aprenderá que no se deben imponer ni colores ni gustos a nadie, ya que lo realmente importante es vivir en armonía con todos los demás. Está bien ser diferente Todd Parr. Barcelona: Serres, 2004. I NAR ser En este cuento para los más pequeños coloristas.Trata las diferencias con humor. destacan las ilustraciones El muro. Philippe de Kem meter. Ed. Entrelibros, 2004. I NAR ent En el espacio hay un planeta en el que vive tranquilamente la familia Blink. La llegada de unos nuevos vecinos muy distintos a ellos les llevará a construir un muro, gracias al cual, las dos familias se acercarán más de los esperado. Niña bonita. Ana María Machado. Ekaré, 2003. I NAR pen El mayor deseo de un conejo blanco es tener una hijita negra y bonita como su vecina. A lo largo de todo el cuento intentará de varias maneras cambiar de color. Al final se dará cuenta que la única forma de conseguirlo es casándose con una coneja negra. Africa y sus colores Anna Obiols. Beascoa, 2002 Africa, una elefantita que vive en la selva, está triste. Su amigo el Pájaro que todo lo ve y todo lo oye le aconseja que haga un viaje. A lo largo del trayecto Africa recuperará la alegría y se dará cuenta de lo que falta en la selva para ser feliz. NIÑOS ENTRE 6 Y 8 AÑOS íEllos son diferentes! Jordi Sierra i Fabra, Antonia Cortijos. Barcelona: Ed. Edebé, 2001 Un explorador galáctico, Tiruliru 57, llegó a nuestro Sistema Solar y descubrió la Tierra y todas las maravillas que hay en ella. ¿Quieres saber cómo nos vio él? El rey con orejas de caballo. Eric Maddern; ilustrado por Paul Hess. Ed. Blume. Barcelona, 2003. Cuento que nos enseña a valorar las diferencias. Las cuatro ultimas líneas del libro resume el mensaje de esta historia: "Sí tienes algo que te hace diferente del resto, no te avergüences de ello, sino todo lo contrario, siéntete orgulloso'~ El filósofo y el pescador. Anna Molins; ilustraciones de Lluisa Llover. Ed. La Galera. Barcelona, 2004. I AZU La narración es trilingüe, en la misma página se repiten en catalán, árabe y castellano, al lado de unas ilustraciones de colores vivos. Una obra que invita a la integración y a la multiculturalidad. Yo soy de.... Colección editada por La Galera, 1997 J-30.... Minu, yo soy de la India Takao, yo soy de Japón Fátima-VaneSsa, yo soy de El Salvador Dana, yo soy de los Estados Unidos de América Lenessú, yo soy de Benin Búxara, yo soy de Marruecos Erik, yo soy de Noruega Bali, yo soy de China Stelaluna. Janell Cannon. Barcelona: Juventud, 1994. I AZU ras Un murciélago perdido aterriza en un nido de pájaros. Dos formas de vida y costumbres diferentes. La mutua comprensión y el conocimiento hará que la conclusión sea un mensaje de tolerancia. Sueños de mariposa negra Elena Santiago. León: Everest, 2003. I AZU ras El sueño de la mariposa negra es ser amarilla igual que sus compañeras, así que, ayudada por un mirlo, decide emprender un largo viaje al País Amarillo con la esperanza de impregnarse de color que allí reina. En aquel lugar comprenderá que en la diversidad está la belleza, y que cualquier color es maravilloso si de luce con alegría. Completamente diferente Yanitzia Canetti. León: Everest, 2000. I AZU ras En vez de pensar en las cosas que tenemos diferentes y andar cada uno por su lado, tristes y sin amigos, este cuento nos enseña a pensar y valorar las cosas que tenemos en común con los demás. Ojos negros Ángeles Jiménez Soria. Valladolid: SODEPAZ, 1995. I AZU sed “Queremos dedicar este libro a todos los niños diferentes, a los que se meten el dedo en la nariz y a los que no, a los que duermen en clase y a los que no lo hacen, a los que viven en el Este, o en el Norte, o en el Sur, o en el Oeste, a los niños altos, a los bajos, incluso a los de estatura medía; en resumen, a todos los niños diferentes". Colores que se aman. Paco Abril. Everest, 2005 "...En el espejo he visto que Mi madre, sin embargo, tiene diferentes que se aman. Se lo el otro lado. El espejo es mi mi piel es negra, igual que la de mi padre. la piel blanca. Estoy hecho de dos colores digo al espejo y me sonríe satisfecho desde amigo." La cebra Camila. Marisa Núñez. Kalandraka, 2000. I AZU lib Esta es la historia de Camila, una pequeña cebra que un día, desobedeciendo a su madre sale al campo sin calzones ni tirantes. El viento entonces se lleva sus rayas y llora, pero gracias a las rayas que le van regalando distintos personajes va disminuyendo la pena. Este álbum aborda, como a través de la vida crecemos a través de las pérdidas y las incorporaciones que nos ofrecen otros, y de cómo, en definitiva, todos somos multicolores y mestizos. El cuento del cafetito. Julia Álvarez. Lumen, 2004. I AZU lib Basado en un hecho real, este cuento nos narra con gran emotividad y pasión como el mundo de los cafetales de la República Dominicana seduce y cambia la filosofía y la vida del protagonista. El árbol de los abuelos. Daniéle Fossette. Edelvives, 2003. I AZU ala Malika está preocupada porque para ella hacer su árbol genealógico no es fácil. Demás: se llama Karamolo, ha atravesado el desierto, es un gran cazador de leones y no está dispuesto a aparecer "aplastado" en una foto. Sin embargo, todos sus compañeros cuando le conocen envidian a Malíka por tener un abuelo así. Me llamo Yoon. Helen Recorvits. Juventud, 2003. I AZU jew "Me llamo Yoon. Vine de Corea, un país muy lejano... En coreano mi nombre quiere decir Sabiduría Resplandeciente. Mi nombre me gusta más en coreano que en español." Yoko Rosemary Wells, Everest, 2003. I AZU mon Yoko lleva sushi para comer en la escuela y todos le hacen ascos. Para solucionar el problema, la señora Jenkins decide organizar el Día de la Cocina Internacional, pero nadie prueba la comida de Yoko. Sólo al final, Timothy, que se ha quedado con hambre, la prueba y le gusta. A partir de entonces comparten la comida. A PARTIR DE 9 AÑOS El castillo de arena. Alejandro García Schnetzer y Sebastián García Schnetzer. Ed. Destino. Barcelona, 2003 Dos niños, uno judío y otro palestino, construyen un castillo de arena en la playa, pero cada uno es "enemigo" para el otro. La fuerza de las olas les destruyen sus castillos. La catástrofe transforma positivamente la relación entre los niños. Una vida como la mía: cómo viven los niños en el mundo entero. Ed. Blume y Unicef, 2003 En todo el mundo los niños viven sus vidas de manera diferente, pero todos tienen algo en común: la pasión por la vida. ¡Buenos días, mundo!: un día en la vida de niños de todo el mundo. Beatrice Hollyer. Ed. Intermón Oxfam, 1999 Cuando soñamos despiertos, expresamos lo que nos gustaría que pasara: tener un mundo en paz, viajar a la luna, ir a pasar el día a la playa o tener un juguete nuevo. Intentemos día a día que nuestro sueños se cumplan. Yo vengo de... Colección editada por La Galera, 1998 Ostelinda, yo vengo de todas partes Stefan, yo vengo de Belgrado Ua, yo vengo de Reikiavik Bully, yo vengo de Doubirou Nancy, yo vengo de Cochabamba Shafik, yo vengo de Jhelum Mustafá, yo vengo de La rache Shan-kai-li, yo vengo de Taiwan La vida, las inquietudes y dificultades de una persona extranjera que se ha integrado en el entorno sociocultural de nuestro país. Ayuda a comprender las diferencias y similitudes entre culturas, fomentando el respeto. Intermón Oxfam ha publicado una colección muy atractiva sobre distintos paises y culturas, con sugerentes imágenes que deleitarán a niños y grandes. Entre ellos encontramos los siguientes títulos: Ch de China I de India P de Perú A de Africa D de Despedida E de Escuela Niños como yo Barnabas Kindersley, Anabel Kindersley. Ed. Bruño, 1995.J-392 KIN niñ Niños de todo el mundo nos hablan de sus hogares y de sus sueños. No soy rubia. Kirmen Uribe, Mikel Valverde. Editores Asociados, 2004. J-REA SCH mia A veces es difícil hacer amigos. Pero desde que escribí el nombre de cada uno de los compañeros en clase en árabe creo que he comenzado a tenerlos. Yo quería ser rubia, pero me he dado cuenta de que en mi ciudad la gente es más bien morena. Vaya, creo que de momento ya estoy bien con mi color de pelo. El brujo del viento. Paloma Sánchez. SM, 2005. J-REA SAN bru El protagonista llego desde el otro lado del mundo, de un país llamado Ecuador. Al principio, Rollo, Zampa, Camaleón, Trepa e Inés no se fijaron mucho en él. Pero fueron descubriendo sus cualidades: era un as del balón y además, era nieto de un curandero y tenía poderes. La mezquita maravillosa. Ann Jungman. Serres, 2004. Cuando el rey Fernando III entra en Córdoba, decide derruir la gran mezquita para edificar una catedral. Tres amigos de la infancia, Miguel, cristiano, Samuel, judío y Rashid, musulmán, le piden que no la destru ya. El rey acepta construir la catedral en un lugar aparte y respetar el resto del edificio y los jardines. Dieciocho inmigrantes y medio. Roberto Santiago. Edebé, 2002. J-REA SAN die El grupo de inmigrantes que hace un mes llegó al colegio, debe regresar a su país. Todos creen que se debe al incidente ocurrido en el patio, jugando. Esto, junto a unos incidentes relacionados con el racismo y la xenofobia provoca que el hermano de Claudio y su novia decidan hacer una sentada en el patio, como señal de protesta, a la que se sumarán muchos compañeros. Mi abuela es africana. Annelies Schwarz. Edelvives, 2.003. J-REA SCH mia Eric es un niño de io años que vive en Alemania. Él y su madre han nacido allí pero su padre es africano. Cuando su amigo blanco Flo, viaje a Ghana a conocer a su abuela, ambos descubrirán un mundo fascinante. Un sueño para todas las noches Lisa Bresner. Editorial Lumen.2.002. J-FAN BRE sur En cuatro aventuras, cada una de las cuales revela un aspecto particular de esta civilización, Pequeño Tang descubre la escritura china. Al final del libro, el lector encontrara en un pequeño léxico chino los veinte ideogramas de la historia y su significado. SOBRE LA ADOPCIÓN PARA NIÑOS MENORES DE 6 AÑOS Los dos cumpleaños de Estrella. Javier Esparcia y M. José Estrela. Ed. La Galera, 2.003. I NAR col Estrela es adoptada y celebra dos fiestas de cumpleaños: el día en que nació y el día en que llegó a su casa. Sus hermanos no lo entienden y sus padres con mucha paciencia se lo explicaran. Unos padres para Aruna. Lourdes Alsins. Barcelona: Zendrera Zariquiey, 2.001. I NAR zen En este cuento, Aruna explica ilusionada cómo se produjo la aventura de conocer a sus padres adoptivos. Es una historia que padres e hijos disfrutaran con ilusión. Cuéntame otra vez la noche que nací Jaime Lee Curtis, Laura Cornelí. Barcelona : Ed. Serres, 1999. I NAR ser Cuento para niños pequeños. Este libro explica muy bien la adopción de bebés tienen un especial encanto las ilustraciones. Los colores de Mateo. Marisa López Soria.León: Ed. Everest, 2.002. I NAR mon Mateo es negro como la noche y oscuro como un misterio. Además, es un niño adoptado. Su mamá le cuenta que nació en una isla lejana del Caribe. Adoptar una estrella. Massimo Mostacchi, Mónica Miceli. Madrid: Bruño, 1997. I NAR fab Cuando una mamá y un papá adoptaron a una niña perdida, nunca imaginaron cuál era su verdadero origen... PARA NIÑOS DE 6 A 8 AÑOS ¡Busco una mamá¡ Gema Lienas, Rebeca Luciani. Ed. La Galera. Fundación Intervida, 2.005. I AZU gal Este libro explica la historia de una familia que oye la voz de una niña boliviana que busca mamá. La madre, el padre, Jorge y Gabriel, los mellizos, vuelan al otro lado del Atlántico para recogerla, impulsados por la voz de la pequeña, que llega a través de las estrellas. La historia de Ernesto Mercé Company. Madrid: SM. I AZU gal Libro para niños de unos 6 años. Es la historia de una adopción. Te quiero, niña bonita. Rose Lewis. Barcelona: Ed. Serres, 2.002. I AZU ser Para los más pequeños. Basada en la experiencia de su autora, esta historia cuenta el viaje de una mujer a China. Desde los primeros trámites hasta el regreso de ambas en avión. También es la crónica del bebé, su vida anterior en el orfanato, donde incluso comparte cuna con otras niñas, y la llegada a su hogar. Llegué de... − Etiopía Anna Canals − China Miquel M. Gibert − Rusia Albert Elfa Esta colección quiere hacer natural y fluida la necesidad de explicar a los hijos adoptados sus orígenes. Yuyuba Anne Wilsdorf. Barcelona: Ed. Destino, 2000. I AZU des Una historia divertida sobre una adopción muy especial. Con sentido del humor y mucha espontaneidad trasmite amor, tolerancia y comprensión. Los cuatro viajeros Asha Miró. Beascoa, 2003. I AZU bea Esta es la historia de dos niños, uno ruso y otro senegalés, y de dos niñas, una india y otra china cada uno de ellos vive en su país en una casa grande con otros niños huerfanos Hasta que un día vienen a recogerlos sus “nuevos padres” esto hace que ellos se encuentren en un colegio de una nueva ciudad al lado del mar. A PARTIR DE 9 AÑOS Los niños más encantadores del mundo. Gina Ruck-Pauquet. Ed. Alfaguara. J-AVE RUC niñ Para niños a partir de 8 años. Es la historia de tres niños huérfanos. La burbuja de la felicidad José Luis Olaizola. Madrid: Anaya, 1997. J-AVE OLA bur Historia sobre un niño negro abandonado al que cuida una señora mayor, termina en una adopción. El autor está muy concienciado con el tema de la adopción. iQué suerte hemos tenido con Paule! Kirsten Boie. Ed. Alfaguara. J-REA BOl que Libro para niños desde io años, en donde se plantean cuestiones como: ¿es un extranjero el niño adoptado de otra raza? ¿Por qué su madre le dio en adopción?. A PARTIR DE 12 AÑOS La gran Gílly Hopkíns Catherine Paterson. Ed. Alfaguara. J-REA BOI que En este libro la autora plantea el tema del acogimiento y la adaptación del niño a una nueva familia. COMER • Cuento para contar mientras se come un huevo frito. Pep Bruno, Mar¡ona Cavaza. Ed. Kalandraka, 2003. I NAR lib • Nunca jamás comeré tomates. Lauren Child. Ed. Serres, 1998. I NAR ser • Con los abuelos. Guido van Genechten. Ed. Juventud, 2003. I NAR juv • Una cena de los fantasmas. Jacques Duquennoy. Ed. Edelvives, 2003. I NAR fan • Una sopa de piedras. Anais Vaugelade. Ed. Corimbo, 2001. I NAR cor • iMe comería un niño! Sylviane Donnio, Dorothée de Monfreid. Ed. Alfaguara, 2005. I NAR alf • El libro de los cerdos. Anthony Browne. Ed. Fondo de Cultura Económica, 1993. I NAR ala • Lucas y las magadalenas de la abuela. Rosa Luengo, Rocío Martínez. Ed. Edelvives, 2002, I NAR Iuc • Espaguetis para Susi. Peta Copla ns. Ed. Timun Mas, 1993. I NAR nub • Quiero mi comida. Tony Ross. Ed. SM, 1996. I NAR bar • La abuela no quiere comer Fina Casalderrey, Xan López Domínguez. Ed. Combel, 2002. I NAR cab • Me gusta el chocolate. Davide Cali, Evelyn Daviddi. Ed. Tuscania, 2004. I NAR aIf • La pequeña oruga glotona. Eric Carie. Ed. Kókinos, 2002. I NAR kok • La mujer que cocinaba palabras. Catalina González Vilar, Pablo Alabau Marqués. Ed. Anaya, 2003. I NAR alb • Sopa de sueño y otras recetas de cocina. José Antonio Ramírez Lozano. Ed. Kalandraka, 2004. I AZU tir • Mousse de manzana para las penas de amor. Janosch. Ed. Kókinos, 2003. I NAR kok • El cuento de la empanada y el molde. Beatriz Potter. Ed. Debate, 1987. I AZU pot • Pastel para enemigos. Derek Munson, Tara Calahan. Ed. Juventud, 2004. I AZU juv • ¿Qué hay para comer Jamela? Niki Daly. Ed. Intermon, Oxfam, 2001. I AZU int • iCorre, corre, panecillo! Árnica Esterí, Andrei Duguin y Olga Dúguina. Ed. Anaya, 1991. I AZU ana DORMIR • La cama mágica. John Burningham. Ed. Kokinos, 2003. I NAR kok • Papá. Plilippe Corentin. Ed. Corimbo, 1999. I NAR cor • ¡A la cama monstruitol Mario Ramos. Ed. Corimbo, 2001. I NAR cor • iNo me quiero irala camal Tony Ross. Ed. SM, 2004. I NAR bar • ¡A dormir, o...! Ewa Lipniacka, Basia Bogdanowicz. Ed. Grijalbo Mondadori, 1995. I NAR cie • Tragasueños. Michael Ende, Annegert Fuchshuber. Ed. Juventud, 1983. I NAR cua • iNo quiero ir a dormir! Julie Sykes, Tim Warnes.Ed. Juventud, 1996. I NAR juv • Marcos ya no tiene miedo. Roser Rius. Ed. SM, 2005. I NAR cue • ¿Dónde está mi oso? lan Whybrow, Russell Ayto. Ed. SM,, 2000. I NAR why • Misterio en la profundidad de mi cama Alejandra Gil, Carlos Magnasco. Ed. Hardenville, 2000. I NAR cue • El niño que no quería ir a dormir. Helen Cooper. Ed. Juventud, 1999. I NAR juv • Un monstruo debajo de la cama. Angelika Glitz, lmke Sónnichsen. Ed. Tímun Mas, 2001. I NAR tim • Buenas noches, Víctor. Luís Farré, Marta Balaguer. Ed. Com bel, 2000. I NAR cab • ¡A dormir! Joan de Déu Prats, Gloria García. Ed. Parent¡ng, 2.004. I NAR tri • El fellz sueño. Jaume Cela, Francesc Rovira. Ed. La Galera, 2002. I NAR col • Cuando todos dormían. Ricardo Alcántara. Ed. Everest, 1996. I NAR mon • Comemíedos. Jorge Zentner, Tássies. Ed. Destino, 2001. I NAR des • Cierra los ojos. Kate Banks, Georg Hallensíeben. Ed. Juventud, 2002. I NAR juv • Duerme bien, pequeño oso. Quint Buchholz. Ed. Láguez, 1998. I NAR log • Todos a dormir Guido Van Genechten. Ed. Elfos, 2001. I NAR elf