Temas cotidianos - Portal de Bibliotecas de Castilla y León

Anuncio
Temas cotidianos
(Guía para padres)
Guía de
Lectura
4
TEMAS COTIDIANOS
La hora de comer
Iniciamos nuestra relación con el mundo a través de la necesidad de comer. Nuestro mundo en
esos momentos es nuestra madre (o quien cumpla la función de madre). La comida y los cuidados
son el argumento a través del cual se orquesta una vinculación primordial como lo fue el cordón
umbilical, pero que en esta ocasión va mucho más allá de un alimento para el organismo; se
establecerán los lazos emocionales que permitirán y serán la vía del desarrollo del aparato
psíquico.
Se propicia un diálogo con la madre donde intervienen los sentidos y las percepciones. La hora
de comer tanto para el bebé como para la madre es un momento de encuentro privilegiado.
Ahora bien, esta vinculación en torno al alimento en ocasiones cobra un cariz conflictivo. Dar
de comer para la madre es dar vida y cuando el bebé rechaza el alimento o no come tan bien
como ella esperaba surge la contrariedad, la preocupación, e incluso, la angustia.
Para el niño pequeño, a su vez, el comer puede convertirse en una forma de comunicación de
conflictos, de reivindicaciones, de protesta, de llamadas de atención, de quejas, de rechazos...
Donde aún no hay palabras que puedan dar cuenta de un conflicto o nombrar sentimientos y
sensaciones, la comunicación pasa por manifestaciones que afectan a las necesidades básicas.
Todos los niños pasan por alguna etapa con dificultades en la comida por distintos motivos, pero
si éstas se mantienen hemos de preguntarnos que estará expresando a través de ello. Como
siempre la intensidad y la constancia del problema darán la pauta de su impronta.
De una forma general y como vía propiciatoria de un buen encauce del tema alimenticio se
puede recomendar que, como siempre sin rigideces, se establezcan unos hábitos y unos horarios
donde la hora de comer no se vincule con ninguna otra cosa; el comer a la mesa, en un ambiente
tranquilo, sin juguetes ni juegos ni otras distracciones; sólo comer y hablar en familia.
Las reprimendas, los insultos, las comparaciones, los gritos, las amenazas a la hora de comer
no suelen encaminar hacia el placer de estar a la mesa. La educación así como las propias
relaciones afectivas precisan de la creatividad como de la comprensión y captación de las
situaciones para que se remonten los pequeños conflictos cotidianos.
La hora de dormir
La hora de dormir es para el niño un momento de separación de los padres y de las
actividades; de interrupción de los juegos, de las conversaciones, del ambiente de actividad, etc. Y
muchas veces le cuesta por eso marchar a su habitación a hacer esa desconexión que, según sea
la etapa de su desarrollo, le resultará más difícil.
Es el momento donde llega la inmovilidad de su ajetreada actividad del resto del día; donde los
padres se quedan a solas y él aparte. Hacen aparición fantasías que le asustan o una frustración
que trata de paliar con el remoloneo, peticiones varias, llamadas para cualquier último comentario... En realidad no quiere dejar de estar con los padres, quiere prolongar su jornada, no
despedirse para ese inevitable y necesario viaje nocturno.
Los tramos del desarrollo no se pueden evitar y
tienen cada uno de ellos las manifestaciones propias
de las tareas psíquicas que el niño esté realizando
en pos de su crecimiento. Ahora bien, podemos
ayudarle facilitándole unos hábitos donde, sin
rigidez, haya un horario establecido para irse a la
cama y unas actividades que anticipan y propician el
dormir: el baño calentito, el pijama, la cena, los
arrumacos tranquilos sin juegos excitantes, contarle
un cuento..., actividades al fin y al cabo dirigidas a la
serenización, al silencio, al descanso. Por lo tanto es
importante evitar en ese horario situaciones que
propicien el desvelo.
Los miedos durante la noche o a la hora de
acostarse suelen aparecer hacia los dos años y han
de ser respetados escuchados y no ridiculariza dos.
Facilitarles la tarea de superarlos requiere que
seamos pacientes y que le brindemos una actitud y
palabras de comprensión y de seguridad. La
intensidad y la constancia de estas manifestaciones
son las que nos darán la pauta de si el niño se encuentra con dificultades que requieran ayuda
específica para desentrañar la procedencia de la problemática que hace surgir un sufrimiento
vinculado al dormir.
Los Límites
En las relaciones cotidianas con un niño nada es tan constante como la presencia de la
necesidad de mostrarle los límites, por eso nunca está de más abordar este tema.
Para comprender el alcance de esta cuestión educativa y relacional hemos de tener presente
que llegamos al mundo desconociendo absolutamente todo lo relativo a lo que nos rodea así
como lo referente a nosotros mismos. Se desconocen los bordes, es decir, dónde empiezan y
acaban las cosas, nuestro cuerpo, el de la madre, la posibilidad de satisfacción de nuestros
deseos, etc. Frente a este desconocimiento actúa la imaginación completando el vacío. La
imaginación siempre sale al paso de lo que se desconoce y en la edad infantil más, ya que todo
está por descubrirse, y como también se desconocen las fronteras, todo se imagina como posible,
alcanzable, realizable. En esos momentos iniciales de la vida los impulsos son nuestra ley, lo que
nos rige a falta de otra referencia.
Paso a paso, muchas veces frustración mediante, va surgiendo el delineado de los bordes
tanto fisicos como de relación con las cosas y consigo mismo, con los demás, las situaciones y las
circunstancias. Los impulsos han de encontrar sus márgenes para que podamos situarnos en la
realidad circundante y entrar en una relación, compartiendo y comunicándonos con los demás a la
vez que discriminamos entre nosotros y los otros, unas situaciones y otras; construyendo nuestra
identidad y adaptando nuestra conducta a las circunstancias. Los límites son una parte
fundamental del crecimiento. Es lo que da norte, y por lo tanto, seguridad.
Cada edad tiene sus necesidades, sin embargo
la de perfilar los límites estará de manera
continuada a lo largo de todo el desarrollo, desde el
nacimiento hasta hacia el final de la adolescencia.
A los padres prioritariamente (y a los adultos que
tengan a su cargo un niño por las razones que
sean)
compete
desempeñar
esta
función
imprescindible que va más allá de las normas y
prohibiciones habladas puesto que muchos de los
límites fundamentales estarán transmitiéndose en
las formas de relación, en el respeto que se
muestre no sólo al niño sino también a uno mismo y
a los otros. En las actitudes va impreso lo que
admitimos, lo que valoramos, lo que aprobamos y lo
que no vamos a permitir.
Es natural que los chicos no acepten de buen
grado muchas de las fronteras que les marcamos puesto que sus impulsos son intensos; sin
embargo, aunque parezca contradictorio, sienten, a la vez, la necesidad de ponerles un coto que
por si mismos les es imposible. Para los padres tampoco es fácil, pues implica un esfuerzo, una
tarea que está llena de dudas y también de sentimientos contradictorios. Tener presente que
somos su referencia en el aprender a vivir y que el cariño que necesitan no está sólo en las
carantoñas y permisos sino también en lo que no se permite —y que, por tanto les crea la
seguridad de que nos ocupamos de él y que nos importa— nos proporcionará la idea-guía que
facilitará nuestra imprescindible y hermosa tarea.
EL NIÑO INMIGRANTE
Conocer la situación del niño inmigrante
requiere saber qué significa y qué comporta ser
inmigrante
independientemente
de
las
legalidades, leyes y papeles. Ser inmigrante,
como todo, tiene una vertiente ineludible: lo
emocional.
Ser
La patria de un niño son sus padres. En ese territorio toma consistencia su ser y todo el
entorno adquiere sentido en ese espacio de palabras, contactos, tactos, olores, sabores,
creencias, formas de ser cuidado, costumbres y todo lo que conforma el marco de las relaciones.
Se forja la identidad, los criterios, las ideologías, el sentido de pertenencia, la filiación; es decir, lo
que da sentido al ser y al vivir. Lo que construirá la idea de sí mismo y de los demás, vale decir,
de sí con relación a los otros. A eso es a lo que llamamos identidad, aquello con lo que se
presentará allá adonde vaya. Lo que permite decir "yo soy yo , soy de , pertenezco a". Y desde
esa patria se sale al mundo. A su vez, lo periférico (el pueblo, la ciudad, el país) queda asociado a
lo familiar y adquiere la connotación de ser un algo propio. El país natal es una extensión de lo
familiar en tanto que lo adquirido dentro de la familia está impregnado de lo cultural.
Cultura
La cultura es lo que propicia un modo de lectura del mundo y el suministro de códigos,
significaciones, criterios de pensamiento y valores. Esta se va estableciendo en el intento que
hace un grupo social, un pueblo, por comprender el mundo, por dar respuesta a los enigmas que
inquietan y resolver las dificultades de la vida. La historia compartida, las costumbres adquiridas y
transmitidas, la lengua propia, configuran su idiosincrasia y construyen un saber, un estar, un
pensar común dentro de un conjunto de individualidades. Algo que podríamos asimilar a lo que
sucede en una familia. Cuando se emigra se deja de convivir con todo eso tan atesorado y propio
para adentrarse en otra cultura, la de otros, la que da identidad a otros.
Ser y cultura
Independientemente de lo peculiar de cada caso, cuando se emigra a otro país se da un paso
que marcará para siempre la existencia. Implicará un gran esfuerzo de adaptación a lo nuevo para
hacerse un lugar a la vez que una despedida lacerante del contacto directo con todo aquello que
estuvo en los orígenes de su constitución como sujeto y han conformado sus referencias más
íntimas, su "carne" psíquica: su lengua, sus raíces afectivas, sus vínculos, su cultura. Hace un
traslado en el espacio físico que comporta a su vez un viaje interior donde hay que atravesar un
duelo y la soledad está al acecho; donde habrá una tarea de reajuste a lo nuevo, a otros códigos
en el hacer, en el estar, en el entender. Nuevas costumbres, sensación de ser diferente, forastero.
Lo propio habrá de guardarse para lo íntimo pues no vale o es extraño en el nuevo contexto.
El niño
Los hijos de inmigrantes son inmigrantes también, en ese sentido, aún cuando hayan nacido en
el país de acogida y máxime cuando no haya sido así. Aquí hay algo que va más allá de los
papeles y es lo que se vive dentro y fuera de la familia en el país de inmigración.
Como todo niño, el hijo de inmigrantes recibe lo que le pueden dar sus padres como alimento
psíquico y cultural. Los padres inmigrantes, sean cuales sean su condición o sus peculiaridades,
darán a sus hijos pan con nostalgias de los viejos sabores y olores, risas con duelos de otras
risas, amor con temor a lo nuevo e idealizaciones de lo que se dejó atrás. El peso del estado que
comporta la situación de inmigrante de los padres lo respirará el niño cada día y lo acompañará al
modo como lo hace la sombra.Tanto mayor podrá ser el peso de ser diferente, de ser de fuera, si
a ello se le añaden características físicas que lo hagan destacar de los del país, aunque haya
nacido en él y sea miembro de pleno derecho de dicho lugar. Aunque entre todos estos aspectos
cabe destacar algo importante y muy positivo: el enriquecimiento personal que supone conocer
culturas diferentes y adquirir dominio de dos lenguas. Esto es parte importante de la herencia que
los padres inmigrantes dejan a sus hijos.
El niño adoptado
Una situación también a destacar sería la del niño adoptado de otros países. Este niño va a
compartir con el niño inmigrante sentimientos de ser diferente, máxime si sus rasgos físicos o la
lengua evidencian que no es del país, y de desarraigo; ahora bien, en este caso, no solo
desarraigo del lugar de origen sino uno más hondo aún: el de su propia raíz biológica. Estará sin
historia o con unos pobres datos sobre ella que del mismo modo le llenarán de interrogantes y
fantasías que le acompañaran: ¿Qué pasó para que me abandonaran?, ¿Tendré hermanos,
primos, tíos, abuelos?, ¿Vivirán mis progenitores?, ¿Tengo algo que hizo que me abandonaran o
que me abandonen?...
Tener una historia es un referente que da ubicación, que permite vernos en una continuidad,
que nos sitúa en un orden, que permite percibirnos en unas condiciones como la de los demás,
que nos da información de lo propio, e identidad; nos da contexto y sustento emocional ya que, en
definitiva somos, en gran parte, una construcción identitaria, psíquicamente hablando. Por todo
esto, el niño adoptado, necesita, como el niño inmigrante de un entorno de acogida que tenga en
consideración su circunstancia, siéndole fundamental, además, que sepa de sí, del recorrido de su
adopción y de todo lo que sea posible para que pueda hacérse su contexto, construir su historia.
Padres e hijos
Para cualquiera fuera de su tierra es recurrente el sentimiento de necesitar conservar lo más
posible todo lo referente al país de origen y esto lleva, muchas veces a cerrar puertas a lo nuevo
para defender, conservar y no perder lo que se considera como propio, lo originario, lo identitario.
Todo queda añorado e idealizado. En estos casos los hijos se ven entre dos mundos, pasando de
uno a otro cada día y sintiéndose en parte en el extranjero en cada uno de ellos. Es un ser de aquí
y de allá, y a la vez, un no ser del todo ni de aquí ni de allá. Extranjero fuera de casa por su
aspecto, su acento o por ser hijo de inmigrantes, aunque haya nacido en el país, extranjero dentro
de casa por portar en su interior sentimientos, opiniones, formas de hablar y hacer como las de
sus compañeros de edad con los que quiere y necesita estar y entre los que desea sentirse
incluido y perteneciente.
Adolescentes
Mención especial requiere el adolescente que por las condiciones propias de la edad está
atravesando conflictos concernientes a la resolución de todo lo que comporta definir y establecer
lo relativo a las diferentes vertientes de su identidad personal.
Es una travesía entre lo infantil y lo adulto; un diferenciar lo
suyo de lo de los padres y entre lo propio y lo de otros. En
estas circunstancias internas el adolescente precisa de
manera acuciante sentirse perteneciente a un grupo, sentirse
uno más, dentro, aceptado y partícipe; compartiendo signos,
rasgos, códigos... Esto quedará muy dificultado si los padres
le impiden el abrazo a lo nuevo, si le han transmitido
excesivos recelos o desvalorizaciones sobre el lugar de
inmigración en el que se han establecido, añadiendo así un
nuevo conflicto al que ya tiene y pudiendo originar o bien una
actitud de sometimiento y dependencia al criterio de los padres impidiendo su crecimiento
personal o bien mostrándose defensor de lo que es de fuera de los padres y deplorando incluso
todo lo relativo a los orígenes de éstos, tomándose más feroz la lucha por su diferenciación
personal.
La situación del adolescente también puede llegar a hacerse más compleja cuando la vuelta al
país de origen, soñada y también idealizada por todo inmigrante, se produce. Su desarraigo será
muy grande. Llegará a un lugar donde las idealizaciones de los padres no encuentran asidero en
la realidad y donde él se queda suspendido en un vacío sin grupo de referencia, sin poder
compartir recuerdos, sin saber a qué se refieren los de su edad cuando recuerdan juegos y
comparten cosas de las que se siente fuera. Se queda sin sus muletillas verbales, sin la jerga
compartida, sin sus amigos, sus amores primeros.., en definitiva, tendrá que añadir un gran duelo
más a los que ya comporta el despedirse de la infancia. Será también doblemente inmigrante,
teniendo por compania el sentimiento de ser diferente.
País de acogida
Ahora bien, un entorno social poco receptivo o acogedor acentúa la tendencia al repliegue de la
familia sobre sí misma, propicia más la idealización de lo dejado atrás y aumenta el temor a lo
nuevo dificultando la integración de todos. En estas condiciones el adolescente urgido en la
necesidad de pertenencia, como se ha dicho, encuentra un cauce a veces poco favorable para él,
su familia y la sociedad: formar grupo con otros iguales en sentimientos de marginación y
resentimientos, pudiendo originarse incluso bandas que sólo van a propiciar dolor y más marginación si se ponen al servicio de ideales o ideologías perniciosas para sí mismos y la
convivencia.
Pasar de ser un país de
emigrantes a receptor de inmigrantes
tampoco es sencillo. No basta con
haber sido un país que ha conocido
el dolor de esos desprendimientos en
propia carne sea por el exilio o por
encontrar una vida mejor. La
memoria social es endeble en cuanto
a las circunstancias que se quieren
olvidar y que se creen superadas.
Tenemos buenas razones para
entender mejor que nadie las
circunstancias de un inmigrante pero
ahora estamos del otro lado y hasta
consideramos que fuimos mejores
inmigrantes; de nuevo lo nuestro y
los nuestros fueron mejores que los
otros y lo de otros.
Hoy es mañana
Tanto la familia inmigrante como los ciudadanos del país receptor precisan tener presente la
situación de niños y jóvenes que sufren, en un momento crucial de su desarrollo, las decisiones,
condiciones y actitudes de los adultos.
Nuestros hijos comparten pupitre, patio y calle. Se hace necesario plantearnos qué
transmitimos a nuestros niños seamos inmigrantes o del país.
El miedo es la base de la xenofobia y existe desde que el mundo es mundo, y no es patrimonio
ni de los de aquí ni de los de allá, pero ya no somos seres primitivos y podemos reflexionar,
distinguir y rectificar de modo que también nosotros podamos integrarnos adecuadamente a una
nueva situación que nos concierne a todos porque como sabemos los niños de hoy serán los
adultos de mañana; y los adultos de hoy (y no sólo los padres), socialmente hablando, somos los
responsables de las condiciones mejores o peores de estos niños de hoy y de lo que serán
mañana. La buena adaptación, por parte de unos y de otros recaerá en beneficio de niños y
jóvenes lo cual vale decir que será el beneficio de todos y de nuestro futuro.
Textos: ILUMINADA SÁNCHEZ
Psicóloga-Psicoterapeuta
Dibujos: LAURA ESTEBAN
Pintora
APRENDER
a
CONVIVIR
Las bibliotecas quieren resaltar su carácter de espacios de
convivencia y diversidad, de centros de información para personas
de cualquier procedencia y condición cultural, lingüística y social
NIÑOS DE HASTA 6 AÑOS
¡Hombre de color!
Jerôme Ruillier. Editorial Juventud. Barcelona 2003 I NAR juv
Basado en un cuento africano. Este relato pretende desterrar el tópico
que sí alguien dice "hombre de color" se suponga que se refiere a un
hombre negro.
iÑec-Nec Rís-Ras!
Bárbara Jean Hicks; ilustrado por Alexis Deaca. Editorial Juventud. Barcelona 2004.
Bubá, hijo pequeño de una familia de monstruos, encuentra debajo de su
cama un niño. A partir de este momento, no puede conciliar el sueño, tal
es el miedo que siente ante la presencia del humano. Expresa con humor el
miedo que sentimos a quienes son diferentes a nosotros.
Aprendamos a convivir.
Elisabet Ballart; ilustración Roser Capdevilla. Ed. Destino, 1999 I NAR jug
Sugerencias para la convivencia que contribuirá a hacer este mundo un
sitio un poco mejor.
¡Ellos son díferentesl
Jordi Sierra i Fabra, Antonio Cortijas. Ed. Edebé, 2001 I NAR fre
Un explorador galáctico llegó a la Tierra y descubre todas las maravillas
que hay en ella. ¿Cómo nos ve este personaje de otro planeta?
Papel en blanco.
Pablo Prestifilippo. Ed. Edebé, 2000. I NAR tre
Había una vez un niño que no era como los otros niños. Las niñas le
llamaban "bobo" y los niños le gritaban "tonto”. Pero un día una niña
descubrió su secreto.
Un buen día.
María Espluga Solé. Madrid: SM, 1992. I AMA bar
Un buen día el ratón se encontró con el mono. Las dos hacen cosas
distintas: uno, correr yjugar y el otro leer. Este cuento nos enseña que
la diferencia de caracteres, de aficiones, de raza o religión debe ser
síntoma de cosmopolítanismo y no de xenofobia, de convivencia y no de
odio.
Un cuervo diferente.
Edith Schrieber Wicke. Barcelona: Juventud, 1995 I NAR cup
En este cuento, el autor personifica en animales las terribles
situaciones de nuestra sociedad: el rechazo del otro por el aspecto
físico.
La rana y el extraño.
Max Velthuijs. Barcelona: Timún Mas, 1994. I NAR nub
El lenguaje es sencillo y está ilustrado con dibujos muy atractivos por
su colorido, es un emblemático cuento sobre el tema de la intolerancia.
Mi tía es verde.
Xosé Cermeño, Avi. Madrid: SM, 1999 I NAR bar
Mi tía es verde y nadie sabe por qué. Eso sí, es estupenda entre las
personas, en un clima de respeto y cariño.
¿Raro, yo?
Gabriela Rubio. Madrid: Ed. Alfaguara, 2003 I NAR aIf
Un marciano y un monstruo se encuentran en un bosque. El marciano ve
horrible al monstruo. El monstruo se asusta muchísimo del marciano.
Todos somos especiales.
Arlene Maguire. León: Ed. Everest, 1997. I NAR mon
En cada uno de nosotros, hay algo que nos hace diferentes a los demás.
Este libro celebra esas diferencias entre la gente y reconoce que todos
tenemos algo que nos hace especiales.
Sapo y el forastero.
Max Velthuijs. Caracas: Ed, Ekaré, 1999. I NAR sap
Cuando Cochinito descubre que un forastero ha hecho un campamento a la
orilla del bosque, se siente indignado. Cochinito y Pata quieren que se
vaya porque es diferente a ellos. Un libro de gran actualidad donde el
sabio holandés Max Velthuijs nos señala que la diversidad es también
fuente de riquezas.
Lolo, un conejo diferente.
Guido Van Genechten. Madrid: Ed. SM, 1999. I NAR sm
Este bonito álbum ilustrado muestra a los niños que ser diferente no es
malo y que todo el mundo es diferente.
Majo, el rinoceronte
Horacio Elena. Santa María de Tormes (Salamanca): Lóguez, 2004. I NAR due
Majo no es feo. Es feísimo. Los demás animales o le temen o le toman el
pelo. Pero, ¿le servirá de algo ponerse faja, polainas, lazo, gafas,
sombrero y bigotes?
Óscar el botón.
Eszter Nagy. Barcelona: Beascoa, 1997. I NAR bea
Óscar es un botón que vive en un abrigo muy serio. Un día, cansado de
estar siempre en el mismo lugar, decide viajar por el mundo. Pero pronto
descubre que nadie le quiere porque es redondo.
¿Un canguro en la granja?
A. H. Benjamín. Barcelona, Beascoa, 2000. I NAR ben
Un animal rarísimo, llamado Canguro, está a punto de llegar a la granja.
Todos los animales, uno tras otro, expresan su temor de
que el recién llegado les pueda quitar su trabajo en la
granja...
La gente que nos rodea
Sergio Folch y Patricia Ceis. Barcelona : Beascoa, 2001. I NAR nue
En nuestro mundo viven personas de diferentes tamaños,
formas y colores de piel. Nuestro aspecto es diferente;
sin embargo, las emociones y los sentimientos son muy parecidos.
¿Dónde está el pequeño príncipe?
Pellicer y Jan. Barcelona: Beascoa, 2000. I NAR bea
Érase una vez un príncipe que perdió el color. Él y su asteroide ya no
eran blancos, ni negros, ni de ningún otro color. iEran transparentes!
Con ayuda y este libro quizá el Pequeño Príncipe consiga encontrar un
buen color para él y su asteroide. También aprenderá que no se deben
imponer ni colores ni gustos a nadie, ya que lo realmente importante es
vivir en armonía con todos los demás.
Está bien ser diferente
Todd Parr. Barcelona: Serres, 2004. I NAR ser
En este cuento para los más pequeños
coloristas.Trata las diferencias con humor.
destacan
las
ilustraciones
El muro.
Philippe de Kem meter. Ed. Entrelibros, 2004. I NAR ent
En el espacio hay un planeta en el que vive tranquilamente la familia
Blink. La llegada de unos nuevos vecinos muy distintos a ellos les
llevará a construir un muro, gracias al cual, las dos familias se
acercarán más de los esperado.
Niña bonita.
Ana María Machado. Ekaré, 2003. I NAR pen
El mayor deseo de un conejo blanco es tener una hijita negra y bonita
como su vecina. A lo largo de todo el cuento intentará de varias maneras
cambiar de color. Al final se dará cuenta que la única forma de conseguirlo es casándose con una coneja negra.
Africa y sus colores
Anna Obiols. Beascoa, 2002
Africa, una elefantita que vive en la selva, está triste. Su amigo el
Pájaro que todo lo ve y todo lo oye le aconseja que haga un viaje. A lo
largo del trayecto Africa recuperará la alegría y se dará cuenta de lo
que falta en la selva para ser feliz.
NIÑOS ENTRE 6 Y 8 AÑOS
íEllos son diferentes!
Jordi Sierra i Fabra, Antonia Cortijos. Barcelona: Ed. Edebé, 2001
Un explorador galáctico, Tiruliru 57, llegó a nuestro Sistema Solar y
descubrió la Tierra y todas las maravillas que hay
en ella. ¿Quieres saber cómo nos vio él?
El rey con orejas de caballo.
Eric Maddern; ilustrado por Paul Hess. Ed. Blume. Barcelona, 2003.
Cuento que nos enseña a valorar las diferencias. Las
cuatro ultimas líneas del libro resume el mensaje de
esta historia: "Sí tienes algo que te hace diferente del resto, no te
avergüences de ello, sino todo lo contrario, siéntete orgulloso'~
El filósofo y el pescador.
Anna Molins; ilustraciones de Lluisa Llover. Ed. La Galera. Barcelona, 2004. I AZU
La narración es trilingüe, en la misma página se repiten en catalán,
árabe y castellano, al lado de unas ilustraciones de colores vivos. Una
obra que invita a la integración y a la multiculturalidad.
Yo soy de....
Colección editada por La Galera, 1997 J-30....
Minu, yo soy de la India
Takao, yo soy de Japón
Fátima-VaneSsa, yo soy de El Salvador
Dana, yo soy de los Estados Unidos de América
Lenessú, yo soy de Benin
Búxara, yo soy de Marruecos
Erik, yo soy de Noruega
Bali, yo soy de China
Stelaluna.
Janell Cannon. Barcelona: Juventud, 1994. I AZU ras
Un murciélago perdido aterriza en un nido de pájaros. Dos formas de vida
y costumbres diferentes. La mutua comprensión y el conocimiento hará que
la conclusión sea un mensaje de tolerancia.
Sueños de mariposa negra
Elena Santiago. León: Everest, 2003. I AZU ras
El sueño de la mariposa negra es ser amarilla igual que sus compañeras,
así que, ayudada por un mirlo, decide emprender un largo viaje al País
Amarillo con la esperanza de impregnarse de color que allí reina. En
aquel lugar comprenderá que en la diversidad está la belleza, y que
cualquier color es maravilloso si de luce con alegría.
Completamente diferente
Yanitzia Canetti. León: Everest, 2000. I AZU ras
En vez de pensar en las cosas que tenemos diferentes y andar cada uno por
su lado, tristes y sin amigos, este cuento nos enseña a pensar y valorar
las cosas que tenemos en común con los demás.
Ojos negros
Ángeles Jiménez Soria. Valladolid: SODEPAZ, 1995. I AZU sed
“Queremos dedicar este libro a todos los niños diferentes,
a los que se meten el dedo en la nariz y a los que no,
a los que duermen en clase y a los que no lo hacen,
a los que viven en el Este,
o en el Norte,
o en el Sur,
o en el Oeste,
a los niños altos,
a los bajos,
incluso a los de estatura medía;
en resumen,
a todos los niños diferentes".
Colores que se aman.
Paco Abril. Everest, 2005
"...En el espejo he visto que
Mi madre, sin embargo, tiene
diferentes que se aman. Se lo
el otro lado. El espejo es mi
mi piel es negra, igual que la de mi padre.
la piel blanca. Estoy hecho de dos colores
digo al espejo y me sonríe satisfecho desde
amigo."
La cebra Camila.
Marisa Núñez. Kalandraka, 2000. I AZU lib
Esta es la historia de Camila, una pequeña cebra que un día, desobedeciendo a su madre sale al campo sin calzones ni tirantes. El viento
entonces se lleva sus rayas y llora, pero gracias a las rayas que le van
regalando distintos personajes va disminuyendo la pena. Este álbum
aborda, como a través de la vida crecemos a través de las pérdidas y las
incorporaciones que nos ofrecen otros, y de cómo, en definitiva, todos
somos multicolores y mestizos.
El cuento del cafetito.
Julia Álvarez. Lumen, 2004. I AZU lib
Basado en un hecho real, este cuento nos narra con gran emotividad y
pasión como el mundo de los cafetales de la República Dominicana seduce y
cambia la filosofía y la vida del protagonista.
El árbol de los abuelos.
Daniéle Fossette. Edelvives, 2003. I AZU ala
Malika está preocupada porque para ella hacer su árbol genealógico no es
fácil. Demás: se llama Karamolo, ha atravesado el desierto, es un gran
cazador de leones y no está dispuesto a aparecer "aplastado" en una foto.
Sin embargo, todos sus compañeros cuando le conocen envidian a Malíka por
tener un abuelo así.
Me llamo Yoon.
Helen Recorvits. Juventud, 2003. I AZU jew
"Me llamo Yoon. Vine de Corea, un país muy lejano... En coreano mi nombre
quiere decir Sabiduría Resplandeciente. Mi nombre me gusta más en coreano
que en español."
Yoko
Rosemary Wells, Everest, 2003. I AZU mon
Yoko lleva sushi para comer en la escuela y todos le hacen ascos. Para
solucionar el problema, la señora Jenkins decide organizar el Día de la
Cocina Internacional, pero nadie prueba la comida de Yoko. Sólo al final,
Timothy, que se ha quedado con hambre, la prueba y le gusta. A partir de
entonces comparten la comida.
A PARTIR DE 9 AÑOS
El castillo de arena.
Alejandro García Schnetzer y Sebastián García Schnetzer. Ed. Destino. Barcelona, 2003
Dos niños, uno judío y otro palestino, construyen un castillo de arena en
la playa, pero cada uno es "enemigo" para el otro. La fuerza de las olas
les destruyen sus castillos. La catástrofe transforma positivamente la
relación entre los niños.
Una vida como la mía: cómo viven los niños en el mundo entero.
Ed. Blume y Unicef, 2003
En todo el mundo los niños viven sus vidas de manera diferente, pero
todos tienen algo en común: la pasión por la vida.
¡Buenos días, mundo!: un día en la vida de niños de todo el mundo.
Beatrice Hollyer. Ed. Intermón Oxfam, 1999
Cuando soñamos despiertos, expresamos lo que nos gustaría
que pasara: tener un mundo en paz, viajar a la luna, ir a
pasar el día a la playa o tener un juguete nuevo.
Intentemos día a día que nuestro sueños se cumplan.
Yo vengo de...
Colección editada por La Galera, 1998
Ostelinda, yo vengo de todas partes
Stefan, yo vengo de Belgrado
Ua, yo vengo de Reikiavik
Bully, yo vengo de Doubirou
Nancy, yo vengo de Cochabamba
Shafik, yo vengo de Jhelum
Mustafá, yo vengo de La rache
Shan-kai-li, yo vengo de Taiwan
La vida, las inquietudes y dificultades de una persona extranjera que se
ha integrado en el entorno sociocultural de nuestro país. Ayuda a
comprender las diferencias y similitudes entre culturas, fomentando el
respeto.
Intermón Oxfam ha publicado una colección muy atractiva sobre
distintos paises y culturas, con sugerentes imágenes que deleitarán a
niños y grandes. Entre ellos encontramos los siguientes títulos:
Ch de China
I de India
P de Perú
A de Africa
D de Despedida
E de Escuela
Niños como yo
Barnabas Kindersley, Anabel Kindersley. Ed. Bruño, 1995.J-392 KIN niñ
Niños de todo el mundo nos hablan de sus hogares y de sus sueños.
No soy rubia.
Kirmen Uribe, Mikel Valverde. Editores Asociados, 2004. J-REA SCH mia
A veces es difícil hacer amigos. Pero desde que escribí el nombre de cada
uno de los compañeros en clase en árabe creo que he comenzado a tenerlos.
Yo quería ser rubia, pero me he dado cuenta de que en mi ciudad la gente
es más bien morena. Vaya, creo que de momento ya estoy bien con mi color
de pelo.
El brujo del viento.
Paloma Sánchez. SM, 2005. J-REA SAN bru
El protagonista llego desde el otro lado del mundo, de un país llamado
Ecuador. Al principio, Rollo, Zampa, Camaleón, Trepa e Inés no se fijaron
mucho en él. Pero fueron descubriendo sus cualidades: era un as del balón
y además, era nieto de un curandero y tenía poderes.
La mezquita maravillosa.
Ann Jungman. Serres, 2004.
Cuando el rey Fernando III entra en Córdoba, decide derruir la gran
mezquita para edificar una catedral. Tres amigos de la infancia, Miguel,
cristiano, Samuel, judío y Rashid, musulmán, le piden que no la destru
ya. El rey acepta construir la catedral en un lugar aparte y respetar el
resto del edificio y los jardines.
Dieciocho inmigrantes y medio.
Roberto Santiago. Edebé, 2002. J-REA SAN die
El grupo de inmigrantes que hace un mes llegó al colegio, debe regresar a
su país. Todos creen que se debe al incidente ocurrido en el patio,
jugando. Esto, junto a unos incidentes relacionados con el racismo y la
xenofobia provoca que el hermano de Claudio y su novia decidan hacer una
sentada en el patio, como señal de protesta, a la que se sumarán muchos
compañeros.
Mi abuela es africana.
Annelies Schwarz. Edelvives, 2.003. J-REA SCH mia
Eric es un niño de io años que vive en Alemania. Él y su madre han nacido
allí pero su padre es africano. Cuando su amigo blanco Flo, viaje a Ghana
a conocer a su abuela, ambos descubrirán un mundo fascinante.
Un sueño para todas las noches
Lisa Bresner. Editorial Lumen.2.002. J-FAN BRE sur
En cuatro aventuras, cada una de las cuales revela un aspecto particular
de esta civilización, Pequeño Tang descubre la escritura china. Al final
del libro, el lector encontrara en un pequeño léxico chino los veinte
ideogramas de la historia y su significado.
SOBRE LA ADOPCIÓN
PARA NIÑOS MENORES DE 6 AÑOS
Los dos cumpleaños de Estrella.
Javier Esparcia y M. José Estrela. Ed. La Galera, 2.003. I NAR col
Estrela es adoptada y celebra dos fiestas de cumpleaños: el día en que
nació y el día en que llegó a su casa. Sus hermanos no lo entienden y sus
padres con mucha paciencia se lo explicaran.
Unos padres para Aruna.
Lourdes Alsins. Barcelona: Zendrera Zariquiey, 2.001. I NAR zen
En este cuento, Aruna explica ilusionada cómo se produjo la aventura de
conocer a sus padres adoptivos. Es una historia que padres e hijos
disfrutaran con ilusión.
Cuéntame otra vez la noche que nací
Jaime Lee Curtis, Laura Cornelí. Barcelona : Ed. Serres, 1999. I NAR ser
Cuento para niños pequeños. Este libro explica muy bien la adopción de
bebés tienen un especial encanto las ilustraciones.
Los colores de Mateo.
Marisa López Soria.León: Ed. Everest, 2.002. I NAR mon
Mateo es negro como la noche y oscuro como un misterio. Además, es un
niño adoptado. Su mamá le cuenta que nació en una isla lejana del Caribe.
Adoptar una estrella.
Massimo Mostacchi, Mónica Miceli. Madrid: Bruño, 1997. I NAR fab
Cuando una mamá y un papá adoptaron a una niña perdida, nunca imaginaron
cuál era su verdadero origen...
PARA NIÑOS DE 6 A 8 AÑOS
¡Busco una mamá¡
Gema Lienas, Rebeca Luciani. Ed. La Galera. Fundación Intervida, 2.005. I
AZU gal
Este libro explica la historia de una familia que oye la
voz de una niña boliviana que busca mamá. La madre, el
padre, Jorge y Gabriel, los mellizos, vuelan al otro
lado del Atlántico para recogerla, impulsados por la voz
de la pequeña, que llega a través de las estrellas.
La historia de Ernesto
Mercé Company. Madrid: SM. I AZU gal
Libro para niños de unos 6 años. Es la historia de una adopción.
Te quiero, niña bonita.
Rose Lewis. Barcelona: Ed. Serres, 2.002. I AZU ser
Para los más pequeños. Basada en la experiencia de su autora, esta
historia cuenta el viaje de una mujer a China. Desde los primeros
trámites hasta el regreso de ambas en avión. También es la crónica del
bebé, su vida anterior en el orfanato, donde incluso comparte cuna con
otras niñas, y la llegada a su hogar.
Llegué de...
− Etiopía
Anna Canals
− China
Miquel M. Gibert
− Rusia
Albert Elfa
Esta colección quiere hacer natural y fluida la necesidad de explicar a
los hijos adoptados sus orígenes.
Yuyuba
Anne Wilsdorf. Barcelona: Ed. Destino, 2000. I AZU des
Una historia divertida sobre una adopción muy especial. Con sentido del
humor y mucha espontaneidad trasmite amor, tolerancia y comprensión.
Los cuatro viajeros
Asha Miró. Beascoa, 2003. I AZU bea
Esta es la historia de dos niños, uno ruso y otro senegalés, y de dos
niñas, una india y otra china cada uno de ellos vive en su país en una
casa grande con otros niños huerfanos Hasta que un día vienen a
recogerlos sus “nuevos padres” esto hace que ellos se encuentren en un
colegio de una nueva ciudad al lado del mar.
A PARTIR DE 9 AÑOS
Los niños más encantadores del mundo.
Gina Ruck-Pauquet. Ed. Alfaguara. J-AVE RUC niñ
Para niños a partir de 8 años. Es la historia de
tres niños huérfanos.
La burbuja de la felicidad
José Luis Olaizola. Madrid: Anaya, 1997. J-AVE OLA bur
Historia sobre un niño negro abandonado al que cuida una señora mayor,
termina en una adopción. El autor está muy concienciado con el tema de la
adopción.
iQué suerte hemos tenido con Paule!
Kirsten Boie. Ed. Alfaguara. J-REA BOl que
Libro para niños desde io años, en donde se plantean cuestiones como:
¿es un extranjero el niño adoptado de otra raza? ¿Por qué su madre le dio
en adopción?.
A PARTIR DE 12 AÑOS
La gran Gílly Hopkíns
Catherine Paterson. Ed. Alfaguara. J-REA BOI que
En este libro la autora plantea el tema del acogimiento y la adaptación
del niño a una nueva familia.
COMER
• Cuento para contar mientras se come un huevo frito.
Pep Bruno, Mar¡ona Cavaza. Ed. Kalandraka, 2003. I NAR lib
• Nunca jamás comeré tomates.
Lauren Child. Ed. Serres, 1998. I NAR ser
• Con los abuelos.
Guido van Genechten. Ed. Juventud, 2003. I NAR juv
• Una cena de los fantasmas.
Jacques Duquennoy. Ed. Edelvives, 2003. I NAR fan
• Una sopa de piedras.
Anais Vaugelade. Ed. Corimbo, 2001. I NAR cor
• iMe comería un niño!
Sylviane Donnio, Dorothée de Monfreid. Ed. Alfaguara, 2005. I NAR alf
• El libro de los cerdos.
Anthony Browne. Ed. Fondo de Cultura Económica, 1993. I NAR ala
• Lucas y las magadalenas de la abuela.
Rosa Luengo, Rocío Martínez. Ed. Edelvives, 2002, I NAR Iuc
• Espaguetis para Susi.
Peta Copla ns. Ed. Timun Mas, 1993. I NAR nub
• Quiero mi comida.
Tony Ross. Ed. SM, 1996. I NAR bar
• La abuela no quiere comer
Fina Casalderrey, Xan López Domínguez. Ed. Combel, 2002. I NAR cab
• Me gusta el chocolate.
Davide Cali, Evelyn Daviddi. Ed. Tuscania, 2004. I NAR aIf
• La pequeña oruga glotona.
Eric Carie. Ed. Kókinos, 2002. I NAR kok
• La mujer que cocinaba palabras.
Catalina González Vilar, Pablo Alabau Marqués. Ed. Anaya, 2003. I NAR alb
• Sopa de sueño y otras recetas de cocina.
José Antonio Ramírez Lozano. Ed. Kalandraka, 2004. I AZU tir
• Mousse de manzana para las penas de amor.
Janosch. Ed. Kókinos, 2003. I NAR kok
• El cuento de la empanada y el molde.
Beatriz Potter. Ed. Debate, 1987. I AZU pot
• Pastel para enemigos.
Derek Munson, Tara Calahan. Ed. Juventud, 2004. I AZU juv
• ¿Qué hay para comer Jamela?
Niki Daly. Ed. Intermon, Oxfam, 2001. I AZU int
• iCorre, corre, panecillo!
Árnica Esterí, Andrei Duguin y Olga Dúguina. Ed. Anaya, 1991. I AZU ana
DORMIR
• La cama mágica.
John Burningham. Ed. Kokinos, 2003. I NAR kok
• Papá.
Plilippe Corentin. Ed. Corimbo, 1999. I NAR cor
• ¡A la cama monstruitol
Mario Ramos. Ed. Corimbo, 2001. I NAR cor
• iNo me quiero irala camal
Tony Ross. Ed. SM, 2004. I NAR bar
• ¡A dormir, o...!
Ewa Lipniacka, Basia Bogdanowicz. Ed. Grijalbo Mondadori, 1995. I NAR cie
• Tragasueños.
Michael Ende, Annegert Fuchshuber. Ed. Juventud, 1983. I NAR cua
• iNo quiero ir a dormir!
Julie Sykes, Tim Warnes.Ed. Juventud, 1996. I NAR juv
• Marcos ya no tiene miedo.
Roser Rius. Ed. SM, 2005. I NAR cue
• ¿Dónde está mi oso?
lan Whybrow, Russell Ayto. Ed. SM,, 2000. I NAR why
• Misterio en la profundidad de mi cama
Alejandra Gil, Carlos Magnasco. Ed. Hardenville, 2000. I NAR cue
• El niño que no quería ir a dormir.
Helen Cooper. Ed. Juventud, 1999. I NAR juv
• Un monstruo debajo de la cama.
Angelika Glitz, lmke Sónnichsen. Ed. Tímun Mas, 2001. I NAR tim
• Buenas noches, Víctor.
Luís Farré, Marta Balaguer. Ed. Com bel, 2000. I NAR cab
• ¡A dormir!
Joan de Déu Prats, Gloria García. Ed. Parent¡ng, 2.004. I NAR tri
• El fellz sueño.
Jaume Cela, Francesc Rovira. Ed. La Galera, 2002. I NAR col
• Cuando todos dormían.
Ricardo Alcántara. Ed. Everest, 1996. I NAR mon
• Comemíedos.
Jorge Zentner, Tássies. Ed. Destino, 2001. I NAR des
• Cierra los ojos.
Kate Banks, Georg Hallensíeben. Ed. Juventud, 2002. I NAR juv
• Duerme bien, pequeño oso.
Quint Buchholz. Ed. Láguez, 1998. I NAR log
• Todos a dormir
Guido Van Genechten. Ed. Elfos, 2001. I NAR elf
Descargar