QUIERO SABER / ESPÍRITU DE PROFECÍA – Febrero 2011 Construcción de templos ¿Escribió algo Elena de White referente a la construcción de templos, sus características, lugar apropiado, etc.? Para la construcción del Tabernáculo, Dios instruyó a Moisés de manera muy precisa, acerca de la forma exacta que debía tener el mismo. “Y alzarás el tabernáculo conforme al modelo que te fue mostrado” (Ex 26:30). Luego, en la construcción del Templo de Salomón, David le declara a su sucesor que Dios le había dado detalles de la estructura - "Todas estas cosas me fueron trazadas por la mano de Jehová [...]” (1 Cr. 28:19). “Así como el Señor había proporcionado a Moisés un modelo del tabernáculo que debía construir en el desierto (Exo. 25:8, 9), también había dado a David una revelación de los planos del templo (1 Crón. 28:19). De acuerdo con la revelación que había recibido David se había diseñado un plano, y éste fue entregado a Salomón” (Comentario bíblico adventista, tomo 3, 207). Al avanzar en el registro bíblico, una vez más, en ocasión de la reconstrucción del Templo en días de Esdras, se deja ver la mano de Dios en el asunto. En la carta que el rey Artajerjes entrega a Esdras, este menciona: “Todo lo que es mandado por el Dios del cielo sea hecho prontamente para la casa del Dios del cielo [...]” (Esd. 7:23). Lo antes tratado, muestra de manera clara, el especial interés que Dios ha mostrado a través de los tiempos en cuanto a la construcción de su “casa” o lugar de adoración. En nuestros Días es de suma importancia tomar en cuenta lo que Dios nos ha dejado por mano de la señora Elena de White, referente a este tema. Antes es saludable destacar, que en algunos casos sus consejos son generales, pero en la mayoría de ellos sus declaraciones hacen referencia a situaciones específicas de sus días, que muy bien pueden adecuarse a nuestras situaciones actuales, usándolas de manera equilibrada. En cuanto al lugar. Se destacan dos aspectos básicos: presencia y accesibilidad. “En toda ciudad donde se proclame la verdad hay que levantar Iglesias. En algunas ciudades grandes hay que edificar iglesias en varios sitios. En algunos lugares se ofrecerán casas de culto a un precio razonable, y estas pueden adquirirse ventajosamente” (Carta 168, 1909). “Mirar la relación en las rutas de acceso sean convenientes” (Review and Herald. 5 de Abril de 1900). Estilos arquitectónicos y estructura o forma. “En muchos lugares se construyen iglesias, pero estas no necesitan edificarse siguiendo el mismo estilo. Estilos arquitectónicos diferentes pueden ser adecuados para sitios diferentes” (El evangelismo, p. 277). “[...] Edifiquen con belleza pero no con extravagancia. Sea construida la casa de manera conveniente y cabal, de manera que cuando sea presentada a Dios el pueda aceptarla, y hacer que su Espíritu descanse sobre los adoradores que anhelan solamente su gloria” (El evangelismo, p. 277). “Dios no nos ha mandado que le erijamos un edificio que se compare en riqueza y esplendor con el templo. Pero hemos de edificar una humilde casa de culto, sencilla, bonita y perfecta en su diseño” (El evangelismo, p. 277). “A falta de ventilación se debe una gran parte de la somnolencia y pesadez que contrarrestan el efecto de muchos sermones y hacen enojosa e infeliz la tarea del maestro” (El ministerio de Curación, p. 208-209). El equilibrio es básico. El consejo es que no se construyan templos ostentosos en los que se inviertan recursos que muy bien pudieran suplir otras necesidades; pero tampoco miserables; deben adecuarse a su entorno y a la condición de sus miembros. “Hubo tiempos cuando se estimó necesario adorar a Dios en lugares muy humildes, pero el Señor no retiró su Espíritu ni rehusó su presencia a causa de esto. Era lo mejor que su pueblo podía ofrecer en esos momentos, y él nunca reprobó ni condenó sus esfuerzos cuando lo adoraron en espíritu y en verdad. Pero haciendo atractivas nuestras casas y llevando a cabo nuestros planes para agradarnos, honrarnos y glorificarnos a nosotros mismos. El Señor no derramará sobre nosotros su bendición si nos conformamos con dejarlo fuera de nuestros planes y de adorarlo en un lugar mas pobre y mas inconveniente que en el lugar que estamos dispuestos a vivir; el Señor hará esto –repito- si colocamos nuestros propósitos egoístas en un lugar supremo, y si regalamos a Dios y a su culto una posición secundaria” (El evangelismo, p. 276-277). “¿Cómo considera el Señor a sus hijos cuando tienen todas las comodidades que el corazón puede desear pero se conforman con reunirse para adorar en un cobertizo de algún edificio miserable y apartado o en algún departamento barato y abandonado?” (Testimonios selectos, tomo 4, p. 67). Esta última declaración establece un equilibrio ideal: “Algunos preguntarán: ¿Porqué la Hna. White siempre emplea las palabras “sencillo, pulcro y sólido”, cuando habla de edificios? Esto se refiere a que deseo que nuestros edificios representen la perfección que Dios requiere de su pueblo” (El evangelismo, p. 277). Quienes están dedicados a la construcción de un nuevo templo, deben preguntarle al Dueño cómo le gustaría que fuera su casa, sin olvidar que este Dueño es altamente experimentado en estos temas. Heb. 11:10 declara explícitamente: “[...] la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios”. _______________ Yosvany R. García Corpas, originario de Cuba, estudiante de la licenciatura en Teología de la Universidad Adventista del Plata, Entre Ríos, Argentina.