BASES DE DATOS ORIGINALES Y NO ORIGINALES Santiago Schuster Introducción Las bases de datos constituyen un fenómeno característico de la era de la información. Compilar, almacenar información, ordenarla, presentarla al público es una tarea diaria de un sector cada vez más creciente de la industria mundial de las informaciones y de las comunicaciones. Desde luego, casi todos los servicios on-line ofrecidos a través de las redes forman parte de una cadena de bases de datos vinculadas unas a otras, en una interminable secuencia de rutas que nos encaminan siempre a nuevas fuentes de información, sistemáticamente ordenadas. La producción de bases de datos y la distribución de éstas, forman parte de una industria “de contenido”, que tiene repercusiones directas en la infraestructura de la información. El papel primordial que desempeñan las bases de datos en el funcionamiento de Internet, nos permite afirmar que ésta depende en gran medida de aquellas. Las bases de datos constituyen la esencia y el origen de la sociedad de la información. Al mismo tiempo, las bases de datos son una fuente gigantesca de oferta de obras y producciones protegidas por derechos intelectuales, a tal punto que han permitido acortar la distancia entre autores, intérpretes e industria de la cultura, proporcionando en forma cada vez más creciente un acceso directo a las obras y producciones, soslayando la secuencia de editores, impresores, distribuidores, libreros y bibliotecarios, para llegar directamente al lector o el auditor.1 De acuerdo con lo anterior, las naciones y la comunidad internacional han sentido la necesidad de proteger e incentivar las inversiones privadas en la producción de las bases de datos, fomentando la recopilación, el tratamiento y la divulgación de datos necesarios para la vida social. Del Corral, Milagros.Protección de los bancos de datos y de las obras preexistentes que constituyen su objeto Instituto venezolano del software1990 1 2 Las colecciones o compilaciones no son un fenómeno reciente. Desde siempre, los creadores intelectuales han tenido la idea de recopilar diferentes obras o fragmentos de obras creadas por otros, con el propósito de presentarlas como un conjunto más o menos coherente y sistemático que a menudo se denomina “antología”2. El derecho de autor no presenta dificultades para proteger las compilaciones siempre y cuando éstas reúnan dos condiciones: que se trate de compilaciones de obras y que la elección de dichas obras o su disposición en la compilación presente originalidad. Sin embargo, con el tiempo han aparecido compilaciones no sólo de obras, sino también de informaciones y acontecimientos. Este fenómeno ha adquirido una gran importancia debido a la rápida evolución de la tecnología, lo que a su vez ha provocado una revolución en cuanto al tamaño y la utilización de las bases de datos 3 . En efecto, las aplicaciones tecnológicas y la digitalización permiten hoy memorizar inmensas cantidades de obras o de información en soportes de reducida dimensión y de fácil recuperación. La actual generación de compilaciones es capaz de contener un número prácticamente ilimitado de obras (protegidas o no por el derecho de autor) y un número igualmente ilimitado de información que comprende los más variados ámbitos, es decir, transportes, comunicaciones, bolsa, clima y otras estadísticas. Esta información se ofrece al público tanto como productos (discos compactos de diferentes clases) o como servicios (en línea). El término “recopilación” utilizado con anterioridad ha sido reemplazado por el de “base de datos” y mediante éste se expresa esta nueva realidad, abarcando cualquier tipo de datos (obras o acontecimientos). La protección jurídica tradicionalmente prevista para las compilaciones, tal como señalamos, no ha resultado satisfactoria para estas nuevas producciones. Un número creciente de bases de datos no presentan la originalidad requerida para ser protegidas por el derecho de autor. Sin embargo, la producción y la comercialización de las bases de datos exigen importantes inversiones tanto en tiempo y personal como en medios financieros. Tales inversiones son necesarias para seleccionar y reunir los datos, obtener las autorizaciones correspondientes y desarrollar las herramientas requeridas para el funcionamiento o la consulta de las bases de datos (índices, tesauro, etc.) G. Koumantos, Les bases de données dans la Directive Communautaire, RIDA, nº 171, janvier 1997,.p. 79. 3 OMPI, Informe de la Reunión de Información sobre la propiedad intelectual en materia de base de datos, Ginebra, 17 a 19 de septiembre de 1997, DB/IM/6 Rev. 2 2 3 Se ha considerado, de esta manera, que los realizadores de bases de datos, que aportan una inversión sustancial, gocen de la protección de los frutos de dicha inversión, ya se trate de base de datos originales o no originales para el derecho de autor. Esta protección estimulará la creación y la divulgación de estos nuevos productos. El equilibrio entre los intereses de los productores de las bases de datos y los intereses de quienes desean utilizar las informaciones incluidas en ellas, ha sido materia de gran discusión, al momento de adoptar una solución a la protección jurídica de las bases de datos no originales. En los debates sobre una posible protección internacional sui generis a de las bases de datos, en el marco de la OMPI (ver infra), muchas delegaciones destacaron la importancia del acceso libre y abierto a la información, especialmente en esferas de gran interés para el público, tales como el campo científico, la educación y la seguridad nacional. Esta posición considera que una protección de las bases de datos no originales debería reflejar un verdadero equilibrio entre las facultades e intereses de los titulares de derechos y el interés del público en general, incluidos los sectores de las ciencias, la investigación y la educación, sin olvidar el papel de las bibliotecas4 . Igualmente, se consideró conveniente no alterar el equilibrio de intereses entre los productos de bases de datos y los creadores de obras intelectuales protegidas, así como de las prestaciones protegidas por los derechos conexos, a fin de garantizar e incentivar la creación intelectual y las industrias culturales. De allí que el verdadero debate se centra entonces en la naturaleza de la protección de estas bases de datos no originales. En la primera parte de este informe nos proponemos exponer la protección existente para las bases de datos originales. En la segunda parte, se analizarán las soluciones que han sido consideradas para una protección sui generis de las bases de datos, tanto originales como no originales. Parte I: La protección por el derecho de autor a las bases de datos originales Bajo la expresión “bases de datos <originales>” se comprenden todas las compilaciones ya sea que existan en forma impresa o almacenada en un OMPI, Informe de la Reunión de Información sobre la propiedad intelectual en materia de base de datos, Ginebra, 17 a 19 de septiembre de 1997, DB/IM/6 Rev; Comité Permanente de Derecho de Autor y Derechos Conexos, Primera Sesión, Ginebra 2 a 10 de noviembre de 1998, SCCR/1/INF/2. 4 3 4 computador, que en razón de su original forma de selección o disposición de su contenido, puede constituir una obra protegida. A. NORMAS INTERNACIONALES A.1 El Convenio de Berna5 El artículo 2. 5) del Convenio de Berna para la Protección de las Obras Literarias y Artísticas establece : “Las colecciones de obras literarias y artísticas tales como las enciclopedias y antologías que, por la selección o la disposición de las materias, constituyan creaciones intelectuales, estarán protegidas como tales, sin perjuicio de los derechos de los autores sobre cada uno de las obras que forman parte de esas colecciones”. Esta disposición se limita a las colecciones originales de obras literarias y artísticas. Sin embargo, se ha afirmado que contempla un principio de protección de las colecciones originales de otros materiales, como por ejemplo simples datos. En efecto, la expresión “disposición de las materias”, no es limitativa solo de obras intelectuales sino que bien podría extenderse a elementos constitutivos de la compilación que no solo sean obras. Por otra parte la indicación de que tales colecciones protegidas pueden ser enciclopedias, las cuales no constituyen necesariamente una compilación de obras, sino que puede tratarse de una colecciones de definiciones, como un diccionario, tesauro, etc., lo que demuestra claramente que el Convenio de Berna acepta la protección de colecciones que no reúnan sólo obras, pudiendo tratarse de compilaciones de toda clase de materias incluidos los simples datos. Por otra parte, el artículo 2. 1) del Convenio de Berna dispone que “Los términos ‘obras literarias y artísticas’ comprenden todas las producciones en el campo literario, científico y artístico cualquiera que sea el modo o forma de expresión”. A pesar que la lista de obras que enumera la disposición no menciona expresamente las bases de datos, la interpretación general de esta disposición sí las considera. Efectivamente, esta lista no es exhaustiva y cualquier creación intelectual en este ámbito debe considerarse protegida en virtud del Convenio. Protección de las obras preexistentes Desde luego, la incorporación de las obras preexistentes a la base de datos, sea en s u forma original o adaptada, en resúmenes o extractos, deben respetar los derechos exclusivos del autor tanto para autorizar su incorporación a la base de Comité Permanente de Derecho de Autor y Derechos Conexos, Primera Sesión, Ginebra 2 a 10 de noviembre de 1998, SCCR/1/INF/2. 5 4 5 datos, como para las explotaciones que a partir de tal circunstancia tendrá lugar respecto de las obras compiladas. En el caso de las compilaciones tradicionales, propiamente las antologías, éstas se limitan ha coleccionar un determinado número de obras, seleccionadas según los criterios del compilador, de ahí su originalidad, reduciéndose su explotación a la reproducción y venta de los ejemplares. En las bases de datos electrónicas la situación es enteramente distinta, ya que la fijación de la obra en la base de datos, está destinada precisamente a su explotación por el usuario. La obra en ese caso “queda a disposición” del usuario para su empleo. Esta situación es particularmente importante considerar al momento de conceder la autorización. Tenemos presente al referirnos a esta materia los nuevos derechos concedidos en el TODA/WCT (Tratado de la OMPI sobre Derecho de Autor) y el TOIEF/WPPT (Tratado de la OMPI sobre Interpretación o Ejecución y Fonogramas), al establecer expresamente que la puesta a disposición de una obra intelectual, de tal forma que los miembros del público puedan acceder a estas obras desde el lugar y en el momento que cada uno de ellos elija, constituye un acto de comunicación pública, sin perjuicio de la fijación de la obra al incorporarse a la base de datos, que constituye desde luego un acto de reproducción. En los siguientes párrafos nos referiremos a las normas que en el orden internacional se han establecido, sobre el particular. A.2 El Acuerdo sobre los ADPIC6 El Acuerdo sobre los ADPIC (Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio) adoptado el 15 de abril de 1994, contiene, por su parte, una disposición explícita sobre la protección de las bases de datos. Su artículo 10. 2 establece que: “Las compilaciones de datos o de otros materiales, en forma legible por máquina o en otra forma, que por razones de la selección o disposición de sus contenidos constituyan creaciones de carácter intelectual, serán protegidas como tales. Esa protección que no abarcará los datos o materiales en sí mismos, se entenderá sin perjuicio de cualquier derecho de autor que subsista respecto de los datos o materiales en sí mismos”. A.3 El Tratado de la OMPI sobre Derecho de Autor7 Comité Permanente de Derecho de Autor y Derechos Conexos, Primera Sesión, Ginebra 2 a 10 de noviembre de 1998, SCCR/1/INF/2. 6 5 6 El Tratado de la OMPI sobre Derecho de Autor (TODA/WCT), adoptado en Ginebra el 20 de diciembre de 1996, contiene una disposición similar: “Las compilaciones de datos y de otros materiales, en cualquier forma, que por razones de la selección o de la disposición de sus contenidos constituyan creaciones de carácter intelectual, están protegidas como tales. Esa protección no abarca los datos o materiales en sí mismos y se entienden sin perjuicio de cualquier derecho de autor que subsista respecto de los datos o materiales contenidos en la compilación”(art. 5). El criterio empleado, se encuentra en armonía con la disposición del artículo 2. 5) del Convenio de Berna, es decir, la protección por el derecho de autor está subordinada a la condición que la compilación de datos, por la selección de las materias o su disposición, constituya una creación intelectual. Sin embargo, este artículo ya no se refiere sólo a las colecciones de obras artísticas y literarias, sino que acepta que tales compilaciones, pueden también consistir en simples datos. La declaración concertada sobre el artículo 5 del TODA/WCT precisa que “el ámbito de las compilaciones de datos (bases de datos) en virtud del artículo 5 del presente Tratado, leído junto con el artículo 2, está en conformidad con el artículo 2 del Convenio de Berna y a la par con las disposiciones pertinentes del Acuerdo sobre los ADPIC”. La declaración concertada, en consecuencia, nos ahorra todo comentario respecto de las diferencias de mera redacción que existe entre ambas definiciones. B. LEGISLACIÓN REGIONAL B.1 El Tratado de Libre Comercio de América del Norte 8 El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), estipula en su artículo 1705.1 la obligación para las partes de proteger las obras comprendidas en el artículo 2 del Convenio de Berna, “incluyendo cualesquiera otras que incorporen una expresión original en el sentido que se confiere a este término por el Convenio. En particular (...) las compilaciones de datos o de otros materiales, legibles por medio de máquinas o en otra forma, que por razones de selección o disposición de su contenido constituyan creaciones de carácter intelectual, estarán protegidas como tales”. El TLC, como sabemos, es anterior a la adopción de las disposiciones del ADPIC y TODA/WCT, sin embargo incluye en lo sustancial las definiciones que A. Françon, La Conférence Diplomatique sur certaines questions de droit d’auteur et de droits voisins (Genève 2 -20 décembre 1996, RIDA, nº 172, avril 1997. 8 OMPI, Informe de la Reunión de Información sobre la propiedad intelectual en materia de base de datos, Ginebra, 17 a 19 de septiembre de 1997, DB/IM/2. 7 6 7 posteriormente se adoptarían, dejando a un lado, sin embargo, la preocupación que en el orden internacional se tuvo, para excluir expresamente la protección de “los datos en si mismos”. Lo cierto es que el celo que tuvieron los redactores de ADPIC y TODA/WCT, no tiene otra justificación que formular una prevención, ya que es sabido que la compilación jamás concede una protección sobre el contenido, sea que se trate de obras protegidas, que pertenecen a sus autores o derechohabientes, o bien de los datos que por carecer de la calidad de obra intelectual, tampoco reciben protección por el derecho de autor. B. La Decisión 351 del Acuerdo de Cartagena 9 La Decisión 351 del Acuerdo de Cartagena que contiene el “régimen común sobre derecho de autor y derechos conexos”, adoptada en 1993 entre Bolivia, Colombi a, Ecuador, Perú y Venezuela, contempla en su artículo 4 una lista no exhaustiva de categorías de obras protegidas. En el inciso II) de esta lista figuran “las antologías o compilaciones de obras diversas y las bases de datos, que por la selección o la disposición de las materias constituyan creaciones personales”. El artículo 28 completa esta disposición con lo siguiente: “Las bases de datos son protegidas siempre que la selección o disposición de las materias constituyan una creación intelectual. La protección concedida no se hará extensiva a los datos o información compilados, pero no afectará a los derechos que pudieran subsistir sobre las obras o materiales que la conforman”. D. ALCANCE DE LA PROTECCION DE LAS BASES DE DATOS POR EL DERECHO DE AUTOR a. la definición de “base de datos” Encontramos diversas definiciones para una Base de Datos. La Directiva de la Comunidad Europea ( 96/9 ) sobre la protección jurídica de la base de datos es el texto jurídico positivo que ofrece una definición más amplia. En su artículo 1.2 define la base de datos como “las recopilaciones de obras, de datos o de otros elementos independientes dispuestos de manera sistemática o metódica y accesibles individualmente por medios electrónicos o de otra forma”. En sus considerados 17, 21 y 23, la Directiva precisa esta noción. Las materias contenidas en la base de datos pueden ser no sólo obras literarias, artísticas o científicas, sino también materiales tales como “textos, sonidos, imágenes, cifras, hechos y datos”. El mismo alcance tienen las expresiones “datos o materiales”, empleados por la Directiva europea, el TODA/WCT, el NAFTA y el TLC. OMPI, Informe de la Reunión de Información sobre la propiedad intelectual en materia de base de datos, Ginebra, 17 a 19 de septiembre de 1997, DB/IM/2. 9 7 8 El simple almacenamiento digital de una obra literaria, o de los sonidos de ejecución de una obra musical (fonogramas), o de las imágenes de una obra audiovisual o fotográfica no cumple con el supuesto para ser considerado una base de datos original. De igual modo, la protección reconocida a la base de datos no se extenderá “a los programas de ordenador utilizados en la elaboración u operación de una base de datos”, que reciben una protección independiente, como tales programas de computación. Los elementos de la base de datos deben ser independientes entre sí y estarán dispuestos “de forma sistemática y metódica” y “accesibles individualmente” por medios electrónicos o de otra forma. b. la originalidad de la base de datos Como hemos señalado, la protección se concede según la disposición de las materias compiladas, lo que significa que la tutela del derecho de autor se limita a la estructura que ha sido elegida por el compilador como criterio de selección. La Directiva de la CE adopta una definición minimalista de la originalidad requerida para una protección de las bases de datos por parte del derecho de autor. La Directiva establece que “las bases de datos que por la selección o la disposición de su contenido constituyan una creación intelectual de su autor estarán protegidas, como tal creación, por los derechos de autor” (art. 3.1). En sus considerandos (15 y 16) indica que “los criterios en virtud de los cuales las bases de datos son susceptibles de la protección por derecho de autor deben limitarse al hecho de que la selección o disposición del contenido de la base de datos constituya una labor de creación intelectual propia del autor” y que “para determinar si una base de datos puede acceder a la protección de los derechos de autor, no deben aplicarse más criterios que la originalidad en el sentido de creación intelectual, y, en especial, no se deben aplicar criterios estéticos o cualitativos”. c. De la estructura de la base de datos La protección de las bases de datos por parte del derecho de autor se extiende sólo a su estructura, es decir, a la selección o la disposición de las materias contenidas en ella, y no alcanza a los contenidos de las bases de datos. Asimismo, dicha protección no afecta los derechos que pueden existir sobre los elementos del contenido de la base. Los ADPIC (art. 10)excluyen expresamente la protección de los “datos o materiales en sí mismos”, dejando salvo cualquier derecho de autor que subsista respecto de los datos o materiales en sí mismos. Aquí, necesariamente, las obras intelectuales 8 9 se encuentran comprendidas dentro del amplio concepto de los “materiales” coleccionados. Al respecto, la Directiva de la CE precisa en su artículo 3.2 que “la protección por derecho de autor que la presente Directiva reconoce a las bases de datos (...) se entenderá sin perjuicio de los derechos que pudieran subsistir sobre dicho contenido”. En su artículo 13 agrega que “las disposiciones de la presente directiva no afectarán la normativa relativa, en particular, a los derechos de autor, derechos afines o de otro tipo u obligaciones que existieran anteriormente sobre los datos, obras u otros elementos incorporados a una base de datos, sobre las patentes, marcas, diseños y modelos, sobre la protección de los tesoros nacionales, sobre normas en materia de acuerdos colusorios y de competencia desleal, de secretos comerciales, de seguridad y de confidencialidad, sobre la protección de los datos personales y de la vida privada, sobre el acceso a los documentos públicos o sobre disposiciones legales en materia contractual” 10 . Este principio de independencia de la protección del contenido de la base de datos se encuentra consagrado en los tratados internacionales y regionales mencionados y en la legislación nacional que han regulado ya esta materia. d. Autor de la base de datos En principio, como lo señala Delgado11, “no hay ninguna razón para no aplicar a estas obras (bases de datos) el régimen general previsto para todos los tipos de obras en materia de autoría”. De acuerdo a lo anterior, serán autores las personas naturales que hayan creado la base de datos. Al respecto, la Directiva europea designa como autor o autores de la base de datos a las personas físicas que hayan creado dicha base, sin perjuicio de otras posibles definiciones del autor contenidas en la legislación de los estados miembros de la Unión Europea (art.4). Por su parte, los demás acuerdos internacionales y regionales no dedican ni una sola línea a la autoría de la base de datos protegidas por el derecho de autor. Algo similar sucede con las leyes nacionales de América Latina, las cuales no prevén normas especiales en materia de autoría y titularidad de los derechos sobre las bases de datos originales, con la sola excepción de la Ley de República Dominicana que en su artículo 6.b) establece que “serán considerados como titulares de estas obras, la persona o personas naturales o jurídicas que las coordinan, divulgue o publique bajo su nombre”. Es decir, adquieren el tratamiento de una obra colectiva, situación que en las demás leyes queda entregado a las disposiciones generales sobre autoría y titularidad. 10 11 En este mismo sentido, conviene consultar los considerandos 18, 26 y 27 de la Directiva. Delgado, Antonio. La protección jurídica de la base de datos..... 9 10 e. Los derechos sobre la base de datos Los derechos de autor sobre las bases de datos no difieren de los que se otorgan a las demás obras. Según la legislación de cada país, el autor tendrá derechos de carácter patrimonial, de naturaleza exclusiva. La Directiva de la Unión Europea da ciertas precisiones con relación a los derechos tradicionales para aclarar dudas y evitar disparidades en la interpretación y la aplicación de las disposiciones. Con respecto al derecho de reproducción y tomando en cuenta la explotación de bases de datos electrónicas, el artículo 5 de la Directiva indica que este derecho cubre “la reproducción temporal o permanente, total o parcial, por cualquier medio y de cualquier forma”. Con respecto al derecho de transformación, dicho artículo precisa que incluye la “reordenación y cualquier otra modificación” . En cuanto al derecho de distribución, el considerando 33 indica que “la cuestión del agotamiento del derecho de distribución no se plantea en el caso de bases de datos en línea, que entran en el marco de la prestación de servicios; que esto se aplica igualmente en relación con una copia material de dicha base (...)”. Disposiciones aclaratorias como las analizadas no encontramos en los demás textos consultados. Por otra parte, el autor de la base de datos goza también de un derecho moral que podrá ejercer en conformidad con lo dispuesto en la respectiva ley nacional y, en su caso, de acuerdo con el artículo 6 bis del Convenio de Berna. f. Excepciones y limitaciones Teniendo en cuenta la naturaleza propia de las bases datos y las circunstancias de su explotación, cabe ajustar las excepciones tradicionales al derecho de autor al objeto de la protección otorgada, es decir, la estructura de la base de datos. Así no se ha previsto una excepción a título de cita, ni una excepción por copia privada ya que dichas excepciones atentarían contra la explotación normal de la base de datos 12 . Por otra parte, parece evidente asegurar al usuario legítimo de la base de datos la posibilidad de efectuar sin la autorización del autor todos los actos necesarios para el acceso a su contenido y para la utilización normal de la base (art. 6.1 de la Así lo establecen igualmente los artículos 9.2 del Convenio de Berna, 13 del Acuerdo sobre los ADPIC y 10.1 de TODA/WCT. 12 10 11 Directiva). Esta excepción tiene un carácter obligatorio. En efecto, el artículo 13 de la Directiva de la CE prevé que toda disposición contractual contraria al artículo 6.1 será nula y sin valor. El artículo 6.2 de la Directiva de la CE contiene excepciones adicionales y facultativas que permiten a los legisladores nacionales establecer límites en lo relativo a la reproducción con fines privados, de enseñanza o de investigación científica, y utilización con fines de seguridad pública o para efectos de un procedimiento administrativo o judicial o cuando se trate de otras excepciones a los derechos de autor tradicionalmente contempladas por el derecho interno de los estados miembros. La Directiva europea destaca que las correspondientes disposiciones “no podrán interpretarse de manera tal que permita su aplicación de forma que cause un perjuicio injustificado a los intereses legítimos del titular del derecho o que vaya en detrimento de la explotación normal de la base de datos”(art.6.3) 13 . C. LAS LEGISLACIONES NACIONALES Casi todas las leyes de derecho de autor incluyen disposiciones explícitas sobre la protección por parte del derecho de autor a las colecciones de obras literarias y artísticas como enciclopedias y antologías. En gran parte del mundo, las colecciones de elementos que no sean obras quedan igualmente protegidas por el derecho de autor. En los países en que el derecho de autor protege las colecciones o compilaciones, la mayoría de las leyes indican que la protección se limita a las bases de datos originales. La redacción de este requisito varía, pero la tendencia más común se basa en el texto del artículo 2. 5) del Convenio de Berna, es decir que para que las colecciones estén protegidas es necesario que “por la selección o disposición de las materias, constituyan creaciones intelectuales”. Independientemente del término utilizado, el sentido atribuido a la noción de originalidad varía según los distintos ordenamientos jurídicos. Los países de common law 14 15 tienden a tener un umbral más bajo de originalidad que aquellos países que siguen la tradición del derecho romano. 13 En este sentido, artículo 13 del Acuerdo sobre los ADPIC. 14 Algunos países como el Reino Unido, han instaurado una protección por parte del derecho de autor para las bases de datos no originales, de acuerdo con la denominada teoría “del sudor de la frente”. Ello confiere protección por parte del derecho de autor a las compilaciones prácticamente de cualquier tipo, siempre que para su realización se haya utilizado un volumen considerable de conocimientos técnicos y especializados, mano de obra, etc. La misma teoría valía en los Estados Unidos hasta que la Corte Suprema de los Estados Unidos dictó en 1991 la sentencia en el célebre 11 12 Ahora bien, no pocas leyes de América Latina han regulado expresamente la protección de bases de datos originales. Así lo hacen, por ejemplo la legislación de Argentina (art. 1.a) Decreto 165/94), Brasil (art. 7.XIII), Costa Rica (art. 5º Decreto Ejecutivo/...), Ecuador (art. 7), El Salvador (art. 14), Guatemala (art. 16.b) Honduras (art. 12), México (art. 13.XIV), Panamá (art. 8), Paraguay (art. 4.14), Perú (art. 5.e) y 78), República Dominicana (art. 6.b) y Venezuela (art. 3). Parte II. : La protección sui generis de las bases de datos : originales y no originales El alcance de la protección por derecho de autor de las bases de datos es, por diversas razones, limitada. En primer lugar, esta protección se concede sólo a las bases de datos originales, es decir, si la disposición o la selección de los contenidos de la base satisface el criterio de originalidad. Esto deja sin protección alguna a las bases de datos comunes como por ejemplo los listines de teléfono, los listados de direcciones y otros catálogos con estructura enciclopédica que carecen de originalidad en la disposición y/o la selección de las materias que contienen, a pesar de las inversiones realizadas en la elaboración de estas bases de datos. En segundo lugar, la protección de las bases de datos originales por derecho de autor abarca sólo la es tructura de la base y no su contenido. El autor de la base de datos queda, en consecuencia, sin protección contra las explotaciones abusivas del contenido de la base. Además, cabe tener presente que las aplicaciones tecnológicas permiten copiar y acceder a las bases de datos a un costo muy inferior “al necesario para crearlas de forma independiente” 16, y esto, en cualquier punto del mundo donde sea posible acceder a ellas. caso Feist vs. Rural Telephon, por la que se restringía la protección por parte del derecho de autor para las bases de datos; OMPI, Informe de la Reunión de Información sobre la propiedad intelectual en materia de base de datos, Ginebra, 17 a 19 de septiembre de 1997, DB/IM/6 Rev .R. Dreyfuss y M. Dahl Pedersen, Database Protection, Conference of the Engelberg Center on Innovation Law and Policy: “Intellectual Products: Novel Claims to Protection and their Boundaries”, La Pietra, Italy, 1998. 16 Considerando 7 de la Directiva 6/96. 15 12 13 Se han considerado varias alternativas a la protección de las bases de datos – reglas contra la competencia desleal (A), derechos conexos (B) - pero finalmente se encamina hacia una protección “sui generis” (C). La Comunidad Europea ya optó por esta nueva protección (C.1), que ya se concedió en los países nórdicos desde los años 60 (C.3). En el mismo sentido se orientan los trabajos de la OMPI al nivel internacional (C.1). También en los Estados Unidos se ha avanzado en la redacción de legislación de una iniciativa legal que proporciona protección adecuada a las bases de datos17 .En América Latina, sólo México ha dispensado protección específica a las bases de datos originales y no originales, conforme se indica en su artículo 107 y 108 (C.4). A. PROTECCIÓN DE LAS BASES DE DATOS POR APLICACIÓN DE LAS REGLAS DE LA COMPETENCIA DESLEAL18 Se estimó conveniente, en principio, que una protección adecuada para las bases de datos podría lograrse mediante la aplicación de las reglas de la competencia desleal. No obstante, la competencia desleal faculta a los fabricantes de bases de datos sólo perseguir los actos de un competidor que consisten en la apropiación de los frutos de su inversión financiera y trabajo. En este sentido, la competencia desleal sólo protege contra la fabricación de una base de datos competidora parásita. En este sentido, la inversión del fabricante queda sin protección frente a las utilizaciones del contenido de la base de datos, efectuadas por cualquier usuario no competidor de la misma y que perjudiquen dicha inversión. Es más, la decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos (caso Feist Publications, Inc. V. Rural Telephone Service Co., Inc., 499 (1991) y varios fallos posteriores dictaminaron que “el derecho de autor no puede impedir a un competidor extraer grandes cantidades de material fáctico de una base de datos Report on Legal Protection for Databases, US Copyright Office, August, 1997; Statutory Protection for Databases: Economic and Public Policy Issues, A Report of the Law and Economics Consulting Group of Emeryville California, september 1997. 18 A. Delgado Porras, La Protección Jurídica de las Bases de Datos en la Ley de Transposición al Derecho Español de la Directiva 96/9, Universitat Oberta de Catalunya, Barcelona 1998; considerando 42 de la Directiva 6/96; OMPI, Informe de la Reunión de Información sobre la propiedad intelectual en materia de base de datos, Ginebra, 17 a 19 de septiembre de 1997, DB/IM/6 Rev; Comité Permanente de Derecho de Autor y Derechos Conexos, Primera Sesión, Ginebra 2 a 10 de noviembre de 1998, SCCR/1/INF/2. 17 13 14 amparada por el derecho de autor para utilizarlas como base para su propio producto competidor”19 Por otra lado, existen grandes disparidades entre las legislaciones nacionales relativas a la competencia desleal y su aplicación práctica. Además, algunos países no cuentan con reglamentación sobre competencia desleal. La protección por la competencia desleal no ha dado una respuesta satisfactoria a la protección esperada. B. PROTECCIÓN DE LAS BASES DE DATOS SEGÚN EL MODELO DE LOS DERECHOS CONEXOS El fracaso de una adecuada protección mediante las normas de la competencia, hizo sentir la necesidad de una protección apropiada, en lo posible mediante derechos subjetivos privados que pudieran ser ejercidos erga omnes, transferidos libremente por su titular y que estuvieran armonizados en todos los países miembros de la OMPI. Se propuso proteger las bases de datos por un derecho conexo al igual de las grabaciones sonoras y las emisiones de radiodifusión. En estos casos se otorga efectivamente una protección específica a las inversiones realizadas con relación a dichos productos. Esta solución tampoco se ha considerado apropiada porque los derechos conexos no protegerían las inversiones realizadas en las bases de datos originales contra ciertos actos de explotación abusiva de su contenido. Por otra parte, una protección por un derecho conexo abarcaría cada uno de los elementos del contenido de la base, lo que podría derivar en abusos de posición dominante que pondría en peligro “la creación y la difusión de nuevos productos y servicios que presenten un valor añadido de tipo intelectual, documental, técnico, económico o comercial” 20 . C. PROTECCIÓN DE LAS BASES DE DATOS POR UN DERECHO SUI GENERIS En documento OMPI CRNR/6, 1996, sobre Propuesta Básica de las disposiciones sustantivas del Tratado relativo a la propiedad intelectual respecto de las bases de datos, para consideración por la Conferencia Diplomática. 20 Considerando 47 de la Directiva 6/96. 19 14 15 Finalmente, considerando la insuficiente protección de las bases de datos por los sistemas de protección existentes, se ha propuesto una protección internacional de éstas por un derecho sui generis. Esta forma de protección se inspira en la Directiva de 11 de marzo de 1996 de la Comunidad Europea y en el proyecto de Ley (H.R. 3531), presentado en el Congreso de Estados Unidos, para legislar sobre la protección de las bases de datos. La Directiva, en plena vigencia, concedió una protección sui generis a las bases de datos que han requerido una inversión sustancial, en términos cualitativos o cuantitativos en la obtención, verificación o presentación del contenido de la base de datos, en tanto el proyecto de Estados Unidos, (aún no aprobado legislativamente) en términos parecidos, preveía otorgar la protección si la recopilación, ensamblaje, verificación, organización o presentación del contenido de la base de datos fuese el resultado de una inversión sustancial cualitativa de recursos humanos técnicos, financieros o de otro tipo. Estos antecedentes legislativos motivaron la convocatoria a una Conferencia Diplomática para aprobar un Tratado que protegería las bases de datos, más allá de la protección concedida por el derecho de autor a las bases de datos originales. La Conferencia Diplomática de la OMPI sobre ciertas cuestiones de derecho de autor y derechos conexos, que se llevó a cabo del 2 al 20 de diciembre de 1996, tenía entre sus documentos una propuesta básica (en adelante la Propuesta OMPI) de las disposiciones sustantivas del tratado relativo a la propiedad intelectual respecto de las bases de datos, para consideración por la Conferencia Diplomática21 . C.1 Los trabajos de la OMPI sobre un posible tratado relativo a la propiedad intelectual respecto de las bases de datos y la Directiva Europea La propuesta OMPI planteaba una protección de las bases de datos basada en un derecho sui generis cuyo fundamento no era la originalidad, como ocurre habitualmente para los derechos de propiedad intelectual, sino la inversión. Sin embargo, la adopción de tal derecho sui generis pareció prematura ante la necesidad de examinar detenidamente las consecuencias que tal sistema de protección implicaría. La Conferencia Diplomática no alcanzó un consenso sobre la 21 A. Françon, La Conférence Diplomatique sur certaines questions de droit d’auteur et de droits voisins (Genève 2 -20 décembre 1996), RIDA, nº 172, avril 1997; OMPI, Propuesta Básica de las Disposiciones Sustantivas del Tratado relativo a la Propiedad Intelectual respecto de las Bases de Datos para su consideración por la Conferencia Diplomática, CRNR/DC/6. 15 16 protección sui generis, concluyendo en una invitando a continuar los trabajos de un grupo de expertos, para una futura Conferencia. La conferencia no dejó por eso de estar consciente de la importancia que reviste este problema en el marco de la infraestructura mundial de la información y la necesidad de encontrar rápidamente una solución. Por eso, se adoptó una recomendación al final de la Conferencia, en el sentido de convocar a una reunión extraordinaria de los Organos Rectores de la OMPI, para un trabajo preparativo de un Tratado relativo a la Propiedad Intelectual respecto de las bases de datos. 22 Actualmente, los órganos de la OMPI23 continúan activamente su labor de estudio sobre la pertinencia de adoptar tal protección sui generis de las bases de datos. Derecho sui generis sobre las bases de datos: protección acumulativa El antecedente más relevante de los trabajos de OMPI, se encuentra en la Directiva de la Comunidad Europea, que reguló con particular vigor la protección de las bases de datos tanto originales como no originales. 24 Al implementar una protección para las inversiones realizadas en las bases de datos, la Directiva aporta soluciones que buscan obtener el equilibrio, que anteriormente aludimos, entre los intereses del realizador de la base de datos y los usuarios.25 . Esta protección consiste en un derecho sui generis, derecho específico, transferible, que no es un derecho de autor ni un derecho conexo, que se aplica independientemente de si la base de datos o su contenido están protegidos por el derecho de autor, por derechos conexos o por otros derechos. En virtud de dicho derecho sui generis, las obras y las prestaciones protegidas y los demás elementos que abarque tal base de datos no podrán extraerse de ella ni reutilizarse en ciertas condiciones sin el permiso del titular de los correspondientes derechos o de sus derechohabientes26 . OMPI: Documento CRNR/dl/100/DEL 23.12.96 El Comité Permanente sobre Derechos de Autor y Derechos Conexos abordó el tema de la protección de las bases de datos en sus trabajos durante su primera y segunda sesión (2 – 10 de noviembre de 1998; 4 – 10 de mayo de 1999). Este Comité volverá a tra tar de esta materia en el marco de su tercera sesión que se llevará a cabo los días 16 hasta 20 de noviembre 1999. 24 OMPI, reunión de información sobre la propiedad intelectual en materia de bases de datos, Ginebra, 17 a 19 de septiembre de 1997, DB/IM/2. 25 ver también considerandos 38 y 39 de la Directiva 6/96. 26 A. Delgado Porras, La Protección Jurídica de las Bases de Datos en la Ley de Transposición al Derecho Español de la Directiva 96/9, Universitat Oberta de Catalunya, Barcelona 1998. 22 23 16 17 En consecuencia, la protección sui generis comprende tanto las recopilaciones de obras literarias, musicales o audiovisuales o de cualquier tipo de obras, o las recopilaciones de otros materiales como textos, sonidos, imágenes, números, hechos o cualquier dato. 27 No es necesario que los materiales se encuentre sistemáticamente organizados o que exista la originalidad requerida por el derecho de autor, basta que los elementos de la base de datos pueda ser accesibles individualmente y que se cumpla el requisito de inversión sustancial, que señalaremos a continuación. Por lo tanto esta protección es especial para las bases de datos no originales y acumulativa para las bases de datos originales, que cuentan con ambas formas de protección. a. Definición del derecho sui generis La Directiva europea define el derecho sui generis como aquél en virtud del cual ”el fabricante de la base de datos pueda prohibir la extracción y/o reutilización de la totalidad o de una parte sustancial del contenido de ésta, evaluada cualitativa o cuantitativamente, cuando la obtención, la verificación o la presentación de dicho contenido representen una inversión sustancial desde el punto de vista cuantitativo o cualitativo” 28 . Se trata de un derecho absoluto, oponible erga omnes, de carácter patrimonial y transferible29. La situación de monopolio que confiere a su titular es menos absoluta que la otorgada por el derecho de autor y los derechos conexos, porque abarca la totalidad y las partes sustanciales del contenido de las bases de datos y no todos y cada uno de sus elementos30 . b. Alcance de la protección por el derecho sui generis El considerando 40 de la Directiva especifica que el propósito del derecho sui generis “es el de garantizar la protección de una inversión” del fabricante de la base de datos. No obstante, esta inversión debe tener un carácter sustancial que se evalúa siguiendo un criterio cualitativo o cuantitativo (art. 7.1 de la Directiva 6/96). A.ntonio Delgado describe estos criterios de la siguiente manera: “si el criterio es cuantitativo se atenderá, por ejemplo, al volumen de capitales y recursos afectados o al de las ganancias o beneficios perseguidos y razonablemente estimados. Si es cualitativo, se podría tomar en consideración, entre otros factores, el de la inexistencia en el mercado de Doc. OMPI CRNR/DCD/6 citado Artículo 7 de la Directiva 6/96. 29 art. 7.3 de la Directiva 6/96. 30 A. Delgado Porras, op.cit.; OMPI, Comité Permanente de Derecho de Autor y Derechos Conexos, Primera Sesión, 2 a 10 de noviembre de 1998, SCCR/1/INF/2. 27 28 17 18 productos que puedan sustituir en él la base de datos de que se trate o el bajo grado de sustitutibilidad de ella con relación a las otras bases de datos circulantes que realicen la misma o análoga función informativa, científica, etc.” 31 Sin embargo, según G. Koumantos, “la estimación del carácter sustancial ... de la inversión” suscitará muy probablemente “temibles problemas de interpretación y de aplicación puesto que la sustancialidad es una noción eminentemente relativa que depende de la naturaleza y de la dimensión de la base, del objeto y del ámbito al cual se refiere, de origen, etc. El hecho que la Directiva haya añadido que el carácter substancial debe enfocarse de manera (o desde el punto de vista) ‘cualitativo y cuantitativo’ aporta una ayuda muy limitada a la solución de los problemas que surgen al utilizar esta noción” 32 . c. beneficiario del derecho sui generis El fabricante de la base de datos es el beneficiario de la protección, definido como “la persona o personas naturales o jurídica que tenga el control y la responsabilidad sobre una inversión sustancial en la fabricación de una base de datos”. (Art. 2, iii, Propuesta OMPI) El término “control y responsabilidad sobre una inversión sustancial” pretende excluir a los dependientes o empleados que realizan los trabajos requeridos para la producción de la base de datos. La de la CE otorga el derecho sui generis al fabricante de la base de datos (art. 7.1 de la Directiva), definiéndolo como ”la persona que toma la iniciativa y asume el riesgo de efectuar las inversiones; esto excluye, en particular, de la definición de ‘fabricante’ a los subcontratistas” 33 . d. contenido del derecho El artículo 3, de la Propuesta OMPI, concede al fabricante de la base de datos el derecho de autorizar o prohibir la extracción o utilización de su contenido. d.1. Extracción La extracción, definida en la propuesta OMPI, es “la transferencia permanente o temporal de la totalidad o de una parte sustancial del contenido de una base de datos a otro soporte por cualquier procedimiento o bajo cualquier forma”. A. Delgado Porras, op.cit. G. Koumantos, Les bases de données dans la Directive Communautaire, RIDA, nº 171, janvier 1997. 33 Considerando 41 de la Directiva 6/96. 31 32 18 19 La Directiva europea mencionada, concede en los mismos términos al fabricante de la base de datos la facultad de prohibir los actos de “extracción y/o reutilización de la totalidad o de una parte sustancial del contenido” de la base (art. 7.1 de la Directiva). Por extracción, la Directiva entiende “la transferencia permanente o temporal de la totalidad o de una parte sustancial del contenido de una base de datos a otro soporte, cualquiera que sea el medio utilizado o la forma en que se realice”. La reutilización se define como “toda forma de puesta a disposición del público de la totalidad o de una parte sustancial del contenido de la base mediante la distribución de copias, alquiler, transmisión en línea o en otras formas” . El derecho de extracción, constituye una parte medular de la protección sui generis, donde extracción es sinónimo de copia o reproducción, en “otro soporte”, al que se transfiere el contenido de la base, soporte que puede tener las más diversas características, sin limitaciones en cuanto al procedimiento empleado para la reproducción ni a la naturaleza del soporte, repitiendo los mismos términos contenidos en el art. 9 del C. Berna. Con relación al término “parte sustancial” , éste se determina en función del valor de la base de datos34 . El valor consiste en la dimensión de las inversiones efectuadas, por un lado, o en su estimación en el mercado, donde la extracción puede representar una desvalorización en la transacción de los servicios de la base de datos, impidiendo la recuperación de las inversiones. d.2. Utilización del contenido El derecho de autorizar o prohibir la utilización del contenido, comprende la puesta a disposición del público de la totalidad o de una parte sustancial del contenido de una base de datos, incluida la distribución de copias, el alquiler o la transmisión en línea u otras formas de transmisión, incluida la puesta a disposición del público de la misma en el lugar y en el momento que cada miembro del público elija. (art. 2 iv, Propuesta OMPI) En este caso, el término utilización comprende no solo la distribución de copias tangibles, sino también copias digitales, como también la puesta a disposición del público por medios on line, en servicios de demanda o en servicios locales de demostración o representación. Todas las explotaciones antes referidas, reservadas al fabricante de la base de datos, podrían identificarse como las explotaciones de reproducción, distribución, comunicación pública etc., pero los redactores de la Propuesta OMPI y de la 34 Doc. OMPI CRNR/DC/6, citado. 19 20 Directiva europea han estimado preferible adoptar una terminología distinta para mantener el carácter autónomo del derecho sui generis , tal como aparece proclamado en el art. 7.4 de la Directiva35 . e.agotamiento del derecho La venta del original o de cualquier copia de una base de datos, produce la extinción del derecho de distribución. La propuesta OMPI deja a las legislaciones nacionales de las Partes Contratantes, la posibilidad de establecer este derecho de agotamiento. La Directiva europea, en tanto, es expresa en señalar que la primera venta de una copia de una base de datos en la Comunidad por el titular de los derechos o con su consentimiento extinguirá el control de las ventas sucesivas de dicha copia en la Comunidad. (art. 7.2 de la Directiva) En el caso de las transmisiones en línea de las bases de datos, en consecuencia, que no constituyen una venta de copia, no existe agotamiento del derecho 36 , ya que entran en un marco de prestación de servicios. Además, los Estados miembros no pueden autorizar “la extracción y/o reutilización repetida(s) o sistemática(s) de partes no 37 sustanciales38 del contenido de la base de datos que supongan actos contrarios a una explotación normal de dicha base o que causen un perjuicio injustificado a los intereses legítimos del fabricante de la base” (art. 7.5 de la Directiva). f. Derechos y obligaciones del usuario legítimo En la propuesta OMPI no existen disposiciones que contemplen derechos y obligaciones específicas del usuario legítimo. El artículo 8 de la Directiva de la CE, en cambio, establece una serie de normas sobre determinados derechos y obligaciones del usuario legítimo de una base de datos. Estas normas son imperativas, no derogables por pacto entre las partes39 y constituyen limitaciones tanto para el derecho del fabricante, como para los derechos otorgados al usuario40 . A. Delgado Porras, op. cit. Considerando 33 de la Directiva 37 subrayado por el ponente 38 Con respecto al término “sustancial”, también debe referirse a lo apuntado bajo el nº b. anterior. 39 art. 15 de la Directiva 6/96. 40 A. Delgado Porras, op.cit. 35 36 20 21 En una primera parte, el artículo 8 de la Directiva establece que “el fabricante de una base de datos .... no podrá impedir al usuario legítimo de dicha base extraer y/o reutilizar partes no41 sustanciales de su contenido, evaluadas de forma cualitativa y cuantitativa42 , con independencia del fin a que se destine” y que “en los supuestos en que el usuario legítimo esté autorizado a extraer y/o reutilizar sólo parte de la base de datos, lo dispuesto en el párrafo anterior se aplicará únicamente a dicha parte”. En una segunda parte, el artículo 8 limita el derecho del usuario antes mencionado en la forma siguiente: “el usuario ... no podrá efectuar actos que sean contrarios a una explotación normal de dicha base o que lesionen injustificadamente los intereses legítimos del fabricante de la base”. Tampoco podrá efectuar actos que perjudiquen al titular del derecho de autor o derechos afines sobre las obras o prestaciones contenidas en la base43. g. Excepciones al derecho sui generis La propuesta OMPI acepta que las Partes Contratantes puedan prever en su legislación nacional excepciones o limitaciones en ciertos casos especiales, “que no atenten a la explotación normal de la base de datos ni causen un perjuicio injustificado a los intereses legítimos del titular del derecho”, siguiendo textualmente la disposición del artículo 9.2. del C. Berna. En la Directiva europea, los Estados miembros pueden establecer ciertas excepciones al derecho sui generis en favor del usuario legítimo de la base. Estas excepciones son en gran parte similares a las previstas con respecto al derecho de autor sobre las bases de datos originales44 y consisten en la reproducción con fines privados, de enseñanza o de investigación científica, y utilización con fines de seguridad pública o para efectos de un procedimiento administrativo o judicial (artículo 9 de la Directiva 6/96). h. Plazo de la protección En la propuesta OMPI se planteaban dos variantes para la determinación del plazo de protección. La Variante A, inspirada en el proyecto de ley de Estados Unidos, con 25 años, de protección contados desde la materialización de las inversiones sustanciales, o de la fecha en que fueron puestas a disposición del público. subrayado por el ponente. Con respecto al término “sustancial”, también debe referirse a lo apuntado bajo el nº b. anterior. 43 art.8.3 de la Directiva 6/96. 44 art. 6.2 a), b) y c) de la Directiva 6/96. 41 42 21 22 La Variante B , promovida por la Comunidad Europea, de 15 años en los mismos supuestos anteriores. Según lo dispuesto en el artículo 10.1 de la Directiva, el derecho sui generis existe a partir del “momento mismo en que se dé por finalizado el proceso de fabricación de la base de datos” y tiene una duración de 15 años a contar “del 1 de enero del año siguiente a la fecha en que se haya terminado dicho proceso”. La Directiva europea también considera el frecuente caso de las bases de datos en continua actualización y modificación y establece que sólo una “modificación sustancial, evaluada de forma cuantitativa o cualitativa, del contenido de una base de datos y, en particular, cualquier modificación sustancial que resulte de la acumulación de adiciones, supresiones o cambios sucesivos que conduzcan a considerar que se trata de una nueva inversión sustancial, evaluada desde un punto de vista cuantitativo o cualitativo, permitirá atribuir a la base un plazo de protección propio” 45 de 15 años46 -47 . Una disposición similar se contempla en la propuesta OMPI.(art. 8.3) C.2 La regla del catálogo de los países nórdicos (Dinamarca, Noruega, Finlandia, Suecia e Islandia) Desde 1960 los países Nórdicos han concedido una protección a las bases de datos no originales similar al derecho sui generis contenida en la Directiva Europea. Se protegen los catálogos compuestos por un gran volumen de información, como por ejemplo cuadros aritméticos, catálogos telefónicos, planos de ciudades, diccionarios, itinerarios de viajes y guías de vuelos, listas de precios y de libros y otras formas de bases de datos. No se exige originalidad alguna en el sentido del derecho de autor. Esta protección se concede únicamente contra la reproducción completa de un catálogo de esa índole o la de una parte importante del mismo. Su contenido no va más allá de la reproducción. El plazo de protección es de 10 años después de la publicación de la base y de 15 años tras la finalización como máximo. El titular del derecho es el realizador, persona natural o jurídica. Se aplican las mismas excepciones que el derecho de autor48 . art. 10.3 de la Directiva 6/96. Conviene también consultar los considerandos 53 a 55 de la Directiva. 47 Con respecto al término “sustancial”, también debe referirse a lo apuntado bajo el nº b. anterior. 48 OMPI, Comité Permanente de Derecho de Autor y Derechos Conexos, Primera sesión, Ginebra, 2 a 10 de noviembre de 1998, SCCR/1/INF/2; OMPI, Reunión de Información sobre la Propiedad Intelectual en materia de Bases de Datos, Ginebra, 17 a 19 de septiembre de 1997, DB/IM/6 Rev.; A. Delgado Porras, op.cit. 45 46 22 23 C.3 La Ley Federal de Derecho de Autor de México (publ icada el 24 de diciembre de 1996)49 El artículo 13.XIV de la ley mexicana reconoce la protección por el derecho de autor a las obras de compilación, entre las cuales incluye “las colecciones de obras, tales como las enciclopedias, las antologías, y obras u otros elementos, como las bases de datos, siempre que dichas colecciones por su selección o la disposición de su contenido o materias, constituyan una creación intelectual”. Estas compilaciones se califican como obras derivadas en virtud del artículo 78, en el que se dispone que “serán protegidas en lo que tengan de originales, pero sólo podrán ser explotadas cuando hayan sido autorizadas por el titular del derecho patrimonial sobre las obras primigenias”. Asimismo, la ley mexicana establece en su artículo 108 una protección sui generis a las bases de datos que no sean originales , que se extiende a las bases de datos no originales. El plazo de esta protección es de 5 años50 . El legislador mexicano, no exige el cumplimiento de los requisitos específicos para las bases de datos no originales, como lo hacen la propuesta OMPI y la Directiva de la CE, no siendo necesario la acreditación del requisito de inversión sustancial u otro requisito específico. Los derechos “concedidos respecto de la forma de expresión de la estructura de la base”, conforme al artículo 110, 51 son los derechos de autorizar o prohibir : I. La reproducción permanente o temporal, total o parcial, por cualquier medio y de cualquier forma; II. Su traducción, adaptación, reordenación y cualquier otra modificación; III. La distribución del original o copias de la base de datos; IV. La comunicación al público; y V. la reproducción, distribución o comunicación pública de los resultados de las operaciones mencionadas en la fracción II. del presente artículo. La ley no prevé excepciones o limitaciones a los derechos específicamente relacionados con la protección sui generis de las bases de datos, salvo los referentes a procedimientos administrativos y judiciales previstas en el artículo 109, y sin OMPI, Reunión de Información sobre la Propiedad Intelectual en materia de Bases de Datos, Ginebra, 17 a 19 de septiembre de 1997, DB/IM/2.; A. Delgado Porras, op.cit. 50 La ley no establece explícitamente a partir de qué momento se calcula dicho plazo, pero el contexto parece indicar que es a partir de la fecha de fabricación de la base de datos. Tampoco existen disposiciones explícitas relativas a la renovación del plazo en caso de que la base sea actualizada, ampliada o revisada en forma continua u ocasional. 51 ................que el artículo 110 al referirse “al titular del derecho patrimonial sobre una base de datos” no se limita únicamente a las bases de datos originales, sino que también comprende la definición del “derecho exclusivo” de las bases de datos no originales, aún cuando esta amplitud de facultades resulta excesiva en comparación con el derecho originario a que s e refieren los demás textos analizados. 49 23 24 perjuicio de la aplicación de las reglas generales establecidas en el Título VI de la Ley Federal. La disposición de la legislación relativa al agotamiento de los derechos de distribución indica que el derecho de distribución de las bases de datos se agota con la primera venta autorizada del original o copias, salvo en lo relativo al derecho de alquiler (artículos 27.IV y 104). El titular original de los derechos sobre la s bases de datos originales es la persona que ha “elaborado” la base de datos, sin distinción si se trata de una persona natural o jurídica. Además, en las leyes no existen disposiciones explícitas relativas a la transferencia de la titularidad. La ley no contiene disposiciones relativas al ejercicio específico del derecho sui generis, como tampoco disposiciones específicas referente al ámbito de aplicación de las normas, debiendo entender que es aplicable enteramente lo dispuesto en el art. 7º de la ley que señala que “los extranjeros autores o titulares de derechos y sus causahabientes gozarán de los mismos derechos que los nacionales, en los términos de la presente ley y de los tratados internacionales en materia de derecho de autor y derechos conexos suscrito y aprobado por México”. CONCLUSIONES La protección de las bases de datos originales ha encontrado acogida en la comunidad internacional y sea por la vía interpretativa o por la incorporación expresa en las legislaciones goza de protección por el derecho de autor, tanto respecto a aquellas bases de datos que coleccionan obras p rotegidas como aquellas que recopilan materiales, que pueden ser simples datos, no protegidos individualmente por el derecho de autor. En cambio la protección sui generis de bases de datos, tanto originales como no originales, firmemente asentada en los países miembros de la Comunidad Europea, aún no encuentra una acogida en el orden internacional a pesar de su importancia en la sociedad de la información y de las cuantiosas inversiones que a ellas se destinan. La continuación de los trabajos de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual alienta los esfuerzos de expertos y de la industria en alcanzar la necesaria protección, equilibrando los intereses de la industria de las bases de datos, de los creadores de contenido (obras y producciones e info rmación) y del público en general. 24 25 (fin del documento) 25