La sexualidad en la teoría psicoanalítica Haworth, Elizabeth Freud fue un visionario al plantear la sexualidad como una estructura general de la naturaleza humana que tendría una influencia universal, diferenciándola del mero acto de la cópula o de las aberraciones, tan en boga en aquel momento. Contra este contexto cultural, en Tres Ensayos para una Teoría Sexual, Freud parte del modelo de la homosexualidad para mostrar como la pulsión sexual no esta ligada a priori a un objeto en especial, el objeto es contingente y no hay una predisposición biológica en la búsqueda del mismo. El concepto de pulsión con su ubicación limite entre lo somático y lo psíquico, hace del cuerpo un punto de partida pero la existencia de zonas erógenas como partes del cuerpo no relacionadas directamente con el sexo, permite relativizar el soporte biológico de la sexualidad, incluyendo la fantasía del sujeto. La psicosexualidad es la base sobre la cual se edifica el psiquismo, su soporte es la función sexual. Con los años, el psicoanálisis fue creciendo y abriendo nuevas vías de comprensión de las etapas tempranas del desarrollo dentro de un contexto histórico y social. El vuelco de la pulsión al objeto, a la teoría de las relaciones objetables, marca un cambio en el énfasis de lo sexual como pulsión a la importancia de la relación madre niño. Siguiendo a Fairbairn, la búsqueda del placer se reemplaza por la búsqueda de objeto, desexualizando así la teoría (Green, 1995). Una consecuencia importante de este giro es la pérdida de la 1 importancia de la figura del padre en la configuración mental del niño y niña y en la misma teoría psicoanalítica. La madre desplaza al padre y el Edipo se diluye en la relación temprana con la madre. Esto va de la mano con el declive, ya desde la época de Freud, de la sociedad patriarcal. Una digresión: La sexualidad después de Freud Susan Budd (2001) a propósito de este cambio teórico, postula que las imágenes culturales, en este caso sobre la sexualidad, los sexos, relaciones de género, marcan énfasis distintos y construyen a su vez imágenes teóricas también distintas. En este sentido, la actitud de la cultura anglosajona sobre el sexo ha tenido una considerable influencia sobre el psicoanálisis. Una actitud "muy británica" hacia la vida erótica que asume que si tenemos buenas relaciones objetables tempranas, nuestras vidas sexuales no nos causarían mayor problema. Ello, sostiene Budd, contrasta con la visión de los franceses, mas vinculados al erotismo y al amor. Los planteamientos de Budd nos sugieren preguntarnos sobre cómo nuestras imaginarios culturales, en América Latina, impregnan una cierta manera de leer y entender la teoría. Una hipótesis, en el caso peruano es que el rol que tiene la maternidad también ha influido en la importancia de las relaciones objetales y posiblemente en una mirada menos "sexualizada" del psicoanálisis que no termina de incorporar a la 2 homosexualidad femenina como un camino elegido por muchas pacientes mujeres y, también por algunas analistas. La homosexualidad femenina al interior del psicoanálisis La homosexualidad femenina ha estado subvalorada en la teoría psicoanalítica. Aunque Freud nunca consideró la homosexualidad como patológica en sí misma, fue hijo de su época y sostuvo posturas contradictorias. En verdad, es la sexualidad femenina la que fue problemática para Freud, en tanto el Complejo de Edipo no es simétrico en el niño y la niña. La Psicogénesis de un Caso de Homosexualidad Femenina (1920), es el único caso que trata Freud sobre una joven homosexual, Freud lo atribuyo a una venganza por indiferencia del padre, no lo entendió y el caso fracasó. Termina aceptando que la sexualidad femenina sigue caminos diferentes a la masculina y que le sigue pareciendo un enigma, un “continente negro”. Lacan supera el impasse de Freud, al colocar al deseo en primer término. El falo no es el objeto, es el significante del deseo. La sexualidad de las mujeres no es simétrica a la de los hombres aunque en ambos la relación del deseo con la falta es relevante. A pesar de que Freud y Lacan abren la puerta para considerar la sexualidad de otra manera, terminan criticados por las teóricas feministas como falocéntricos. A pesar de que algunas psicoanalistas mujeres aportaron en la construcción de la sexualidad femenina, la homosexualidad femenina continuó siendo silenciada y vista como patología. El movimiento feminista abre una vía de critica y análisis a los conceptos teóricos de diversas disciplinas sobre las mujeres. En un primer momento, el psicoanálisis es visto como falocéntrico y 3 es rechazado pero luego es considerado un instrumento privilegiado de crítica del sistema patriarcal que recoge lo socio cultural y lo subjetivo en el individuo. Diversas autoras en Estados Unidos y Francia, han abordado la homosexualidad femenina y a pesar de las diversas posturas y puntos de partida diferentes, sostienen la complejidad de la problemática, la asimetría con la homosexualidad masculina y la necesidad de nuevas representaciones sobre la subjetividad de las mujeres (Butler, Badinter, Irigaray,). En los últimos años, otras autoras norteamericanas como Friedman, Downe y Chodorow han señalado que los senderos del desarrollo que llevan a la homosexualidad en las mujeres son más diversos que los que conducen a la homosexualidad masculina. Las diferentes experiencias de muchas homosexuales, evidencian una cierta fluidez o plasticidad del deseo sexual en las mujeres. Por tanto, algunas experimentan su deseo homosexual como real, duradero, profundo mientras que para otras es inestable o aparece tarde en sus vidas (2003). Estas diferencias en intensidad y representación interna sugieren que la homosexualidad en las mujeres es más compleja y posiblemente menos estable que en los hombres. Kirkpatrick (1984) planteó que la búsqueda de intimidad, de cercanía emocional puede ser la fuerza motivadora más importante en desarrollo de la homosexualidad en las mujeres. Leyla Leyla es simpática, despierta, inteligente, muy femenina, algo light. Viene a consulta porque quiere aclarar varias cosas entre ellas creo que me gustan las chicas y quiero saber quién soy. Sus padres se separaron cuando era adolescente. En ese momento, “anda” con una chica con la cual ya no quiere estar aunque no puede romper con ella porque le da pena y cuando lo ha 4 intentado se ha puesto mal, dice que se quiere matar. Paralelamente, está como adherida a una artista de la televisión con la que se comunica vía Twitter y también con una de sus amigas, que ella sospecha puede ser (lesbiana). Es como que estuviera buscando una mujer, no importa quién. Son interminables sus preguntas sobre si serán o no mientras sale con la primera y experimenta que todo bien como amigas pero más allá de eso no, no me gusta. Odio a las lesbianas de bares, los bares y discotecas gay me parecen malazos. No se si después conoceré a un chico y me enamore, ahora no me interesan pero no se que pueda pasar después. Leyla ha tenido relaciones con hombres y que prefiere el sexo con estos. Acá nos preguntamos: ¿qué quiere Leyla ? Hay una búsqueda de ser alguien diferente o la intuición de algo distinto en ella que se identifica con las mujeres. Este caso me hace pensar en que las homosexualidades femeninas pueden verse como una búsqueda, no necesariamente como una estructura psicopatológica sino también como un proceso de construcción del mundo interno en un momento de cambios dramáticos. ¿Y los hombres? El tema también nos hace preguntarnos ¿dónde están los hombres para estas mujeres, pero en general, ¿quiénes son los hombres hoy? Pensamos que a 30 años del movimiento feminista, pareciera que los hombres se sienten atrapados entre defenderse de las imágenes femeninas amenazantes y ostentar un machismo extremo (ver estadísticas sobre violencia y feminicidio) y no saber 5 cómo se es hombre y por tanto, cómo ser. El resultado es un hombre débil, confundido, incapaz de poner límites a las mujeres las cuales quiere seducir pero que a su vez los rechazan. A partir de la discusión de casos, vemos como la sexualidad se encubre bajo un aparente no deseo sexual, la amistad, la intimidad sustituyen la pasión erótica. La pulsión se limita a los espacios públicos de desenfreno, discotecas, a la juerga, donde se actúa la sexualidad “libremente”, donde se descarga, adonde acuden ciegamente. Si bien el objeto es contingente a la pulsión, como lo planteó Freud, pareciera que hoy en día, el objeto puede variar una y otra vez sin culpa aparente. El estudio de la homosexualidad femenina puede ser una vía de ahondar en el esclarecimiento de la sexualidad al interior del psicoanálisis, además de las mujeres. En esta indagación, creemos que es necesario mirar hacia otras disciplinas, no con el fin de descartar o perder la especificidad de la mirada freudiana, sino por el contrario, para que nos ofrezcan nuevas luces sobre los cambios en el mundo interno de hombres y mujeres y en sus relaciones. RESUMEN El presente trabajo intenta comprender una manera en que las mujeres jóvenes viven su sexualidad en Lima. Mi inquietud proviene de mi experiencia clínica en donde constato que cada vez más mujeres jóvenes acuden a la terapia para aclarar su atracción por otras mujeres. Si bien se podría decir que algunas buscan una "identidad" en medio del vacío de no saber quiénes son, a diferencia de la primera ola de lesbianas feministas militantes, se permiten explorar pero no están muy seguras de seguir como lesbianas. Se plantean la 6 opción de ser "lesbianas temporales" por decirlo así. Brevemente expondremos la concepción de la sexualidad en el psicoanálisis y el estatus de la homosexualidad femenina dentro de la teoría psicoanalítica. A partir de un caso, nos aproximaremos a la idea de que se podría estar produciendo un fenómeno nuevo en términos de que las mujeres buscan sus objetos internos en el acto, es decir, escenifican las vicisitudes de no contar con objetos y vínculos significativos. La ausencia o dificultad de representar se lleva al acto, no necesariamente como un momento regresivo o de predominio de lo pre genital sino como una puesta en escena que puede ser transitoria, de esclarecimiento o de búsqueda. Todo esto se da en medio del cada vez más creciente debilitamiento de la sociedad patriarcal y de cambio de los hombres. 7 Referencias Budd Susan (2001) No Sex please, we are British, en Harding Caplansky Matilde (2000) Fines del siglo XX: las mujeres piensan, los hombres lloran En el Umbral del Milenio, Lima, Perú. Freud Sigmund (1909) Tres Ensayos para una Teoría sexual. _____________(1920) Psicogénesis de un Caso de Homosexualidad Femenina Lacan Jacques Seminario Ou Pire Green André (1996) Has Sexuality anything to do with psychoanalyisis?. Int. J. Psycho-Anal .76,871. (1997) Las cadenas de Eros. Actualidad de lo sexual. Amorrortu ed. Harding Celia (2001) Sexuality: Psychoanalytic Perspectives. Routledge, Hove, England. Kirkpatrick M. (1984) Female homosexuality. Panel in the meeting of the American Psychological Ass., San Diego, California. . 8