ECONOMÍA Y NEGOCIOS ENFOQUE Ayuda al agro debe crearse por ley EUCLIDES DÍAZ* economia@prensa.com OPINIÓN. Estados Unidos (EU) establece su programa de ayuda a los agricultores y ganaderos mediante una ley (Farm Bill) que e s aprobada por el Senado. En Panamá, también se hizo mediante una Ley, aprobada por la Asamblea Nacional, conocida como Ley 25 de junio de 2001 o ley de transformación agropecuaria. En EU la ley asigna los fondos, define los conceptos de las ayudas, los montos por rubros y actividades, y establece el período de vigencia. En Panamá la ley se limita a otorgarle un alcance indefinido, activo y dinámico, dirigido hacia la transformación agropecuari a para mejorar la competitividad y la productividad de la producción nacional y a definir los órganos de administración. En nuestra opinión, la Ley 25 se diseñó inteligentemente, por cuanto atiende nuestra condición de país pobre, desde el momento que tanto el monto de la asignación anual como las ayudas a otorgar son flexibles, ya que están sujetas a la salud financiera del Estado y al interés que despierte el rubro en cuestión para el desarrollo socioeconómico del país. Durante los últimos cinco años se han desembolsado aproximadamente $28 millones, repartidos en más de 800 proyectos con un monto máximo de $100 mil, bajo la particularidad que el productor recibe la ayuda después que hizo la inversión. Durante el pasado gobierno se pensó dejar solo el programa de Competitividad, creado mediante un decreto de Gabinete que asig nó un fideicomiso de $20 millones. Lo cierto es que se acabaron los $20 millones y le están debiendo $19 millones a los productores. El éxito de la Ley 25 y del Fondo Especial de Compensación de Intereses pone de manifiesto que los programas de ayudas deben establece rse por ley. Que demoran, tienen trámites complicados, etc., pero es nuestra ley. *El autor es miembro de la Asociación Nacional de Ganaderos.