MIEDO A LOS EXÁMENES Msc. Fabiola Barcia Blandino Psicóloga-Psicopedagoga. El miedo a los exámenes no es irracional, pero el tamaño de este miedo sí puede serlo. Cierto grado de tensión es positivo porque sirve para mantener activas las facultades intelectuales, físicas y emocionales, además de mejorar el rendimiento. El problema aparece cuando la tensión se convierte en ansiedad y la persona se deja vencer por la conciencia de que algo malo va a ocurrir y no tiene la seguridad de estar bien preparada. La persona se llena de pensamiento negativos y el examen se convierte en un momento amenazante. Las personas llegan a sufrir alteraciones de sueño, pérdida del apetito, sudoración, elevación del ritmo cardíaco, trastornos digestivos, náuseas, opresión del pecho, dificultades para mantener la concentración, pasividad hacia el estudio como evasión a este, dificultades para entender las preguntas, bloqueos de la memoria, pensamientos negativos tanto en la preparación como en la realización del examen. Buenas técnicas de estudio y ejercicios de relajación ayudan a la persona a superar estos sentimientos, ya que el origen de la ansiedad puede ser por comparaciones con otros compañeros, mala preparación académica, inadecuada organización del tiempo, experiencias anteriores negativas, presión académica, pensamientos negativos (consecuencias en cuanto a fallar, falta de confianza en sí mismo, inseguridad, pérdida de la autoestima, y posibilidad de causar preocupaciones a los padres). Es necesario siempre asistir a realizar los exámenes y no darse por vencido. En la realización del examen es esencial leer de forma pausada las preguntas e instrucciones, no apresurarse si otros compañeros terminan antes, pero calcular el tiempo de duración. Identificar cuáles son los pensamientos que producen la ansiedad y confrontarlos con hechos reales y como mencione anteriormente usar técnicas de relajación como la respiración abdominal y la relajación muscular.