PINTURA GÓTICA CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LA PINTURA GÓTICA Al pasar de la arquitectura románica a la gótica hay una progresiva reducción de los muros y una espectacular sustitución de estos por vidrieras, lo que supone la búsqueda de otros soportes, desarrollándose la pintura sobre la tabla, aunque aún quedan algunos rincones y espacios reservados para los frescos e incluso capillas enteras donde la decoración es básicamente de pintura al fresco. En pintura gótica es difícil hablar de características generales, se suele analizar las diversas escuelas y tendencias, pero podemos señalar las siguientes características: - Las técnicas empleadas son: temple y óleo, en pintura sobre tabla, y el fresco en las pinturas murales. - El dibujo tiene mucha importancia: delimita formas, marca modelados, crea ritmos compositivos. - Importancia del modelado, desde tonos planos al juego de contraluces para dar volumen a las figuras. - La luz contribuye a destacar el volumen, pero en general no es una luz real y puede tener contenido simbólico. - El color es un elemento clave, se utiliza en gamas ternarias, con frecuencia es un colorido irreal lleno de contenido simbólico. - El interés por la perspectiva también evoluciona, aparece la preocupación por el espacio pictórico a partir del siglo XIV, con los pintores italianos y el gótico internacional. - La composición tiene muy en cuenta el eje de simetría, con los elementos orientados hacia el centro teórico del cuadro. - Las formas de expresión reflejan un nuevo ideal estético hacia un naturalismo idealizado individual y expresivo, al igual que en la escultura. A lo largo del gótico se distinguen varios estilos o escuelas, de las cuales nos centraremos en 2: escuela italiana y escuela flamenca. ESCUELA ITALIANA SIENA Siena fue ciudad rival política de Florencia durante gran parte de la Edad Media. También tuvo una actividad artística más relevante que Florencia (aunque sólo hasta el XV). Las características generales son: Vida artística muy corta. Pintura de carácter más lírico que la de Giotto y la Escuela de Florencia, que es más fuerte de expresión. Tendencia a los iconos. (Bizantinos) Cierta influencia de los libros iluminados. Formas: en vez del dibujo racional y geométrico hay una línea de caligrafía, ligera... Importancia del color dorado y azul que se hace con polvo de lapislázuli. El principal artista de esta escuela es SIMONE MARTINI, Las principales características de sus obras son: Riqueza del color. Aristocratismo. Lujo Belleza de las vestimentas. Cuidado del dibujo, de la línea. Destacaremos tres grandes obras: LA MAESTÁ (Virgen del Palio, Ayuntamiento de Siena) Martini realiza la primera de sus obras conocidas en 1315: la Maestá que figura en la Sala del Mappamondo de Palacio del Común (Ayuntamiento) de Siena, un fresco de amplísimas proporciones en el que el pintor acusa con claridad las influencias bizantinas (lo que se denominaba maniera greca), bien visibles en la ausencia de fondo o en los nimbos dorados de las cabezas de los personajes. Pero al mismo tiempo observamos en este fresco ciertos detalles novedosos como la propia disposición de las figuras, un amplio cortejo de personajes que no se hayan colocados rígidamente, así como ese suave movimiento del palio que cubre a los representados, como si un viento dulce lo meciese. Aunque es una obra de carácter religioso tiene un marcado carácter civil, es más un grupo ciudadano que una tradicional majestad de la Virgen. La Virgen se identifica como protectora de la ciudad. La gran comitiva que acompaña a la Virgen está enmarcada en una franja con 20 medallones con los bustos de Cristo, los evangelistas, los profetas y los doctores de la iglesia, separados entre sí por una serie de motivos decorativos y emblemas de Siena. RETRATO ECUESTRE DE GUIDORICCIO DA FOGLIANO (Ayuntamiento de Siena) El tema de la obra se corresponde en este caso con un retrato ecuestre y trata de resaltar la importancia de su protagonista, Guidoriccio da Fogliano condotiero (mercenario) que defendió la Ciudad Estado de Siena de ser conquistada por los enemigos de la ciudad vecina de Lucca. Es un fresco de 340 x 968 cm, pintado en el año 1328, ubicado en la pared opuesta a la «Mestá». En cuanto al color, nos vamos a encontrar con una obra que genera un contraste bastante importante entre el cielo de un tono muy oscuro, el resto del fondo en tonos claros y apagados y la figura ecuestre principal de vivos colores. La luz por su parte es bastante difusa, al generarse pocas sombras entorno a los elementos. En cuanto al esquema compositivo, podemos encontrarnos que la figura ecuestre protagonista aparece en un primer plano, encontrándose todo el telón de fondo como un añadido para generar perspectiva. El movimiento en esta obra, se produce únicamente por las patas del caballo, en actitud de avanzar y las manos del jinete que controlan las riendas. "LA ANUNCIACIÓN": SIMONE MARTINI Tipo de obra: pintura religiosa. Tríptico. Soporte y técnica: madera, pintura al temple sobre tabla. Sólo la parte central del tríptico es de Simone Martini. Pintada en 1333, siglo XIV. Trecento La obra pertenecía a la catedral de Siena, hoy forma parte de la colección de la Galería Uffizzi, (Florencia). Escuela de Siena. La Anunciación es la obra cumbre de Simone Martini y de Siena. La escena representa el tema de la Anunciación. El Arcángel Gabriel se aparece a la Virgen para anunciarle que será madre de Dios. Destaca la expresión de sorpresa de la Virgen, que parece no dar crédito a lo que está viviendo. La escena está enmarcada en una arquitectura abierta de arcos apuntados polilobulados, rematados con pináculos y gabletes, elementos de la arquitectura gótica. Aunque todavía hay rasgos arcaizantes de influencia bizantina, como el predominio del dorado del fondo, este cuadro demuestra que la pintura ha experimentado una gran evolución, que hay otra forma de entender el arte. Observamos un mayor realismo en las formas de los cuerpos, en los ropajes, en la sensación de profundidad que da el suelo o el jarrón con azucenas. La línea, es muy fina y precisa. El dibujo en todas las figuras sigue un trazado curvo y en forma de “S” (línea serpentinata) que acentúa la delicadeza de la escena, no debemos olvidar que los clientes son más refinados y exquisitos. El artista intenta que las figuras sean realistas, las da movimiento (manto del arcángel) y ganan en volumen, como observamos en los pliegues de los vestidos. La composición se hace más compleja: Intenta representar la profundidad con el jarrón de azucenas y con las líneas del suelo perpendiculares al fondo dorado. Destaca el eje de simetría que divide el cuadro en dos mitades casi exactas, el eje vertical está representado por el arco polilobulado central, la representación del cielo con los ángeles y las azucenas. Todo es bello y delicado. Por otra parte el tratamiento del tema cristiano es cercano, realista, la expresión es mucho más humana que divina, destaca la humildad de Gabriel al darle la noticia a la que será madre de Dios, y la postura vergonzosa de la Virgen, que recibe la noticia con timidez. La utilización del dorado por influencia bizantina, acentúa el carácter divino y sagrado. FLORENCIA La otra gran escuela de pintura gótica italiana es la florentina representada por el gran Giotto di Bondone Aprende de su maestro Cimabue. Abandona el hieratismo bizantino y se acerca al mundo clásico. Predominan los temas religiosos pero tratados con mayor humanismo, realismo y cercanía, acorde con la nueva filosofía cristiana que defiende Santo Tomás. Las obras más valoradas son pinturas murales al fresco. Utiliza un dibujo definido pero mucho más fino y elegante que en el Románico. Se preocupa por la tercera dimensión y la perspectiva: las figuras humanas las pinta en un primer plano y en segundo plano representa paisajes y arquitecturas para simular profundidad (aún presentan un aspecto acartonado). Intenta dar volumen a los cuerpos y ropajes por medio de los pliegues. Juega con la luz y los pigmentos, ya no emplea colores puros. Utiliza el dorado para remarcar la divinidad (coronas o aureolas) Sus colores son inconfundibles sobre todo el azul. Las principales obras son: Conjunto de frescos de la capilla Scrovegni o de la arena (aquí alcanza la plenitud): Beso de Judas, Anunciación, Visitación, Nacimiento, Adoración. Ciclo de frescos de la Capilla de Asis sobre la vida de Santo Francisco: Predicación a los pájaros, expulsión de los demonios de Arezzo... El gran precursor del Renacimiento. De su numerosa obra destacamos dos: Capilla de los Scrovegni (Padua) El edificio, también conocido por el nombre de Capilla de la Arena, por estar construido sobre las ruinas de una "arena" o anfiteatro, fue construido por Enrico Scrovegni como penitencia para expiar los pecados de su padre, un conocido usurero —que también fue retratado por Dante en la Comedia en términos no muy halagüeños—. La construcción de la capilla comenzó en 1303. La opinión más extendida es que Giotto empezó a pintar los frescos dos años más tarde y los concluyó en 1306. Los frescos cubren por entero la única nave de la capilla: la pared occidental, a los pies del templo, está cubierta con un "Juicio Final", el arco de la cancela muestra una "Anunciación" y las áreas principales de las paredes tienen tres filas de pinturas que representan escenas de la vida de la Virgen y sus padres —Santa Ana y San Joaquín— y escenas de la vida de Cristo. Bajo estas escenas pueden verse alegorías, es decir, figuras humanas que personifican las Virtudes y los Vicios, pintadas en monocromía, simulando ser esculturas. Las figuras de la secuencia narrativa principal están hechas a media escala, pero el concepto de Giotto es tan grandioso y potente que, en la reproducción de un libro, por ejemplo, parecen de tamaño natural. Presentan un sentido tridimensional y una presencia física completamente desconocidas en la época en que fueron realizadas, evidenciando la capacidad del artista para retratar un sentimiento de "peso moral" más que el esplendor religioso o divino. Historias Franciscanas de la Basílica Superior de San Francisco en Asís De los 28 episodios que componen el conjunto, Giotto y sus discípulos pintaron, sólo unos pocos, otros los realizó conjuntamente con sus ayudantes, pero en el conjunto laten, con fuerza sus ideas: los registros épicos, el calor humano con el cual interpreta un tema sacro y, por encima de todo la sobriedad, es decir, la capacidad de simplificar y ordenar la experiencia de la realidad, de relacionar pictóricamente aquello que hasta entonces no había sido posible expresar en la pintura, la representación directa de las cosas. ESCUELA FLAMENCA La Escuela de los primitivos flamencos se origina en las tierras Flandes (actual Bélgica). Las principales características de la pintura gótica flamenca son: El autor ya es consciente de que lo que crea es algo personal y único dirigido a personas pudientes de una nueva clase social (burguesía). Se trata de una Pintura realista, de la vida cotidiana, concebida para ser expuestas en las viviendas de los compradores, por lo que son adquieren relevancia los retratos. La pintura flamenca muestra interés por la belleza material de las cosas. Se da gran importancia a los colores. Se da una búsqueda del Naturalismo que lleva a los primitivos flamencos a tener preferencia por la representación detallista y minuciosa de los objetos y de las calidades de los mismos. Adquiere gran Importancia el paisaje. En las escenas interiores siempre hay ventanas que nos muestran el paisaje exterior. Es una pintura tridimensional con perspectiva de punto de vista alto. Se emplea el óleo sobre tabla (en vez del temple). Los primitivos flamencos perfeccionan el óleo de tal manera que a partir de este momento los artistas de todos los tiempos lo han preferido como técnica de pintura. La pintura está bajo el cuidado gremial que vela por su alta calidad y por los beneficios obtenidos. Los temas elegidos en la pintura flamenca primitiva son: Temas religiosos, pero normalmente tratados de forma familiar. Paisajes. Retratos, que son sobre todo de personajes de la burguesía. Son muy realistas. Primero aparecen retratados como donantes en los cuadros de temática religiosa (arrodillados y en posición de orante). Luego, serán ya retratos individuales. En general, los cuadros suelen de pequeño tamaño porque son adquiridos para decorar las paredes de sus viviendas. Pueden ser: Trípticos. Están formados por tres tablas (central más grande y con el tema principal). Cerrados siempre se ve una grisalla (obra pictórica realizada sólo con tres colores: blanco, negro y gris). Polípticos. Son similares a los trípticos, pero con más tablas. Jan Van Eyck Se le considera el iniciador de la Escuela Flamenca y quien perfecciona la técnica del óleo. Entre sus temas religiosos destaca: 1 POLÍPTICO DEL CORDERO MÍSTICO DE SAN BAVÓN EN GANTE Autor: Los hermanos Van Eyck (Jan Van Eyck y Hubert) Cronología: 1426-1432 Estilo: Gótico flamenco Técnica: Óleo sobre tabla Tema: Obra de gran complejidad religiosa, su tema principal es La adoración del cordero místico según el texto sagrado del Apocalipsis de San Juan, que se sitúa en el interior del político en la parte central. Dios padre rodeado de la Virgen y San Juan Bautista se sitúan en la parte superior, mientras que a ambos lados, también se aparecen Adán y Eva, como símbolos del pecado original. En el reverso del político, en las tablas que lo cierran se representa la Anunciación de la Virgen y a los donantes que encargaron la obra. Esta tabla se sitúa en la Catedral de San Bavón en Gante (Bélgica) y se considera la obra más importante de Jan Van Eyck, pintor flamenco del siglo XV. Sabemos que fue un encargo de un rico burgués para decorar una capilla privada en la catedral, algo muy usual en la época. Actualmente, se sitúa en una nave trasera fuera de su emplazamiento original, lo que resta cierta fuerza al conjunto aunque gana en visualización para el espectador. La forma de representación es un político, es decir un retablo formado por un conjunto de tablas superpuestas cada una con una escena independiente. Este tipo de obra se colocaba en el altar y suele estar cerrado, por lo que también se pintaban las escenas posteriores que quedaban a la vista en ese momento. Sólo en época de festividades se abría para contemplar las escenas principales. Se pueden diferenciar varias partes cada una de gran valor simbólico y artístico: Escena superior central: Dios padre rodeado de la Virgen y San Juan Bautista. Este tipo de representación se denomina Deésis, en ella Dios aparece sentado en un trono, algo poco habitual, con gran detalle en sus vestimentas y adornos. Las figuras destacan por su monumentalidad respecto a las demás, prevalece el dorado de los fondos y sus rostros hieráticos le dan mayor aspecto sagrado (algunos críticos consideran que estas figuras fueron realizadas por Hubert Van Eyck). A ambos lados aparecen ángeles y arcángeles cantores, que tocan instrumentos con gran realismo y para terminar la escena, aparecen Adán y Eva (a izquierda y derecha) ambos símbolos del pecado universal del hombre que desnudos recuerdan el valor del sacrificio de Cristo. Justo encima de esas tablas, pintados en grisalla como parte de la decoración arquitectónica de la tabla (lunetos) e imitando un bajorrelieve están la Ofrenda de Caín y Abel y La muerte de Caín. Escena inferior central: Adoración del Cordero Místico (1) Es la que da nombre a la obra, el cordero místico símbolo de Cristo aparece en el centro de un prado de un intenso color verde, está rodeado de ángeles y arcángeles, los bienaventurados, las santas mártires y los padres de la iglesia que viene a adorarlo. Su sangre se recoge en la copa sagrada, que luego se conoce como Santo Grial. Más abajo, en el centro, Van Eyck representa la fuente de la vida que sirve para dividir la escena en dos partes simétricas y ayudan al espectador a observar el tema principal gracia a los puntos de fuga. La línea del horizonte es alta y la perspectiva es muy profunda. A pesar de detallismo de los elementos representados, en realidad no estamos ante un paisaje real sino idealizado. Las tablas laterales representan a los Ermitaños (4) y peregrinos (5), los Caballeros de Cristo (3) y los Jueces Justos (2) (éste último panel fue robado en 1934 y el actual es una copia de Jef Vanderveken). Cuando está cerrado aparecen estas escenas: Parte central: Anunciación (5) con escena central de arcos geminados y vista panorámica de la ciudad de Gante Parte superior: Las Sibilas de Eritrea y Cumas (2 y 3) Lunetos: profetas Zacarías y Miqueas (1 y 4) asomados sobre la escena principal Parte inferior: Los donantes Joos Vyd (6) y su esposa, Isabelle Borluut (6) y en el centro, imitando sendas esculturas las figuras de San Juan Bautista y San Juan Evangelista (7 y 8) siendo ésta una de las partes más novedosas del político. 2 MATRIMONIO ARNOLFINI Autor: Jan Van Eyck (1390-1441) Cronología: 1434 Estilo: Pintura flamenca Técnica: Óleo sobre tabla Localización: National Gallery de Londres El Matrimonio Arnolfini es un cuadro lleno de enigmas así como de belleza. Tradicionalmente aparece en los catálogos como el matrimonio de uno de los miembros de la poderosa familia de comerciantes luqueses, los Arnolfini; la colonia de luqueses era muy importante en Flandes, como las de otros italianos. Los Arnolfini de esta época que pudieran haber contraído matrimonio eran dos hermanos: Giovanni y Michele. Se cree que el marido en este caso es Giovanni, casado con Giovanna Cenami. Sin embargo, el gesto del marido al tomar la mano de su esposa contradice la teoría: ese gesto implica superioridad social ante una mujer que de ser Giovanna, resultaría de clase superior en realidad a la de su esposo. Por esa razón, algunos investigadores creen que se trata de Michele, que desposó a una tal Elizabeth de familia desconocida, por lo que su gesto sería el de protegerla e introducirla en un nivel social superior al de su cuna. Otro enigma nos lo proporciona la inscripción de Van Eyck en el muro del fondo, en bellísimos caracteres góticos entrelazados. La inscripción no dice que Van Eyck pintara el cuadro, sino que "Jan van Eyck estuvo aquí". Es una extraña declaración, que se explica si pensamos que Van Eyck era amigo de los Arnolfini y que probablemente actuara de padrino o testigo de la boda. A esta solución apunta también el espejo del muro, que refleja a dos asistentes al enlace, uno de los cuales parece un pintor (el que está vestido de azul). La minuciosidad de Van Eyck permite identificar no sólo las figuras reflejadas, sino también los adornos del espejo: son diez escenas con la Pasión y muerte de Jesucristo. Otros elementos simbólicos que han llenado de conjeturas el cuadro aparecen en la estancia como simples objetos dispersos por la habitación: el perrillo a los pies de los esposos indica fidelidad conyugal, la lámpara con una sola vela encendida simboliza el matrimonio, como también la esculturita de Santa Margarita en el pomo de la cama, el manojo colgado de la misma cama simboliza la fertilidad, y así un largo etcétera. Casi todos los elementos que aparecen tienen algo que ver simbólicamente con la escena, pero Van Eyck los pinta como accesorios totalmente casuales esparcidos por la habitación. Respecto a la esposa, señalaremos la curiosa moda femenina que las damas llevaban: se rapaban la frente y se adornaban con una toca en forma de cuernos (tal y como veremos en el retrato de Margarita van Eyck). El vestido de moda provocaba una deformación en la anatomía de la mujer que hizo pensar que la desposada estaba embarazada. Sólo tenemos que comparar a esta muchacha vestida con la Eva del Políptico de Gante para comprobar que se trata de una deformación estética deliberada: mediante un corpiño muy ajustado se estrechaba el pecho de la mujer, elevándolo y creando un abombamiento de vientre y caderas. Casi todas las damas retratadas por Van Eyck visten de esta manera, como sus Vírgenes o su propia esposa. ROGER VAN DER WEYDEN Van der Weyden es el pintor flamenco que más se ocupa del dolor y el dramatismo. Van der Weyden da mucha importancia a la composición y sus figuras son de canon muy esbelto. También presta atención al volumen y el dibujo. DESCENDIMIENTO DE LA CRUZ Autor: Roger Van der Weyden Fecha: 1435 Museo: Museo del Prado Características: 220 x 262 cm. Estilo: escuela flamenca Técnica: Óleo sobre tabla Fue pintado hacia 1435, en óleo sobre tabla, y fue realizado para la capilla de los Ballesteros de Lovaina, en Bélgica. Algunas de las características de la escuela flamenca, a la que pertenece, funden la tradición gótica con la sensibilidad renacentista. La tabla, material que se empleaba en la tradición gótica, continúa teniendo protagonismo en esta época. La técnica, en cambio, varía, utilizándose en ese momento el óleo. La unión del material y la técnica, da lugar al brillo de los colores y la minuciosidad en los detalles. Las características que se le otorgan a Van Der Weyden, no solían ser las propias de la escuela flamenca, a la que pertenecía. Por ejemplo, sus obras eran de amplias dimensiones (las figuras casi son a escala natural), frente a las pequeñas obras de ese momento. Otra de las características más comunes de la escuela es el amor por el paisaje, que en este caso, tampoco aparece, permitiendo centrarse más en los sentimientos de las figuras. Roger Van Der Weyden, es uno de los principales maestros del momento. Se puede decir que es el pintor del dolor, ya que se preocupa por los sentimientos, evitando el hieratismo que tan acostumbrado nos tienen otros artistas del momento. El tema seleccionado por el artista es idóneo, ya que le permite la exaltación de emociones, y, donde mejor que en la escena del descendimiento de Jesucristo de la Cruz, en brazos de José de Arimatea, Nicodemo y un ayudante; mientras la Virgen María cae desmayada sostenida por San Juan y una de las santas mujeres. En la composición de la obra, la horizontalidad queda recortada por la verticalidad tajante de la cruz, además la organización y corte de la tabla nos recuerda a los trípticos (unidos por bisagras) que se comenzaron a hacer en esa época. En una escena tan trágica, Van Der Weyden expresa el sufrimiento de forma espectacular con detalles como el de las lágrimas en María Salomé, la Virgen María, o Nicodemo. También, la expresividad de los brazos, llevándoselos a la cara en el caso de una de las tres Marías que estuvieron presentes, o, la necesidad de María Magdalena de apoyarse para no caer desmayada, reflejan la emotividad del momento. EL BOSCO (Jheronimus Bosch) Sus figuraciones y técnicas son notablemente diferentes de las empleadas por otros maestros flamencos. Técnicamente pintaba “alla prima”, es decir, con la primera pincelada sobre el lienzo y aplicando nuevas capas de pintura sobre otras todavía húmedas. En cuanto a la figuración, el Bosco se destaca por representar a personajes santos como sujetos comunes y vulnerables. Es tan patética la vulnerabilidad de los personajes santos representados que los hace queridos por empatía. Prácticamente todos los personajes que representa tienen algo de caricatura. En sus obras abunda el sarcasmo, lo grotesco y una imaginería onírica. Una de las explicaciones para esto es que el Bosco aún se encuentra imbuido por una cosmovisión medieval repleta de creencias en brujería, la alquimia, la magia, los bestiarios, las hagiografías, etc. EL JARDÍN DE LAS DELICIAS (Museo del Prado) Es una obra realizada en óleo sobre tabla. La obra se posiciona dentro del estilo flamenco pero en ella, el autor se desmarca completamente de su época e incluso de realizadores posteriores. La temática de este tríptico es básicamente religiosa; nos muestra de manera alegórica que los placeres de la vida son efímeros y que las consecuencias que se derivan son el sufrimiento, la desgracia y la imposibilidad de ser feliz. Así, el tríptico cerrado y abierto es una alegoría completa del origen y fin del mundo: cerrado muestra una de las primeras escenas del Génesis, la creación del mundo vegetal, origen de la vida; por el contrario, abierto enseña la Creación completa en la puerta izquierda, el Infierno en la derecha, y en el centro las más variadas formas de la sensualidad, que presumiblemente conforman la vida terrenal. En la tabla central, se escenifica el pecado capital de la lujuria, donde numerosos hombres y mujeres desnudos reproducen una serie de actitudes sexuales y lascivas acompañados de frutos silvestres como las cerezas, las frambuesas, las fresas o las uvas que simbolizan la nombrada lujuria. En la tabla de la izquierda se representa la creación de Eva contemplada por Adán. Por último, en la tabla derecha, son representados los castigos del Infierno, habitado por criaturas grotescas y lleno de máquinas de tortura.