VÍA IGUALMENTE SATISFACTORIA Y EL TRATAMIENTO PROCESAL DE ALGUNOS PEDIDOS DE REPOSICIÓN Notas a propósito del caso “Eddy Bernal Aguado” Por ELOY ESPINOSA-SALDAÑA BARRERA* Acaba de publicarse en el Diario Oficial “El Peruano” la STC 3070-2013-PA/TC, emitida por la sala uno del Tribunal Constitucional del Perú ante el caso “Eddy Alfredo Bernal Aguado“. Frente a algunos comentarios hechos al respecto, conviene aquí precisar los alcances de lo allí resuelto, tarea que pasaremos a abordar de inmediato. En este caso nos encontramos ante un supuesto que se presenta posteriormente a la emisión del precedente “César Baylón Flores”, pues los hechos que motivan esta demanda se encuentran vinculados con el margen de aplicación de la Ley Procesal del Trabajo, norma que, como es de conocimiento general, fue aprobada el 12 de diciembre de 2009 y promulgada el 13 de enero de 2010. Nos encontramos entonces ante un tema que no estaba expresamente incluido en la lista (muy discutible por cierto para mi criterio ( 1 )) prevista en la resolución del caso “Baylón”. Al no existir quiebre de precedente alguno ya previsto, era un asunto factible de debatirse en Sala, y que no requería llevarse al Pleno (2 ). Como todos sabemos, el proceso de Amparo es uno de tutela urgente, el cual tiene hoy en el ordenamiento jurídico peruano un carácter residual o subsidiario para la protección de algunos derechos fundamentales pasibles de tutela mediante hábeas corpus o hábeas data. Dicho con otras palabras, si existen vías ordinarias igualmente satisfactorias para la defensa del derecho o derechos invocados, allí es donde toca atender las pretensiones del caso en particular, dejando la interposición de demandas de Amparo para aquellas pretensiones que, por su propia naturaleza, así lo requieran. Aquí la sala ha asumido, y creo que con razón, que hoy, luego de la dación de la Ley Procesal del Trabajo, existe una vía ordinaria igualmente satisfactoria al Amparo para algunos supuestos no previstos en “Baylón”. Esto es sin duda lógica consecuencia de lo planteado en el Código procesal Constitucional, lo dicho por la más calificada doctrina jurídica de nuestro medio, e incluso lo ya incorporado en alguna jurisprudencia del Tribunal Constitucional peruano. Y es que no podemos 1 Como lo hemos dicho en diferentes ocasiones, no resulta una técnica adecuada en un precedente establecer una lista cerrada de temas como los únicos que debería analizar un Tribunal Constitucional. La realidad siempre es más rica y compleja que las previsiones que puedan hacerse, y al darse nuevas situaciones, se corre el riesgo de dejar desatendidas pretensiones que bien requerían tutela, o en su defecto, si dichas pretensiones son atendidas, se da cobertura a casos formalmente no acogidos en el precedente que pueden terminar erosionando su vinculatoriedad y predictibilidad. 2 Como es de conocimiento general, la normativa interna del Tribunal Constitucional peruano establece que procesos constitucionales de la libertad no deben ser discutidos en cualquiera de sus salas, sino por el pleno del Tribunal (modificación de un precedente, apartamiento de criterios de doctrina jurisprudencial ya fijados, etcétera). Al no encontrarse lo resuelto en “Eddy Bernal “ en alguno de esos supuestos, sin duda se trataba de un pronunciamiento que correspondía emitir a la sala competente para ello. desnaturalizar al Amparo convirtiéndole en una vía ordinaria de reclamo. Con ello no está restringiéndose el uso del Amparo: se viene, tal como corresponde, reservándolo para los casos en los cuales la estructura de la pretensión buscada o el carácter de tutela urgente de lo violentado o amenazado amerita su uso. Explicitemos algo más los alcances de esta última aseveración. Como es de conocimiento general, uno de los aportes más importantes hechos por el Código procesal Constitucional fue el del paso de un Amparo alternativo a uno residual o subsidiario. En ese sentido, el artículo 5, inciso 2 del Código en comento es muy claro cuando señala que proceden los procesos constitucionales de la libertad, pauta que por cierto expresamente indica que no es aplicable al hábeas corpus, cuando no existan vías ordinarias, igualmente satisfactorias, para la protección del derecho constitucional amenazado o vulnerado. Como bien se aclara en la sentencia en comento, el examen de esta causal de improcedencia no involucra limitarse a verificar si existen vías procesales ordinarias mediante las cuales se tutelan derechos constitucionales, sino si tales vías ordinarias serían igual o más efectivas, idóneas o útiles que procesos constitucionales como el Amparo para lograr la protección requerida ( 3). En este contexto, y partiendo incluso del análisis de la misma jurisprudencia del Tribunal Constitucional, en la presente sentencia se resalta la existencia, por cierto, comúnmente aceptada en el Derecho Comparado, de hasta dos alternativas para entender cuándo nos encontramos ante una vía puede ser considerada “igualmente satisfactoria”: una objetiva, vinculada al análisis de la vía propiamente dicha (vía idónea), y otra subjetiva, relacionada con el examen de la afectación iusfundamental (urgencia iusfundamental)(4). Desde la perspectiva objetiva, el análisis de la vía idónea, independientemente de si estamos ante un asunto que requiere tutela urgente puede aludir tanto a la estructura del proceso, atendiendo a si la regulación del procedimiento permite afirmar que estamos ante una vía célere y eficaz (estructura idónea); o a la idoneidad de la protección que podría recibirse en la vía ordinaria, debiendo analizarse si esa vía podrá resolver debidamente el caso iusfundamental que se ponga a su ponga a su consideración (tutela idónea)(5). De otra parte, y ya desde una perspectiva subjetiva, una vía ordinaria puede ser considerada idónea si transitarla no pone en riesgo al derecho afectado. En estos casos no resulta necesario evaluar si acudir a la vía ordinaria puede tornar irreparable la afectación alegada (urgencia como amenaza de irreparabilidad). Además, si pese a existir un proceso ordinario considerado como “vía igualmente satisfactoria” se evidencia que es necesaria una tutela urgentísima, atendiendo a la relevancia del derecho involucrado o a la gravedad del daño que podría ocurrir (urgencia por la magnitud del bien involucrado o del daño) (6) 3 4 5 6 Ver al respecto el fundamento 2.2 de la STC 3070-2013-PA/TC En este sentido el fundamento 2.3 de la STC 3070-2013-PA/TC En ese tenor el fundamento 2.4 de la STC 3070-2013-PA/TC En ese sentido el fundamento 2.5 de la STC 3070-2013-PA/TC Es pues en mérito a lo expuesto que en la STC 3070-2013-PA/TC se habla de que puede recurrirse al proceso ordinario correspondiente en este nuevo escenario, proceso que hoy es el denominado proceso laboral abreviado. Conviene resaltar que se habla de “puede”, pues obviamente corresponde ir al proceso de Amparo en los supuestos en los que se requiere tutela urgente, y con mayor razón, tutela urgentísima. Es un error considerar que aquí se está cerrando la posibilidad de recurrir al Amparo para pedir en cualquier caso una reposición. Finalmente, no quisieramos concluir este análisis sin hacer notar que se ha hecho en estos días referencia a algunos anteriores pronunciamientos del Tribunal Constitucional anteriores a "Eddy Bernal" cuyos alcances aquí convendría acotar. Se ha hecho específicamente mención a la RTC 02527-2013-PA/TC (caso Elías Andrés Franco Calisaya) y a la RTC 04271-2011-PA/TC (caso Olinda Orihuela Mamani). Y es que si se revisan resoluciones como aquellas a las cuales acabo de hacer mención, bien puede acotarse que lo único que en ella se cuestiona es el rechazo liminar que habría previsto la judicatura ordinaria, lo cual es correcto, pues no estamos en esos casos ante pretensiones que puedan ser consideradas como manifiestamente improcedentes para ser canalizadas mediante un proceso constitucional de la libertad. En "Eddy Bernal" en cambio no se está ante un caso que viene con un rechazo liminar, por lo cual no hay contradicción con lo ya señalado por el Tribunal sobre el particular. Se pasa en nuestro caso en comento a, en base a planteamientos incluso ya desarrollados por el Tribunal, dar más explícitamente previsiones a algo no previsto en el precedente "Baylón". Ni más ni menos que ello.7 ANOTACIONES FINALES Como bien se puede apreciar, el Tribunal, en casos como "Eddy Bernal" sigue cumpliendo con su responsabilidad de ir perfilando mejor sus tareas de impartición de justicia en sede constitucional. Ello implica, basado en lo ya apuntalado por su propia jurisprudencia, realizar una serie de precisiones en aquello que, siendo importante, todavía no cuenta con previsiones expresas. Con ello además se busca dar la predictibilidad que fortalece la legitimidad del colegiado, pero sobre todo, que permite atender mejor y de manera más clara los derechos de los(as) ciudadanos(as), razón de ser hoy no del Tribunal Constitucional, sino del Estado Constitucional en su conjunto. 7 Hay quienes sin embargo podrían señalar que en casos de desnaturalización de contratos sujetos a la modalidad de "incremento de actividad" se han declarado fundadas demandas aun cuando eran posteriores a la entrada en vigencia de la Nueva Ley Procesal del Trabajo. En ese sentido, conviene aclarar que en casos como los recogidos en las SSTC 04287-2012-AA, 03504-2012-AA y 04110-2012-AA, el Tribunal entra a pronunciarse al ya existir suficientes elementos de prueba para emitir un pronunciamiento sobre el fondo de la controversia. En "Eddy Bernal" no existían tales elementos suficientes y por ello se declaró improcedente la demanda, explicitándose eso si con más detalle cuando una vía ordinaria es igualmente satisfactoria a un proceso constitucional de la libertad.