MECANISMOS DE IMPUGNACIÓN CONTEMPLADO EN LA LEY FRENTE A LA RESOLUCIÓN JUDICIAL QUE PONE FIN A LA CUESTIÓN INCIDENTAL PLANTEADA: OSCURIDAD Y CONSIGUIENTE INSEGURIDAD JURÍDICA. Las dudas e inseguridad jurídica a que conduce las contradictorias sentencias existentes hasta la fecha en torno a la interpretación del artículo aquí estudiado, se ve seriamente agravada ante el oscuro mecanismo de impugnación previsto por la propia Ley Concursal para pedir una revisión de las resoluciones que han recaído en los incidentes tramitados hasta la fecha en relación con esta cuestión. Contra las sentencias recaídas no cabe apelación, según señala el artículo 197-3, que prevé que solo contra este tipo de resoluciones cabrá plantear protesta, limitándose la posible impugnación al derecho a reproducir la cuestión en la "apelación más próxima", siempre que se hubiere formulado dicha protesta. El problema, ciertamente serio, surge cuando tratamos de encontrar esa apelación más próxima en la cual se podría reproducir ante la Audiencia Provincial la cuestión resuelta en el incidente, con el fin de que un órgano judicial de superioridad jerárquica ponga fin a las contradicciones existentes hasta la fecha y se pronuncie en torno al verdadero sentido de la norma interpretada. La única apelación que encontramos en el procedimiento concursal de cara a reproducir la cuestión resuelta en el procedimiento incidental aquí estudiado es el recurso de apelación contra la sentencia que, una vez resueltas las impugnaciones del convenio, apruebe éste, tal y como preveen los artículos 130 y 197-4. Sin embargo, el camino procesal que a de recorrerse hasta llegar a la sentencia que aprueba el convenio y desestima impugnaciones plantea al acreedor cuyo crédito ha sido declarado ordinario una serie de dudas motivadas por la propia oscuridad de la regulación procedimental existente que genera sin duda una abierta indefensión. La primera duda a resolver es si ese acreedor al que se declara ordinario en virtud de la interpretación del artículo 62 aquí estudiada debe o no impugnar la lista de acreedores. Si lo hace, ya conoce de antemano que el incidente concursal en que se resuelva su impugnación terminará con una sentencia desestimatoria y condenatoria en costas, puesto que el juzgador que acaba de declarar dicho crédito ordinario no va a incurrir en la incongruencia de dictar un pronunciamiento contrario al ya emitido al resolver el incidente relativo a la naturaleza del crédito. Si no lo hace, podrá tratar de cuestionarse su legitimación activa para reproducir la cuestión en la apelación frente a la sentencia que resuelva la oposición del convenio, alegándose que se ha *** al contenido de la lista. En el caso de que se impugnase la lista de acreedores, la resolución que con toda seguridad desestimaría tal impugnación por idénticos motivos a los esgrimidos en la resolución del primer incidente tampoco sería recurrible en apelación, por lo que había que plantear frente a la misma la oportuna protesta reservando nuevamente la posible impugnación para la primera apelación más próxima (que