(9) Calderón.—OHIGKN DE LA SAL COMÚN. :ÍIS capas de él de cierto espesor, antes mencionadas, «se puede admitir se formaron en lagos de agua salada en comunicación con el mar» (1), en apoyo de lo cual recuerda que los lechos de salde Remolinos, aunque algunos muy gruesos, presentan un aspecto semejante al de las capas que se ven en la laguna de Torrevieja, cuya formación tiene lugar con tal que el agua del mar entre en la laguna con ciertas intermitencias. Semejante hipótesis es inadmisible, como lo ha hecho notar con mucho acierto el Sr. Cortázar, el cual propone para el origen de la sal de los lagos castellanos otra teoría, que es, á mi j u i cio, la única razonable, como luego indicaré. ¿Por dónde comunicarían con el mar los lagos situados muy por encima del nivel de éste? A menos de admitir que alternativamente s u bieron y bajaron enorme distancia vertical, lo que, aparte de ser contrario á cuanto sabemos hoy sobre la historia orogénica déla Península, implicaría dificultades mucho mayores que la que trata de resolverse. Para el origen de los sulfates de sosa y de sosa y cal,, no apelaba Prado á la suposición de un origen marino, y se l i mita á comparar los yacimientos peninsulares de estas sales con otros observados por Darwin en la América del Sur, y que este naturalista consideró como producto de la transformación de los cloruros. Lecoq y el profesor Vilanova, aunque este último con cierta reserva, explicaron la asociación del yeso y de los sulfatos mencionados como el resultado de la acción de manantiales minerales surgidos del fondo de los grandes lagos miocénicos castellanos, los cuales variando localmente de composición, depositaban ora el cloruro sódico, ora el sulfato de magnesia, el de sosa ó el yeso. Lo que no puede explicarse satisfactoriamente de este modo es la interposición de dichos cuerpos en el sedimento mecánico en que están envueltos; además hay que apelar en dicha teoría á la intervención de grandes emanaciones sulfhídricas que actuaran sobre las calizas para dar cuenta de la disposición estratificada de las espesas formaciones yesosas, lo cual ya se ha visto las dificultades con que tropieza. En la teoría de Delesse el yeso de los lagos castellanos sería (1) Oper. cit., p.'ff. 141.