1. Las brujas de Salem... ¿Una caza injustificada? Salem es una ciudad situada en la costa atlántica de los EE.UU., a unos 25 Km de Boston, en el Estado de Massachusetts. Y es conocida como la "Ciudad de las Brujas", por la famosa cacería que se llevó a cabo en la villa en 1692, motivo por el cual la ciudad recibe millones de visitantes cada año, curiosos por conocer los lugares donde se protagonizaron los hechos, y que han sido cuidadosamente preservados por las autoridades. Ciudad construida por colonos británicos alrededor de 1630. La ciudad estaba gobernada y constituida sobre una gran base puritana, la población era claramente conservadora, y la sociedad de la época estaba caracterizada por una fuerte creencia en el diablo, un enfrentamiento entre familias y las continuas guerras de las tribus indígenas, y esto explica en parte los sucesos que se dieron en 1692. El ministro de la ciudad, el reverendo Samuel Parris, llegaba a Salem procedente de las Antillas, de dónde traía una esclava, Tituba, mujer negra que se casó con un aborigen americano. Tituba hablaba su lengua antillana y practicaba ritos religiosos afro antillanos, probablemente el vudú, prácticas incomprensibles para sus conciudadanos. La hija de los Parris, de apenas 9 años de edad, y su prima de 12, se interesaron por las prácticas de Tituba, organizando algunas sesiones con ella y unas amigas. Sin embargo en enero de 1692 las chicas enfermaron, y el médico de la población, William Griggs, al desconocer la causa de su enfermedad, diagnosticó un caso de brujería. Desde este momento la clasista población de Salem se vio envuelta en una loca cacería, las niñas acusaron a Tituba de practicar brujería. Tituba, en una audiencia en marzo, confesó ser bruja, debido a las torturas a las que fue sometida, aseguró que su espectro había atacado a Ann Putman y avisó que ella era sólo una de tantas otras brujas que habitaban la zona, y que un hombre alto de Boston le enseñó un libro donde estaban todas las brujas de la Colonia. Ante esta confesión se inició la caza de brujas, las niñas acusaron a cientos de personas de brujería, la mayoría de clases bajas y con actitudes mal vistas, como la soltería o la infidelidad. Los vecinos con graves disputas se acusaban unos a otros. Y en junio de 1692 se constituyó el Tribunal especial de Auditoría y Casación en Salem, presidido por el Juez William Stoughton, para juzgar los casos de brujería. En estos juicios se aceptó como prueba la existencia de unos espectros que simulaban actuar normalmente mientras los acusados atacaban o practicaban la brujería, y las técnicas de tortura provocaba la confesión de todos los acusados, la primera en ser condenada fue Bridget Bishop, ahorcada el 10 de Junio. Murieron 13 mujeres y 7 hombres, generalmente ahorcados, y aunque la creencia popular es que murieron en hogueras, no se dio ningún caso. Sólo cuando las acusaciones tocaron las clases altas se comenzó a cesar en la locura colectiva, el Gobernador Williams Pipps en octubre del mismo año disolvió el Tribunal Especial para constituir el Tribunal Supremo, que no admitió como prueba la creación de espectros, de tal forma que se absolvió a todos los condenados. Con el paso de los años se ofrecieron disculpas e indemnizaciones a las familias afectadas. Sin embargo aún se suceden las investigaciones para saber que ocurrió realmente, algunos creen que fueron "hechizos" causados por el consumo de ciertas setas alucinógenas, otros creen que pudieron ser enfermedades desconocidas como la viruela o el síndrome de Huntington. Otros investigadores creen que las motivaciones fueron sociales. Los parapsicólogos siguen creyendo que algunos de los casos de brujería fueron reales. 2. Las brujas de Salem A finales de 1692, la casa parroquial de Salem en la bahía de Massachussets, Nueva Inglaterra, era un lugar apacible, ajeno a los sucesos de mortales consecuencias que se desarrollarían en él. Además de sus obligaciones en la cocina, Tituba –una esclava originaria de las Antillas- tenía la tarea de entretener a dos niñas muy inquietas: Elizabeth Parris, la hija del ministro, y a la prima de ésta, Abigail, de 9 y 11 años, respectivamente. Tituba inventaba todo tipo de distracciones para ellas, entre las que figuraban trucos sencillos e historias de miedo; por otra parte, la esclava sabía leer la fortuna en las claras de huevo. Sin embargo, ninguno de estos pasatiempos eran bien vistos por los puritanos de aquel tiempo; para ellos eran cosas del diablo. Pero las niñas y sus amiguitos los disfrutaban sin considerarlos malignos. Poco a poco, la conducta de Elizabeth y Abigail comenzó a cambiar. Según las crónicas de la época, la primera rompía a llorar sin motivo, en tanto la otra corría en cuatro patas y ladraba como perro. Otras adolescentes también se comportaron de forma extraña. Por ejemplo, Ann Putman, de 12 años, dijo que peleó con una bruja que la quería decapitar. Por su parte él medico de la ciudad, al no encontrar ningún problema físico en las adolescentes, atribuyó el comportamiento de las chicas a la influencia del demonio. El reverendo Parris comenzó las pesquisas y se entero de cierto pastel de brujas elaborado por el marido de Tituba, que, según se cuenta, incluía entre sus ingredientes harina de centeno y orina de niño. Eso fue suficiente para el escándalo. Las niñas se asustaron tanto que al ser interrogadas señalaron a Tituba, a Sarah Good –una mujer indigente que tenia el hábito de fumar pipa y que quizá era deficiente mental- y a Sarah Osborne, una inválida que vivía con un hombre si haberse casado. En una audiencia celebrada a principios de marzo de 1693, Tituba confesó que era bruja y que su espectro había atacado a Ann Putman con un cuchillo. Añadió además que ella era sólo una de las tantas brujas del pueblo y que un hombre alto de Boston le había enseñado un libro en donde figuraban todas las brujas de la colonia. Así comenzó en Salem la cacería de brujas. Ann Putman y su madre acusaron de infanticidio a Rebecca Nurse, mujer de 71 años. Susanna Martín fue acusada de embrujar los bueyes de su vecino a raíz de una riña entre ambos. El reverendo George Burroughs, antiguo ministro del pueblo, fue señalado como jefe de las brujas y el capitán John Alden fue identificado como el hombre alto de Boston. El reverendo fue ahorcado el 19 de agosto y a Giles Cory de 80 años que se negó a declarar sobre este caso, lo aplastaron con grandes piedras. Como sólo se ejecutaba a quienes no confesaban Tituba se salvo y luego fue vendida por los Parris. En 7 meses fueron ejecutados 7 hombres, 13 mujeres, se arrestó a 200 personas y 200 más ya habían sido acusadas por la niña Parris. Ninguna de las víctimas fue quemada en la hoguera como se cree en la actualidad. 4 años después de los juicios de Salem los jurados firmaron una confesión de error y suplicaron clemencia. Ann Putman dijo 14 años más tarde que había obrado engañada por Satanás. Las Brujas de Salem (ciencia) Son pocos los incidentes semejantes que se conocen en las colonias inglesas de América del siglo XVII. Las cifras de las ejecuciones de las que se habla en Europa son mucho más impresionantes (solo en Bamberg, Alemania, hubo 600 personas torturadas y ejecutadas), pero la caza de brujas que se llevó acabo en Salem marca un hito de intolerancia en la historia mundial.