El delito que ha cometido el penado -parricidio con alevosía- es gravísimo. Y no queda claro que no haya cometido además alzamiento de bienes por cuanto que tenía pendiente un juicio por ese delito que probablemente viene ligado al pago de responsabilidades civiles por el delito anterior. Ahora bien respecto de este segundo delito ha de presumiese la inocencia salvo que exista sentencia firme condenatoria - lo que no es el caso- . Queda entonces el hecho de que el penado hace casi siete años mató a su esposa y desde febrero de 1994 está en prisión. El Tribunal ha examinado con cuidado los datos para la denegación del permiso que aporta la Administración penitenciaria: Ninguno se refiere a la personalidad del penado, a su conducta penitenciaria, o a su situación social o familiar: es decir ninguno se refiere al presente o al futuro (folio 7 del expediente) y todos se refieren al pasado: elevada condena, gravedad del delito, trascendencia o alarma social del mismo y largo periodo hasta la libertad pues en efecto, incluso el último -largo tiempo hasta la libertad- no son sino consecuencia de la gravedad del delito - o la gravedad en si misma- en tanto en cuanto el largo periodo de tiempo para la libertad que aparece como pronóstico de futuro es consecuencia de la pena impuesta y no de una anterior conducta penitenciaria o de un mal pronóstico de reinserción. El pasado debe tener consecuencias y condicionar incluso el futuro pero no más allá de las disposiciones legales y todos esos datos del pasado tienen su traducción en la gravedad de la pena y en la mayor dificultad de cumplir el requisito legal de extinguir la cuarta parte de la misma que es la fracción fijada por el legislador. Por tanto si los datos del pasado no condicionan el permiso según las premisas fija das por el legislador y no existen datos de presente o de futuro en contra de él -grave riesgo de fuga- de nuevo delito, o, en general, de mal uso, por ejemplo- el permiso resulta la consecuencia normal del cumplimiento de los requisitos legales para su concesión. Para reforzar las garantías, su buen uso y teniendo en cuenta el apoyo familiar se condicionará el permiso a la recogida a la salida de prisión por el padre o la madre del penado y se limitará a tres días de duración de este primer permiso. Auto 1161/00, 13 de septiembre de 2000, JVP nº2, Exp 967/98