FORMACIONES FRUTESCENTES EN LOS ARENALES Y TERRENOS SALADOS 217 a la necesidad de capturar el agua en grandes extensiones y garantizar el amarre de la planta en la arena inestable. Algunas plantas de estas localidades, como el Cyperus schcenoides Griseb., presentan rizomas cundidores o raíces laterales, que corren horizontalmente a una determinada profundidad, lo cual, aunque relacionado con la sustentación y con la absorción del agua, es muy posible signifique también la adaptación a determinadas exigencias térmicas de la especie, pues ya dijimos las variables temperaturas que podrían encontrarse en los distintos niveles del suelo. Fáltanos hacer referencia a la perceptible adaptación de algunas de estas plantas a la salinidad del terreno que motiva la proximidad del mar; pero a este asunto hemos de aludir nuevamente con mayor detalle al tratar de adaptaciones en la vegetación halípeda gaditana, de cuyo estudio pasamos a ocuparnos. * ** Las principales localidades de suelo salado que debemos considerar en la provincia de Cádiz, son las siguientes: Marismas del Guadalquivir, situadas junto a la última parte del curso de este río, en el N W . de la provincia, ocupando parte de los términos de Sanlúcar de Barrameda, Trebujena y Jerez de la Frontera. Estas marismas se continúan hacia el N . y el W. por las provincias de Sevilla y Huelva en extensiones de bastante consideración; dentro de ellas encontramos localidades de suelo pantanoso y otras, a las que no alcanzan las inundaciones, que corresponden a lo que vulgarmente se llaman estepas saladas, con vegetación escasa y mezquina. Marismas del Guadalete, que con el carácter de tales forman una extensa mancha en los términos de Puerto de Santa María y Puerto Real, y transformadas en salinas para su explotación industrial se extienden hacia el S. a uno y otro lado del caño de Sancti-Petri y del río Arillo, en los términos de San Fernando, Cádiz y Chiclana. Marismas del Barbate, en la desembocadura de este río junto a la aldea del mismo nombre, todo ello en término de Vejer de la Frontera; son ya de mucha menor extensión e importancia que las anteriores. Aparte de las tres localidades citadas, existen algunos manchones de escaso interés, situados en las desembocaduras de algunos ríos y arroyos; puede merecer especial mención entre ellos, el correspondiente al río Palmones en el N. de la bahía de Algeciras. Respecto a la naturaleza de los suelos en que estas salinas y marismas se asientan, aunque existen ligeras diferencias de unos a otros, podemos decir de un modo general que están formados por limos arcillosos, arenas y fangos procedentes de los acarreos depositados por los respectivos ríos durante la época cuaternaria; constituyen, pues, estos depósitos, el relleno de los estuarios