El interno cumple condena por delitos graves: agresión sexual y asesinato de su novia, por lo que fue condenado a unas penas de cuatro y doce años respectivamente, estando privado de libertad desde junio de 1997. Se le deniega el permiso por largo periodo pendiente de cumplimiento, ausencia de vinculación familiar en España y tipología delictiva. Los tres argumentos son innegables, pues hasta 2009 no cumple las 3/4 partes de la condena, es de nacionalidad belga y los hechos son graves. No obstante, tales razones no pueden impedir por sí solas la posibilidad de acceder a un permiso de salida si concurren otras circunstancias de carácter favorable que puedan atenuar el riesgo de mal uso del permiso. Así, es de tener en cuenta que el interno no ha cometido más delitos, su conducta en prisión es buena y desarrolla trabajos y actividades de todo tipo, además de cursar estudios universitarios con buen rendimiento, todo lo cual revela un interés y esfuerzo para mejorar personalmente; tiene el apoyo de su familia, que es de un entorno de clase media-alta con buen nivel cultural y social, sin factores de desestructuración, y sus padres viajarían a España a pasar con él el permiso, además de tener la acogida de Horizontes Abiertos. Y, por último, un informe psicológic o solicitado al centro penitenciario pone de manifiesto que interno ha aceptado desde el primer día la comisión de los hechos, su responsabilidad y culpabilidad, ha participado desde septiembre de 2001 hasta junio de 2002 en un programa para internos condenados por delitos de violencia e el ámbito familiar, manteniendo muy buen nivel de asistencia y participación, con una alta responsabilidad terapéutica; concluye el informe señalando que el interno no tiene ningún trastorno psicopatológico, que a pesar de haber sido condenado por un delito de agresión sexual no hay patología específica en esta área, que la evolución desde su ingreso es positiva con una actitud abierta a la ayuda y mejora y que tanto el pronóstico clínico como el criminológico son muy favorable siendo casi nula en el momento actual la probabilidad de reincidencia en este otro delito. Ante los datos que se exponen y transcurridos más de cinco años desde el ingreso en prisión, se considera que la pena está cumpliendo su función retributiva. Pero, como se ha indicado, el riesgo de reincidencia se considera prácticamente nulo, y el de quebrantamiento queda atenuado por las medidas y condiciones que se puedan imponer, teniendo en cuenta por otra parte que las posibilidades de sustraerse con carácter permanente a la Justicia se ve dificultadas por los vínculos que mantiene en su país y la pertenencia de éste a la Unión Europea, por el aumento de cooperación en todas las instancias que se está produciendo. Así pues, no tiene objeto el prolongar más tiempo la negación a que el interno se incorpore paulatinamente a la sociedad, a la que puede volver a insertarse en un futuro con normalidad, y para ello es aconsejable concederle un permiso de salida. Por ello se estima el recurso y se concede el permiso en extensión de tres días de duración, con las siguientes condiciones: acogida por Horizontes Abiertos, presentación diaria ante la autoridad policial y control familiar en el cumplimiento de tales condiciones. Del resultado y evolución d este permiso dependerá la concesión de otros en el futuro. Auto 3170/00, 30 de enero de 2002, JVP nº 1, Exp.672/99