Las dos posibilidades que se le ofrecieron a la interna para el transporte de sus pertenencias en lo que excedían de los 25 kilos que se le permite llevar a los internos cuando son trasladados de centro penitenciario, son las previstas en el art. 318 RP: o bien no llevarlo (y recogerlo la familia que es lo que se le ofreció) o bien transportarlo a cargo del interno, que es lo que aceptó la recurrente cargando el importe a su cuenta de peculio. Hay una tercera, que también prevé el citado precepto, que es para los casos en que los internos carezcan de recursos económicos, estudiando la Junta de Tratamiento correspondiente las medidas a adoptar que deben ser aprobadas por el centro directivo. Si la interna tenía capacidad económica para costear el traslado de los efectos personales que superaban los 25 kilos de equipaje y aceptó que se hiciera el pago a cargo de su cuenta de peculio, quiere decir que podía hacer frente al pago, por lo que no era aplicable el supuesto especial previsto para la carencia de recursos, no existe pues infracción legal alguna que apoye la queja, lo que determina la desestimación del recurso. Auto 112/03, 16 de enero de 2003, JVP nº 2, Exp. 930/00