FACTORES DE EXITO PARA UN SISTEMA DE REPOSICION EFICIENTE Por Marcelo Silva Flamm Ingeniero Civil Industrial Universidad Católica de Valparaíso Octubre 2003 Cross Docking, VMI (Vendor Managed Inventory) y CPFR (Collaborative Planning Forecasting and Replenishment) son algunas de las propuestas para la optimización de la cadena de suministro surgidas en la década pasada. Las dos últimas, destinadas particularmente a mitigar las consecuencias indeseables del efecto bullwhip, en el que las etapas de la cadena de abastecimiento que están mas alejadas del consumidor final, enfrentan una mayor variabilidad de la demanda. Es así como CPFR y VMI constituyen opciones de mayor integración y colaboración, destinadas a reducir la miopía con que históricamente planificaban sus operaciones los distintos actores de la cadena de suministro. Si bien hoy está disponible la tecnología de comunicación necesaria para estos niveles de colaboración e integración, será necesario esperar un tiempo adicional para ver estos tipos de acuerdo operando efectivamente en la realidad. Este tiempo de espera será necesario tanto para aumentar los actuales niveles de confianza entre proveedores y clientes, como para que los actores involucrados lleguen a acuerdos relativos a la forma de repartir los eventuales beneficios derivados de tales acuerdos. Adicionalmente, los proveedores deberán buscar formas innovadoras para eliminar prácticas actuales que se contraponen diametralmente a la filosofía de optimización que anima a estas propuestas. Específicamente, nos referimos al “empuje” de productos que todos los fines de mes efectúan los proveedores (o sus representantes de venta) hacia los clientes, pues ven amenazado el cumplimiento de sus metas de venta (o comisiones). En este artículo nos centraremos en el análisis de los factores críticos de éxito de un sistema de reposición eficiente, bajo la modesta perspectiva de que las empresas primero deben disponer del know how para reponer eficientemente su propio inventario antes de pretender administrar el inventario de sus clientes. El primer elemento a considerar es la apropiada cuantificación de los costos incidentes en el problema. En primer lugar nos referiremos al costo anual de mantención de inventario. Una práctica internacionalmente aceptada es estimar el costo de mantención de inventario en función del valor del inventario promedio. Específicamente se plantea que el costo anual de mantención de inventario varía entre un 20% y un 30% del valor del inventario promedio que se mantiene. En principio esta cifra pudiera parecer excesiva. Sin embargo un simple análisis nos conduce a concluir que para Chile un 20% no constituye un porcentaje descabellado. Primeramente debemos entender que el costo anual de mantención de inventario tiene dos componentes. El primero de ellos es el costo de oportunidad del dinero invertido. Un análisis más extenso nos podría llevar a concluir que este costo depende, entre otras cosas, del tipo de industria y su riesgo asociado. Sin embargo, un análisis simple nos conduce a que la tasa de retorno mínima considerada por las empresas privadas en la evaluación de sus proyectos es de 15%. El segundo componente del costo de inventario está representado por la suma de los costos generados por el espacio físico empleado, personal, seguros mermas, etc. Consecuentemente, si aceptamos que este segundo componente de costo asciende a un 5%, es posible justificar la cota mínima propuesta que es de un 20%. En consecuencia, es razonable estimar que cada millón de dólares en inventario genera un costo anual de 200 mil dólares. Otro componente de costo es el generado por los quiebres de stock. Este costo puede separarse en dos componentes. El primero es un costo, no cuantificable, asociado al deterioro de imagen frente al cliente. El segundo componente es un costo cuantificable que se materializará dependiendo del tipo de cliente que esté siendo abastecido. Si se trata del inventario de repuestos en una empresa minera, este costo estará determinado por la gravedad de la eventual interrupción de faena. Si se trata de un producto comercializado en el local de venta de un retailer, el costo generado por un quiebre de stock estará determinado por la extensión del quiebre, la demanda promedio del producto y su margen de contribución. Un tercer componente es el costo de transporte. Como consecuencia de la existencia de economías de escala, este costo está relacionado con el nivel de inventario de ciclo a través de la frecuencia de reposición. Mientras mas alta sea la frecuencia de reposición, mayor será el costo total de transporte, menor el inventario de ciclo y viceversa. Un último elemento de costo a considerar es el asociado a la carga de trabajo del personal como consecuencia de las actividades de carga, descarga, picking, etc. Es evidente que en cualquier sistema de reposición eficiente, la estimación de la demanda a nivel de SKU es un factor crítico. Sin embargo, debemos enfatizar que otro factor crítico, normalmente descuidado, es la capacidad de estimación de la variabilidad de la demanda. Adicionalmente, es pertinente señalar que la introducción del concepto de Demand Planning, si bien ha incorporado una mayor integración de los actores relevantes al proceso de estimación de demanda, ha inducido a las empresas a dar menos relevancia a los datos históricos de venta como elemento de apoyo en el proceso de estimación de demanda. Por último es necesario tener presente la distinción existente entre demanda y venta. Esta distinción es relevante en el caso de productos que presentan niveles de servicio muy inferiores al 100%. Otro factor normalmente descuidado por las empresas, es la utilización de datos relativos al lead time de los productos en la determinación de las políticas de reposición. Mas aún, hoy día son muy pocas las empresas que disponen de datos confiables de lead time a nivel de cada SKU. Por último, es necesario destacar la importancia de que un sistema de reposición eficiente cuente con un modelo integrador capaz de conjugar adecuadamente las estimaciones de media y variabilidad de la demanda durante el lead time, con todos los elementos de costo antes mencionados. La utilización de un modelo optimizador de todos los costos relevantes es particularmente importante considerando que en empresas proveedoras de productos de consumo masivo, los costos totales anuales asociados al sistema de reposición ascienden a decenas de millones de dólares anuales. A modo de ejemplo, se puede señalar por una parte que la gran mayoría de los modelos matemáticos de mayor difusión, asumen que la revisión del inventario se efectúa de forma continua. No obstante en la práctica muchas empresas emplean revisión periódica con el objeto de reducir la carga de trabajo y los costos de transporte. Esto implica que muchas veces se emplea modelos de planificación disociados con la realidad de las empresas, generándose así significativas ineficiencias que se traducen en mayores costos de operación. Marcelo Silva Flamm / Gerente de Operaciones Neogística S.A. marcelo.silva@neogistica.com