Esteban Ramírez, volante del Herediano SIN AMAGUES .com ¿ Su formación futbolística? Pasé por varias escuelas de fútbol, la escuela de fútbol de la Universidad Nacional, la del Club Sport Herediano y la del Deportivo Saprissa, que fue en la que me quedé e hice mi carrera como futbolista. Hasta llegar a Primera División. Pasé dos buenos años en Saprissa, donde quedamos tricampeones, fueron los últimos campeonatos del Pentacampeones del Saprissa. A partir de ahí se vino todo lo demás que es más reciente, que tal vez la gente si lo recuerda. -¿Tiene algún resentimiento con Saprissa como muchos mencionan? El agradecimiento a Saprissa siempre lo voy a tener, porque fueron 16 años en los que yo estuve ligado a Saprissa. No sé si la gente sabe eso, no puedo hablar de un sentido pertenencia o de identificación con Saprissa, porque nunca fui saprissista. Nunca en toda mi vida, yo toda mi vida he sido anti saprissista y puedo decirlo abiertamente, porque de broma en broma apostaba en contra de Saprissa cuando jugaba contra Heredia y hasta cuando estaba en Primera División, porque así no escondía mis colores. -¿Cómo salió del Saprissa? Mucha gente está equivocada, cree que me sacaron y me fui resentido. En la semana de la semifinal cuando Liberia quedó campeón. Liberia nos elimina. En medio de la semifinal, yo ya había hablado con Mariano Varela, y yo ya le había comentado que no quería estar ahí. No me sentía a gusto. Ya me aburría el hecho de que no estaba jugando. Pedí la salida por la ausencia de minutos y pedí que me prestaran en ese momento me salió la posibilidad de venir a Heredia o la UCR. Elegí la UCR porque necesitaba asegurarme jugar y Johnny Chaves me abre las puertas en la U y tuve un año muy muy bueno, se me abren puertas en Santos, Alajuela y San Carlos. Ese fue el momento en el yo decidí llegar acá. -¿Qué lo marcó como jugador? Haber llegado al Herediano es llegar al Club de mi vida, es como cumplir un sueño, ponerse la camiseta del cual uno fue aficionado siempre y recordar cuántas veces fui socio, cuantas veces estuve en la Garra y en la Curva. Es increíble estar dentro de la cancha y cuando el estadio está lleno saber que yo estoy dentro. Eso es lo que más me ha marcado, eso me ha hecho ganar títulos acá. -¿Cómo manejó la presión de la sequía de títulos en Herediano? Lo que pasa es que en ese año se estaba haciendo costumbre que Herediano cambiaba muchas fichas y llegaban muchos jugadores y se iban muchos. Ese año llegamos 12 y de esos 12, se dio la particularidad de que en ese momento muchos eran jugadores consolidados en el fútbol nacional. Entonces tal vez a partir de ahí, sentí que Herediano podía luchar por un campeonato y tanto fue así que estuvimos a dos minutos de conseguirlo. Nos empataron la final en Alajuela al minuto 89'. No voy a hablar del gol, todos sabemos cómo fue. Eso hubiera sido un sueño completo, recién llegados a la institución y a los pocos meses alzar un título hubiera sido lo máximo. -¿Cuál fue el momento de más sufrimiento en el fútbol? La del final del 2010 con don Orlando, había muchos factores de por medio, hubiera quedado campeón jugando junto a Bryan Orué, mi mejor amigo, íbamos a quedar campeones juntos en la cancha y los dos siendo heredianos de vida. Eso era número uno. Segundo, don Orlando que tenía el campeonato para el equipo que tanto quiso y lo iba a conseguir también, y todas esas cosas las menciono porque era lo que me pasaba por la cabeza, fue el último año en el que un amigo mío, Pablo Rodríguez, estuvo en la institución. Quizá el segundo pudo ser en la de la final del 2011 que perdimos con el penal que Cubero pega en el palo -¿Y el de más alegría? Lo que pasa es que por cada campeonato uno se pone a pensar y todos tienen un condimento nuevo, entre más nuevo sea, uno dice ¡ah no, me quedo con este!, pero claro, es que porque está más fresco., porque rompimos una de las más largas que ha tenido el Club Sport Herediano y estábamos nosotros en la cancha, imagínese tantas veces que uno sufrió como aficionado y ahora se rompe esa mala racha con uno dentro de la cancha. Eso fue demasiado ver a la gente como se tiraba desde la pared porque era muy alto eso, la invasión y después ver las imágenes del estadio acá lleno también. Desde que veníamos en el bus desde San Isidro ya era un mar de gente. -¿Por qué ya no se le ve tanto metido en polémicas? Es que es un tema que nunca voy a encontrar un final feliz. De alguna manera me frustra, voy a tratar de explicarlo así: cuando uno dice la verdad y las cosas son así y si a la gente le cae mal que uno diga la verdad, porque el problema me cae a mí, porque se mezcla, me tira la prensa, me tira la afición rival, me tira cualquier persona que le caiga mal y todo eso se mezcla y me cae a mí. Simplemente dije la verdad, entonces voy a seguir diciendo la verdad, porque así es como se habla, o sea, cuando uno dice la verdad no tiene por qué temer, de nada, y yo soy así. Entonces yo empiezo a pensar con el pasar de las entrevistas, que cada vez que pasaba eso me caía un problema que ya no existe el problema, voy a seguir siendo así y no pierdo nada porque realmente a mí no me afecta. Yo siempre voy a ser frontal, por ejemplo en el partido ante Alajuelense yo hablo de Salvatierra y qué pasa ahora. Usted dice que me ve como más mesurado, yo hablo de Salvatierra, pero no puedo decir el nombre, porque ahora todo es multa. Mi forma de pensar va a seguir siendo lo mismo y cuando tenga algo de qué hablar voy a hablar igual. GABRIEL VARGAS B -¿Cómo hizo para sacar la carrera de Arquitectura? Es algo muy raro, llevar las dos cosas juntas, demanda mucho sacrificio y siempre hay que inclinarlo a alguno de los dos lados, o el estudio o el fútbol y yo sé que si yo quiero triunfar en el estudio y lo voy a decir cómo lo viví yo, tengo que fallar en el fútbol en algún aspecto. Por ejemplo, el tema de la alimentación y el descanso es imposible hacer las cosas bien. Entonces empiezo a inclinar la balanza para el fútbol y empiezo a faltar a clases pido que me repongan un examen empiezo a caerle mal al profesor seguramente y cuando se me complicó la vuelva a inclinar estamos hablando de diez años en esto. Me sentiría mal dándole un consejo a algún niño de que estudie porque creo que tendría que mentir un poquito para motivar de que lo haga y esconderle los sacrificios que hay, porque los hay y muchos. -¿Por qué nunca salió a jugar al extranjero? La dejé ir al propio, porque me salió la opción en la camada en la que se fue Pipo (Giancarlo González) para Noruega y no sé quién más, en esa me iba yo. Estaba a medio camino de la carrera y me interesaba muchísimo sacarla. No quería dejarla arquitectura me apasiona bastante como para haber dejado una opción de esas. No sé si me perdí de algo grande nunca lo voy a saber, pero no me arrepiento porque ya soy arquitecto también. ¿Qué significa ser un referente de una institución como Herediano? Dentro de la institución no lo sé, sé que la gente, porque así me lo expresan, sé que me quieren y me aprecian y sé que se sienten identificados cuando me ven en la cancha. Mucho de los que vienen en el estadio, lo más seguro me ven como hincha hace unos diez años. Es lo más lindo que hay yo cuando salgo por Heredia caminando y saber que la gente me quiere. Eso no lo cambio por nada y me compromete a no fallar.