LAS EXIGENCIAS DE UN COMPROMISO REAL Juan 13:15-17 Rev. Eduardo Torres Junio, 15 del 2014 Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió. Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis. En mensajes anteriores hice notar que en el Antiguo Testamento no se conocía una relación discípulo‑maestro como la que encontramos en el Nuevo Testamento. En el AT aquel que enseñaba o entrenaba a otro se relacionaba con él de la forma como lo hacía un padre con un hijo o un siervo con su señor: Note la relación de Moisés con Josué (Ex.24:13; Num.11:28) y Elí con Samuel (1Sam.3:6). En cambio, en el NT el concepto prevaleciente fue el de un maestro transmitiendo información a un alumno; el énfasis estaba mayormente en el contenido. En el tiempo de Jesús los maestros (rabinos) promovían más el conocimiento intelectual que la práctica misma de la enseñanza, ésta la cargaban sobre los hombros del pueblo (Mat. 23:4 “Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas.”) y así los escribas y fariseos, “estudioso de la ley”, eran los portadores de tal sabiduría, mas no los practicantes de la ley. Jesús enfatiza en su enseñanza que el conocimiento es importante pero sólo como la base para edificar una vida en obediencia a Dios (Busquemos la cita de Mateo 7:24‑27, la parábola de los dos cimientos, en sus Biblias “Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.”). • Para Jesús lo importante no era que sus discípulos memorizaran las cosas que él enseñaba (énfasis intelectual), sino ponerlas en práctica (énfasis vivencial, cf. Juan 13:17). • El que sólo oye las palabras y no las hace, fundamenta su vida en una ilusión (cree que va al reino de los cielos pero está equivocado). • Note que la parábola de los dos cimientos de Mateo 7:24-27 está en el contexto de las dificultades para entrar al reino de los cielos. Las dificultades que se presentan están desde el versículo 13 y son: o Lo estrecho del camino (13‑14), o Los falsos profetas que engañan a los crédulos (15‑20), o El engañarse a uno mismo (21‑23) y o La aceptación meramente teórica o intelectual de las enseñanzas de Jesús (24‑27). • Por lo tanto el verdadero discípulo, si quiere construir su vida sobre la roca firme debe obedecer las palabras que ha oído del maestro. En ese sentido, Jesús fue muy claro tanto en enseñar las exigencias como describir las evidencias de aquel que está comprometido realmente con él. Y ¿cuáles son las exigencias?. ¿Qué exige Jesús de los suyos? • Las exigencias: o Sacrificio: El sacrificio fue una de las exigencias más controversiales de Cristo. § Podemos definir el sacrifico como entregar la vida en obediencia a Dios más allá de nuestro propio bienestar, interés o comodidad. § Jesús invitó a sus discípulos a vivir una vida de sacrificios no de comodidades (Mateo 8:20). § Su propia vida estaba marcada por el sacrificio (Mateo 20:17‑19) y en su enseñanza ponía de manifiesto la excelencia del sacrificio (Juan 12:24ss). Por ello exigía tomar la cruz como condición para seguirle (Lucas 14:27). § El símbolo de la cruz es particularmente sugestivo. (1) Los condenados a muerte daban su último paseo (era como una despedida) cargando el madero vertical de la cruz (llamado patibulum). (2) Ya no tenían agenda para el otro día. Sus intereses, sueños, anhelos y planes estaban tan muertos como ellos. § Llevar la cruz es morir. Es morir a nuestras agendas de vidas para dar lugar exclusivamente a la agenda de Jesús. Pablo lo señaló categóricamente: (1) “Con Cristo he sido juntamente crucificado; y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en la carne, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gálatas 2: 20). § Entonces una exigencia de Cristo para sus discípulos es el sacrificio, la segunda exigencia es… o Fidelidad: Cristo exige también de los suyos fidelidad por encima de toda relación humana (Lucas 14:27). § Por eso para él sus discípulos son sus hermanos y su madre (Mateo 12:46‑50 - “Mientras él aún hablaba a la gente, he aquí su madre y sus hermanos estaban afuera, y le querían hablar. - Y le dijo uno: He aquí tu madre y tus hermanos están afuera, y te quieren hablar. - Respondiendo él al que le decía esto, dijo: ¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos? - Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. - Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre.” -- (Mar. 3.31-35; Luc. 8.19-21). § Toda relación de afecto que pueda implicar algún lazo familiar queda sometido al afecto por Jesús. (1) Este concepto era especialmente desafiante en el contexto cultural de los judíos, para quienes los lazos familiares tenían un profundo sentido. § Ningún discípulo puede profesar por nadie mayor fidelidad que por Jesús (Lucas 14:26 - Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo). § Entonces una exigencia de Cristo para sus discípulos es el sacrificio, la segunda exigencia es… Fidelidad y la tercera es… o Renuncia: La renuncia a todo lo que uno tiene, anhela o ama es otra condición del discípulo de Cristo. § El joven rico, aparentemente, había cumplido con todo lo establecido por la ley para “heredar la vida eterna” pero no pudo resistir la demanda de Jesús : “Vende todo lo que tienes y dalo a los pobres”. No quería renunciar y por lo 2 tanto abandonó su búsqueda del reino de los cielos. “Al salir él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios. Los mandamientos sabes: No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre. - El entonces, respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud. - Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz. - Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Hijos, !!cuán difícil les es entrar en el reino de Dios, a los que confían en las riquezas!” (Marcos 10:17-22; 24b) § § § § § § § 1 Aunque los fariseos podían estar orgullosos de aquel joven, pues había cumplido toda la ley, para Jesús era sólo un pobre hombre rico que difícilmente entraría al reino de los cielos (Mar.10: 24b). ILUSTRACIÓN: ….Dios es mi copiloto… …Dios no es un segundo “Dios es Primero”…1 Esta demanda de deshacerse de los bienes materiales no debe tomarse como una norma uniforme para todos los que desean entrar en el reino, pues fue dirigida a una persona que tenía una necesidad particular. El joven estaba poseído por sus posesiones, esclavizado por las riquezas. Toda persona que se encuentra en esta condición tiene que tomar medidas radicales para poder entrar en el reino. Jesús tampoco enseñó que hay una virtud especial ni superioridad espiritual en el hecho de hacer “voto de pobreza”. Hay múltiples ejemplos de hombres ricos en la Biblia y en la historia cristiana que han contribuido generosamente con sus bienes para aliviar la necesidad física y espiritual del hombre y extender el reino de Dios. Jesús aprovechó la reacción negativa del joven rico para enseñar a los discípulos acerca del peligro de las riquezas que puede resumirse con tres afirmaciones: (1) animan la autosuficiencia; (2) tienden a crear compromisos sociales y prioridades propias del mundo. (3) tienden a fomentar el egoísmo y la avaricia. Por estas razones, las riquezas tienden a constituir un obstáculo formidable, aunque por la gracia de Dios no insuperable, para la entrada en el reino. Pero hay algo más que decir aquí en cuanto a la renuncia y es que hay cosas que aunque no son materiales dañan la vida del cristiano y por ende el testimonio de Cristo y su evangelio, la lista es muy larga, pero les doy Filipenses 3:1-16 donde Pablo se defiende y escribe de todo lo que abandonó para servir a Cristo, y el versículo más resaltante de esa porción es el 16 que dice: “Pero en aquello a que hemos llegado, sigamos una misma regla, sintamos una misma cosa.” o sea es igual para todos, también tenemos otras citas como: Fil. 4:8-9. Hermanos recuerden esto: (1) El Reino es Eterno: no lo subestimemos como algo que no tiene valor en el tiempo, (2) El Reino es Espiritual: no estemos en el como carnales, abandonemos toda carnalidad que daña el testimonio de ese reino, y (3) El reino es costoso y requiere de un alto precio que tengo que pagar, no tengamos como algo barato y sin importancia, hay que renunciar a muchas cosas para poder tener cien veces más las promesas de Dios. Comentario Biblico Mundo Hispano, Tomo 14 –Evangelio de Mateo- Pag. 172 3 § Entonces tenemos tres exigencias de Jesús que se resumen en el siguiente cuadro: LAS EXIGENCIAS DE JESÚS PARA SUS DISCÍPULOS EXIGENCIAS EXPLICACIÓN SACRIFICIO Entregar toda la vida en obediencia a Cristo más allá de mis propios intereses y comodidades. FIDELIDAD Amar a Jesús por encima de cualquier otro afecto terrenal. RENUNCIA Desprenderme de cualquier lazo que pueda significar un estorbo para seguir a Jesús. CONCLUSIÓN: • Ante estas exigencias de Jesús hagamos la siguiente reflexión: ¿Qué implicaciones tiene esto para aquellos que tenemos la responsabilidad de guiar a los creyentes a la obediencia Cristo? • Es necesario que aquí y ahora evaluemos de una manera qué tipo de sacrifico están haciendo los creyentes por Jesús. o Con la idea de que “Cristo no quiere sacrifico” muchos no están haciendo ningún esfuerzo que implique poner en riesgo su comodidad, tranquilidad o seguridad. Tal vez están dispuestos a cantar “Un sacrificio vivo” pero se niegan a hacer una visita el domingo en la tarde porque es el día del Señor y hay que descansar al máximo. Pedro también se jactó de estar dispuesto a dar su vida por Jesús pero en el momento de la verdad lo negó (Marcos 14:68). o Debemos como maestros y mentores cristianos, estimular a los creyentes a ver el sacrificio personal como uno de los principales requerimientos que hace Jesús a los que quieren seguirlo. • Es necesario que animemos a los creyentes a amar a Jesús por encima de todas las cosas. o Muchas cosas podrían ocupar en el corazón de un creyente el lugar que debe corresponderle a Cristo: estudio, trabajo, familia, profesión, novio (a) o cónyuge. § Note que estos elementos mencionados no son malos, al contrario, son buenos y muy necesarios. Pero precisamente eso es lo que los hace peligrosos. § Poco a poco se apoderan de nosotros hasta que estamos dispuestos a hacer cualquier cosa por retenerlos y es allí donde comienza la infidelidad espiritual. (1) Nos copiamos en un examen por aprobar una materia, (2) mentimos al jefe para conservar el trabajo, (3) gritamos a nuestra esposa para conservar nuestra autoridad, (4) nuestra mano se extiende más allá de los permitido en el cuerpo de nuestra novia (o) para experimentar el placer prohibido, 4 o • (5) ¿y dónde está Jesús?, ¿y dónde están sus enseñanzas?, ¿dónde sus mandamientos? Justo en ese momento hemos sido infieles al que por nosotros entregó su vida. Como maestros y mentores necesitamos enseñar de mil maneras a los creyentes el valor de ser fieles a Cristo en todo momento de nuestra vida. Es necesario enseñar a los creyentes que ninguna cosa debe ser estimada tanto que no estemos dispuestos a renunciar a ella por Cristo. o Llama la atención la cantidad de personajes bíblicos que prefirieron aferrarse a algo antes que creerle a Dios. § Adán se aferró al fruto del bien y el mal, § el pueblo de Israel al becerro de oro, § Sansón a Dalila, § Saúl a su corona; § en fin, prefirieron hacer caso a su propio instinto de conservación (más bien de destrucción) que a la promesa subjetiva de un Dios distante e invisible, según ellos. o ILUSTRACIÓN: Hay quienes lo poseen todo, pero aun así son infelices. Se cuenta de un rey que estaba enfermo y que sólo podía curarse si traían ante su presencia a un hombre que no tuviera ambiciones y que por lo tanto era feliz. Si se encontraba ese hombre, el rey se curaría y encontraría la felicidad con sólo ponerse la camisa de ese hombre. Después de buscar por todas partes en su reino al hombre feliz, finalmente lo encontraron. El rey ordenó traerlo ante su presencia para pedirle la camisa y ponérsela. ¡Pero el hombre feliz, para sorpresa de todos, no tenía camisa!.2 o Una cosa importante es que el cristiano teniendo estas tres características debe, a pesar de…, sentirse feliz… aunque no tenga camisa. o Hay un refrán que dice: “Mejor es pájaro en mano que cien volando” Así piensan muchos hoy: § “Mejor es trabajar más duro para ganar suficiente dinero no importa que no tenga tiempo para ir con la familia ni siquiera un día a la iglesia”; § “mejor es conservar la amistad de ese hombre influyente aunque tenga que reírme de sus chistes obscenos”. o ¿Qué tan lejos estamos dispuestos a llegar por tener un pájaro en la mano cuando hay miles prometidos en el reino de nuestro Padre celestial? No debemos cansarnos de enseñar estos valores a los creyentes para que sus vidas sigan el ejemplo de Jesús. 2 Ilustración: León Tolstoi 5