Modos simplificados de terminación del proceso penal Dra. María del Carmen Platas Pacheco 26 de abril de 2010 Modos simplificados de terminación del proceso penal El nuevo proceso penal, cuya adecuación se está llevando a cabo en Campeche y en todo el país a ritmos y desarrollos diferenciados, atendiendo a las circunstancias de cada entidad, establece, entre algunas de sus novedades, la posibilidad de terminar el proceso, mediante salidas alternas o formas anticipadas, es decir, abre la probabilidad de que no todos los casos penales lleguen a la última etapa, porque, entre otros, prevé la conciliación y la suspensión del proceso, sin descuidar el respeto a los derechos humanos y a las garantías de las víctimas y de los inculpados. La viabilidad de salidas alternativas y de formas anticipadas de solución del proceso penal, han sido previstas en el diseño del nuevo modelo de justicia penal, a la luz de la experiencia y previendo la necesidad de no saturar el sistema penal, como de hecho ocurre ahora, en consecuencia, es posible acogerse a ellas hasta el dictado del auto de apertura del juicio, teniendo por efecto la extinción de la acción penal. La perspectiva de la conciliación se rige por los principios de voluntariedad de las partes, esto supone que no pueden ser forzadas. Por la confidencialidad, es decir, no admite la intervención de terceros ajenos al juicio. Por la flexibilidad, si la víctima así lo desea, se puede abrir a la posibilidad de aceptar alternativas de reparación. Por la neutralidad, quien realiza la labor de conciliación no tiene interés directo en que se resuelva en algún sentido el problema que el ilícito supone. Por la legalidad, el contenido de la conciliación tiene que ser respetuoso del derecho de la víctima; y por la honestidad, el acuerdo de conciliación se debe formular de buena fe y con el ánimo de darle cumplimiento. Así entendida, la conciliación es procedente entre la víctima y el imputado cuando se trate de delitos culposos, es decir, de aquellos que se persiguen por querella. También procede en los delitos de contenido patrimonial que se hubieren cometido sin violencia a las personas, y los que admitan presumiblemente la sustitución de las sanciones o de la condena, si la víctima o sus representantes legales así lo solicitan en forma expresa. Es necesario aclarar que la conciliación no es viable cuando se trate, entre otros, de: homicidios culposos, delitos cometidos por servidores Modos simplificados de terminación del proceso penal Dra. María del Carmen Platas Pacheco 26 de abril de 2010 públicos en el ejercicio de sus funciones o con motivo de ellas, así como los perpetrados en asociación delictuosa. Desde antiguo, los estudiosos en materia penal han considerado la conciliación como un medio alternativo que permite a las partes considerar sus necesidades, intereses y todo aquello verdaderamente relevante en el conflicto, para, mediante un estudio lógico y ético del problema, explorar la posibilidad de solución justa. Tal como arriba se expresó, la víctima u ofendido no están obligados a conciliar, sin embargo, atendiendo a la naturaleza de los hechos materia del problema, en ocasiones, se puede considerar esta alternativa. Si bien la conciliación es una facultad que se le otorga a la víctima y al imputado, también se prevé la posibilidad de que el Ministerio Público la pueda proponer en el momento en que declare cerrada su investigación; además el juez está obligado, en caso de que las partes no la hayan propuesto, a hacerles saber que cuentan con esta forma de culminar el proceso, procurando que indiquen, en caso de aceptarla, cuáles serían las condiciones en que estarían dispuestos a conciliar; de igual manera, es obligación del juez no aprobarla cuando tenga motivos fundados para estimar que alguno de los interesados no está en condiciones de igualdad para negociar o lo ha hecho bajo coacción o amenaza. Si la conciliación tiene éxito, los términos deberán quedar claramente establecidos en una audiencia convocada por el juzgador, en ésta se levantará un acta que tendrá, como es natural, fuerza vinculante. Además de la extinción de la acción penal, los efectos de la conciliación son: la suspensión del proceso y la prescripción de la acción penal, durante el plazo fijado para el cumplimiento de las obligaciones pactadas. Resulta necesario hacer notar que la conciliación, como forma anticipada de solución de un proceso penal, es absolutamente dependiente de que por este medio se plantee la posibilidad de un beneficio real y la reparación integral de la víctima, precisamente porque ella no está obligada a conciliar y si lo hace es porque así le conviene.