La Utilización del Concepto de Interés Público en el Derecho

Anuncio
La Utilización del Concepto de
Interés Público en el Derecho Administrativo
Nora Estefanía PICASSO UVALLE1
Mediante el presente trabajo pretendemos realizar una exposición del concepto de interés público y
demostrar como la falta de estudio del mismo ha transgredido su aplicación y valoración por parte
de los principales actores jurídicos involucrados en el tema. De esa misma manera se desarrollarán
brevemente diversas consideraciones teóricas y prácticas las cuales nos sirvan de fundamento para
realizar una crítica y destacar su importancia específica dentro del Derecho Administrativo.
El concepto de interés público ha sido objeto de múltiples interpretaciones y discusiones entre los
estudiosos del Derecho, que a veces por conveniencia práctica se ha preferido evadir.2 De manera
general se dice que es una frase utilizada para designar las finalidades de un Estado políticamente
organizado.
‘Interés público’ forma parte del conjunto de conceptos jurídicos indeterminados que existen en
nuestro Derecho. Respecto a lo anterior, García de Enterría opina que:
‘… la Ley refiere a una esfera de realidad cuyos límites no aparecen bien precisados en su enunciado, no
obstante lo cual es claro que intenta delimitar un supuesto concreto… la Ley no determina con exactitud los límites
de esos conceptos porque se trata de conceptos que no admiten una cuantificación o determinación rigurosas, pero en
todo caso es manifiesta que se está refiriendo a un supuesto de la realidad que, no obstante la indeterminación del
concepto, admite ser precisado en el momento de la aplicación…’3
Su estudio es de gran relevancia, ya que la Ley al no establecer límites al concepto podría conducir
a ciertos errores en la interpretación del mismo y por consecuencia a su –incorrecta– aplicación.
Cabe mencionar que la actuación de la Administración Pública tiene como base el interés público (o
interés general también llamado así por la Constitución mexicana); en consecuencia, toda actividad
de aquella que estuviera en contra del mismo sería indudablemente inválido o ilegal. La finalidad del
interés público tiene total vigencia en la actualidad, ya que seguirla se concreta en la legalidad y el
acierto de las resoluciones o actuaciones por parte de las autoridades administrativas.4
Es común pensar en interés público como un concepto que se opone al interés privado o al interés
de cada persona. Esto es parcialmente cierto, ya que el interés público constituye el interés social o
del todo; pero también lo anterior no es excluyente del interés de cada individuo o persona.
Podría entenderse en principio, el interés público como un ‘conjunto de condiciones que permiten que todas
y cada una de las personas y los grupos sociales puedan desenvolverse y alcanzar su plena realización’, 5 sin
embargo, claro está que el anterior concepto es bastante abstracto, por lo que no se abarcaría de
manera clara y concisa. Su definición no es tarea simple, ya que su carácter de abstracto es
precisamente lo que lo hace un concepto jurídico indeterminado.
Coincidimos con la opinión de que el hecho de percibir el interés público como algo que se
contrapone o que contraviene el derecho de cada individuo es incorrecta. Sino se profundiza en el
estudio del concepto en cuestión podría llegarse a la conclusión que consiste en algo autónomo,
desvinculado totalmente de los intereses de cada una de las partes que precisamente componen este
interés social. Es por esto, que no se le puede atribuir a este concepto un ‘status’ de algo que existe
Estudiante de sexto semestre de la Facultad Libre de Derecho de Monterrey.
Bonilla García, Jazmín; Carranco Zuñiga, Joel y otros. El Juicio de Amparo en Materia Administrativa. 2
ed. México, Porrúa. 2008-2009 (pp. 287-289).
3 García de Enterría, Eduardo y Fernández, Tomás-Ramón. Curso de Derecho Administrativo I. 13 ed.
España, Civitas. 1974/2006. (p. 463).
4 Serrano Guirado, citado por: González Pérez, Jesús. Procedimiento Administrativo Federal. 4ta ed.
México, Porrúa. SF/2006 (p. 3).
5 Serna, Pedro y Toller, Fernando. La Interpretación Constitucional de los Derechos Fundamentales.
Una alternativa a los Conflictos de Derechos. Argentina, La Ley. (p. 82).
1
2
por sí mismo, sino que por el contrario debe decirse que el interés público es el conjunto de los
intereses individuales, como una forma de manifestación.6
Ahora bien, ¿por qué nos interesa todo esto? Como sabemos los derechos de todos los individuos
no son absolutos y por ende están sujetos a ciertos límites.7 Por lo que el término interés público al
parecer cumple la función de ser el instrumento de referencia para ponderar o limitar los derechos
de cada individuo;8 de ahí entonces que en ocasiones sea la justificación para la intervención de la
Administración Pública en casos de la vida privada.
Diversos doctrinarios franceses han estudiado el concepto de interés público de acuerdo a las
funciones que desempeña dentro del Derecho Administrativo, destaca por una parte aquella en
relación a la actividad de la Administración Pública en general, y por otro lado el modo de controlar
judicialmente esa función.
Respecto de la actuación administrativa se utiliza como presupuesto de legalidad de esta -como ya
se había mencionado-, por lo tanto es regular en cuanto no sea contraria al interés público.9 Es
precisamente este requisito para realizar la actividad administrativa en donde surge la vía de control
de la actuación de la autoridad. Pero además de ser una obligación a cargo del Estado el observar el
interés público, de igual forma le otorga potestad a este para la aplicación de normas de Derecho
público independientemente de si el individuo esté de acuerdo en que se le apliquen dichas normas
o no.
En cuanto al control judicial o resolución de conflictos por parte de autoridades administrativas, el
concepto de interés público últimamente se ha utilizado de manera excesiva por parte de los
juzgadores para fundamentar la decisión tomada ¿cómo debe medir o realizar el estudio del asunto,
para determinar si efectivamente se encuentra en un caso de contravención del interés público?
Resulta evidente que en este punto la autoridad se encuentra en una situación de ventaja frente al
individuo, lo anterior es consecuencia de esta idea equivocada de que los intereses del Estado son
intereses públicos, por ende cualquier interés que tenga el Estado será consecuentemente de interés
público -por lo tanto fundamentado, válido e indiscutible-. Sáinz Moreno opina al respecto que ‘el
juez no crea el interés general, se limita a expresarlo inspirándose en fuentes exteriores’; 10 por lo que una
autoridad administrativa o un juez no podrían decir que algo es de interés público por el simple
hecho de que ellos -como autoridad- así lo establezcan, sino que están obligados a fundamentar y
motivar los argumentos que demuestren objetivamente porque en ese supuesto se afecta o no el
interés público; crear una relación/conexión directa e inminente del hecho-afectación. Claro está
que lo resuelto por la autoridad tendrá cierta influencia personal, negar lo anterior resultaría
ilusorio; pero lo anterior no justifica que no deban basarse en ciertos criterios o parámetros para el
debido estudio del concepto.
La libertad otorgada a la autoridad administrativa para determinar el alcance de interés público ha
sobrepasado los límites del concepto, se ha abusado de potestad de la autoridad para decidir sobre
estos límites. Lo anterior es resultado de la falta de parámetros expresamente establecidos para el
estudio del concepto y así saber si la autoridad ha realizado este, de manera correcta y apegada a
Derecho. Lo que afecta la seguridad jurídica del particular ya que no tiene la certeza respecto la
manera de proceder de la autoridad.
6 Bandeira de Mello, Celso Antonio. Curso de Derecho Administrativo. Traducción del portugués por
Labraña Parra, Valeria Estefanía. México, Porrúa. (pp. 26-35).
7 Por ejemplo: el derecho de propiedad está sujeto a ciertas modalidades que se dictan en busca del interés
social; el derecho a la libertad de empresa y trabajo puede limitarse cuando se ataquen derechos de tercero o
en caso de ofensa a los derechos de la sociedad.
8 Roldán Xopa, José. Derecho Administrativo. México, Oxford. (pp. 294-296).
9 Sáinz Moreno, Fernando. Sobre el interés público y la legalidad administrativa. En: Revista de
administración Pública, ISSN 0034 – 7639, número 82, páginas 439-454. Disponible en línea: <
www.cepc.es/rap/Publicaciones/Revistas/1/1977_082_439.PDF>
10 Loc. Cit.
2
Actualmente las autoridades administrativas se han respaldado en el concepto de interés público
para evitar un estudio, razonamiento y análisis amplio de los asuntos de los cuales deben conocer.
Con frecuencia utilizan la bandera del interés público para dar legalidad a su actuación, con el
simple argumento de ‘no podemos conceder su petición porque resulta contraria al interés público’ sin más,
dejando a un lado el estudio al que están obligados como autoridad. A continuación se presenta un
ejemplo de lo anterior: los juzgadores utilizan el interés público argumentando que la Ley discutida
o en cuestión se reputa como tal, por lo tanto cualquier hecho en contra de sus disposiciones afecta
aquél. Lo anterior denota la falta de estudio por parte de aquellos sobre la naturaleza de la
disposición en específico, ya que como ellos deben saber existen normas taxativas -tiene aplicación
en contra de la voluntad del individuo- y normas dispositivas -pueden dejar de aplicarse a una
situación jurídica concreta por voluntad de las partes-. Entonces ¿están las autoridades
administrativas otorgando al concepto de interés público la importancia que tiene? No parece ser
así.
Hay que reconocer que no todas las autoridades abusan de la utilización de este concepto, el cuarto
Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito se ha pronunciado al respecto, y
ha establecido que:
“Suspensión en el juicio de amparo. para determinar si se afectan el orden público e interés social, debe
sopesarse el perjuicio real y efectivo que podría sufrir la colectividad, con el que podría afectar a la parte quejosa con la
ejecución del acto reclamado y el monto de la afectación de sus derechos en disputa.
El artículo 124 de la Ley de Amparo condiciona la concesión de la suspensión, además de la solicitud del
quejoso, en primer lugar, a que no se afecte el orden público y el interés social, y en segundo, a que sean de difícil
reparación los daños y perjuicios que se le causen al agraviado con la ejecución del acto reclamado. Ahora bien, para
determinar si existe esa afectación no basta que la ley en que se fundamente el acto sea de orden público e interés
social, sino que debe evaluarse si su contenido, fines y consecución son contrarios a los valores y principios que inspiran
el orden público, capaz de restringir derechos fundamentales de los gobernados, o si son realmente significativos para
afectar el interés social. Efectivamente, las leyes, en mayor o menor medida, responden a ese interés público, sin
embargo, esto no puede ser una habilitación absoluta, capaz de afectar derechos fundamentales de modo irreversible,
ya que también es deseable por la sociedad que las autoridades no afecten irremediablemente derechos sustanciales de
los particulares, especialmente cuando tienen el carácter de indisponibles o irreductibles como la libertad, igualdad,
dignidad y los demás consagrados en el artículo 16 constitucional, por ser sus consecuencias de difícil o de imposible
reparación. Así las cosas, para aplicar el criterio de orden público e interés social debe sopesarse el perjuicio que
podrían sufrir las metas de interés colectivo perseguidas con los actos concretos de aplicación, con el perjuicio que podría
afectar a la parte quejosa con la ejecución del acto reclamado y el monto de la afectación de sus derechos en disputa”.11
Como podemos observar, el problema del alcance y estudio de este concepto ya ha sido
cuestionado. Lo anterior no resuelve el problema, pero es importante que el tema ya sea objeto de
discusión entre los Tribunales Administrativos. Sin embargo no se puede dejar a la buena voluntad
de los juzgadores establecer los límites bajo los cuales van a estudiar el concepto.
Es verdad que el concepto brinda cierta libertad de interpretación y decisión a la autoridad
administrativa, pero cuando esta decisión se convierte en un abuso del concepto debe hacerse algo
al respecto; en este caso la fijación de límites y/o parámetros, una metodología que la autoridad
deba seguir para que la determinación del concepto y alcance de Interés Público sea no para ventaja
de la autoridad, sino precisamente para la búsqueda y protección de Interés que es la finalidad
misma de la Administración Pública o Estado.
11 Suspensión en el juicio de amparo. para determinar si se afectan el orden público e interés social,
debe sopesarse el perjuicio real y efectivo que podría sufrir la colectividad, con el que podría afectar
a la parte quejosa con la ejecución del acto reclamado y el monto de la afectación de sus derechos en
disputa. Jurisprudencia. Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito. I.4o.A.
J/56 (SJF: 9ª época, T XXV, Junio de 2007, p. 986) Disponible en línea: Suprema Corte de Justicia de la Nación
<http://www2.scjn.gob.mx/ius2006/UnaTesislnkTmp.asp?nIus=172133&cPalPrm=INTERES,PUBLICO,
&cFrPrm=> Registro 172133.
3
García de Enterría y Fernández opinan que: ‘Esto es lo esencial del concepto jurídico indeterminado: la
indeterminación del enunciado no se traduce en una indeterminación de las aplicaciones del mismo, las cuales sólo
permiten una –unidad de solución justa- en cada caso, a la que se llega mediante una actividad de cognición,
objetivable por tanto, y no de volición’.12
Es menester detener el abuso y la trivialización de la utilización del concepto de interés público por
parte de las autoridades; así como es deber del Estado proteger y garantizar este concepto tan
importante; y de ninguna manera aprovecharse de las potestades que el silencio legislativo –
indebidamente- pueda otorgarle.
Para comentarios sobre el presente texto sírvase mandar un correo electrónico a
administrativo@angelesabogados.com
12
García de Enterría, Eduardo y Fernández, Tomás-Ramón. Curso de Derecho Administrativo I. Ob. Cit.
4
Descargar